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Kepler-438b, la otra Tierra
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Noticias ~ Comments (8)
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Un 12% mayor, el 438b es el gemelo de la Tierra
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Está situado en la zona ‘Ricitos de oro’, el hogar extraterrestre de los planetas habitables
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Este es nuestro viaje ‘Interestellar’a 470 años luz con Guillermo Torres, su descubridor
KEPLER-438B. Tamaño: 14.286 km/ diámetro. Temperatura media. 10/20ºC. Calendario: 1año: 35,23 días
“Existe un lugar muy lejano, donde el calor y la luz de nuestro sol no alcanzan, en el que flota una tierra similar a la que habitamos. Un nuevo mundo un poco más grande y frío, con temperaturas que oscilan entre 10 y 20 grados, pero en principio acogedor para la vida. Está situado en un barrio del universo llamado Ricitos de oro (Goldilocks), fuera del sistema solar, poblado de planetas potencialmente habitables. “¡Tierra a la vista!”, estuvo tentado a exclamar Guillermo Torres, el astrofísico que lo ha avistado por primera vez, mientras desde Hawai apuntaba con el ojo del telescopio Keck, una córnea de 10 metros de diámetro, en dirección a Kepler-438b. Un gemelo de la Tierra, rocoso y con sol propio, nunca visto hasta ahora. Allí nos vamos.
“Yo soy uno más a los mandos de esta nave”, tira de metáfora este cazador de planetas habitables del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA). Mientras detalla a Crónica la geografía del planeta hallado insiste en que con él se embarcaron en la aventura 26 exploradores más, entre astrofísicos, analistas de datos, ingenieros de software… Todos ellos a la búsqueda de un hogar nuevo que pueda servir como plan “B” a la humanidad. Y ése sería Kepler-438b, la última tierra prometida, donde la cantidad de luz que recibe de la estrella que orbita es más o menos la misma que la que nos llega de nuestro sol, lo que propicia la existencia de agua en forma líquida. Un sueño parecido al que persigue el ingeniero Cooper (Matthew McConaughey) en la inquietante y profética Interstellar. Aunque en cierta medida, Guillermo Torres se adelantó con el guión. Mientras Christopher Nolan rodaba la película, estrenada en 2014, el científico Torres ya se había acercado lo suficiente a Kepler-438b.
¿Cómo llegar allí?
No será nada fácil que podamos salir de la Galaxia para llegar a Kepler-438B.
Hay que salir de la galaxia en la que estamos y recorrer 470 años luz para encontrarlo. Demasiado lejos. Un año luz equivale a 9.460.730.472.580 km. Y de momento no existe una nave ni un agujero de gusano que sirva de pasadizo hacia otro sistema solar que nos lleve a una Tierra 2.0, como lo pinta el filme de Nolan. En él apenas quedan ya recursos ecológicos en nuestro planeta, el agua escasea y el hambre se extiende por todas partes.
Pero no todo está perdido. En el momento más oscuro, cuando ya no resta ninguna esperanza, la ciencia nos revela el camino: viajar a otras estrellas. Y lo más rápido y seguro es hacerlo por un agujero de gusano. No en vano Nolan ha contado con el asesoramiento estelar de Kip Thorne, el padre teórico de estos túneles cósmicos, quien también asesoró al estadounidense Carl Sagan mientras éste escribía su novela de ciencia ficción Contacto. Claro que nadie los ha visto nunca, suponiendo que pudiesen existir. “Ufff. Ya me hubiera gustado”, dice Torres entre sonrisas.
-Queda por saber si hay rastros de vida en Kepler-438b…
-Es pronto todavía, pero reúne condiciones. Hoy por hoy, si hubiera que elegir tendríamos que mirar hacia este planeta.
-O sea, ¿cree que más allá de nuestro mundo existe uno en el que se podría vivir?
-No uno sino muchos. Estoy plenamente convencido, y esa opinión la comparte hoy la mayoría de astrofísicos.
Túnel en Saturno
Para encontrar ese agujero de gusano de Interstellar habría que ir hasta las cercanías de Saturno, y de ahí a Kepler-438b. Llegamos a Saturno, entramos en el túnel, salimos por el otro extremo y nos encontramos con un paisaje espectacular en la pantalla del cine: varios planetas orbitando un agujero negro. “Sería un viaje de años y eso, tecnológicamente, es imposible”, reconoce nuestro astrofísico. Además, en Interstellar los tripulantes de la nave dominan las técnicas de hibernación humana, todavía verdes, por lo que la duración del viaje no es un problema tan grave como en la actualidad.
