Abr
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Algún día, lejano en el futuro, sabremos lo que la Conciencia es
por Emilio Silvera ~ Clasificado en conciencia ~ Comments (1)
Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquella que todos los estados conscientes comparte. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad. La integración se rfiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Es una propiedad que está relacionada con nuestra incapacidad para hacer conscientemente dos cosas al mismo tiempo, como, por ejemplo confeccionar un balance de cuentas mientras que al mismo tiempo que se mantiene una discusión sobre los agujeros negros.
El diagrama que podemos tener del cerebro-mente, sería una cosa así:
Otra propiedad clave de la experiencia consciente, y una que aparentemente contrasta con la anterior, es su extraordinaria diferenciación o informatividad: En cada momento podemos seleccionar uno entre miles de millones de estados conscientes posibles en apenas una fracción de segundo. Nos enfrentamos, pues, a la aparente paradoja de que la unidad encierra la complejidad.
El abanico y la variedad de la fenomenología consciente abarcan tanto como la experiencia personal y llegan tan lejos como la imaginación de cada persona: es el teatro privado de cada uno. Muchos son los libros que se han escrito con el propósito de categorizar el dominio de lo consciente y se han levantado incluso sistemas filosóficos enteros sobre la base de intentos por descifrar su estructura.
Cada uno de los estados conscientes es unitario e indivisible, pero al mismo tiempo cada persona puede elegir entre un ingente de estados conscientes …
Los estados conscientes se nos manifiestan en forma de perceptos sensoriales, de imágenes, de pensamientos, de discurso interios, de emociones y de sentimientos de voluntad, mismidad, familiaridad…Estos estados pueden producirse en cualquier combinación y subdivisión posible. Las percepciones sensoriales -los constituyentes de la experiencia consciente- se presentan en varias modalidades: vista, oido, tacto, olor, gusto…es la percepción de nuestro propio cuerpo (quinestesia) la sensación de la posesión del cuerpo a través de los sentidos que nos sitúan en el mundo y los mismo nos hablan de placer que de dolor. Sin embargo, no siempre damos a los sentidos la importancia que realmente tienen. Por ejemplo, cada uno de los sentidos tiene distintas vertientes y están provistos de una riqueza que nos lleva a una comprensión más elevada del mundo que nos rodea. La experiencia visual, por ejemplo, incluye el color, la forma, el movimiento, la profundidad.
Es la vista la que hace que en estado consciente, podamos valorar todos y cada uno de los matices presentes en la escena de arriba.
¿Que decir de la facultad del pensamiento? El pensamiento, el discurso interior y la formación consciente de imágenes nos recuerdan poderosamente que se puede construir una escena consciente incluso en ausencia de impresiones externas. Los sueños constituyen la demostración más palmaria de este hecho. Pese a ciertas peculiaridades, como la credulidad, la resolución y la pérdida de auto reflexión del que sueña, la ensoñación y la conciencia despierta son notablemente parecidas (“soñar despierto”). Los objetos visuales y las escenas “vividas” en el sueño, suelen ser reconocibles, el lenguaje es inteligible e incluso las historias que se desarrollan en los sueños pueden llegar a ser tan coherentes que, no en pocas ocasiones, muchas personas llegaron a tomarlas por reales.
Estar en otros mundos sin ausentarte de este
La Conciencia puede ser activa o pasiva y, según qué ocasión, le pedimos o no un esfuerzo extra. La mayor parte de las veces dejamos que las impresiones sensoriales tomen posesión libremente de nuestros estados sensoriales, sin prestar especial atención a esto o aquello, la conciencia es tan receptiva y amplia como natural y libre de esfuerzo cuando, por ejemplo, visitamos una ciudad y paseando disfrutamos de sus vistas. Por otra parte, cuando buscamos específicamente un punto concreto en el flujo constante de entradas sensoriales al que estamos expuestos, la percepción se convierte en una actividad orientada a la acción concreta de esa búsqueda.
