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“EL METODO DE LA CIENCIA, EL OBJETIVO DE LA RELIGION”

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (13)

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 –  9 sept. 2015
“EL METODO DE LA CIENCIA, EL OBJETIVO DE LA RELIGION”    Aleister Crowley.Hoy día existe un debate fundamental acerca de la comprensión del Universo. Este debate tiene lugar entre los racionalistas y los metafísicos y sus maneras opuestas de contemplar el mundo. Se supone que sólo puede quedar uno; Que la explicación final del universo  ha de tener un resultado determinado. Por lo tanto la pregunta de si podría existir un punto de encuentro entre ambos es negativa, ya que es contrario a las creencias de unos y otros.

Desde muy antiguo hemos sido educados pensando que tan sólo puede existir una verdad y, como consecuencia de esta creencia, hemos inventado en cada época un modo adecuado para satisfacerla.
El modo que hemos empleado en cada momento se podría decir que es la herramienta conceptual, el criterio de veracidad para dar sentido a ese concepto tan difuso que denominamos verdad. Pero, en esta herramienta o modo de pensamiento hay algo que nunca ha cambiado y es que siempre hemos exaltado a una especie de divinidad imaginaria, algo que nos ha permitido entender (o dar sentido) por completo al mundo, aun cuando su argumento sea irracional.

Lo único que ha cambiado con el tiempo  es nuestro criterio o nuestra forma de validar lo que es o no cierto…. Pero no se nos ha permitido cambiar nunca la regla fundamental: la existencia de una divinidad.
Relativizando el asunto podemos entenderlo con un ejemplo. Hoy tildamos de irracionales a los metafísicos, con el pretexto de que no pueden demostrar ninguno de sus argumentos. En otros tiempos tildamos de irracionales a los nativos de otras culturas, al mismo tiempo que dábamos sentido a un Dios capaz de reencarnarse en forma humana. Parecen argumentos muy distintos, pero el sentido es el mismo.

Hoy día a esta divinidad imaginaria la denominamos teorema, y es la forma básica de condensar nuestra lógica matemática. Nunca nadie y en ningún momento de la historia ha podido contradecir la lógica de un teorema matemático. De hecho, es imposible hacerlo siempre que convengamos que sus reglas son ciertas en todo momento.

Por lo tanto, tienen razón los racionalistas. Jamás los metafísicos podrán demostrar ninguna de sus propuestas. La única forma de hacerlo sería incumpliéndolas. Ahora bien, esto supone ir contra una especie de regla universal, más antigua incluso que nuestra aceptación de la divinidad; Y es que, como todos sabemos, las matemáticas son perfectas para entender el Universo.

De acuerdo con Buckminster Fuller, no debemos intentar cambiar un sistema, tenemos que construir uno nuevo, que haga que el anterior se vuelva obsoleto. En otras palabras, si no puedes con tu enemigo únete a él, descubre cómo piensa y cambia sus creencias.

Einstein ya lo hizo. Este científico, con su teoría de la relatividad se saltó las reglas matemáticas y cambio el sistema. Él estaba convencido de que las matemáticas eran perfectas para describir todo cuanto sucede en su mundo lógico e imaginario, pero que eran incompletas para describir la realidad.

Este argumento se conoce como “incompletitud” y establece que ningún sistema  puede decir nada acerca de su propia existencia y que, en consecuencia, todo lo que diga sobre ella será simplemente una creencia, una fe irracional. Siempre habrá una respuesta por imposible que parezca que no podremos demostrar utilizando la herramienta matemática, una respuesta que (aunque exista) no podremos decir nada de ella.

Por eso los metafísicos también tienen razón en sus planteamientos. A esta posibilidad de que exista un plano inmaterial de la realidad, algo que no podemos detectar (aunque intuyamos que pertenece a la realidad) la denominamos una respuesta fuera del sistema. Se podrá estar en contra de ella, pero lo cierto es que no existe ningún criterio lógico de pensamiento que desmienta ninguna de sus afirmaciones. Prueba de ello es nuestra tendencia creciente a admitir (más allá de un argumento racional) que la mente crea la realidad.

Esto sucede porque los racionalistas se suponen exentos de la carga de la prueba. Según ellos es la otra parte la que debe demostrar de forma racional la existencia de su divinidad, ese plano metafísico o inmaterial de la realidad, ese plano en el que según ellos todos estamos conectados.

No podemos, por tanto, decir nada acerca de la existencia de un sistema, no podemos usar sus reglas para demostrar que son incorrectas, este es el método circular de pensamiento que hace que sea inútil el  enfrentamiento. Por lo tanto, debe de ser cierto que desde dentro no podemos hacer nada, tenemos que salirnos fuera de su sistema de creencias. Tenemos que crear un nuevo sistema.
El racionalista siempre te pedirá que demuestres la existencia de ese plano inmaterial de la realidad. El problema, por tanto, es: ¿quién pone las herramientas para hacer esto? Para el racionalista la única regla valida o herramienta son las matemáticas, básicamente porque establecen la presunción de que no puede haber otra.