-¿Contempla usted un escenario catastrófico como el de la película que obligase al hombre a buscar un lugar fuera de la galaxia?
-No quiero ni pensarlo, tampoco se puede saber si el momento llegará. De lo que sí estoy convencido es de la necesidad de saber si estamos o no solos en el universo. Y creo que ahí fuera existen vecinos inteligentes.
No ha sido fácil el viaje a Kepler-438b. Tras descartar cientos de miles de falsas alarmas de planetas que llegaban desde el telescopio espacial Kepler (que da nombre al nuevo mundo), el de Hawai y desde otro que se encuentra en una montaña de Sacramento, en Nuevo México, ocurrió lo inesperado. De los ocho planetas situados en la zona de Ricitos de oro, la de las tierras habitables, sólo dos prometían. El que más se parecía al elegido era Kepler-442b, un tercio mayor pero más gaseoso, lo que en práctica reduce la posibilidad de que acumule agua en su superficie. Y lo mismo ocurrió con los otros seis.
-Dígame, ¿qué ha de tener un planeta para que se pueda vivir en él?
LA TIERRA. Tamaño: 12.756 km/diámetro. Temperatura media: 15 / 25ºC. Calendario: 1 año: 365 días
-La primera condición es que esté en una zona habitable del universo. Segundo, que tenga una superficie sólida, rocosa, para que el agua pueda acumularse. Y tercero, que tenga atmósfera… Ahora bien, eso no quiere decir que sea igual a la Tierra. Puede haber formas de vida diferentes a la nuestra y, a la vez, ser compatibles… Pero esa es otra historia. Lo que sí puedo afirmar es que Kepler-438b es un candidato prometedor para albergar vida.
Entre otras cosas, porque, a diferencia de cientos de planetas del tamaño de la Tierra y más pequeños, el nuevo mundo circula en una órbita que lo mantiene suficientemente alejado de su estrella para que el agua de la superficie no se evapore.
Gracias a la información obtenida por el telescopio Kepler, lanzado al espacio en 2009 para observar simultáneamente unas 150.000 estrellas y analizar su brillo cada 30 minutos, se ha podido estimar que podría haber hasta 11.000 millones de mundos habitables en órbitas de estrellas similares al sol.
Los ingredientes
Según un equipo de científicos que investiga las características que se deberían buscar para encontrar mundo lejanos, los ingredientes básicos que darían forma a estos planetas habitables son bien conocidos. Estos se habrían formado tras una mezcla abundante de oxígeno y hierro. Una cantidad generosa de magnesio y silicio y, en dosis más pequeñas, aluminio, níquel, calcio y azufre. Se le añade agua procedente de asteroides y toda esta masa se cocina durante millones de años. Una receta que ha sido posible obtener gracias a un instrumento de otro telescopio, el Galileo, instalado en la isla canaria de La Palma, que mide la masa de los planetas y, a través de ella, su composición.
Fue necesario crear un programa informático muy potente, llamado Blender, para determinar las dimensiones y la colocación exacta de todos los planetas candidatos a ser clones del nuestro. El principal, Kepler-438b, se encuentra a 470 años de la Tierra, mientras que Kepler-442b está a 1.100 años luz de distancia. Y un aviso a los viajeros del futuro: un año en el primer planeta es aproximadamente de 35,23 días (365 en la Tierra), y de 112 días en el segundo. ¿Le sorprende?
Llegan más
Científicamente, sin embargo, “el resultado importante no es sólo que estemos recibiendo señales de planetas gemelos de la Tierra, sino que estamos encontrando una serie de planetas ahí fuera llegados de un barrio del universo en el que quizás la Tierra podría haberse desarrollado”, ha señalado Douglas Caldwell, del Instituto SETI, en EEUU, dedicado a la búsqueda de vida extraterrestre. “Estamos empezando a entender más acerca de la población de planetas que podrían ser habitables”.