La Plaza de las Cibeles de Madrid
Claro que, la experiencia consciente varía en intensidad; el nivel global de alerta puede variar desde la casi nula vigilancia del sopor hasta el estado hipervigilante de un piloto de guerra en acción, y la percepción sensorial puede ser más o menos vívida. También tenemos esa conocida habilidad llamada atención, que nos permite seleccionar o amplificar diferencialmente ciertas experiencias conscientes en detrimento de otras experiencias coetáneas..
Además, la conciencia se halla conectada y vinculada a ciertos aspectos de la memoria. De hecho, a menudo se equipara la memoria inmediata, que dura apenas una fracción de segundo, a la propia conciencia. Claramente, la memoria de trabajo -la habilidad de “tener presente” y manejar los contenidos conscientes, como los números de teléfonos, las frases y las posiciones en el espacio, durante unos segundos-, está estrechamente realcionada con la Conciencia.
Está claro que, en cada uno de nosotros y según en qué situaciones que representan nuestro teatro privado de cada día nos encontremos, podemos estar situados en escenarios cambiantes que, para bien o para mal, lo podríamos denominar “comedia”, “farsa” o “tragedia”, con una dramatis personal, el “yo” como protagonista. Y, así será hasta que caiga la cortina al final de la obra de la vida. Y, mientras la obra transcurre, cada uno de nosotros vive su “historia”personal de vivencias intranferibles que, en definitiva, serán las que conformen su mundo particular.
La Bailarina estudia los pasos y, dentro de “su mundo”, tiene unas sensaciones que su conciencia “archiva como experiencias personales. En sus mentes, están guardados los recuerdos de esos movimientos practicados una y mil veces, y, cuando los tiene que ejecutar, lo hace de manera automática y natural, son acciones recogidas en su memoria que sólo tienen que recuperar en el momento oportuno.
El vulcanólogo hace su trabajo como la bailarina el suyo. Sin embargo, las experiencias son distintas y las sensaciones de cada uno de ellos crean una química diferentes en sus cuerpos. La una puede estar exaltada, imbuida de una alta sensibilidad artística, mientras que el otro, expuesto a un peligro real, está inmerso en un mar de adrenalina y, ese momento se gravará en su mente y quedará imborrable para siempre.
Aunque vivamos aquí, no es cierto que aquí esté “todo” nuestro “mundo” que, en realidad, escapa de este que arriba vemos y llega hasta los confines de nuestra imaginación que, dicho sea de paso, sobrepasa los confines del Universo mismo. La Imaginación es un arma muy poderosa, y, si nada la para, si la Naturaleza permite su transcurrir evolutivo…¿En qué se podrá transformar?
Estamos inmersos en un mundo, en una Galaxia, en un Universo que (aunque creamos lo contrario), no hemos llegado a conocer. Nuestros sentidos (que se unifican para conformar nuestro “sentido común”), observan el entorno y perciben todos y cada uno de los mensajes que les llegan del exterior, nos dice cómo es el mundo que nos rodea, y, sin embargo, es nuestra Mente, la que sintetiza “esa realidad” percibida y la conforma según su estructura natural que la lleva a “comprender” esos mensajes exteriores “a su manera”, construyendo un “mundo” especial de una realidad adaptada a nuestra conveniencia y que, por ello, puede diferir la la verdadera realidad.
Nada es imposible para la Imaginación, siempre que nuestras mentes tengan la capacidad de crear ideas
Cualquier diccionario que podamos leer nos dirá que la ralidad es la existencia real y efectiva de una cosa, verdad, sinceridad, la totalidad de las cosas que existen (¿el Universo?) y de los hechos que suceden en el mundo -entendiendo por el mundo todo el universo-. Sin embargo, en nuestro Universo, nada resulta ser tan fácil. También existen realidades virtuales que no siempre están referidas a ordenadores y computación y que están referidas a la acción de producir una apariencia de realidad que permita al individuo tener la sensación de estar presente en ella. Pero,no poemos estar seguros de que, “nuestra realidad” sea la misma realidad de la naturaleza que nos acoge.El cine se encarga de construir escenarios irreales que, nos llevan a mundos de fantasía, o, nos señala otros que podrían ser.
