Jun
19
Reportaje periodístico: El Pais
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Noticias ~ Comments (0)
En cuevas patagónicas, como la del milodon (en la imagen) se han encontrado pruebas de que los humanos cazaron megafauna Alan Cooper
Durante centenares de miles de años, los mamuts lanudos, el smilodon o tigre diente de sable, el gigantesco oso de hocico corto, el león americano o los megaterios reinaron sobre este planeta. Sin embargo, en unos pocos centenares de años, casi todas las especies de grandes mamíferos desaparecieron. ¿Qué acabó con la megafauna del pleistoceno? Unos señalan a los humanos. Otros a un repentino calentamiento global. Ahora, un estudio con fósiles de la Patagonia muestra que estos animales desaparecieron mucho después de que los humanos colonizaran el sur de América.
La extinción de la megafauna del Pleistoceno (hasta hace unos 10.000 años) fue un fenómeno generalizado, aunque no se produjo al mismo tiempo en las distintas regiones del planeta. Fue también un proceso relativamente acelerado, con especies que dejaron de existir en unas pocas décadas y otras, como los mamuts, que fueron desapareciendo a lo largo de varios siglos de distintas zonas de forma sucesiva.
Una de las teorías que ha acumulado mayor cantidad de argumentos es la que culpa a los humanos de su extinción. Una de sus variantes, la hipótesis blitzkrieg (sí, la guerra relámpago de los alemanes en la II Guerra Mundial), postula que la expansión humana a nuevos territorios supuso la rápida exterminación de los grandes mamíferos, que nunca se habían enfrentado a un enemigo tan inteligente y tecnológico.
Los humanos llegaron a la Patagonia hace 13.200 años y la megafauna se extinguió 1.000 años más tarde
Pero parece que en América del Sur, la región con mayor concentración de megafauna, no fue así. Un estudio que ha datado con radiocarbono y analizado el ADN antiguo de decenas de huesos, dientes y coprolitos muestra que, cuando el milodon, una especie de perezoso gigante de 2,5 metros y hasta 3.000 kilogramos, el smilodon, el jaguar gigante o los camélidos ancestros de las llamas desaparecieron, los humanos ya llevaban centenares y hasta miles de años allí.
“La Patagonia se ha convertido en la piedra de Rosetta que muestra que la colonización humana no provocó extinciones de forma inmediata, al menos mientras se mantuvo el frío”, dice en una nota el director del Centro Australiano para el ADN Antiguo de la Universidad de Adelaida y coautor de esta investigación el profesor Alan Coope. “Al contrario, pasaron más de 1.000 años de ocupación humana antes de que se produjera un repentino evento de calentamiento y, entonces, la megafauna se extinguió en apenas 100 años”, añade.
El registro fósil señala que ya había humanos tan al sur como en las cercanías de la actual ciudad de Puerto Montt (Chile) hace 14.600 años. Un milenio después aquellos primeros americanos ya habitaban el norte de la Patagonia, alcanzando Tierra del Fuego hace 12.700 años.
Sin embargo, los resultados del análisis del ADN y datación por radiocarbono de los fósiles de los animales, publicado en Science Advances, muestra que la megafauna patagónica no se extinguió hasta hace unos 12.280 años. Eso significa que humanos y grandes mamíferos convivieron entre 500 años y más de dos milenios.
“Toda la evidencia, que es indirecta (intensidad de la ocupación humana en los sitios conocidos), indica muy baja demografía humana. Esto es también lo que se espera en una zona que está comenzando a ser colonizada”, explica en un correo la arqueóloga del Instituto de la Patagonia de la Universidad Magallanes (Chile) y coautora de la investigación, Fabiana Martin. Así que la presión sobre la megafauna en forma de caza debió de ser baja. “La evidencia arqueológica muestra mínimos casos de interacción con la megafauna”, añade la investigadora chilena.
Lo que sí se produjo unos siglos antes de que los grandes mamíferos desaparecieran de la Patagonia fue un calentamiento relativamente muy rápido. La Edad de Hielo, que llegó a su máximo hace unos 30.000 años, fue dando paso de forma progresiva a una deglaciación que en la Patagonia no tuvo su punto culminante hasta hace unos 12.600 años. El calentamiento hizo que las regiones de tundra y estepa acabaran convertidas en bosques, trastocando todo el ecosistema de la megafauna patagónica. Al menos en América del Sur, los humanos no parece que tuvieran la culpa de su extinción.