Matemáticamente existen unos pocos métodos de demostración. Todos ellos solemos aprenderlos en la adolescencia, en un periodo en que pasamos de la infancia a la edad adulta y en el que solemos estar interesados en otras cosas. Realmente es el peor momento para pensar en contradecir la regla lógica. No la cuestionamos y de esta manera pasa a formar parte de nuestras creencias.

Todos los métodos de demostración matemática se basan en que será correcto todo lo que hagamos en matemáticas si nunca incumplimos las reglas…. Lo que representa realmente un absurdo en sí mismo: un sistema circular.

Alternativamente consideramos la “reducción al absurdo” o el contraejemplo, como una manera alternativa de demostración matemática. De acuerdo con este método de pensamiento es absurdo todo aquello que contradiga la regla matemática que, en su esencia, es ésta: “Una solución no puede ser nunca igual a su opuesta”

Realmente todos los métodos de demostración matemática tienen el mismo comportamiento: es una absurdidad todo lo que no se pueda demostrar siguiendo este criterio de veracidad.

Poner en cuestión la regla matemática pasa por contradecir su principal premisa lógica. Decir que una solución no puede ser igual a su opuesta, es algo equivalente (conceptualmente) a decir que una unidad matemática ha de ser a-dimensional, es ella y nada más: una única verdad. Por eso en matemáticas decimos que un punto no tiene dimensión, que no existe en realidad.

Pero, resulta que las matemáticas son profundamente contrarias al funcionamiento de la realidad. Físicamente una unidad nunca ha sido ni será a-dimensional. En la naturaleza no se da nunca una única respuesta, todo lo más que hemos podido decir de ella es que sus resultados siempre son indeterminados, dos posibles estados.

La relatividad es un ejemplo perfecto, pero es lo mismo que pasa en el mundo cuántico cuyo único principio básico es que nada puede ser estrictamente definido, que todo es indeterminado. La teoría del Big-Bang también ahonda en este concepto: todo nuestro universo puede ser reducido de forma conceptual (y, en consecuencia, matemática) a un punto inicial. Por lo tanto lo contrario también puede ser cierto: “Un punto puede contener todo un Universo”

Quizás el ejemplo más claro de la indeterminación, relatividad o probabilidad en que se basa el Universo sea el cuanto de Planck. Normalmente decimos de él que es la unidad mínima en que podemos cuantificar el Universo ¡Y es cierto!… Pero resulta que un cuanto de Planck, aunque sea una unidad, no es a-dimensional,  sino que es capaz de expresarse en varias dimensiones diferentes: longitud de Planck, tiempo de Planck, etc…

Realmente nuestra concepción matemática más básica es contraria a la percepción que tenemos del funcionamiento del Universo: la dualidad del espacio-tiempo o del futuro y el pasado.
Este plano inmaterial de la realidad ya ha sido puesto de relieve en múltiples experimentos, no sólo la mecánica cuántica es un ejemplo, también los agujeros negros, la energía oscura que permea el Universo, etc…

Bajo el criterio metafísico no tiene sentido tratar de detectar el plano inmaterial, esto es una absurdidad. No tiene sentido colisionar partículas fundamentales para tratar de encontrar patrones de comportamiento inmateriales. Para los racionalistas este criterio no es válido argumentando con el pretexto de qué es cuestión de tiempo que podamos hacerlo.  Siguiendo el método matemático al final obtendremos las respuestas que queremos o si no nos las inventaremos: tan sólo tenemos que cambiar el nombre para ello. Detrás de este razonamiento existe el convencimiento (irracional) de que todo tiene un principio y un final y, en consecuencia, todo es susceptible de ser calculado.

No pensamos que pueda haber otras explicaciones de la realidad, no damos sentido a su existencia, pero esto únicamente sucede como consecuencia de nuestras creencias. Nos sometemos a un criterio de verdad absoluta y pensamos que no puede haber otro método de demostrar la realidad. El pensamiento racional es éste, ¿cómo podría haber otro criterio más completo si las matemáticas son perfectas para describir la realidad y todas nuestras leyes físicas se basan en ellas?

¿Cómo podemos salir de un argumento circular? Lógicamente creando un nuevo paradigma de pensamiento, una forma de pensar absurda e irracional, y completamente opuesta a las creencias matemáticas.
El truco para hacerlo es el mismo que se ha empleado desde antiguo: Se trata de crear un sistema de pensamiento circular pero que sea consistente consigo mismo. Será irracional… ¡Y estamos de acuerdo! Pero… es que el método matemático también sigue el mismo principio. Tan sólo es racional lo que está dentro de su esfera de conocimiento.

