Feb
6
El Principio antrópico, el gato de Schrödinger: Física
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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El físico Alan Harvey Guth dijo francamente:
“El principio antrópico es algo que la gente propone si no pueden pensar en algo mejor que hacer.”
Para Richard Feynman, el objetivo de un físico teórico es “demostrarse a sí mismo que está equivocado en cuanto sea posible”. Sin embargo, el principio antrópico es estéril y no puede ser refutado. Weinberg dijo: “aunque la ciencia es claramente imposible sin científicos, no está claro que el universo sea imposible sin ciencia.
En cosmología el principio antrópico establece que cualquier teoría válida sobre el universo tiene que ser consistente con la existencia del ser humano.
El debate sobre el principio antrópico (y por consiguiente sobre Dios) estuvo en letargo durante muchos años, aunque fue reactivado recientemente por la función de onda del universo de Hawking. Si Hawking está en lo cierto, entonces existen en realidad un número infinito de universos paralelos, muchos de ellos con diferentes constantes físicas. En algunos de ellos, quizá los protones se desintegran con demasiada rapidez, o las estrellas no pueden fabricar los elementos pesados por encima del hierro, o el Big Crunch tiene lugar demasiado deprisa porque su densidad crítica sobrepasa en mucho a la ideal y no da tiempo a que pueda comenzar la germinación de la vida, y así sucesivamente. De hecho, un número infinito de estos universos paralelos están muertos, sin las leyes físicas que puedan hacer posible la vida tal como la conocemos.
Hace tiempo ya que muchos piensan en la existencia de universos paralelos. Muchas estrellas y galaxias, muchos mundos, y, también, muchos universos. Claro que, es tan grande el nuestro que sería impensable poder salir de él para visitar otros universos vecinos, cuando la realidad es que, ni podemos visitar las galaxias más cercanos o los mundos que nos rodean en el propio Sistema solar. ¡Qué atrasados estamos todavía!
En tal universo paralelo (el nuestro), las leyes de la física eran compatibles con la vida que conocemos. La prueba es que nosotros estamos aquí para tratar esta cuestión. Si esto es cierto, entonces quizá no haya que invocar a Dios para explicar por qué la vida, por preciosa que sea, es posible en nuestro universo. Sin embargo, esto reabre la posibilidad del principio antrópico débil, es decir, que coexistimos con nuestros universos muertos y que el nuestro sea el único compatible para vida.
La segunda controversia estimulada por la función de onda del universo de Hawking es mucho más profunda y, de hecho, aun está sin resolver. Se denomina el Gato de Schrödinger.
La teoría cuántica, recordémoslo, afirma que para todo objeto existe una función de onda que mide la probabilidad de encontrar dicho objeto en un cierto punto del espacio y del tiempo. La teoría cuántica afirma también que nunca se conoce realmente el estado de una partícula hasta que se haya hecho una observación. Antes de que haya una medida, la partícula puede estar en uno de entre una diversidad de estados, descritos por la función de onda de Schrödinger. Por consiguiente, antes de que pueda hacerse una observación o medida, no se puede conocer realmente el estado de la partícula. De hecho, la partícula existe en un estado ultramundano, una suma de todos los estados posibles, hasta que se hace una medida.
Cuando esta idea fue propuesta por primera vez por Niels Bohr y Werner Heisemberg, Einstein se revolvió contra ella. “¿Existe la luna sólo porque la mira un ratón?”, le gustaba preguntar. Según la teoría cuántica, en su más estricta interpretación, la Luna, antes de que sea observada, no existe realmente tal como la conocemos. “La Luna puede estar, de hecho, en uno cualquiera de entre un número infinito de estados, incluyendo el estado de estar en el cielo, de estar explotando, o de no estar allí en absoluto. Es el proceso de medida que consiste en mirarla el que decide que la Luna está girando realmente alrededor de la Tierra”. Decía Einstein con ironía.
De la resolución de la ecuación de onda de Schrödinger se obtiene una serie de funciones de onda (ó probabilidades de distribución de los electrones) para los diferentes niveles energéticos que se denominan orbitales atómicos.
Edwin Schrödinger, autor de la ecuación con su función de onda, se disgustó con estas interpretaciones de su ecuación. Para demostrar lo absurdo de la situación creada, Schrödinger colocó un gato imaginario en una caja cerrada. El gato estaba frente a una pistola, que está conectada a un contador Geiger, que a su vez está conectado a un fragmento de uranio. El átomo de uranio es inestable y sufrirá una desintegración radiactiva. Si se desintegra un núcleo de uranio, será detectado por el contador Geiger que entonces disparará la pistola, cuya bala matará al gato.
