Mar
22
¿Qué opinas de este reportaje?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Noticias ~ Comments (8)
Las personas religiosas son más felices, pero menos inteligentes
Estudios que analizan la diferencia entre creyentes y ateos
Era el mes de febrero de 2012, pleno siglo XXI, cuando uno de los ateos más célebres del planeta, el biólogo evolutivo y divulgador científico Richard Dawkins, se enzarzaba públicamente con Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia Anglicana, en una (amable) batalla dialéctica para departir sobre creacionismo y evolución. O lo que es lo mismo, sobre religión y ateísmo, ciencia y creencia. La sala de conciertos del teatro Sheldonian, en Oxford (Inglaterra), se llenó tanto que se tuvieron que habilitar dos estancias más para acoger a un público que no quería perderse el debate. Miles de personas siguieron en directo –también a través de Internet– un acontecimiento que despertó un auténtico fervor, dejando claro, entre otras cosas, que aún hoy, para muchas personas la fe sigue moviendo montañas, a sabiendas de que esa convicción que les sostiene no puede ser verificada científicamente. ¿O será, quizá, precisamente por eso?
Hasta mediados del siglo XIX, cuando el naturalista británico Charles Darwin publica El Origen de las especies y populariza su teoría de la evolución, la explicación más aceptada del porqué de la existencia humana había sido la gracia divina. “No puedo entender por qué (la gente religiosa) no puede ver la extraordinaria belleza de la idea de que la vida surgió de la nada. Es algo tan asombroso, elegante y maravilloso… ¿por qué querer saturarlo con algo tan complicado como un Dios?”, se pregunta Dawkins. Para el astrofísico y divulgador Carl Sagan, esta “enraizada necesidad de creer” se yuxtapone a otra profunda convicción humana: pensar y razonar, para ir siempre más allá de cualquier tipo de creencia.
La pregunta, entonces, para quienes siguen el camino que marca el método científico es: ¿Por qué millones de almas optan por una percepción de la realidad que no puede ser contrastada empíricamente? Y no son pocos los estudios científicos que se han hecho al respecto. ¿Quizás la religión hace más dichosos a los creyentes, mejores personas o más resilentes (capaces de sobreponerse a adversidades)? ¿Son distintas las personas creyentes de las que se manifiestan abiertamente ateas o, simplemente, no creyentes? Lo cierto es que hay argumentos para todos los gustos. En paralelo a las publicaciones que corroboran que el número de personas que se consideran no religiosas crece en todo el mundo, proliferan también las investigaciones científicas que ponen la lupa en lo que diferencia a las personas que profesan alguna fe de aquellas que no. Estas son algunas de sus conclusiones:
Los religiosos se sienten protegidos y confían en la existencia de Dios
1. La gente religiosa está más satisfecha con la vida. Eso afirma un estudio realizado por investigadores de las universidades estadounidenses de Wisconsin y Harvard, de acuerdo con las opiniones de 3.108 personas adultas acerca de sus creencias y relaciones sociales. En gran parte, afirman, es el aspecto social el que hace que una persona religiosa se sienta más dichosa. Cuando un creyente va a la Iglesia, construye vínculos con los demás miembros de la congregación que generan bienestar al individuo.
‘Ranking’ de religiosos versus ateos en el mundo
De este Señor ateo, se podría leer su escrito: ¿Por qué no soy cristiano?
Según una encuesta realizada en 2015 por WIN Gallup International sobre un total de 63.898 personas de 65 países distintos, cada vez hay más gente en el mundo que declara no profesar ningún tipo de religiosidad. ¿Los menos creyentes del mundo? En China (Hong Kong, concretamente), el 90% se declara ateo. Luego viene Suecia –con un porcentaje del 76%– y la República Checa (75%). En la Europa Occidental, el ranking de no creyentes está encabezado por Gran Bretaña, Países Bajos, Alemania, Suiza, España y Austria. Algún dato sorprendente: en Israel, el 65% de los encuestados afirmaron no creer en Dios, aunque en los territorios palestinos el 75% se muestra creyente. En general, y con la excepción de los Estados Unidos, los países más ricos tienden a ser menos religiosos. En lado opuesto, Tailandia es el país con más creyentes: el 94% practican el budismo. Le siguen Armenia (con un 97% de cristianos), Bangladesh (el 91% son musulmanes), Georgia (84% de ortodoxos) y Marruecos, con un 98% de musulmanes suníes.
Claro que, son niños menos generosos pero, en el seno familiar… ¡Más numerosos!
2. Los niños pertenecientes a familias religiosas son menos generosos. El profesor en psicología y psiquiatría Jean Decety, de la Universidad de Chicago, lideró en 2015 un sondeo realizado con 1.100 niños de entre 5 y 12 años de seis países de 4 continentes distintos, y comprobó que la tendencia a compartir (una forma de medir la generosidad y el altruismo) era significativamente mayor entre los criados en entornos no religiosos. Los creyentes se mostraron, además, más duros a la hora de castigar comportamientos considerados incorrectos. ¿Pasa lo mismo con los adultos? Depende de cómo se mire. Por un lado, según publicó la revista Crónica de la Filantropía, con sede en Washington (Estados Unidos), los estados con mayor población religiosa son los que más dinero dan a caridad, en especial a través de la Iglesia. Pero en cambio, un estudio de la también estadounidense Universidad de Berkeley afirma que los ateos y agnósticos son más compasivos con los desconocidos. Los no creyentes ayudan más a aquellos con los que conectan emocionalmente. Los religiosos lo hacen con los que comparten su doctrina e identidad y también para mejorar su reputación.
3. Las personas profundamente religiosas son menos tolerantes. Una investigación llevada a cabo por tres universidades de Estados Unidos – Duke University, Ausburg College y University of Southern California– evaluó la correlación entre religión y racismo desde 1964, cuando se promulgó la Ley de Derechos Civiles, hasta hoy, y concluyó que una fuerte identidad religiosa dentro de un grupo fomenta el etnocentrismo y, por ende, el racismo y la intolerancia hacia otras formas de ver la vida.
