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¿Había algo antes del Big Bang?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Reportajes de prensa ~ Comments (37)
ABC- Ciencia
Según la teoría de la Cosmología Cíclica Conforme, de Sir Roger Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones»
Sir Roger Penrose es una leyenda viva de la Física. Durante el festival Starmus tuve el placer de escucharle explicando su controvertida teoría cosmológica. Su exposición fue tan elocuente, convincente e incluso divertida, que me causó una profunda impresión. A ver si en este artículo consigo explicarla de forma mínimamente coherente.
Estamos bastante seguros de que el Universo entero comenzó con lo que se llama el Big Bang (la «gran explosión») hace la friolera de 13,700 millones de años. En realidad, lo de la explosión no es una muy buena metáfora. Este nombre lo acuñó despectivamente el astrofísico Fred Hoyle durante la retransmisión de un programa de radio de la BBC en 1949. Hoyle se burlaba con él de la absurda teoría que había propuesto el sacerdote (además de físico y matemático) Georges Lemaître. El propio Einstein al principio tampoco creía en las ideas de Lemaître. El prejuicio de la época era que el Universo debía ser algo estático e inmutable. Pero las matemáticas de Lemaître eran impepinables.
Georges Lemaître y Albert Einstein que, tras muchas discuosiones…
Su solución de las ecuaciones de Einstein implicaba que el Universo debía estar o bienexpandiéndose o bien colapsando, cayendo sobre sí mismo como un edificio en demolición. Visto con perspectiva histórica, debe dar mucha rabia eso de que alguien coja las ecuaciones que son el trabajo de tu vida y las resuelva magistralmente para llegar a una conclusión que aborreces. Las discusiones entre Einstein y Lemaître, que llevaron al primero a proponer la existencia de una «constante cosmológica», merecerían un artículo aparte. Por lo pronto, baste decir que, como buen científico, Einstein acabó aceptando la evidencia, tanto teórica como empírica, que comenzaba a acumularse. Pese a sus prejuicios iniciales, terminó abrazando la idea de que, efectivamente, el Universo se estaba expandiendo.
La singularidad original
Se sabe que el universo tuvo un origen. Pero ¿de dónde provino? ¿Qué se originó exactamente? Sabemos que comenzó expandiéndose rápidamente, y que sus pequeñas partículas terminaron convirtiéndose en innumerables e inmensas galaxias. ¿Qué pasó antes? ¿Cómo eran las leyes físicas cuando todo empezó?
La historia sería más o menos así: Al principio de los tiempos, todo el Universo estaba concentrado en una singularidad, un punto de densidad infinita que repentinamente estalló en ese instante inicial, saltando toda la materia, energía y espacio despedidos en todas direcciones. A medida que pasa el tiempo, la Física nos dice que las galaxias van a sentir el tirón gravitatorio unas de otras, y esto debería hacer que poco a poco se vayan frenando. Cuánto se van a frenar dependerá de cuánta masa haya en el Universo. Si hay mucha, la gravedad terminará por dominar, la expansión se detendrá y el Universo volverá a caer sobre sí mismo.
Si hay poca, la atracción será incapaz de frenar la expansión y el Universo continuará expandiéndose por toda la eternidad, aunque a menor velocidad. La distinción es trascendental, con implicaciones hasta en el plano espiritual. Porque un Universo que vuelve a colapsar se presta a la perspectiva del ciclo infinito de big bang-big crunch, el ciclo continuo y eterno de creación y destrucción. Mientras que la otra posibilidad nos lleva a una insulsa muerte final de toda la existencia, más que nada por aburrimiento.
La sorpresa de la densidad crítica
De la Densidad Crítica, o lo que los Cosmólogos llaman el Omega Negro (la materia existente en el Universo), dependerá su final. Tres podrían ser las clases de Universo en el que vivimos.
De hecho, estamos tan cerca de esta divisoria crítica que nuestras observaciones no pueden decirnos con seguridad cuál es la válida a largo plazo. En realidad, es la estrecha proximidad de la expansión a la línea divisoria lo que constituye el gran misterio: a priori parece altamente poco probable que se deba al azar. Los universos que se expanden demasiado rápidamente son incapaces de agregar material para la formación de estrellas y galaxias, de modo que no pueden formarse bloques constituyentes de materiales necesarios para la vida compleja. Por el contrario, los universos que se expanden demasiado lentamente terminan hundiéndose antes de los miles de millones de años necesarios para que se tomen las estrellas.