Para decidir si el gato está vivo o muerto, debemos abrir la caja y observar al gato. Sin embargo, ¿cuál es el estado del gato antes de que abramos la caja? Según la teoría cuántica, sólo podemos afirmar que el gato esta descrito por una función de onda que describe la suma de un gato muerto y un gato vivo.
Para Schrödinger, la idea de pensar en gatos que no están ni muertos ni vivos era el colmo del absurdo, pero la confirmación experimental de la mecánica cuántica nos lleva inevitablemente a esta conclusión. Hasta el momento, todos los experimentos han verificado, favorablemente, la teoría cuántica.
La paradoja del gato de Schrödinger es tan extraña que uno recuerda a menudo la reacción de Alicia al ver desaparecer el gato de Cheshire en el centro del cuento de Lewis Carroll: “Allí me verás”, dijo el Gato, y desapareció, lo que no sorprendió a Alicia que ya estaba acostumbrada a observar cosas extrañas en aquel lugar fantástico. Igualmente, los físicos durante años se han acostumbrados a ver cosas “extrañas” en la mecánica cuántica.
Existen varias maneras de abordar esta dificultad de lo incomprensible en mecánica cuántica. En primer lugar, podemos suponer que Dios existe. Puesto que todas las “observaciones” implican un observador, entonces debe haber alguna “conciencia” en el universo. Algunos físicos como el premio Nobel Eugene Wigner, han insistido en que la teoría cuántica prueba la existencia de algún tipo de conciencia cósmica universal.
La segunda forma de tratar la paradoja es la preferida por la gran mayoría de los físicos en activo: ignorar el problema.
El físico Richard Feynman dijo en cierta ocasión:
“Creo que es justo decir que nadie comprende la mecánica cuántica. No siga diciéndose a sí mismo, si puede evitarlo, “¿pero cómo puede ser así?” porque usted se meterá “hasta el fondo” en un callejón sin salida del que nadie ha escapado. Nadie sabe como puede ser eso.”
De hecho, a menudo se ha dicho que de todas las teorías propuestas en el siglo XX, la más absurda es la teoría cuántica. Algunos dicen que la única cosa que la teoría tiene a su favor es que “es indudablemente correcta”.
Sin embargo, existe una tercera forma de tratar esta paradoja, denominada teoría de los muchos universos. Esta teoría (como el principio antrópico) no gozó de mucho favor en la última década, pero está siendo revitalizada por la función de onda del universo de Stephen Hawking.
Existe un principio de la física denominado Navaja de Occam, que afirma que siempre deberíamos tomar el camino más sencillo posible e ignorar las alternativas más complicadas, especialmente si las alternativas no pueden medirse nunca.
Para seguir fielmente el consejo contenido en la navaja de Occam, primero hay que tener el conocimiento necesario para poder saber elegir el camino más sencillo, lo que en la realidad, no ocurre. Nos faltan los conocimientos necesarios para hacer las preguntas adecuadas.
Hugo Everett, Bryce DeWitt y ahora Hawking (también otros), han propuesto la teoría de los universos múltiples. En unos universos los protones se desintegran antes haciendo inestable la materia, en otros, el átomo de uranio se desintegra mediante un proceso sin radiaciones, y en otros universos las constantes universales que existen en el nuestro, son totalmente diferentes y no dan posibilidad alguna para la existencia de seres vivos. Está claro que cualquier variación que en principio pudiera parecer sin importancia, como por ejemplo la carga del electrón, podría transformar radicalmente nuestro universo.
Como apuntó el físico Frank Wilczek:
“Se dice que la historia del mundo sería totalmente distinta si Helena de Troya hubiera tenido una verruga en la punta de su nariz.”
Hasta el momento, se han celebrado varias conferencias internacionales sobre la función de onda del universo. Sin embargo, como ocurre en la teoría de supercuerdas, las matemáticas implicadas en la función de onda del universo, parecen estar más allá de la capacidad de cálculo que cualquier humano en este planeta pudiera resolver, y tendríamos que esperar años antes de que aparezca un individuo genial que pudiera encontrar una solución rigurosa a las ecuaciones de Hawking.
emilio silvera
Feb
5
El Universo increíble
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo asombroso ~
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En lugares como este, los astrofísicos encuentran un lugar ideal para estudiar sus componentes como si de un Laboratorio natural se tratara. Moléculas de diversos pelajes y elementos aquí presentes que sorprenden en no pocas ocasiones al ver que, en este medio inhóspito de radiación y viento estelares, pueden surgir los ingredientes necesarios para la vida. Los astrónomos tienen localizadas una buena variedad de Nubes Moleculares Gigantes. Son Nubes masivas de gas y polvo interestelar compuesto fundamentalmente por moléculas. Su diámetro típico es de más de 100 años-luz y las masas varian entre unos pocos cientos de miles hasta diez millones de masas solares.
