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Sí, podemos ver con la Mente ¡Con tanta claridad!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Así etán las cosas ~ Comments (5)
Es curioso, cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan unas con otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck – se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), o que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks confinados en el núcleo atómico merced a la fuerza niuclear fuerte. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con una sinfonía de colores que tiene su fuente en miles y miles de cuerdas vibrantes que, en cada vibración o resonancia, producen minúsculas partículas que salen disparadas para formar parte en otro lugar, de algún planeta, estrella, galaxia e incluso del ser de un individuo inteligente que observa el Universo.
Me pregunto por el verdadero significado de la materia, y cuanto más profundizo en ello, mayor es la certeza de que allí están encerradas todas las . ¿Qué somos nosotros? Creo que somos materia evolucionada que ha conseguido la conquista de un nivel evolutivo en el que ya se tiene consciencia de Ser, que hemos llegado a generar ideas y pensamientos y, sobre todo, ¡Sentimientos!
Pienso que toda materia en el universo está cumpliendo su función para conformar un todo que, en definitiva, está hecho de la misma cosa, y que a partir de ella surgen las fuerzas que rigen el Cosmos y toda la naturaleza del universo que nos acoge. La luz, la gravedad, la carga eléctrica y magnética, las fuerzas nucleares, todo, absolutamente todo, se puede entender a partir de la materia, a niveles microscópicos como a dimensiones cosmológicas, todo son aspectos distintos para que existan estrellas y galaxias, planetas, árboles, desiertos, océanos y seres vivos como nosotros, que somos capaces de pensar en todo esto.
Todos iguales pero… ¡Distintos!
Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo está compuesto por una variedad de que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintas en sus costumbres y en sus mentes que llevan los gérmenes ancestrales de sus antepasados y del lugar que los vio nacer.
La mayor parte, se aplica en sus vidas cotidianas y sin grandes sobresaltos: trabajo, familia y dejar transcurrir el tiempo. Es la mayoría silenciosa. Una parte menor, conforman el grupo de los poderosos; sus afanes están centrados en acumular poder, dirigir las vidas de los demás y de manera consciente o inconsciente, dañan y abusan de aquella mayoría. Son los grandes capitalistas y políticos, que con sus decisiones hacen mejor o peor las vidas del resto. Por último, existe una pequeña parte que está ajena y “aislada” de los dos grupos anteriores; se dedican a pensar y a averiguar el por qué de las cosas. La mayor preocupación de este grupo de elegidos es saber, decir ¡SABER!, de todo y sobre todo; nunca están satisfechos y gracias a ellos podemos avanzar y evitar el embrutecimiento.
El vendedor de , el Banquero y el Filósofo
Pensando en el cometido de estos tres grupos me doy de lo atrasados que aún estamos en la evolución de la especie. El grupo mayor, el de la gente corriente, es muy necesario; de él se nutren los otros dos. Sin embargo, el grupo de mayor importancia “real”, el de los pensadores y científicos, está utilizado y manejado por políticos, militares y capitalistas que, en definitiva, aprueban los presupuestos y las subvenciones de las que se nutren los investigadores que están a su merced. ¿Cambiará eso algún día?
Acordáos del Proyecto y la bomba atómica
En las dos grandes guerras mundiales tenemos un ejemplo de cómo se utilizaron a los científicos con fines militares. Los que no se prestaron a ello, lo pasaron mal y fueron marginados en no pocos casos. Es una auténtica barbaridad el ínfimo que se destina al fomento científico en cualquiera de los niveles del saber. Cada presupuesto, cada proyecto y cada subvención conseguida es como un camino interminable de inconvenientes y problemas que hay que superar antes de conseguir el visto bueno definitivo, y lastimosamente, no son pocos los magníficos proyectos que se quedan olvidados encima de la mesa del político o burócrata de turno, cuyos intereses particulares y partidistas les hace mirar en otra dirección.