Mientras el astrofísico Torres nos describía este miércoles algunos de los secretos de la otra tierra, la NASA insistía en que ya tiene preparada otra batería de 500 planetas “candidatos” a albergar vida.
Hasta el momento, 1.000 planetas alienígenas han sido identificados como mundos posibles por el telescopio Kepler. Y de ellos, sólo ocho -incluidos Kepler-438b- han sido añadido a la lista conocida como Salón de la fama de Kepler, una pequeña colección de planetas que son similares en tamaño a la Tierra y se asientan en la zona habitable de sus estrellas.
A partir de ahora lo que toca es mirar al cielo y ponerse a preparar las vacaciones… Sí, al otro lado de la galaxia.
el 11 de enero del 2015 a las 11:12
¡470 Años-Luz de distancia al Sol!
Un año luz es una unidad de distancia. Equivale aproximadamente a 9,46 × 1012 km (9 460 730 472 580,8 km, para ser más precisos). Es calculada como la longitud que recorre la luz en un año. Más formalmente, un año luz es la distancia que recorrería un fotón en el vacío durante un año juliano (365,25 días de 86 400 s) a la velocidad de la luz (299 792 458 m/s). Para nosotros, los humanos, al menos de momento, a una distancia “infinita”.
Si pensamos que la inmensa distancia que arriba hemos reseñado para el Año-Luz, la tenemos que multiplicar por 470… ¡Con qué nave tendríamos que realizar tal viaje! Está claro que, por el medio tradicional nunca podríamos realizar esos viajes a otros sistemas solares situados en galaxias lejanas. Así las cosas, lo único que podemos hacer es, seguir estudiando los secretos del Universo para descubir, nuevos caminos que nos permitan realizar aventuras de ese calibre y, desde luego, los Agujeros de Gusano podrían ser una solución, si realmente existen y, también, debemos sondear la manera de entrar en el Hiperespacio, ese lugar por el cual podríamos acortar las distancias, nunca vencer a la velocidad de la luz que, como nos dice la relatividad y ha quedado demostrado en los Aceleradores de partículas, es un límite inviolable en nuestro Universo.
La estrella más cercana, el Sol, que está, como aquel que dice a la vuelta de la esquina (150 millones de Km), es recorrido por la velocidad de la luz en 8,3 minutos. Estamos hablando, con Kepler-438b, de ¡470 Años-Luz! Una auténtica locura para nosotros que, habiendo entrado no hace mucho en la Ciencia del futuro, nos mqueda mucho por descubrir antes de que,m podamos soñar siquiera con desplazarnos a planetas situadaos a esas distancias y menores aún.
Claro que el Tiempo del Universo es un Tiempo distinto a nuestro Tiempo, el Universo tiene un Tiempo Especial, en el que, una estrella como nuestro Sol, por ejemplo, vive 10.000 millones de años. Eso quiere decir que las cosas requieren de un tiempo para que sean posible y, nuestra evolución, al igual que todo lo demás en la Naturaleza, tiene su tiempo marcado y, en cada momento de ese Tiempo, podremos hacer aquello para lo que la Naturaleza nos haya permitido estar preparados. Es decir, cuando sepamos mucho más de lo que ahora sabemos porque, la Naturaleza, nos haya dejado ver sus más preciados secretos. Entonces y sólo entonces, podremos, amigos míos, viajar a las estrellas.
De momento, sigamos conociendo nuestro propio “barrio”, el Sistema Solar que, también, tiene secretos desconocidos para nosotros y, por ahí tendremos que comenzar. Conozcamos nuestra propia casa antes de visitar la del vecino.
el 11 de enero del 2015 a las 21:13
¡Hola, Emilio..!
¿Y para qué queremos localizar planetas habitables similares a la Tierra? Y habiéndolos localizado ¿cómo sabemos que no están habitados, quizá, por civilizaciones más sensatas y brillantes que la nuestra, a las que podríamos poner en peligro con nuestra mera presencia (tan sólo los patógenos que portáramos, y a los que estamos acostumbrados, podrían significar una amenaza)?
Arthur C. Clarke, en su libro “Voces de un mundo distante” (abstract en http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1nticos_de_la_lejana_Tierra), envisionó una época en la que nuestro Sol está a punto de transformarse en nova y, de paso, planteó que podría emplearse una técnica de gametos codificados en la memoria de computadoras y a partir de los cuales podría llegarse a colonizar planetas habitables orbitando otras estrellas.
