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Antes de marcharme de “aquí” me gustaría…
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Deseos que nunca serán cumplidos ~ Comments (2)
A medida que transcurre el Tiempo, nuestras Mentes evolucionan y alcanzan estadios superiores que nos permiten imaginar “mundos” futuros y escenarios diferentes a los que tenemos aquí, en la Tierra. Fuera del Sistema Solar existen miles de millones de mundos que, como la Tierra, están en condiciones de albergar diferentes clases de vida.
Hemos llegado a presentir que la Vida, es la materia evolucionada hasta el nivel de la consciencia, y, sólo en nuestra Galaxia, existen miles, cientos de miles, millones de Mundos que, parecidos al nuestro, o, al menos, con las condiciones necesarias para poder albergar la Vida, están siendo iluminados y calentados por sus estrellas haciendo posible que, posiblemente, proliferen Civilizaciones adelantadas con las que no tenemos medios de contactar.
Muchos de esos mundos, podrán ser muy diferentes a la Tierra y, las criaturas que lo pueblen también serán distintas a nosotros. Sin embargo, si tienen consciencia de Ser… Serán criaturas inteligentes como nosotros y se plantearán las mismas preguntas. No importa que signos puedan emplear ellos para las matemáticas y que gráficos para la escritura. Lo cierto es que, cuando construyan sus modelos y sus ecuaciones, también como a nosotros, los resultados obtenidos serán los mismos. Sin importar qué guarismos se puedan emplear, al final del camino el resultado de la constante de estructura fina, será el mismo que obtenemos en la Tierra. Y, de la misma manera, encontrarán que la velocidad de la luz en el vacío es de 299.792.458 metros por segundo, o, que la fuerza de Gravedad es la que nos dijo Newton y Eiinstein. Ese será nuestro lenguaje común.
No importará la forma física que puedan tener, y, seguramente, como los seres vivos de la Tierra, “ellos”, también estarán basados en el Carbono (eso creo). Nos podremos encontrar con formas extrañas de vida o incluso horripilantes (también aquí las tenemos). Sin embargo, lo que prevalecerá será la raza predominante, la que con su inteligencia haya construído su mundo y desvelado los secretos de la Física y de las otras disciplinas del saber. Ellos, aprenderán de nosotros y nosotros de ellos.
El final de toda este inmensa incógnita actual, será el de entenderse con todos los seres inteligentes de la Galaxia y, aunando las fuerzas, tratar de solucionar problemas comunes que nos atañe en el futuro lejano pero que… ¡Llegará!
Dicen que en 1.700 millones de años, la Tierra saldrá de la Zona habitable del Solo. Si eso es así… ¿Qué podremos hacer para remediarlo? Seguramente, teniendo ese tiempo por delante, algo se nos ocurrirá pero, si nos llegara una ayuda de fuera… ¡Sería estupendo!
De la misma manera, tenemos a la vista de 3.000 millones de años la llegada de Andrómeda para fusionarse con la Vía Láctea. Si para antes de que eso llegue, no hemos encontrado una salida…
Otro de los acontecimientos que nos acechan, aunque falta mucho para ello, es la muerte del Sol. Cuando eso suceda, nosotros como especie (ninguna otra que ahora habita el planeta), podrá continuar aquí, mucho antes de que eso llegue, tendremos que haber buscado la manera de emigrar a otros mundos que nos acoja y nos ofrezcan nuevos habitas.
Como todos esos acontecimientos están muy lejos, es de esperar que para entonces, el “Contacto” se haya producido y que los resultados sean positivos para ambas partes. Creo que no somos autosuficientes para solventar algunos problemas futuros y, quizás, algunas civilizaciones más adelantadas que nosotros nos puedan prestar ayuda para salir del atolladero.
Claro que todo esto son especulaciones y dibujar escenarios de lo que podría ser.
emilio silvera
el 6 de septiembre del 2018 a las 6:43
Lo cierto es que, lo tenemos muy complicado. No poseemos las tecnologías necesarias para poder acceder a otros mundos fuera del Sistema solar que, probablemente, estén ocupados por Civilizaciones inteligentes de las que podríamos aprender muchas cosas y, también, ellos, lo harían de nosotros.
