Sep
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Mundos inalcanzables (por el momento)
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (10)
“Kepler-452b es una exoplaneta que orbita a la estrella Kepler-452, una enana amarilla de tipo G2 (como nuestro Sol), identificado por el telescopio Kepler y confirmado oficialmente por la NASA el 23 de julio de 2015, tras registrar varios tránsitos entre el planeta y su estrella. Es el primer cuerpo planetario cuya existencia ha podido ser confirmada que cuenta con unas dimensiones similares a las de la Tierra y que orbita dentro de la zona habitable de una estrella semejante al Sol.
Situado a 1400 años luz del Sistema solar, años luz del una de las sondas más rápidas lanzadas por la humanidad, la NEW Horizons, tardaría aproximadamente 24,8 millones de años en llegar al planeta.”
¿El futuro de Marte? Hasta podría ser nuestra nueva casa.
Los primeros intentos humanos por aquel planeta instalando una pequeña colonia que sería el principio de algo mucho mayor. Más temprano que tarde, estaremos en esa fase de exploración del planeta Marte, bastante estudiado hasta la fecha por los ingenios espaciales allí enviados y, pronto, llegara el momento de intentar el “salto” humano que, desde luego, necesitará del apoyo de la tecnología más avanzada que la actual.
Desde los confines del Tiempo, cuando aún no entendíamos lo que todo aquello podría ser, los seres de nuestra especie han mirado al cielo y, asombrados, contemplaban las miríadas de estrellas brillantes que, con sus guiños, parecía quererles decir alguna cosa, enviarles un mensaje que, por aquel entonces, no sabían comprender. No ha sido sino hasta tiempos muy recientes cuando al fín, comprendimos la fusión nuclear que se produce en el corazón de las estrellas, donde se forjan los materiales necesarios para la vida.
Uno de los hallazgos más notables en astronomía fue el descubrimiento de que el universo ya era viejo cuando apareció el Sol y la familia de planetas que lo acompañan en nuestro Sistema Solar. Más de la mitad de las estrellas del Universo son miles de millones de años más viejas que nuestra estrella madre que, se podría decir, si la comparamos a una bella mujer, que estaría en la mitad esplendorosa de su vida.
Planetas parecidos a la Tierra giran alrededor de muchas de esas viejas estrellas. Seres inteligentes pueden haber hecho su aparición en alguno de esos mundos similares al nuestro y estar allí desde mil millones de años antes que nosotros en la Tierra. Es decir, antes de que la Humanidad hiciera acto de presencia en este mundo “nuestro”. Los caminos seguidos en ambos mundos, aunque similares en las formas, no lo fueron en el tiempo y, en aquel, brotó la vida antes que en este. Una posible civilización avanzada que nos podría llevar algunos miles de años de ventaja, tiempo que para una especie parecida a la nuestra… ¡no sería poca ventaja!
Gliese 581 f es un planeta en la constelación de Libra, ubicado a 20 años luz de la Tierra, en el sistema Gliese 581. Su descubrimiento fue anunciado el 29 de septiembre de 2010. El planeta fue detectado mediante mediciones de la velocidad radial combinando los datos del instrumento HIRES del telescopio Keck y el instrumento HARPS del telescopio de 3,6 metros dE ESO en el Observatorio de La Silla.
Muchos son los Sistemas solares que sólo en nuestra Galaxia podremos encontrar, en realidad, cientos de miles de millones y, aunque no todos esten habitados, la posibilidad, la lógica, la estadística nos dice que, muchos de esos mundos, cobijan a criaturas de diversa condición y, alguna -o varias- de las especies allí presentes, podrían ser inteligentes como nosotros…, o más.
Como nos preocupa saber que existe a nuestro alrededor, qué hay en nuestro entorno, en los planetas y lunas vecinas, no cejamos en el empeño de enviar ingenios hacia aquellos objetos y, el de arriba se llama JEO (Jupiter Europa Orbiter) que, debía estudiar Europa durante la próxima década para determinar de una vez por todas si existe un océano (o lagos) bajo la corteza de hielo y, con suerte, aclarar si puede existir o no alguna forma de vida. Sin embargo, la crisis que nos invade, no parece que posibilite, al menos de momento, tal misión.