El primer Encuentro de Jóvenes Científicos de la Zona Norte, organizado por la Universidad de Antofagasta en Chile, donde se abrirá el debate en torno a las necesidades para el desarrollo de la ciencia y tecnología, institucionalidad e impulso a la investigación nacional. Esto sí que es un ejemplo de lo que debemos hacer.
Todo lo contrario pasa aquí, en España, donde hemos gastado ingentes cantidades de dinero en preparar a nuestros jóvenes cintíficos que, al finalizar sus carreras y no donde desarrollar sus conocimientos, tienen que marcharse fuera, a otros paises que le acogen con los brazos abiertos. Allí, investigan, descubren e inventan y, las patentes del fruto de su trabajo son vendidas más tarde a nuestro Pais que hizo el esfuerzo de crear a esos Ingenieros, físicos, médicos…
¡Qué lastima! ¡Qué torpes!
Menos mal que la torpeza de algunos no puede impedir el ingenio y la inteligencia que, al del camino, queda a beneficio de la Humanidad y de su futuro que, aunque es incierto (todo lo es), cada día que pasa se vislumbra una nueva luz y, no creo que tarde mucho tiempo en que la “gente corriente” reaccione y ponga las cosas en su sitio. No podemos seguir consintiendo tantos abusos, tanta maldad, tanta ceguera.
Ese encuentro maravilloso con la luz suprema del es un momento mágico, que es el precio que pagan al científico por sus esfuerzos, y es el incentivo que necesita para seguir trabajando en la superación de los muchos secretos que la Naturaleza pone ante sus ojos para que sean desvelados.
Cuando me pongo a escribir sin un previamente establecido, vuelco sobre el papel en blanco todo lo que va fluyendo en mis pensamientos, y a veces me sorprendo a mí mismo al darme cuenta de cómo es posible perder la noción del tiempo inmerso en los universos que la mente puede recrear para hacer trabajar la imaginación sin límites de un ser humano. Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme nuestra ignorancia y, sin embargo, estas carencias se pueden compensar con la también enorme ilusión de aprender y la enorme curiosidad y espíritu de sacrificio que tenemos en nuestro interior, que finalmente van ganando pequeñas batallas en el conocimiento de la naturaleza, y que sumados hacen un respetable bloque de conocimientos que, a estas alturas de comienzos del siglo XXI, parecen suficientes como punto de partida para despegar hacia el interminable viaje que nos espera.
Los pensamientos cambiaron el Mundo
Es tal la pasión que pongo en estas cuestiones que, literalmente, cuando estoy pensando en el nacimiento y vida de una estrella y en su como enana blanca, estrella de neutrones o agujero negro (dependiendo de su masa), siento cómo ese gas y ese polvo cósmico estelar se junta y gira en remolinos, cómo se forma un núcleo las moléculas, más juntas cada vez, rozan las unas con las otras, se calientan e ionizan y, finalmente, se fusionan para brillar durante miles de millones de años y, cuando agotado el combustible nuclear degeneran en enanas blancas, veo con claridad cómo la degeneración de los electrones impide que la estrella continúe cediendo a la fuerza de gravedad y queda así estabilizada. Lo mismo ocurre en el caso de las estrellas de neutrones, que se frena y encuentra el equilibrio en la degeneración de los neutrones, que es suficiente para detener la enorme fuerza gravitatoria. Y, cuando llego a la implosión que dará lugar a una singularidad, ahí quedo perdido, mi mente no puede, como en los casos anteriores, “ver” lo que realmente ocurre en el corazón del agujero negro, ya que, lo que llamamos singularidad, parece como si desapareciera de este mundo.
emilio silvera
el 20 de octubre del 2018 a las 0:49
De nuevo les propondría otro trabajo, esta vez fuera de la Física, que con sus aciertos o no tanto podría clarificar algunas de las cuestiones que en el artículo se plantean.