La cuestión por tanto es… ¿Podemos crear otra esfera de conocimiento tan consistente como la esfera matemática, siendo a su vez opuesta a ella?

Lo cierto es que podemos hacerlo. La única condición que hemos de tomar en consideración es que dicha solución sea siempre opuesta a ellas. En esencia, este sería el razonamiento:

La reducción al absurdo matemática establece que una solución opuesta al sistema es irracional, dado que nunca será capaz de ofrecer una respuesta determinada. En oposición, el criterio opuesto (el metafísico) establece que todo es indeterminado y que, precisamente, ésta es la respuesta: la ausencia perpetúa o eterna en el Universo de un resultado determinado. La viabilidad de esta respuesta está fundamentada en la existencia del eterno movimiento. Es lo que conocemos como principio de indeterminación: dado que todo se está moviendo no podemos establecer nunca con absoluta precisión el movimiento y la posición de una partícula.

En el fondo el criterio metafísico también es irracional, dado que un sistema basado eternamente en la dualidad en el fondo sigue una regla, una regla determinada de comportamiento. Se trata de un sistema irracional.

Es decir, el criterio metafísico establece que no hay nada en el universo que sea independiente, y existe una ley que es universal, y esta ley es la relatividad o la ley del eterno movimiento.

Einstein incumplió las reglas, porque introdujo el movimiento como elemento necesario en sus ecuaciones. El movimiento es contrario a la existencia de un teorema matemático, dado que por definición es estático. Un teorema matemático como el cálculo de una fuerza no es más que un flash, una foto puntual, la condensación en un plano estático de un patrón de funcionamiento, o la comparación aritmética entre dos instantes diferentes de tiempo.

¿Cómo funciona, en esencia, nuestro criterio de veracidad?

Un teorema matemático establece que podemos “recorrer” dos caminos (o funciones matemáticas) diferentes para llegar a un mismo resultado. El teorema matemático presupone de inmediato que un resultado es algo unitario o determinado. El criterio metafísico establece que esto no es cierto, dado que no podemos establecer si el Universo tuvo un principio o un final. Y es matemáticamente no podemos ir más allá, todo lo que supongamos a partir de este punto no será racional. El criterio metafísico establece que no se acaban nunca estos caminos, que existe el perpetuo movimiento en el Universo y que, por lo tanto, todo resultado siempre será indeterminado.

El problema subyacente es que no entendemos el cambio de estado como un movimiento del Universo, dado que matemáticamente no es posible hacerlo. Matemáticamente tan sólo cuantificamos entre diferentes estados, que es exactamente lo que hacemos cuando calculamos una fuerza. Matemáticamente tan sólo trabajamos con un universo estático. Y es difícil advertir las limitaciones de este sistema de pensamiento.

Aún cuando somos conscientes de que podemos acotar una solución con infinitos términos, no consideramos que esto sea un criterio de veracidad.

Por ejemplo, la sucesión de Basilea (una de las sucesiones matemáticas más famosas) (una sucesión matemática es un continuo de infinitos términos que nunca se acaba) establece que la suma de los inversos de los cuadrados de los infinitos números enteros que componen la recta real tiende a la forma de una circunferencia. Este es un resultado impresionante y que hemos incorporado como base a algunas de nuestras más importantes conjeturas matemáticas. Pero, lamentablemente, debido al axioma de verdad matemática, lo cierto es que con ella no hemos podido demostrar nada de forma concluyente.

De hecho, muchas de las más importantes conjeturas ahondan en este concepto. No se pueden demostrar, porque precisamente su resultado es incompatible con las reglas matemáticas. Podemos entender esto con un ejemplo:

Una de nuestras más importantes conjeturas establece la posibilidad de que podamos expresar siempre la complejidad de forma simplificada. Podemos entender esto diciendo (en palabras de fuller) que el mejor diseño es hacer lo máximo con lo mínimo. El mejor diseño implica por tanto la máxima eficiencia. Y, curiosamente, así es como se expresa siempre la naturaleza. Tan sólo tenemos que observar la forma de una esfera.

Si esto fuera cierto ¿Cuál sería la forma más simplificada de hacerlo? Lógicamente el criterio de que todo ha sido siempre y será indeterminado es la mejor manera de lograrlo, dado que únicamente requiere la presencia de dos elementos: de forma genérica, un elemento y su opuesto. La regla de indeterminación es una regla genérica y, por lo tanto, es perfecta para describir un patrón de comportamiento. Como dije antes una regla infinitamente indeterminada en el fondo sigue una regla, es un sistema.

Tan sólo incumplimos una regla matemática, pero su más regla básica, cuando decimos que todo elemento en el Universo (real o matemático) tiene siempre su supuesto. Esto implica un universo súper-simétrico o equilibrado… el Universo como un reflejo de si mismo…. Un universo matemático y a la vez físico.