4. Creer en Dios reduce la ansiedad. Dos psicólogos del Laboratorio de Neurociencia de la Universidad Toronto Scarabough de Canadá han descubierto que las personas que profesan una profunda fe en Dios muestran una actividad menor en el área del cerebro denominada córtex del cíngulo anterior, responsable de las reacciones corporales de excitación asociadas al estrés. Parece que la fe divina provee a los que la sienten una serie de argumentos que disminuyen la incertidumbre ante los misterios de la vida.
5. Los ateos son, en general, más inteligentes. Es lo que se desprende de la revisión de más de 60 estudios científicos coordinada por la Universidad de Rochester al norte del estado de Nueva York. La conclusión es que las creencias irracionales, como las religiosas, atraen menos a la gente con mayor capacidad de razonar, de resolver problemas, de pensar de manera abstracta y aprender de la experiencia.
6. La fe religiosa ayuda a las personas con enfermedades crónicas. Según un estudio científico realizado en la Universidad de Missouri, en Columbia, Estados Unidos, la religión es beneficiosa para todas aquellas personas aquejadas de dolencias o incapacidades crónicas, como lesiones en la médula espinal, apoplejía o cáncer. Tener mayor esperanza y menos estrés son dos de los factores que determinan esta superior calidad de vida
Fuente: El País.
PD. Las imágenes, a excepci´çon de la primera, son cosa mía que, simplemente quería hacer algo más amena la lectua.
Mar
22
El peligro nos acecha
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La Naturaleza...El Universo ~ Comments (0)
Yellowstone, el gigante dormido
Hace ya mucho tiempo que Yellowstone se reconoce como un sitio muy especial. Situado en Montañas Rocosas, es la joya de los Estados Unidos. Los visitantes llegan a ver sus altísimas cascadas, sus fuentes termales que borbotean y sus efusivos géiseres. También es famoso por su espectacular fauna y flora. Por estas razones se convirtió en el primer parque nacional del mundo en 1872.
En la actualidad, el suelo del Parque de Yellowstone emite entre 30 y 40 veces más calor que la media de América del Norte, y es precisamente este calor el que causa las atracciones hidrotermanles del parque, el lugar del mundo donde se puede encontrar la mayor concentración de geusers, aguas termales y vapores.
En el parque donde vivía el archifamoso ‘oso Yogui’ cada metro cuadrado de suelo emite una cantidad de calor equivalente a un watio, según han constatado los científicos. Si el calor de 50 metros cuadrados fuera convertido en electricidad, iluminaría una bombilla de 100 watios. Todo el parque emite calor suficiente como para iluminar una ciudad de más de dos millones de personas.
Aunque existen supervolcanes en diferentes lugares del mundo, el que cuenta con mayor potencia letal es el que se encuentra justo debajo del parque de Yellowstone. Los científicos lo califican de ‘gigante dormido’, pero tras estudiar el movimiento del magma bajo el Parque y constatando la elevación media del suelo de Yellowstone -siete centímetros en los últimos años han encendido las luces de alarma.
Si lo que duerme debajo del Parque se despierta….
El súper volcán todavía sigue activo y continua cambiando el parque. Los géiseres y las fuentes termales pueden estar indicando que el parque se está calentando ¡a todo vapor! Los geólogos se preguntan cuándo va a entrar en erupción otra vez. Antes de una erupción, el magma comenzaría a subir, esto causaría que la tierra aparecerían como unos pequeños bultos en la superficie.
Aunque se cree que todavía faltan miles de años para una eventual erupción, nada sería comparable a la erupción de este super-volcán. La fuerza de la erupción en forma de caldera en Yellowstone equivaldría a 1.000 bombas de Hiroshima cada segundo, y las cenizas y el gas emanado alcanzarían la atmósfera en segundos, provocando un invierno volcánico mundial, desplazamiento de las capas tectónicas, terremotos y enormes tsunamis de cientos de metros. !Luego mejor que quede dormido.!
Muy buenos videos ilustrativos en Artist Paint Pots
Fotos del Parque nacional Yellowstone
Más fotos en Julius
Mar
22
¡Fluctuaciones de Vacío! ¿Que son?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica, Física de vacío ~ Comments (5)
Un fuerte campo gravitatorio puede inducir un efecto desbocado en las fluctuaciones cuánticas que se producen en el espacio, aparentemente vacío, …
En física cuántica, la fluctuación cuántica es un cambio temporal en la cantidad de energía en un punto en el espacio como resultado del Principio de Incertidumbre que imaginó Werner Heisenberg. De acuerdo a una formulación de este principio energía y tiempo se relacionan de la siguiente forma:
Esto significa que la conservación de la energía puede parecer violada, pero sólo por breves lapsos. Esto permite la creación de pares partícula-antipartícula de partículas virtuales. El efecto de esas partículas es medible, por ejemplo, en la carga efectiva del electrón, diferente de su carga “desnuda”. En una formulación actual, la energía siempre se conserva, pero los estados propios del Hamiltoniano no son los mismos que los del operador del número de partículas, esto es, si está bien definida la energía del sistema no está bien definido el número de partículas del mismo, y viceversa, ya que estos dos operadores no conmutan.
Las fluctuaciones del vacío entre una esfera y una superficie plana
En un estudio realizado por un equipo de físicos con avanzados aparatos, han hallado un resultado del que nos dicen:
“La materia se construye sobre fundamentos frágiles. Los físicos acaban de confirmar que la materia, aparentemente sustancial, es en realidad nada más que fluctuaciones en el vació cuántico. Los investigadores simularon la frenética actividad que sucede en el interios de los protones y neutrones, que como sabéis son las partículas que aportan casi la totalidad de la masa a la materia común.
Cada protón (o neutrón) se compone de tres quarks – véase ilustración – pero las masas individuales de estos quarks apenas comprenden el 1% del total de la masa del protón ¿Entonces de dónde sale el resto? La teoría sostiene que esta masa es creada por la fuerza que mantiene pegados a los quarks, y que se conoce como fuerza nuclear fuerte. En términos cuánticos, la fuerza fuerte es contenida por un campo de partículas virtuales llamadas gluones, las cuales irrumpen aleatoriamente en la existencia para desaparecer de nuevo. La energía de estas fluctuaciones del vacío debe sumarse a la masa total del neutrón y del protón.”
