viernes, 22 de noviembre del 2024 Fecha
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¡Un Universo dinámico!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo dinámico    ~    Comentarios Comments (6)

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Estamos inmersos en una inconmensurable grandeza de variedad y coloridos escenarios en los que están presentes las fuerzas fundamentales del universo y las constantes que hacen posible que, formas de vida de cualquier índole que podamos imaginar, estarán pululando en sus sistemas y habitats, sin que nada pueda evitarlo, si lo pensamos bien, amigos míos, parece como si el universo hubiera sabido que nosotros, teníamos que venir.

 

 

 

Todos los objetos del Universo son el resulta de fuerzas antagónicas que, al ser iguales, se equilibran y consiguen la estabilidad. Las estrellas son el mejor ejemplo: La Gravedad trata de comprimir a la estrella que, mediante la fusión tiende a expandirse y, la lucha de esas dos fuerzas crea la estabilidad.

Hemos podido llegar a unas alturas en el mundo de la exploración científica que, nos posibilita reconocer los impactos de los cambios que se producen con el devenir del tiempo en la Naturaleza y, hemos llegado a comprender que, el Universo, es dinámico. Hacia finales del siglo XIX se había llegado a saber que hubo un tiempo en que la Tierra y nuestro Sistema solar no existían; que la especie humana debía haber cambiado en apariencia y en el promedio de su capacidad mental a lo largo de enormes períodos de tiempo; y que en cierto sentido, amplio y general, el Universo debería estar degradándose, haciéndose un lugar hospitalario y ordenado. Durante el siglo XX hemos podido ampliar esa imagen de un Universo cambiante.

Delante de nuestros propios ojos podemos contemplar cambia, por ejemplo, el clima y la topografía de nuestro propio planeta y de todas las especies que en él están presentes en sus distintas formas de vida que, como muestra cercana de lo que ocurre en cualquier otro lugar del Universo, nos sirve de Laboratorio para la observación de la dinámica universal.

Hemos descubierto que todo el Universo de estrellas y galaxias está en un continuo estado de cambio dinámico, en el que grandes cúmulos de galaxias se alejan de otros hacia un futuro que será distinto del presente. Hemos empezado a darnos cuenta de que vivímos en un “Tiempo” prestado. Los sucesos astronómicos catastróficos son comunes; los mundos colisionan. El planeta Tierra ha sufrido en el pasado impactos de cometas y asteroides. Un día se acabará nuestra suerte; el escudo que tan fortuitamente nos proporciona el enorme planeta Júpiter (leer la noticia de más abajo), que guarda los confines exteriores de nuestro Sistema solar, no será capaz de salvarnos.

Todos sabemos de las inmensas consecuencias que el impacto de un gran objeto sobre la Tierra tendría. Los cráteres que jalonan la superficie terrestre por todo el planeta nos hablan de lo que pasó en el pasado y, eso, amigos míos, no tenemos muchas soluciones. Claro que todo es cuestión de tiempo y, al final, hasta nuestro Sol morirá para convertirse, primero en una gigante roja que sobrepasará Mercurio y Venus y se quedará muy cerca de nuestro planeta, para entonces, las temperaturas subirán y los océanos se evaporarán, la vida, tal como la conocemos, ya no estará en este vergel que, durante miles de años, nos ha dado cobijo a nosotros y a otros muchos seres.

Sí, las consecuencias del Caos son impredecibles. Nosotros hemos reconocido los secretos simples del caos y la impredecibilidad que asedian a tantas partes que rodean a nuestro mundo. Sí, es cierto que entendemos que nuestro clima es cambiante pero, no podemos predecir esos cambios. Hemos apreciado las similitudes entre complejidades como ésta y las que emergen de los sistemas de interacción humana -sociedades, economías, ecosistemas…- y, , del interior de la propia mente humana.

Todas esas complejidades tratan de convencernos de que el mundo es como una montaña rusa desbocada, rodando y dando bandazos; que todo lo que una vez hemos tenido por cierto podría ser derrocado cualquier día, sin que nosotros, pobres mortales, podamos evitarlo y, algunos, incluso ven semejante perspectiva como una razón sospechar de la ciencia, como si produjera un efecto corrosivo sobre los fundamentos de la Naturaleza humana y de la certeza, como si las construcciones del Universo físico y el vasto esquema de sus leyes debiera haberse establecido pensando en nuestra fragilidad psicológica.

