domingo, 24 de noviembre del 2024 Fecha
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Sí, todo el universo infinito está dentro de nuestras mentes, allí debemos buscar llegar a comprender. Arriba, en esa Nebulosa inmensa y maravillosa (como en otras muchas de la nuestra y otras galaxias) se forjan las nuevas estrellas y los mundos nuevos, y, en ellos, surgen formas de vida que, algunas veces, son portadoras de mentes privilegiadas que llegan a tener Concienca de SER.

Claro que, para poder llegar a enteder lo que la Conciencia es, sería preciso que entendiéramos primero como funcionan nuestros cerebros: su arquitectura, su desarrollo y sus múltiples funciones dinámicas que son posible gracias a sus características más impotantes, tales como, su organización anatómica y la notable dinámica que genera y, aunque insuficiente, pincelada, esta imagen, este conocimiento es necesario para poder llegar a comprender de qué manera llega a surgir la Conciencia.

 Nuestro Cerebro Contiene cerca de 100 mil millones de Neuronas y 100 trillones (es red neuronal y la ley de atraccióndecir 100 millones de millones) de conexiones ellas, Esto destaca la posibilidad de que Podemos reconfigurar Nuestros Pensamientos Y Emociones Para Ser Co-Creadores de Nuestra Propia Vida Usando el Inmenso Poder de La Mente

¡Cien mil millones de Neuronas! Tantas estrella tiene la Vía Láctea. Conexiones a cientos de miles que procesan la información. La actividad eléctrica del cerebro es objeto de muchos estudios e investigaciones que, por ejemplo, intentan interpretar las ondas cerebrales para saber de los mecanismos de nuestras mentes que, están clasificados entre los secretos más complejos del Universo.

Nuestro cerebro se encuentra entre los objetos más complicados del unierso y es sin duda una de las estucturas más notables que haya producido la evolución. Hace tiempo ya que llegamos a comprender que el cerebro era necesario para para la percepción, los sentimientos y los pensamientos. Lo que es obvio es que la conciencia se encuentre causalmente asociada a ciertos procesos cerebrales pero no a otros.

En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es especial: su cocnetividad y su dinámica, su de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo que le rodea, no se parece a nada que la ciencia conozca. Su caácter único hace que el ofecer una imagen del cerebro se convierta en una empresa extraordinaria y en un reto difícil de vencer y, aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa (una imagen parcial siempre será mejor que nada), sí podemos dar una cierta información como para poder llegar a generar una teoría satisfactoria de la Conciencia..

Persiste la incógnita sobre el surgimiento de la conciencia

discurrir sobre el surgimiento de la conciencia y concluir si lo clasificamos como un proceso de aparición de una propiedad emergente o si consideramos que podemos explicarlo estudiando las potencialidades de las neuronas aisladamente, es necesario conocer lo mejor posible qué entendemos por “Conciencia” y, qué procesos ha tenido que recorrer para que tenga las propiedades que en ella podemos observar. Es dinámica y en evolución y, que sepamos, sigue los mismos pasos que el Universo que la creó. Habrá que observar más detenidamente la naturaleza de la Conciencia que, con su inmensa complejidad, no nos deja llegar hasta una visión diáfana de lo que en realidad es. El Cosmos, aliado con el TIEMPO, y, el “OJO” del Universo que nos mira, siguen los progresos de esa CONCIENCIA nuestra que no podemos comprender…completamente.

SUEÑOS  PROIVIDOS

¿Será su “realidad” nuestra realidad? Probablemente no. El que compartamos el mismo planeta no hace que todos tengamos las mismas percepciones, sensaciones, emociones, aspiraciones, alegrías, miedos, tristezas, penas, sentimientos, fuerza, personalidad, voluntad de , fuerza para luchar, y, el caso de las conciencias está, no pocas veces condicionado por factores que el individuo no pudo elegir. Claro que, muchas veces una simple mirada, nos puede transportar a otro mundo. Pero soñar…, podemos todos, otra cosa será poder realizar los sueños.

El cerebro humano adulto, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas. La capa ondulada más exterio o corteza cerebral, que es la parte del cerebro de eolución más reciente, contiene alrededor de 30 mil millones de neuronas y hasta un billón de conexiones. Si contáramos una sinagsis cada segundo, tardardaríamos 32 millones de años en acabar el recuento. Si consideramos el posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnoslas con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de un millón de ceros. (En comparación con el número de partículas del universo conocido que asciende sólo a 10 seguido de 79 ceros).