Por otra parte, si Kepler 438-b se encuentra en la zona Ricitos-de-Oro de su estrella principal… ¿está también a prudente distancia de estrellas candidatas a supernova?
Por todo lo expuesto, lo más sensato sería proteger nuestra Tierra, desarrollar tecnologías de terraformación y aplicarlas sobre ella (para mantenerla habitable) y sobre otros planetas de nuestro Sistema Solar para volverlos habitables. Al mismo tiempo moderar la explosión demográfica y potenciar e incentivar las vocaciones compatibles con ciencias, especialmente ciencias “duras” (fisica, matemáticas, etc.) e ingeniería genética. Tal vez sería posible modificar la raza humana volviéndola extremófila y, por tanto, más resistente a los desafíos ambientales y ambientes incompatibles con la vida. Si no me equivoco, los objetivos planteados en GF2045.com, atento consideraciones transhumanistas, son relevantes.
Atentamente…
el 12 de enero del 2015 a las 9:07
Amigo Adolfo, la Humanidad está abocada a buscar otras formas de vida inteligente y, si puede, interaccionar con ellas, intercambiar saberes y hacernos amigos, ya que, al fin y al cabo, todos somos producto del Universo del que formamos parte. Claro que, como dice nuestro amigo Kike, la Naturaleza es sabia y no nos deja que hagamos todo lo que se nos vaya pudiendo ocurrir, así que, para evitarlo, en este caso, colocó a las estrellas y a los mundos, muy lejos de nuestro alcance y, si alguna vez los podemos visitar, eso será cuando seámos lo suficientemente racionales para saber respetar, lo que pertenece a otros, para cuando no seámos invasores (que hasta el momento lo somos), para cuando tengamos claro que, hay lineas que no podemos traspasar.
Ya sabes que el Tiempo es algo que para las cuestiones del Universo se mide a muy largo plazo, así, para cuando el Sol se vaya a convertir en una gigante roja priumero y en enana blanca después, ya la Humanidad, habrá sabido ganarse ese nombre: ¡Humanos! Hacer honor de tal calificativo conlleva el máximo respeto por todos los seres vivos estén donde puedan estar y, sobre todo, un máximo respeto al habitat que los acoge.
Hablamos de colonizar otros mundos como si eso, amigo mío, fuese tan fácil. Tendrán que pasar siglos, antes de que nuestra especie pueda contar con los medios necesarios y poder visitar otros planetas en condiciones de seguridad y “tiempo” aceptables, No descartaría que fuesen “ellos” los extraterrestres, los que vengan antes aquí, toda vez que, existen estrellas más viejas que nuestro Sol que, rodeada de planetas habitables, habrá podido (sin duda), dar cobijo a Civilizaciones que han tenido mucho más tiempo que nosotros para desarrollar los conocimientos necesarios que les posinilite venir hasta nuestra región del Cosmos, y, si eso es así (que podría ser), no las tengo todas conmigo de que vengan, como sería deseable, en son de Paz.
Así, amigo Adolfo, por ambas partes las cosas son confusas y no están nada claras. Siempre consideramos al que viene de fuera, al que tiene otras costumbress como extranjero y, tendemos a deswconfiar, a mirarlos con recelo… ¿Por qué sería diferente en el caso que comentamos?
Si de mí dependiera, pondría todo mi esfuerzo en conquistar el saber que nios permitiera el intercambio de conocimientos y, más allá de eso, cada cual en su lugar. Claro que, los deseos no siempre se ven cumplido y, aunque ya no lo podamos ver, el futuro en ese sentido, para nosotros, siempre será incierto, nunca sabremos lo que podrá pasar cuando, al fín, se produzca el encuentro entre Civilizaciones de distintos mundos.
Hay que reconocer que, sea como pudiera ser, cuando eso llegue, la emoción del momento, la fascinación del acontecimiento… ¡Merecerá la Pena! Y, si todo va bien… ¡Pues mucho mejor!
el 12 de enero del 2015 a las 2:31
Hace mucho tiempo hice un planteo compatible con lo que podríamos bautizar “exoética” (no interferir con el desarrollo de la vida en otros mundos). Una vez Carl Sagan dijo que si alguna vez se descubriera vida en Marte lo correcto sería evitar contaminarlo, por sutil que esa contaminación fuera. Aún cuando los “marcianos” fueran bacterias, Marte sería propiedad de ellas.