De ella se conforman galaxias y también, seres vivos
Tiene y encierra tantos misterios la materia que estamos aún y años-luz de y conocer sobre su verdadera naturaleza. Es algo que vemos en sus distintas formas materiales que configuran y conforman todo lo material desde las partículas elementales hasta las montañas y los océanos. Unas veces está en estado “inerte” y otras, se eleva hasta la vida que incluso, en ocasiones, alcanza la consciencia de SER. Sin embargo, no acabamos de dilucidar de dónde viene su verdadero origen, su esencia, lo que era antes de “ser” materia. ¿Existe acaso una especie de sustancia cósmica anterior a la materia? Y, si realmente existe esa sustancia… ¿Dónde está?
Claro que hemos llegado a saber que las llamadas fluctuaciones del vacío son oscilaciones aleatorias, impredecibles e ineliminables de un campo de fuerza (electromagnético o gravitatorio) que son debidas a un “tira y afloja” en el que pequeñas regiones del espacio toman prestada, momentáneamente, energía de regiones adyacentes y luego las devuelven. Pero…
– ¿Qué regiones adyacentes?
Acaso universos paralelos, acaso defomraciones del espacio-tiempo a escalas microscópicas, micros agujeros negros que pasan a ser agujeros blancos salidos de estas regiones o campos de fuerza que no podemos ver pero sí sentir, y, en última instancia, ¿por qué se forman esas partículas virtuales que de inmediato se aniquilan y desaparecen antes de que puedan ser capturadas? ¿Qué sentido tiene todo eso?
Las consecuencias de la existencia del cuanto mínimo de acción fueron revolucionarios para la comprensión del vacío. Mientras la continuidad de la acción clásica suponía un vacío plano, estable y “realmente” vacío, la discontinuidad que supone el cuanto nos dibuja un vacío inestable, en continuo cambio y muy lejos de poder ser considerado plano en las distancias atómicas y menores. El vacío cuántico es de todo menos vacío, en él la energía nunca puede quedar estabilizada en valor cero, está fluctuando sobre ese valor, continuamente se están creando y aniquilando todo tipo de partículas, llamadas por eso virtuales, en las que el producto de su energía por el tiempo de su existencia efímera es menor que el cuanto de acción. Se llaman fluctuaciones cuánticas del vacío y son las responsables de que exista un que lo inunda todo llamado campo de punto cero.
Pero volvamos de nuevo a las fluctuaciones de vacío, que al igual que las ondas “reales” de energía positiva, están sujetas a las leyes de la dualidad onda/partícula; es decir, tienen tanto aspectos de onda como aspectos de partícula.
Las ondas fluctúan de forma aleatoria e impredecible, con energía positiva momentáneamente aquí, energía negativa momentáneamente allí, y energía cero en promedio. El aspecto de partícula está incorporado en el concepto de partículas virtuales, es decir, partículas que pueden nacer en pares (dos partículas a un tiempo), viviendo temporalmente de la energía fluctuacional tomada prestada de regiones “vecinas” del , y que luego se aniquilan y desaparecen, devolviendo la energía a esas regiones “vecinas”. Si hablamos de fluctuaciones electromagnéticas del vacío, las partículas virtuales son fotones virtuales; en el caso de fluctuaciones de la gravedad en el vacío, son gravitones virtuales.
De las llamadas fluctuaciones de vacío pueden surgir, partículas virtuales y quién sabe que cosas más… Hasta un nuevo Universo.
Son muchas las preguntas que no tienen respuestas
Parece que las fluctiuaciones ocurren en cualquier lugar, pero que, son tan minúsculas que ningún observador o experimentador las ha detectado de una manera franca hasta la fecha y, se sabe que están ahí por experimentos que lo han confirmado. Estas fluctuaciones son más poderosas cuanto menos escala se considera en el espacio y, por debajo de la longitud de Planck-Wheeler las fluctuaciones de vacío son tan enormes que el espacio tal como lo conocemos “pareciera estar hirviendo” para convertirse en una especie de espuma cuántica que parece que en realidad, cubre todo el espacio “vacío cuántico” que sabemos que está ahí y es el campo del que surgen esas partículas virtuales que antes menccionaba.
¿Espuma cuántica? Si profundizamos mucho en la materia… Podríamos ver otro universo distinto al nuestro. Las cosas miles de millones de veces más pequeñas que en nuestro mundo cotidiano, no parecen las mismas cosas.
Hay magnitudes asociadas con las leyes de la gravedad cuántica. La longitud de Planck-Wheeler, es la escala de longitud por debajo de la cual el tal como lo conocemos deja de existir y se convierte en espuma cuántica. El tiempo de Planck-Wheeler (1/c veces la longitud de Planck-Wheeler o aproximadamente 10-43 segundos), es el intervalo de tiempo más corto que puede existir; si dos sucesos están separados por menos que esto, no se puede decir cuál sucede antes y cuál después. El área de Planck-Wheeler (el cuadrado de la longitud de Planck-Wheeler, es decir, 2,61×10-66cm2) juega un papel clave en la entropía de un agujero negro. ¡Qué locura!
Como tantas veces hemos comentado, los trabajos que se han realizado sobre poder construir una teoría cuántica de la gravedad nos llevan a un sorprendente de implicaciones. Por un lado, sólo se ha podido conceptuar a la gravedad cuántica, siempre y cuando, el universo tenga más de cuatro dimensiones. Además, se llega a considerar que en la era de Planck, tanto el universo como la gravedad pudieron ser una sola cosa compacta estructurada por objetos cuánticos infinitamente diminutos, como los que suponemos que conforman las supercuerdas. A esta escala, el mismísimo espaciotiempo estaría sometido a imprescindibles fluctuaciones muy semejantes a las que causan las partículas al nacer y desaparecer de la existencia en el espaciotiempo ordinario. Esta noción ha conducido a los teóricos a describir el universo de la era cuántica como una especie de extremadamente densa y agitada espuma que pudo haber contenido las vibrantes cuerdecillas que propugnan los cosmólogos cuerdistas.
Los físicos especulan que el cosmos ha crecido a desde una «nada» primigenia que al nacer comenzó el principio del tiempo y que, en ese parto, contenía toda la materia y toda la energía.
En física como en todas las demás disciplinas científicas, los conocimientos avanzan y las teorías que sostuvieron los cimientos de nuestros conocimientos se van haciendo viejas y van teniendo que ser reforzadas con las nuevas y más poderosas “vigas” de las nuevas ideas y los nuevos hallazgos científicos que hacen posible ir perfeccionando lo que ya teníamos.