Las primeras estrellas aparecieron después de cientos de millonesde años
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que ahora conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron los primeros quarks para unirse y formar protones y neutrones, los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos.Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y galaxias. Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro sistema solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras evolucionar a partir de la “materia inerte”, apareciéramos nosotros.
Todo en el Universo tiene un principio y un final y, el mismo universo tuvo que nacer y evolucionar para que hoy podamos contemplar, mediante nuestros sofisticados telescopios, un universo en expansión lleno de galaxias que contienen estrellas nuevas y viejas estrellas, muchas de ellas rodeadas de mundos que, aún no hemos podido determinar de qué criaturas estarán poblados muchos de ellos.
Antes de alrededor de un minuto y cuarenta segundos desde el comienzo del tiempo, no hay núcleos atómicos estables. El nivel de energía en el ambiente es mayor que la energía de unión nuclear. Por consiguiente, todos los núcleos que se forman, se destruyen rápidamente.
Alrededor de un segundo desde el comienzo del tiempo, llegamos a la época de desacoplamiento de los neutrinos. Aunque en esa época el Universo es más denso que las otras (y tan caliente como la explosión de una bomba de hidrógeno), ya ha empezado a parecer vacío a los neutrinos. Puesto que los neutrinos sólo reaccionan a la fuerza débil, que tiene un alcance extremadamente corto, pueden escapar de sus garras y volar indefinidamente sin experimentar ninguna otra interacción.
Aunque parezca mentira, al día de hoy no sabemos, a ciencia cierta, como se formaron las galaxias y si el Big Bang, el modelo de universo que hemos adoptado, es cierto. Es decir, si fue realmente lo que ocurrió aquí para que naciera nuestro universo, o, por el contrario, este pudo surgir de una fluctuación de vacío que rasgo el espacio-tiempo en otro universo. Pero, sigamos con la historia.
Así, emancipados, en lo sucesivo son libres de vagar por el Universo a su manera indiferente, volando a través de la materia como si no existiese. (Diez trillones de neutrinos atravesarán sin causar daños el cerebro y el cuerpo del lector en el tiempo que le lleve leer esta frase. Y en el tiempo en que usted haya leído esta frase estarán más lejos que la Luna).
En menos de un siglo, el neutrino pasó de una partícula fantasma – propuesta en 1930 por el físico austríaco Wolfgang Pauli (1900-1958) a explicar el balance de energía en una forma de radioactividad, el llamado decaimiento beta, en una sonda capaz de escrutar el interior de estrellas y de la propia Tierra.
Decaimiento β– de un núcleo. Se ilustra cómo uno de los neutrones se convierte en un protón que a la vez que emite un electrón (β–) y un antineutrino electroníco. Es un proceso mediante el cual un nucleido o núcleo inestable emite una partícula beta (un electrón o positrón) para compensar la relación de neutrones y protones del núcleo atómico. Esta desintegración viola la paridad.
De esa manera, oleadas de neutrinos liberados en un segundo después del big bang persiste aún después, formando una radiación cósmica de fondo de neutrinos semejante a la radiación de fondo de microondas producida por el desacoplamiento de los fotones.
Si estos neutrinos “cósmicos” (como se los llama para diferenciarlos de los neutrinos liberados más tarde por las supernovas) pudiesen ser observador por un telescopio de neutrinos de alguna clase, proporcionarían una visión directa del Universo cuando sólo tenía un segundo.
A medida que retrocedemos en el tiempo, el Universo se vuelve más denso y más caliente, y el nivel de estructura que puede existir se hace cada vez más rudimentario.
Sólo una sustancia cósmica lo invadía todo antes de que formara la materia
Por supuesto, en ese tiempo, no hay moléculas, ni átomos, ni núcleos atómicos, y, a 10-6 (0.000001) de segundo después del comienzo del tiempo, tampoco hay neutrones ni protones. El Universo es un océano de quarks libres y otras partículas elementales.
Si nos tomamos el de contarlos, hallaremos que por cada mil millones de antiquarks existen mil millones y un quark. La asimetría es importante. Los pocos quarks en exceso destinados a sobrevivir a la aniquilación general quark-antiquark formaran todos los átomos de materia del Universo del último día. Se desconoce el origen de la desigualdad; presumiblemente obedezca a la ruptura de una simetría materia antimateria en alguna etapa anterior.