                      La ilusión de realidad

Pero hay un sentido en el que todo cambio e impredecibilidad es una ilusión. No constituye toda la historia sobre la Naturaleza del Universo. Hay tanto un lado conservador como un lado progresista en la estructura profunda de la realidad. A pesar del cambio incesante y la dinámica del mundo visible, existen aspectos de la fábrica del Universo que son misteriosos en su inquebrantable constancia. Son estas misteriosas cosas invariables las que hacen de nuestro Universo el que es y lo distinguen de otros mundos que pudiéramos imaginar.

Lo mismo que existen los hilos invisibles que mantiene unidas a las galaxias, de la misma manera, hay un hilo dorado que teje una continuidad a través de la Naturaleza. Nos llevan a esperar que ciertas cosas sean iguales en otros lugares del espacio además de la Tierra; que fueron y serán las mismas en otros tiempos además de hoy; que algunos casos, ni la hiostoria ni la geografía importan y, son como leyes inamovibles, no hechas por el hombre que, según hemos podido llegar a saber, están por encima de todas esas cuestiones terrenales en las que el hombre ha intervenido de una u otra manera. De hecho, quizá sin uns substrato semejante de realidades invariables no podría haber corrientes superficiales de cambio ni ninguna complejidad de materia y mente.

Los secretos más ocultos del Universo están codificados en unos valores numéricos, aparentemente eternos, a los que llamamos “constantes de la naturaleza”. ellas se encuentran algunas tan famosas como la de la gravitación universal, G, la de la velocidad de la luz, c, o la de Planck, h. Pero, ¿son las “constantes de la naturaleza” realmente constantes? ¿Son las mismas en todas partes? ¿Están todas ellas ligadas? ¿Podría haber evolucionado y persistido la vida si fueran ligeramente distintas? Claro que, estos enigmas nos conducen hasta las fronteras más ignoradas de la ciencia, nos desvela las profundas implicaciones que estas constantes tienen para el destino del universo y el lugar de los hombres en él y, aunque conocemos sus valores, sus números, no podemos dar una explicación de por qué resultan ser esos.

Sí, confinados en un hermoso planeta desde el que, mediante el ingenio y la imaginación, tratamos de escpaar para saber, lo que existe fuera de nuestro entorno, en regiones remotas del Universo a las que no podemos llegar. Sin embargo, no perdemos la esperanza de que, algún día…

Y, mientras tanto, nosotros los humanos, una especie que ha logrado la consciencia de SER, estamos aquí confinados en este hermoso planeta que llamamos Tierra y, ella, tratamos de desvelar esos misterios y otros muchos llenos de secretos que en la Naturaleza subyacen para que los podamos desvelar. Parece mentira que en un planeta igneo, incandescente, podeamos ver ahora nuestro hermoso planeta que desde hace cuatro mil millones de años acoge la Vida. “Su clima y su topografía varían continuamente, como las especies que viven en él. Y lo que es más espectacular,  hemos descubierto que todo el universo de estrellas y galaxias está en un estado de cambio dinámico, en el que grandes cúmulos de galaxias se alejan de otros hacia un futuro que será muy diferente del presente. Ahora sabemos que, vivímos en un tiempo prestado.”

El mundo que nos rodea es así porque está conformado por esas constantes de la Naturaleza que hacen que las coaas sean como las podemos observar. Le dan al universo su carácter distintivo y lo hace singular, distinto a otros que podría nuestra imaginación inventar. Estos números misteriosos, a la vez que dejan al descubierto nuestros conocimientos, también dejan al desnudo nuestra enorme ignorancia sobre el universo que nos acoge. Las medimos con una precisión cada vez mayor y modelamos nuestros patrones fundamentales de masa y tiempo alrededor de su invarianza; no podemos explicar sus valores.

Nunca nadie ha explicado el valor numérico de ninguna de las constantes de la naturaleza. ¿Recordáis el 137? Ese puro, adimensional, que guarda los secretos del electrón (e), de la luz (c) y del cuanto de acción (h). Hemos descubierto otros nuevos, hemos relacionado los viejos y hemos entendido su papel crucial para hacer que las cosas sean como son, la razón de sus valores sigue siendo un secreto profundamente escondido.