Recientemente se han alzado algunas voces contra el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. He podido leer en un artíoculo de la prestigiosa Revista Nature, un artículo del premio Nobel de Física Gerald ´t Hoofft, en el que propone que la naturaleza probabilistica de la mecánica cuántica, desaparecería a la escala de Planck, en la que el comportamiento de la materia sería determinista; a longitudes mayores, energías más pequeñas.
El mundo de lo muy pequeño (el micro espacio), a nivel atómico y subatómico, es el dominio de la física cuántica, así nunca podríamos saber, de acuerdo m con el principio de incertidumbre, y, en un momento determinado, la posición y el estado de una partícula. Este estado podría ser una función de la escala espacio-temporal. A esta escala tamaños todo sucede demasiado deprisa para nosotros.
El “universo cuántico” nada es lo que parece a primera vista, allí entramos en otro mundo que en nada, se parece al nuestro
Cuando hablamos de la mecánica cuántica, tenemos mirar un poco hacia atrás en el tiempo y podremos darnos del gran impacto que tuvo en el devenir del mundo desde que, en nuestras vidas, apareció el átomo y, más tarde, sus contenidos. Los nombres de Planck, Einstein, Bohr, Heisenberg, Schrödinger, Pauli, Bardeen, Roentgen, Dirac y muchos otros, se pudieron a la cabeza de la lista de las personas más famosas. Aquel primer premio Nobel de Física otorgado en 1900 a Roentgen por descubrir los rayos X, en el mismo año llegaría el ¡cuanto! De Planck que inspiró a Einstein para su trabajo sobre el Efecto fotoeléctrico que también, le valdría el Nobel, y, a partir de ese momento, se desencadenó una especie de alucinante por saber sobre el átomo, sus contenidos, y, de qué estaba hecha la materia.
La conocida como Paradoja EPR y los conceptos de Tiempo y , presente, pasado y futuro.
“Nadie ha resuelto la paradoja del gato de Schroedinger, ni la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen. El principio de incertidumbre no se ha explicado y se asume como un dogma, lo mismo pasa con el spin. El spin no es un giro pero es un giro. Aquí hay un desafío al pensamiento humano. ¡Aquí hay una aventura del pensamiento!”
Fueron muchas las polémicas desatadas a cuenta de las aparentes incongruencias de la moderna Mecánica Cuántica. La paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, denominada “Paradoja EPR”, trata de un experimento mental propuesto por Albert Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen en 1935. Es relevante, pues pone de manifiesto un problema aparente de la mecánica cuántica, y en las décadas siguientes se dedicaron múltiples esfuerzos a desarrollarla y resolverla.
A Einstein (y a muchos otros científicos), la idea del entrelazamiento cuántico le resultaba extremadamente perturbadora. Esta particular característica de la mecánica cuántica permite preparar estados de dos o más partículas en los cuales es imposible obtener útil sobre el estado total del sistema haciendo sólo mediciones sobre una de las partículas.
Por otro lado, en un entrelazado, manipulando una de las partículas, se puede modificar el estado total. Es decir, operando sobre una de las partículas se puede modificar el estado de la otra a distancia de manera instantánea. Esto habla de una correlación entre las dos partículas que no tiene paralaje en el mundo de nuestras experiencias cotidianas. Cabe enfatizar pues que cuando se mide el estado de una partícula, enseguida sabemos el estado de la otra, lo cual aparentemente es instantáneo, es decir, sin importar las distancias a las que se encuentren las partículas, una de la otra, ambas saben instantáneamente el estado de la otra.
El experimento planteado por EPR consiste en dos partículas que interactuaron en el pasado y que quedan en un estado entrelazado. Dos observadores reciben cada una de las partículas. Si un observador mide el momento de una de ellas, sabe cuál es el momento de la otra. Si mide la posición, gracias al entrelazamiento cuántico y al principio de incertidumbre, puede la posición de la otra partícula de forma instantánea, lo que contradice el sentido común.
Animación que muestra dos átomos de oxígeno fusionándose para formar una molécula de O2 en su estado cuántico fundamental. Las nubes de color representan los orbitales atómicos. Los orbitales 2s y 2p de cada átomo se combinan para formar los orbitales σ y π de la molécula, que la mantienen unida. Los orbitales 1s, más interiores, no se combinan y permiten distinguir a cada núcleo. Lo que ocurre a escalas tan pequeñas es fascienante.
Si nos pudiéramos convertir en electrones, por ejemplo, sabríamos dónde y cómo estamos en cada momento y podríamos ver asombrados, todo lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor que, entonces sí, veríamos transcurrir a un ritmo más lento del que podemos detectar en los electrones desde nuestro macroestado espacio temporal. El electrón, bajo nuestro punto de vista se mueve alrededor del núcleo atómico a una velocidad de 7 millones de km/h.
A medida que se asciende en la escala de tamaños, hasta el tiempo se va ajustando a esta escala, los objetos, a medida que se hacen mayores se mueven más despacio y, además, tienen más duración que los pequeños objetos infinitesimales del micro mundo cuántico. La vida media de un neutron es de unos 15 minutos, por ejemplo, mientras que la vida media de una estrellas se puede contar en miles de millones de años.
En nuestra macroescala, los acontecimientos y ,los objetos se mueven a velocidades que a nosotros nos parecen normales. Si se mueven con demasiada lentitud nos parece que no se mueven. Así hablamos de escala de tiempo geológico, para referirnos al tiempo y velocidad de la mayor parte de los acontecimientos geológicos que afectan a la Tierra, el tiempo transcurre aquí en millones de años y nosotros ni lo apreciamos; nos parece que todo está inmóvil. Nosotros, los humanos, funcionamos en la escala de años (tiempo biológico).
El Tiempo Cosmológico es aún mucho más dilatado y los objetos cósmicos (mundos, estrellas y galaxias), tienen una mayor duración aunque su movimiento puede ser muy rápido debido a la inmensidad del espacio universal en el que se mueven. La Tierra, por ejemplo, orbita alrededor del Sol a una velocidad media de 30 Km/s., y, el Sol, se desplaza por la Galaxia a una velocidad de 270 km/s. Y, además, se puede incrementar el tiempo y el espacio en su andadura al estar inmersos y ligados en una misma maya elñástica.
