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¿Había algo antes del Big Bang?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Reportajes de prensa    ~    Comentarios Comments (37)

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ABC- Ciencia

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Según la teoría de la Cosmología Cíclica Conforme, de Sir Roger Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones»

” A la izquierda: Imagen en el óptico de la nebulosa del Cangrejo tomada por el telescopio Hubble, a la que se han asignado colores falsos para resaltar los diferentes elementos químicos que la componen. La nebulosa abarca una distancia de unos 6 años luz. En el centro: Imagen del objeto en rayos XA la derecha: Recreación artística de la estrella de neutrones central, de apenas unos kilómetros de diámetro, con su campo magnético. El eje de rotación del púlsar queda representado por la línea vertical de color verde. Las franjas azules, paralelas al eje que forman los polos magnéticos del astro, simbolizan los haces de radiación emitidos por el objeto. Debido a la rápida rotación de la estrella, esos haces se orientan hacia la Tierra una vez cada 33 milisegundos. Cuando eso ocurre, desde nuestro planeta se observa un breve pulso de radiación electromagnética muy energética”
La Nebulosa se formó trás una explosión de Supernova, claro que,el término explosión,si está referido al Big Bang, se queda muy corto para describir todo lo que allí,se supone que pasó.
 NASA, ESA, J. Hester, A. Loll (ASU)
Héctor Socas, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Créditos: ACTPress.

 

POR HÉCTOR SOCAS NAVARRO/Investigador en el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC)

 

Sir Roger Penrose es una leyenda viva de la Física. Durante el festival Starmus tuve el placer de escucharle explicando su controvertida teoría cosmológica. Su exposición fue tan elocuente, convincente e incluso divertida, que me causó una profunda impresión. A ver si en este artículo consigo explicarla de forma mínimamente coherente.

Estamos bastante seguros de que el Universo entero comenzó con lo que se llama el Big Bang (la «gran explosión») hace la friolera de 13,700 millones de años. En realidad, lo de la explosión no es una muy buena metáfora. Este nombre lo acuñó despectivamente el astrofísico Fred Hoyle durante la retransmisión de un programa de radio de la BBC en 1949. Hoyle se burlaba con él de la absurda teoría que había propuesto el sacerdote (además de físico y matemático) Georges Lemaître. El propio Einstein al principio tampoco creía en las ideas de Lemaître. El prejuicio de la época era que el Universo debía ser algo estático e inmutable. Pero las matemáticas de Lemaître eran impepinables.

Resultado de imagen de Lemaitre Y la expansión del Universo

Georges Lemaître y Albert Einstein que, tras muchas discuosiones…

Su solución de las ecuaciones de Einstein implicaba que el Universo debía estar o bienexpandiéndose o bien colapsando, cayendo sobre sí mismo como un edificio en demolición. Visto con perspectiva histórica, debe dar mucha rabia eso de que alguien coja las ecuaciones que son el trabajo de tu vida y las resuelva magistralmente para llegar a una conclusión que aborreces. Las discusiones entre Einstein y Lemaître, que llevaron al primero a proponer la existencia de una «constante cosmológica», merecerían un artículo aparte. Por lo pronto, baste decir que, como buen científico, Einstein acabó aceptando la evidencia, tanto teórica como empírica, que comenzaba a acumularse. Pese a sus prejuicios iniciales, terminó abrazando la idea de que, efectivamente, el Universo se estaba expandiendo.

La singularidad original

Se sabe que el universo tuvo un origen. Pero ¿de dónde provino? ¿Qué se originó exactamente? Sabemos que comenzó expandiéndose rápidamente, y que sus pequeñas partículas terminaron convirtiéndose en innumerables e inmensas galaxias. ¿Qué pasó antes? ¿Cómo eran las leyes físicas cuando todo empezó?

Imagen: geralt. Fuente: Pixabay.

La historia sería más o menos así: Al principio de los tiempos, todo el Universo estaba concentrado en una singularidad, un punto de densidad infinita que repentinamente estalló en ese instante inicial, saltando toda la materia, energía y espacio despedidos en todas direcciones. A medida que pasa el tiempo, la Física nos dice que las galaxias van a sentir el tirón gravitatorio unas de otras, y esto debería hacer que poco a poco se vayan frenando. Cuánto se van a frenar dependerá de cuánta masa haya en el Universo. Si hay mucha, la gravedad terminará por dominar, la expansión se detendrá y el Universo volverá a caer sobre sí mismo.

NASA / WMAP Science Team

Si hay poca, la atracción será incapaz de frenar la expansión y el Universo continuará expandiéndose por toda la eternidad, aunque a menor velocidad. La distinción es trascendental, con implicaciones hasta en el plano espiritual. Porque un Universo que vuelve a colapsar se presta a la perspectiva del ciclo infinito de big bang-big crunch, el ciclo continuo y eterno de creación y destrucción. Mientras que la otra posibilidad nos lleva a una insulsa muerte final de toda la existencia, más que nada por aburrimiento.