Observa que un patrón indeterminado la regla es ésta: la condición de inicio es igual a la condición final. Si nada puede contradecir esto como sistema de creencias, esta regla será universal. La podemos contemplar, por tanto, como si de un teorema se tratara. La parte irracional es que siempre tendremos el infinito como resultado. Pero es que para los metafísicos el infinito es la respuesta.

La cuestión final es ésta ¿Podemos compactificar un sistema irracional y basado siempre en el infinito o principio de la eterna dualidad, de tal manera que ésta sea siempre su regla de comportamiento?

Si podemos hacerlo habremos creado una respuesta que tendrá un resultado determinado, habremos creado un sistema, una unidad o un universo matemático geométrico e imaginario.  Este universo tendrá dos planos, un plano real y otro imaginario. Habremos creado un sistema opuesto al sistema matemático, pero sin violar el principio de relatividad, que siempre establece que necesitamos dos puntos de vista para entender la realidad.

Paradójicamente la que conocemos como la fórmula matemática más bella del Universo, la identidad de Euler, nos dice que esto es cierto. Podemos crear un sistema matemático completamente irracional que siempre tienda a una identidad. Y para ello tan sólo tenemos que dar sentidos a dos planos opuestos de la realidad. Y es que… genéricamente la identidad de Euler expresa la forma de condensar una realidad matemática infinitamente irracional en una forma acotada, algo que bajo nuestro punto de vista no deja de ser un resultado determinado.

La identidad de Euler nos da un patrón de entrelazamiento dimensional, nos dice que el Universo es un fractal que, en último término se puede sintetizar en la forma de una unidad. Esta unidad no es un punto de inicio ni un punto final (como el big-bang, o el big-crash) sino que tiene su propio movimiento. Ahora bien, este movimiento es opuesto al movimiento que observamos en el Universo, es un movimiento transversal, un movimiento que jamás podremos detectar porque opera en un plano diferente de la realidad.

Este plano inmaterial de la realidad es nuestro sentido del tiempo, y es la señal que nos indica que todo lo que es verdad se ha de basar en el movimiento. Lo contrario también es cierto, pero sólo puede explicar la parte más material de la realidad.

Porque…. ¿Cómo vamos a concebir un tiempo tridimensional, si desde pequeños nos han enseñado que el tiempo es lineal?  Siempre nos han enseñado la gran utilidad de comparar entre dos instantes diferentes de tiempo o cambios de estado, pero nunca nos han enseñado que tiene poco sentido hacerlo. El Universo es independiente de nuestros sistemas de medida, realmente hacer esto es irrelevante a nivel universal.

Siempre y en todo momento podemos condensar el movimiento del Universo de forma cíclica. Siempre podremos decir que cada ciclo es una unidad temporal, y que por tanto realmente tiene poco sentido referirnos a un tiempo lineal. La noción de tiempo lineal es un concepto que tan sólo está en nuestras mentes, una creencia implantada, pero que no se corresponde en global con la realidad. De hecho, como sabemos, siempre podemos transformar una escala espacial tridimensional en una medida temporal basada en ciclos o secuencias acotadas: hacemos esto cuando expresamos los números como ejes espaciales en forma polar.

Pero, aunque sea posible determinar una coordenada espacial en función de tres ciclos de tiempo, seguimos pensando que el tiempo es lineal. Al adoptar sistemas de medidas, sean los que sean, siempre hacemos esto, tratamos de acotar el tiempo de forma irracional. Las coordenadas GPS serían un ejemplo.

Como consecuencia de no adoptar un criterio absolutamente genérico, y utilizar uno arbitrario tratamos de detener el tiempo y el resultado que obtenemos siempre es éste: “Error del sistema, infinito, indeterminado”. Cualquier variable que introduzcamos para describir el Universo siempre ha acabado de la misma manera: no ha hecho falta, era innecesaria. El mundo cuántico, que tan sólo se basa en la probabilidad, sería un ejemplo perfecto: ningún criterio humano es necesario.

El “Libro de los Muertos” dice en el capítulo 112: “El Ojo de Horus es tu protección, Osiris, Señor de los Occidentales, constituye una salvaguarda para ti: rechaza a todos tus enemigos, todos tus enemigos son apartados de ti”. Un pasaje que recuerda realmente a la apertura del Mar Muerto; O ¿Por qué no?, a la regla roma de “Divide y vencerás”. Crea escalas y más escalas a fin de que no pueda verse nunca la realidad.

La leyenda dice que el libro de los muertos fue escrito por Thot, el dios de la escritura y el conocimiento. Contiene dos encantamientos, uno de los cuales, supuestamente, permite, a quien lo lea, percibir a los dioses por sí mismo.

