May
10
Sobre el número áureo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El saber: ¡Ese viaje interminable! ~ Comments (1)
El Número áureo descubierto en el útero.
En su momento pudimos leer, en el apartado de Ciencia del Diario ABC, el siguiente reportaje:
“Un ginecólogo belga encuentra por primera vez la «divina proporción» en las entrañas de las mujeres que están en su edad más fértil
1,618. Ese es el número áureo o relación dorada, una proporción de las cosas descubierta en la antigüedad a la que se le atribuye un carácter estético y que puede encontrarse no solo en el mundo del arte, sino también en la naturaleza. Y resulta que también en el útero de las mujeres. El ginecólogo Jasper Vergtus, de la Universidad de Leuven en Bélgica, asegura que existe una relación entre ese número considerado por algunos casi místico y el sexo femenino. El investigador sugiere que cuando las mujeres son más fértiles, entre los 16 y los 20 años, las dimensiones del útero se acercan a 1,6, una aproximación muy cercana al número áureo, según publica el diario británico The Guardian en su edición online.
El número áureo -a menudo llamado número dorado, razón áurea, razón dorada, proporción áurea o divina proporción- fue formulado por primera vez por Euclides, unos tres siglos antes de Cristo, como un número irracional y con infinitos decimales, cuyo su valor aproximado es 1,6180339887498… Casi 2000 años más tarde Alberto Durero describía cómo trazar con regla y compás la espiral basada en la sección áurea. Unas décadas después, el astrónomo Johannes Kepler desarrolló su modelo del Sistema Solar, en el que tenía en cuenta estas proporciones mágicas.
El número áureo también está «emparentado» con la serie de Fibonacci. Si llamamos Fn al enésimo número de Fibonacci y Fn+1 al siguiente, podemos ver que a medida que n se hace más grande, la razón entre Fn+1 y Fn oscila, siendo alternativamente menor y mayor que la razón áurea. Esto se relaciona de una forma muy especial con la naturaleza, por ejemplo, con la disposición de los pétalos de las flores.
De Da Vinci a las entrañas
La divina proporción ha sido empleada hasta la saciedad en el arte -buen ejemplo de ello es el magnífico Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci- pero se encuentra en los lugares más dispares de la naturaleza. Según The Guardian, el doctor Verguts ha medido los úteros de 5.000 mujeres utilizando ultrasonidos y ha dibujado una tabla con las proporciones según la longitud y la anchura para las diferentes franjas de edad. El número resultante es 2 tras el nacimiento y decrece a 1,46 cuando la mujer envejece. Lo más sorprendente es que cuando las mujeres están en su etapa más fértil, entre los 16 y los 20 años, las dimensiones del útero son de 1,6, una estupenda aproximación al número áureo. Es la primera vez que alguien se ha dado cuenta.
Probablemente, el asunto tiene un escaso valor científico o médico, pero resulta más que curioso que este número presente en el arte, la arquitectura y la naturaleza -hasta en los cuasicristales del último Nobel de Química– aparezca también en las entrañas femeninas. Ya sabemos lo que el Partenón, una tarjeta de crédito, el rostro de la Mona Lisa y un útero tienen en común. Y todas, de una u otra forma, son cosas atractivas.”
Si queréis saber más sobre estos interesantes temas, os recomiendo leer:
La fórmula de Euler, una ecuación en la 4ª dimensión de Ricard Kiménez García que, en su Mundoaureo ofrece una serie de obras fascinantes y que son reveladoras de profundos pensamientos, y, sin dudarlo, os pueden transportar en un viaje sin fin, en el que podeis visitar mundos maravillosos del pensamiento humano que, ligado al Universo con los hilos invisibles de las ideas… ¡Os dará que pensar!
May
10
¿La Naturaleza? ¡Simetría dentro de la Diversidad!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Nuestro mundo, aunque en la Galaxia existan muchos como él (que no los hemos podido encontrar), es un lugar privilegiado que conforma un Ecosistema superior en su conjunto formado por muchos ecosistemas locales aislados los unos de los otros y sin embargo, todos conexionados. La Diversidad de regiones diferentes que existen dentro del mismo planeta es asombrosa y, lo mismo nos podemos encontrar en un lugar como ese que vemos arriba, o en una isla paradisíaca, una selva, un desierto, o perdidos en un inmenso y embravecido océano, en la ventisca de nieve de inmensas montañas y, también, en grutas enormes en las profundidades del planeta.