La sorpresa de la densidad crítica

 

Resultado de imagen de La Densidad Crítica del Universo

De la Densidad Crítica, o lo que los Cosmólogos llaman el Omega Negro (la materia existente en el Universo), dependerá su final. Tres podrían ser las clases de Universo en el que vivimos.

De hecho, estamos tan cerca de esta divisoria crítica que nuestras observaciones no pueden decirnos con seguridad cuál es la válida a largo plazo. En realidad, es la estrecha proximidad de la expansión a la línea divisoria lo que constituye el gran misterio: a priori parece altamente poco probable que se deba al azar. Los universos que se expanden demasiado rápidamente son incapaces de agregar material para la formación de estrellas y galaxias, de modo que no pueden formarse bloques constituyentes de materiales necesarios para la vida compleja. Por el contrario, los universos que se expanden demasiado lentamente terminan hundiéndose antes de los miles de millones de años necesarios para que se tomen las estrellas.

Sólo universos que están muy cerca de la divisoria crítica pueden vivir el tiempo suficiente y tener una expansión suave para la de estrellas y planetas… y ¡vida!

La cantidad de masa (o, hablando con más precisión, de energía) que se necesita para pasar de un comportamiento a otro se llama «densidad crítica». No hace mucho, cuando yo estudiaba, sin ir más lejos (y créanme que tampoco hace tanto de eso), nos preguntábamos si en el Universo había más o menos densidad que la crítica. Parecía que no, que era muy pequeña, que no sería suficiente toda la masa para volver a cerrar el ciclo. Pero claro, en aquella época no se conocían la materia y la energía oscura. Si tenemos en cuenta estos factores, nos encontramos con uno de los grandes misterios de la cosmología moderna: ¡Resulta que tiene exactamente la densidad crítica!

La radiación de fondo de microondas, una de las mayores evidencias de que ocurrió un Big Bang
La radiación de fondo de microondas, una de las mayores evidencias de que ocurrió un Big
Bang- WIKIPEDIA

La revelación de que la densidad del Universo es exactamente la crítica (con tanta precisión como somos capaces de medir), sacudió el mundo de la Física. Y es que, aunque sea en el plano subconsciente, se hace difícil no evocar la imagen de un creador para explicar tal coincidencia cósmica. La situación de crisis existencial se resolvió poco después, para alivio de muchos, con la llegada de la teoría de la inflación.

Por ponerlo en términos muy simples, esta teoría nos dice que durante la primera fracción de segundo (técnicamente, desde los 10-36 hasta los 10-32 segundos), el Universo sufrió una expansión tan brutalmente violenta, que el término «explosión» se queda muy corto para describir lo que ocurrió. La expansión en esa época fue acelerada exponencialmente, que es una forma que hay en Física de decir enormemente rápida.

Los cosmólogos suelen decir que todo lo que existe pasó de tener el tamaño de un átomo al de un melón. Por alguna razón se suele usar el melón como medida de referencia. Podrían decir que medía 30 centímetros, que era como un balón de baloncesto o como un florero grande. Pero no, parece que lo del melón lleva camino de convertirse en la unidad estándar de volumen cósmico, algo así como el campo de fútbol lo es hoy en día para medir áreas de monte quemado.

Archivo:Bicep2.jpg

La cuestión es que a este disparatado crecimiento del espacio, infinitamente más rápido que la luz, se le llama inflación. Es un poco contraintuitivo porque, en lenguaje cotidiano, el verbo inflar nos suena mucho más suave y benigno que explotar. Es bien conocido que los físicos no son muy buenos para poner nombres a las cosas. No entendemos bien cómo y por qué ocurrió la inflación salvo que parece estar relacionado con lo que se llama «gran unificación», la época en la que las tres fuerzas fundamentales de la naturaleza eran una, grande y única.

El Universo no se frena

El otro gran descubrimiento que ha tenido lugar desde los tiempos de Einstein es otro hallazgo reciente que también ha causado cierta zozobra existencial. Discutíamos antes las dos posibilidades sobre hasta qué punto sería la gravedad capaz de frenar la expansión del Universo, creando un ciclo continuo de explosión-colapso (Big Bang-Big Crunch) o bien una expansión que se iría ralentizando eternamente pero sin llegar nunca a detenerse del todo. Pues bien, hoy en día sabemos que no va a ser ni lo uno ni lo otro. Resulta que el Universo no se está frenando. No tiene visos de querer volver a colapsar pero tampoco está ralentizando su marcha.

