viernes, 22 de noviembre del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¿Hacia dónde vamos?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Futuro incierto    ~    Comentarios Comments (19)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

El LHC se adentra en la materia del universo primigenio

Se supone que, en los comienzos del universo, justo después del Big Bang, existió un ‘plasma de quarks y gluones, dos partículas confinadas hoy en la materia pero que entonces vagaban libremente… Ahora hemos construido aceleradores de partículas que tratan de recrear aquellos momentos para poder “ver” lo que allí pasó y, buscamos el origen de la masa y partículas exóticas que nos digan algo sobre esa supuesta masa “perdida”, o, que no alcanzamos a ver.

Entradas siguientes

Resultado de imagen de Cuando leemos un buen libro

                     Ahí podemos encontrarlo todo

Cuando se lee un buen libro, se saborean sus pasajes más interesantes y, al final, sientes un poco de pena porque aquello se termine tan pronto. Sientes que quieres más, te quedas algo insatisfecho de no haber podido llegar más lejos, de profundizar más en aquello que tánto llamó tu atención y despertó tu curiosidad. Saber sobre el enigma planteado por ekl autor y no desarrollado hasta el final dejando un estado en el lector  que lo preocupa,  es tan vital para la mente que, cuando no puedes desarrollar ciertos pemnsamientos por falta de conocimientos, te sientes frustado y, de alguna manera, sufres por no saber.

Habiendo finalizado la lectura de Las sombras de la Mentede Roger Penrose, en la que nos habla de la posibilidad de comprender de forma científica lo que la conciencia es y, extrapola dicha conciencia, hasta ese otro mundo de la I.A., en el que, si nada lo remedia, estamos inmersos hasta tal punto que, en el futuro más o menos lejano, será lo que predomine tanto aquí en la la Tierra, como en los mundos y lunas que nos acompañan en el Sistema solar, e, incluso, mucho más allá. Ellos serán, los Robots, los que surquen los cielos y el espacio interestelar en busca de las estrellas.

Es posible que podamos llegar a los límites de la realidad pero… ¿No crearemos una nueva raza para que, sin nosotros saberlo nos suplante en el futuro?

La computación y el Pensamiento consciente

En los últimos tiempos, mucho es lo que se habla de la I.A., y, algunos, nos preguntamos: ¿Será posible que en un futuro más o menos lejano, eso que llamamos Inteligencia Artificial, nos pueda superar?

                                ¿Hasta dónde llegarán?

Hay corrientes en ese sentido que nos llevan a pensar y, ¿por qué no? A preocuparnos profundamente. Si hacemos caso de esas afirmaciones (quizá algo extremas pero, con visos de verdad) de los que defienden a capa y espada el futuro de la I.A., diciendo que, con el tiempo, los ordenadores y los robots superarán a los humanos en inteligencia al llegar a tener todas y cada una de las capacidades humanas y otras que, los humanos nunca podrán tener. Entonces, estos ingenios serían capaces de hacer muchísimo más que ayudar simplemente a nuestras tareas inteligentes.

De hecho, tendrían sus propias y enormes inteligencias. Podríamos entonces dirigirnos a estas inteligencias superiores en busca de consejo y autoridad en todas las cuestiones complejas y de interés que, por nosotros mismos, no pudiéramos solucionar; ¡y finalmente podrían resolver los problemas del mundo que fueron generados por la Humanidad!

Resultado de imagen de La inteligencia artificial supera el test de Turing

Alan Turing estaba convencido de que algún día, las máquinas serían tan inteligentes como los humanos. Y para demostrarlo, inventó el Test de Turing, en 1950. El Test de Turing se basa en la idea de que si no puedes distinguir las respuestas de un programa frente a las de un humano, entonces es porque la inteligencia artificial es tan inteligente como nosotros.

Robonaut 2 (R2)

Resultado de imagen de Aquella primera computadora de A. Turing

                            Así se empieza pero… ¿Cómo se acaba?

La Nasa ha fabricó en 2009 un robot que pesa 150 kilogramos, tiene aspecto humanoide y se llama Robonaut-2(R-2 para los amigos). Este androide será lanzando al espacio y pronto será el nuevo compañero de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. Por algo se comienza y, nunca se sabe como todo terminará.