¿La Vida? ¿Quién puede pararla?
Los elementos se mezclan en estructuras complejas que pudieron llegar a constituirse en células vivas que dieron lugar al comienzo de la aventura de la vida en nuestro planeta. No parece prudente negar que la vida ande en nuestro Universo… ¡Por todas partes!
Conociendo el Universo
Una de las cuestiones más controvertidas de la cosmología es por qué, las constantes universales de la Naturaleza parecen tan ajustadas a la vida. Sabemos que el cambio en alguna de esas constantes haría imposible la presencia de seres vivos.
Pudimos llegar hasta lo más profundo de la materia para saber de qué estaba hecha, descubrimos átomos con su complejo núcleo. Todo ello en el “universo de lo muy pequeño, allí donde el ojo no ve, y, de la misma manera supimos llegar hasta el inmenso mundo de las galaxias.
Me parece al caso traer aquí este trabajo que puse hace algún tiempo ya, toda vez que el reciente hallazgo de las Ondas gravitacionales lo ha renovado y su contenido puede resultar interesante al filo de la noticia. Decía por aquel entonces:
Kip Stephen Thorne
Lo que nos cuentan Kip S. Thorne y otros especialistas en Agujeros negros nos posibilitan para entender algo mejor los mecanismos de estos extraños objetos que aún esconden misterios que no hemos sabido resolver. Está claro que muchas de las cosas que sobre agujeros negros podemos leer, son en realidad, especulaciones de cosas que se deducen por señales obervadas pero que, de ninguna manera, se pueden tomar como irrefutables verdades, más bien, las tomaremos como probables o muy probables de acuerdo a los resultados obtenidos de muchos experimentos y, ¿por qué no? de muchas horas de prácticas teóricas y pizarras llenas de ecuaciones que tratan de llegar al fondo de un saber que, desde luego, nos daría la clave de muchas cuestiones que en nuestro Universo son aún desconocidas.
En el corazón de una galaxia lejana, a más de 1.000 millones de años-luz de la Tierra y hace 1.000 millones de años, se acumuló un denso aglomerado de gas y cientos de millones de estrellas. El aglomerado se contrajo gradualmente, a medida que algunas estrellas escapaban y los 100 millones de estrellas restantes se hundían más hacia el centro. Al cabo de 100 millones de años, el aglomerado se había contraído hasta un tamaño de varios años-luz, y pequeñas estrellas empezaron, ocasionalmente, a colisionar y fusionarse, formando estrellas mayores. Las estrellas mayores consumieron su combustible y luego implosionaron para formar agujeros negros; y, en ocasiones, cuando dos de estos agujeros pasaban uno cerca del otro, quedaban ligados formando pares en los que cada agujero giraba en órbita alrededor del otro.
Cuando se forma un par de agujeros negros binarios semejantes, cada agujero crea un pozo profundo (intensa curvatura espacio-temporal) en la superficie insertada y, a medida que los agujeros giran uno en torno al otro, los pozos en órbita producen ondulaciones de curvatura que se propagan hacia afuera a la velocidad de la luz. Las ondulaciones forman una espiral en el tejido del espacio-tiempo en torno al sistema binario, muy semejante a la estructura espiral del agua que procede de un aspersor de cesped que gira rápidamente. Los fragmentos de curvatura forman un conjunto de crestas y valles en espiral en el tejido espacio-temporal.
Pero, a todo ésto… ¿Qué pasaría en aquellos primeros momentos en el que nació el Tiempo y el Espacio?
¡El Universo!