Antes al contrario, las observaciones nos muestran que desde hace 5,000 millones de años (un tercio de su vida), el Universo ha dejado de frenarse y ¡ha comenzado a acelerar! Este resultado fue obtenido por dos grupos independientemente y ambos recibieron el Premio Nobel en 2011. Fue tan sorprendente que ninguno de los dos grupos se atrevió a publicarlo hasta que se enteraron de los resultados del otro. Para explicar el fenómeno, los teóricos han tenido que postular la existencia de una «energía oscura», que sería omnipresente en todo el espacio vacío.

El ciclo continuo de Penrose

Resultado de imagen de Universo Cíclico

Hasta aquí hemos explicado la cosmología moderna canónica, la visión aceptada mayoritariamente por los expertos en el tema. ¿Qué es, entonces, lo que añade Penrose? Pues, según su teoría, estas dos revelaciones, la inflación y la expansión acelerada del Universo, están íntimamente relacionadas. De hecho, serían la misma cosa. Para Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones», pero no en el modelo tradicional de explosión-colapso.

Una fotografía de Roger Penrose, tomada en 2005
Una fotografía de Roger Penrose, tomada en 2005- Festival della Scienza

En su lugar, Penrose postula que cada uno de los ciclos (que él llama eones) acaba con una fase de expansión acelerada que se convierte en la inflación del eón siguiente. Lo de Penrose no es una ocurrencia, es una teoría. Esto significa que ha resuelto las ecuaciones de la relatividad general y los números cuadran salvo por un factor de escala. Quiere decirse que las escalas del nuevo universo son mucho mayores, tanto en el espacio como en el tiempo.

De Universo a melón

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Así, todo nuestro Universo en expansión acelerada, está camino de convertirse en lo que sería un melón del Universo siguiente. Y los miles de millones de años que dura esta expansión serían la breve fracción de segundo en aquel nuevo Universo. Quizás en un futuro increíblemente distante, habrá criaturas inconcebiblemente grandes y lentas en el siguiente eón, investigando esta época en la que vivimos hoy en día, a la que quizás den el absurdo nombre de inflación y quizás la consideren el origen de su universo. Una implicación particularmente profunda de todo esto es que, de ser cierto, estaríamos ahora mismo viviendo un nuevo big bang que comenzó hace 5,000 millones de años y lo estaríamos viendo transcurrir a cámara súper lenta.

Sir Roger Penrose, sustentador de esta teoría, en el Festival della Scienza, Génova, 2011.

Quiero resaltar que esta teoría, llamada Cosmología Cíclica Conforme, no es la aceptada por la mayoría de los cosmólogos. Sin embargo, no hay nada incorrecto o erróneo en ella, que sepamos. Penrose es uno de los mayores expertos mundiales en la física de la relatividad general y la cosmología. Su teoría cumple con la física conocida y esto sí que es un mérito que le concede la comunidad. Al igual que hizo Lemaître hace un siglo, ha encontrado una solución matemática correcta a las ecuaciones de la Física que conocemos, pero es una solución que aborrecen sus colegas por razones más filosóficas que científicas.

Resultado de imagen de Ondas gravitacionales

Un aspecto particularmente fascinante es que, como toda buena teoría, la naturaleza cuantitativa de la cosmología de Penrose le permite hacer predicciones. Las ecuaciones indican que los eones no son completamente independientes y algo de información se puede transmitir de uno a otro. En particular, las ondas gravitacionales (ésas que recientemente detectó el experimento LIGO) creadas por catástrofes cósmicas en el eón anterior podrían atravesar la época de la inflación y llegar hasta nuestros días. Estas ondas producirían patrones de anillos concéntricos en el fondo cósmico de microondas. Ni que decir tiene que muchos investigadores están ya manos a la obra buscando esos anillos. Si se encontraran, sería la primera observación de algo que ocurrió antes del Big Bang.

Héctor Socas Navarro es investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y divulgador en «Coffe Break». El autor agradece al Dr Jose Alberto Rubiño por su lectura crítica y comentarios para mejorar este artículo.

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 2 de enero del 2019 a las 6:50

    Como respuesta a la pregunta del título del reportaje, lo único que podemos contestar es: ¡Si surgió, es porque había!

    Es inconcebible pensar que algo puede surgir de la nada, y, la idea que expone el Señor Penrose de un Universo cíclico, es tan buena como otra cualquiera que se pueda explicar y razonar con argumentos viables.

    De todas las maneras tendremos que reconocer que, saber lo que se dice saber con certeza científica lo que pasó…

    ¡Nadie lo sabe!