Nos aproximamos a un tiempo en que las estructuras básicas de las leyes naturales, y no sólo las de las partículas y campos cuya conducta dictaban, cambiaron a medida que evolucionó el Universo.
La primera transición semejante se produjo en los 10-11 de segundo después del comienzo del tiempo, cuando las funciones de las fuerzas débiles y electromagnéticas se regían por una sola fuerza, la electrodébil. hay bastante energía ambiente para permitir la creación y el mantenimiento de gran de bosones w y z.
Estas partículas –las mismas cuya aparición en el acelerador del CERN verificó la teoría electrodébil– son las mediadoras intercambiables en las interacciones de fuerzas electromagnéticas y débiles, lo que las hace indistinguibles. En ese tiempo, el Universo está gobernando sólo por tres fuerzas: la gravedad, la interacción nuclear fuerte y la electrodébil.
Más atrás de ese tiempo nos quedamos en el misterio y envueltos en una gran nebulosa de ignorancia. Cada uno se despacha a su gusto para lanzar conjeturas y teorizar sobre lo que pudo haber sido. Seguramente, en el futuro, será la teoría M (de supercuerdas) la que contestará esas preguntas sin respuestas ahora.
En los 10-35 de segundo desde el comienzo del tiempo, entramos en un ámbito en el que las cósmicas son aún menos conocidas. Si las grandes teorías unificadas son correctas, se produjo una ruptura de la simetría por la que la fuerza electronuclear unificada se escindió en las fuerzas electrodébil y las fuertes. Si es correcta la teoría de la supersimetría, la transición puede haberse producido antes, había involucrado a la gravitación.
En el universo temprano la primera materia (hidrógeno y Helio) era llevada por la fuerza de gravedad a conformarse en grandes conglomerados de gas y polvo que interacioban, producían calor y formaron las primeras estrellas.
Elaborar una teoría totalmente unificada es tratar de comprender lo que ocurrió en ese tiempo remoto que, según los últimos estudios está situado entre 15.000 y 18.000 millones de años, cunado la perfecta simetría que, se pensaba, caracterizó el Universo, se hizo añicos para dar lugar a los simetrías rotas que hallamos a nuestro alrededor y que, nos trajo las fuerzas y constantes Universales que, paradójicamente, hicieron posible nuestra aparición para que , sea posible que, alguien como yo esté contando lo que pasó.
Pero hasta que no tengamos tal teoría no podemos esperar comprender lo que realmente ocurrió en ese Universo bebé. Los límites de nuestras conjeturas actuales cuando la edad del Universo sólo es de 10-43 de segundo, nos da la única respuesta de encontrarnos ante una puerta cerrada.
Del otro lado de esa puerta está la época de Plank, un tiempo en que la atracción gravitatoria ejercida por cada partícula era comparable en intensidad a la fuerza nuclear fuerte.
La fuerza nuclear fuerte hizo posible la existencia de los núcleos que atraían electrones para formar átomos
Así que, llegados a este punto podemos decir que la clave teórica que podría abrir esa puerta sería una teoría unificada que incluyese la gravitación, es decir, una teoría cuántica-gravitatoria que uniese, de una vez por todas, a Planck y Einsteins que, aunque eran muy amigos, no parece que sus teorías (la Mecánica Cuántica) y (la Relatividad General) se lleven a las mil maravillas.
A partir del momento en que se formaron los primeros átomos, estos se unieron para formar moléculas y cuerpos. Pasados cientos de miles de años, millones y millones que el Universo necesitó para forjarse como un un Sistema cerrado coherente, lleno de materia situada en grandes espacios vacíos, donde las cuatro fuerzas fundamentales lo regían todo. Desde entonces, el universo se pobló de fantásticas configuraciones surgidas de la energía devastadoras de las primeras supernovas y colisiones de agujeros negros y un sin fin de fenómenos que ahora podemos observar con los grandes telescopios.
Galaxias que atraídas por la fuerza de gravedad se fusionan
Bellas Nebulosas que son el resultado de grandes explosiones de estrellas moribundas que lanzan sus materiales al espacio interestelar.
Formaciones en cúmulos de estrellas que producen el asombro de los Astrónomos
Monstruos cósmicos que, en forma de agujeros negros, enguyen a las estrellas vecinas para hacerse más y más grande
Miles y millones de galaxias que se reparten por todas las regiones del Universo “infinito”
Y pasado más de 13.000 millones de años, en un planeta rocoso de escasa importancia en el contexto del universo inmenso, aparecímos nosotros, unas criaturas egoistas e instintivas que, caminamos por el planeta durante milenios forjando Civilizaciones, inventando la escritura y las matemáticas, logrando forjar un saber encomiable sobre la Astronomía que nos cuenta, lo que pudo pasar desde el comienzo del Tiempo.
