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¿Qué somos en realidad? ¿Lo sabremos algún día?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en ¿Quiénes somos?    ~    Comentarios Comments (0)

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Judie Dench, anoche en la sesión de gala de ‘Philomena’. / tiziana fabi (afp)

Stephen Frears demostró en su obra maestra Las amistades peligrosas que podía realizar con brillantez cine de época y de gran presupuesto, utilizar con criterio a estrellas de Hollywood, crear personajes sofisticados en posesión de un cerebro poderoso, amoral, maquiavélico y perverso, pero su prolífica carrera evidencia que lo que más le gusta es hablar de gente cotidiana en circunstancias complicadas, utilizando la comedia o el drama, introduciendo su sentido del humor en situaciones que no son precisamente alegres. Esas características son transparentes desde el comienzo de Philomena, su última y conmovedora película. Desde el arranque tienes la sensación de que hay un director que sabe contar historias, que los personajes te van a resultar reconocibles y profundamente humanos, que lo que les ocurre va a mantener tu interés.

 

 

Es muy posible que en aquel pequeño mundo (es la Luna más grande del Sistema solar), se encuentren algunos secretos que tendsremos que desvelar y, el hecho de que sus lagos y océanos sean de metano, nos traen múltiples ideas a la mente. ¿Qué sorprendentes secretos esconde aquel pequeño mundo que, en muchos aspectos, es un retrato del pasado de nuestra Tierra primitiva?

 

 

        Contemplamos el Universo y comprendemos, que nada es inmutable
“La argumentación de que no hubo tiempo suficiente para que la vida surgiera localmente en la Tierra se basa en una valoración puramente subjetiva y arbitraria, que no está corroborada por ningún elemento objetivo. No existe prueba alguna de que la aparición de la vida requiera cientos de millones de años, como se ha afirmado. Por el contrario, la visión que debemos tener es encialmente química y determinista. Así debemos mirar este fenómeno que lleva a creer, más bien, que la vida surgió de manera relativamente rápida, en un período de tiempo que con probabilidad hay que contar milenios y no en millones de años. Según esta concepción, el margen de unos cien millones de años que permiten los datos actuales deja tiempo suficiente para que la vida naciera en la Tierra. Es incluso posible que la vida surgiera y desapareciera varias veces antes de establecerse.”

 

 

 

 

Una versión de la máquina del tiempo de Thorne consiste en dos cabinas, cada una de las cuales contiene dos placas de metal paralelas. Los intensos cambios eléctricos creados entre cada par de placas de metal paralelas (mayores que cualquier cosa posible con la tecnología actual) rizan el tejido del espacio-tiempo, creando un agujero en el espacio que une las dos cabinas. Una cabina se coloca entonces en una nave espacial y es acelerada a velocidades próximas a la de la luz, mientras que la otra cabina permanece en la Tierra. Puesto que un agujero de gusano puede conectar dos regiones des espacio con tiempos diferentes, un reloj en la cabina de la nave marcha más despacio que un reloj en la cabina de la Tierra. Debido a que el tiempo transcurriría a diferentes velocidades en los dos extremos del agujero de gusano, cualquiera que entrase en un extremo del agujero de gusano sería instantáneamente lanzado al pasado o al futuro.

¡Sueños! Lo que nos sobra es imaginación. Claro que, explicar como hacer realidad lo sueños… ¡Es otra cosa!

No es que estémos conectados con el Universo, lo cierto es, ¡que somos parte de él!

Estoy totalmente convencido de que, de alguna manera, nuestras mentes, están conectadas con el cosmos del que formamos parte.  Estamos aquí y nos parece de lo más natural, nunca nos paramos a pensar en cómo fue eso posible, en cómo surgió el “milagro”.  A partir de la materia “inerte” evolucionada surgen entes pensantes y vivos, ¿cómo es posible tal maravilla? Hay que pensar (lo he referido en muchas ocasiones) que, el material del que estamos hecho (Nitrógeno, Carbono, etc.), se fabricó en las estrellas a partir del elemento más simple, el Hidrógeno que, evolucionado a materiales más complejos que llegaron hasta nuestro Sistema Solar primitivo en formación para constituirse en parte del Planeta Tierra en el que, bajo ciertas condiciones atmosféricas, presencia de agua y de radiación cósmica, dio lugar al nacimiento de aquella primera célula capaz de reproducirse que evolucionó hasta nosotros.

Estamos hecho de energía pura fabricada en las estrellas y nuestras mentes evolucionan formando parte de un Universo en constante expansión del que, sin que nos demos cuenta, recibimos continuos mensajes que nos mantiene conectados a esa fuerza invisible que nos hace pensar para descubrir su fuente.

En algún momento breve, he tenido la sensación de tener en mi mente la solución a un pensamiento continuado sobre un problema científico que me preocupa y quisiera conocer.  La sensación de ese saber, de tener esa respuesta deseada, es fugaz, pasa con la misma rapidez que llegó.  Me deja inquieto y decepcionado, estaba a mi alcance y no se dejó atrapar.  Me ocurre con cierta frecuencia con distintos temas que me rondan por la cabeza.  Sin embargo, esa luz fugaz del saber aparece y se va sin dejar rastro en mi mente que me permita, a partir de una simple huella, llegar al fondo de la cuestión origen del fenómeno.

    ¡Esa conexión invisible que nos ata a las estrellas!