¿Será su “ralidad” la misma realidad nuestra? Probablemente no. El que compartamos el mismo planeta no hace que todos tengamos las mismas percepciones, sensaciones, emociones, aspiraciones, alegrías, miedos, tristezas, penas, sentimientos, fuerza, personalidad, voluntad de hacer, fuerza para luchar, y, el caso de las conciencias está, no pocas veces, condicionado por factores que el individuo no pudo elegir. Claro que, muchas veces una simple mirada, nos puede transportar a otro mundo que, para muchos “será totalmente irreal”. Pero soñar… podemos todos, otra cosa será poder realizar los sueños.
Los pensamientos conscientes han ido evolucionando a medida que el hombre se acercó más y más a la Naturaleza y la fue conociendo más profundamente, y, tales conocimientos, nos acercaron a la consciencia de cómo eran las cosas sin divinidades, ni deidades que, por encima de nuestro mundo, podían regir las cosas.
Son variadas las hipótesis que circulan sonbre el tema, cuantan que, el origen real de la filosofía fue en un pueblo griego, ya que su rechazo de lo sobrenatural, de lo mágico son signos de una racionalidad que difícilmente podemos encontrar en otras formas de pensamiento. Nace alrededor del S.VII-VI a.C. como resultado de una nueva actitud ante el universo: el hombre no se conforma con las repuestas míticas, sino que busca respuestas a los secretos del universo con la única ayuda de su razón y su lógica. Este nuevo tipo de pensamiento se conoce como el paso del mito al logos. Fue Tales de Mileto el que comenzó esa historia, y, a él podríamos dar el mérito de haber desencadenado los primeros pasos hacia el conocimiento de la mente, toda vez que, conocer la Naturaleza es conocernos a nosotros.
En filosofía se habla de realismo que es una actitud opuesta al idealismo, según la cual, las cosas existen fuera e independientemente de la conciencia (el sentido común), que las capta pasivamente en el “conocimiento” que nunca trata de poner de su parte ningún elemento que las pueda desvirtuar. De esa manera, la filosofía trata de decirnos que, esa realidad que percibimos, podría no ser la realidad y que nuestros sentidos nos engañan a través de la mente, muchas veces (como nos decía Kike en elguna ocasión) para nuestro propio bien, ya que, no estamos preparados para soportar la cruda realidad del Mundo y a los peligros que estamos sometidos, lo que provoca una especie de salvaguarda que nos sitúa en ese “otro mundo” inexistente.
Cualquier mundo que podamos imaginar estarña allí, en algún lugar remoto de alguna galaxia perdida en la inmensadidad del Cosmos. Nada en el Universo es imposible y, si pudiéramos viajar a esas regionaes lejanas, con asombro veríamos que existe, todo lo que podamos imaginar… ¡Y mucho más!
No siempre, aunque lo parezca, es mágico lo que podamos pensar que, pudiera estar presente en mundos remotos que no hemos llegado a conocer. Nuestra imaginación es ilimitada pero, ¿Y la realidad? En cuántas formas se puede presentar ante nosotros para sorprendernos.
Nos valemos de muchas tretas para escapar a la realidad, y, un ejemplo es el Realismo Mágico, esa corriente literaria hispanoamericana que se da en la segunda mitad del siglo XX, que introduce elementos fantásticos dentro de una línea narrativa realista (García Márquez, A. Uslar Pietri, A. Carpentier y J. Rulfo y otros). Yo me quedo con la obra de J.L. Borges que, en su inmensa imaginación fue capaz de recrear un universo mágico dotado de absoluta coherencia. Su narrativa maneja con destreza y maestria lo insólito, pero no se trata de un simple juego con la fantasía, sino que el autor nos propone sutíles juegos mentales, ejercicios de imaginación que en realidad muestran profundas cuestiones metafísicas.
