Nov
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NGC 7129 y otras maravillas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en ¿El Universo? ¡Tenemos que conocerlo mejor! ~ Comments (0)
Esta bonita imagen de arriba es de NGSC 7129.
En la imagen podemos ver como los “soles” jóvenes todavía se encuentran dentro polvorienta NGC 7129 , a unos 3.000 años- luz de distancia hacia la constelación de Cefeo real . Mientras que estas estrellas están en una edad relativamente tierna, sólo unos pocos millones de años de edad, lo más probable es que nuestro propio Sol se formó en una nebulosa estelar similar hace unos cinco millones de años. Lo más notable en la imagen son las hermosas nubes de polvo azulado que reflejan la luz estelar juvenil. Pero las profundas formas de media luna rojas compactas son también marcadores de objetos estelares jóvenes enérgicos . Conocido como objetos Herbig-Haro , su forma y su color es característico de gas de hidrógeno que brilla intensamente conmocionado por chorros que fluyen lejos de las estrellas recién nacidas . Los filamentos largos se mezclan con la emisión rojiza y con las nubes azuladas que producen la emisión ionizante de las jóvenes estrellas y son causados por los granos de polvo que convierten efectivamente la luz estelar ultravioleta invisible a la luz roja visible. En última instancia se dispersarán el gas natal y el polvo en la región, las estrellas se irán separando y los cúmulo sde mantendrán unidos al centro (por la Gravedad) de la galaxia . A la distancia estimada de NGC 7129 , esta vista telescópica abarca unos 40 años luz.
La misma Nebulosa, NGC 7129, se puede contemplar de distinta manera conforme sea el sistema que la ha captado y, aquí podemos contemplar un racimo de estrellas recién nacidas anuncian su nacimiento en este día de la foto conmemorativa interestelar San Valentín obtenida con el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA. Estas estrellas jóvenes y brillantes se encuentran en una nebulosa – capullo de rosa con forma (y de color de rosa ), conocido como NGC 7129 . El cúmulo estelar y su nebulosa asociada están situadas a una distancia de 3.000 años luz en la constelación de Cefeo .
Un censo reciente de la agrupación revela la presencia de 130 jóvenes estrellas . Las estrellas se forman a partir de una enorme nube de gas y polvo que contiene suficiente materia prima para crear un millar de Sun- como las estrellas . En un proceso que los astrónomos todavía mal entiendan , fragmentos de esta nube molecular llegaron a ser tan frío y denso que se derrumbaron en estrellas. La mayoría de las estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea se cree que se forman en este tipo de agrupaciones.
La imagen del Telescopio Espacial Spitzer fue obtenida con un conjunto de cámaras infrarrojas que es sensible a la luz infrarroja invisible a longitudes de onda que son alrededor de diez veces más larga que la luz visible . En este compuesto de cuatro colores , emisión a 3,6 micrones se representa en azul, 4,5 micras en verde, 5.8 micras de naranja y 8,0 micras en rojo. La imagen cubre una región que es de aproximadamente un cuarto del tamaño de la luna llena.
Lo cierto amigos, es que mirémos al lugar que escojamos mirar en las extensas regiones de nuestra propia Galaxia, podemos estar preparados para sentir el asombro que nos inunda y la maravilla que nos lleva a esa admiración que denotamos ante la increíble belleza que, sólo la Naturaleza sabe crear.
En Astronomía Picture Of The Day la pude contemplar en todo su esplendor y en Observatorio la presentaban así:
“Dentro de la polvorienta NGC 7129 , a unos 3.000 años luz de distancia en la constelación de Cepheus , todavía hay soles jóvenes.
Estas estrellas tienen una edad relativamente joven, sólo unos pocos millones de años. Seguramente, nuestro Sol se formó en un vivero estelar similar hace unos cinco mil millones de años.
Lo más evidente de esta imagen son los bonitos nubes azulados de polvo que reflejan la luz de las estrellas jóvenes. Pero las formas de media luna de color rojo oscuro también son indicadoras de objetos estelares jóvenes y energéticos. La forma y color de estos objetos, conocidos como objetos Herbig-Haro , son característicos del gas hidrógeno brillante impactado por chorros expelidos por estrellas recién nacidas.
Los largos y pálidos filamentos de emisión rojiza que se mezclan con las nubes azulados están causados por granos de polvo que, por fotoluminescencia , convierten la luz estelar ultravioleta invisible en luz roja visible.
A la larga, el gas y el polvo natales de esta región se dispersarán y, mientras el cúmulo suelto orbita el centro de la galaxia, las estrellas se distanciarán progresivamente. A la distancia estimada de NGC 7129 , esta vista telescópica abarca unos 40 años luz.”
Aquí, la fascinante NGC 2170 que, muerta una imagen celeste compuesta con un pincel cósmico, la nebulosa polvorienta NGC 2170 que brilla en la superior izquierda. Y, mirando la imagen, nos lleva a dejar libre la imaginación que partiendo de lo que ahí se puede contemplar, puede crear mil diferentes momentos en los que nacen nuevas estrellas, nacen nuevos mundos, la radiación ultravioleta ioniza ennormes extensiones del espacio interestelar y, pasado el tiempo, algunas de esas estrellas masivas, ahora nuevas, explotarán en Supernovas que regarán el espacio interestelar con nuevas nebulosas.
