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¿Vida sólo en la Tierra? ¡Qué disparate!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La vida sigue ~ Comments (8)
“Había una vez, 3 mil millones de años atrás, un organismo llamado LUCA (del inglés Last Universal Common Ancestor), enorme y jamás visto, el cual ocupaba los océanos del planeta antes de dividirse y dar lugar a los ancestros de todos los seres vivos existentes actualmente. Esta historia extraña está emergiendo a partir de las investigaciones que buscan encontrar el ancestro común de todos los seres vivos que existen sobre la Tierra.
Los últimos resultados sugieren que LUCA fue el resultado de la lucha por la supervivencia de las primeras formas de vida, células microscópicas que podían intercambiar su material genético entre ellas, creando una especie de mega-organismo global.”
La vida (a partir de su primer paso, del primer individuo de cada especie) viene de la materia “inerte” evolucionada que pudo llegar hasta la vida. Ha surgido en el Universo de manera compleja cuando la materia, ayudada por la química y otras muchas circunstancias y, también el Azar, bajo ciertas circunstancias muy especiales que estaban presentes en lugares privilegiados del Universo, dio lugar al surgir de aquella primera célula replicante que nos llevó hasta lo que conocemos por vida y, posiblemente, de muchas más formas desconocidas para nosotros. Y, todo eso amigos, es la Entropía negativa. Ahora, Las características de un ser vivo son siempre una recombinación de la información genética heredada más el entorno que moldea su mente.
Aparecían, no se adaptaron y se extinguían. Fenómenos de todo tipo trajo grandes extinciones, y, finalmente, parece que se ha producido una cierta estabilidad que, por el momento, sostiene la vida que conocemos en la actualidad. Algunos apuntan a una próxima extinción.
CONSECUENCIA LOGICA: Las variaciones dentro de una misma especie son el resultado de una gran cantidad de información genética presente ya en sus antepasados y, como consecuencia de la lógica evolución, de la aparición espontánea de nueva información genética, o, de otro tipo.
“La idea de que la vida en el Universo sólo existe en la Tierra es básicamente precopernicana. La experiencia nos ha enseñado de forma repetida que este tipo de pensamiento es probablemente erróneo. ¿Por qué nuestro pequeñísimo asentamiento debe ser único? Al igual que ningún país ha sido el centro de la Tierra, tampoco la Tierra es el centro del Universo.”
Así se expresaba Fred Hoyle.
Los icebergs, esas enormes montañas de hielo desgajado que flotan en el mar y que se hicieron famosas por causar el hundimiento del Titanic, ya no son patrimonio exclusivo de la Tierra. Gracias a la nave espacial Galileo, desde 1997 sabemos que también existen en Europa, uno de los cuatro satélites principales de Júpiter, que con sus 3.138 Km de diámetro tiene un tamaño muy similar al de la Luna. Si exceptuamos Marte, puede que no exista ningún otro lugar próximo a la Tierra sobre el que la ciencia tenga depositadas tantas esperanzas de que pueda haber formas de vida, con el aliciente de que en esta luna joviana ha ocurrido un proceso opuesto al del planeta rojo merced a su exploración.
En Marte, existen dos casquetes de hielo de agua permanentes que nunca se funden. En invierno éstos aumentan de tamaño al convertirse en casquetes de dióxido de carbono congelado hasta alcanzar los 60º de longitud. Ocurren esporádicamente tormentas de polvo que llegan a cubrir la totalidad del planeta con una neblina amarilla, oscureciendo los accidentes superficiales más familiares.
Es una imagen de la parte de Marte con el Sino Sabaus y de Regio Deucalionis. El cráter a la derecha inferior es Flaugergues, y el doble cráter en la parte inferior izquierda es Wislicenus. Esta imagen fue tomada por el Mariner 6 en 1969. En esta imagen pueden encontrarse muchas características que sugieren ríos Marcianos, e incluso la salida de una llanura central. Se recomienda ver esta imagen en alta resolución. (Cortesía de la NASA/JPL)
La Ciencia nos dice que en el pasado del planeta Marte, la atmósfera y los océanos estaban presentes
¿Quien puede negar la presencia de agua en este lugar en el remoto pasado, o…, puede que no tan lejos. El paisaje marciano nos habla de correntías violentas que surcaron la tierra oradándola y dejando a la vista esos inmensos cañones naturales.