Si entendemos por realismo la representación detallada y precisa de la Naturaleza, es esta una tendencia artística que, a lo largo de la historia, se ha repetido en mopmentos y espacios geográficos muy diferentes, desde las pinturas rupestres de las cuevas. Sin embargo, el realismo no fue considerado un programa estético determinado hasta mediados del siglo XIX en Francia, donde constituyó la corriente dominante tanto en pintura como en literatura, y estuvo, además, en la base de la transición hacia el impresionismo y el simbolismo.
¿Quién podría negar la realidad de esta imagen?
Otro “Realismo” encuadra en lo Histórico y Social que sería muy largo de exponer aquí, un trabajo que tiene sus miras puestas en otro horizonte. En todo este contexto, existen otras muchas clases de “realismo” que tratan de representar distintas fasetas del mundo.
Todo ello, nos lleva a comprender “cuántas realidades” podemos imaginar en nuestras mentes, y, deducir que, la “realidad” como la teoría einsteniana, es relativa, ya que, lo que para nosotros puede ser una realidad para otros seres que podrían existir, la realidad sería otra muy diferente. Percibimos el mundo que nos rodea con los medios de que nos dotó la Madre Naturaleza, y, esos medios, marcan el límite de “nuestra realidad” que nunca será la realidad misma, sino la nuestra.
Para muchos, el único realismo de su vidas ha sido siempre el duro trabajo, si yo os contara.
Sin embargo, y, a pesar de que creo firmemente en la existencia de distintas realidades que dependen del observador, también creo en la existencia de una única realidad para todos. Pongamos como ejemplo, al electrón, esa partícula elemental de la familia de los leptones que, tan importante resulta ser para la configuración del mundo que conocemos, para la existencia der los átomos y de nosotros mismos.
El electrón tiene una masa en reposo (me) de 9, 109 3897 (54) x 10-31 kg y una carga negativa de 1,602 177 33(49) x 10-19 culombios. Esa realidad, aunque vinieran los sabios físicos de un planeta habitable situado en la estrella Resplandor de una Galaxia muy lejana, cuando hicieran los cálculos matemáticos y los experimentos necesarios, las cifras seguirían siendo las mismas, toda vez que, al tratarse de constantes fundamentales, ni la masa ni la carga pueden tener otra realidad distinta sea cual fuere el observador. Esto nos quiere decir que hay realidades que nunca cambian y, eso, nos puede traer alguna esperanza de que, alguna vez, podríamos conocer el Universo, tal como es.
Esta sí es una realidad, sin ella, el mundo no sería tal como lo conocemos.
Sin embargo, no podemos negar nuestras limitaciones tanto de percepción como intelectuales para reconocer “el mundo” tal como es. Es “nuestro mundo” que, cuando sea visitado por “otros”, pudiera ser otro mundo distinto al que nosotros percibimos y, podrían “ver” cosas que nosotros no vemos.
Vivímos en nuestra propia realidad, la que forja nuestras mentes a través de los sentidos y la experiencia. Incluso entre nosotrosm mismos, los seres de la misma especie, no percibimos de la misma manera las mismas cosas. Sí, muchos podemos coincidir en la percepción de algo, sin embargo, otros muchos diferirán de nuestra percepción y tendrán la suya propia. Esa prueba se ha realizado y la diversidad estuvo presente.
No, no será mnada fácil despejar las incognitas presentes en esta inmensa complejidad que llamamos Mente. Creo de manera firme que, finalmente, todo se traduce a Química y Luz. Energías de velocidades alucinantes que recorren el enmarañado entramado de neuronas y que hace posible todas y cada una de las maravillas que “real”mente se producen en nosotros y que no siempre sabemos traducir ni comprender.