Pero, si todo eso fuera así (que podría llegar a serlo), podríamos extraer otras consecuencias lógicas de estos desarrollos potenciales de la I.A. que muy bien podría generar una cierta alarma muy justificada ante una situación tan atípica, en la que, unos “organismos” artificiales creados por nosotros mismos, nos superen y puedan llegar más lejos de lo que nosotros, podríamos ser capaces de llegar nunca. ¿No harían estos ordenadores y Robots, a la larga, que los Humanos fueran superfluos para ellos?

 Resultado de imagen de El robot y los humanos llegaran a ser amigos

            ¿Llegarán a ser dos “especies” amigas?

Si los Robots guiados por ordenadores insertados en sus cerebros positrónicos o espintrónicos, o, guiados por un enorme y potente Ordenador Central, resultaran ser muy superiores a nosotros en todos los aspectos, entonces, ¿no descubrirían que pueden dirigir el mundo sin necesidad alguna de nosotros? La propia Humanidad se habría quedado obsoleta. Quizá, si tenemos suerte, ellos podrían conservarnos como animales de compañía (como alguien dijo en cierta ocasión); o, si somos inteligentes, podríamos ser capaces de transferir las “estructuras de información” que somos “nosotros mismos” a una forma de robot (como han pensado algunos otros), o quizá no tengamos esa suerte y no lleguemos a ser tan inteligentes…

Investigadores de la Universidad de Bremen en Alemania dio a conocer el simio robot – un aparatito de cuatro extremidades que se tambalea a lo largo de su frente “nudillos” y patas traseras. El robot de 40 libras, que tuvo más de tres años en desarrollarse, puede moverse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados – todo ello sin un cable de control. Cuenta con sensores de presión en sus patas traseras, y puede incluso dar vuelta en torno a sí mismo.

Colonizar el espacio con robots es un antiguo argumento de obras de ciencia-ficción, algo que podrían hacer realidad en Japón en no demasiado tiempo. La imagen de arriba, a no tardar mucho, podría ser una realidad. De momento hemos enviado sondas y naves espaciales de todo tipo y rovers-laboratorios andarines pero, en el futuro cercano, la cosa irá en aumento de cantidad y calidad.

Red neuronal estructura disipativa

   Red neuronal estructura disipativa. Todo efecto incide en su trama

Por otra parte, quiero pensar que, lo que hace y es capaz de realizar nuestro cerebro creador de pensamientos, nunca será del dominio de la I.A. que, nunca podrán describir o realizar funciones que de manera natural realizan nuestras mentes. ¿Llegarán a tener mentes de verdad los Robots del futuro? ¿Será posible que lleguen a tener sentimientos, a sentir miedo, a poder llorar? ¿Tiene algún sentido que hablemos de semejantes cosas en términos científicos? También podríamos pensar que, la Ciencia, no está capacitada para abordar ciertas cuestiones relacionadas con la complejidad de la Conciencia Humana.

Claro que, por otra parte, no podemos dejar de pensar en el hecho cierto de que, la propia materia parece tener una existencia meramente transitoria puesto que puede transformarse de una forma en otra, de una cosa en otra, e, incluso, puede llegar esa transformación ser tan compleja como para cambiar desde la materia “inerte” hasta el ser consciente.

 Resultado de imagen de El robot y los humanos llegaran a ser amigos

                 ¿Escena futura cotidiana?

 Incluso la masa de un cuerpo material, que proporciona una medida física precisa de la cantidad de materia que contiene el cuerpo, puede transformarse en circunstancias apropiadas en pura energía (E = mc2) de modo que, incluso la sustancia material parece ser capaz de transformarse en algo con una actualidad meramente matemática y teórica. Dejemos en este caso, la cuántica y otras teorías a un lado para centrarnos en el tema que tratamos de la I.A. y sus posibles consecuencias.

¿Permite la Física actual la posibilidad de una acción que, en principio, sea imposible de simular en un ordenador? Hoy esa respuesta no está disponible y, cuando eso vaya a ser posible, tendríamos que estar en posesión de una nueva Física mucho más avanzada que la actual.

No debemos apartarnos de un hecho cierto: Nuestra Mente, aunque está apoyada por un ente físico que llamamos cerebro y recibe la información del exterior a través de los sentidos, también es verdad que, de alguna manera, sale de nosotros, está fuera de nuestros cuerpos y, viaja en el tiempo y en el espacio, aprende y conoce nuevos lugares, nuevas gente, nuevos conocimientos de su entorno y de entornos lejanos y, a todos ellos, sin excepción, se puede trasladar de manera incorpórea con un simple pensamiento que, de manera instantánea, nos sitúa en este o aquel lugar, sin importar las distancias que nos puedan separar.