Sólo universos que están muy cerca de la divisoria crítica pueden vivir el tiempo suficiente y tener una expansión suave para la de estrellas y planetas… y ¡vida!
La cantidad de masa (o, hablando con más precisión, de energía) que se necesita para pasar de un comportamiento a otro se llama «densidad crítica». No hace mucho, cuando yo estudiaba, sin ir más lejos (y créanme que tampoco hace tanto de eso), nos preguntábamos si en el Universo había más o menos densidad que la crítica. Parecía que no, que era muy pequeña, que no sería suficiente toda la masa para volver a cerrar el ciclo. Pero claro, en aquella época no se conocían la materia y la energía oscura. Si tenemos en cuenta estos factores, nos encontramos con uno de los grandes misterios de la cosmología moderna: ¡Resulta que tiene exactamente la densidad crítica!
La revelación de que la densidad del Universo es exactamente la crítica (con tanta precisión como somos capaces de medir), sacudió el mundo de la Física. Y es que, aunque sea en el plano subconsciente, se hace difícil no evocar la imagen de un creador para explicar tal coincidencia cósmica. La situación de crisis existencial se resolvió poco después, para alivio de muchos, con la llegada de la teoría de la inflación.
Por ponerlo en términos muy simples, esta teoría nos dice que durante la primera fracción de segundo (técnicamente, desde los 10-36 hasta los 10-32 segundos), el Universo sufrió una expansión tan brutalmente violenta, que el término «explosión» se queda muy corto para describir lo que ocurrió. La expansión en esa época fue acelerada exponencialmente, que es una forma que hay en Física de decir enormemente rápida.
Los cosmólogos suelen decir que todo lo que existe pasó de tener el tamaño de un átomo al de un melón. Por alguna razón se suele usar el melón como medida de referencia. Podrían decir que medía 30 centímetros, que era como un balón de baloncesto o como un florero grande. Pero no, parece que lo del melón lleva camino de convertirse en la unidad estándar de volumen cósmico, algo así como el campo de fútbol lo es hoy en día para medir áreas de monte quemado.
La cuestión es que a este disparatado crecimiento del espacio, infinitamente más rápido que la luz, se le llama inflación. Es un poco contraintuitivo porque, en lenguaje cotidiano, el verbo inflar nos suena mucho más suave y benigno que explotar. Es bien conocido que los físicos no son muy buenos para poner nombres a las cosas. No entendemos bien cómo y por qué ocurrió la inflación salvo que parece estar relacionado con lo que se llama «gran unificación», la época en la que las tres fuerzas fundamentales de la naturaleza eran una, grande y única.
El Universo no se frena
El otro gran descubrimiento que ha tenido lugar desde los tiempos de Einstein es otro hallazgo reciente que también ha causado cierta zozobra existencial. Discutíamos antes las dos posibilidades sobre hasta qué punto sería la gravedad capaz de frenar la expansión del Universo, creando un ciclo continuo de explosión-colapso (Big Bang-Big Crunch) o bien una expansión que se iría ralentizando eternamente pero sin llegar nunca a detenerse del todo. Pues bien, hoy en día sabemos que no va a ser ni lo uno ni lo otro. Resulta que el Universo no se está frenando. No tiene visos de querer volver a colapsar pero tampoco está ralentizando su marcha.
Antes al contrario, las observaciones nos muestran que desde hace 5,000 millones de años (un tercio de su vida), el Universo ha dejado de frenarse y ¡ha comenzado a acelerar! Este resultado fue obtenido por dos grupos independientemente y ambos recibieron el Premio Nobel en 2011. Fue tan sorprendente que ninguno de los dos grupos se atrevió a publicarlo hasta que se enteraron de los resultados del otro. Para explicar el fenómeno, los teóricos han tenido que postular la existencia de una «energía oscura», que sería omnipresente en todo el espacio vacío.