La primera interacción que puede ser considerada era la constante aniquilación y producción de electrones y positrones. Uno de los descubrimientos más famosos del siglo XX es la equivalencia entre la masa y la energía (E= m c2): bajo condiciones adecuadas, la energía se puede convertir en materia y viceversa. La conversión de energía en materia no se observa comúnmente en nuestro entorno porque éste es demasiado frío y no hay presión suficiente. Pero con las densidades y temperaturas que reinaban en el universo primitivo, esta conversión era el pan de cada día. Los fotones (g) se convertían en electrones (e–) y positrones (e+) (proceso conocido como producción de pares). Estos fotones no podían producir partículas más pesadas (como nucleones por ejemplo) por no poseer suficiente energía. Los electrones y positrones terminarían por colisionar con sus respectivas antipartículas y convertirse de nuevo en fotones (a lo que nos referiremos como aniquilación)
La segunda interacción fue la conversión de protones en neutrones y viceversa. Esas partículas atómicas pesadas estaban ya presentes “en el principio” y estaban continuamente transmutándose una en otra mediante las siguientes reacciones:
“En el principio”, debido a la alta densidad de energía, las colisiones entre las partículas ocurrían de forma tan rápida que las reacciones de conversión de protones en neutrones y viceversa se equilibraban de tal manera, que su número, aunque pequeño, era muy aproximadamente el mismo. Pero esa igualdad se rompió casi inmediatamente debido a que los neutrones son ligeramente más pesados que los protones. Por tanto, se necesita un poco más de energía para cambiar de un protón a un neutrón que viceversa. Al principio esto no tenía ninguna influencia porque había gran cantidad de energía en los alrededores. Pero como esta densidad de energía decrecía continuamente con la expansión, cada vez había menos energía disponible para cada colisión. Este hecho empezó a inclinar la balanza hacia la formación de protones, por lo que en número de protones empezó a ser mayor que el de neutrones y a medida que bajaba la temperatura la diferencia fue cada vez más notable.
Antes de alrededor de un minuto y cuarenta segundos desde el comienzo del tiempo, no hay núcleos atómicos estables. El nivel de energía en el ambiente es mayor que la energía de unión nuclear. Por consiguiente, todos los núcleos que se forman, se destruyen de rápidamente.
Alrededor de un segundo desde el comienzo del tiempo, llegamos a la época de desacoplamiento de los neutrinos. Aunque en esa época el Universo es más denso que las orcas (y tan caliente como la explosión de una bomba de hidrógeno), ya ha empezado a parecer vacío a los neutrinos. Puesto que los neutrinossólo reaccionan a la fuerza débil, que tiene un alcance extremadamente corto, pueden escapar de sus garras y volar indefinidamente sin experimentar ninguna otra interacción.
Aunque parezca mentira, al día de hoy no sabemos, a ciencia cierta, como se formaron las galaxias
Así, emancipados, en lo sucesivo son libres de vagar por el Universo a su manera indiferente, volando a través de la mayor de la materia como sino existiese. (Diez trillones de neutrinos atravesarán sin causar daños el cerebro y el cuerpo del lector en el tiempo que le lleve leer esta frase. Y en el tiempo en que usted haya leído esta frase estarán más lejos que la Luna).
En menos de un siglo, el neutrino pasó de ser una partícula fantasma propuesta en 1930 por el físico austríaco Wolfgang Pauli (1900-1958), a explicar el balance de energía en una forma de radioactividad, el llamado decaimiento beta, en una sonda capaz de escrutar el interior de estrellas y de la propia Tierra.
Protocúmulos galácticos en el universo primitivo captados por los telescopios Planck y Herschel
De esa manera, oleadas de neutrinos liberados en un segundo después del big bang persiste aún después, formando una radiación cósmica de fondo de neutrinos semejante a la radiación de fondo de microondas producida por el desacoplamiento de los fotones.
Si estos neutrinos “cósmicos” (como se los llama para diferenciarlos de los neutrinos liberados más tarde por las supernovas) pudiesen ser observador por un telescopio de neutrinos de alguna clase, proporcionarían una visión directa del Universo cuando sólo tenía un segundo.
A medida que retrocedemos en el tiempo, el Universo se vuelve más denso y más caliente, y el nivel de estructura que puede existir se hace cada vez más rudimentario.
Por supuesto, en ese tiempo, no hay moléculas, ni átomos, ni núcleos atómicos, y, a 10-6 (0.000001) de segundo después del comienzo del tiempo, tampoco hay neutrones ni protones. El Universo es un océano de quarks libres y otras partículas elementales.
