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 La única explicación posible para la formación de las galaxias, a pesar de la expansión de Hubble, es que allí, existía una especie de sustancia cósmica que generaba Gravedad, y, de esa manera, pudo ser retenida la materia para conformarlas.

 

 

Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.

Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.

Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.

Es cierto que siempre hemos quertido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, no sabemos explicar como pero,  nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!

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Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corria y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.

Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?

Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturtaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.

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El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el suregir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).

Puede estar representada de muchas maneras pero, materia es.

“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”

 

 

El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder  solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.

El Universo se contempla a través de nuestros ojos y de otros muchos que en los mundos están observando su evolución.

Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar,  lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?

Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.

Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir  ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos  que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.

De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.

Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posiblemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y  universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nos impone nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabiamos todo… ¿para qué seguir buscando?

Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva

El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas  fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espaciotiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.

Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?

“Todas las cosas son”

Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoría la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.

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Y, en todo ese aparente maremágnum, apareció la vida. “La Vida, una cúpula de vidrio multicolor, mancha el blanco resplandor de la eternidad.” De la misma manera que no llegamos a comprender el Universo, tampoco conocemos lo que la vida es, y, hasta las definiciones que hemos encontrado para explicarla, ni se acercan a la realidad, a la grandiosidad, a la maravillosa verdad que el universo nos muestra a través de la vida, en la que, a veces, subyacen los pensamientos y los mejores sentimientos.

emilio silvera

 

  1. 1
    Santiago Avilés Quevedo
    el 23 de febrero del 2018 a las 21:54

    Otra propuesta:

    Se llama materia a lo que existe y constituye de modo real y objetivo los cuerpos que generan el espacio inconmensurable.
    La materia existe en la forma de átomos[1] aún no bien conocidos, los cuales son las partículas primigenias portadoras de todas las propiedades fundamentales de la materia. Esta proposición es una hipótesis de trabajo que deberá recibir confirmación experimental posterior.
     La cuestión de las propiedades de la materia se aborda con el análisis de sus manifestaciones para encontrar las que tiene carácter general, en el sentido de que están presentes en toda la materia.
    Lo que se observa es que todo está en movimiento (dinámica), pero que en la mayor parte de la materia que se percibe, está la tendencia al reposo (estática). Esto es el punto de partida de este análisis.
    Esta observación sugiere la existencia de materia con una de las dos propiedades mencionadas. La dinámica o la estática. Esta es una cuestión crítica ya que determina un cambio drástico en el concepto de lo que existe.
    Según esta noción, la materia es no solo la masa, lo que pesa, sino también lo es, lo que genera el movimiento y es dinámico en todas sus manifestaciones.
     Se propone, entonces, que esto que genera el movimiento, es algo a lo que legítimamente se puede llamar materia, una de cuyas propiedades es la energía, que ahora se mide con el trabajo realizado. Un vez que actúa. A esa materia con energía se le llamará MATERIA DINAMICA, en lo sucesivo. Se le concibe como lo que genera las fuerzas dinámicas y vitales de la naturaleza y como responsable o causa de la totalidad de los fenómenos energéticos y vitales, y de la constitución y comportamiento de los seres vivos dinámicos y los no vivos y del fenómeno evolutivo.
     Si esto a lo que se propone ser materia con energía ha de ser materia, entonces también debe de poseer, por lo menos, la propiedad de ser extensa.
     De la misma manera, se reconoce a la masa con la materia con inercia, por lo cual se opone al cambio de movimiento y al movimiento mismo. A esta materia con inercia se le llamará MATERIA ESTÁTICA, en lo sucesivo. Se le concibe como lo que genera las fuerzas estáticas y opuestas a la vida en la naturaleza y como responsable o causa de la totalidad de los fenómenos inertes y contrarios a la vida, y de la construcción y comportamiento de los seres antagónicos a la vida, y al fenómeno evolutivo. También posee la propiedad de ser extensa.
    La observación del comportamiento de la materia que nos rodea, a la cual se reconoce en este trabajo, como la mezcla de las dos clases de materia que se han propuesto, lleva a proponer como propiedad de estas, las siguientes: Generación de espacio (Extensión), Generación de movimiento (energía), Generación de reposo (Inercia), Interacción entre átomos y Asociación integral entre átomos.
     Esta proposición tiene múltiples consecuencias de gran alcance, que modifican en su esencia el concepto que se tenga del universo, si este se ve desde el presente punto de vista.
    Considérese por ejemplo, la situación en relación con los principios de conservación de la energía y la masa.
     Para físicos y químicos lo que importa, desde el punto de vista de sus intereses científicos, es que tales principios se cumplan, independientemente de sus implicaciones relativas a las mismas energía y masa. Por ello es convenientemente examinar de cerca esas implicaciones.
     Desde luego, una idea ya contenida en los principios de conservación es la de que la energía se transforma, y que adopta formas distintas entre sí, en cuanto a su manifestación observable. No obstante, este proceso de transformación siempre resulta obscuro, se consideran ser asuntos de la filosofía, más que de la física o la química; pero en realidad resultan ser del mismo tipo de problema que el del origen del universo.
    Por otra parte, es necesario notar que la relación entre la materia y sus propiedades, en cuanto se consideran como tales a la energía y a la masa, no es la misma en ambos casos, en el esquema de pensamiento que se desarrolla, ya que la energía se considera una propiedad de la materia dinámica, y la masa es la materia estática en un estado evolutivo determinado, una de cuyas propiedades es la inercia, que resulta ser la propiedad correspondiente de la materia estática, opuesta a la energía. Se ve entonces que el concepto de materia dinámica no existe en el conocimiento científico contemporáneo. Se debe hacer mención de la situación, para introducir el orden necesario en cuanto al uso de los temimos que se tratan.
    Así, en este trabajo, en lo sucesivo, se hablará de materia dinámica al referirse a la energía y materia estática cuando se hable de la masa.
    Los principios de conservación implican las propiedades de no creación y de no destrucción del ente físico a que se aplican. Estas propiedades se mencionan de otro modo, afirmando que la energía y la masa son de carácter increado y son indestructibles, lo que implica que no tuvieron principio y no tendrán fin. A lo que tienen estas cualidades, por llamarles de alguna manera, se le califica con el adjetivo “eterno”.
    Pero se sabe ahora, y se menciona de esta manera por requerirlo el razonamiento, que la masa participa en la constitución de la materia cuyas características podemos medir o ponderar, con nuestros sentidos o con instrumentos en las porciones finitas, bien definidas y pequeñas, que se llaman partículas elementales y de las cuales algunas, se manifiestan durante tiempos extremadamente cortos.
    De la misma manera, la sustancia dinámica participa en la constitución de la materia que podemos medir o ponderar, también en porciones finitas, bien definidas y pequeñas, en forma que ha hecho que no se le reconozca como constituyente de esa materia ponderable. Una manifestación conspicua de la materia dinámica es el fotón, del cual la propiedad que mejor conocemos, es la energía que posee, cuyo carácter cuantizado sugiere que la sustancia dinámica está constituida de componentes elementales discretos, a los que en su momento se les asignará el nombre de átomos dinámicos. Desde luego el fotón no es una entidad elemental, sin componentes. Esto sugiere su interacción con las partículas con masa (efecto Compton), en la que se intercambia parte de sí mismo.
    Se ha afirmado entonces, que tanto la energía como la inercia son propiedades de las respectivas clases de materia, la que se mueve por sí misma y la que tiende al reposo por sí misma.
     Por tanto, en relación con los principios de conservación mencionados y puesto que están aplicados, el de la energía a una propiedad de la materia dinámica, y el de la masa a la propia materia estática, lo cual hace una diferencia importante, se debe reconocer que la materia dinámica tiene el mismo carácter no creado e indestructible de la energía y que por ello, el principio de conservación debe ser aplicado a aquella, de la misma manera que como lo es a la materia estática, que es reconocida con el nombre de masa.
    Los principios de conservación considerados, para la materia con energía y la que tiene inercia, ahora deben formularse de la siguiente manera:
    La materia dinámica y la materia estática no se crean ni se destruyen.