    Responder
  2. 2
    Pedro
    el 2 de enero del 2019 a las 8:28

    A esto me refería con la ciencia y sus extremos, si se reduce a especulación sin poder ser verificada, ¿Que nos queda? Adeptos fervorosos.¿Se distinguen en algo de los religiosos?
    Y para más inrri: resulta que el modelo de Roger Penrose, como cientos de otros, está basado en resultados y soluciones válidos, utilizando el método científico (soluciones a las ecuaciones de relatividad general) y no contradictorios con la física conocida. 
    Conclusión:

        
       “Lo que anhela todo científico es resolver conflictos, y como premio reconocimiento por ello, en si mismo el conocimiento o falta de ello no se distingue en na de un señuelo.”

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 2 de enero del 2019 a las 10:56

      Señuelo que persiguen desafpradamente todos los científicos que ponen su diana en algún tema en particular y, se puede dar el caso (conozco algunos) que están toda sus vidas persiguiendo esas “quimeras” que nunca encuentran, y, cuando al fin dan con alguna cosa que no era lo que realmente buscaban, resulta que, con el paso de los años, esa “cosa” tampoco resultó ser4 lo que se creía que era, y, hay que refinar el “conocimiento” acercándolo a la verdad que tiene que ser verificada por la observación y el experimento.
      Miles de físicos y cosmólogos en todo el Mundo trabajan con esos conceptos “supuestos” de una verdad no comprobada, y, si pudiéramos sumar las horas que dedican a sus observaciones y a la cantidad de cálculos que hacen de ellas para obtener los resultados esperados… ¡Serían muchos, muchos, muchísimos años de frustración al no encontrar aquello que buscan!
      Acordémonos del Gravitón, de la Gravedad cuántica y de otros conceptos u objetos que están ahí, en las ecuaciones y teorías pero que, en la realidad, parecen invisibles.
      Claro que nada de eso nos hará parar en la búsqueda de esas respuestas que nadie sabe contestar… Por el momento.

      Responder
  3. 3
    Fandila Soria
    el 2 de enero del 2019 a las 12:05

    Eso sí que es cierto, amigo. Quizá lo mejor fuera cruzarse de brazos y de mente y vivir según lo que el presente pueda depararnos.

    Lo peor es que algo así no es posible.

    Por poner un ejemplo, la ecuación de la energía, posee la exactitud que pensamos darle. Por ejemplo, ¿acaso toda la masa en un explosión nuclear se transforma según c^? cuantos residuos quedan, que en principio no tienen que ver con c^2 y que tardan milenios en desaparecer. Por qué toda la masa, muy fragmentada por supuesto, ha de transformarse en energía según c^2. Las subpartículas de otras partículas normalmente no van a c, sin embargo toda la masa que se compone con ellas, se supone que se transformará en energía según mc^2.
    Por muy exacta que se considere la ecuación, de la energía presentará flecos.

    No es entendible salvo que esa fórmula quede constreñida a la materia-energía normal, que nos será muy practica porque a nuestro aprovechamiento no hay otra. Y aún así aproximadamente.

    A veces resulta que lo mágico esté en que solo la materia normal, de la que estamos hechos, nos es próxima, aprovechable y evidente.

    Ocurre como con la religiones, en que aquellas mentes no científicas, presentaban el limite de los sentidos porque de una forma natural no captaban otra cosa.

    Por supuesto que el no científico, la mayoría, no puede ver más allá de la realidad “visible”, lo que esté debajo de esa tupida alfombra, solo se hará “visible” a base de instrumentos, vehículos,  y mucha “pericia”.

    Porque, qué es Dios. A quién afecta. De qué se compone. ¿Es útil una idea de Dios?

    Responder
  4. 4
    Pedro
    el 2 de enero del 2019 a las 13:28

    Esa es la cuestión ¿Que ocurre con todo ese supuesto conocimiento si resultan que no hay manera de validar sus preceptos.

    Continuamente salen a la palestra cientos de propuestas, y uno se queda invobilis ¿A quien damos crédito? Y todas bien fundamentadas tanto ananliticamente, sin ontradecir  lo conocido, y por físicos profesionales ,esta es la cuestión.
    Por supuesto sin desmerecer todo su empeño tanto a unos como a otros”.

    “Oh, afortunado empeño de un corazón glorioso” Ícaro.

    Responder
  5. 5
    emilio silvera
    el 3 de enero del 2019 a las 5:54

    Una cosa sí que nos debe quedar muy clara: ¡Sabemos menos de lo que creemos que sabemos! Y, como decía el sabio: “Siempre seremos aprendices” Lo que ayer era cierto, hoy no lo es. Las dudas del presente serán certezas en el futuro. Vivimos rodeados de “misterios” que tratamos de desvelar y, poco a poco (pasando por muchos fracasos), lo vamos consiguiendo y agrandamos la parcela del conocimiento. Sin embargo, es mucho más el terreno desconocido que el conquistado, continúan siendo muchas más las preguntas que las respuestas y, lo curioso del caso es que, cuando abrimos esa puerta cerrada que nos deja entrar en el recinto donde estaba la respuesta, allí encontramos un sin fín de preguntas nuevas. Es decir, el adquirir un nuevo conocimiento nos posibilita para plantear nuevas preguntas que antes de adquirir ese nuevo conocimiento no podíamos hacer.