Pero todos esos climas diferentes son el resultado de la diversidad y, en cada uno de esos lugares ocurren cosas y, la vida, aunque parezca imposible, está allí presente. Es la consecuencia de que el planeta Tierra esté situado en la zona habitable del Sol, ni demasiado cerca para que la vida perezca achicharrada, ni demasiado lejos para que resulte congelada por el frío. Aquí el agua discurre líquida y cantarina por multitud de lugares y hace posible que, entre el preciado líquido y los rayos del Sol que nos envían la luz y el calor necesarios para la fotosíntesis y la vida… ¡Podamos estar aquí!
Electromagnetismo por todas partes
Todos sabemos que la materia en nuestro Universo adopta muchas formas distintas: Galaxias de estrellas y mundos que, en alguna ocasión, pueden incluso tener seres vivos y algunos han podido evolucionar hasta adquirir la consciencia. Sin embargo, no me quería referir a eso que es bien sabido por todos, sino que, trato de pararme un poco sobre una curiosa propiedad que la materia tiene en algunas ocasiones y que, la Naturaleza se empeña en repetir una y otra vez: ¡La Simetría!
Las Galaxias espirales, la redondez de los mundos, las estrellas del cielo, los árboles y las montañas, los ríos y los océanos, las especies animales (incluida la nuestra) que, se repiten una y otra vez y, en general, salvando particularidades, todas repiten un patrón de simetría.
Recuerdo aquí aquel pensamiento de Paul Valery en el que nos decía:
“El Universo está construido según un plan cuya profunda simetría está presente de algún modo en la estructura interna de nuestro intelecto.”
La Naturaleza está llena de simetrías
La simetría es una propiedad universal tanto en la vida corriente, como desde un punto de vista matemático desde el quehacer de la Física Teórica. En realidad, lo que observamos en la vida corriente es siempre lo repetitivo, lo simétrico, lo que se puede relacionar entre sí por tener algo común. Es siempre lo mismo dentro de una inmensa diversidad formada por grupos iguales.
En un sentido dinámico, la simetría podemos entenderla como lo que se repite, lo reiterativo, lo que tiende a ser igual. Es decir, los objetos que, por mantener la misma geometría, son representativos de otros objetos. En el Caos matemático encontramos concepción de la simetría en el mundo los fractales. Sin embargo, la simetría es mucho más. Hay distintas maneras de expresarla: “Conjunto de invariancias de un sistema”, podría ser una de ellas. Al aplicar una transformación de simetría sobre un sistema, el sistema queda inalterado, la simetría es estudiada matemáticamente usando teoría de grupos. Algunas de las simetrías son directamente físicas. Algunos ejemplos son las reflexiones y las rotaciones en las moléculas y las translaciones en las redes cristalinas.
Aquí hay mucho más de lo que a simple vista parece
Los físicos teóricos también se guían en sus investigaciones por motivaciones estéticas tanto como racionales. Poincaré escribió: “Para hacer ciencia, es necesario algo más que la pura lógica”. Él identificó ese elemento adicional como la intuición, que supone “el sentido de la belleza matemática”. Heisenberg hablaba de “la simplicidad y belleza de los esquemas matemáticos que la Naturaleza nos presenta”.
En nosotros también está presente la simetría
La simetría está presente por todas partes y, cada objeto, tiene la suya que siempre, está relacionada con la de otro de la misma especie. Hay simetrías que en física incluye todos los rasgos de un sistema físico que exhibe propiedades de la simetría – eso es, que bajo ciertas transformaciones, aspectos de esos sistemas son “incambiables”, de acuerdo a una observación particular. Una simetría de un sistema físico es un rasgo físico o matemático de un sistema que es preservado sobre cierto cambio.
En matemática, una transformación es un operador aplicado a una función tal que bajo esa transformación, ciertas operaciones sean simplificadas. En ejemplo, en la aritmética cuando se busca un algoritmo de números, el proceso de búsqueda es reducido a la suma de los algoritmos de cada factor.
