Dic
6
¿El primer contacto? ¡Tendrá que esperar!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El primer contacto ~ Comments (0)
Como en el Universo, todo cambia y los gustos no son una excepción y van por épocas
En temas científicos controvertidos de los que se tienen pocos datos empíricos, las opciones cambian constantemente, como si de la moda femenina se tratara. La falda se lleva larga durante una década y, ahora cambiamos a la falda corta, muy corta para las más jovencitas y, de esa manera se va de arriba abajo. De la misma manera pasa con los temas científicos cuando no se tienen nociones certeras sobre ellos y, hubo un tiempo en el que se creía que los planetas eran raros en el Universo. Para ello, los cientícos se basaban en que la Tierra era el fruto de una colisión improbable o un acercamiento excesivo entre dos soles.
¿Quién puede decir lo que es realmente esa figura blanca?
Cuando no se sabe, se especula y se emiten teorías que no siempre son las más acertadas. Con toda probabilidad (creían), la vida en el Cosmos estaba supeditada a nuestro Sistema solar, tal vez solamente a la Tierra -cosa que aún hoy, creen algunos “científicos” de pocas luces-. Sin embargo, las opiniones más autorizadas, se han decantado hacia el extremo contrario, es decir, que la vida, prolifera por el Cosmos al igual que los planetas, las estrellas y las galaxias.
Ahora sabemos que los planetas son comunes y su presencia alrededor de las estrellas es de lo más corriente y natural en el proceso de de los astros y los diversos objetos que los orbitan. Los planetas proliferan tanto y son tan comunes que se exhiben a miles de millones -solamente en nuestra propia galaxia- alrededor de sus estrellas rutilantes que les envía luz y calor para que, en aquellos que tengan las precisas condiciones, pueda surgir alguna clase de vida y, en algunos casos, alcanzaran la consciencia como lo hicimos aquí en la Tierra.
Bajo esa hipótesis se inició el Proyecto Ozma y se instaló un poderoso radiotelescopio en Green Bank, Virginia Occidental, apuntando hacia diversos soles de la Galaxia en una búsqueda sistemática de mensajes de radio procedentes e otros mundos. Frank Drake, el radioastrónomo, fue, desde siempre un admirador de L. Frank Baum y sus de Oz. Bautizó el Proyecto con el nombre de Ozma, el soberano de la utopía mítica de Baum. La localización de Oz es desconocida. Sus habitantes son “humanoides”, pero no necesariamente “gente de carne y hueso” como nosotros (como el Leñador de Hojalata y el Espantapájaros), Además Oz está rodeado por el infranqueable Desierto de la Muerte, que destruye a todo aquel que intente tocar un solo grano de su arena.
Siempre hemos imaginados mundos ¿imposibles?, o, seguramente intuitivos, toda vez que algo dentro de nuestras mentes nos decía que ahí fuera, podrían estar esos mundos imaginarios. La realidad es a veces mucho más compleja de lo que podamos imaginar. Uno de los personajes de Baum, el Rey Gnomo, tiene un sirviente llamado Oidor Orejudo. Las orejas de este “gnomo” miden metros. Si coloca una de ellas sobre el suelo puede oír sonidos que se producen a miles de kilómetros.
Antes imaginábamos Ciudades Esmeraldas con extraños personajes de comportamientos atípicos y fantásticas criaturas que vivían en un mundo mágico en el que cualquier cosa podría ser cierta y, para nuestro asombro, algunos incluso podían aparecer y desaparecer de nuestra vista como si de duendecillos se tratara. Esos mundos imaginados que están fuera de este y que viven en nuestras mentes, ¿quién sabe?, si en nuestro futuro deambular por esos mundos pedidos por el espacio interestelar, no podremos encontrarnos con alguno de esos extraños mundos en los que existan criaturas que nunca pudimos imaginar.