    No pocos de los conocimientos que actualmente manejan los científicos son parciales y, como nos dice Fandila, quedan flecos por recortar para ajustarlos a la realidad de la naturaleza. En el tema de la energía, por ejemplo, son muchos los “flecos” que nos quedan y hasta tal punto es así que, si le preguntas a un físico ¿Qué es la energía? Aunque te de una respuesta según “su parecer”, lo cierto es que no lo sabe.

    De todas las maneras, como nos pasa con el Modelo Estándar de la física de partículas que es feo y tiene cerca de una veintena de parámetros metidos con calzador para que ajuste, lo cierto es que, a pesar de todo, a resultado ser una “herramienta” muy positiva para el trabajo que los físicos desarrollan y, de la misma manera podríamos decir de otros postulados que, aunque incompletos y con algunos enigmas por despejar… ¡Nos siguen ofreciendo salidas a callejones que antes permanecían cerrados!

    Quarks y Leptones, la luz, la materia escondida… 

    Responder
  6. 6
    Fandila Soria
    el 3 de enero del 2019 a las 13:19

    Decir que la gravedad sea capaz de frenar el Universo no tiene sentido, la fuerza de expansión es mayor.

    Hay una parte del Universo que se aleja y otra que se concentra, la que es cercana entre sí.

    Puede ocurrir que la cercana forme como un sub-universo, y el resto que se fragmente tanto que prácticamente vuelva al vacío.

    O que el sub universo se concentre más y más y sea capaz de arrastrar gravitatoriamente al resto.

    La gravedad siempre va en consonancia con la expansión pero proporcional a la densidad material según donde.

    Responder
  7. 7
    nelson
    el 3 de enero del 2019 a las 15:53

    Hola muchachada.

    Yo entiendo que si la gravedad es inversamente proporcional al cuadrado de las distancias (Newton), a nivel cosmológico, al alejarse entre sí los cúmulos galácticos y Grandes Muros por la expansión, la gravedad mutua se debilitará por la creciente distancia, acelerando dicha expansión. 
    Dicho de otra manera: el Universo aceleraría su expansión porque sus  “integrantes” están cada vez más lejanos entre sí, lo que disminuye la atracción entre ellos.
    Parece demasiado sencillo. Me debo saltear algo… 

    Saludos cordiales.

    Responder
  8. 8
    Fandila Soria
    el 3 de enero del 2019 a las 18:49

    En la poca gravedad la materia tiende a disgregarse. Con el tiempo la entropía también tiende a su aniquilación, es decir, la vuelta a las dimensiones inferiores.

    Responder
    • 8.1
      Pedro
      el 3 de enero del 2019 a las 20:08

      Dudo que una vez producido un cambio de fase ,vuelva con el tiempo a dimensiones inferiores. Hay procesos que son irreversibles. Quiero decir la entropia no es que con el tiempo se aniquile, sino vuelve a sus componentes mas incapacitantes ,muy distinto de ser más inferiores y o diminutos.

      Responder
      • 8.1.1
        Fandila Soria
        el 4 de enero del 2019 a las 18:41

        Hablar de dimensiones es una forma de referirse a los detritus que podrían quedar. Pero también puede hablarse de recombinaciones con otros elementos y en este caso no habría aniquilación sino incorporación o combinación. Sin embargo es de suponer que la expansión y falta de gravedad en esos larguísimos tiempos (Que llaman evos) no serán propicios a otra cosa que la desintegración. A esas alturas ni el resto de fuerzas serían normales cuando la temperatura y presión sean mínimas. Lo que dices no parece muy acertado. Las partículas poseen una vida diferente unas de otras. Yo siempre entendí, o que en caso negativo, o su estructura o no llega a formarse o lo hace erróneamente con lo que se aniquila o deshace en un tiempo muy corto. Qué ocurre con los supuestos formantes que no llegan a conformar nada (Se refiere a la estructura particular que iban  a formar). Si no se forma no podemos saber que se iba a formar, es lógico, pero si sabemos que las que se rompen se aniquilan (Es una forma de decirlo) por su vida ultracorta, lo hacen o por una interacción con otras, mayores o menores, o porque ya no cumplen con su papel físico. El resultado podrá ser muy diferente si se aniquilan y “desaparecen” como tales o se integran a otras estructuras. Aniquilarse significa no ser como son, de ningún modo perecer. Dicho esto, la vida de una partícula no es caprichosa y puede obedecer a que sus cuantos de energía-masa dejan de ser exactos para el papel que desempeñan. Las innumerables sub- partículas, sub- sub- partículas… etc. “aguantan”  en el medio vacío interno y externo mientras pueden, y es inevitable que con la edad pierdan la capacidad de recuperación. ¿Pues qué falla para que pueda darse lo que llamamos entropía (Multiplicación de estados en un sistema)? y que el sistema que corresponda, se vaya “desmoronando” que el omnipresente vacío en su actividad continua no deja de “incordiarlos” en procesos indefinidos, pero ciertos. Nadie ha observado lo reversible o irreversible respecto al vacío (Por ejemplo que ocurriría con los cationes) Pues bien, todo esto no dejan de ser fantasías y suposiciones, podemos estar tranquilos a ese respecto. pues aún queda bastante tiempo. A lo mejor ese caso particular de densidad omega para el Universo, alguien más adepto lo explica de otra manera, para eso estamos. Muy agradecido.