Por ejemplo, veamos la invariancia de escala: En un recipiente con agua a punto de hervor, las burbujas de vapor, nucleadas en el fondo del recipiente, crecen, se liberan, y fluctúan hasta la superficie de donde se escapan para la atmósfera. A la temperatura de ebullición, el agua existe al mismo tiempo en dos fases distintas – líquido y gas – y a medida que las burbujas se forman las dos fases se separan en el espacio. Si cerramos el recipiente la temperatura de ebullición aumenta, como en una olla a presión. A medida que la presión aumenta, el sistema llega al punto crítico, donde las propiedades del líquido y del gas se vuelven idénticas. Por encima de esa temperatura, en el régimen supercrítico, dejan de existir dos fases distintas y existe apenas un fluido homogéneo.
Cerca del punto crítico, la materia fluctúa sin límites. Burbujas y gotas, unas tan pequeñas como unos cuantos átomos, otras tan grandes como el recipiente, aparecen y desaparecen, se unen y se separan. Exactamente en el punto crítico la escala de las mayores fluctuaciones divergen, pero el efecto de las fluctuaciones en escalas menores no es despreciable. La distribución de las fluctuaciones es invariable para transformaciones de escala.
De la figura se deduce que la teoría tiene una “simetría interna”: la figura no cambia cuando hacemos rotaciones en el plano definido por A y B. La invariancia es definida matemáticamente por transformaciones que dejan magnitudes sin cambio. Por ejemplo, la distancia entre dos puntos de un sólido que se mueve, pero no se deforma.
Simetrías locales y globales
Una simetría global es una simetría que sostiene todos los puntos en el tiempo-espacio bajo consideración, a diferencia de la simetría local que solo sostiene a un subconjunto de puntos.
La mayoría de las teorías físicas son descritas por lagrangianos (En física, un lagrangiano es una función matemática a partir del cual se pueden derivar la evolución temporal, las leyes de conservación y otras propiedades importantes de un sistema físico) que son invariantes bajo ciertas transformaciones, cuando las transformaciones son realizadas en diferentes puntos del espacio-tiempo y están relacionadas linealmente – ellas tienen simetría global.
Por ejemplo, en toda teoría cuántica la fase global de una función de onda es arbitraria y no representa algo físico. Consecuentemente, la teoría es invariante bajo a cambio global de fases (Agregando una constante a la fase de todas las funciones de onda, en todos lados); esto es una simetría global. En la electrodinámica quántica, la teoría es también invariante bajo un cambio local de fase, es decir, que se puede alterar la fase de todas las funciones de onda tal que la alteración sea diferente en cada punto del espacio-tiempo. Esto es una simetría local.
También se habla de ruptura de simetrías temporales en la física de partículas.
Los físicos creen también que están en el camino correcto porque, de algún modo que no pueden explicar, tienen la convicción de que son correctas, y las ideas de simetría son esenciales para esa intuición. Se presiente que es correcto que ningún lugar del Universo es especial comparado con cualquier otro lugar del Universo, así que los físicos tienen la confianza de que la simetría de traslación debería estar las simetrías de las leyes de la Naturaleza. Se presiente que es correcto que ningún movimiento a velocidad constante es especial comparado con cualquier otro. De modo que los físicos tienen confianza en que la relatividad especial, al abrazar plenamente la simetría entre todos los observadores con velocidad constante, es una parte esencial de las leyes de la Naturaleza.
Se dice que esta ecuación de Euler es la más bella conocida. Aunque son muchas las ecuaciones que podríamos traer aquí y que son de todos conocidas y han quedado como símbolos en la historia de las matemáticas, la de Euler, es posible que por su elegancia y simplicidad, le pueda ganar a las demás en belleza. Ahí, en ese sencillo conjunto, los números más significativos de las matemáticas se abrazan: o, 1, e, π, y la unidad imaginaria i .
Si se fijan en la fórmula, en ella aparecen los 5 números más importantes en la historia de las matemáticas. El 0 y el 1 que, entre otras aportaciones a esta disciplina, son famosos por ser elementos neutros y, por lo tanto, indispensables en las operaciones de suma y producto; los números π y e, posiblemente, los dos irracionales más famosos (junto con φ, la razón aúrea) que existen (y que nos permiten hacer el chiste aquel de que la parte más irracional de nuestro cuerpo es el pi-e); y la unidad imaginaria, i, cuyo valor es
Dirac nos hablaba de ecuaciones bellas. La estética es, evidentemente, subjetiva, y la afirmación de que los físicos buscan la belleza en sus teorías tiene sentido sólo si podemos definir la belleza. Afortunadamente, esto se puede , en cierta medida, pues la estética científica está iluminada por el sol central de la simetría.