Así, el espacio dentro de un átomo, es muy pequeño; dentro de una célula, es algo mayor; dentro de un animal, mayor aún y así sucesivamente… hasta llegar a los enormes espaciosa que separan las estrellas y las galaxias en el Universo.
Distancias astronómicas separan a las estrellas entre sí, a las galaxias dentro del cúmulo, y a los cúmulos en los supercúmulos.
Las distancias que separan a los objetos del Cosmos se tienen que medir con unidades espaciales, tal es su inmensa magnitud que, nuestras mentes, aunque podamos hablar de ellas de manera cotidiana, en realidad, no han llegado a asimilarlas.Y, a todo ésto, los físicos han intentado con denuedo elaborar una teoría completa de la gravedad que incluya la mecánica cuántica. Los cálculos de la mayoría de las teorías propuesta de la «gravedad cuántica» arrojan numerosos infinitos. Los físicos no están seguros si el problema es técnico o conceptual. No obstante, incluso prescindiendo de una teoría completa de gravedad cuántica, se puede deducir que los efectos de la teoría cuántica, habrían cruciales durante los primeros 10-43 segundos del inicio del universo, cuando éste tenía una densidad de 1093 gramos por centímetro cúbico y mayor. (El plomo sólido tiene una densidad de aproximadamente diez gramos por centímetro cúbico.) Este período, que es el que corresponde a la era de Planck, y a su estudio se le llama cosmología cuántica. Como el universo en su totalidad habría estado sujeto a grandes incertidumbres y fluctuaciones durante la era de Planck o era cuántica, con la materia y la energía apareciendo y desapareciendo de un vacío en grandes cantidades, el concepto de un principio del universo podría no tener un significado bien definido. En todo caso, la densidad del universo durante este período es de tal magnitud que escapa a nuestra comprensión. Para propósitos prácticos, la era cuántica podría considerarse el estado inicial, o principio, del universo. En consecuencia, los procesos cuánticos ocurridos durante este período, cualquiera sea su naturaleza, determinaron las iniciales del universo.
Una cosa nos ha podido quedar clara: Los científicos para lograr conocer la estructura del universo a su escala más grande, deben retroceder en el tiempo, centrando sus teorías en el momento en que todo comenzó. Para ello, como todos sabeis, se han formulado distintas teorías unificadoras de las cuatro fuerzas de la naturaleza, con las cuales se han modelado acontecimiento y en el universo primitivo casi a todo lo largo del camino hasta el principio. Pero cómo se supone que debió haber habido un «antes», aparece una barrera que impide ir más allá de una frontera que se halla fijada a los 10-43 [s] después del Big Bang, un instante conocido como «momento de Planck», en homenaje al físico alemán Max Planck.
Esta barrera existe debido a que antes del momento de Planck, durante el período llamado la «era de Planck o cuántica», se supone que las cuatro fuerza fundamentales conocidas de la naturaleza eran indistinguibles o se hallaban unificadas , que era una sola fuerza. Aunque los físicos han diseñado teorías cuánticas que unen tres de las fuerzas, una por una, a través de eras que se remontan al momento de Planck, hasta ahora les ha prácticamente imposible armonizar las leyes de la teoría cuántica con la gravedad de la relatividad de Einstein, en un sólo modelo teórico ampliamente convincente y con posibilidades claras de ser contrastado en experimentos de laboratorio y, mucho menos, con observaciones.
Y después de todo ésto, sólo una caso me queda clara: ¡Lo poco que sabemos! A pesar de la mucha imaginación que ponemos en las cosas que creemos conocer.
emilio silvera
Mar
21
Nuevos Mundos ¿Nuevas formas de vida?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (0)
Cada día que pasa encontramos nuevos mundos y, en esta ocasión, el que podemos ver en la imagen está acompañado por dos soles a los que orbita y de los que recibe luz y calor. Hemos descubierto más de mil mundos situados en el espacio exterior que dan vueltas alrededor de estrellas de diferentes pelajes, más pequeñas o grandes que nuestro Sol y, en alguno de esos mundos, la vida podría estar presente.
Nada contradice el hecho cieto de que el Universo, es igual en todas partes y está regido por las mismas fuerzas y constantes en cualquier región que podamos mirar por muy lejos que se pueda encontrar. Y, siendo así (que lo es), ¿qué impide que la vida pulule por otros mundos? ¿Es acaso la Tierra un planeta elegido?
El equipo del telescopio espacial Kepler de la NASA anunció no hace mucho el descubrimiento del primer exoplaneta que orbita simultáneamente dos estrellas de un sistema binario. La criatura se llama Kepler-16b -o mejor, Kepler-16 (AB)-b– y gira alrededor de dos estrellas más pequeñas que el Sol. Kepler A y Kepler B son dos astros con el 69% y el 20% de la masa del Sol respectivamente, mientras que Kepler-16b es un exosaturno que tiene 0,33 veces la masa de Júpiter. Posee un periodo de 229 días y se halla situado a 105 millones de kilómetros del par binario, la misma distancia que separa a Venus del Sol en nuestro Sistema Solar. Pero debido a que Kepler-16 AB son dos estrellas relativamente frías, la temperatura “superficial” de este gigante gaseoso ronda unos gélidos 170-200 K dependiendo de la posición orbital. Es decir, nada que ver con el infierno de Venus.
Una de las imágenes más recordadas de Star Wars es el momento en el que Luke Skywalker mira hacia la puesta de sol del desierto de Tatooine y vemos cómo se ven 2 soles. Aunque esta imagen forme parte de la historia del cine parece ser que podría ser una realidad; no es que la NASA haya descubierto la ubicación de Tatooine ni nada parecido sino que el telescopio Kepler ha localizado el planeta que orbita alrededor de dos estrellas, es decir, dos soles.
Científicos del observatorio espacial Kepler de la NASA halló un planeta que está inserto en un sistema con dos estrellas, a una distancia de 200 años luz de la Tierra.
El planeta, ubicado en la constelación del Cisne, fue bautizado con el nombre de Kepler 16b y es frío y gaseoso en vez de un tórrido desierto, por lo cual es el primer planeta circumbinario, es decir, dos estrellas, según señala el artículo en la revista Science.