Sí, es cierto que, si somos sinceros, hay que reconocer que andamos un poco perdidos y que las preguntas, son infinitamente más que las pocas respuestas que podemos dar. Nuestra ignorancia es grande pero, nuestra imaginación es mayor y, poco a poco, ésta última le está ganando la batalla a la primera, ese peso que la Humanidad lleva sobre sus hombros desde la noche de los tiempos.
emilio silvera
Feb
5
Decepción
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo misterioso ~
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Adiós a las ondas del primer instante del universo, de momento
El análisis conjunto de los datos del telescopio Bicep-2, en el polo Sur, y del satélite Planck concluye que la señal de ondas gravitacionales primordiales puede deberse al polvo de la Vía Láctea
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Imagen del fragmento del cielo observado por el telescopio Bicep-2 tal y como lo ha visto el telescopio espacial europeo `Planck´. / ESA/Planck Collaboration. Acknowledgment: M.-A. Miville-Deschênes, CNRS – Institut d’Astrophysique Spatiale, Université Paris-XI, Orsay, France
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Menos de un año han tardado los científicos en aceptar un jarro de agua helada sobre unos resultados sobre el principio del universo que, de ser ciertos, habrían supuesto un descubrimiento de los realmente grandes: la firma de ondas gravitacionales, vibraciones del espacio-tiempo correspondientes al universo cuanto tenía apenas una fracción de segundo y sufría un crecimiento descomunal y casi instantáneo. Aquella firma fue anunciada por los científicos del telescopio Bicep-2, situado en el mismísimo Polo Sur, en marzo pasado, pero pocas semanas después suscitó sospechas por parte de investigadores que escudriñaron los datos, encontraron pistas poco convincentes y sugirieron que en realidad esas preciosas señales podrían corresponder a algo mucho más normal y cercano: la radiación emitida por el polvo de la Vía Láctea, nuestra galaxia. Los científicos, para solventar la cuestión que tenía en vilo a muchos en todo el mundo, recurrieron al análisis minucioso de la combinación de datos del Bicep-2 con los obtenidos por el telescopio espacial europeo Planck. La respuesta acaba de ser adelantada por la Agencia Europea del Espacio (ESA) y la revista Nature ya se ha hecho eco de ella: “El descubrimiento de las ondas gravitacionales está ya oficialmente muerto”. Eso sí, puntualizan los expertos, la búsqueda de esas ondas gravitacionales no es imposible con las observaciones como las de Bicep-2, solo que esta vez no ha lugar el “eureka”.
Un instante después del inicio del universo, hace unos 13.800 millones de años, se produjo, según una teoría no confirmada aún pero defendida por la gran mayoría de los cosmólogos, un crecimiento exponencial y rapidísimo del espacio-tiempo apenas nacido. Ese proceso, denominado inflación cósmica, generaría unas leves oscilaciones intrínsecas en ese espacio tiempo que se habrían propagado a medida que el universo crecía y que podrían haber quedado como una firma específica en el universo que ahora se observa. Y la detección de esa firma es lo que John Kovac (Centro Harvard Smithsonian de Astrofísica, en EE UU), en nombre del equipo de Bicep-2, anunció en marzo del año pasado levantando un enorme interés, entusiasmo e incluso rumores de premio Nobel incuestionable si se confirmaba.
“Cuando detectamos esta señal en nuestro datos nos basamos en modelos de la emisión del polvo galáctico que entonces estaban disponibles”, ha declarado ahora Kovac, según recoge la ESA. Esos modelos “parecían indicar que la región del cielo elegida para nuestras observaciones tenía una polarización por polvo muy inferior a la señal detectada”, añade.
El Bicep-2 es un telescopio especializado para ver la radiación de fondo de microondas, el llamado eco del Big Bang, que se emitió cuando el universo tenía unos 380.000 años y que permea ahora todo el cielo. No hay forma de ver directamente nada anterior, pero sí se pueden encontrar pistas de los procesos y fenómenos precedentes en la evolución del cosmos si han dejado marcas. Como aquellas ondas gravitacionales primordiales correspondientes a la fase de inflación. Y en este caso la firma sería un patrón determinado y específico en la polarización de la luz de ese fondo de microondas. Justo lo que estaban buscando los científicos de Bicep-2 con un trabajo observacional y una tecnología avanzada que ha sido reconocida internacionalmente como de muy alto nivel.