La mente humana es una maravilla.  Esas sensaciones que antes he mencionado, y, que en mí, llegan y se van sin dejar huellas, son las mismas que sintieron Galileo, Kepler, Newton, Planck o Einstein, lo único diferente es que en ellos, la sensación no fue tan fugaz, se quedó el tiempo suficiente en sus mentes como para que pudieran digerir el mensaje y comunicar al mundo lo que les había transmitido.  Así, a fogonazos de luz del saber, avanza la Humanidad.

Nadie ha podido explicar nunca como llegan esos fogonazos de luz del conocimiento a unas pocas mentes elegidas.

El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del Universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace mucho tiempo, cuando aún no se conocía la neurociencia, se sabía ya que el cerebro es necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos.

En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la conciencia conozca.  Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario.  Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, si podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos.  Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.

Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 kg –aproximadamente- y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones, etc.

¡Increíble, grandioso!  ¿Pero sabemos encausarlo? De momento: NO.

El ADN de nuestros cuerpos contienen un registro del pasado, porque  nuestros genes han sido moldeados por circunstancias ambientales. Aunque el registro genético, como el registro geológico, ha quedado envuelto y oscurecido por los estragos del tiempo, no está completamente borrado.

Sonsacando información de los genes, los microbiólogos pueden decir  mucho sobre el ancestro universal que pudo haber vivido hace unos 4.000  millones de años, y con esta infromación podemos conjeturar algo sobre  las condiciones que imperaban en aquella época. El mensaje que se extrae es una auténtica sorpresa. Pero debemos confiar en nosotros mismos, en ese cerebro que aún no conocemos y que, en abril de 2.003, por ejemplo, nos llevó a completar con éxito la secuenciación de 3.000 millones de letras de A D N presentes en el genoma humano.

Precisamente,  ese conocimiento, se puede ver como un manual de instrucciones reconvertible en el libro de medicina más potente imaginable.  Parece que ahí está el futuro de la salud humana: La Genética.  El reto que tenemos por delante consiste en adoptar la forma correcta en que se deben leer los contenidos de todas esas páginas que contienen la secuenciación de los 3.000 letras de A D N, y comprender el modo de cómo funcionan juntas las distintas partes para encausar la salud y la enfermedad humanas.

La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico nuevo.  Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas.

En el Universo todo es energía y de ellas surgimos nosotros y surgió la Conciencia que tratamos de conocer. Vinimos de las estrellas y hacia las estrellas regresaremos algún día lejano en el futuro, cuando esa conciencia se expanda hasta el punto de que podamos comprender. Nadie puede negar que: ¡La energía del Universo está en nosotros! Se nos da un tiempo (si no surgen problemas) para que podamos desplegar la parte alicuota de intelecto que nos toco en “suerte”, por “azar”, “genética” o vaya usted a saber el motivo de que, algunos tengan dotes superiores a las que otros tenemos y puedan “ver” con más facilidad la naturaleza de la Naturaleza. Creo que, todos los misterios del Universo, residen en nuestras mentes en las que, se encuentran todas las respuestas que podremos encontrar con el Tiempo. Precisamente por eso, se nos ha otorgado el don de poder luchar contra la entropía y, junto con las galaxias espirales, podemos generar entropía negativa que impide el deterioro ininterrumpido del mundo.

Lo incomprensiblñe de todo esto es que lo podamos comprender. ¡Ideas que surgen tratando de decirnos como es el “mundo”

Hace 30 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro que aún no conocemos, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.

      No será fácil llegar a comprender lo que aquí vemos

Los circuitos y conexiones cerebrales generan números que sobrepasan el de estrellas en las galaxias. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 Kg –aproximadamente–,  que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones y pensamientos.

La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico .Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas. Hace 40 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro ¡que aún no conocemos!, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.

Nuestra consciencia trata de “volar” hacia el universo al que pertenece

Está claro sin embargo que, dadas todas las dimensiones del ser humano, que incluyen aspectos tanto materiales como espirituales, será necesario mucho, mucho, mucho tiempo, para llegar a conocer por completo todos los aspectos complejos encerrados en nuestro interior.

El adelanto que se producirá en las próximas décadas estará y será más visible en el aspecto biológico y la curación de enfermedades como el cáncer y otras nefastas como el Sida que asolan nuestro mundo.  El conocimento de la Psique, de nuestra propia conciencia, será mucho más lento.

Hay que tener en cuenta que primero debemos tener un conocimiento completo de los primates, tal conocimiento nos proporcionaría luz sobre lo que convierte en únicos a los seres humanos.  Al decir únicos me refiero al hecho diferenciador de la conciencia y, desde luego, lo circunscribo al planeta Tierra, ya que, referido a todo el Universo,  seguro que no somos “tan únicos”.

Una cosa es cierta: No prestamos la debida atención al poder de nuestros pensamientos que, lo mismo están presentes en nuestras vidas cotidianas, en nuestra realidad del día a día que, nos llevan en viajes alucinantes hacia mundos ignotos situados en regiones perdidas del universo, o, también, nos puede situar en un mundo mágico en el cual, llegamos a comprender, sin dificultad alguna y con una claridad de ideas que sólo una alta calidad intelectual podría lograr, esas teorías inalcanzables que no pueden ser verificadas por el hombre por falta de medios y comprensión. La Mente es una herramienta muy poderosa y, de ella, surgen las ideas que nos llevarán hacia el futuro.

emilio silvera

 


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