El ciclo continuo de Penrose
Hasta aquí hemos explicado la cosmología moderna canónica, la visión aceptada mayoritariamente por los expertos en el tema. ¿Qué es, entonces, lo que añade Penrose? Pues, según su teoría, estas dos revelaciones, la inflación y la expansión acelerada del Universo, están íntimamente relacionadas. De hecho, serían la misma cosa. Para Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones», pero no en el modelo tradicional de explosión-colapso.
En su lugar, Penrose postula que cada uno de los ciclos (que él llama eones) acaba con una fase de expansión acelerada que se convierte en la inflación del eón siguiente. Lo de Penrose no es una ocurrencia, es una teoría. Esto significa que ha resuelto las ecuaciones de la relatividad general y los números cuadran salvo por un factor de escala. Quiere decirse que las escalas del nuevo universo son mucho mayores, tanto en el espacio como en el tiempo.
De Universo a melón
Así, todo nuestro Universo en expansión acelerada, está camino de convertirse en lo que sería un melón del Universo siguiente. Y los miles de millones de años que dura esta expansión serían la breve fracción de segundo en aquel nuevo Universo. Quizás en un futuro increíblemente distante, habrá criaturas inconcebiblemente grandes y lentas en el siguiente eón, investigando esta época en la que vivimos hoy en día, a la que quizás den el absurdo nombre de inflación y quizás la consideren el origen de su universo. Una implicación particularmente profunda de todo esto es que, de ser cierto, estaríamos ahora mismo viviendo un nuevo big bang que comenzó hace 5,000 millones de años y lo estaríamos viendo transcurrir a cámara súper lenta.
Sir Roger Penrose, sustentador de esta teoría, en el Festival della Scienza, Génova, 2011.
Quiero resaltar que esta teoría, llamada Cosmología Cíclica Conforme, no es la aceptada por la mayoría de los cosmólogos. Sin embargo, no hay nada incorrecto o erróneo en ella, que sepamos. Penrose es uno de los mayores expertos mundiales en la física de la relatividad general y la cosmología. Su teoría cumple con la física conocida y esto sí que es un mérito que le concede la comunidad. Al igual que hizo Lemaître hace un siglo, ha encontrado una solución matemática correcta a las ecuaciones de la Física que conocemos, pero es una solución que aborrecen sus colegas por razones más filosóficas que científicas.
Un aspecto particularmente fascinante es que, como toda buena teoría, la naturaleza cuantitativa de la cosmología de Penrose le permite hacer predicciones. Las ecuaciones indican que los eones no son completamente independientes y algo de información se puede transmitir de uno a otro. En particular, las ondas gravitacionales (ésas que recientemente detectó el experimento LIGO) creadas por catástrofes cósmicas en el eón anterior podrían atravesar la época de la inflación y llegar hasta nuestros días. Estas ondas producirían patrones de anillos concéntricos en el fondo cósmico de microondas. Ni que decir tiene que muchos investigadores están ya manos a la obra buscando esos anillos. Si se encontraran, sería la primera observación de algo que ocurrió antes del Big Bang.
Héctor Socas Navarro es investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y divulgador en «Coffe Break». El autor agradece al Dr Jose Alberto Rubiño por su lectura crítica y comentarios para mejorar este artículo.
el 8 de enero del 2019 a las 14:00
La materia antimateria son dos formas simples de como lo material se manifiesta.
Partiendo de la consideración de “La super grandiosa partícula Universo” con sus movimientos ondulares propios, esta excepcional partícula onda presenta sus ondulaciones en valores alternos de carga. Estos valores se anularán unos con otros en su deambular, pero como siempre ocurre, algunos queda..
Esos inducidos giros serán a izquierdas y a derechas, pero resulta, según la mediciones, que el Universo gira a izquierdas (7% aprox.)
Poca antimateria, giro a derechas, podrá quedar tras las aniquilaciones.