La Naturaleza nos la muestra por todas partes, y, también nosotros en nuestras obras
La simetría es un concepto venerable y en modo alguno inescrutable y no podemos negar que tiene muchas implicaciones en la Ciencia, en las Artes y sobre todo, ¡en la Naturaleza! que de manera constante nos habla de ella. Miremos donde miremos…¡allí está!
El físico chino-norteamericano Chen Ning Yang ganó el Nóbel de Física por su en el desarrollo de una teoría de campos basada en la simetría y, aún afirmaba: “No comprendemos todavía el alcance del concepto de simetría”. Es lógico pensar que, si la Naturaleza emplea la simetría en sus obras, la razón debe estar implicada con la eficacia de los sistemas simétricos.
En griego, la palabra simetría significa “la misma medida” (syn significa “juntos”, como en sinfonía, una unión de sonidos, y metrón, “medición”); así su etimología nos informa que la simetría supone la repetición de una cantidad medible. Pero la simetría los griegos, también significaba la “la debida proporción”, lo que implicaba que la repetición involucrada debía ser armoniosa y placentera, como de hecho, resultan ser en las imágenes que arriba contemplamos. Asi, la Naturaleza nos está indicando que una relación simétrica debe ser juzgada por un criterio estético superior.
Humo simétrico
Muchos de nosotros, la mayoría, conocimos la simetría en sus manifestaciones geométricas de aquellas primeras clases en la Escuela Elemental, más tarde en el arte y, finalmente, la pudimos percibir en la Naturaleza, en el Universo y en nosotros mismos que, de alguna manera, somos de ese Universo de simetría.
Los planetas son esféricos y, por ejemplo, tienen simetría de rotación. Lo que quiere indicar es que poseen una característica -en caso, su perfil circular- que permanece invariante en la transformación producida cuando la Natuiraleza los hace rotar. Las esferas pueden Hacerse rotar en cualquier eje y en cualquier grado sin que cambie su perfil, lo cual hace que sea más simétrica.
La clave de la belleza está en la simetría
La simetría por rotación se encuentra en los pétalos de una flor o en los tentáculos de una medusa: aunque sus cuerpos roten, permanecen iguales. La simetría bilateral que hace que los lados derecho e izquierdo sean iguales y se presenta en casi todos los animales, incluido nosotros. Pero es uniendo estos aspectos se obtienen figuras realmente armoniosas. Si se trata de desplazamiento y rotación en un mismo plano hablamos de una espiral, mientras que en el espacio sería una hélice, aunque ambas se encuentran por todas partes en la naturaleza.
Las simetrías se generan mediante las fuerzas que actúan sobre los cuerpos, descritas por leyes rigurosas e inequívocas, como una fórmula matemática y dependen de la existencia de fuerzas distintas que actúan en diversas direcciones. Si éstas permanecen en equilibrio, no hay preferencia alguna hacia arriba o abajo, a la derecha o a la izquierda, y los cuerpos tenderán a ser perfectamente esféricos, como suele ocurrir en el caso de virus y bacterias, las estrellas y los mundos… las galaxias. Además, cuando el aspecto no es el de una esfera perfecta, la Naturaleza hará todo lo posible para acercarse a esta.
La simetría también están presentes en nuestros cerebros
¿Sería posible que la simetría material tuviera un paralelismo en la abstracción intelectual que son las leyes físicas? luego hace falta un esfuerzo mental considerable para pasar de lo material a lo intelectual, pero cuando se profundiza en ellla, la conexión aparece. En la naturaleza existen muchas cosas que nos pueden llevar a pensar en lo complejo que puede llegar a resultar entender cosas que, a primera vista, parecían sencillas.