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¿Que decir de la facultad del pensamiento? El pensamiento, el discurso interior y la formación consciente de imágenes nos recuerdan poderosamente que se puede construir una escena consciente incluso en ausencia de impresiones externas. Los sueños constituyen la demostración más palmaria de hecho. Pese a ciertas peculiaridades, como la credulidad, la resolución y la pérdida de auto reflexión del que sueña, la ensoñación y la conciencia despierta son notablemente parecidas (“soñar despierto”). Los objetos visuales y las escenas “vividas” en el sueño, suelen ser reconocibles, el lenguaje es inteligible e incluso las historias que se desarrollan en los sueños pueden llegar a ser tan coherentes que, no en pocas ocasiones, muchas personas llegaron a tomarlas por reales.

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                                       Estar en otros mundos sin ausentarte de este

La Conciencia puede ser activa o pasiva y, según qué ocasión, le pedimos o no un esfuerzo extra. La mayor de las veces dejamos que las impresiones sensoriales tomen posesión libremente de nuestros estados sensoriales, sin prestar especial atención a esto o aquello, la conciencia es tan receptiva y amplia como natural y libre de esfuerzo cuando, por ejemplo, visitamos una ciudad y paseando disfrutamos de sus vistas. Por otra parte, cuando buscamos específicamente un punto concreto en el flujo constante de entradas sensoriales al que estamos expuestos, la percepción se convierte en una actividad orientada a la acción concreta de esa búsqueda.

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              Nuestros cerebros, como el universo mismo, está repleto de conexiones sin fin

Una característica clave de los patrones neuronales que se pueden observar al microscopio es su densidad y extensión. El cuerpo de una neurona mide 50 micones (milésimas de milímetro) de diámetro, si bien la longitud del axón puede variar entre unos micrones y más de un metro. Aunque es realmente cierto que hemos podido llegar a conocer mucho de lo que ahí se fragua, mucho más cierto es que, desconocemos la mayor de las maravillas que en el cerebro se llegan a producir y, sabiendo el resultado final, no podemos discernir po qué caminos se llegó a allí.

Claro que, el abanico y la variedad de la fenomenología consciente pueden llegar a abarcar tanto como la experiencia de cada cual y llegan tan lejos como la imaginación individual de cada persona: Allí está el teatro privado de cada uno. El dominio de la consciencia que, cuando llega a sobresalir de lo corriente, entra en ese campo que llamamos filosofía y que, algunos, al ser referida al SER, llaman metafísica.

Si, la veo girar a la izquierda y también, a la derecha

La Bailarina estudia los pasos y, dentro de “su mundo”, tiene unas sensaciones que su conciencia archiva como experiencias personales. Cada cual, a creando su popia consciencia de “su mundo” particular en función de las experiencias que tenga la oportunidad de vivir conforme se produzcan en función de su modo de vida, y otras circunstancias que la diversidad de una vida nos pueda presentar.

Claro que, la experiencia consciente varía en intensidad; el nivel global de alerta puede variar desde la casi nula vigilancia del sopor hasta el hipervigilante de un piloto de guerra en acción, y la percepción sensorial puede ser más o menos vívida. También tenemos esa conocida habilidad llamada atención, que nos permite seleccionar o amplificar diferencialmente ciertas experiencias conscientes en detrimento de otras experiencias coetáneas..

La conciencia y la memoria conforma un inmenso entramado de conexiones que se desarrolla durante nuestras vidas

Además, la conciencia se halla conectada y vinculada a ciertos aspectos de la memoria. De hecho, a menudo se equipara la memoria inmediata, que dura apenas una fracción de segundo, a la propia conciencia. Claramente, la memoria de trabajo -la habilidad de “tener presente” y manejar los contenidos conscientes, como los números de teléfonos, las frases y las posiciones en el espacio, durante unos segundos-, está estrechamente realcionada con la Conciencia.

Está claro que, en cada uno de nosotros y según en qué situaciones que representan nuestro teatro privado de cada día nos encontremos, podemos estar situados en escenarios cambiantes que, bien o para mal, lo podríamos denominar “comedia”, “farsa” o “tragedia”, con una dramatis , el “yo” como protagonista. Y, así será hasta que caiga la cortina al final de la obra de la vida. Y, mientras la obra transcurre, cada uno de nosotros vive su “historia” de vivencias intranferibles que, en definitiva, serán las que conformen su mundo particular.