¡Qué complicado resulta ser todo! La química de la vida puede estar presente en cualquiera de esos pequeños mundos que nos rodean y,en los cientos o miles de estudios que se han realizado, la coincidencia es inmensa. La Vida estará presente en cientos de miles de mundos y su origen siempre resulta estar en las estrellas. Allí, en esos objetos brillantes del cielo, se forman los elementos complejos necesarios para que, mediante mecanismos que no hemos llegado a conocer, se estructuren en las diversas formas de vida que, en unos casos conocemos y en otros no. Lo único cierto es que nuestras consciencias van acaparando hechos y conocimientos que nos permiten llegar cada vez lejos en el saber del mundo.
Algunos tienen en sus mentes mundos imposibles
Si todos pudiéramos tener la misma visión de la realidad, el mundo en el que vivímos ¿sería mejor? No estoy seguro de eso. Sin embargo, y, por otra parte, parece que la Naturaleza ha querido que la cosa sea tal como es, es decir, diferentes maneras de percibir, y, esa divergencia de ideas sobre las cosas, es una riqueza que nos lleva a descubrir, a idear nuevas cosas, nuevas formas, nuevos caminos. De tener todos la misma percepción de las cosas, seríamos como robots, como programas de ordenador, y, la riqueza y frescura de ideas estarían ausentes.
Así que, amigos míos, sigamos cargando con elm peso de la Incertidumbre, nunca podremos saber cuál será esa realidad del mundo que incansables perseguimos. ¿Sabremos algún día determinar lo que es y lo que no es?
Para no saber, no sabemos ni nuestra propia realidad. No os habeis preguntado en alguna ocasión, ¿quién soy yo? Esa pregunta nos sumerge en un mar de dudas, ya que, todavía no he podido contestar a esa “sencilla” pregunta.
emilio silvera
Abr
7
El Universo y los pensamientos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Cosmología ~ Comments (1)
Está claro que el tiempo pasa y cada generación trata de saber lo que hicieron las que las precedieron. Los vestigios del pasado son muchos y, no siempre sabemos traducir sus mensajes pero, los estudiamos y procuramos llegar a explicaciones lógicas de lo que aquello pudo ser, y, para ello, nos transportamos a aquellos contextos del pasado, a las mentalidades de los pobladores que dejaron monumentos que, con una mezcla de lo religioso-astronómico, quería simbolizar lo que ellos creían.
Desde el Parque Nacional del Teide se puede conseguir una buena vista de nuestra Vía Láctea
La “infinitud” de la Vía Láctea, inconmensurable para nosotros, es sólo una más, de decenas de miles de millones que pueblan nuestro Universo. Así, nuestra Galaxia para nosotros “infinita”, es, sencillamente, un objeto más de los muchos que pueblan las regiones del Cosmos. Cientos de miles de millones de estrellas que brillan por todas partes, asombrosos enjambres de planetas repartidos por cientos de miles de sistemas planetarios, cuásares y púlsares, estrellas enanas blancas, marrones y negras, gigantes rojas, Nebulosas de increíbles dimensiones en las que nacen nuevas estrellas y mundos, explosiones supernovas y aguejros negros gigantes que engullen todo el material que pueda capturar… ¡El Universo! nunca dejará de asombrarnos, ni por su inmensidad, ni por su diversidad.
Utilizando una cámara nueva y más poderosa, el Telescopio Espacial Hubble, ha descubierto lo que parece ser el objeto más distante jamás observado, una proto galaxia pequeña a 13.200 millones -luz de distancia, que se remonta a tan sólo 480 millones de años después del nacimiento del universo o Big Bang. Es decir, nos ha traído una galaxia en formación a escaso tiempo del comienzo del tiempo.
Immanuel Kant llegó a la conclusión de que las galaxias eran universos-islas pero, él escribió primero que las nebulosas elípticas, ofrecían una visión que se podía asimilar a un “sistemade muchas estrellas” que se hallan a “enormes distancias”. Aquí, por primera vez se hizo un retrato del universo formado por galaxias a la deriva en la vastedad del espacio cosmológico. El libro de Kant, titulado Historia general de la naturaleza y teoría del cielo, fue publicado -si esta es la palabra apropiada- en 1755, pero su editor quebró, los libros le fueron confiscados para sus deudas y la obra de Kant, cayó en el olvido.