Me explico:
Fijémonos, por ejemplo, en una Flor de Girasol y en las matemáticas que sus semillas conllevan. Forman una serie de números en la que cifra es la suma de las dos precedentes (por ejemplo 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233…) se denomina, en términos matemáticos, sucesión de Fibonacci, una ley que se cumple incluso en el mundo vegetal, como hemos podido comprobar en las semillas del girasol, dispuestas en espiral y que respetan ésta fórmula. La podemos ver por todas partes.
Lo mismo ocurre con otros ejemplares de la diversidad del mundo de las plantas
En el mundo inorgánico las leyes de la cristalización del agua congelada, determinadas por las fuerzas que actúan entre las moléculas, hacen que los cristales adopten formas que son infinitas y varían con respecto a un tema común: la estrella de seis puntas. Sin embargo, los planetas son esféricos porque han nacido en la primordial que rodeaba al Sol, atrayendo materia indiferentemente de todas partes.
Claro que, en la Naturaleza, nada ocurre porque sí, todo tiene su por qué, y, todo lo que en ella podemos contemplar posee una funcionalidad que está directamente relacionada con su mecánica, con el medio en el que habita, con lo que el Universo espera que haga en su medio y, para ello, dota a figura con aquellos “trajes” que mejor les permita realizar aquello para lo que están destinados.
Vamos a generalizar un paso más el concepto de simetría, planteándonos si es posible que una ley física se cumpla en cualquier lugar. ¿En cualquier lugar… de dónde?, ¿de nuestra ciudad?, ¿de nuestro planeta? No: del universo. Una ley que fuera válida en cualquier lugar del universo sería una ley simétrica respecto al espacio. Se cumpliría dondequiera que se hiciese un experimento para comprobarla.
Fíjense que nuestra idea de simetría se va haciendo más compleja y más profunda. no nos detenemos en ver si la forma material de un objeto es simétrica, ni de si la escritura de una fórmula matemática es simétrica. Ahora nos preguntamos si una ley física es válida en todo el Universo.
La otra simetría interesante para una ley física es la que se refiere al tiempo. Cierta ley física se cumple ; ¿antes también?, ¿se cumplirá pasado algún tiempo? Una ley que fuera cierta en cualquier instante de la historia del universo sería una ley simétrica respecto al tiempo.
Lo que nos preguntamos es: ¿son simétricas o no las leyes de la física?
Hasta donde alcanzan nuestras medidas, las leyes físicas (y, por tanto, la interacción gravitatoria) sí son simétricas respecto al espacio y respecto al tiempo. En cualquier lugar y momento temporal del universo, la Naturaleza se comporta igual que aquí y ahora en lo que se refiere a estas leyes.
Esta simetría es un arma muy poderosa para investigar hacia el pasado y hacia el futuro, ya que nos permite suponer (y, en la medida en que confiemos en la seguridad de la simetría,conocer) locales donde jamás podremos llegar por la distancia espacial y temporal que nos separa de muchas partes del universo. Así, por ejemplo, gracias a esta simetría, podemos calcular que el Sol lleva 5.000 millones de años produciendo energía y que le quedan, probablemente, otros 5.000 millones hasta que consuma toda su masa. Esto lo podemos aventurar suponiendo que en ese enorme tramo de 5.000 + 5.000 = 10.000 millones de años las leyes físicas que determinan los procesos mediante los cuales el Sol consume su propia masa como combustible (las reacciones nucleares que le permiten producir energía), fueron, son y serán las mismas aquí en el Brazo de Orión donde nos encontramos como en los arrabales de la Galaxia Andrómeda donde luce una estrella como nuestro Sol que, también envía luz y calor a sus planetas circundantes, y, por muy lejos que podamos mirar, siempre veremos lo mismo.
Por tanto, en cierto modo, la simetría se vuelve tan importante o más que la propia ley física.
La regularidad de las formas de la Naturaleza se refleja incluso en la cultura humana, que desde siempre intenta inspirarse en el mundo natural conformar su propio mundo. Existen hélices en las escaleras de palacios, castillos y minaretes y en las decoraciones de esculturas y columnas. Las espirales abundan en los vasos, en los bajorrelieves, en los cuadros, en las esculturas en los collares egipcios, griegos, celtas, precolombinos e hindúes e, incluso, en los tatuajes con los que los maoríes neozelandeses se decoran el rostro.