Nadie se deje llevar así como así por lo expresado, que la cosa no tan sencilla
Si necesariamente otro universo viene compensado simétricamente con el nuestro y suponiendo la neutralidad de carga habría de ser de antimateria. Eso suponiendo los universos dos a dos. o pares al menos.
el 8 de enero del 2019 a las 21:57
Si extrapolamos está supuesta carga (supergrandiosa partícula) que resulta de un valor residual, consecuencia de su propagación, a un simple electrón, resulta que la estabilidad de átomo no se sostiene.
Siempre nos han dicho que el electrón es negativo y este no varía.
el 9 de enero del 2019 a las 6:41
Está claro que teorizar con todos estos temas complejos y tan desconocidos para todos nosotros nos lleva a plantear escenarios que podrían ser, y, también, nos hace pensar sobre el tema de la vida en el Universo, a veces nos puede parecer que el Universo sabía que íbamos a venir y creo las necesarias condiciones para la existencia de observadores inteligentes y otros muchos seres con menos consciencia de la vida y de las cosas y todos hemos ido “mutando” y evolucionando hacia una mejor adaptación al medio que nos acoge.
Durante más de diez mil años han estado las estrellas creando los materiales de los que estamos hechos, y, la precisión que podemos observar en algunos parámetros que se mantienen firmes desde el comienzo de los tiempos, como la carga del electrón o la masa del protón (entre otras), hicieron posible que la vida surgiera a partir de la “materia inerte” evolucionada.
Ahora, una vez que hemos crecido lo suficiente para tratar de entender algunas cuestiones que se alejan de nuestro entendimiento, nos planteamos preguntas, tales como: ¿Qué había antes de que surgiera el Universo? ¿Qué hay más allá del “borde del Universo? ¿Existen otros universos?
Está claro que por aquel tiempo no había ningún cronista que nos dijera lo que pasó y cómo pasó, así que hemos tenido que observar y estudiar datos, hacer pruebas y experimentos, crear modelos por ordenador que, teniendo incluidos todos los datos que hemos creído necesarios, nos muestren lo que “posiblemente” pudo pasar en aquel “momento” inalcanzable para nosotros del “supuesto Big Bang”.
No pocos postulan que los universos se crean a partir de agujeros negros y que son muchos los que existen pero, no todos ellos se rigen por las mismas fuerzas ni las mismas constantes, algunos habrán nacido “muertos” y en ellos no será posible la Vida.
Como veréis hay opiniones para todos los gustos y ellos se produce por el simple hecho de no saber sobre la “verdad” que buscamos. Eso nos lleva a plantear “universos” imaginarios y a ellos adaptamos aquellas ideas que nos vienen a la Mente aplicando los pocos datos que poseemos sobre el tema tratando de dar con esa “realidad” que se esconde entre las nieblas del Tiempo y, sobre todo, de nuestra inmensa ignorancia.
No puedo saber lo que sabremos dentro de mil años y qué cosas hemos podido descubrir que nos lleve o nos acerque a un escenario más real y menos fantástico de los que ahora “dibujamos” en nuestras mentes, pero, de lo que sí estoy seguro es de que, mientras sigamos por aquí continuaremos tratando de dar con esa respuesta que se nos escapa debido a que lo “fósiles” que nos podrían dar indicios son difíciles de desenterrar escondido bajo las muchas capas que el Tiempo puso sobre ellos.
Pero como nos dejó dicho Hilbert en su Tumba de Gotinga: “Tenemos que saber, sabremos”.
el 9 de enero del 2019 a las 10:52
Como calcular la densidad crítica del universo:
densidad crítica del universo – Cosmología – relatividad.org
cosmologia.relatividad.org/dens-cos.htm
el 9 de enero del 2019 a las 12:19
BUenos e interesantes enlaces.
Gracias amigo.
el 9 de enero del 2019 a las 19:06
Hola muchachada.
Dice el amigo Fandila que “Aunque no lo parezca, ya hubo una demostración (Evidencias) de que otros universos existen.”
Por las dudas de que estuviera muy atrasado de noticias, busqué presuroso la presunta demostración que daría por terminada definitivamente una conversación devenida en peregrina.
Lo más serio que encontré son estos dos enlaces, aunque hay muchos más que más o menos repiten lo mismo:
https://www.abc.es/ciencia/20131104/abci-primera-prueba-existen-universos-201311040948.html
https://www.youtube.com/watch?v=gyOGHyDrLxY
Más allá de los titulares no pude encontrar demostraciones reales. Tendríamos en todo caso que precisar antes los alcances de las palabras que utilizamos.