Los entusiasmos galácticos de Kant, a pesar de todo, contribuyeron a sensibilizar la mente humana a la riqueza potencial y la vastedad del universo. Pero el arrobamiento por sí solo por muy perspicaz que sea, es, un fundamento inadecuado para fundamentar una cosmología científica. Determinar si el universo está constituido realmente por galaxias requería hacer un mapa del universo en tres dimensiones, mediante observaciones muy exactas, si no menos arrobadoras, que la contemplación meditativa de Lambert y Kant.
Entró en escena William Herschel, el primer astrónomo que llevó a cabo observaciones agudas y sistemáticas del universo más allá del Sistema solar, donde está la mayor parte de lo que existe. De hecho, en la primera parte del siglo XIX, miles de galaxias fueron identificadas y catalogadas por William y Caroline Herschel, y John Herschel. 1900, se han descubierto en exploraciones fotográficas gran cantidad de galaxias. Éstas, a enormes distancias de la Tierra, aparecen tan diminutas en una fotografía que resulta muy difícil distinguirlas de las estrellas. La mayor galaxia conocida tiene aproximadamente trece veces más estrellas que la Vía Láctea.
El observatorio espacial Herschel ha facilitado a un grupo de astrónomos observar cinco galaxias muy lejanas gracias al efecto lente gravitatoria. Así, de alguna manera, y en memoria de Herschel, el Telescopio que lleva su nombre continñua su que fue fundamental
En 1912 el astrónomo estadounidense Vesto M. Slipher, trabajando en el Observatorio Lowell de Arizona (EEUU), descubrió que las líneas espectrales de todas las galaxias se habían desplazado la región espectral roja. Su compatriota Edwin Hubble interpretó esto como una evidencia de que todas las galaxias se alejaban unas de otras y llegó a la conclusión de que el Universo se expandía. No se sabe si continuará expandiéndose o si contiene materia suficiente para frenar la expansión de las galaxias, de forma que éstas, finalmente, se junten de , parece que ésto último no sucederá nunca. La materia del Universo parece estar aproximadamente en la tasa del la Densidad Crítica. Si es así, el Universo se expandirá para siempre y tendrá una muerte térmica: El frío desolador del Cero Absoluto (–273 ºC) donde ni los átomos se mueven.
Es curioso como Herschel, encontró su camino la plenitud siguiendo las huellas de Kepler y Galileo a través del puente que lo llevó de la Música a la Astronomía. La habilidad de Herschel como observador era también muy refinada; sabía utilizar los telescopios. Él decía: “Ver es un arte que es necesario aprender”.
“La luz de las estrellas fijas es de la misma naturaleza [que] la luz del Sol” nos decía Newton, mientras que E. Hubble, comentaba que: “Las observaciones siempre involucran una teoría”. Ambos llevaban razón. Surgieron dos escuelas de pensamiento sobre la naturaleza de las “nebulosas elípticas” que predominaron en el siglo XIX. Una de ellas, la teoría del universo-isla de Kant y Lambert- la expresión es de Kant-, sostenía qwue nuestro Sol es una de las muchas estrellas de una Galaxia, la Vía mLáctea, y que hay otras muchas galaxias, que vemos a través de grandes extensiones de espacio nebulosas espirales y elípticas. (como eran llamadas en aquel tiempo a las galaxias que, no se podían ver con la nitidez que nos proporcionan nuestras modernos telescopios.)
Einstein entra en escena. Nació en Ulm, donde Kepler antaño había deambulado en busca de un impresor, con el manuscrito de las Tablas Rudolfinas Bajo el brazo. Einstein como sabemos, fue un niño aislado y encerrado en sí mismo. No habló los tres años. Daremos un salto hasta 1905, año en el que comenzaron a cristalizar sus pensamientos pudiendo escribir cuatro artículos memorables que lo situaron en ese lugar de privilegio de los verdaderos maestros.
