lunes, 27 de enero del 2025 Fecha
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IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¡Qué tristeza en el ambiente!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Injusticia sin fin    ~    Comentarios Comments (4)

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Poco importa en qué ciudad nos podamos encontrar. He visitado en estos últimos días algunas importantes ciudades de mi lugar de residencia. En Ninguna de ellas he podido captar esa “chispa” de alegría que se respira en el ambiente cuando la gente está alegre. La tristeza impera y, por todas partes, se puede oir un “estruendoso silencio”, las personas caminan cabizbajas y no denotan esa energía alegre que en estas fechas siempre se ha podido notar en todos.

¿Qué está pasando en el Mundo? Muchos parados, gente que pasan a engrosar las filas de los sin techos, familias arrojadas a la calle por no poder pagar su hipoteca, muchos han tenido que recurrir al miserable salario del montepio de los abuelos para poder dar de comer a sus hijos y, humillados, contemplan como otros (políticos, financieros y otros de la misma ralea), ganan más dinero cada vez a costa del empobrecimiento de los más débiles que, si pueden comer este día… milagro será.

Valiente dos elementos el Tal Zapatero y el llamado Rajoy… ¿Como pudieron engañarnos así?

Así está el mundo y, los hipócritas que nos dirigen, dicen que se salió de la crisis, que a partir de aquí todo serán parabienes y abundancia que, en realidad, sólo verán ellos que, como siempre, se llevan la mejor parte a costa del sudor del pobre. Aquí, en España, Algunas famosas dirigentes de primera fila, tienen a sus maridos bien situados ganando sueldos de verguenca si los comparamos con ,pos salarios que un mpadre de familia puede llevar a su hogar después de un mes de trabajo. Los hijos de estos personajes no tiene problema alguno en situarse cuando finalizan los estudios. Mientras tanto, los hijos de los demás, de los que han tenido que sacrificar muchas cosas para poder dar estudios a sus hijos, estos, no tienen a donde ir, y, como remedio, tienen que emigrar al estranjero para soportar salarios ridículos y muchas horas de de trabajo.

Mientras todo eso transcurre ante nuestros ojos, sin pudor de ninguna clase, los Monarcas se atreven a enviar una felicitación a “su pueblo”, en la que aparecen con sus hijas (no se reproduce aquí por respeto a ellas que, inocentes, no pueden ser acusadas de nada). Está bien que digan su pueblo, toda vez que de él llevan viviendo toda la vida, con derechos que no siempre han justificado y, desde luego, no se comprende que nadie, sea quien sea, a estas alturas tenga garantizado el bienestar de por vida y también su descendencia… ¿Qué hicieron para ello?

Estamos viviendo en dos mundos diferentes, en el que unos lo tienen todo y los otros mueren de hambre.

Esos que todo lo tienen, han demostrado no tener una moral muy fuerte y, sus consciencias, son acomodaticias. ¿Cómo podrán vivir así? Dirigen al pueblo que tienen inmerso en la mayor de las miserias mientras ellos, derrochan fabulosas sumas de dinero en proyectos escandalosos que, la mayor parte de las veces, no van a ninguna parte y, si es que van a algún lado… ¿Según dicen los periódicos, es a sus propios biolsillos? No importa de qué partido político sean, todos quieren su parte y, el precio no importa. ¿Conseguir el objetivo a cosa de lo que sea! Esa parece ser la contraseña entre esta clase para mí… ¡Despreciable!

A nivel personal no tengo nada con ninguno de ellos pero, lo que están construyendo para el futuro de nuestros hijos, me enfurece y, desde luego, nunca les podré perdonar su engaño. Llegaron a sus sillones prometiendo representar nuestros derechos y, cuando afianzaron su poder, los únicos derechos que defineden son los suyos propios.

Podríamos seguir durante días y meses y años relatando las horribles cosas que entre todos estos, han hecho con los pobres pero, lo dejo aquí como una simple miuestra de mi sentir y, por todo esto, no tengo ni ganas ni el ánimo suficiente para FELICITAR a nadie, toda vez que, no existen motivos de felicitación, sino que, por el contrario, el único motivo que existe es para la tristeza.

Eso sí, desde aquí os deseamos a todos una buena salud capaz de soportar tantos desmanes.

emilio silvera.