Dic
6
¡Hacia el futuro!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El futuro tecnológico ~ Comments (0)
La española que construye para la NASA el telescopio que sustituirá al Hubble
Begoña Vila Costas
Astrofísica en Goddard Space Flight Center (NASA)
Para viajar en el tiempo basta con mirar, como dice Begoña Vila, “más atrás”. Suena sencillo, pero es que a Vila le gusta simplificar para que pueden entenderla quienes no poseen su capacidad y brillantez intelectual. Es decir, casi todos. Para conseguir mirar más atrás la NASA ha puesto en manos de esta astrofísica gallega un presupuesto de 9.500 millones de euros y un equipo de mil personas. Así que tan fácil no debe ser mirar más atrás. La herramienta para conseguirlo es un súper telescopio que será puesto en órbita dentro de algunos meses (en octubre de 2018) y que en estos momentos se encuentra en fase de pruebas. El James Webb, bautizado con este nombre en honor de James E. Webb -administrador de la NASA y hombre esencial en el proyecto Apollo-, será el sustituto del Hubble, que lleva desde abril de 1990 orbitando alrededor de nuestro planeta. 26 largos años en los que varios intentos para relevarlo han quedado en la nada.
https://www.youtube.com/watch?v=Fz_nxbrPFvs (aquí la entrevista).
El James Webb en poco se parece al telescopio que mostró en 1609 Galileo Galilei, basándose al parecer en patentes y diseños previos de otros inventores (entre ellos uno de origen girondense, Joan Ruget). Si acaso en su utilidad: ambos están pensados para observar las estrellas, aunque el nuevo ingenio de la NASA cuenta con la nada desdeñable ventaja de estar un millón y medio de kilómetros por encima de nuestras cabezas. Orbitar a tanta distancia de la Tierra tiene ventajas para el trabajo que desarrollará, pero un inconveniente muy delicado: si alguno de los múltiples elementos que lo conforman falla, al contrario de lo que sucede con el Hubble, no podrá ser reparado. Los más de 9.000 millones de euros habrán sido arrojados al sumidero del espacio. Begoña Vila asume el riesgo con la naturalidad de quien está completamente segura de la eficacia de su trabajo. No imagina que pueda cometerse un error, aunque seguro que los seis meses que pasarán desde que el telescopio sea lanzado hasta que se despliegue y comience a enviar señales se le harán muy largos.
¿Y qué es lo que se espera encontrara allá arriba? Respuestas. “La mayor parte del universo es materia y energía que no vemos -explica Begoña Vila-. La parte que vemos es un porcentaje muy pequeño, el 10%”. Gracias a la capacidad del James Webb podremos observar esa parte del universo hasta ahora desconocida y acercarnos al Big Bang, viajar en el tiempo casi hasta el principio. “Estas cosas que no vemos no sabemos lo que son. Vamos a buscarlas y a ver lo que nos dicen”, concluye Vila con la luz de la curiosidad encendida en sus ojos. Porque puede que lo que nos cuenten esas estrellas sean historias de otros planetas habitables… o tal vez ya habitados.
Edición: Azahara Míguel | Georghe Karja
Texto: José L. Álvarez Cedena