N0, Einstein no llegó a la Física y la Cosmología en bicicleta, él cogió una autopista mayor, esa que está conformada por los pensamientos y que nos pueden llevar más lejos, de lo que cualquier vehículo nos podrá llevar nunca. El primero de aquellos -ahora famosos- artículos, fue publicado tres días después de cumplir los veintiseis años, contribuiría a poner los fundamentos de la física cuántica. Otro modificó el curso de la teoría atómica y la mecánica estadística. Los otros dos enunciaron lo que se conoció como la teoría de la relatividad especial.
Cuando Planck, por aquel entonces director editorial de la Revista científica Annalen der Physik, levantó la mirada después de leer el artículo sobre la relatividad especial, sabiendo inmediatamente que el mundo había cambiado. La era Newton había terminado y había surgido una nueva ciencia reemplazarla.
La odisea que llevó a Einstein hasta la relatividad especial -y de ella a la relatividad general, que expresaría la cosmología de los espacios curvos- empezó cuando tenía cinco años y su padre le mostró una brujula de bolsillo para que estuviera entretenido pero, aquello, le fascinó y, no podía saber qué magia hacia que la aguja señalara siempre hacisa el mismo lugar sin tener en el movimiento. Al preguntar, le dijeron que la Tierra está envuelta dentro de un campo magnético que era el responsable de tal “milagro” y, aquello, al joven Einstein, le maravilló y despertó su curiosidad que nunca le dejó entonces. Él decía que detrás de las cosas debe haber algo profundamente oculto, que nos podría explicar el por qué se comportan de ciertas maneras.
Como antes decía, en el siglo XX hemos podido ser testigos de múltiples y maravillosos descubrimientos científicos que han cambiado la concepción que del mundo podíamos tener: La teoría de Planck del cuanto que nos llevó directamente a la Mecánica Cuántica, el Relatividad de Einstein que nos lleva a un espacio-tiempo de cuatro dimensiones, nos dijo que la luz marcaba el límite de transmitir la información y, también, que la masa y la energía eran una misma cosa, así como que, ¡el Tiempo!, era relativo y no absoluto. Más tarde, en su ampliación de la teoría en 1916, nos dijo que la presencia de grandes masas distorsionaba el espacio-tiempo.
Estos dos claros exponentes de aquella revolución científica nos abrieron los ojos y la mente a un Universo distinto que , después de dichas teorías, tenía más sentido. Otro de aquellos descubrimientos explosivos, fue la teoría cosmológica del big bang, que surgió como combinación de ambas, y, justo es que se diga, quienes fueron sus protagonistas que, no por sabido, estará demás dejar aquí un pequeño homenaje.
Cuando Einstein publicó en 1916 la teoría de la relatividad general era consciente de que ésta modificaría la universal de Newton: la solución a sus ecuaciones no sólo sustituyo el planteamiento dinámico de fuerza de atracción por otro geométrico de deformación del espacio-tiempo, sino que permitía explicar el universo en su conjunto.
Fue él el primer sorprendido al encontrar que dicha solución global traía como consecuencia un mundo cambiante, un universo que inicialmente estimó en contracción. Como esto no le cabía en la cabeza introdujo un término en las ecuaciones que contrarrestara el efecto gravitatorio: una fuerza repulsiva, a la que llamó constante cosmológica (Λ) constante dotaba al espacio vacío de una presión que mantenía separados a los astros, logrando así un mundo acorde a sus pensamientos: estático, finito, homogéneo e isótropo.
Más tarde, Einstein comentaría que la introducción de constante, había sido el mayor error de su vida, porque (con una mejor estimación de la densidad) podía haber predicho la expansión del universo antes de que fuera observada experimentalmente. Claro que, su excusa era admisible, cuando el introdujo la constante cosmológica, nadie sabía que el universo estaba en expansión. Sin embargo, estudios posteriores han venido a confirmarla.