¿Tenía en mente Leonardo la proporción áurea a la hora de realizar su obra maestra? Afirmarlo resultaría aventurado. Menos polémico es aseverar que el genio florentino concedía gran importancia a la relación entre la estética y la matemática. Dejaremos la cuestión en el aire por el momento, no sin antes mencionar que Leonardo realizó las ilustraciones de una obra de contenido estrictamente matemático, escrita por su buen amigo Luca Pacioli, llamada “De divina proportione”, es decir, “La divina proporción”.
La búsqueda de la perfección geométrica y de las propiedades matemáticas pueden ser una guía importante en el estudio científico del mundo. Paul Dirac, una de los padres de la moderna mecánica cuántica, solía decir que “si una teoría es bella desde el punto de vista matemático, muy probablemente es también verdadera”.
A todo esto, no debemos olvidar que todo, sin excepción, en nuestro Universo, está sometido a la Entropía que nos trae el paso inexorable de eso que llamamos “Tiempo”, y que, convierte perfectas simetrías de joven belleza, en deteriorados objetos o entidades que, nos viene a recordar que nada es perpetuo, que todo pasa y se transforma. Claro que, de alguna manera, todo vuelve a resurgir.
La Belleza más valiosa no la podemos ver. ¡Vive en el interior!
Un dolor que llevo dentro de mí es el no poder contemplar la verdadera belleza que estándo presente en los seres vivos inteligentes, en la mayoría de los casos, se nos queda oculta a nuestra percepción, toda vez que esa clase de belleza, que no podemos ver pero sí percibir, sólo la podemos captar con el trato y la convivencia y, verdaderamente, tengo que admitir que, algunas bellezas que he tenido la suerte de poder “ver con los ojos del espíritu”, llegan a ser segadoras, deslumbrantes, su explendor es muy superior al de la estrella más brillante del cielo, y, seguramente (estoy seguro) como a muchos de ustedes les pasa, tengo la suerte de tenerla junto a mí desde hace muchos años. y, si pienso en ello en profundidad y detenimiento, no tengo más remedio que concluir que es ese brillo y esplendor el que me da la fuerza para seguir cada dia en la dura lucha que nos ha participar.
¡Sí que es importante la Belleza! Dirac tenía toda la razón. Y, no digamos las Simetrías que indican con el dedo de la Naturaleza el camino a seguir a muchos físicos que quieren desvelar sus secretos.
emilio silvera
May
10
¡La Humanidad! Que desconoce su propio destino
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Futuro incierto ~ Comments (0)
A merced del Universo, sobre el frágil puente de nuestra ignorancia y ante la luz cegadora de nuestras propias mentes que no nos deja “ver” el infinito mundo del conocimiento de las cosas, de la Naturaleza y de nosotros mismos. presentó “El Origen de las Especies”, allá por el año 1887, Thomas Henry Huxley dijo:
“Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; intelectualmente nos hallamos en un islote en medio del océano ilimitado de lo inexplicable. La tarea de generación es reclamar un poco más de terreno, añadir algo de extensión y solidez de nuestras posesiones”
Einstein supo ver más allá y en su mente se aclaró un poco la neblina de la ignorancia llegar a comprender cómo era posible que pudiéramos ver escenas como la que en la imagen queda reflejada, unos mundos suspendidos en el espacio y en movimiento continuo bailando la danza inacable del ritmo universal que influye en el comportamiento de todo lo que existe. Él nos decía:
“El eterno misterio del mundo es su comprensibilidad”
Agunos pensaron en un mundo “infinito”
Está claro que fuímos capaces de salir de nuestras regiones y nos arriesgamos a salir al mundo, nos pudimos dar de que toda la Humanidad es una. Aquellos viajeros descubrieron nuevas islas, nuevas tierras, nuevos mares, nuevos pueblos y nueva gente que, en contra de lo que las leyendas contaban, resultaron ser iguales que ellos, es decir, al trazar las mapas del inesperado mundo nos pudimos alegrar de todos aquellos nuevos conocimientos y de poder saber que, aparte de costumbres y de lenguas, todo era igual en todas partes: ¡La Humanidad! Que llegó a inventar la Historia y la Ciencia a través de la Filosofía natural, observando el mundo que nos rodea y las cosas que en él pasaban.