Me recuerda un poco a Von Daniken, cuando presentaba en los años 60´y 70´ las figuras de Nazca, las pirámides y las momias egipcias o los bajorrelieves mayas como las “pruebas contundentes, irrefutables de que en el pasado fuimos visitados por civilizaciones extraterrestres”.
Una cosa son los indicios, sobre lo que es lícito especular y otra las pruebas fehacientes, que no dejan lugar a dudas (hasta que nuevas pruebas, confirmen o refuten).
Saludos cordiales.
el 10 de enero del 2019 a las 0:11
Bueno amigo Nelson; la diferencia es que todos esos postulados, pese a que puedan ser falsos, los han afirmado eminentes científicos, que nada tienen que ver con el lunático que citas.
Por mi parte, y teniendo en cuenta la categoría de Penrose, y si lo sumamos a la última hipótesis de varios científicos canadienses que afirman que el B.B. tuvo un efecto hacia atrás en el tiempo, como una especie de imágen especular, con la misma energía, no lo tacharía de “peregrino”.
Imagina que con el tiempo fuéramos capaces de llegar de algún modo a los orígenesw del B.B.; entonces quizás conseguiríamos ver que en ese punto se abren nuevas dimensiones, universos o realidades múltiples.
(Bueno, leyendo lo que he escrito, sí que me parece bastante “peregrino”….)
Saludos.
el 10 de enero del 2019 a las 0:06
Intentaré explicártelo como yo lo sé.
También yo he visto alguna cita en internet parecida a las que tu expresas en tu comentario.
Una demostración matemática exacta no es posible a tan grandes distancias, realmente se tratará de evidencias pero solo de un lado, desde nuestro Universo.
El vacío se ha de extender por cualquier lugar dentro y fuera de nuestro cosmos, pues que se sepa no presenta ninguna restricción salvo la suya propia.
Quedamos en que la fuerza de gravedad es un efecto de la materia-energía oscura casi en su totalidad y que también afectará entre, y a todos los universos
De detectarse esos influjos gravitacionales sobre ciertos límites del Universo, que son extraordinarios y sin explicación normal, Hay que achacarlo a algo fuera de nuestro cosmos, es decir a inmensas masas que identificamos con otros universos.
Serían atracciones entre esas super-masas precisamente porque el vacío se extiende por cualquier sitio.
Otra cosa es, que para qué saber tal cosa, si las distancias entre tales monstruos no nos son accesibles.
Sin embargo de saber esas influencias, podremos especular que ocurrirá con nuestro Universo al pasar de los evos.
Y tampoco sabemos cual será la distribución de universos o si puedan estar inmersos o conjuntados los unos con los otros.
el 10 de enero del 2019 a las 4:11
Hola Kike!!!
Lo de peregrina se refería al tipo de discusión que sería ésta que sostenemos aquí si estuviera efectivamente demostrada la existencia de otros universos.
A Von Daniken no le diría lunático; más bien es un sinvergüenza bastante inteligente. Ahora se conoce su “prontuario” pero en aquella época le hizo “tragar la pastilla” a gente inteligente y preparada. Era difícil hacerles ver la falacia de sus “argumentos”.
Ni pienses que comparo a científicos serios con estos magufos. Sí intento destacar que algunos titulares, ciertamente amarillistas, inducen deliberadamente a interpretar como afirmaciones lo que luego al leer son solo indicios, certezas donde lo que hay son sospechas.
Si lees con atención verás que en general los científicos se expresan en condicional al hablar de nuevos descubrimientos y plantean hipótesis, no conclusiones definitivas.
Saludos, amigo.
el 10 de enero del 2019 a las 8:46
Repaso vuestras ideas sobre el tema que aquí tratamos y que, hasta el momento presente (que se sepa), trae de cabeza a los mejores físicos, astrofísicos y cosmólogos de nuestro tiempo, y, ninguno de ellos ha podido dar una explicación autoconsistente sobre el enigma que supone la “época anterior” al universo, ni como realmente surgió, o, si tiene un final y de qué manera se producirá éste. Para todas esas preguntas sin contestar se han construido teorías que no se pueden confirmar, con lo cual, se quedan en conjeturas.