Mientras que los ingenios espaciales enviados por el hombre revelaron que la naturaleza marciana es mucho más hostil para la vida de lo que insinuaban los telescopios de Schiaparelli, Lowell y Pickering, las sondas Voyager y Galileo han encontrado en Europa el mejor candidato del Sistema solar para albergar la vida extraterrestre (sin olvidar Encelado).
Para los exobiólogos, esos científicos que estudian la existencia de la vida en otros lugares del Universo, Europa ha sido la gran revelación del siglo XX, y Titán, una luna de Saturno que es la segunda más grande del Sistema Solar, constituye una gran incógnita que, poco a poco, se va desvelando gracias a la misión Cassini-Huygens, uno de los más ambiciosos proyectos de la NASA.
Visión artística del cielo de Encélado, por David Seal (NASA). Encelado tiene mucha actividad volcánica y también, es poseedor de mucha agua en su interior. Es una de las lunas de Saturno que deben ser estudiadas.
Esos dos satélites de Júpiter y Saturno conforman, junto a Marte (y Encelado), los principales puntos de atención en la búsqueda de la vida extraterrestre, aunque eso no significa que vayamos a encontrarla allí, según todos los datos que se van acumulando, el índice de probabilidades de que ciertamente exista alguna clase de vida en el planeta y las lunas mencionadas, es muy alto. Es decir, si al margen del caso privilegiado de la Tierra existen tres nombres propios en el Sistema Solar donde no está descartada su existencia, esos son, Marte, Europa y Titán.
Sobre Marte, el planeta más parecido a la Tierra, a pesar de sus notables diferencias, nuestros conocimientos actuales son extensos y muy valiosos, pero nos falta desvelar lo fundamental. Y es que, a pesar de los grandes avances conseguidos durante las exploraciones espaciales, los astrónomos actuales siguen obligados a contestar con un “no lo sé” cuando alguien le pregunta sobre la existencia de vida en aquel planeta.
En lo concerniente a Europa, pocas fotografías entre las centenares de miles logradas desde que se inició la era espacial han dejado tan atónitos a los científicos como las transmitidas en 1997 por la nave Galileo. Desde 1979 se sospechaba, gracias a las imágenes de la Voyager 2, que la superficie del satélite joviano estaba formada por una sorprendente costra de hielo. Su predecesora, la Voyager 1, llegó al sistema de Júpiter en marzo de ese año, pero no se aproximó lo necesario a Europa y sólo envió fotografías de apariencia lisa como una bola de billar surcada por una extraordinaria red de líneas oscuras de naturaleza desconocida. En julio de 1979, poco después, la Voyager 2 obtuvo imágenes más detalladas, que desconcertaron a los científicos porque sugerían que la helada superficie podía ocultar un océano líquido, un paisaje inédito hasta el momento en el Sistema Solar.
Pero lo más asombroso estaba por ver, y transcurrieron dieciocho años hasta que una nueva misión espacial les mostró a los científicos que Europa es una luna tan extraordinaria que incluso parece albergar escenarios naturales como los descritos por Arthur C. Clarke en su novela 2010, Odisea dos. En enero de 1997, la NASA presentó una serie de imágenes en las que la helada superficie de Europa aparecía fragmentada en numerosos puntos. La increíble red de líneas oscuras que había mostrado una década antes la nave Voyager apareció en estas imágenes con notable detalle, que permitió ver surcos, cordilleras y, sobre todo, hielos aparentemente flotantes, algo así como la réplica joviana a los icebergs terrestres.