Las historias que nos contaba Baum, en cierta manera, parecen paradojas de lo que podría ser nuestra realidad de hoy. Aquel desierto que rodeaba el Mundo de Hoz podría ser el Interestelar que nosotros, a pesar de nuestros adelantos, no podemos dominar y la radiación del medio nos puede llevar a la muerte como aquellos granos de arena. Por otra parte, las Orejas descomunales del Oidor Orejudo, son los modernos radiotelescopios que escuchan el sonido de los mundos situados a miles de millones de kilómetros de nosotros.
llevamos muchos años a la espera de captar esas señales codificadas, quizá una repetición de una sencilla secuencia de números, procedente exclusivamente de una fuente inteligente que fuera capaz de comprender las leyes universales de las matemáticas. La posibilidad de oir dicha señal ¡coincide, sin duda, con la del Oziano! Es difícil calcular el asombroso efecto de tal señal en nuestras estructuras mentales, centradas en nosotros mismos y limitadas por los confines de la Tierra.
¿Qué haríamos si recibiéramos una señal de ese tipo? El Chen Ning Yang ha hecho una sugerencia: “!No contestar!” Tal respuesta parece inverosímil. Hace tiempo que matemáticos y lógicos están ocupados en obtener, paso a paso, procedimientos por los cuales los habitantes de dos planetas lejanos pudieran desarrollar lentamente un lenguaje común para poder hablar entre sí. Ya en 1962, el matemártico neerlandés Hans Freudenthal publicó la parte 1 de un ambicioso titulado Lincos: Diseño de un lenguaje para la cópula cósmica.
De todas las maneras, si esos seres inteligentes de otros mundos conocen las leyes fundamentales de la Naturaleza, sin importar que nombres les puedan haber dado, podrían entender pulsaciones codificadas para una comunicación fluida. Una vez establecido el contacto , sería sencillo transmitir dibujos detallados. En su forma más rudimentaria, sería solamente necesario dividir un rectángulo en miles de unidades cuadradas minúsculas, igual que una hoja de papel milimetrado, y trasmitir entonces un código binario, con unos y ceros que indicaran los cuadrados que deben sombrearse (contando los cuadrados de arriba abajo y de izquierda a derecha). Posteriormente, una vez conseguido ese primer mensaje, se podrían transmitir mejores dibujos, incluso, quizá, algunas películas que reflejen la vida terrestre y esperar una corrspondencia igual desde la otra parte.
Claro que, en todo esto hay un fallo que no hemos querido ver hasta el momento: ¡Las inconmensurables distancias! ¿De qué sirve nuestra avanzada tecnología que puede transmitir mensajes a la velocidad de la luz, si resulta que la fuente y el receptor, están separados por decenas de miles de años-luz? En el hipotético caso de que algún día, se reciba esa señal, ese mensaje, ¿cuándo fue enviado? No podemos estar supeditados a un hipotético contacto en el que el mensaje y su respuesta, estén separados por unidades de tiempo que hagan imposible que los que enviaron el mensaje sigan vivos cuando nosotros les podamos contestar.
La única razón por la que no hemos podido contactar todavía con seres inteligentes es esa: ¡La distancia! El Universo es un lugar de distancias que no siempre podemos comprender, y, en nuestra propia Galaxia, la Vía Láctea que tiene 100.000 años-luz de diámetro, existen más de cien mil millones de estrellas que, si están rodeadas de planetas en una media de dos cada estrella… ¿Cuántos planetas existirán? Un inmenso número de mundos están ahí fuera, hemos podido localizar más de mil y, algunos, parecen tener las condiciones precisas para contener en ellos la vida pero, las distancias que nos separan hace imposible que podamos llegar a ellos en un tiempo prudencial que permita ese contacto del que tanto hemos hablado.
Nuestro Sol es sólo una estrella solitaria en la abundancia de 7×1022 estrellas en el universo observable. La Vía Láctea es tan sólo una de entre las 500.000.000.000 galaxias del Universo. Parece que debería haber una gran diversidad de vida ahí fuera. El primero en hacer una estimación inicial fue el astrónomo Frank Drake. Éste concibió una ecuación, ahora conocida como Ecuación de Drake, basada en parámetros:
La ecuación de Drake identifica los factores específicos que, se cree, tienen un papel importante en el desarrollo de las civilizaciones. Aunque en la actualidad no hay suficientes para resolver la ecuación, la comunidad científica ha aceptado su relevancia como primera aproximación teórica al problema, y varios científicos la han utilizado como herramienta para plantear distintas hipótesis.