Si nos tomamos el de contarlos, hallaremos que por cada mil millones de antiquarks existen mil millones y un quark. asimetría es importante. Los pocos quarks en exceso destinados a sobrevivir a la aniquilación general quark-antiquark formaran todos los átomos de materia del Universo del último día. Se desconoce el origen de la desigualdad; presumiblemente obedezca a la ruptura de una simetría materia antimateria en alguna etapa anterior.
Nos aproximamos a un tiempo en que las estructuras básicas de las leyes naturales, y no sólo las de las partículas y campos cuya conducta dictaban, cambiaron a medida que evolucionó el Universo.
La primera transición semejante se produjo en los 10-11 de segundo después del comienzo del tiempo, cuando las funciones de las fuerzas débiles y electromagnéticas se regían por una sola fuerza, la electrodébil. hay bastante energía ambiente para permitir la creación y el mantenimiento de gran de bosones w y z.
Estas partículas – las mismas cuya aparición en el acelerador del CERN verificó la teoría electrodébil – son las mediadoras intercambiables en las interacciones de fuerzas electromagnéticas y débiles, lo que las hace indistinguibles. En ese tiempo, el Universo está gobernando sólo por tres fuerzas: la gravedad, la interacción nuclear fuerte y la electrodébil.
Más atrás de ese tiempo nos quedamos en el misterio y envueltos en una gran nebulosa de ignorancia. Cada uno se despacha a su gusto para lanzar conjeturas y teorizar sobre lo que pudo haber sido. Seguramente, en el futuro, será la teoría M (de supercuerdas) la que contestará esas preguntas sin respuestas ahora.
En los 10-35 de segundo desde el comienzo del tiempo, entramos en un ámbito en el que las cósmicas son aún menos conocidas. Si las grandes teorías unificadas son correctas, se produjo una ruptura de la simetría por la que la fuerza electronuclear unificada se escindió en las fuerzas electrodébil y las fuertes. Si es correcta la teoría de la supersimetría, la transición puede haberse producido antes, había involucrado a la gravitación.
En el universo temprano la primera materia (hidrógeno y Helio) era llevada por la fuerza de gravedad a conformarse en grandes conglomerados de gas y polvo que interacioban, producían calor y formaron las primeras estrellas.
Elaborar una teoría totalmente unificada es tratar de comprender lo que ocurrió en ese tiempo remoto que, según los últimos estudios está situado entre 15.000 y 18.000 millones de años, cunado la perfecta simetría que, se pensaba, caracterizó el Universo, se hizo añicos para dar lugar a los simetrías rotas que hallamos a nuestro alrededor y que, nos trajo las fuerzas y constantes Universales que, paradójicamente, hicieron posible nuestra aparición para que , sea posible que, alguien como yo esté contando lo que pasó.
Pero hasta que no tengamos tal teoría no podemos esperar comprender lo que realmente ocurrió en ese Universo bebé. Los límites de nuestras conjeturas actuales cuando la edad del Universo sólo es de 10-43de segundo, nos da la única respuesta de encontrarnos ante una puerta cerrada.
Del otro lado de esa puerta está la época de Planck, un tiempo en que la atracción gravitatoria ejercida por cada partícula era comparable en intensidad a la fuerza nuclear fuerte.
La fuerza nuclear fuerte hizo posible la existencia de los núcleos que atraían electrones para formar átomos
Así que, llegados a este punto podemos decir que la clave teórica que podría abrir esa puerta sería una teoría unificada que incluyese la gravitación, es decir, una teoría cuántica-gravitatoria que uniese, de una vez por todas, a Planck y Einsteins que, aunque eran muy amigos, no parecen que sus teorías (la Mecánica Cuántica) y (la Relatividad General) se lleven de maravilla.
emilio silvera
el 23 de septiembre del 2018 a las 12:16
Como nos comenta Nelson en alguno de estos últimos trabajos… ¡Estaría bien que el día menos pensado, surgiera una mente científica que siera con la manera de “burlar” (no vencer) la velocidad de la luz, c, y, podamos viajar a esos mundos que van siendo descubiertos y cada vez más son de los que pueden sustentar la vida por estar situados en la zona adecuada de sus estrellas.