Como podreis ver y leer, los medios de comunicación cuentan las noticias cientificas como mejor les parece y, no pocas veces distorsionan la realidad. Claro que, tener un científico “de verdad” en nómina y en cada especialidad…sería insoportable (económicamente hablando) para cualquier medio de comunicación y dan las noticias que les llegan de la mejor manera posible.
Las técnicas avanzan y cada vez es más fácil detectar nuevos mundos antes perdidos en el inmenso espacio interestelar y, la lejanía, las dificultades que añaden la luz emitida por la estrella que estos mundos orbitan, poco a poco, están siendo obviados por nuevas técnicas y formas nuevas que, pronto, nos llevarán a saber de mundos habitados por otros seres vivos.
Habrá que esperar un poco, y, mientras tanto, tendremos que ir adaptando la Tierra a las necesidades del futuro, ya que, las poblaciones crecen sin cesar y, las ciudades actuales no podrán cobijar a tantas criaturas.
La belleza es subjetiva y no todos la podemos valorar de la misma manera. En el futuro tendremos ciudades flotantes con sistemas de estabilidad que esquivaran las olas, y, la Tierra firme estará totalmente ocupada, teniendo que acudir a esa parte más extensa de las aguas oceánicas para construir ciudades inteligentes que nos brinden cobijo..,
Todo lo que podamos imaginar… ¡Podría ser cierto! También lo que ni podemos imaginar lo podría ser. Son tantas las variantes que existen en ese sentido de diversidad de mundos y estrellas que los puedan calentar para hacer posible la vida que, no podemos hacer otra cosa que conjeturar lo que podría ser. Desde luego, científicamente hablando, lo más probable es que sí exista la vida extraterrestre y, de como ésta pueda ser, serían muchas las variantes que lo determinarían por lo que, solo podemos especular. Me decanto, de todas las maneras, por el hecho de que la vida estará también, en otros mundos, basada en el Carbono como en la Tierra. Si el Universo es igual en todas partes y sus leyes las mismas también, ¿por qué allí sería distinto? Otra cosa sería las formas en las que puedan estar constituidos que, serían humanoides o de cualquier otro tipo, como en la Tierra, si existe vida en otros mundos, será de diversa constitución.
¿Quién no ha soñado alguna vez con seres de otros mundos?
¿Quién no se preguntó en alguna ocasión cómo serían los extrarrestres?
¿Existe alguna posibilidad de que alguna vez podamos ver uno?
Y sobre todo, ¿hay vida en otros mundos?
Según todos los indicios y datos que hemos podido obtener, en los mundos hermanos del Sistema Solar y en sus lunas, no parece que pueda haber vida como la nuestra; no reúnen las condiciones requeridas para ello. Eso no impide que pueda haber otras formas de vida en forma de bacterias u otras similares.
Como la atmósfera de Venus es extraordinariamente densa y está formada en su mayoría por dióxido de carbono, con capas de ácido sulfúrico, se forman densas nubes que oscurecen la superficie, dificultando la visión desde el espacio. Por ello, sondas como Magallanes tuvieron que emplear un sistema de radar. Las temperaturas allí harían imposible la presnecia de vida tal como la conocemos.
Las atmósferas de los planetas vecinos y las temperaturas que en ellos reinan, no son precisamente las más idóneas para que la vida germine en ellos. Sin embargo, en algún que otro satélite, como es el caso de la luna de Júpiter, Europa, que constituye un mundo completamente helado aunque debajo de la superficie (así se cree) podría existir un océano de agua no tan fría y calentada gracias a la influencia de las mareas de Júpiter, ¿quién podría asegurar que allí, en presencia de agua líquida, no podría haber alguna forma de vida?
En la luna de Saturno Titán se cree que pueden existir algunas formas de vida extraterrestres, posiblemente basadas en el metano que fluye por ríos y que la atmósfera contiene provocando lluvias de metano. Según los datos obtenidos por la sonda Cassini los ríos de metano fluyen por la superficie de Titán, además la sonda Huygens que aterrizó en Titán en 2005 mostrando las primeras imagenes de la superficie de Titán, también aporto datos muy interesantes.
Titán, con una atmósfera de metano y nitrógeno y en cuya superficie podría haber nitrógeno líquido y compuestos orgánicos sólidos. Lo que también se puede decir de Tritón, el satélite de Neptuno. Así que, son tres satélites que podrían (es concebible) tener alguna forma de vida.
Sin embargo, hasta el momento, son sólo conjeturas. El único objeto del Sistema Solar que está a una distancia idónea del Sol, que tiene los elementos y condiciones precisas para la formación de la vida (temperatura, atmósfera, etc), es el planeta Tierra.
El número total de estrellas en el universo conocido se calcula que sobrepasan los 1.000 millones de millones (1.000.000.000.000.000.000.000). Nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, contiene más de cien mil millones de estrellas. Si todas las estrellas se han desarrollado bajo los mismos parámetros que la nuestra (el Sol), es lógico pensar que casi todas ellas tendrán su propio sistema planetario.
Sin embargo, lo que no es tan probable, es que todas tengan un planeta con la composición, la atmósfera, la distancia idónea a su estrella y abundante agua y los productos químicos necesarios para la creación y surgimiento de la vida.
Son muchos los planetas descubiertos fuera de nuestro sistema solar, todos ellos muy grandes, incluso varias veces el volumen y la masa de Júpiter (no aptos para la vida inteligente tal como la conocemos).
Otros Sistemas planetarios, como el nuestro, tienen planetas situados en la zona habitable
Hay que esperar a que estén en funcionamiento las nuevas generaciones de telescopios, con técnicas superiores al Hubble, que nos podrán buscar nuevos planetas fuera del Sistema Solar y que a muchos años-luz de nosotros, podrían albergar vida inteligente.
El descubrimiento de planetas enormes situados en sistemas solares muy lejanos son una esperanza, ya que donde existen esa clase de planetas, es lógico pensar que existan otros más pequeños que, como la Tierra, puedan tener condiciones distintas y que permitan alguna clase de vida.
La imagen de Galileo mirando por su telecopio a las estrellas lejanas es sólo un símbolo del pasado. Ahora, los modernos astrónomos cuentan con sofisticados telescopios de última generación que dirigen por ordenador y sentados cómodamente las operaciones de investigación de las estrellas. Los datos son estudiados y normalizados por enormes y potentes computadoras que, en la pantalla de ordenador, les enseña lo que han detectado. Así es la astronomía moderna que contando con nuevas técnicas y muchos medios, pueden descifrar problemas antes irresolubles.
