Supervolcanes
Cada 100.000 años, en algún lugar de la Tierra, una caldera de hasta 50 kilómetros de diámetro entra en colapso y expulsa violentamente el magma acumulado. «El supervolcán resultante es imparable y tiene una ferocidad destructiva», dicen en Science.
Un supervolcán produce una erupción explosiva de más de 450 kilómetros cúbicos de magma, aproximadamente 50 veces más que la erupción del Monte Tambora de Indonesia en 1815, y 500 veces más que el Monte Pinatubo en Filipinas en 1991. Los lugares que permanecen activos en la actualidad incluyen el Monte Toba, en Indonesia; Yellowstone, en el noroeste de Estados Unidos; la Caldera de Long Valley, en California; la zona volcánica de Taupo, en Nueva Zelanda, y varios lugares en los Andes.
Ninguna de estas zonas de peligro representa ahora una amenaza. Pero en el caso de una nueva erupción, todo a menos de cien kilómetros de distancia quedaría incinerado, y el polvo taparía los continentes, informa la web de Science. Solo unos pocos milímetros de cenizas pueden matar los cultivos; y un metro o más puede hacer inutilizable la tierra durante décadas. Los efectos sobre el clima mundial se asemejarían a los del impacto de un gran asteroide, bajando la temperatura hasta 10ºC durante una década y devastando la agricultura mundial.