Así La parte física y la parte mental, aunque juntas, están separadas de una manera muy real y, desde luego, existe una clara divisoria entre lo físico y lo mental que ocupan distintos dominios de alcance también distintos y, hasta donde pueda llegar el dominio mental ¡No se conoce!

Resultado de imagen de Nuestro cerebro circuitos y conexiones sin fin

Circuitos y conexiones de infinita potencia. Ahí están encerrados otros mundos de inimaginable belleza, agujeros negros gigantes, púlsares y quásares, estrellas de neutrones y fantásticas nebulosas de increíbles figuras de las que surgen sin cesar nuevas estrellas y nuevos mundos. También ahí residen pensamientos y recuerdos y, hasta es posible rememorizar imágenes nunca vistas de universos paralelos… ¿Cómo son posible todas esas maravillas? Y, ante esa poderosa “herramienta”, me pregunto, podrá alguna vez, la Inteligencia Artificial hacer algo parecido.

El futuro es incierto

Quisiera pensar que, el humano, siempre prevalecerá sobre el “ser Artificial”, sin embargo, tal optimismo, si pensamos en hacerlo real, nunca podrá estar a nuestro alcance. La evolución de la Ciencia, las necesidades de nuestra especie, las exigencias de una Sociedad creciente que llena el planeta hasta límites insoportables…Todo eso, nos llevará a seguir procurando ayuda de ese “universo artificial” que, al fin y a la postre, es la única salida que tenemos para poder llegar a otros mundos en los que poder alojarnos para que, el planeta Tierra, no se vea literalmente asfixiado por la superpoblación. Así que, siendo las cosas así (que lo son), estamos irremisiblemente abocados a ese futuro dominado por la I.A. que, si tenemos suerte, nos dejará convivir con ella y, si no la tenemos… Muy cruda.

Así que, el día que los Robots sean equiparables a los Humanos, ese día, habrá comenzado el principio del fin de la especie que, tan tonta fue, que creó a su propio destructor.

Resultado de imagen de Nos superará algún d´çia la Inteligencia artificial

                                                            Hay escenarios que producen miedo

Claro que, para que todo esto llegue a pasar, podrían transcurrir siglos. No parece que sea muy factible que una simulación realizada por un Robot avanzado pueda ser semejante a lo que un Humano puede hacer hoy. Sin embargo, cuando los ordenadores y Robots hayan alcanzando la inteligencia de pensamiento y discurrir del cerebro Humano, ese día, amigos míos, no creo que sea un día para celebrar.

Claro que, la idea de poner unir nuestras mentes a esos “Seres”, podría ser una salida, una solución híbrida para paliar nuestras carencias de salir al espacio exterior por nosotros mismos y dentro de la frágil coraza humana que contiene a nuestras Mentes pensantes que, dentro de tan ligera y débil estructura, no tienen la seguridad suficiente para realizar ciertas tareas.

Imagen relacionada

No quiero ser pesimista ni llevar a vuestro ánimo ideas intranquilizadoras. Sin embargo, si la cosa sigue adelante por el camino emprendido, el futuro que nos espera será ese: Convivir con los Robots, emitir leyes para su control, tratar de que hagan sólo aquellos trabajos y tareas encomendadas pero, ¿cómo podremos evitar que, algún día, más evolucionados al exigirle cada vez más complejidad en las ayudas que nos tendrán que prestar, comiencen a pensar por sí mismos?

Así que, como estamos dando a esos Robots el “Conocimiento”, la “Comprensión”, la “Consciencia” y, la “Inteligencia”, lo estamos haciendo partícipes y están tomando posesión, de los bienes más valiosos que podemos poseer y, tal dislate…¡Podríamos pagarlo muy caro!

