Ago
12
Antes un por si acaso que, “un yo creí”
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Meteoritos ~ Comments (0)
El próximo Octubre, un asteroide pasará cerca de la Tierra. No trae ningún peligro pero, la NASA, quiere aprovechar la oportunidad para hacer una prueba real y comprobar si estamos preparados para defendernos en caso de que, alguno de estos terroríficos objetos, se nos venga encima.
Lo cierto es, amigos que, ni la NASA ni ninguna otra organización espacial que exista en nuestro Mundo, está preparada para evitar una catástrofe natural de este calibre, es decir, la caida de un gran meteorito sobre nuestro mundo, y, ya va siendo hora de que nos preparemos por si el momento llega.
Terremotos y maremotos masivos, la muerte de millones de personas, el oscurecimiento del planeta que sería envueto en una capa de polvo durante muchos meses o incluso años, sería una verdadera extinción de seres vivos que, de tenerla prevista… ¡Llegará!
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) anunció un ambicioso plan para desviar el trayecto, por primera vez en sus 58 años de historia, de un asteroide.
A través del programa DART (“Prueba de Redireccionamiento del Asteroide Doble”, por sus siglas en inglés), la agencia espacial lanzará una nave para que impacte un meteorito llamado Didymos y así cambiar ligeramente su trayectoria orbital.
Esta roca espacial está compuesta por dos cuerpos, uno de 780 metros de diámetro (Didymos A) y una segunda de 160 (Didymos B). Ambos tendrán su punto más cercano a la Tierra en octubre de 2022 y posteriormente en 2024.
Si bien no representa una amenaza seria para nuestro planeta, los científicos de la NASA, quienes trabajan en conjunto con expertos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins en Maryland, vieron en este meteorito la oportunidad perfecta para realizar su primera misión en el desvío de un asteroide.
Hace pocos días, la NASA anunció el extravagante plan para hacerle frente con una nave espacial a un asteroide que se aproximará a la Tierra en 2022. Casi en simultáneo, una investigación se propuso cuantificar, a partir de un modelo matemático, cuál sería el efecto de una colisión.
Científicos británicos desarrollaron un programa informático que simuló 50 mil escenarios posibles respecto a la caída de asteroides sobre la Tierra. Rocas de todos los tamaños: desde las más pequeñas hasta inmensas, de 400 metros de diámetro, y evaluaron siete potenciales efectos.
En el estudio, publicado por Geophysical Research Letters, se tuvieron en cuenta las ráfagas de viento, las ondas de choque, el calor, los escombros voladores, las olas del tsunami, la formación de cráteres y las sacudidas sísmicas. Los investigadores mezclaron las explosiones del viento y las ondas de choque porque esos fenómenos ocurrirían juntos.
Existen estudios sobre las posibles consecuencias que este suceso traería consigo
Los investigadores encontraron que los impactos terrestres serían casi 10 veces más peligrosos que los oceánicos. En términos de daños humanos, los tsunamis que generaría el estallido solo representarían el 20% de las vidas perdidas en todos los escenarios posibles.
Los vientos que surgirían producto del impacto tendrían suficiente poder para lanzar cuerpos humanos y arrasar con los bosques. En tanto, el aumento de la presión atmosférica provocaría ondas de choque lo suficientemente fuertes como para quebrar los órganos internos.
En base al modelo desarrollado, el 60% de las ciudades quedarían en ruinas. Los efectos del calor, por caso, implicarían el 30% de las muertes en simulaciones terrestres. Clemens Rumpf, procedente de la Universidad de Southampton y líder de la investigación, aseguró que la mejor manera de evitar los daños en un hipotético caso sería refugiarse en sótanos y otras estructuras subterráneas.
El 60% de las ciudades serían arrasadas ante una hipotética catástrofe
Se formaría un gran cráter sobre la superficie de la región de la caída por el impacto que produciría una energía superior a muchas bombas atómiocas. Los desechos y remanentes producirían muchos inconvenientes en la atmósfera terrestre. La luz del Sol sería aislada de nuestro mundo con el consiguienjte daño para los seres vivos del planeta y para las plantas y los océanos. Una auténtica desgracia.
A pesar de todo esto, lo cierto es que, el 99% de los seres inteligentes que pueblan el planeta, ni se les pasa por la cabeza ni siuquiera pensar en ello por un momento. Algunos científicos (no todos), están preocupados por la dejadez de las autoridades y Organizaciones que, pudiendo tomar medidas para un suceso como estos que aquí comentamos, están inmersos en la dejadez y en la irresponsabilidad que, nos podría costar muy caras.
No digamos del problema que está generando la basura espacial alrededor del planeta y de lo que hablaremos otro día.
emilio silvera