- es el ritmo anual de estrellas “adecuadas” en la galaxia.
- es la fracción de estrellas que tienen planetas en su órbita.
- es el número de esos planetas orbitando dentro de la ecosfera de la estrella (las órbitas cuya distancia a la estrella no sea tan próxima como para ser demasiado calientes, ni tan lejana como para ser demasiado frías para poder albergar vida).
- es la fracción de esos planetas dentro de la ecosfera en los que la vida se ha desarrollado.
- es la fracción de esos planetas en los que la vida inteligente se ha desarrollado.
- es la fracción de esos planetas la vida inteligente ha desarrollado una tecnología e intenta comunicarse.
- es el lapso, medido en años, durante el que una civilización inteligente y comunicativa puede existir.
Sabiendo como ahora sabemos, el sin fin de mundos que pueblan las “infinitas” galaxias del Universo, ¿cómo podemos negar la existencia de vida en muchos de esos mundos y que, algunas de esas formas evolucionaran hasta alcanzar la conciencia de Ser? No creo que tengamos argumentos sólidos para poder negar la existencia de vida en muchos de los mundos que son. Otra cuestión es la de poder contactar con ellos, no pocas veces hemos oido decir que “la Naturaleza es sabia”, y no se aparta de mi mente la idea de que es, esa “sabiduría” precisamente, la que hasta el momento ha impedido el encuentro. En la Naturaleza todo tiene un tiempo, las estrellas pueden vivir miles de millones de años que son necesarios para “fabricar” los materiales de la vida, la vida evoluciona en los mundos durante miles de millones de años para poder alcanzar la consciencia, los seres vivos están supeditados a un ciclo de vida limitado en el tiempo y, suplen su efímera existencia, mediante el “truco” de la replicación. De esa manera, se burla la destructiva Entropía y se consigue que la especie perdure.
Para “ellos” las dificultades físicas y tecnológicas son las mismas que para nosotros
No ha llegado el momento de que podamos contactar con seres de otros mundos que, como nosotros, estarán confinados en sus planetas y también, como nosotros, estarán explorando los alrededores de su mundo. El camino seguido por otras clases de vida debe ser muy similar al que se ha dado aquí en la Tierra, los procesos habrán muy similares y, siendo posible que puedan existir algunas civilizaciones algo más avanzadas que la nuestra, no es probable que tengan la posibilidad de llegar hasta nosotros, porque de ser así… ¿Dónde están?
¿El primer contacto ? ¡Tendrá que esperar!
“La astrofísica Jocelyn Bell Burnell realizó unas sorprendentes declaraciones en la conferencia de Euroscience Open Fórum en Dublín, la humanidad tendrá un contacto con seres extraterrestres, y sugirió que los gobiernos se deben preparar ante tal situación.“Sospecho que próximamente recibiremos señales de vida de otros mundos, muy posiblemente de vida inteligente, antes del próximo siglo. ¿Estamos bien preparados? ¿Sabemos como vamos ha realizar el contacto con ellos? ¿Los pondremos en un parque zoológico, nos los comeremos, o enviaremos a los soldados para hacerles saber lo que es la democracia?”
La predicción científica la realizó delante de los mejores científicos, además añadió que la vida extraterrestre podría encontrarse en planetas rocosos con atmósferas de dióxido de carbono o con capas de ozono. Pero también reconoció que actualmente es difícil comunicarse con “ellos”, ya que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz. Así que una comunicación estelar no seria posible hasta dentro de 50 o 100 años.”
Está claro que los términos empleados por Jocelyn Bel no fueron muy afortunados, dado que, si son “ellos” los primeros en hacer ese contacto, es que han logrado algo que nosotros no hemos podido conseguir, es decir, serían más inteligentes que nosotros y, “meterlos en un zoo…” ¡No parece probable.
emilio silvera
Dic
6
¿Cómo serán “ellos” y por qué no han venido a visitarnos?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en ¡La vida! El misterio persiste ~ Comments (0)
Esta es una pequeña selección de seres vivos en nuestro planeta
Esta otra, pertenecen a especies distintas pero, criaturas vivas también
La diversidad de formas de vida en nuestro mundo es sorprendente
Si nos adentramos en el mundo acuático, la diversidad de la vida es inmensa
Todos estos seres habitan en el macro mundo de nuestro entorno, y, todavía, nos dejamos por detrá a otras muchas especies de criaturas vivas que ni podemos ver, viven en esa parte del universo a la que, nuestros sentidos no pueden llegar.