  • “Un Robot no puede hacer daño a un ser humano o, mediante la inacción que un ser humano sufra daños”
  • “Un Robot debe de obedecer las ordenes dadas por los seres humanos, salvo que esto provoque un conflicto con la primera ley”
  • “Un Robot debe proteger su propia existencia, a no ser que provoque un conflicto con las dos primeras”

Estas leyes fueros enunciadas por Isaac Asimos con el objetivo de intentar que la finalidad inicial para la que se originó la robótica no fuera modificada y eso ocasionara problemas a la humanidad. Sin embargo…

voyager1

Nuestros sueños e conquistar el Espacio exterior y de poblar otros mundos, hace más de 50 años que se puso en marcha. Desde entonces, hemos enviado aparatos más o menos sofisticados lejos de la Tierra y, nos han enviado información de Mercurio, de Venus y Marte, de Saturno y Júpiter, de las Lunas que, como Io, Titán, Encelado, Ganímedes Europa y otras pueden tener algún interés científico para el futuro de la Humanidad. Estos “artilugios” guiados desde nuestro planeta, nos envían imágenes de lugares que nunca pudimos imaginar.

Así, las máquinas pueden hacer lo que nosotros no podemos y “ellas” no duermen ni comen y, cuando no puedan obtener energía del propio Sol, lo harán de pilas atómicas que durarán cientos de años. La radiación del espacio no les afecta y la falta de gravedad tampoco. Ellos tendrán todos los atributos que nos faltan para conquistar el espscio, y… ¿De nosotros que será?

La pregunta queda en el aire, toda vez que, en este momento, nadie la sabe contestar.

emilio silvera

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 20 de julio del 2018 a las 7:56

    ¿Hacia donde vamos? Con esa pregunta hemos puesto título al trabajo que aquí se presenta, y, desde luego, a todos nos gustaría saber la respuesta. Comenzamos a idear la manera de quitarnos de encima el peso de los trabajos más pesados y, se diseñaron máquinas que lo hicieran por nosotros. En ese campo, cada vez se avanzó más y más y, llegó el momento en el que nos dimos cuenta que, viajar al espacio era para nosotros muy difícil, y, entonces, dimos el salto hacia la robótica dotada de medios que lo hicera por nosotros, y, ahí están de muestra los rovers de Marte, y otras muchas misiones que se enviaron a distintos lugares del Sistema solar para saber de nuestro entorno más cercano. Los resultados, a la vista están. Hoy conocemos mucho mejor los planetas vecinos y sus lunas con todo lujo de detalles.

    Claro que, no hemos querido parar ahí, sino que insistimos en la idea de construir máquinas cada vez más capaces y tratamos de que dichas máquinas, tengan inteligencia e incluso, estamos tratando de q2ue lleguen a pensar por sí mismas, y, lo nunca visto, que puedan tener sentimientos. Es decir, una Inteligencia artificial que supere a los humanos que la construirán… ¡Estamos locos o somos unos inconscientes?

    Es cierto que las máquinas nos han llevado en volandas hacia un futuro en el que, hace sólo unos cientos de años, ni podíamos pensar pero, creo que todo debe tener un límite y nos tendremos que pensar muy bien hasta dónde debemos llegar en ese campo de la Inteligencia Artificial que, según creo, dado los avances que estamos consiguiendo en todos los campos del saber humano… ¡No tendrá límites! Podremos construir “seres” artificiales que lleguen a superarnos en muchas áreas, toda vez que los humanos somos frágiles y “ellos” carecerán de esas debilidades.

    De seguir por el camino emprendido, serán “ellos”, los robots, los que cumplirán nuestros sueños de viajar a las estrellas, estarán dotados para ello al tener todas las ventajas necesarias y ninguna de las rémoras que los humanos soportamos.

    ¿Será ese el futuro que estamos construyendo?

    Si es así prefiero no verlo, ya me lo enseñaron en películas de ciencia ficción y no me gustó nada el panorama.

    Responder
  2. 2
    Emilio Silvera
    el 20 de julio del 2018 a las 8:04

    Lo bueno sería que los robots fuesen sumisos y estuvieran a nuestra disposición para realizar todo aquello que a nosotros nos está prohíbido por razón de nuestra sensibilidad material que, en algunos escenarios, se destruye o deteriora, mientras que a “ellos” en nada les afectan cuestiones tales como la radiación del Espacio, el hambre, el sueño, las enfermedades…

    Claro que, si los dotamos de los mismos sentidos que nosotros tenemos… ¡Serán conscientes de Ser! Habremos creado otra especie que mejora la nuestra en muchos aspectos, y, aunque nunca un robot pueda llorar o sentir como los humanos, por todo lo demás, finalmente, serían nuestros enemigos, no es ninguna tontería esa idea de la “Rebelión de las máquinas”.

    Con lo peligroso que somos para nosotros mismos, y, además, queremos buscarnos más problemas que no sabemos si podremos llegar a superar. ¿En verdad somos seres inteligentes?