Quien llegar a la luna Europa para introducir un robot en su mar interior y “ver” lo que allí hay
Lo más importante de la exploración sobre Europa, a pesar de su enorme interés científico, no fueron sus fotografías, sino los indicios inequívocos de su océano líquido bajo la superficie que, además, tiene todas las características de ser salado. La NASA ha tenido que reconocer que todos los estudios realizados en Europa dan a entender la posibilidad y muestran una notable actividad geológica y fuentes intensas de calor. Las posibilidades de vida en la superficie parecen prácticamente nulas, puesto que se halla a una distancia media del Sol de unos ochocientos millones de kilómetros y su temperatura es inferior a los 150 grados bajo cero. Sin embargo, si bajo la helada corteza existe un océano de agua líquida como creen la mayor parte de los investigadores y expertos, nos encontramos ante la mayor oportunidad para la vida en el Sistema Solar después de la Tierra.
Los sensores de las naves exploradoras han detectado un campo magnético en Europa que cambia de forma constante de dirección, hecho que sólo puede explicarse si este mundo en miniatura posee elementos conductores muy grandes. Como quiera que el hielo, presente en la corteza, no sea un buen conductor, la NASA ha sugerido que esas fluctuaciones del campo magnético de Europa estarían asociadas a la existencia de un océano de agua salada bajo la superficie.
Quizá no debamos dejarnos llevar por la imaginación pero, incluso muchos de los científicos de la NASA, tras haber visto los Icebergs fotografiados por la Galileo, recordaron emocionados el pasaje de 2010, Odisea dos, en el que el profesor Chang lanza a la Tierra un estremecedor grito desde los lejanos abismos del Sistema Solar: “¡Hay vida en Europa!” Repito: “¡Hay vida en Europa!”.
Del extraordinario viaje emprendido para dar un merecido homenaje a Cassini y Huygens y financiado de manera conjunta por la NASA y la ESA, todos tenemos un conocimiento aceptable a través de las noticias y de nuestras lecturas científicas. En el año 2004 la nave nodriza Cassini, lanzada en 1997, inició la exploración de Saturno y su corte de satélites y, la información recibida hasta el momento es de tan alto valor científico que nunca podremos agradecer bastante aquel esfuerzo.
Tenemos motivos -también- para estar orgullosos
No cabe dudas de que la NASA tenía su principal interés puesto en la nave Cassini y Saturno, pero Titán ha tenido una atención especial que los americanos compartieron con la Agencia Europea ESA, la nave principal o nodriza Cassini se desprendió del módulo Huygens de la ESA, cuya misión será caer sobre Titán, pero antes tenía que estudiar su atmósfera, su superficie y otros elementos científicos de interés que nos dijeran como era aquel “mundo”.
Titán es, de hecho, la luna más enigmática que se conocía. Junto a Io y Tritón en Neptuno forma el trío de únicos satélites del Sistema Solar que mantiene atmósfera apreciable; pero Titán es radicalmente diferente, puesto que mientras en aquellos dos la densidad atmosférica es muy baja, en la luna mayor de Saturno supero, incluso a la de la Tierra. Esto es algo insólito que dejó pasmado a los científicos del Jet Propulsión Laboratory de la NASA cuando obtuvieron los primeros datos a través de la Voyager. La presión atmosférica es 1,5 veces la de la Tierra, un hecho sorprendente para su tamaño, puesto que en otros lugares más grandes como el mismo Marte, la Gravedad ha sido insuficiente para retener una atmósfera apreciable.
No estaría nada mal construir un Hotel en Titán y, por la venta, ver todas las mañanas la magnificencia de Saturno y todo el entorno que con el camino por el espacio interestelar.
Titán tiene 5 150 Km de diámetro, es la segunda luna mas grande conocida y supera en tamaño a Mercurio, pero en comparación con nuestro planeta es un mundo en miniatura, por lo que resulta excepcional algunas de las características en el halladas. Orbita Saturno en 15,945 días a una distancia de 1 221 830 Km. Es conocido desde 1655, cuando Huygens lo descubrió.