    Estas dos clases de materia interaccionan entre si y se combinan transitoriamente. En sus combinaciones ambas se conservan y cambian su modo de manifestación, lo cual generó la idea que se transforman.
     Por su parte, ambas clases de materia constituyen respectivamente, unidades materiales puras, de la respectiva naturaleza, en las que también se conservan.
    La idea de transformación de la energía y la masa durante los procesos en que se conservan, debe de referirse ahora al hecho de que en los procesos de interacción y asociación entre las componentes de las dos clases de materia, estas conservan su individualidad en términos de su cacater indestructible y las manifestaciones que dan, son regidos por las respectivas propiedades de los componentes participantes.
    A la substancia que tiene masa (materia estática) y energía (materia dinámica), de la que nuestro cuerpo está hecho, y que hiere nuestros sentidos, se llama aquí, materia ponderable y es una mezcla de las dos clases de materia definidas, en estado evolutivo determinado. Puede estar en cualquiera de los estados conocidos como sólido, liquido, gaseoso e ionizados.
    La radiación electromagnética se considera ser materia preponderantemente dinámica.
    Por otra parte, la totalidad de los átomos que existen, y que son número infinito, posee la propiedad de generar espacio.
    La propiedad de generación de movimiento es exclusiva de la materia dinámica. Esta genera el movimiento, moviéndose ella misma y arrastrando consigo aquello que la rodea y que puede mover.
    La propiedad de generación de reposo es exclusiva de la materia estática. Esta genera el reposo, poniéndose en reposo ella misma e impidiendo el movimiento de aquello que la rodea y que puede retener.
    Estas dos últimas propiedades son contradictorias entre si y constituyen la raíz causal de la contradicción universal. No coexisten en el mismo átomo.
    Cada átomo posee como atributo o propiedad una u otra de estas dos propiedades.
    La totalidad de los átomos que existen, posee las propiedades de interacción y asociación entre ellos. La propiedad de interacción se da entre todos los átomos y la propiedad de interacción integral se da solo entre átomos de la misma esencia, dinámica o estática.
    Esta formulación de las propiedades de la materia se desprende de los principios de conservación, en cuanto que siendo increada la materia, ha sido siempre como lo es actualmente. Es decir, que sus propiedades fundamentales deben tener la calidad de inmutables, o como se menciona en el lenguaje de la Física, son invariantes frente al tiempo y respecto de transformaciones de todo tipo, en caso de que se les describiera con respecto a un marco de referencia. En cambio, en su devenir temporal espacial, su manifestación cambia según el entorno, la circunstancia concreta en que se encuentran los átomos, y el nivel de integración evolutiva que haya alcanzado.
    Los átomos de que se habla no han sido todavía concebidos por los físicos y por ello, tampoco han sido descubiertos, puesto que por lo menos, la materia dinámica no se concibe en cuanto tal.
    Es necesario por tanto, buscar la comprobación experimental de su existencia, y la descripción teórica de su comportamiento.
    La propiedad espacial de la materia consiste en que lo que se conoce como espacio, es propiamente su extensión. Se le reconoce como parte de la materia, y se propone como propiedad de ella.
    Así la materia tiene dos propiedades fundamentales, la propiedad espacial y la propiedad de general movimiento, la materia dinámica o la propiedad de generar reposo la materia estática. El componente mínimo de la materia, el átomo, no el átomo del elemento químico, resulta ser una entidad impenetrable a muy cortas distancias y penetrable a grandes distancias, es capaz de ejercer fuerzas hacia fuera de sí mismo, y de asociarse con otros átomos bajo ciertas condiciones.
    Las propiedades dinámica y estática de generar movimiento o reposo respectivamente, son la raíz causal de la esencia o naturaleza de los correspondientes átomos o de la correspondiente materia.
    La propiedad de asociarse consiste en que los átomos de una misma naturaleza se pueden reunir entre sí, en virtud de fuerzas atractivas que les permiten constituir grupos atómicos que pueden crecer por asociación de nuevos átomos, que de una manera ordenada corresponden de acuerdo con sus propiedades, con los que ya se encuentran en el grupo.
    En este contexto, de acuerdo con Vázquez-Reyna (2008), la materia tiene las siguientes propiedades fundamentales:
    Primera. Es indestructible, y existe en cantidad infinita, por lo cual la nada no ha existido, no existe, y no existirá jamás, y se generan las leyes de conservación. El orden universal proviene del carácter inmutable de las propiedades de los componentes primigenios de la materia.
    Segunda. La materia es impenetrable a muy cortas distancias. Es y tiene su propio espacio. A distancias grandes los espacios de los átomos son penetrables, siendo campos y se superponen generando el espacio ordinario, el cual es, como se dice, propiedad de la materia, y no puede estar vacío, ya que él mismo es materia.
    Tercera. La Materia está compuesta de átomos. Los componentes atómicos de la Materia poseen la energía o la inercia, son heterogéneos entre sí, y el carácter de la heterogeneidad es energético o inercial, por ello se generan el movimiento y la oposición a él, la tendencia al reposo, universales, y la diversidad universal.
    Cuarta. En virtud de su energía o inercia, los átomos de materia con energía y los átomos de materia con inercia son contradictorios entre ellos, aplican fuerzas hacia fuera de sí mismos y por ello se hacen ponderables. Estos átomos son componentes de los átomos, así llamados, de los elementos químicos.
    Quinta. Se asocian los átomos entre sí por su energía, o por su inercia, es decir, se integran entre sí los de la misma esencia, y por su asociación, de los que se mueven, los de la esencia dinámica, generan el movimiento universal, la vida, el proceso universal de integración evolutiva y la diversidad universal, y los de la esencia estática, que se oponen a la vida, generan la gravedad y lo inerte e intentan detener el progreso tendiendo al reposo, sin tregua.
    Sexta. La existencia y forma de ser de la materia no dependen de que algún Ser la observe, es decir, existe por sí misma y es, y tiene por ello carácter objetivo.
    Séptima. Es cognoscible por sí misma siendo un ser integrado. Y, se reitera, genera el conocimiento de sí misma, por si misma.
    Octava. Sus propiedades le son inmanentes, esto es, la constituyen, y no fueron creadas.
    Novena. La vida es propiedad de la materia dinámica. Esta propiedad se manifiesta como vida orgánica cuando una entidad dinámica alcanza cierto nivel de integración evolutiva, el de las algas, por ejemplo, en las cuales el fenómeno de la individuación aparece por primera vez en la historia del proceso de integración evolutiva. Y mucho después, a su debido tiempo, aparece la conciencia en los seres que alcanzaron el último nivel de integración evolutiva, logrado hasta la fecha.
     Vázquez-Reyna, Mario (1998). Reflexiones en torno la materia, la energía y la masa. Anexo B. Cd. de México. ISBN 970-91797-1-3
     Vázquez-Reyna, Mario (2008). Teoría general de la Materia. Borrador. Ciudad de México.
     