        Responder
      • 8.1.2
        Fandila Soria
        el 5 de enero del 2019 a las 1:16

        “Con el tiempo la entropía también tiende a su aniquilación…” no se refiere a la aniquilación de la entropía en sí misma, sino a su contribución a la aniquilación de la materia. No es lo mismo

        Responder
  9. 9
    FRANCISCO PONCE MORENO
    el 5 de enero del 2019 a las 18:42

    Si surgió es porque había. Es un aserto aparentemente incontrovertible. Lo único que me produce cierta grima es que lo extrapolemos al comienzo de todo. Es decir, en el inicio más inicial ¿también surgió algo porque había algo?. 

    Responder
    • 9.1
      Emilio Silvera
      el 6 de enero del 2019 a las 6:14

      De donde no hay nada puede surgir, y, eso nos hace pensar en un universo cíclico como nos dice Penrose.

      Responder
  10. 10
    nelson
    el 7 de enero del 2019 a las 0:15

    Hola muchachada.

    La CCC de Penrose parece tener un problema. Al menos yo lo veo como un problema (hasta que alguien me demuestre mi error):
    Sería una sucesión cronológica de universos surgidos “por orden de aparición”, es decir, cada universo anterior culminaría en una singularidad que daría inicio a un universo siguiente.
    Ese orden secuencial implica una “flecha del tiempo”, un “soporte” temporal único al que los universos en cuestión estarían referidos.
    Para que se entienda mejor, pongamos que nuestro universo actual es el nº 22 de la secuencia; se desarrolló a partir del nº 21 y culminará en una singularidad que dará lugar a un Big Bang y dará inicio al universo nº 23. O sea veo una contradicción entre la idea de universos con espacio-tiempos propios y ese “tiempo” (trascendente e imposible) que los referenciaría entre sí.
    Además, comparto la duda de Francisco: la CCC no parece responder la pregunta básica que sí responde la teoría del BB: ¿hubo un 1er. universo sí o no? Si lo hubo ¿cómo comenzó, qué había antes?… ¿?… 
    Y si no hubo un 1er universo, ¿deberemos aceptar una sucesión eterna e infinita de universos desde siempre y para siempre?

    Saludos cordiales.     

    Responder
    • 10.1
      Emilio Silvera
      el 7 de enero del 2019 a las 8:14

      “La existencia de otro universo antes del Big Bang, puesta en duda … Para Penrose, esto sugiere que nuestro universo existe en un ciclo continuo de … Sin embargo, tres estudios independientes publicados en los últimos días son muy críticos con esta teoría. … ¿Y si nunca hubiera habido un Big Bang?”

      Los extraños círculos descubiertos en el fondo cósmico de microondas.

      Tres investigaciones independientes rechazan que los misteriosos círculos descubiertos por Penrose sean las señales de un cosmos anterior al nuestro.

      “Hace tan solo unos días, Roger Penrose, de la Universidad de Oxford y uno de los físicos más brillantes de la actualidad, anunciaba un impactante descubrimiento. El investigador creía haber encontrado «atisbos» de la presencia de un universo anterior al que conocemos, uno que existió antes del Big Bang. Esta hipótesis extraordinaria, fundamentada en la aparición de unos misteriosos patrones circulares en el fondo de microondas cósmico -los restos de la gran explosión que dio origen al cosmos- ha causado el lógico revuelo en la comunidad científica y, como era de esperar, ha chocado con las reticencias de algunos de sus miembros. Tres nuevas investigaciones independientes, publicadas en arXiv.org, el mismo sitio de internet en el que Penrose hizo pública su teoría, admiten que la imagen del universo primitivo puede estar plagada de enigmáticos círculos, pero señalan que eso no significa que estemos ante la evidencia de algo que ocurrió antes del nacimiento «oficial» de los tiempos. En definitiva, según estos científicos, no hay ninguna prueba de que los universos se sucedan de forma cíclica eternamente.