La sonda Huygens
De ahí que la NASA, pusiera su nombre a la sonda que acompañó a la Cassini para investigar Titán. Aunque está compuesto por rocas y hielos a partes iguales, aproximadamente. De sus océanos de metano, ¿qué podemos decir? Sabemos que es el único satélite del Sistema Solar que tiene una atmósfera sustancial, de una gran densidad y que su composición es muy parecida a la de la Tierra, ya que el elemento fundamental, como aquí, es el nitrógeno. El papel secundario -aunque primordial- que en la Tierra desempeña el oxígeno, le corresponde en Titán al metano y también se han hallado trazas de hidrógeno. Se tienen muchas esperanzas de que, ésta luna de características tan especiales, sino ahora, algún día más lejano en el futuro podría contener formas de vida y, más adelante, incluso ser un hábitat para nosotros.
Titán resulta fascinante con sus lagos de metano
La Huygens nos ha enviado imágenes más que suficientes para poder estudiar el enorme conglomerado de datos que en ellas aparecen y, tantos las fotografías como otros datos de tipo técnico tomados por los censores de la Huygens y enviados a la Tierra, tendrán que ser estudiados durante mucho tiempo hasta estar seguros de muchos de los enigmas que con ellos podamos desvelar.
La verdadera incógnita de Titán está en su superficie que aún, no se ha estudiado debidamente y, aparte de esos océanos de metano, ¿podrían existir también océanos de agua? Científicamente nada lo impide.
¡Ya veremos!
emilio silvera
el 24 de julio del 2018 a las 10:27
Conociendo como conocemos la dinámica de nuestro Universo, de las fuerzas que lo rigen, de las constantes universales que hacen que las cosas sean tal como las podemos ver y comprobar, y, conociendo cómo se forman los planetas y evolucionan durante miles de millones de años y de los materiales de los que están hechos, de las transformaciones que las distintas dinámicas y su situación en relación a la estrella que le de la luz y el calor, puede provocar en ellos la química necesaria para el surgir de la vida. ensar que sólo la Tierra la contiene… ¡Está fuera de toda lógica!
Todos los grandes pejnsadores y científicos, al día de hoy, no dudan de que la vida prolifera por todo el Universo, y, la única razón de que no la hayamos podido encontrar “todavía”, son las distancias que nos separan y nuestra tecnología que no está lo suficientemente avanzada para poder llegar a los confines de de nuestra Galaxia.
Pero, que hay vida en otros mundos… ¿Quién lo puede dudar a estas alturas?
el 24 de julio del 2018 a las 19:29
No es seguro, pero si muy posible que seamos la emergencia de la interaccion de una gran cantidad de informacion en una compleja red de autorealimentacion y autoreferencia. Veo mas posible el viaje a travez de grandes distancias no transladando la materia de que estamos compuestos sino solamente dicha informacion. Despues de todo es dicha informacion en funcionamiento la que diferencia un cuerpo vivo de uno muerto. Tal vez algun dia dicha informacion podra montarse sobre una onda portadora como la radio o television y transmitida a cualquier lugar del universo donde si la inteligencia se ha desarrollado tal vez tengan los medios para decodificarla y darnos el soporte adecuado para expresarnos. Tal vez nos resulte tan o mas extraño que el ejemplo del fax que expusiste con referencia a nuestros abuelos!! Estoy leyendo tu libro y estoy gozando a lo grande, muchas gracias por el excelente trabajo!
el 25 de julio del 2018 a las 5:03
¡Hola, amigo Cesar!
Interesante perspectiva la que expones, y, lo único que le falta es la manera de cómo enviar esa información “burlando” la velocidad de la luz, ya que, las grandes distancias que habría que recorrer, ni a esa velocidad de c conseguiría un tiempo aceptable para ese intercambio que, en algunos casos tardaría miles de años en producirse entre la ida y la vuelta. Creo que la idea es buena, ya sólo nos queda encontrar la manera de realizarla.
¡Que nos gusta imaginar!