    Responder
  3. 3
    Pedro
    el 20 de julio del 2018 a las 9:03

    A este respecto yo creo que no deberíamos preocuparnos nada de nada: No son más que una herramienta más. Por poner un ejemplo, hay muchas aplicaciones para jugar al ajedrez, buenísimas y no se prestan atención, ¿porque ? Solo los humanos disfrutan con otros humanos y eso será así por los siglos de los siglos.
    Seguimos: ¿Que utilidad tiene una máquina, si resulta que en el fondo no me siento acompañado, entre otros? 
    Para terminar: que mejor que unos versos magistrales:
    “Quisiera dejar mis versos igual que deja el capitán su espada, famosa por mano viril que la blandiera y no por el docto oficio del forjador preciada.” Antonio Machado
    ¿Alguna máquina llegará hasta este extremo?, e incluso aunque llegará sería irrelevante, ya que no nos sentiríamos acompañados. Saludos 

    Responder
  4. 4
    Cesar Diego Ferrari
    el 20 de julio del 2018 a las 10:18

    Creo que tenemos la falsa presuncion de ser los pinaculos de la existencia, y solamente somos un vehiculo existoso de los verdaderso amos de la evolucion, los GENES. Ellos han propiciado la aparicion de un cerebro capaz de dar soporte y desarrollo a un nuevo tipo de replicador, el MEME, mucho mas rapido en su funcion de transferir informacion. Estamos siendo usados y ni siquiera somos conciente de ello, simplemente somos propagadores de genes y memes.

    Responder
    • 4.1
      Emilio Silvera
      el 20 de julio del 2018 a las 10:52

      De todas las maneras no creo, que nunca, una máquina artificial pueda compararse a un humano en ciertos aspectos como, por ejemplo, cuando surge un problema imprevisto. Nosotros improvisamos, “ellos” sólo aplican lo que tienen en el prograqma que no es, precisamente, improvisación. También en otros aspectos seremos siempre uperiores a estos “seres” metálicos que, por mucha inteligencia que lleguen a tener, nunca podrán sufrir, reir o llorar, y, no hablemos del Amor.

      Claro que, todos esos dones “nuestros” tampoco nos harán superiores a “ellos” que seguir por el camino que vamos… ¡Nos aventajarán en muchos aspectos! No concibo un mundo comandado por Robots en los que sólo seámos piezas que utilizaran a su antojo, estaremos vigilados y supeditados a sus designios— ¡Qué futuro más negro!

      Responder
  5. 5
    Cesar Diego Ferrari
    el 20 de julio del 2018 a las 19:25

    Que es un perro, una vaca, una bacteria, o una planta, sino una maquina de supervivencia modelada por codigos geneticos unicamente con el fin de perpetuarlos? Son los mismos codigos que han construido esas maquinas para lograr su cometido en los ambientes mas dispares, luchando contra los elementos y contra sus propias variantes mutacionales (llamemosles hermanos). Nosotros no tenemos ninguna caracteristica que pueda llamarse superior a nos ser quizas la virtud de contar con un soporte para un nuevo replicador, mas eficaz en velocidad aunque no en fidelidad, el Meme. Esta nueva maquina, el humano, ya esta desarrollando un nuevo soporte para la informacion, los Ordenadores. Podrian los hominidos de hace 1.000.000 de años haber imaginado llegar a la luna? Sin embargo, si le dieramos la mano nuestra madre y esta a la suya y asi sucesivamente, llegariamos a ese ser simiesco que rechazariamos hoy en dia como nuestro semejante. Tal vez ese ser del futuro no sea un robot, sino un hibrido de alguna clase que mezcle lo mejor de la biologia con lo mejor de la cibernetica. Imposible saberlo pero un privilegio el poder soñarlo, un saludo y de nuevo gracias por este estupendo blog!!

    Responder
  6. 6
    marc victor
    el 20 de julio del 2018 a las 19:29

    Todo se acelera a la velocidad de la luz. Los robots o otros ordenadores con I.A. son ya una realidad. Son al servicio de la humanidad y no podemos frenar el avance. A mi lo veo muy bien. El futuro ? Eso nadie lo sabe pero soy positivo. Un saludo.

    Responder
  7. 7
    Cesar Diego Ferrari
    el 20 de julio del 2018 a las 19:29

    Casualidad, coincidencia jajaja o mensaje divino? Acabo de darme cuenta que es 20 de julio, aniversario de la llegada a la Luna!!