Aparte de esas especulaciones que deben ser confirmadas (si es que alguna vez podemos hacerlo), hay que pensar en otras cuestiones que son fascinante y que, presentes en nuestro universo, han posibilitado la presencia de la vida. Hemos podido observar que, el hecho de que ciertas caracterítcas de la Naturaleza sean precisamente las necesarias para que exista la vida inteligente que ha devenido en observadores que ahora pueden discutir y comentar sobre todos estos temas complejos de difícil explicación.
Esas magnitudes y sus rangos de valores posibles… ¡Los hemos adjudicados sin tener la plena certeza de que sean así! Los hemos llamado constantes naturales, y, en realidad, las hemos convertido en las piezas básicas que gobiernan el Universo, las más importantes son seis:
Dos se refieren a las fuerzas básicas que gobiernan el Universo, otras dos determinan el tamaño y textura del mismo y las dos últimas fijan las propiedades del Espacio: El número N es la relación entre la Gravedad y la fuerza eléctrica. La primera es la responsable a gran escala del Universo que podemos contemplar cohesionado por la fuerza, mientras que la segunda es, entre otras cosas, la responsable de la estructura atómica de la materia. Si la Gravedad fuera más fuerte, el número de átomos necesarios para formar estrellas sería mucho menor, dando lugar a mini-cuerpos celestes quer agotarían su combustible atómico antes de que la evolución hubiera tenido tiempo de generar la vida inteligente.
El segundo número, € define la fuerza con que las partículas atómicas se unen y tiene un valor de 0.007, se ha demostrado que si tuviera un valor de 0.006 ó 0.008, la vida no sería posible. Por debajo del límite señalado la eficiencia del proceso de fusión no sería suficiente para crear helio y sólo habría átomos de hidrógeno, sin presencia de átomos complejos.
Por último, el número Ω, con valor de 0.3 es la densidad actual del Universo (se le llama el Omega negro y está referido a la cantidad de materia que existe -Densidad Crítica- y, en función de ese parámetro, el Universo será plano, abierto o cerrado, lo que conlleva que en cada uno de esos modelos tendría un final diferente). De Omega depende cómo será el final del Universo del que tanto hablamos queriendo saberlo todo sobre él, y, no podemos desvelar acontecimientos situados a muchos miles de millones de años luz de nosotros que llegamos, como aquel que dice, hace tres días.
Claro que, ya es meritorio que confinados en un pequeño mundo hayamos creado las condiciones necesarias y realizado los trabajos, experimentos y observaciones que hacían falta para poder saber, al menos, algfunas cuestiones de una gran complejidad. Sin embargo, otras, están fuera de nuestro alcance y, como siempre hacemos, nos limitamos a especular y crear modelos de lo que podría ser.
el 10 de enero del 2019 a las 10:45
Poco a poco vamos pudiendo explicar las cosas que hoy no sabemos y, los adelantos continuados, en todas las disciplinas, del saber humano, hace posible que las teorías de hoy, no sean las del mañana, toda vez que, cuando se descubren nuevos datos y nuevos sucesos, nos hacen tomar también, caminos nuevos que nos llevan a la búsqueda de nuevas teorías. Lo cierto es que siempre andamos a vueltas con las teorías, y, tenemos que ser conscientes que las teorías tienen unos límites que están bien determinados.
Veamos:
Unas nos hablan del “universo” de lo muy pequeño y otras, del “universo” de lo muy grande, pero… ¿Cuáles son los límites de la teoría cuántica y de la teoría de la relatividad general de Einstein? Afortunadamente, hay una respuesta simple y las unidades de Planck nos dicen cuales son.