La historia de la dualidad es la historia del eterno simbolismo egipcio. Y es que… de acuerdo con ellos, para conseguir la “vida eterna” los elementos opuestos han de estar siempre equilibrados. Es la eterna ley, es la regla. Y este es su símbolo: “la balanza”.

¿Podemos por tanto condensar la “vida eterna” de forma genérica, podemos condensar el infinito matemático de forma geométrica? Tanto la identidad de Euler como los egipcios nos dicen que es posible hacerlo, pero resulta que matemáticamente se nos cierra la puerta, porque el infinito no es respuesta. Y este…  es un error del sistema, una anomalía.

En consecuencia para romper la regla lo único que tenemos que hacer es tender a la unidad, crear todo un sistema basado en ella, y no sólo en la dualidad. ¿Cómo saber algo que no sabemos? ¿Cómo saber que no estamos manipulados, si desde que tenemos uso de razón siempre hemos estado gobernados?

Todo está en equilibrio, porque todo se basa en el permanente cambio de estado. Donde unos ven algo determinado, otros ven algo que nunca empieza y acaba. Pero supongo que estaremos de acuerdo en que no hay nada que pueda detener el movimiento de una onda.

 

  1. 1
    Giordano
    el 11 de septiembre del 2015 a las 22:54

    En los ” despiertos ” modernos que podemos ver y escuchar…parece que esta paradoja está resuelta…la unidad no puede ser pensada(Lógica  matemática)…pero si vivida…(percepción de lo real como una unidad..)

    Responder
    • 1.1
      Emilio Silvera
      el 12 de septiembre del 2015 a las 6:34

      Acertado como siempre.
      Saludos amigo.

      Responder
  2. 2
    Ricard
    el 12 de septiembre del 2015 a las 11:52

    La frase es muy chula, pero si pones esto como un comentario a mi publicación es que no la has entendido.

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 13 de septiembre del 2015 a las 5:48

      Amigo mío, no he comentado nada sobre tu pubvlicación, ya que, por falta de tiempo, no he leído ninguno de los dos trabajos que, según creo, merece un momento de atención especial por sus contenidos que, como siempre, serán de mucho interés. Los reservo para pasar un buen rato y, de camino, aprender alguna cosa que no sabía.
      Un saludo cordial.

      Responder
  3. 3
    Ricard
    el 13 de septiembre del 2015 a las 16:56

    Hola Emilio,

    Bueno, antes de todo mis más sinceros agradecimientos por tus apreciaciones acerca de mis ideas.

    Respecto a este comentario en particular pienso que tendría que haberlo concretado un poco más. No va dirigido a tí sino hacía la idea de que la unidad, de acuerdo con la lógica matemática, no puede ser pensada. De hecho, todo mi trabajo se centra en la creación de una medida unidimensional centrada, precisamente, en la unidad para tratar de entender el Universo y, todo ello, hecho desde la lógica (digamos) matemática.

    Te pondré un sencillo ejemplo sobre esto.

    Hoy día buscamos las ondas gravitacionales simplemente porque se nos ha metido en la cabeza que podemos detectarlas, dado que parece ser una consecuencia de las leyes de la relatividad. Hasta aquí perfecto. Sin embargo si dichas ondas no fueran planas jamás podríamos detectarlas. Esto sucede porque no tenemos ninguna unidad de medida capaz de realizar dicho trabajo. Las matemáticas, en que se basa toda formulación física, todo lo más que nos da es una medida de distancia para trabajar. Estamos de acuerdo en que podemos aplicar dicha medida en todas las dimensiones espaciales, sin embargo esto no será nunca una unidad de medida en sí misma.

    Si las ondas gravitacionales se movieran en un plano tetra-dimensional, jamás las podríamos detectar. De hecho, esta idea es más racional que la versión simplificada. ¿Por qué no iba la gravedad a poder expresarse en un plano tetra-dimensional (o superior) tal y como hace la relatividad?

    La idea subyacente es la misma en que se basa la teoría de la relatividad especial, ver qué pasa con el movimiento respecto a unos ejes de referencia, sólo que aplicando este concepto a un marco conceptual superior… Algo parecido a pensar que podemos aplicar la idea inherente a la relatividad especial no sólo de forma lineal, sino que podemos hacerlo trabajando con planos. 

    Habitualmente tomamos el espacio y el tiempo como ejes de referencia y consideramos que el movimiento es una variable dependiente de ellos. De esta forma la física sitúa todo su Universo en un mundo plano… Y esto es una consecuencia de nuestra visión matemática. En consecuencia, la física no puede explicar (medir o computar) nada más allá de lo que le permiten sus unidades de medida y todas las explicaciones consistentes del Universo (según ella) estarán ligadas a esta idea. Las leyes de la relatividad especial así como la fuerza de gravedad serían el mejor ejemplo. De acuerdo con la física podemos expresarlas en función de unos ejes de coordenadas (y esto sería correcto) pero nada impide que puedan expresarse también (y de forma coordinada) en cualquier otra dimensión espacial.