Hay estudios que favorecen la creencia de que los sistemas solares son tan comunes como las estrellas. Pero, aún suponiendo que la mayoría e incluso todas las estrellas posean sistemas planetarios, y que muchos de esos planetas sean similares a la Tierra en tamaño, debemos saber qué criterios han de satisfacer o qué requisitos deben tener o cumplir para que sean habitables.
Incluso en planetas que orbitan estrellas distintas al Sol, podría estar la vida presente
Se cree que una estrella debe tener cierto tamaño para poder poseer un planeta habitable. Cuanto más grande es la estrella tanto menor es su tiempo de vida, y si excede de ciertas dimensiones, no vivirá lo suficiente como para permitir que un planeta recorra las prolongadas etapas de su evolución química, antes de que se puedan formar y desarrollar en él formas de vida complejas.
Si la estrella es demasiado pequeña no puede calentar suficientemente a un planeta si este no está muy próximo a ella, y en tal caso, sufriría periódicos efectos perjudiciales. Se estima que sólo las estrellas de las clases espectrales F2 a Kl son adecuadas para el mantenimiento de planetas con nivel de habitabilidad suficiente para seres humanos: planetas que puedan ser colonizados (si algún día conseguimos el viaje -la forma- de desplazarnos entre las estrellas).
Si pensamos que en nuestra galaxia existen 100.000 millones de estrellas, y que tal ingente número de soles es la media de las galaxias, podemos suponer, aplicando la lógica, que estrellas del tipo idóneo para tener planetas como la Tierra o similares deben ser miles de millones. Lo que nos lleva a la conclusión de que, planetas como el nuestro también podrían ser unos cuantos.
Es probable que estos planetas portadores de la vida puedan estar distribuidos por el universo de manera uniforme; la dificultad es que el universo es demasiado grande. Si cada 100.000 años-luz cúbicos existiera un planeta como la Tierra, serían muchísimos los planetas con vida, lo que nos llevaría a tener que explorar a una distancia mínima de unos 30 años-luz para encontrar uno de esos planetas hermanos del nuestro.
Sería extraño que por esta región pudiera existir vida inteligente y que, a pesar de la cercanía con nuestro Sistema solar (4,3 años-luz), no tuviéramos ninguna prueba de su existencia. Claro que, también podría tratarse de formas de vida poco evolucionadas que no han conseguido aún la tecnología necesaria para las comunicaciones a tan largas distancias.
Algún especialista, no recuerdo ahora mismo su nombre, expuso la idea de que 14 estrellas distantes de nosotros a lo sumo 22 años-luz, pueden poseer planetas habitables y sopesó las probabilidades de que esto pueda ser así en cada caso. Llega a la conclusión de que la mayor probabilidad de planetas habitables se da precisamente en las estrellas más cercanas a nosotros, las dos estrellas similares al Sol del Sistema Alfa Centauro A y B. Según estimaba este señor, estas dos estrellas compañeras tienen, consideradas en conjunto, una posibilidad entre diez de poseer planetas habitables, la probabilidad total para el conjunto de 14 estrellas vecinas es de 2 entre 5.
Si todas las leyes del universo son las mismas que rigen aquí en la Tierra y en el Sistema Solar y en nuestra galaxia, entonces creo que para opinar sobre la posibilidad de vida extraterrestre, hay que conocer los trabajos de H. C. Urey, Stanley Lloyd Miller y otros estudiosos del origen de la vida en la Tierra, y aplicando sus estudios a planetas lejanos, tendremos la respuesta adecuada.
En los años 50, los bioquímicos Stanley Miller y Harold Urey llevaron a cabo un experimento que mostraba que varios componentes orgánicos se podían formar de forma espontánea si se simulaban las condiciones de la atmósfera temprana de la Tierra.
Diseñaron un tubo que contenía la mayoría de los gases, similares a los existentes en la atmósfera temprana de la Tierra, y una piscina de agua que imitaba al océano temprano. Los electrodos descargaron un corriente eléctrica dentro de la cámara llena de gas, simulando a un rayo. Dejaron que el experimento se sucediera durante una semana entera, y luego analizaron los contenidos en la piscina líquida. Se dieron cuenta de que varios aminoácidos orgánicos se habían formado de manera espontánea a partir de estos materiales inorgánicos simples. Estas moléculas se unieron en la piscina de agua y formaron coacervados.
Este experimento, junto a una considerable evidencia geológica, biológica y química, ayuda a sutentar la teoría de que la primera forma de vida se formó de manera espontánea mediante reacciones químicas. Sin embargo, todavía hay muchos científicos que no están convencidos.
Como nos dice Kike en uno de sus comentarios, está claro que las distancias nos impiden ese contacto con otras civilizaciones extraterrestres. El Espaciotiempo que nos separa de ellas es demasiado grande para que podamos llegar a ellos o ellos hasta nosotros. Y, como bien apunta, será en el futuro lejano, cuando una vez en posesión de los conocimientos necesarios, podamos, al menos, intentar esquivar el espacio-tiempo y, por caminos ahora desconocidos, poder llegar hasta esos lejanos lugares donde habitan otros seres. Sin que consigamos conquistar esos conocimientos para poder burlar la velocidad de la luz, ese límite infranqueable en nuestro universo, no conseguiremos nunca llegar hasta ellos.
Fermi preguntó ¿Dónde está todo el mundo? ¿Dónde están los extraterrestres? Esa es su Paradoja
Nos tenemos que preguntas: ¿Es la Tierra un planeta especial? Si no es así, por qué no hem,os podido, hasta el momento ver a nadie de otros mundos. Si es que nosotros no estamos lo suficientemente avanzados… ¿Ellos tampoco lo están?
¿Son ellos tan avanzados que saben deambular por todo el Universo y tienen, otros lugares y otros sistemas de vida tan avanzados que, Civilizaciones como la nuestra simplemente son observadas mientras evolucionan sin ingerencias.
Creo que mundos habitados tienen que existir en un sin fin de Sistemas planetarios en múltiples regiones de nuestra propia Galaxia y, no digamos del Universo en su totalidad, donde más de cien mil millones de galaxias contienen cientos de miles de millones de estrellas y un sin fin de mundos, entre los que, simplemente por lógica, deben existir muchos de ellos habitables.