Supongamos que tomamos toda la masa del universo visible y determinamos su longitud de onda cuántica. Podemos preguntarnos en qué momento esta longitud de onda cuántica del universo visible superará su tamaño. La respuesta es: cuando el universo sea más pequeño en tamaño que la longitud de Planck, es decir, 10-33 centímetros, más joven que el tiempo de Planck 10ˉ⁴³ segundos y supere la temperatura de Planck de 1032 grados. Las unidades de Planck marcan la frontera de aplicación de nuestras teorías actuales. Para comprender en que se parece el mundo a una escala menor que la longitud de Planck tenemos que comprender plenamente cómo se entrelaza la incertidumbre cuántica con la gravedad. Para entender lo que podría haber sucedido cerca del suceso que estamos tentados a llamar el principio del universo, o el comienzo del tiempo, tenemos que penetrar la barrera de Planck. Las constantes de la naturaleza marcan las fronteras de nuestro conocimiento existente y nos dejan al descubierto los límites de nuestras teorías.
Precisamente por eso, no podemos dar cuenta de lo que había antes del “nacimiento” de nuestro Universo y del comienzo del Tiempo, esa región está fuera de nuestro alcance y, son la unidades de Planck las que nos marcan los límites de hasta donde podemos llegar.
el 10 de enero del 2019 a las 11:08
Puede que se quiera ver a los científicos como una panda de elucubradores que no tienen otra cosa en que ocuparse, y que no tienen los problemas cotidianos que tenemos el resto.
El científico reconocido, aparte de soñar despierto como todo hijo de vecino, posee un bagaje de conocimientos, físicos en este caso, y no suelen dedicarse a tergiversar pensamientos y experiencias. Son ellos los que verdaderamente la punta de lanza del progreso humano si no queremos volver a las cavernas, y de todo hay. Pero es que cualquier otra ocupación, cuando se tiene, es igual de importante. Qué sería de nosotros si no.
La cantidad de adelantos actuales no son frutos del azar o innecesarios, aunque a cada cual le urja “aquello que le mata”
Es como aquello de la botella que unos pueden verla medio llena u otros medio vacía.
No es sencillo llegar al cabo de esas complicadas matemáticas y las experiencias, invisibles para los profanos o los neófitos. En realidad lo que falla es el desconocimiento de aquello que no se adapta a nuestra mente particular. Y es lo lógico
Saludos compañeros.
el 10 de enero del 2019 a las 12:39
No podría estar más de acuerdo con lo que dices amigo, y, el hecho de que en mis comentarios me refiera a ese límite que lleva a esos buenos físicos y científicos de otras disciplinas a tener que “adelantar” lo que ellos creen que podría ser, conforme a los datos de los que disponen, de nignuna manera, menosprecia su valioso trabajo, sino que, simplemente, ellos, como todo en este mundo, están supeditados a un límite que, en este caso, se refiere al conocimiento que está por venir. Gracias a los trabajos de los físicos del presente, podrán realizar maravillas los del futuro que estarán apoyados por ideas de hoy que abrirán las puertas a las del mañana.
Todo eso, teniendo los pies en el suelo, y, no dejando de reconocer que, a pesar del valioso trabajo que realizan los científicos de hoy en todos sus cometidos, llegan a un punto en el que se quedan estancados y no pueden sobrepasarlo debido a que, por una parte les falta la tecnología propia para continuar, o, incluso, las matemáticas actuales no pueden llegar a explicaciones que se buscan con denuedo, y, también, carecen de las energías necesarias para conseguir sus fines, aunque no podemos negar la posibilidad de que, por otros caminos que no exijan esas energías se podría llegar al destino perseguido.
Cuando tenemos la intuición de alguna cosa, cuando los datos conseguimos mediante laboriosos trabajos nos apuntan a ciertas respuestas… ¡Algo debe haber en aquel lugar! Comprobarlo es lo sensato.
Aunque todo esto es así, no podemos negar la posaibilidad de algunos que, persiguiendo la gloria del momento (efímera), nos cuenten algunos imposibles hechos que ni se podrán demostrar ni hay medios para verificarlos. ¡De todo hay en la viña del Señor!
Como final del comentario tengo que expresar mi apoyo a todos los serios y duros trabajos que llevan a cabo los científicos que tratan de decirnos como es el “mundo”, “la Naturaleza” y, “El UNiverso”. Reconociendo que no es nada fácil dar una respuesta a todos estos conceptos.