Lo curioso de todo esto es que, cualquiera de ellas, no importa en qué lugar habite en nuestro mundo y cual sea su forma… ¡Todas ellas están basadas en el Carbono y en el Agua?
La forma física de los hipotéticos seres que vivan en otros mundos, no importa que configuración puedan haber adoptado, lo que sí es importante es que, como nosotros (creo), y como los demás seres vivos de nuestro planeta, en el de “ellos”, la vida, también estará basada en el Agua y en el Carbono… ¡Así lo aconseja creer lo que de química podemos saber!
En nuestra Galaxia que es está llena de estrellas y de mundos que, junto con otros objetos más o menos exóticos conforman un pequeño universo, existen cientos de miles de millones de estrellas y de mundos que son iguales (en lo esencial) a nuestro Sol y a nuestro mundo, todas las estrellas fusionan materiales sencillos para “fabricar” otros más complejos, y, los mundos, serán conforme a su situación en relación a la estrella que lo alumbre pero, por lo general, contendrá los mismos materiales que contiene la Tierra, ya que se forma del material existente en una nebulosa fruto de una explosión supernova, y podrá o no tener presente el agua líquida dependiendo de la distancia que de su estrella lo separe.
“La búsqueda de vida en otros mundos está basada en varias premisas, y la primera de ellas es que cualquier forma de vida debe ser similar a la que única que conocemos, la que existe en nuestro planeta. Puede pensarse que somos muy rígidos al negar la existencia de otras formas de vida diferentes, pero hay motivos para pensar así. En particular, la Comunidad Científica en general está convencida de que toda la vida estará basada en estas dos Semillas de Vida: el carbono y el agua. Uno de los motivos para pensar ello es la abundancia de los elementos en el universo. El carbono, junto con el nitrógeno y el oxígeno, son elementos ligeros muy abundantes. Son los más abundantes después del hidrógeno y el helio. El helio no forma compuestos, por lo que no puede formar parte de la vida. Y el hidrógeno está en al agua (formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno).”
El porqué del carbono.
“La vida en la Tierra está basada en el carbono, hasta tal punto que no conocemos ningún compuesto relacionado con la vida en el que no esté presente (la única excepción podría ser el agua). El carbono presenta unas propiedades químicas muy interesantes, que explican su posición de privilegio:
- En primer lugar, el carbono tiene valencia 4. La valencia es el número de uniones que es capaz de formar un átomo con cualquier otro, y el carbono puede hacerlo con otros cuatro, uno de los valores más altos posibles en la química (al menos para átomos pequeños).
- En segundo lugar, el carbono es capaz de unirse a sí mismo para formar largas cadenas, o incluso redes tridimensionales, y se trata de uniones muy fuertes; el caso más extremo lo tenemos cuando cada átomo de carbono se une a otros cuatro, constituyendo así una estructura formada sólo pro carbono: esa estructura es el diamante, la sustancia más dura conocida. Sin llegar a tales extremos, es evidente que la unión de 2 ó 3 átomos de carbono será muy fuerte. Además, a esas cadenas o redes de carbono pueden unirse otros átomo, especialmente los otros antes mencionados, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Se forman así muchísimos compuestos enormemente complejos, justamente el tipo de complejidad que hace posible la vida.
¿Sería posible otro elemento que sustituyera al carbono? Tendría que ser un elemento abundante, y que formara gran cantidad de uniones consigo mismo y con otros elementos.”