Reflejando la luz de las cercanas estrellas calientes, NGC 2170 está unida a otras nebulosas de reflexión azuladas, una región compacta de emisión roja y serpentinas de polvo oscuro contra un telón de fondo de estrellas. Al igual que los pintores de naturalezas muertas habituales en el a menudo escogen sus temas, las nubes de gas, el polvo y las estrellas calientes fotografiadas aquí son también comúnmente encontradas en este escenario; una masiva nube molecular de formación estelar en la constelación Monoceros. La nube molecular gigante, Mon R2, está muy cercana, estimándose en solo 2.400 años luz de distancia más o menos. A esa distancia, este lienzo tendría 15 años luz de diámetro.
Estrellas jóvenes en la nebulosa Rho Ophiuchi
Nubes de polvo con estrellas recién formadas en su interior brillan en longitudes de onda infrarrojas en imagen en falsos colores tomada por el satélite WISE
La imagen revela una de las regiones de formación estelar más cercanas, una del complejo nebular de Rho Ophiuchi, situada a unos 400 años-luz de distancia, en las proximidades del límite sur de la constelación de Ofiuco (Ophiuchus).
Después de haberse formado en una extensa nube de hidrógeno molecular frío, las nuevas estrellas calientan el polvo circundante, lo que produce las emisiones en infrarrojo. Las estrellas en proceso de formación, llamadas YSO (Young Stellar Objects), están inmersas en la compacta nebulosa de tonos rosados, pero son invisibles los telescopios ópticos.
Nov
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Las escalas del Universo no son Humanas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Descubrir y aprender ~ Comments (0)
¿La Química? Algo más que Alquimia
El año 2.013, el Trasbordador Espacial transportó el segundo Espectrómetro Magnético Alfa (AMS-02) a la Estación Espacial Internacional, un detector de rayos cósmicos. Veámos ahora que son esos rayos y de qué partículas están formados. Si son primarios o secundarios…
A nuestro alrededor pasan muchas cosas a las que no prestamos atención
Es fácil caer en la tentación de mirarnos el ombligo y no hacerlo al entorno que nos rodea. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos dejado el ego a un lado y, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la Naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
La edad actual del universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el universo es un reflejo del hecho de que:
Densidad actual del universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto es, por tanto
Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la T. de Planck
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el universo está estructurado en una escala sobrehumana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los balances de su propia construcción.
Con respecto a sus propios patrones, el universo es viejo. El tiempo de vida natural de un mundo gobernado por la gravedad, la relatividad y la mecánica cuántica es el fugaz breve tiempo de Planck. Parece que es mucho más viejo de lo que debería ser.
Pero, pese a la enorme edad del universo en “tics” de Tiempo de Planck, hemos aprendido que casi todo este tiempo es necesario para producir estrellas y los elementos químicos que traen la vida.
“¿Por qué nuestro universo no es mucho más viejo de lo que parece ser? Es fácil entender por qué el universo no es mucho más joven. Las estrellas tardan mucho tiempo en formarse y producir elementos más pesados que son las que requiere la complejidad biológica. Pero los universos viejos también tienen sus problemas. Conforme para el tiempo en el universo el proceso de formación de estrellas se frena. Todo el gas y el polvo cósmico que constituyen las materias primas de las estrellas habrían sido procesados por las estrellas y lanzados al espacio intergaláctico donde no pueden enfriarse y fundirse en nuevas estrellas.”
Pocas estrellas hacen que, a su vez, también sean pocos los sistemas solares y los planetas. Los planetas que se forman son menos activos que los que se formaron antes, la entropía va debilitando la energía del sistema para realizar trabajo. La producción de elementos radiactivos en las estrellas disminuirá, y los que se formen tendrán semividas más largas. Los nuevos planetas serán menos activos geológicamente y carecerán de muchos de los movimientos internos que impulsan el vulcanismo, la deriva continental y la elevación de las montañas en el planeta. Si esto también hace menos probable la presencia de un campo magnético en un planeta, entonces será muy poco probable que la vida evolucione hasta formas complejas.
Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre las atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y, a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
La vida (creo), estará presente en muchos mundos que, al igual que la Tierra, ofrece las condiciones adecuadas
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagar infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, también existen serias amenazas exteriores.
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza para el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra, habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la Luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
La caída en el planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de años la evolución que tantos miles de millones de años le costó al Universo para poder plasmarla en una realidad que llamamos vida.
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema solar habitado observado, ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales; el t(bio) – tiempo biológico para la aparición de la vida – algo más extenso.
Una atmósfera planetaria adecuada dará la opción de que evolucione la vida y se creen sociedades
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la fotodisociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un universo grande y frío en el que es difícil la aparición de la vida, y en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
“Las historias de ciencia ficción en las cuales se sugiere la existencia de seres vivos construidos de silicio en vez del carbono han proliferado desde hace varias décadas, por ejemplo, en los argumentos de muchas películas y series de TV. La idea no es nueva, pues esta se originó en 1891 (¡!), cuando Julio Sheiner escribió sobre la posibilidad de vida extraterrestre fundada en el Silicio.” Biól. Nasif Nahle
Los biólogos, sin embargo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas parecidos a la Tierra y que necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el universo.
De todas las maneras, negar alguna posibilidad sería temeraria, toda vez que, si miramos en ese fantástico “universo” de los microbios y bacterias… ¡Tenemos motivos más que suficientes para sorprendernos de lo que son capaces de hacer para vivir! ¿Por qué en mundos imposibles no podría pasar lo mismo, hasta con seres que hayan podido alcanzar la consciencia de Ser?
emilio silvera