    En un plano más físico podemos ligar estas ideas con algunas teorías bien fundamentadas. Estas serían: la relatividad doblemente espacial de Lee Smolin, la dinámica aleatoria de Holger Bech Nielsen, las triangulaciones dinámicas, el modelo holográfico de t’Hooft y Maldacena o las teorias cuánticas relacionales de Louis Crane y otros. Por supuesto, no puedo olvidarme de Roger Penrose y su acertada idea acerca de que intentar incorporar la gravedad a la teoría cuántica convierte a ésta última en no-lineal.

    Esta es la idea, no podemos describir el Universo de forma lineal, necesitamos una medida a-dimensional, y ésta no puede ser otra que la unidad, así como todos los conceptos matemáticos inherentes a ella (números áureos); Necesitamos triangular de forma dinámica, aplicar esta idea de forma holográfica,  pensar que todo se basa en las relaciones (no en la medida) y que… una doble relatividad espacial es algo similar a la gravedad.

    No sé, es sólo una idea, pero no estaría nada mal que alguien con tus conocimientos hablara con algo más de profundidad acerca de estas ideas.

    Saludos.

     

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 14 de septiembre del 2015 a las 6:20

      Estimado amigo Ricard:
      Comienzo por decirte que, mi capacidad intelectual está lejos de poder dilucidar cuestiones tan complejas, y, como bien dices, no tenemos los “aparatos” necesarios para que puedan detectar esas ondas gravitacionales que deben estar en alguna parte, no me cabe la menor duda de que las ondas producidas por un sin fín de fenómenos astronómicos (el big bang incluído -si es que finalmente demostramos que sucedió-, junto con colisiones de agujeros negros y otros sucesos de ese calibre), el día que podamos “ver” esas señales, habremos descubierto otra manera de contemplar el Universo, ya que, hasta el momento, el único que conocemos es el que la luz nos permite observar.
      Sobre el tema, no dejan de salir noticias y candidatos a que han resuelto el problema:

      “Según los científicos Andrew Geraci, de la Universidad de Nevada, y Asimina Arvanitaki, de la Universidad de Stanford, se trata de un dispositivo capaz de detectar las ondas gravitatorias más esquivas del universo.  

      “Las ondas gravitacionales son una de las piezas que faltan de la teoría de la relatividad general de Einstein“, explicó Geraci en un artículo publicado en la revista ‘Physical Review Letters’.”

      Por otra parte, y, según parece, las ondas gravitacionales son extremadamente débiles y, construir un detectort que las pueda encontrar, no parece nada fácil. El programa LIGO, el “LISA Pathfinder” aún no puede medir las ondas propiamente dichas, y, en consecuencia, tampoco podemos comprobar cómo Modulaciones en el tejido del espacio y el tiempo nos podrían decir mucho acerca de ciertos fenómenos como los agujeros negros,
       

      “donde las ondas gravitatorias transportan a la Tierra
      sinfonías codificadas de agujeros negros en colisión,

      y los físicos idean instrumentos pàra registrar las ondas
      y descifrar sus sinfonías.”

      El especialista en el tema, KipThorne, en su libro “Agujeros Negros y Tiempo Curvo”, nos decía:

      “Puesto que la curvatura espacio-temporal es lo mismo que la Gravedad, estas ondulaciones de curvatura son realmente ondas de gravedad, u ondas gravitatorioas. La Teoría de la relatividad general de Einstein predice, de forma inequívoca, que talres ondas gravitacionales deben producirse siempre que dos agujeros negros orbiten uno en torno al otro; y también, siempre que dos estrellas orbiten una en torno a la otra.”