EL ESTADO INVERSO- En la web …. Monografías.com
Saludos amigos
el 20 de octubre del 2018 a las 6:35
Amigo Fandila, lo que expones en tu trabajo que, lo he clasificado en el apartado de “Divagando”, es lo mismo que sobre esos temas pensamos muchos de nosotros, y, sin embargo, no nos ponemos de acuerdo para poner las cosas en su justo lugar. Y, ya sabes, cuando los buenos se quedan en silencio… ¡Ganan los malos! La Sociedad que hemos creado es injusta, tratamos de vestirla con los ropajes de la libertad y de la igualdad que no estarán nunca presentes, unos se lo llevan todo y los otros (los más) son los que pasan carencias.
Poco importa, en este caso, las ideologías y las religiones, las cosas están dirigidas por los que no quieren la igualdad, y, si hablamos de libertad, es la mayor de las mentiras, el Libre Albedrío es una abstracción, un concepto… ¡Qui´ñen puede elegir?
Así hemos vivido desde la noche de los tiempos y creo, que nos queda aún, mucho camino por andar antes de que, algún día lejos, muy lejos en el futuro… ¡Impere la Justicia en el Mundo!
De todas las maneras se agradece el gesto de exponer tus ideas al mundo.
el 20 de octubre del 2018 a las 19:11
Lo expuesto en mi ensayo, no son realmente ideas ciertas (No hay nada nuevo bajo el sol), sino una especie de inicio o toque de atención para aquellos que lo compartan.
No podemos comparar la sociedad actual con la que fue o con la que era. Aunque no lo parezca el hombre actual no es el de antes. Éramos más animales.
Por ejemplo, antes existía el usurero a cara descubierta y ahí calificábamos sin remedio a cualquier prestamista.
Hoy cierto capitalismo se nos hace imprescindible, porque hay y debe haber quién se ocupe en la administración de nuestros haberes que los ciudadanos comunes no podemos o sabemos. Igual que ocurre en cualquier sociedad u organismo privado o público. No es lo mismo un capitalismo salvaje-depredador que aquel que se adapta a las necesidades ciudadanas.
Lo que fallan son los limites, quienes son incapaces de establecerlos y el propio Estado, tanto como los gobiernos que no pueden o no quieren cumplir con sus obligaciones de control. Es por eso que los ciudadanos sufren sus deficiencias en las propias carnes y “callar y tirar para adelante” pues en el fondo se piensa que es peor el remedio que la enfermedad.
Con tanta inteligencia que nos abrogamos, en el fondo seguimos siendo tan “salvajes” como la propia naturaleza, no domada.
Maldad y bondad está tan bien repartida, que nadie está exenta de ellas. La lucha por sobrevivir sigue siendo instintiva y depredadora, cuanto más si las políticas no funcionan.
Como ocurre en la Naturaleza y pese a tanto artificio de estado-política el pez grande se come al chico, y el más capacitado en el sentido que sea, queda o suele quedar por encima del que lo está menos. Y esto lo respalda el propio Estado, que premia a voluntad propia la actividad de mayor interés. En el Estado Inverso la idea principal es el despabilamiento de la ciudadanía junto y frente a los sucesivos gobiernos que más parecen estar en otro mundo.
Lo de la caridad mal entendida, es como decir: quiero ayudar por ejemplo a los de un país necesitado, sin darse cuenta que hay pobrezas de todo tipo a la vuelta de la esquina. Todo puede hacerse si conseguimos que todo funcione a partir de nuestra propia base.
Saludos amigos
el 21 de octubre del 2018 a las 6:44
¡Falta tanto para que nos podamos llamar humanos evolucionados!
Es una auténtica calamidad que, a pesar de todos los logros alcanzados en los múltiples ámbitos del saber, en las distintas disciplinas de la ciencia, la tecnología, las matemáticas y en las comunicaciones que parece no tener límite, sin contar con el futuro que se puede vislumbrar en el campo de la Inteligencia Artificial, que estemos todavía, tan atrasados en la creación de Sociedades Justas, de lo que hemos venido hablando sin cesar desde aquellas famosas polis griegas en la que hablaban de democracia y, como ahora, se les llenaba la boca con la palabra “El Pueblo”…
El “Pueblo”, siempre ha servido para lo mismo: ¡Utilizarlo en beneficio de unos pocos para que aguante el peso subiendo las empinadas cuestas! Mientras que otros (entendamos por otros a políticos, banqueros, religiosos y demás privilegiados de una Sociedad injusta, simplemente tienen la preocupación de contar sus dineros o mirar de donde poder sacar más beneficio a costa de lo que sea.