“Si se confirma, esa firma de las ondas gravitacionales del Big Bang abrirá un nuevo capítulo en la astronomía, la cosmología y la física”, escribió Nature cuando se anunció el descubrimiento de Bicep-2 que ahora se viene abajo. “La detección de estas señales es uno de los objetivos más importantes de la cosmología actual. Mucha gente ha trabajado mucho hasta llegar a este punto”, recalcó Kovac.
Falta de precisión
El problema emergió con el análisis de los datos captados con el telescopio del Polo Sur, porque el polvo de la Vía Láctea también polariza la luz y el escollo estaba, precisamente, en sustraer el efecto de ese polvo galáctico interpuesto entre el telescopio y la radiación de fondo, y poder concluir que efectivamente las señales corresponderían a las ondas gravitacionales primordiales. Tras el anuncio de Kovac, unos investigadores destacaron que los datos de polvo galáctico utilizados en el análisis de Bicep-2 no eran tan precisos como sería exigible. Eran datos, aún no publicados oficialmente, captados con el telescopio Planck, que ha estado observando la radiación de fondo en toda la bóveda celeste [el telescopio del Polo Sur se centró, entre 2010 y 2012, en una parcela del cielo concreta], con una precisión altísima y en varias frecuencias.
Para salir de dudas, los científicos recurrieron a la estrategia normal: profundizar el análisis con todos los datos disponibles. Así, los equipos de Planck y Bicep-2 se pusieron a cruzar sus datos respectivos y ahora llega su conclusión (aún no publicada oficialmente pese a que el artículo científico de 17 páginas, o un borrador muy próximo al definitivo, ha sido adelantado).
“El equipo de Bicep-2 eligió una parcela del cielo en la que ellos creían que la emisión del polvo sería baja y, por tanto, interpretaron que la señal detectada sería probablemente cosmológica”, explica la ESA. “Sin embargo, en cuanto se vieron los mapas de Planck de la emisión polarizada del polvo galáctico, quedó claro que esta contribución interpuesta podría ser mucho mayor de lo que se esperaba”. Y concluye Jean-Loup Puget (Instituto de Astrofísica Espacial de Orsay, Francia), uno de los investigadores principales de Planck acerca de los últimos resultados: “Este trabajo conjunto ha demostrado que la detección de las B-modes primordiales [la firma de las ondas gravitacionales de la inflación cósmica] no es robusta cuando se sustrae la emisión del polvo galáctico”.
El trabajo no ha sido en absoluto inútil, señalan los científicos. El análisis conjunto de los dos equipos ha permitido ir acotando los parámetros (el límite superior de la cantidad de ondas gravitacionales) en los que cabe esperar la señal en este tipo de observaciones, aunque no se hayan confirmado con los actuales resultados. “Aunque no hemos encontrado pruebas sólidas de una señal de ondas gravitacionales primordiales en las mejores observaciones de la polarización de la radiación de fondo actualmente disponibles, esto no significa que se descarte la inflación”, afirma Reno Mandolesi (Universidad de Ferrara, Italia), otro de los investigadores principales de Planck.
Fuente: El Pais.
Feb
5
Celebraciones
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Celebraciones ~
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Como Socio de la Real Sociedad Española de Física, acabo de recibir un Correo que no puedo atender, y, como es una celebración interesante, aquí lo dejo para todos aquellos que, viviendo cerca del lugar, quieran pasar para ser testigos de tan acertada jornada. La luz, amigos míos, es tan importante para nosotros que, sin ella… ¡Las cosas serían de otra manera!
“Estimados Socios:
Feb
4
El Universo Asombroso
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo dinámico ~
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También esto forma parte del Universo. Aquí podemos ver lo natural que se mezcla con lo artificial construido, lo primero por la Naturaleza y lo segundo por la mano del hombre. Es asombroso ser conscientes de que, en nuestro Universo, existen observadores para contar como es, y, desde luego, podemos ser nosotros y un sin fín más de Civilizaciones perdidas por esos mundos situados tan lejos de nosotros que, seguramente, nunca los podremos alcanzar.
Y pensar que nuestra Galaxia, la Vía Láctea con todo el Grupo Local de galaxias, se mueve a 600 Km/s en relación a la radiación del fondo de microondas… ¡Es increíble! Ningún científico hasta el momento, podía tener en mente tal estimación dada por el úlñtimo estudio realizado.
