jueves, 21 de noviembre del 2024 Fecha
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¡Siempre imaginando, sin dejar de avanzar!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo cambiante    ~    Comentarios Comments (0)

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El Universo es mucho más grande de lo que podemos imaginar y contiene muchas más cosas de las que conocemos. Precisamente por esa razón, nunca deja de asombrarnos al mismo tiempo que nos produce fascinación todo lo que podemos ir descubriendo a medida que avanzamos en la técnica que nos permite acceder a las escalas de muy grande y también, al ámbito vertiginoso y exótico de la mecánica cuántica, allí donde los pequeños objetos nos enseñan un “extraño mundo” muy alejado de este otro de los objetos grandes. En realidad, se trata del mismo “mundo” que se construye a partir de lo infinitesimal para poder llegar a las macro estructuras que conocemos como los cúmulos y super-cúmulos de galaxias.

Uno de los hallazgos más notables en astronomía fue el descubrimiento de que el universo era ya viejo cuando aparecieron el Sol y sus planetas. Más de la mitad de las estrellas del universo son miles de millones de años más viejas que el Sol. Planetas parecidos a la Tierra giran alrededor de esas estrellas más viejas y, no sería de extrañar que seres inteligentes puedan haber hecho su aparición en algunos de esos planetas parecidos al nuestro mil millones de años, o más, antes de que la Humanidad se presentará sobre el nuestro.

¿Cómo serán aquellos seres inteligentes? ¿Cómo serán nuestros porpios descendientes dentro de mil millones de años si para entonces, seguimos aquí? Los primeros humanos aparecieron sobre la Tierra hace ahora -posiblemente- algo más de un millón de años; el hombre moderno está aquí hace unos cincuenta mil años (al menos eso es lo que nos aconseja creer todos los indicios que hemos podido reunir de nuestro paso por este mundo y las huellas en él dejadas); y muchos de los inventos de los que depende actualmente nuestra especie, en buena medida, tienen relativamente poco tiempo, están situados a partir del momento en que nació la verdadera ciencia experimental. Y, muchas veces lo hemos comentado, nuestra presencia aquí, valorada en tics del tiempo del universo, sería simplemente, ese ínfimo tiempo que tardamos en chascar los dedos si lo comparamos, no ya con el universo “infinito”, sino simplemente con la vida de una estrella.

Si consideramos el ritmo de los nuevos inventos durante durante los últimos cien años…, vemos con asombro cómo eran las cosas hasta hace relativamente poco tiempo y como son en el presente. A cada paso que hemos dado en el campo de latecnología, hemos añadido un toque mágico que, no pocas veces nos parecen de fantasía pero, que realmente están incorporados a nuestras vidas cotidianas. Mirad las dos imágenes de arriba en las que se muestra como eran las comunicaciones de nuestros abuelos y lo que son hoy día que, con un pequeño y fantástico artilugio, podemos hacer verdaderas maravillas que hace tan sólo unas décadas eran impensables.

Si conforme a todo lo que ha pasado y el progreso que podemos contemplar, nos ponemos a imaginar que estamos contemplando los próximos mil años de progreso acelerado… ¿Qué podremos conseguir si tenenos en cuenta que, el avance es exponencial y cada vez podremos lograr cosas, más  maravillosas que la anterior? ¿Imagináis lo que habrán podido lograr esas posibles civilizaciones inteligentes de otros mundos que sean mucho más antigua que la nuestra?

              ¡Criaturas de otros mundos!

Claro que, también podría depender de los derroteros que esas civilizaciones hayan podido tomar en su evolución y hacia donde han dirigido sus inteligencias que, es posible que, simplemente estén centradas en una simbiosis total con la Naturaleza de sus mundos de los que pueden llegar a ser una parte del todo que conforma el conjunto Mundo-vida y Naturaleza-Mente. “Ellos”, podrían tener una visión distinta de su estancia en el universo y en el mundo que los acoge que sería considerado como un ente vivo más.

Claro que también, podría tratarse de civilizaciones muy avanzadas conocedoras de técnicas que nosotros ni podemos imaginar. Para ellos, cuya historia podría datarse en muchos millones de años atrás, la física de la materia y del espaciotiempo no tendrían secretos y podrían dominar cosas en las que nosotros, sólo podemos pensar como inalcanzables. El viaje por el Hiperespacio, la transmutación instantánea, la conversión de energía en materia… estarían en posesión de los secretos de la vida y sabrían lo que la mente es.

Simplemente imaginar que seres así puedan existir en otros muchos mundos… ¡Produce desasociego e inquietud! Sin embargo, si nos paramos a pensar detenidamente y aplicamos la lógica, nos invade la tranquilidad, toda vez que, seres de tal capacidad sabrán valorar la vida y tendrán un inmenso respeto hacia otros que estando muchos estadios por detrás, son, sin embargo, un fiel reflejo de lo que ellos mismos fueron en el pasado y, nos mirarían con curiosidad y asombro al ver las incomprensibles tonterías que podemos hacer.

Cualquier cosa que podamos imaginar… ¡Podría ser realidad en otros mundos!