En el caso de que en el futuro, consigamos conquistar la manera de desplazarnos a otros planetas mediante sistemas que nada tengan que ver con el desplazamiento clásico de una nave que viaja velozmente (de esa manera nunca alcanzaríamos los objetivos propuestos), ya que, sin poder sobrepasar la velocidad de la luz (los fenómenos físicos que se producirían en tal intento no serían soportables por seres vivos), la única manera que tenemos de llegar a objetivos situados a años luz de nuestro Sistema solar sería, alcanzar los conocimientos necesarios para poder abrir puertas al hiperespacio por donde encontraremos la manera de alcanzar lejanos mundos en tiempos soportables y sin que, la estructura física humana sufra daños.
Hablamos de agujeros de gusano, viajes en el tiempo que nos llevarán a cualquier parte del pasado o del futuro. Y, desde luego, tal “sueño” no parece nada fácil de transformar en realidad. Ir al pasado no parece factible, es algo que ya no está que se fue para siempre y viajar a un lugar desaparecido… ¡No parece factible! Y, si hablamos de ir al futuro, la cosa es casi peor, algo que está por venir, lo que se encuentra en la “nada”, aquello que está por hacer… ¡¿Cómo ir a un sitio así!?
Estaría bien poder ir al pasado, ya que, entonces, simplemente nos bastaría con volver una y otra vez a la época en la que la Tierra estaba en todo su esplendor y el Sol, lleno de vida, le suministraba la energía que necesitaba para conservar la vida. No haría falta viajar fuera de nuestro entorno para remediar lo que se nos avecina.
Por desgracia, nada de eso es posible, y, en el tiempo que nos queda para esos cambios irreversibles, tendremos que aprender y buscar la manera de poder escapar de nuestro mundo y poder llegar a otros que, similares al nuestro, nos pueda dar cobijo.
Espero que no seámos nosotros mismos los que metamos la patita, y, con nuestros incontrolados deseos de hacer de “dios”, podamos contribuir, con la Inteligencia Artificial (por ejemplo) a destruir todos nuestros sueños. Si miramos hacia atrás en el tiempo, podremos ver que nunca hemos sido buenos administradores de nuestra “casa”, el planeta Tierra, y, por la misma razón de pequeñas ambiciones, podríamos tomar caminos no recomendables que nos llevaría a la extinción de la especie.
Sería una lástima si tal cosa pudiera ocurrir. Espero que la sensatez se imponga.
el 7 de septiembre del 2018 a las 9:12
Mundos perdidos de inusitada belleza y extraños paisajes que nos cautivarían al momento, y, seguramente, muchos de ellos llenos de una gran diversidad de formas de vida que, sin olvidar la inteligente habrán creado (como hicimos nosotros en la Tierra), grandes Sociedades con importantes poblaciones en las que, tecnologías increíbles dominan la vida común de aquellos seres que, algún día, nos gustaría conocer.
Es difícil creer en la soledad de la Vida en el planeta Tierra, cuando millones de planetas (sóla en la Vía Láctea), tienen los mismos atributos que el nuestro: Atmósfera, océanos, agua correiente, ríos y montañas, inmensos bosques y praderas… Todo ello, alumbrado por una estrella similar o parecida a nuestro Sol.
Cuando se piensa en todo ello, no se puede evitar un poco de frustración al sentir la importencia de no poder viajar hacia esos mundos perdidos en los confines del Espacio Interestelar inalcanzable para nosotros en estos momentos. Tendrá que pasar mucho, mucho, mucho, mucho, muchísimo tiempo hasta que nuestros conocimientos y tecnologías nos permitan visitar otros mundos habitados y que las relaciones entre los pobladores de la Tierra y de esos otros mundos sea una cosa cotidiana.
Cuando todo eso suceda, entonces sí, el Universo tendrá mucho más sentido.