Está claro que aún nos queda mucho camino que andar, muchos secretos por desvelar y, es bueno ser conscientes de lo poco que sabemos. Dicho conocimiento, es en realidad, un buen acicate para seguir buscando las respuestas que nos faltan y que constituyen una larga lista de preguntas que nadie sabe contestar.
¡Que me gustaria ver nuestra Galaxia desde cierta distancia! Es decir, desde fuera de ella.
“La astronomía en rayos gamma estudia los objetos más energéticos del universo y, desde sus comienzos hace apenas medio siglo, ha lidiado con un problema grave, que consiste en determinar de precisa y fidedigna la región de donde procede la radiación que llega a los detectores de rayos gamma, lo que permite a su vez averiguar el mecanismo a través del que se produce. Ahora, un grupo internacional liderado por astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) ha localizado, por primera vez sin la aplicación de modelos y con un grado de confianza superior al 99,7%, la región de la que surgió un destello en rayos gamma en el blázar AO 0235+164 y que permite conocer cómo se produjo.”
La sinfonía de los agujeros negros binarios ¿La oirémos algún día?
Puesto que la curvatura-espaciotemporal es lo mismo que la gravedad, estas ondulaciones de curvatura son realmente ondas de gravedad, u ondas gravitatorias. La Teoría de la Relatividad General de Einstein predice, de forma inequívoca, que tales ondas gravitatorias deben producirse siempre que dos agujeros negros orbiten uno en torno al otro.
Cuando se forma un par de agujeros negros binarios semejantes, cada agujero crea un pozo profundo (intensa curvatura espacio-temporal) en la superficie insertada y, a medida que los agujeros giran uno en torno al otro, los pozos en órbita producen ondulaciones de curvatura que se propagan hacia afuera a la velocidad de la luz. Las ondulaciones forman una espiral en el tejido del espacio-tiempo en torno al sistema binario, muy semejante a la estructura espiral del agua que procede de un aspersor de cesped que gira rápidamente. Los fragmentos de curvatura forman un conjunto de crestas y valles en espiral en el tejido espacio-temporal.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que, al día de la fecha, los agujeros negrossiguen teniendo muchos secretos para la ciencia.
La imagen de arriba: Un espectacular objeto brillante, recientemente descubierto en una de las galaxias vecinas de la Vía Láctea, es producto de la presencia de un agujero negro “normal” producido por una estrella.
El descubrimiento ha sido realizado por un equipo de científicos, encabezados por el doctor Matt Middleton, de la Universidad de Durham, quien analizó la fuente de rayos X ultraluminosos, la cual había sido originalmente descubierta en la galaxia de Andrómeda (M31) por el observatorio de Rayos X Chandra. El equipo ha publicado sus resultados en dos importantes revistas: Noticias Mensuales de la Real Sociedad de Astronomía y Astrofísica y en Astronomía y Astrofísica.
En las imágenes podemos contemplar galaxias que se fusionarán y, sus agujeros negros centrales se harán gigantes. Otras veces, si los agujeros negros están girando, ocurrirá lo mismo (a gran escala) de lo que pasa cuando se encuentran dos peonzas que giran, chocan y la una lanza a la otra a gran distancia.
¿Cómo un agujero negro y su disco dan lugar a dos chorros que apuntan en direcciones opuestas? De una forma sorprendentemente fácil, reconocieron Blandford, Rees y Lynden-Bell en la Universidad de Cambridge a mediados de los setenta. Hay cuatro formas posibles de producir chorros; cualquiera de ellas funcionaria, y, aquí, donde se explica el no versado en estos objetos cosmológicos, sólo explicaré el cuarto método por ser el más interesante:
El Agujero es atravesado por la línea de campo magnético. el agujero gira, arrastra líneas de campo que le rodean, haciendo que desvíen el plasma arriba y hacia abajo. Los chorros apuntan a lo largo del eje de giro del agujero y su dirección está así firmemente anclada a la rotación giroscópica del agujero. El método fue concebido por Blandford poco después de que recibiera el doctorado de física en Cambridge, junto con un estudiante graduado de Cambridge, Roman Znajek, y es por ello llamado el proceso Blandford-Znajet.
Luces del Sur sobre la Estación Condordia
Ahí estamos, como observadores del Espacio exterior y haciendo pruebas para vivir en el medio
Seguimos esperando ese mensaje que… ¡nunca llega!