      Con todo estos, los científicos tratan de conocer mucho mejor la historia del Univenivarso que, según la teoría, ha sabido esconcer hasta el momento, algunos sucesos que, producidos por objetos masivos generadores de ondas gravitacionales, nos podrían contar lo que realmente pasó. Dicen que esas historias no se han perdido por completo y que el registro codificado de ellas está, precisamente, en saber detectar y comprender, los mensajes que llevan las ondas gravitacionales que con tanto empeño buscamos sin ningún éxito hasta el momento.
      De la misma manera que esa sinfonía está codificada en las modulaciones de las ondas sonoras (mayor amplitud aquí, menor allí; vibraciones de mayor frecuencia aquí, menores allí) tambiñén la historia de la coalescencia está codificada en modulaciones de las ondulaciones de curvatura. Y de la misma forma que las ondas sonoras llevan su sinfonía codificada desde la orquesta que la produce hasta la audiencia, también las ondulaciones de curvatura llevan sus historias codificadas desde los agujeros negros fusionados hasta el universo distante.
      No parece que (al menos hasta el momento), nosotros los humanos, hayamos sido lo suficientemente hábiles como para saber encontrar la manera de poder “leer” esas ondas gravitatorias que nos llegan del espacio lejano y nos cuentan sucesos que no podemos ver.
      Amigo mío, al respecto de todo esto tengo mis mpropias ideas que, unas veces por no considerarlas debidamente desarrollasas y otras por pudor y “miedo” al que dirán los expertos, las mantengo calladas y a la espera de que, alguién más listo que yo, las pueda sacar a la luz y nos haga disfrutar con esos nuevos conocimientos que, intuimos están ahí pero que, no acabamos de lograr alcanzarlos. Los Cientificos que has nombrado y que son los más destacados en estas lides, podrían, quizá algún día, tener la idea perfecta que les imuline la mente y les diga el camino a seguri para poder desvelar estos secretos del universo.
      Es posible, ¡quién lo podría negar? que, todo esté en que deberíamos buscar esa medida adimensional y esos números áureos que tanto nos han desvelado sobre el Universo y la Naturaleza de las cosas. Claro que, para eso, necesitamos que aparezca una Mente especial, que pueda “ver” más allá de lo que los demás vemos, y, entonces, sobremos sobre esa verdad que incansables buscamos.
      Un abrazo amigo mío.

      Responder
  4. 4
    emilio silvera
    el 14 de septiembre del 2015 a las 8:12

    “Este argumento se conoce como “incompletitud” y establece que ningún sistema  puede decir nada acerca de su propia existencia y que, en consecuencia, todo lo que diga sobre ella será simplemente una creencia, una fe irracional. Siempre habrá una respuesta por imposible que parezca que no podremos demostrar utilizando la herramienta matemática, una respuesta que (aunque exista) no podremos decir nada de ella.”

    Como verás amigo mío, en tus propias palabras defines la realidad en la que estamos inmersos. Ahora de otra manera, tambiénb, como aquellos que nos precedieron, echamos mano de las divinidades para tratar de explicar aquello para lo que no tenemos respuestas y, tampoco, las actuales matemáticas saben contestar.
    Simplemente se trata de que, estamos en el camino pero, aún no hemos llegado a esa meta soñada, a ese lugar lleno de luz, allí donde podamos tener a mano, todas esas respuestas que ahora, aunque las toque,mos con las puntas de los dedos, no podemos agarrar con firmeza y, echamos mano de la metafísica y otras estrategías que, en realidad, sólo tratan de enmascarar nuestra ignorancia.
     

    Pero, resulta que las matemáticas son profundamente contrarias al funcionamiento de la realidad. Físicamente una unidad nunca ha sido ni será a-dimensional. En la naturaleza no se da nunca una única respuesta, todo lo más que hemos podido decir de ella es que sus resultados siempre son indeterminados, dos posibles estados.”

     
    Sí, como el de Onda Partícula. Estamos abocados a vivir en un Universo en el que, el Principio de Incertidumbre, está presente. Nunca podremos saberlo todo sobre todo y, esa “incompletitud”que mencionas, en realidad, está presente en todo aquello que tocamos, ya que, las versiones de esa “verdad” siempre podrán ser diferentes dependiendo de la perspectiva desde la que podamos mirar.

    “Un teorema matemático establece que podemos “recorrer” dos caminos (o funciones matemáticas) diferentes para llegar a un mismo resultado. El teorema matemático presupone de inmediato que un resultado es algo unitario o determinado. El criterio metafísico establece que esto no es cierto, dado que no podemos establecer si el Universo tuvo un principio o un final. Y es matemáticamente no podemos ir más allá, todo lo que supongamos a partir de este punto no será racional. El criterio metafísico establece que no se acaban nunca estos caminos, que existe el perpetuo movimiento en el Universo y que, por lo tanto, todo resultado siempre será indeterminado.”
     

    Me encantan tus conclusiones lógicas y, no tengo argumentos para poder rebatirlas, poner en ellas una gran carga de racionalidad y, desde luego, con tus pensamientos nos da qué pensar. Recuerdo ahora que alguien alguna vez escribio que, en las “Funciones Modelares de Ramanujan, podrían estar las respuestas y la solcuión a esa Gravedad Cuántica que buscamos”. En tu caso. amigo Ricard, desgranas las ideas que encadenas con pensamientos que, aunque parezcan sencillos, llevan una gran carga de complejidad y, sin embargo, mirados uno por uno y de manera separada, se comprender fácilmente para que, al unirlos los unos a los otros formen un todo que nos lleva a comprender el profundo mensaje que tratas de divulgar al mundo.
    Por lo menos a mí, me encantan tus ideas y, cuando tengo la oportunidad de poderlas leer, con seguridad, me hacer ser un poco más sabio.
    Gracias amigo.
    PD.
    Contestar de manera amplia a todo lo que aquí nos cuentas, necesitaria rellenar muchas páginas en blanco y, la falta de Tiempo, nos lo impide, ya (aunque soy el Jefe), llego tarde al trabajo.
     