La riqueza del mundo es más que suficiente para que todos, sin excepción, pudieran tener ese mínimo de dignidad para que no se pudieran sentir humillados, y, sin embargo, la gran discrepancia es que algunos pueden disponer de miles de millones mientras otros no tienen que comer… ¿Qué somos?
¿Todos iguales? De ninguna manera, a partir de ese mínimo para todos del que hablo, cada cual podrá tener todo aquello que con sus propios méritos sea capaz de ganarse, y, si esos que han tenido suerte en la vida, contribuyen de manera proporcional a sus ganancias para contribuir a los gastos generales que nos lleve a un bien común… ¡Esa sería una Sociedad Justa y deseable! Sin embargo, los ganan mucho contratan especialistas que les hagan las cuentas para no pagar nada o pagar lo menos posible y, así nos va.
¿Lo que será mañana? Eso nadie puede saberlo pero, tal como van las cosas… Si hacemos caso de la causalidad, el futuro que nos espera es el que estamos cimentando en el presente. No pocas veces, a solas con mis pensamientos, y viendo el panorama del mundo (esos miles de criaturas que arriesgan sus vidas en pequeñas embarcaciones para llegar a un mundo mejor…), no puedo estar nada satisfecho con mis congéneres, a los que el egoísmo, y la parte animal que llevan dentro, les puede mucho más que el poco de generosa “humanidad” puedan aún quedarles.
¿Cómo pueden dormir tranquilos todos esos implicados en un delito cometido a cielo abierto y que, sin embargo, todos tratan de ocultar? Silbar y mirar para otro lado, eso es lo que hace todos aquellos que podrían remediar el problema pero, a costa de que? ¡De sus propios beneficios que verían mermados! Y, de eso nada.
Sí, los Humanos somos así, y, no estaría yo muy seguro de que con el paso del Tiempo puedan cambiar.
el 21 de octubre del 2018 a las 12:10
Un apunte: ese rico que osee bienes sin cuento, y que no los consiguiera de forma ilegal, es decir que la “sociedad” le ha permitido esa cierta acumulación, personalmente no podrá consumir tales bienes, y lo quiera o no ha repartirlos sea o no consciente de ello. Es aquello que dio en llamarse la función social de la propiedad y la riqueza. Tal individuo podrá disfrutar de aparatosas fiestas, comilonas opíparas y disfrutes sin cuento. Pero es consciente que tal despilfarro, aunque tales ricos no suelen ser muy despilfarradores, origina cierta actividad lucrativa para aquellos que de una forma u otra le sirven. Para qué hablar de los dineros, esas famosas reservas, que van al ahorro y del que otros pueden servirse. Y tanto que se sirven…
No todo el mundo puede ser artesano u obrero, pues no todo el mundo es un manitas o posee la fuerza suficiente. También está el intelectual y aquellos cuya principal riqueza es su mente, lo que es un decir. Lo triste es que la sociedad no valora a todos con el mismo rasero, cuando toda actividad le es necesaria y precisa. Ya se encargan las jerarquías de que sea de esa manera. Las jerarquías de todos los signos colores, pues creen que en ello radica su propia supervivencia, al solo disponer de los recursos ajenos.
No es que fuera bueno volver a los antiguos oficios en que la artesanía lo era casi todo, pero no estaría demás aprender o por lo menos intentarlo, algún oficio, que suele ser el de la empresa. Y es que el trabajo “intelectual” como funcionariado, no de la empresa sino de los grupos políticos suele corromper a tales eméritos por su holgazanería endémica. Para que seguir.
Saludos amigos