Mientras que con nuestros ingenios y telescópicos cada vez mayores y con mejor tecnología, capturamos las imágenes de galaxias muy lejanas, seguimos intentando comprender tanta grandeza presente en el Universo y, procuramos hacer un gran esfuerzo para llegar a ser consciente de esas distancias que separan a los objetos que lo pueblan. Nosotros, los seres humanos, habiendo evolucionado hasta un nivel aceptable de la Ciencia para conocer el “mundo” que nbos rodea, no dejamos de comprender que, dicho “mundo” (el universo), nos viene algo grande para lo que podemos abarcar con el intelecto de nuestras mentes.
No pocas veces, el ánsia de saber, nos lleva a exigirnos mucho más de lo que en realidad podemos dar de sí. No tenemos en cuenta que, como seres inteligentes, como hombres y mujeres verdaderas, sólo llevamos aquí (en el planeta Tierra), unas decenas de miles de años que, comparados con la edad del Universo, es menos que un suspiro. No hemos podido evolucionar más en tan poco tiempo.
El tener conocimiento del átomo y sus componentes, el saber de las galaxias y demás objetos que pueblan el inmenso Cosmos… ¡Es demasiado! Y, aunque nuestra imaginación nos lleve a imaginar viajes en el Tiempo, poder recorrer extensas regiones del universo y visitar otras galaxias… Lo cierto es que, tales sueños, están tan lejos de nosotros que, ni podemos saber si algún día, nuestra especie, conseguirá esos logros que, de hacerlo, sería como culminar los sueños de… ¡tanta gente!
Pero eso sí, podemos ver a Venus desde la Tierra, y, Nebulosas semillero de estrellas y mundos
La Nebulosa IC 4628 en la que el gas y el povo interestelar hacen posible el nacimiento de nuevas estrellas, nuevos mundos y… ¿Quién sabe? Si Vida también en alguna de sus formas conocidas en nuestro planeta, o, conformada en diferentes formas en función de la gravedad y las condiciones de los planetas que pudieran estar orbitándo aquellas estrellas.
Lo cierto es que nuestra vecindad es tranquila y ninguna estrella vecina nos amenaza con una explosión supernova ni tiene dimensiones y masa que nos puedan preocupar si llegaran el final de sus días. Bien resguadaditos en el interior del Brazo de Orión, en un Sistema solar relativiamente apasible, el tercer planeta a partir del Sol, la Tierra, tiene a su estrella que reluce en la secuencia principal enviando la luz y el calor necesarios para la vida. Situado en la zona habitable de la estrella, goza de una atmósfera ideal, de continentes de inmensa belleza y de mares y océanos que hace de nuestro mundo, la maravilla que es.
Todo eso que antes comento, ocurre en una Galaxia espiral situada en un pequeño grupo de poco más de una treintena de galaxias en la que, ella, junto a su compañera Andrómeda, comandan a toda la familia de las que son las hermanas mayores. Nuestro mundo, la Tierra, está situado a 30.000 años-luz del centro de la galaxia que, como hemos podido comprobar, es un lugar peligroso en el que habitan agujeros negros gigantes que emiten radiación y absorben materia, es decir, que no serían nada buenos como vecinos.
Aquí la tenemos, es nuestra casa ¡La Tierra! que, en el Sistema solar es un planeta más pero, con la suerte de haber caído en la zona habitable de la estrella que llamamos el Sol, en relación a la Galaxia Vía Láctea es un simple planeta como hay tantos, y, si la situamos en el contexto del Universo, es menos que un grano de arena.
Lo cierto es que nos encontramos en un Universo inmenso y precioso. Esta composición cósmica equilibra muy bien la Nebulosa de la burbuja en la parte inferior izquierda con el cúmulo estelar abierto M52 por encima de ella y hacia la derecha. La pareja estaría desequilibrada en otras escalas, sin embargo. Incrustado en un complejo de polvo interestelar y gas y soplado por los vientos de una sola, gran estrella de tipo O, la Nebulosa de la Burbuja, también conocida como NGC 7635, se encuentra a sólo 10 años luz. Por otro lado, M52 es un cúmulo abierto rico de alrededor de mil estrellas. El cúmulo tiene unos 25 años luz de diámetro. Visto hacia el límite norte de Casiopea, las estimaciones de distancia de la Nebulosa de la burbuja y el complejo de nubes asociadas son alrededor de 11.000 años luz, mientras que el cúmulo estelar M52 se encuentra cerca de 5.000 años luz de distancia.
Sí, desde la noche de los tiempos hemos mirado al cielo, buscando sus maravillas que siempre nos asombraron, primero al no poder entender cómo eran posible aquellos extrsaños fenómenos e increíbles objetos, y, más tarde, cuando pudimos comprender, al conocer las maravillas que podía realizar la Naturaleza valiendose de fuerzas que, ni podemos imaginar.
emilio silvera