Con los últimos proyectos destinados a descubrir otros mundos, ya son muchos los nuevos planetas que han engrosado la lista y, no pocos de ellos son habitables. El tema siempre será el mismo… ¡Las distancias que nos separan! Esas distancias resultan insalvables con los medios actuales de viajar por el Espacio y, hasta llegar a la estrella más cercana Próxima de Centauri sería una proeza que duraría la friolera de 30.000 años con las velocidades que actualmente podemos alcanzar.
Es impensable realizar un viaje a otro mundo en estas condiciones y, mientras no surja el descubrimiento crucial de poder realizarlo mucho más rápido que la luz (no venciéndola sino esquivándola), estaremos dando palos de ciego sobre algo que, al menos por el momento, es inalcanzable para nuestra Civilización tecnológica.
el 23 de septiembre del 2018 a las 13:17
Tenemos los siguientes ejemplos:
Deuterio: 1 protón, 1 electrón, 1 nuetron
Y así sucesivamente con el resto de elementos.
¿Que impide que puedan formarse átomos con más protones que neutrones? Por ejemplo un átomo con 4 protones, 4 electrones y 3 neutrones.
Al igual que se forma el diposotronio :1 electrón y 1 antielectron
Por poner un ejemplo extremo.
Saludos
el 24 de septiembre del 2018 a las 4:54
Amigo Pedro, todos agradeceríamos que en lugar de plantear esas preguntas (de las que conoce las respuestas), explicara aquí (para que todos supiéramos un poquito más) las cuestiones planteadas. Muchas gracias amigo.
el 24 de septiembre del 2018 a las 7:29
Hola, Emilio, si hago la pregunta es porque no se la respuesta, surgen las preguntas ha raíz de leer determinados artículos.
En uno de sus artículos en su día menciono que había razones relativistas, para que no se produjeran átomos con número elevado de protones y neutrones. Ok
La segunda pregunta surgió como ocurrencia sin más.ok.
el 25 de septiembre del 2018 a las 2:52
el 26 de septiembre del 2018 a las 7:16
La explicación de Maese la entiendo hasta yo; tiene todas las cualidades para ser casi perfecta: clara, concisa y concreta, pese a la complejidad del tema.
El dia en que comprendamos todos los procesos físicos habremos alcanzado un poder inmenso; y como no creo que eso sea bueno, es muy probable que nunca lo consigamos,
el 26 de septiembre del 2018 a las 8:38
Ya sabes, amigo Kike, la Naturaleza es sabia y va dosificando lo que podemos o no podemos saber. Creo que no se fía de nosotros y, precisamente por eso no nos deja desvelar algunos de los secretos que celosamente esconde. Llevas mucha razón al pensar que el tener ciertos conocimientos en nuestro poder… ¡No sepamos manejarlos y las cosas se nos vayan de las manos!
Como los niños en el colegio, iremos aprendiendo poco a poco, curso a curso, etapa por etapa y, cuando estemos “preparados” (con todo lo que implica la palabra y todas las connotaciones que lleva), entonces, y sólo entonces, nos dejará saber.
Pero, como bien dices, siempre quedarán cosas escondidas y bien ocultas que seguiremos tratando de descubrir, ya que, el saberlo toso… ¡Nunca podremos!
el 26 de septiembre del 2018 a las 17:40
Asi parece ser Maese; la naturaleza nos cuida aún a nuestro pesar; bueno, posiblemente más que cuidarnos lo que hace es defenderse….
Un abrazo.
el 26 de septiembre del 2018 a las 14:09
Haber si he entendido algo su explicación: Al ser excesivo el número de neutrones resulta que la presión de radiación es tan intensa que no la pueden soportar tales átomos. Ya que este exceso de neutrones su desintegración sería muy intensa.
Similar a lo que ocurre con la densidad de la estrellas, que tantas presión de radiación provoca su auto destrucción, de hay el límite de 120 /150 masas dólares.
el 27 de septiembre del 2018 a las 3:45
Así resulta que son las cosas. Hay estrellas enormes que, para no “morir” eyectan material al Espacio Interestelar y de esa forma, relajan la tensión de la inmensa presión que están sufiendo. Lo dicho, ¡la Naturaleza es sabia!