Archivo:The Earth seen from Apollo 17.jpg

Aunque vivamos aquí, no es cierto que aquí esté “todo” nuestro “mundo” que, en realidad, escapa de este que arriba vemos y llega hasta los confines de nuestra imaginación que, dicho sea de paso, sobrepasa los confines del Universo mismo. La Imaginación es un arma muy poderosa, y, si nada la , si la Naturaleza permite su transcurrir evolutivo…¿En qué se podrá transformar? Ella sabe de otros universos y de maravillas sin fin, ahora a nosotros, ¡sólo nos queda encontrarlos!

Han pasado algunos miles de años desde que los seres humanos vislumbraron que, además de la parte física, también estaba con nosotros, formando un todo, otra más trascendental que era la que generaba los pensamientos y nos permitía viajar más allá y con más rapidez de lo que podía hacerlo la parte material. Es cierto que el proceso ha sido lento y los avances, aunque a veces imperceptibles, han ahí siempre en una continuada evolución que, en cada época ha tenido un marcado signo.

Aunque puede que no sepamos que es la mente, sabemos algunas cosas sobre el cerebro. Está formado por una red, una increíble maraña de “cables” eléctricos que serpentean a través de una gran cantidad de “sustancias” neuroquímicas. Existen quizás cien mil millones de neuronas en el cerebro humano, tantas como estrellas hay en la Vía Láctea, y, cada una de ellas recibe datos eléctricos de alrededor de mil neuronas, además de estar en y en comunicación con unas cien mil neuronas más. Y, como sigue evolucionando al ritmo que el universo le impone… Suponer, hasta qué punto podrá llegar es, impredecible.

Nadie sabe que podremos ser mañana, cuando la evolución alcance ese grado impensable de sabiduría y seámos simples entes de luz que podrá adaptar formas y colores de inimagibale belleza, que estarán conformados por pensamientos y sentimientos en una amalgama de materia elevada al grado máximo de la evolución, es decir: energía pura. sería como volver a los orígenes. De la energía venimos y a ella regresamos pero, para entonces, estará evolucionada y será la del Universo que le dará sentido a todo lo material e inmaterial, entonces no habrá preguntas y se conocerán todas las respuestas.

¡Soñar cuesta tan poco!

emilio silvera

¿La Belleza? Está por todas partes

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El divagar de la Mente    ~    Comentarios Comments (1)

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Resultado de imagen de La Alhambra de Granada

Por intrincados laberintos del pensamiento, camina ella, entonando una canción. Y llorando va, la tristeza de su corazón. Esa mirada que hechiza y atrae, la duzura que nos muestra, nos deja embelezados, nunca se vio tanta belleza-

Sí, amigos míos, la Belleza puede estar en todas partes y, a cualquier lugar que podamos mirar nos podemos encontrar con esa maravillosa imagen que nos deje sin respiración, nos la muestra la Naturaleza y también, la inspiración del Ser. También una nirada o una bella canción… Nos pueden transportar a otro mundo sin salir de este.

emilio silvera

Marte y sus lunas

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Marte    ~    Comentarios Comments (1)

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El colosal impacto que formó las lunas de Marte

El colosal impacto que formó las lunas de Marte

 

Publicado por ABC – 

Dos investigaciones independientes aclaran el misterio del origen de Fobos y Deimos.

¿De dónde vienen Fobos y Deimos, las dos lunas de Marte? Durante mucho tiempo, sus formas irregulares parecían sugerir que se trataba de asteroides “capturados” por la gravedad del Planeta Rojo. Sin embargo, las trayectorias de sus órbitas contradicen frontalmente esta hipótesis. Ahora, dos estudios independientes, aunque complementarios, acaban de aclarar el misterio. Uno de los trabajos se publica en The Astrophysical Journal y ha sido llevado a cabo por investigadores del CNRS francés (Centre National de la Recherche scientifique) y la Universidad de Marsella y muestra que el único escenario compatible con las propiedades de Fobos y Deimos es el de una gran colisión contra Marte. En el segundo estudio, investigadores franceses, belgas y japoneses realizaron una simulación informática para mostrar cómo ambos satélites pudieron formarse a partir de los escombros de un gigantesco impacto entre Marte y un protoplaneta que debió tener un tercio de su tamaño. El trabajo se publicó ayer en la revista Nature Geoscience.

                                                                        Fobos

                                                                    Fobos y Deimos

El origen de los dos satélites naturales de Marte, Fobos y Deimos, ha sido hasta ahora un misterio. Debido a sus tamaños pequeños y a sus formas irregulares ambos se parecen mucho a asteroides, pero nadie ha podido comprender, ni reconstruir, el proceso que permitió a Marte “capturar” estos dos cuerpos errantes y convertirlos en dos satélites con órbitas ecuatoriales casi perfectamente circulares.