    [1] En este contexto, es muy importante mencionar desde el inicio, que la definición de átomo  que se utiliza es: el átomo como bloque básico e indivisible que compone la materia del universo, que fue postulado por la escuela atomista en la Antigua Grecia, Siglo V A.C., siendo Demócrito uno de sus exponentes; en la actualidad, el Ing. Mario Vázquez Reyna, en su libro “Reflexiones en torno a la materia, la energía y la masa” (Vázquez-Reyna, 1998), al átomo de los griegos le denomina “Partícula mínima ”.

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  2. 2
    Fandila Soria
    el 24 de febrero del 2018 a las 1:56

    Muy interesantes estas reflexiones, Santiago, una exposición sui generis bastante aclaratoria.

    Yo solo quisiera entrar un poco en el movimiento como propiedad del ser, de la materia.
    Si fijamos el concepto del Todo, éste solo puede ser ilimitado: infinito extenso e infinito profundo. La particularidad  del infinito viene a ser que se compone de otros infinitos. En su “composición” todos sus puntos también lo sería, extensos o profundos.
    Sería el paso de un infinto menor a otro mayor o viceversa la causa del movimiento.
    Pero a qué se refiere este paso. 
    Si observamos cualquier universo en un instante determinado (Presente), estamos considerando o podemos considerar todos los puntos materiales que lo forman. Mirar la totalidad o unos cualquiera de los infinitos será como considerar un movimiento, pues vemos que la materia se compone de elementos, lo que en nuestra mente se significa como un movimiento (Transformación).
    De considerar que exista un supuesto solo elemento, sin más composición, no habría movimiento y ni siquiera podrá existir por sí solo.
    Como ocurre con lo real, es nuestra mente la que interpreta, también el movimiento. Sin la multivariedad, multivariedad que corresponde al infinito, no habría transformaciones ni fuerzas.
    Es decir, es esta cierta filosofía de la consideración de nuestra mente del movimiento, como parcelas sucesivas, de los infinitos.
     La consideración sucesiva de espacio-tiempos pequeños o minusculos o grandes o muy grandes nos aportan la sensación del movimiento.
    El movimiento es tan real como pueda serlo la realidad en nuestra mente.
    Si en los infinitos todo es posible y existe, podrá darse cualquier situación de los elementos y estructuras, y son estas las que percibimos, como si de saltos cuanticos se tratara. En comparación, para el tiempo también ocurreirá algo por el estilo.

    Saludos amigos.

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