      La mayoría de los cosmólogos acepta la teoría del universo inflacionario. El cosmos -y con él el espacio y el tiempo-, surgió hace unos 13.700 millones de años con el Big Bang, se expandió de forma extremadamente rápida durante una fracción de segundo, y ha continuado expandiéndose mucho más lentamente desde entonces. Sin embargo, la teoría de Penrose y su colega Vahe Gurzadyan, del Instituto de Física Yerevan en Armenia, trastoca todo lo que se creía hasta ahora. El polémico estudio explica que las colisiones entre agujeros negros supermasivos ocurridas antes del Big Bang generaron la propagación de unas ondas gravitacionales que dejaron una «huella», unos círculos muy característicos, en el fondo cósmico de microondas.

      Sin ciclo infinito

      Para llegar a esta afirmación, Gurzadyan examinó datos obtenidos durante siete años por el satélite de la NASA WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) y calculó el cambio en la variación de temperatura en unos 10.000 puntos en el fondo del microondas. De esta forma, identificó una serie de anillos en los que la temperatura era marcadamente más baja. Para Penrose, esto sugiere que nuestro universo existe en un ciclo continuo de «rebotes» que él llama «eones». Se trata de un ciclo infinito que no tiene principio ni fin.

      Sin embargo, tres estudios independientes publicados en los últimos días son muy críticos con esta teoría. Equipos de la Universidad de Oslo, la Universidad de British Columbia en Vancouver y del Instituto Canadiense de Astrofísica Teórica en Toronto (Canadá) reprodujeron el análisis de los datos del WMAP que realizó Gurzadyan. Los científicos concluyen que los círculos descubiertos en el fondo cósmico del microondas no son ninguna ventana a otro universo, sino que estos puntos calientes y fríos, que incluso pueden formar triángulos equiláteros, también asumen las propiedades básicas del universo inflacionario, es decir, la expansión muy rápida del cosmos momentos después del Big Bang, la teoría clásica. Gurzadyan desestima el análisis crítico como «absolutamente trivial.”

      Como verás amigo Nelson, tus dudas son compartidas por otros muchos, y, desde luego, la única realidad a la que podemos agarrarnos en éste escabroso tema es… ¡Que no tenemos ni idea de esa realidad que conjeturamos de mil maneras diferentes y ninguna de ellas demostrada!

      Responder
  11. 11
    Fandila Soria
    el 7 de enero del 2019 a las 12:51

    Menudo “rebote” el del surgimiento de la materia normal, o el de la gran inflación, o el de la “iluminación” del Universo.

    Nos empeñamos en creer que en un  principio no había nada. O la casi nada, como algunos dicen. Vano esfuerzo el de la Relatividad Especial y el Existencialismo.

    La teoría de Penrose como todas de más allá de lo no comprobado tiene sus fallos. Hay ya tantas, que mejor fuera esperar a que puedan darse ciertas comprobaciones. La lógica sin embargo es muy poderosa, aunque siempre insuficiente. La matemática siempre será incompleta. También evoluciona. 

    Responder
  12. 12
    nelson
    el 7 de enero del 2019 a las 20:52

    Hola muchachada.
    Es tan creyente quienes cree que en en algún momento no hubo nada como quien cree que eternamente hubo algo: es cuestión de fe.
    Parece más racional aceptar provisionalmente las tesis que se acompañan con fundamentación sólida y comprobaciones experimentales, hasta tanto nuevos descubrimientos las confirmen o corrijan.
    Saludos cordiales.    

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    • 12.1
      Fandila Soria
      el 8 de enero del 2019 a las 13:32

      Aunque no lo parezca ya hubo una demostración (Evidencias) de que otros universos existen. Una cosa.  ¿Sobre qué ocurrió el advenimiento de nuestro Universo? ¿Sobre la nada o sobre una base similar a nuestro vacío? ¿Habrá que creerse que el espacio no existía y que tampoco existirá más allá un  posible final…? ¿De dónde entonces la primera fuerza. Era interna, o externa, o mejor ambas cosas? Nada puede moverse sobre la nada. Uno puede pensar lo que quiera pero habría de tener unas bases de razonamiento al menos, o confiar en las de otros. En asuntos de tan escasa “concreción”, las diversas teorías vienen a ser como balbuceos de pequeños niños sin experiencia. Ya crecerán, que hasta es posible que se pongan de acuerdo ante algo que les pueda ser evidente.

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  13. 13
    emilio silvera
    el 8 de enero del 2019 a las 5:34

    Cierto, y, tal como van las cosas y la tecnología que actualmente tenemos y la que se vislumbra en los años venideros, es muy probable que durante mucho, mucho, muchísimo tiempo, sigamos haciendo cábalas de lo que podría haber el surgir del Universo en ese remoto pasado al que no podemos llegar.