Pero existe otra teoría. En los lejanos tiempos de su formación, hace unos 4.000 millones de años, Marte sufrió una gigantesca colisión con otro cuerpo de tamaño planetario. Algo parecido a lo que sucedió aquí, en la Tierra, cuando los escombros levantados por el impacto de un cuerpo del tamaño de Marte dieron origen a nuestra Luna. Sin embargo, por qué alrededor de Marte los restos del impacto crearon dos satélites pequeños y no uno grande, como sucedió en nuestro planeta?

Una tercera posibilidad es que Fobos y Deimos se formaran al mismo tiempo que el propio Marte, lo cual encajaría con el hecho de que ambos tengan casi exactamente la misma composición que el planeta, aunque su baja densidad parece contradecir esta hipótesis. Ahora, por fin, el rompecabezas ha sido resuelto por los dos estudios independientes publicados esta semana: las lunas marcianas se formaron, sin lugar a dudas, como consecuencia de una gran colisión sucedida hace varios miles de millones de años.

Una gran luna desaparecida

 

 

 

En uno de los trabajos, los investigadores franceses, belgas y japoneses ofrecen, por primera vez, un escenario completo y coherente para la formación de Fobos y Deimos. Las dos lunas se formaron tras una colisión entre Marte y un cuerpo primordial de un tercio de su tamaño, entre 100 y 800 millones de años después del comienzo de la formación del Planeta Rojo. Según los investigadores, los escombros de esta colisión crearon un espeso disco alrededor de Marte, con una zona interna hecha de materia muy densa y fundida por el calor del impacto, y una zona externa delgada y fría, formada principalmente por gases. En la zona interior del disco, muy cerca de Marte, llegó a formarse una gran luna mil veces mayor que Fobos, que sin embargo desapareció poco después.

Sin embargo, las interacciones gravitatorias creadas en el disco exterior por ese primer gran satélite debieron de actuar como un catalizador para la recolección de los desechos necesarios para formar otras lunas más pequeñas, y más distantes del propio Marte. Apenas unos pocos miles de años tras el impacto inicial, pues, Marte se vio rodeado por un grupo de unas diez pequeñas lunas y por un gigantesco satélite que orbitaba muy cerca de él. Pero esa situación duró poco, puede que no mas de un puñado de millones de años. Entonces, la propia gravedad marciana hizo que la mayor parte de esos satélites, incluído el más grande, volvieran a caer sobre el Planeta Rojo. Solo las dos lunas más pequeñas y alejadas, Fobos y Deimos, lograron quedarse.

Debido a la gran cantidad de fenómenos físicos que formaron parte de este proceso, no es posible llevar a cabo una sola simulación que reconstruya la escena en su totalidad. Por eso, el equipo capitaneado por Pascal Rosenblatt y Sébastien Charnoz tuvieron que combinar tres simulaciones de última generación para dar cuenta de la física detrás de la gigantesca colisión, de la dinámica de los escombros resultantes del impacto y su proceso de acreción para formar los satélites, así como de la evolución a largo plazo de esos satélites.

Firma de luz

 

 

 

 

En el otro estudio, los investigadores del Instituto de Astrofísica de Marsella y del CNRS francés descartaron la posibilidad de que Fobos y Deimos hubieran sido capturados por Marte basándose en argumentos estadísticos sobre la diversidad de las composiciones de las rocas del cinturón de asteroides. Los científicos, además, demostraron que la “firma de luz” emitida por Fobos y Deimos es incompatible con la de la mayor parte de los asteroides del cinturón. En efecto, a partir de la firma de luz dedujeron que ambos satélites marcianos están hechos de polvo de grano muy fino, una composición muy diferente a la de las principales clases de componentes del cinturón. Sus resultados, pues, llevaron a los investigadores a apoyar el escenario de la colisión.

La teoría del impacto, además, podría explicar también por qué el hemisferio norte de Marte tiene una altitud tan baja comparado con el hemisferio sur. La razón podría ser que la cuenca boreal marciana estuviera formada por los restos de la gigantesca colisión. La investigación, por último, sugiere que los sistemas de satélites que se crearon tras el impacto afectaron a la velocidad de rotación del planeta. En aquellos momentos, por ejemplo, la Tierra estaba rotando muy rápidamente (en menos de cuatro horas), mientras que Marte lo hacía seis veces más despacio.