¿Cómo podríamos reconocer sus señales y ellos las nuestras? ¿Quién sabe que símbolos utilizarán para definir las matemáticas y de qué manera utilizan las ondas electromagnéticas para comunicarse.?
Claro que, no sabemos tanto como para estar seguros de que, en este mismo Tiempo nuestro, puedan estar entre nosotros sin que los podamos detectar. ¿Ciencia Ficción? Bueno, si miramos hacia atrás en el Tiempo y lo comparamos con el Tiempo presente y todo lo que hemos conseguido… ¿No es acaso ciencia ficción para nuestros ancestros? Ya no podemos negar nada, todo podría ser posible.
Otra cuestión será el coincidir, tanto en el espacio como en el tiempo, con otras civilizaciones inteligentes; no será fácil. Podría darse el caso de civilizaciones que existieron y desaparecieron antes de que apareciéramos nosotros, o que existan en este mismo momento y que estén tan atrasadas que no podamos detectar sus señales electromagnéticas inexistentes, o que estén tan adelantados que no quieran saber nada de nosotros y estén esperando el momento idóneo de nuestra evolución para contactar, ¿quien podría saber la verdad? Otra posibilidad es que nosotros nos destruyamos antes de que todo eso sea posible.
Pensemos por un momento que existen planetas idóneos para la vida a 500 años-luz de la Tierra, y en ese tiempo, recorreríamos 4.730.400.000.000.000 Km si tuviéramos naves espaciales cuya velocidad igualara a la velocidad de la Luz. Pero como nuestros vehículos espaciales sólo alcanzan 50 o 60 mil Km/h, ¿qué materiales tendría que tener la nave viajera para que no se destruyera por el camino?, ¿quién podría soportar tal viaje?, ¿cuántas generaciones pasarían antes de llegar?, ¿qué seres llegarían después de las mutaciones sufridas en la ingravidez durante tanto tiempo?
Una sola cuestión es segura: la vida existe fuera de nuestro Sistema Solar, lo contrario sería un milagro. No podemos ser tan ególatras y pensar que estamos solos, sería mucho espacio para tan pocos.
emilio silvera
Mar
15
Nada muere… ¡Simplemente cambia y se transforma!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo misterioso ~ Comments (5)
La casualidad quiso que la órbita de la Estación Espacial Internacional pasara por encima de la isla rusa de Matua, hev een el archipiélago de las Kuriles, instantes después de que el estratovolcán Sarycntrara en erupción. Las imágenes que fueron tomando los astronautas desde 350 Km de altura son impresionantes:
El Caos y la destrucción que nos puede dar la variedad de colores, olores y sabores que junto con la belleza destruida o construida cambiará el paisaje del lugar donde puedan ocurrir acontecimientos como este que observan los tripulantes de la Estación Espacial Internacional, como bien se dice, desde su privilegiada atalaya.
Los volcanes han existido desde los inicios de la Tierra hace 4.500 millones de años. Si bien las erupciones volcánicas pueden destruir la flora y la fauna en su entorno, la lava enriquece el suelo con variados minerales. La mayor parte de los volcanes están situados a lo largo de los límites activos de las placas continentales. Los volcanes submarinos se hallan en regiones donde tienen lugar nueva formación de corteza terrestre, como en la dorsal oceánica. Estos volcanes pueden formar islas.
Los volcanes terrestres se encuentran, por lo general, en zonas de subducción, que se hallan especialmente en el Océano Pacifico. Los volcanes situados en las regiones costeras están distribuidos como una “sarta de perlas” y constituyen el anillo de fuego del Pacífico., en el que se encuentran más del 80% de los volcanes actuales. Además, los “puntos calientes” donde la fusión interna de la corteza crea magma, producen volcanes que son independientes de las placas continentales y sus limites. Un ejemplo de de este grupo lo constituyen los volcanes de Hawai.
Los volcanes se alimentan de las cámaras magmáticas, una especie de bolsas de rocas fundidas, a más de 1 km bajo la corteza terrestre. Si la presión en la cámara sobrepasa un determinado nivel (que es que parece que ha ocurrido en el de la imagen), el magma asciende por fisuras y grietas y forma una chimenea volcánica.
En el interior de esas montañas están activos materiales en forma de gases, líquidos y sólidos, todo a altas temperatura y presión. Cuando se producen las explosiones las zonas circundantes son bombardeadas con materiales y enterradas bajo una gruesa capa de ceniza en poco tiempo. Es la erupción denominada piroclástica (como la ocurrida en el año 79 a.C. que sepultó la ciudad de Pompeya bajo una capa de cenizas de 25 cm. de espesor) y los materiales pueden llegar a formar una nube piroplástica de 1.000 Cº de temperatura que puede desplazarse a 1.000 Km/h.
Hay diferentes tipos de explosiones volcánicas y en cada una de ellas se producen diferentes acontecimientos pero, como sólo se trata de dejar una leve y sencilla reseña de lo que estamos viendo en la imagen, creo que con la explicación dada queda bien.
Hasta hace muy poco no podía predecir este tipo de fenómenos naturales y, la gente que vivía en poblaciones situadas cercas de las laderas volcánicas estaban en peligro auque raramente, se producían erupciones espontáneas sin avisos previos como los terremotos, los volcanes y sus actividades son controladas por sismógrafos.
Los cráteres volcánicos, como parece ser el caso, están frecuentemente llenos de agua de lluvia y freáticas, formando lagos. Suele ocurrir que, tras una erupción volcánica, sean destruidos miles de kilómetros cuadrados de terreno a su alrededor y cambien por completo la orografía de la zona. Parece imposible pensar que la Naturaleza pueda recuperarse tras un acontecimiento de este tipo, sin embargo, las primeras muestras de vida vegetal aparecen a unos escasos tres meses del acontecimiento en los campos cubiertos por las cenizas ricas en minerales. Poco tiempo después, vuelven los animales y la vida, se reanuda, como si allí, nada hubiese pasado.
Así es la Naturaleza, y, como tantas veces se dijo aquí, algo se destruye para que algo surja a la vida. ¿Esperanza después de la muerte?
emilio silvera