El hecho es que la necesidad de planetas a los cuales mudarnos, sobrevivir y prosperar, sólo es compatible con el afán conquistador que espero tan solo forme parte de nuestro pasado si alguna vez nos vemos en la necesidad de abandonar este planeta pues su fecha de vencimiento ya llegó, ó el Sol ha entrado en un régimen de producción de energía incompatible con la vida en la Tierra.
Ante tal perspectiva, el único lugar a donde podríamos mudarnos es al espacio interestelar. De seguro que en el Cinturón de Kuiper y Nube de Oort (locales a nuestro Sistema Solar) hay suficiente materia prima a partir de la cual asegurar nuestra supervivencia y prosperar.
Atentamente…
el 12 de enero del 2015 a las 8:50
Estimado amigo:
El Ser Humano no es que sea un Invasor, es también, por naturaleza, un destructor. Simplemente con mirar hacia el pasado podemos constatar lo que hicimos y los comportamientos que a lo largo del mundo hemos desarrollado en las distintas épocas y en las distintas Sociedades. ¡Unos bárbaros!
La Extinción de nuestra especie, por medios naturales y sin que se tenga en cuenta el Azar, es decir, lo que pueda ocurrir en cualquier momento de manera inesperada, al menos hasta donde podemos conocer, está fijada a largo plazo. Así que, prisa no tenemos ninguna por habitar otros planetas pero, algunos, si pudieran, irían mañana mismo para poner las estacas y fijar las parcelas de su propidad allí.
No tenemos solución y, de respetuosas para con los derechos de los demás… ¡Es dudoso! que sepamos comportarnos de una mnaera civilizada y recional en algunos escenarios futuros que vendrán.
Es cierto que podríamos dedicar más tiempo y dinero a mejorar la Tierra en lugar de estar esquirmándola de manera continuada (como por otra parte, hicimos siempre). Sin embargo, los grandes intereses, los que mandan, los que deciden, no están por la labor y, cuando vean la posibilidad de allanar otros mundos… ¡Ahí estarán!
Es cierto que dentro de mucho, mucho, muchísimo tiempo, la Humanidad, si anda aún por aquí, habrá avanzado lo suficiente como para poder viajar a otros mundos y colonizarlos para ubicar a nuestra especie que, está agotando los medios naturales y contaminando nuestro mundo. “Hay que buscar otros lugares limpios para seguir echando en ellos ponzoña”. Si la idea de la Colonización fuese inspirada por un sentimiento de conservaci´pon de la especie abocada a un final extremo de extinción… Tendría una excusa pero… ¡Me temo que los deseos van por otro camino!
Un saludo cordial.
el 7 de marzo del 2015 a las 22:07
Creo que la humanidad alguna vez , hace muchos años donde los grandes filósofos llegaban a la conclusión de, que, los porque? Eran lo suficientemente amplios como para determinar su origen…
Pero la humanidad no avanza es al revés, por eso no creo en las leyes humanos, ni en la diferenciación que alguna vez alguien predijo como, un comienzo humano y fuera desenvolviéndose de acuerdo a la evolución, aquí estamos con las misma extremidades que en el principio… este es un pensamiento muy determinante a la hora, de evaluar…
Creo profundamente que el hombre tiene un lugar, su tiempo y espacio, el que tendrá que merecer a través de cada acto y esto no es público, ni merece medallas, tampoco títulos, es el mensaje encriptado de genuinidad, todos sabemos todo, el Sol esta decodificando hace tiempo tenemos la posibilidad de hacernos un mundo privilegiado basado en la ética y el amor, lo de mas no sirve…
Todos miramos al costado cuando sabemos que habría que volver al principio para poder comenzar, es de adentro y de afuera, las manos en la tierra, elaboración cósmica de Amor cultivar, hacer brotar el agua de nuestro esfuerzo desde la tierra y el cielo, no que con un billete compremos un kilo de manzanas, es de nuestros árboles y en conjunto c/otro símiles, ese el origen, con toda la sabiduría que algunos grandes dejaron, armar un grupo que se extienda en todo el planeta, es un sueño que no pude lograr, por tratarse de, una idea que conlleva en si misma, lo que el hombre no quiere TRA-BA-JAR- con las manos y con la mente, estudiar todas las posibilidades existentes para mejorar EL Alma…y el cuerpo tomara su forma,, no es de otra manera, aquí tenemos todo, igual que si viviéramos en otro lugar del universo, con otro Sol, con otros sistemas, somos vínculos en evolución, somos mucho más que todas las enseñanzas que no legaron y créeme, que es el Sol está decodificando en cada CME O Filamento de Plasma son, lecturas que fluctúan para captarlas, nadie dice esa verdad siempre se habla de miedo, no de bien, solo un físico que por alguna razón ha ventilado en un momento bueno de, el, algunos datos, concordando con otras personas muy de vez en cuando y el sentido
De orientación y captación de cada conciencia hará lo propio..