    Hay que reconocer que somos osados hasta límites insospechados, ya que, atreverse a dar un vaticinio de lo que pasó hace ahora más de una decena de miles de millones de años… ¡Resulta inimaginable! Sin embargo, con los ingenios tecnológicos de los que podemos disponer recogemos datos y acumulamos indicios que, finalmente finalizan construyendo modelos que van cambiando a medida que se van desvelando nuevos conocimientos al conseguir descorrer el velo de secretos que dejan de serlo y modifica la visión anterior.

    Hay que reconocer que aislados en éste pequeño mundo de un sistema planetario perdido en la periferia de una gran Galaxia de las decenas de miles de millones que conforman el descomunal Universo nuestro, nuestra especie ha conseguido llegar tan lejos como para saber sobre los componentes infinitesimales de la materia y la inmensidad de los cúmulos de galaxias con todo lo que en ellas está presente, y, desde luego, desvelar qué fuerzas son las que rigen en ese todo que llamamos Universo… ¡Es un logro increíble!

    De la misma manera, si se nos concede Tiempo suficiente para ello, podremos desvelar muchas más maravillas que ahora, por falta de datos y de cómo conseguirlos, no podemos hablar, y, precisamente por eso, lo único que podemos hacer es lo que se hizo siempre en la medida de los conocimientos que en cada momento teníamos… ¡Imaginar! 

    ¿Otros Universos? ¿Universo cíclico? ¿Quién puede contestar a esas preguntas?

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  14. 14
    kike
    el 8 de enero del 2019 a las 8:32

    Ahora ha salido una nueva teoría, realizada por tres científicos canadienses.

     Dicen que el B.B. tuvo un “espejo”, una imagen de si mismo, pero hacia atrás en el tiempo, lo que explicaría el origen de la materia oscura….

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    • 14.1
      emilio silvera
      el 8 de enero del 2019 a las 11:30

       
      “Nuestro universo podría ser la imagen reflejada de un universo de antimateria que se extiende hacia atrás en el tiempo antes del Big Bang.
       
      Es la conclusión de dos científicos del Perimiter Institute for Theoretical Physics de Canadá, que han ideado un nuevo modelo cosmológico que postula la existencia de un “antiuniverso” que, junto con el nuestro, conserva una regla fundamental de la física llamada simetría CPT. Los investigadores aún necesitan resolver muchos detalles de su teoría, pero dicen que explica naturalmente la existencia de la materia oscura, informa Physicsworld.
       
      Los modelos cosmológicos estándar nos dicen que el universo (espacio, tiempo y masa / energía) explotó hace unos 14.000 millones de años y desde entonces se ha expandido y enfriado, lo que lleva a la formación progresiva de partículas subatómicas, átomos, estrellas y planetas.”
      ¡Hay modelos para escoger! Por falta de imaginación no quedará

      Responder
      • 14.1.1
        emilio silvera
        el 8 de enero del 2019 a las 11:38

        Claro que les que3da mucho por explicar, y, uno de los parámetros que más pueden interesar en este modelo sería el definir de manera clara y precisa por qué el modelo justicia la “materia oscura” y cómo lo hace. Tampoco es baladí el demostrar ese “otro” universo espejo de antimateria.

        Responder
  15. 15
    emilio silvera
    el 8 de enero del 2019 a las 11:35

    Si miramos sobre el la simetría SPT, estom nos dicen:
     
    “El orden topológico protegido por simetría (SPT) es un tipo de orden en estados de mecánica cuántica de temperatura cero que tienen una simetría y una brecha de energía finita.
    Para obtener los resultados de la manera más invariable, se utilizan los métodos de grupo de renormalización (lo que lleva a clases de equivalencia correspondientes a ciertos puntos fijos). [1] El orden SPT tiene las siguientes propiedades definitorias:
    (a) los distintos estados SPT con una simetría determinada no pueden deformarse entre sí sin una transición de fase, si la deformación preserva la simetría .
    (b) sin embargo, todos pueden deformarse suavemente en el mismo estado trivial del producto sin una transición de fase, si la simetría se rompe durante la deformación .
    La definición anterior funciona tanto para sistemas bosónicos como para sistemas fermiónicos, lo que conduce a las nociones de orden SPT bosónico y orden SPT fermiónico.
    Usando la noción de enredo cuántico , podemos decir que los estados SPT son estados enredados de corto alcance con una simetría (en contraste: para el enredo de largo alcance, ver orden topológico , que no está relacionado con la famosa paradoja de EPR ). Debido a que los estados enredados de corto alcance solo tienen órdenes topológicas triviales, también podemos referir la orden SPT como orden “trivial” protegida por simetría.”

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