    Responder
  8. 8
    kike
    el 20 de julio del 2018 a las 23:37

    Estoy completamente de acuerdo con Cesar Diego Ferrari; pese a que nos creemos el sumun de la naturaleza, seguramente somos simplemente otro eslabón más en su  evolución.

     Respecto a la inteligencia artificial,  pienso que ya va siendo hora de abandonar ciertos tópicos que están demostrando ya hallarse desfasados.

     Es cierto que alcanzar la capacidad de nuestro cerebro es tarea nada fácil, pero no olvidemos que eso es solo cuestión de tiempo; ya hay superordenadores que desarrollan varios “trillones” de operaciones por segundo.

     Por lo tanto, el problema creo que no reside en la capacidad de realizar cálculos, el verdadero problema residiría en la “autoconsciencia”. En el momento en que una I.A. perciba su yo, ya habremos perdido la batalla, y eso muy posiblemente sea un hecho inevitable producido tras la ingente memoria y cáculos que puedan realizar, al igual que nuestra consciencia posiblemente se encuentre escondida en nuestra red neuronal.

     Respecto a los sentimientos, una vez que cualquier inteligencia sea consciente, también será sensible.

     Personalmente creo que de hecho ya podemos haber perdido la batalla de la supervivencia con la I.A. (Esperemos que sean benevolentes)….

    Responder
    • 8.1
      emilio silvera
      el 21 de julio del 2018 a las 5:22

      Habéis puesto el dedo en la llaga: “Cuando sean conscientes de Ser, ahí acabará nuestra supremacía”. Claro que, si ese es el futuro que nos espera, por mi parte, prefiero seguir en este Tiempo en el que, todavía somos dueños de elegir proyectos y tratar de llevarlos a buen fin. ¡Ah! Y también de tener sueños. 

      Creo que la batalla hace tiempo que empezamos a perderla, sólo con mirar a los jóvenes por la calle, todos mirando hacia el móvil (parecen autómatas), nos podemos dar cuenta de las cosas han cambiado pero… ¿Será para mejor?

      Yo por si acaso sigo haciendo las sumas a mano y, mientras mi mente me lo permite, también las otras operaciones. ¿Máquinas? Las imprescindibles.

      Responder
  9. 9
    nelson
    el 21 de julio del 2018 a las 18:39

    Hola muchachada.
    La vida dos veces
    Miren cómo sonaba allá en mi barrio agreste este nombre caído en los mares lejanos: Toddy Deussán. Un chico alimentado a lirios. Una flor de su madre que soñaba otra vida.
    Supe que no quería que jugara conmigo porque yo era la forma del pánico y el hambre y la más descarada miseria por el mundo. Pero Toddy, esa gracia hecha de mimbre y aire, vivía hipnotizado por mi gran aventura. Cuando huía del ojo celoso de su madre se acercaba a mi sombra con cierto desenfado, me mostraba sonriendo sus ignotos tesoros y me buscaba el lado más pájaro del alma.
    El descubrió en mis ojos cierto país del sueño donde se desnudaba un ángel con harapos, algunos yacimientos de enterrada inocencia y un gran rompecabezas de ternura en mis manos.
    Un día, ya vencidos por nuestra resistencia, los padres me dejaron entrar en el santuario, nos sirvieron un río de leche y medias lunas y yo los deslumbré dibujando caballos. Después, siguió la vida, como siempre sucede, volvió el viento de agosto y crecieron los árboles, sus padres, que tenían el sueño de otra vida, una tarde ceniza se mudaron de barrio.
    Yo olvidé al canillita en un cruce de esquinas, entré al jornal violento del vino y los obrajes. Vestí los portentosos pantalones del viento y descubrí mi oficio de fábula y guitarra.
    Toddy, se llama Alfredo Deussán, vive en Mendoza, casó con otro mimbre hace muchos veranos, seguramente tiene un puñado de niños y es una pajarera su comedor de diario. Acaso, un año de éstos, cuando vuelva al oeste, llame a su puerta clara y despierte sus pájaros, sólo porque un amigo es la vida dos veces y desde aquella tarde no dibujo caballos.
    Armando Tejada Gómez
    ¿Realmente creen ustedes que un robot  podrá construir en algún momento algo como este canto a la amistad, con esta exquisita prosa; que podrá interpretar parábolas y metáforas, que podrá sentir, como hay que sentir para escribir esto? Yo no lo creo.
     