el 8 de marzo del 2015 a las 10:01
Amiga María:
Los por qués de los filósofos aún continúan, no podemos dejar de seguir planteando preguntas, ya que, las respuestas de muchos de aquellos filósofos, aún y a pesar del tiempo transcurrido… ¡No han sido contestadas! Ya sabes, aquellas de:
¿De dón venimos?
¿Quiñénes somos?
¿Qué hacemos aquí?
¿Hacia dónde vamos?
Aunque parecen preguntas sencillas, aunque han transcurrido miles de años desde que fueron planteadas por vez primera, nunca nadie las ha podido contestar, ya que, nosotros que somos una parte del Universo (una de las que piensan y observan), no dejamos de evolucionar y, habiendo llegado “recientemente” a este todo que llamamos Universo, aún somos muy jóvenes para saber.
Está bien las meditaciones que en tu cerebro creas, y los conceptos que vas colocando por aquí y por allá, sin embargo, lo cierto es que andamos un poco perdidos y, la misma vorágine de la vida, nos lleva no pocas veces por donde no querríamos ir. El Ideal está lejos, lo Idóneo y lo mejor se pierde en la lejan´çia de un Horizonte inalcanzable, no tenemos el talento ni la sabiduría para lograr ese “mundo” que todos deseamos, ese mundo en el que la dignidiad de todos los seres est´çe presente, ese mundo sin desigualdades humillantes, ese mundo de oportunidades iguales… En definitiva, ¡Un mundo de Humanos!
Sí, nos llamamos humanos pero… ¡Nos queda mucho para hacer honor a ese nombre! El Proceso de Humanización está muy verde. Simplemente con mirar a nuestro alrededor, nos podremos dar cuenta de cuán atrasados estamos en ese proceso y como, a pesar de los miles de años que han pasado, tenenos más de animales que de seres racionales. Eso eso, tratamos de guardar las formas (aunque no siempre se consigue).
Nos hablas del Cuerpo y del Alma, de enegías y filamentos que están presentes en los códigos del Sol, de Trabajo y de formas de vivir y comportarse, y, desde luego, llevas tus ideas mucho más allá de lo que, en la actualidad, los seres “humanos” podrían plasmas, nos falta mucho para llegar a ese lugar en el que la humillación de los seres esté ausente y la dignidad presente
Sí, también yo creo que el hombre y la mujer, la especie Humana, tiene un lugar en el Espacio y en el Tiempo pero, desde que comenzó nuestro camino, no hemos dejado de aprender y de hacernos, cada siglo, un poquito más sabios pero, no lo suficiente para poder tomar posesión de ese lugar al que aludes y que, nos dignificará como a auténticos seres humanos que, todavía, no lo somos, la parte animal que llevamos dentro de nosotros, tira con mucha fuerza y será un largo camino el que tengamos que recorrer para desterrarla y ser verdaderos humanos.
Bueno, cuando digo verdaderos Humanos me refiero a que tengamos Humanidad con toda la grandeza que la palanbra conlleva y que ahora, no está con nosotros.
Sigamos aprendiendo, evolucionémos hacia ese Ser soñado que algún día seremos… ¡Espero!
el 8 de marzo del 2015 a las 10:31
Las respuestas a las preguntas planteadas por muchos de aquellos filósofos, aún no han sido contrestadas, tales como:
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