Este es el criterio de Félix M. Díaz que nos sigue diciendo:
“De los cinco elementos más abundantes, ya descartamos al helio porque no forma compuestos. El hidrógeno y el oxígeno tienen valencia 1 y 2, por lo que sólo pueden formar compuestos muy sencillos. En teoría, podría haber una cadena formada por átomos de oxígeno, pero lo más parecido es el peróxido de hidrógeno, formado por 2 átomos de hidrógeno y dos de oxígeno (es el principal componente del agua oxigenada). El nitrógeno tiene valencia 3, y puede unirse a otros tres átomos. Sin embargo, no se conocen cadenas de varios átomos de nitrógeno. Por lo tanto, sólo nos queda el carbono, entre los 5 elementos más abundantes del universo.
¿Y no hay algún otro que, sin ser tan abundante, sea lo suficientemente abundante para tenerlo en cuenta? El mejor candidato es el silicio, elemento muy abundante en las rocas y, por lo tanto, en cualquier planeta tipo terrestre. El silicio forma, con el oxígeno la sílice, que forma las arenas de las playas. Y la mayoría de las rocas son silicatos, es decir derivados de sílice. Además, el silicio tiene valencia 4, igual que el carbono.”
Siendo (como lo es), el Universo igual en todas partes, estando regido por las mismas fuerzas y energías en todas sus regiones, siendo las constantes universales inmutables en todo el Universo… LO más probable es que, también la vida sea igual en cualquier rincón del Universo en el que pueda estar presente, y, sin descartar la posibilidad de otras formas de vida basadas, por ejemplo en el Silicio… Seguramente serían artificiales.
¿Puede haber vida basada en el silicio? Es difícil.
“Empezando porque el silicio no forma cadenas ni redes consigo mismo. Es un átomo demasiado grande para poder formar ese tipo de estructuras. Lo más parecido son las estructuras con oxígeno como unión entre dos átomos de silicio; se forman así cadenas y redes tridimensionales de gran tamaño, pero el resultado es casi siempre una roca. Estos compuestos de silicio y oxígeno (es decir de sílice) carecen de las complejidades de los compuestos de los seres vivos, son demasiado simples; además, son todos sólidos insolubles, que sólo reaccionan estando fundidos a temperaturas del orden de 1.000ºC (temperaturas típicas de la lava fundida, pero no de los seres vivos). Sólo existen unos compuestos de silicio que tienen algunas propiedades conocidas en los compuestos de los seres vivos; son las siliconas, compuestos de silicio, carbono, oxígeno e hidrógeno. Podrían existir siliconas en algún ser vivo, pero si nos fijamos bien, ya se nos coló el carbono por el camino… De todos modos, todos los compuestos de silicona conocidos son artificiales, no se conoce ninguno en un ser vivo.”
El porqué del agua
El agua es necesaria para la vida del hombre, los animales y las plantas. Casi tres cuartas partes de nuestro cuerpo está constituido por agua; … Veamos lo que nos dice Felix M. Días al tal respecto.
“El agua, aparte de ser la molécula estable más abundante en el Universo (después de la de hidrógeno H2), tiene unas propiedades físicas y químicas que la hacen muy especial.
En primer lugar, es líquida entre 0ºC y 100ºC, cuando otros compuestos similares son gaseosos a esas temperatura. No es casualidad que las temperaturas adecuadas para la vida se correspondan a la del agua líquida: la vida es imposible sin que ocurran determinadas reacciones químicas; estas reacciones son demasiado lentas a 0ºC, y por encima de 50ºC aparecen otras reacciones que tienden a romper la moléculas de los seres vivos (hay seres vivos adaptados a soportar temperaturas de -40ºC o de 120ºC, pero son casos especiales).
Esta característica de ser líquida (o incluso sólida, por debajo de 0ºC) se debe a la formación de un tipo especial de unión, los puentes de hidrógeno, formados pro el hidrógeno y elementos como oxígeno, nitrógeno o fluor; los puentes de hidrógeno mantienen unidas las moléculas y les impiden separarse para formar un gas. En segundo lugar, el agua es el mejor disolvente conocido, pues disuelve tanto sustancias polares como no polares. Las sustancias polares forman iones (partículas con carga eléctrica) en disolución, las no polares no forman iones, no tienen partículas cargadas. Esto es posible porque la molécula de agua tiene una cierta polaridad, con lo que tiene lo mejor de ambos mundos.