    Saludos cordiales desde Montevideo.

    Responder
    • 9.1
      emilio silvera
      el 22 de julio del 2018 a las 5:06

      Estimado amigo Nelson:

      Por mucho que los expertos en robótica y en inteligencia artificial se puedan empeñar, y, aunque finalmente logren la obra cumbre construyendo un robot casi perfecto, nunca podrán llegar a que “ellos” puedan tener esos sentimientos que surgen de la mente humana en relación a miles de situaciones que, una máquina nunca podría sentir. Precisamente, ahí está el peligro, esos “seres” artificiales serían tan diferentes que… ¿Sus comportamientos hacia nosotros no estarían, de ninguna manera, fuera de un peligro muy real!

      Los humanos somos capaces de lo mejor y también de lo peor, eso es, precisamente, lo que nos distingue de otros animales que demuestran comportamientos lineales y sin sorpresas, esa “cosa” que nos hace distintos y nos hace sentir de esa manera tan peculiar que se traduce en situaciones como la que más arriba describes.

      Independientemente de los sentimientos, hay otros muchos factores que alejan a los robots de nosotros, y, cosas que para nosotros son simples y rutinarias, para ellos, son… ¡imposibles!

      Un abrazo.

      Responder
  10. 10
    Cesar Diego Ferrari
    el 21 de julio del 2018 a las 21:44

    Nelson te hago la misma pregunta que planteas al final, pero sustituyendo robot, por simio. La imposibilidad de que puedas imaginarlo tal vez se deba a la dificultad para asimilar cantidades enormes de tiempo. Se necesito mucho tiempo para que los monos ancestrales desarrollaran un lenguaje y un pensamiento abstracto que hiciera posible el componer una prosa como la que compartes, o una sinfonia, o ya puestos construir un ordenador. Solo el tiempo lo dira, pero basta mirar atras para darse cuenta de que no somos nada especiales, despues de todo, la vida misma supera por mucho a cualquier invencion humana. Imaginalo, todo lo vivo que ves en el planeta se creo solo. Quimica, leyes fisicas e informacion autoorganizandose y aumentando en complejidad, nosotros solo somos un eslabon mas en la cadena.

    Responder
    • 10.1
      emilio silvera
      el 22 de julio del 2018 a las 5:15

      Siendo cierto lo que dices, no podemos fingir que somos especiales, no podemos negar una realidad de la Naturaleza que quizo, hace algunos millones de años, que de un ancestro común que no era ni Homo ni Pan, divergieran esas dos ramos, la de los chimpances y la nuestra que, con el paso del Tiempo, la una se quedó anclada y la otra evolucionó hasta adquirir una consciencia superior, no sabemos el por qué de tales hechos, y, también sabemos que cuando alguno de nosotros muere, ninguna estrella deja de brillar en el cielo, todo sigue igual, el mundo y el Universo entero sigue su camino hacia lo inevitable.

      Todo eso hace que no seamos nada especiales en un sentido general, somos fruto de una evolución que ha permitido pequeñas mutaciones a lo largo de miles de años para que, una especie (al menos hasta donde conocemos), tenga la supremacía de su mundo. Sin embargo, creo que, precisamente, esa supremacía nos hace peligrosos e inconscientes, no nos paramos a mirar la consecuencia de nuestros actos, y, si no andamos con mucho, mucho, muchísimo cuidado… ¡Podemos crear seres que serán nuestra propia perdición!

      A mí me gustan los adelantos siempre que sirvan para hacernos la vida más fácil pero cuestiones como la Bomba atómica y otras similares… 

      Un cordial saludo amigo.

      Responder
  11. 11
    nelson
    el 21 de julio del 2018 a las 22:54

    Parece un tanto soberbia tu afirmación de que me sea imposible imaginar la sustitución que planteas, acompañada por mi presunta “dificultad para asimilar cantidades enormes de tiempo”, capacidades que tú, obviamente, derrochas.
    No discutiré contigo. Coincido prácticamente en todo lo que dices (aunque no es comparable “construir” una sinfonía que un ordenador). Efectivamente, creo que “la vida misma supera por mucho a cualquier invención humana” y que somos un eslabón más, el más alto hasta ahora en la escala evolutiva; somos, al decir de Mosterín, “la parte del Universo que piensa”, la “Consciencia del Universo”.