Está claro que las cosas de las que ahora podemos disponer harían abrir la boca asombrados a nuestros abuelos, y, dentro de unos pocos años, nuestros descendientes dirán lo mismo de nosotros.
Un cordial saludo.
el 25 de julio del 2018 a las 8:41
Pienso que no importaria mucho no poder burlar la velocidad de la luz, por que para nosotros, seria como una especie de inmortalidad, o de animacion suspendida, podrian pasar milenios y la esfera electromagnetica se expandiria por un espacio cada vez mas grande, estariamos en infinitos lugares al mismo tiempo! Logicamente nuestra posibilidad de volver a la “vida” seria toparnos con una civilizacion lo suficientemente desarrollada tecnologicamente como para que nos construyera un soporte y nos decodificara. Tal vez toda esa informacion iria empaquetada en la misma señal. Seriamos como un mensaje en una botella cosmica. Deberiamos ademas contar con la suerte de que dicha civilizacion fuera lo suficientemente curiosa como para correr el riesgo de llevar adelante semejante tarea. Me imagino, estimado Emilio, que le gusta la ciencia ficcion, a visto la serie “Black Mirror”??
el 25 de julio del 2018 a las 22:11
El problema de mandar únicamente “información” es que nuestros cuerpos se deberían quedar en tierra, y además sin esa “información”, o sea, lo más parecido a una patata,,,
Por ahora prefiero agarrarme a algo más llevadero; por ejemplo la noticia, gran noticia, del hallazgo de un lago de agua líquida bajo el polo norte de Marte.
Si esa gran masa de agua ha conseguido estar liquida durante miles de millones de años, sería casi seguro de que guardara vida de algún tipo; y no nueva, quizás de la que existiera en los primeros milenios del planeta. Hasta podría hallarse en ella a nuestros antecesores….
el 26 de julio del 2018 a las 4:49
Es cierto que la noticia hará soñar a muchos con lo que podría haber sido aquel planeta hace algunos miles de millones de años, y, en sus mentes, lo verán como algo parecido a la Tierra de hoy, con sus océanos y la atmósfera respirable por seres vivos que, como nosotros ahora, disfrutaban de un planeta de condiciones muy diferentes. Algunos han vuelto a revivir las fantasías de
Schiaparelli y los cañones de Marte
De todas las maneras, ese agua es importante para, como bien apuntas, hacernos una idea más certera de lo que antes podía existir en aquel planeta y, como tantas veces he repetido aquí mismo, el rico pasado volcánico de Marte, ha dejado muchas huellas en el planeta y las grandes grutas subterráneas y túneles por los que corría la lava, son allí abundantes. Sabemos que en las profundidades la temperatura sube y también evita que la radiación de la superficie esté allí presente, lo que hace posible que el agua corra líquida y, donde está presente el agua… ¡la vida no está lejos! Hongos, líquenes y bacterias podrían poblar aquel planeta que vino a menos y perdió océanos y atmósfera sin que, hasta el día de hoy separamos la razón.
Habrá que esperar (seguramente) a que una misión tripulada pueda confirmar todo eso.
el 26 de julio del 2018 a las 19:22
Emilio; el día que descubran la vida en Marte, que no creo que tarde mucho, vas a tener que tomarte demasiados cafés, pues ciertamente llevas muchos años apostando un cafelito por ello.
Un abrazo,
el 27 de julio del 2018 a las 5:06
Y que lo digas. Ese es un tema muy trillado por mí, desde siempre me fascinó la historia pasada de aquel planeta y la misteriosa desaparición de su atmósfera y sus océanos… ¡A donde pudieron ir? ¿Qué fenómeno los volatilizó? De dónde viene el agua que produce esos escenarios en la superficie? Todo eso me hizo pensar mucho en los distintos sucesos que pudo provocar un cambio tan brutal en ese mundo. Y, desde luego, como ya he dicho muchas veces, habría que explorar el subsuelo y sus muchos vericuetos y grandes grutas para ver lo que allí reside.
Un abrazo.