    Responder
  5. 5
    Ricard
    el 14 de septiembre del 2015 a las 12:27

    Gracias Emilio nuevamente por tus apreciaciones.

    La idea de una teoría unificada, según la idea generalmente aceptada, consiste en buscar un patrón de funcionamiento que de sentido de forma global a todas nuestras leyes físicas. Se busca, por tanto, un patrón técnico o lógico de comportamiento consistente con los experimentos.

    Yo lo veo diferente. Una teoría unificada es un patrón de funcionamiento que no sólo conecta las leyes físicas del Universo sino que, fundamentalmente, ha de explicar cómo funcionan nuestras mentes. Este patrón no es sólo técnico, fundamentalmente se basa en el instinto o los sentimientos. Hay una gran diferencia y es que la respuesta no está fuera, sino dentro.

    Esta semana, si me da tiempo, te hará llegar alguna publicación bastante más consistente.

    Saludos.

     

    Responder
  6. 6
    Giordano
    el 14 de septiembre del 2015 a las 21:38

    Creo que  Ricard se refería a mi comentario sobre que la unidad no puede ser pensada ….( en modo alguno quería ser una boutade…) 
    muchos de los que nos interesamos por los temas que aparecen en  este blog no tenemos una preparación físico/matemática que permita ver claramente exposiciones teóricas complejas como las apuntadas por Ricard..
    pero estamos abiertos a una buena divulgación de ideas e intuiciones …

    este párrafo en particular me llama la atención …y espero con curiosidad los argumentos de Ricard..

    ” Yo lo veo diferente ….Una teoría unificada es un patrón de funcionamiento que no solo conecta las leyes físicas del
    universo si no que, fundamentalmente, ha de explicar como funcionan nuestras mentes .Este patrón no es solo Técnico, fundamentalmente  se basa en el instinto o los sentimientos ………hay una gran diferencia y es que la respuesta no está fuera sino  dentro..”

    saludos

    G.

    Responder
  7. 7
    Ricard
    el 15 de septiembre del 2015 a las 1:16

    Hola Giordano,

     Te pondré un sencillo ejemplo para entenderlo:

    Imagina que estamos en el futuro y que ya dominamos completamente el espacio-tiempo. Somos capaces de inmaterializar nuestros cuerpos, teletransportarnos cuánticamente y aparecer en el otro extremo del Universo, como si surgiéramos de la nada.

    Estaríamos, sin lugar a dudas, en perfecta sincronía con el funcionamiento del Universo. Pero, resulta que las plantas ya hacen esto… Ellas son capaces de crear materia virtualmente de la nada. Lo que nosotros llamamos proceso foto-sintético, aplicado a los seres humanos lo llamamos instinto. Entremedio habría mucho razonamiento, estamos de acuerdo, pero… en el fondo no haríamos nada distinto.

     

     

    Responder
    • 7.1
      Emilio Silvera
      el 15 de septiembre del 2015 a las 6:02

      Un pariente mío que ha venido desde el año 3.700, me ha contado que, hace unos días, estando en la metrópolí que llaman “Urania”, una gran ciudad de más de 25 millones de seres. Tenía que ir a dar una conferencia a un Centro Científico situado a 5 años-luz, en un mundo cercano. Media hora antes del evento, se metió en una cabina en su propia casa y, marcando unas coordenadas, pulsó un botoncito y se produjo una luz cegadora. Mi pariente había desaparecido y, de inmediato, sin recorrer la distancia que lo separaba del lugar en el que tenía que dar la charla, apareció en una cabina similar.

      En aquel Tiempo por venir, ya se había podido plasmar en realidad, en humanos, el salto cuántico como el nuevo modo de viajar, a lugares muy lejanos en muy poco tiempo.

      Con esto sólo quiero decir que, lo que nos cuenta Ricard de lo que ya ocurre aquí mismo, delante de nuestros ojos, es algo que, algún día, podrémos aplicarnos nosotros que, simplemente tendremos que imitar a la propia Naturaleza para poder hacer esas “cosas “imposibles”.


      Una vocesilla dentro de mi cabeza me dice que, “Imposible”, no es una palabra que podamos utilizar a la ligera, y, estoy totalmente convencido de que, lo que no es posible hoy, sí lo será mañana.

      Saludos amigos.

      Responder
  8. 8
    Giordano
    el 15 de septiembre del 2015 a las 10:06

    Una entrevista a David Bohm de hace unos años….
    https://www.youtube.com/watch?t=1096&v=r-jI0zzYgIE

    Responder
    • 8.1
      Emilio Silvera
      el 16 de septiembre del 2015 a las 5:28

      En cuanto tenga un momento libre veré esa entrevista.
      Un saludo.

      Responder

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