¿Pueden haber sustitutos del agua? Tienen que sustancias líquidas a temperaturas compatibles con la vida, y además ser compuestos muy abundantes en el Universo. Eso elimina sustancias como el fluoruro de hidrógeno, el cloruro de hidrógeno o el sulfuro de hidrógeno. Dentro del grupo de sustancias parecidas, sólo nos queda el amoniaco. Es concebible que exista vida usando amoniaco como disolvente, pero tendría que existir a temperaturas más bajas, pues hierve a -33ºC. Además, sólo es líquido en el intervalo de -78ºC a -33ºC, es decir sólo 45º, en lugar de los 100º del agua.”
Recreación de la superficie de Titán con sus lagos de metano
Se ha planteado que en la superficie de Titán (satélite de Saturno) puede haber océanos de hidrocarburos como etano y metano. Es posible que en esas condiciones se formen algunos compuestos adecuados para la vida, pero veo muy difícil que pueda existir la vida. ¿Por qué? Primero, la temperatura será muy baja, y las reacciones serán demasiado lentas. Segundo, el etano y metano son no polares, por lo que no son buenos disolventes. Claro que a esas temperaturas el amoniaco es líquido… Bueno, esperemos a ver lo que nos muestra la sonda Huygens que va en camino.
Cada forma de vida, en su ámbito natural, tiene su propio sistema ordenado de reglas complejas
Podríamos definir a la vida como un sistema ordenado que puede sostenerse contra la tendencia al desorden, y que puede reproducirse. Es decir, que puede formar sistemas ordenados similares, pero independientes. Para hacer estas cosas, el sistema debe poder convertir energía partiendo de una forma ordenada, (por ejemplo: alimento, luz del sol, o energía eléctrica), en energía desordenada, (en forma de calor). De esta manera, el sistema puede satisfacer el requisito de que la cantidad total de desorden aumente, mientras que, al mismo tiempo, aumenta el orden en sí mismo y en su descendencia. Un ser vivo tiene generalmente dos elementos: un sistema de instrucciones que le dicen al sistema cómo sostenerse y reproducirse, y un mecanismo para realizar estas instrucciones.En Biología, estas dos piezas se llaman genes y metabolismo
“Lo qué normalmente conocemos como ‘ vida ‘ se basa en cadenas de átomos de carbono, enlazados con algunos otros átomos, tales como nitrógeno o fósforo.Podríamos especular que se puede obtener vida a partir de otra base química, por ejemplo el silicio, pero el carbono parece el caso más favorable, porque tiene la química más rica. Para el principio Antrópico fuerte, suponemos que hay muchos y diversos universos, cada uno con distintos valores en sus constantes físicas.En un número pequeño de ellos, estos valores permitirán la existencia de objetos tales como los átomos del carbono, que pueden actuar como los ladrillos para la construcción de sistemas vivos Puesto que debemos vivir en uno de estos universos, no debemos sorprendernos de que las constantes físicas estén tan finamente ajustadas. Si no fuera así, no estaríamos aquí. La forma fuerte del Principio Antrópico no es muy satisfactoria. ¿Qué sentido operativo podemos dar a la existencia de esos otros universos? Y si están separados y al margen de nuestro propio universo, ¿cómo puede afectarnos lo que suceda en ellos?.”
Cuando podamos contactar con esas otras formas de vida… Nos llevaremos una gran sorpresa, ya que, podrán existir miles de mundos llenos de vida pero, según creo, salvo rara excepción, todas estarán, como en el nuestro, basadas en el Carbono, y, si alguna pudiera estar basada en la silicona o el silicio… ¡Será muy limitada!
En lo referente a encontrarnos con otras Civilizaciones situadas en otros mundos más o menos lejanos, tanto ellos como nosotros se encuentran con las mismas dificultades: ¡Superar la velocidad de la Luz! Bueno, esa velocidad no se puede superar, mejor será buscar la manera de poder burlarla.
Las estrellas han tardado 10.000 millones de años en “fabricar” los elementos de los que estamos hechos los seres vivos, y, siendo así, “ellos” estarán (seguramente) en las mismas circunstancias de imposibilidades técnicas que nosotros para poder hacer desplazamientos de años luz.
¡Sí, la ignorancia nos acompaña!
emilio silvera