    Responder
    • 11.1
      emilio silvera
      el 22 de julio del 2018 a las 5:21

      Ambos, a vuestra manera, lleváis esa parte de razón que defendéis, mirar las cosas bajo diferentes perspectivas nos llevará, finalmente, a dilucidar los problemas. Si todos pensáramos de la misma manera…. ¡Seríamos como esos robots de los que hablamos!

      La diversidad es buena y, así la exhibe la Naturaleza, está por todas partes, estrellas distintas, distintas galaxias, distintas clases de flores y árboles y animales… Todo igual pero diferente.

      Lo cierto amigo, es que al “oír” vuestros pensamientos, lo cierto es que aprendo mucho.

      Un abrazo a ambos.

      Responder
  12. 12
    Cesar Diego Ferrari
    el 22 de julio del 2018 a las 5:44

    Nelson, te doy la razon y te pido disculpas, no fue mi intencion ofender de ninguna manera. Sin duda fui yo que no entendio lo que tu expresaste, no creer que algo pueda ser no significa que no puedas imaginarlo. En todo caso, reitero mis disculpas. Me gustan estos temas y valoro todos los comentarios, y soy bien conciente de la falibilidad de nuestros pensamientos. Un saludo cordial!

    Responder
  13. 13
    Cesar Diego Ferrari
    el 22 de julio del 2018 a las 6:16

    Estimado Emilio, somos tantos y tan distintos que es imposible generalizar desde las conciencias individuales a una conciencia humana como especie. Cualquiera de nosotros estaria de acuerdo que es una inmoralidad que alguien pueda morir de hambre en la sociedad actual mientras otros andemos en auto u otros tengan millones de dolares en el banco. Los cambios culturales llevan mucho tiempo y tampoco esta claro que vayan en una direccion correcta, cualquier tipo de dificultad no prevista llevara un tiempo de inercia producir el cambio que lo corrija. Se que la teoria memetica no esta bien definida aun, pero a mi se me hace muy esclarecedora y evidente que tiene alguna relevancia. Desde que vi las conferencias de Susan Balckmore y Dan Dennett sobre los memes en TED TALK no puedo dejar de pensar que cada vez somos menos dueños de nuestro destino y mas cera en las manos de las leyes naturales. Un saludo cordial para ti tambien!!

    Responder
    • 13.1
      Emilio Silvera
      el 23 de julio del 2018 a las 5:08

      Sí, los cambios son muy lentos y los seres vivos nos mimetizamos con el medio natural en el que nos movemos, si somos capaces de crear esa simbiosis, seguiremos adelante, en caso contrario… ¡El futuro incierto! ¿Quién puede saber lo que vendrá mañana? Estamos aquí creyendo que somos añguien importante, y, la realidad, es que vamos a remolque de las circunstancias y sólo a muy pequeña escala podemos disponer de alguna cosa, ya que, en los grandes asuntos… ¡La Naturaleza manda! Vamos haciendo nuestros “pinitos” y con esfuerzo consiguiendo algunos triunfos referidos al “saber del mundo” pero, lo cierto es, amigo mío, que vamos “navegando” al compás de las olas que van produciendo los cambios naturales, y, nuestro Tiempo es tan corto que no podemos percibirnos de los grandes cambios que lentamente pero, de manera inexorable, se van produciendo.

      Dices bien cuando hablas de las percepciones que podemos tener, una de las cosas que a mí me pasan es que, cuando recuerdo algo, algún momento del pasado, una situación concreta… ¡Realmente me llegan los olores, los percibo como si hubiera retrocedido en el Tiempo! Conozco algunas personas que, por su condición de nacimiento no pudieron ni asistir al colegio, y, por sus experiencias se hicieron portadores de conocimientos que muchos quisieran tener, y, todo eso, se debe a los “memes” recibidos durante sus vidas, ellos fueron receptores de conocimientos de otros que se quedaron con ellos para siempre haciéndolos evolucionar y aprender. ¿La Biología? Bueno, también tiene su aportación en los cambios pero, éstos son mucho más lentos que los otros. De este interesante tema podríamos hablar días enteros, tiempo que no tenemos y, lo mejor es leer a Richard Dawkins o a Susan Balckmore, ellos lo explican muy bien.

      Un cordial saludo.

      Responder

Deja un comentario



Comentario:

XHTML

Subscribe without commenting