Y, a pesar de todo esto, el Universo, sigue siendo dinámico y cambiante de tal manera que no deja de evolucionar y, estrellas que hoy podemos ver brillando en el cielo, “mañana” habrán desaparecido siempre dando lugar a otros objetos y otras conformaciones pero, ni la masa ni la energía, habrán cambiado en el Universo.

Pero, y nosotros…¿habremos cambiado?, o, quizá como esas estrellas, tampoco estaremos aquí para el Universo alcance esa fase final del frío absoluto en la que nada, ni el tiempo ni el espacio se podrá mover y, si eso llega… ¡dónde estarán los pensamientos de tántos?

emilio silvera

Noticias NASA

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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La NASA descubre supernovas en el lugar equivocado y el momento equivocado

 

Un nuevo análisis de 13 supernovas – incluyendo los datos archivados del Telescopio Espacial Hubble de la NASA – está ayudando a los astrónomos a explicar cómo algunas estrellas jóvenes estallaron antes de lo esperado, y acabaron lanzadas a un lugar solitario lejos de sus galaxias anfitrionas.

La vía Láctea, un arcoiris nocturno
David Lane pasó cuatro meses fotografiando la Vía Láctea | Foto: David Lane

EFE 

Los científicos han estado fascinados desde hace 15 años por una serie de extrañas estrellas explosivas, situadas más allá de los típicos acogedores confines de sus galaxias.

Es un complicado misterio sobre los sistemas de estrellas dobles, galaxias en fusión y agujeros negros gemelos que comenzó en 2000, cuando se descubrió la primera supernova, de acuerdo con el líder del estudio Ryan Foley, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. “Esta historia ha dado muchas vueltas y me sorprendió en cada paso del camino”, dijo. “Sabíamos que estas estrellas tenían que estar lejos de la fuente de su explosión como supernovas y quería saber cómo llegaron a sus hogares actuales”.

 

Lickobservatory102006.jpg

Foley pensó que estas estrellas condenadas habían emigrado de alguna manera a sus lugares de descanso final. Para probar su idea, estudió los datos del Observatorio Lick en California, el Observatorio WM Keck y el Telescopio Subaru, ambos en Hawai, para determinar la rapidez con que las estrellas viajaban. Para su sorpresa, descubrió que estas estrellas se mueven aproximadamente a la misma velocidad que las estrellas que han sido arrojadas fuera de nuestra galaxia, la Vía Láctea por su agujero negro supermasivo en el centro, a más de 7 millones de kilómetros por hora.

El astrónomo luego dirigió su atención a las galaxias envejecidas en el área de estas veloces supernovas. El estudio de imágenes de archivo del Hubble confirmó que muchas son galaxias elípticas masivas que se fusionan o se habrían fusionado recientemente con otras galaxias, informa la NASA.

Otras observaciones proporcionaron pruebas circunstanciales para tales encuentros, lo que demuestra que los núcleos de muchas de estas galaxias tenían agujeros negros supermasivos activos alimentados por la colisión. Muchas de las galaxias también residen en entornos densos en el centro de los cúmulos de galaxias, una zona privilegiada para las fusiones. La pista reveladora fue las fuertes bandas de polvo de perforación a través de los centros de varios de ellas.

La supernova 1994D y el Universo inesperado

La ubicación de las supernovas en relación a las galaxias antiguas indica que las estrellas originales debe haber sido demasiado viejas también, razona Foley. Y si las estrellas eran viejas, entonces deben haber tenido compañeras que proporcionaron material suficiente para desencadenar una explosión de supernova.

Sobre cómo un sistema de doble estrella escapa de los confines de una galaxia, Foley piensa que el par de agujeros negros supermasivos en las galaxias en fusión puede proporcionar la onda gravitatoria de que propulse a las estrellas binarias al espacio intergaláctico. Observaciones del Hubble revelan que casi todas las galaxias tienen un agujero negro masivo en su centro.

De acuerdo con el escenario de Foley, después de que dos galaxias se fusionan, sus agujeros negros migran hacia el centro de la nueva galaxia, cada uno arrastrando un cúmulo de estrellas. Como los agujeros negros bailan alrededor entre sí, acercándose cada vez más, una de las estrellas binarias en la comitiva de los agujeros negros puede acabar demasiado cerca del otro agujero negro. Muchas de estas estrellas terminan siendo expulsadas lejos, y esas estrellas en los sistemas binarios supervivientes orbitarán aún más cerca después del encuentro, lo que acelera la fusión.