Albert Einstein
Con todo y a pesar de su enorme importancia, la teoría de la relatividad no llegó a tener verdadera importancia hasta que, en 1919, Arthur Eddintong confirmó la predicción del físico alemán con respecto a la curvatura de la luz, aprovechó el eclipse solar de Sol de ese año. De la noche a la mañana, Einstein se convirtió en el físico más popular del mundo al predecir con su ingenio y con su enorme intuición fenómenos que eran reales antes de que éstos fueran comprobados. Así, con carácter desenfadado, expresándose en términos sencillos y muy distintos ( estirados) que los de sus colegas, había dado respuesta a preguntas que habían sido formuladas pero, que nadie hasta entonces, había sabido contestar.
El astrónomo holandés Willem de Sitter obtuvo en 1917 una solución a las ecuaciones del sabio alemán, sugiriendo la posibilidad de que el universo fuera infinito, aparentemente estático y de densidad prácticamente nula en el que tan solo había energía. Por otro lado, el matemático ruso Alexander Friedmann consiguió en 1922 varias soluciones a las ecuaciones proponiendo universos que se contraían o que se expandían, según los valores que tomara la constante cosmológica. Cuando su se publicó en Alemania, Einstein respondió con una nota en la misma revista presumiendo un error matemático. El error resultó finalmente inexistente, pero Einstein tardó en rectificar, por lo que la respuesta de Friedmann quedó en un segundo plano.
Lo cierto es que Einstein, ha dado en el “blanco” con muchas de sus Ideas y, si pudiéramos coger una Gran Nave superlumínica y recorriéramos el espacio interestelar paseando por las distintas regiones del Universo, veríamos que – el vaticinó-, todo es igual en todas partes: Cúmulos y supercúmulos de Galaxias, Galaxias cuajadas de estrellas en cúmulos y sueltas con sus sistemas planetarios, púlsares de giros alucinantes, magnéteres creando inmensos capos electromagnéticos, agujeros negros que se tragan todo lo que traspasa el Horizonte de suscesos, Hermosas y brillantes Nebulosas de las que surgen las nuevas estrellas, nuevos mundos y, muy probablemente… nuevas formas de vida.
Está claro que pensar siquiera en que en nuestro universo, dependiendo de la región en la que nos encontremos, habrá distintas leyes físicas, sería pensar en un universo chapuza. Lo sensato es pensar como Einstein y creer que en cualquier parte del universo rigen las mismas leyes físicas, hasta que no se encuentre pruebas reales a de lo contrario, los científicos suponen con prudencia que, sea cual fueren las causas responsables de las pautas que llamamos “Leyes de la Naturaleza”, es mucho más inteligente adoptar la creencia de la igualdad física en cualquier parte de nuestro universo por muy remota que se encuentre; los elementos primordiales que lo formaron fueron siempre los mismos.
Arriba Satélite Gravity Probe B. Dedicado a medir la curvatura del campo gravitatorio terrestre debido a la teoría de la relatividad de Einstein. Abajo los científicos chinos comandados por Juan Yin crearon fotones entrelazados mediante la estimulación de un cristal con luz ultravioleta, que produjo un par de fotones con la misma longitud de onda, pero opuestos. Por separado, ambas teorías funcionan muy bien y se pueden medir y comprobar límites excepcionales. Sin embargo, si las juntamos…
Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de las constantes en el dominio cuántico y explotar la nueva teoría de la gravedad de Einstein para describir el universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de casarlas. Y, entonces, en eso estamos pero, el casamiento, no se consuma.
Hay aspectos de la física que me dejan totalmente sin habla y quedan fuera de nuestra realidad que, inmersa en lo cotidiano de un mundo macroscópico, nos aleja de ese otro mundo misterioso e invisible donde residen los cuantos que con su comportamiento, me obligan a pensar y me transportan este mundo material nuestro a ese otro fascinante, donde residen las maravillas del universo, sus cimientos infinitesimales en los que residen las “ladrillos” de las estrellas y galaxias…también de los mundos y de los seres vivos. La materia es tan compleja que aún no hemos podido llegar a comprenderla…del todo.
emilio silvera