Posiblemente, el contacto será inevitable finalmente a medida que la tecnología y los conocimientos avanzan. Sin embargo, si se pudiera elegir, yo votaría por seguir como estamos… ¡Imaginando! Y dejar que cada cuakl en su lugar siga su vida sin interferirse los unos a los otros. ¿No estamos ya suficientemente servidos con las disputas entre nosotros mismos? Parecemos algo masoquistas y, nos queremos complicar un poco más la vida  con otras especies venidas de… ¿Quién sabe dónde? En nuestra propia Historia, la llegada de extranjeros al mundo de otras civilizaciones… ¡No son un buen ejemplo!

Es viejo ya, el sueño de la Humanidad por hacer ese primer contacto con esos seres que presentimos en otros mundos lejanos. Lo ideal sería, una vez conseguido ese sueño y que, esos posibles seres más avanzados se dejen “ver”, poder establecer una Red Galáctica que permita, no sólo las comunicaciones, sino también los desplazamientos físicos a través de caminos que ni podemos imaginar que puedan existir y que, la física avanzada de otras civilizaciones han llegado a dominar.

Como todo es posible, no sería extraño que esos seres avanzados, realmente nos puedan estar observando y no se dejen ver mientras vean que, la Humanidad, no está madura en su proceso evolutivo de humanización que no podrá finalizar hasta que cada uno de nosotros no sienta como propio, el dolor de los demás. Entonces y solo entonces, se dejarán ver al considerar que estamos preparados para empresas mayores y objetivos más nobles.

Ahora sabemos de la existencia de otros muchos mundos que orbitan otros “soles” que, como el nuestro, les procurará la luz y el calor necesarios para la vida. Ahora hemos llegado a comprender que, a pesar de todo, no estamos tan avanzados como a simple vista pudiera parecer, ya que, esas tecnologías de la que antes os hablaba, simplemente serían la punta del Icebergs de lo que se nos viene encima en ese futuro que vislumbramos.

Muy lejos estamos aún de poder conseguir esos sueños que nos llevarían al espacio esterior, a visitar otros mundos, otras estrellas, otras galaxias. Nuestra capacidad actual es tan limitada que, hasta salir de la Tierra hacia los objetos vecinos, lo hacemos con medios muy rústicos y con un alto riesgo de perder la vida. Lo cierto es que, ni sabemos como poder salvaguardar nuestra integridad física y ponerla a salvo de los muchos riesgos que viajar por el espacio conlleva.

Orión en gas, polvo y estrellas

¿Cómo podríamos evitar la radiación ultravioleta de las estrellas jóvenes presentes en las Nebulosas a las que querríamos ir para poder estudiar los mecanismos de cómo se crean las estrellas y los mundos? ¿Qué clase de naves y con qué materiales tendrían que ser construidas para poder recorrer tan inmensas distancias y evitar que esa peligrosa radiación nos alcanzara?

Hablamos de cuestiones que no están a nuestro alcance y, como siempre decimos, nuestra imaginación va siempre muy por delante nuestra realidad. Sentimos que somos parte del universo y algo dentro de nosotros nos empuja hacia ese futuro que, de momento, no podemos alcanzar. Estamos confinados en un planeta hermoso de dimensiones adecuadas para los seres que en él están presentes y, su privilegiada situación dentro del sistema al que pertenece, le permite dar cobijo a una rica diversidad de seres de entre los que, una de las especies, tiene el don de ser conscientes y ha llegado a pensar que podrían, conseguir mucho más de lo que hasta el momento han podido conseguir, sus mentes se han abierto al universo que han llegado a conocer y, no les parece tan inalcanzable a pesar de su vasta e “infinita” grandeza.

Hemos podido llegar a coger cosas que hasta hace muy poco tiempo nos parecían inalcanzables, y, sin embargo, las hemos podido conquistar. Puede parecer paradógico pero, el día que fuímos conscientes de nuestra enorme ignorancia, ese día, dimos el primer paso hacia el saber, hacia la maravillosa aventura de descubrir y desvelar los secretos de la Naturaleza que nos llevarán, en volanda, hacia el futuro presentido. ¿Lo imposible? No hay nada imposible si nos dan tiempo suficiente para demostrarlo.

¿Infinit0? No, nada es infinito ni Eterno y, nosotros que lo sabemos, tenemos mucha prisa por saber todo lo que se oculta a nuestro entendimiento, somos conscientes de nuestra limitada existencia y, presentimos que nuestra especie desaparecerá para dar paso a nuevas formas de vida que, muy probablemente, seámos nosotros mismos los que pongamos los medios para que pueda surgir a la “vida” en un nuevo orden que, para nosotros, estará vedado al estar situados en ámbitos a los que nunca podremos acceder ¿o sí?

No perdamos la esperanza de poder ser testigos de ese día en el que, el Universo se haga más pequeño. Claro que esa pequeñez a la que me refiero no sería consecuencia de que ha encogido el Universo, se hará más pequeño porque nosotros, habremos expandido nuestras mentes hasta los últimos confines de ese (esos) universo/s que presentimos.

emilio silvera