Plutarco nos decía:
“Es más fácil encender una vela que maldecir la oscuridad”
a éste mismo personaje también se atribuye:
“Nunca te podrás bañar en las mismas aguas de un río”.
Alguien, no recuerdo quién, decía:
“Que tu miedo a fallar no te impida jugar”.
Otra frase que se me quedó en la memoria decía:
“Cuando veas un gigante, examina antes la posición del Sol no vaya a ser la sombra de un enano”.
Me gusta mucho aquella atribuida a Charles Chaplin :
“Todos somos aficionados, la vida es tan corta que no da más”.
Todos estos pensamientos que habéis leído arriba, nos viene a decir que el SER Humano, siempre ha utilizando su cerebro, esa parte mental de nosotros, para recapacitar y pensar en los múltiples ámbitos en los que interaccionamos con el Mundo, y, siempre, hemos estado haciendo preguntas o valorando qué es lo que hacemos aquí. Y sí, toda la Humanidad es una, cada uno de los personajes de esta gran Comedia que llamamos la Historia de la Humanidad, ha tenido su papel en El Gran Escenario del Mundo. Eso, a pesar de que muchos, ni se enteran de lo que pasó, de lo que pasa y, ni piensan en lo que podría pasar.
El artista ha tratado de plasmar a la Humanidad con sus los sentimientos, los deseos, el dolor y sus frustraciones, pasiones, pensamientos y esperanzas y miedos que son la consecuencia de no saber… que será del mañana. Pero no era esta mi intención esta mañana , al ponerme a teclear, llevaba la idea de contar algún episodio del pasado, algún que otro personaje y lo que en algún momento pasó.
Somos tan ilusos que hemos llegado a creer que nuestras manos sostiene el pincel que dibujará el futuro del Mundo. ¿Es así? Por mucho que podamos buscar una respuesta a esa pregunta, nada de lo que podamos encontrar nos dará la respuesta de qué pueda suceder, el futuro no existe, aún no ha llegado pero…, sí es cierto que será un reflejo de lo que podamos hacer . Como nos dice la Física:
El mañana estará cargado del presente que es, la consecuencia del pasado -causalidad-. Sin embargo, algunos físicos se empeñan en decir que, el futuro podría incidir en el pasado. ¿Cómo es eso posible?
Dependiendo de lo que hagan hoy, así será su mañana
Nuestra experiencia nos dice que lo que pasa en el futuro es consecuencia de lo que pasó en el pasado, es decir, lo que los físicos llaman causalidad. Sin embargo, un equipo de físicos con Yakir Ahoronov a la cabeza, han realizado un experimento que desdice tal aseveración y rompe con ese Principio de la Física de la Causalidad.
Pero, contemos algunas Historias.
En algún párrafo de lo que más arriba digo, me refería a que, “En 1537, el gran cartógrafo portugués Pedro Nunes, al trazar los mapas del inesperado mundo de Occidente, se alegraba de la existencia de “nuevas islas, nuevas tierras, nuevos mares, nuevos pueblos; y, lo que es más, un cielo y estrellas nuevas”.
¿Cuántas veces no habremos contemplado ésta Imagen? Que en realidad (como pasa casi siempre), no responde a lo que pasó. Es una escena montada por el artista para la presentación ante el público de aquél acontecimiento que aún y a pesar del tiempo que ha pasado seguimos queriendo valorar.
El (re) descubrimiento de América hizo que los europeos se encontraran frente a frente con la gran variedad de la Humanidad. Al principio se sintieron tentados a convertir el asombroso continente americano en el entorno natural de las razas legendarias y “monstruosas”, descritas con todo detalle en la Historia natural de Plinio, y que desde entonces habían hechizado a los viajeros. Cuando los europeos llamaron “indios” a los nativos del Mundo, no sólo contenían un error geográfico sino que también expresaban sus espectativas de hallar criaturas fantásticas.
Algunos albergaban en sus corazones la emoción y el miedo de hallar a “fantásticas criaturas” de “tierras lejanas”. Todavía, hace 500 , los hombres sentían temores irracionales transmitidos por historias y leyendas que, sus escasos entendimientos, fijaban fuertemente en sus mentes temerosas.
Colón informó, su sorpresa y en cierto modo también para su decepción, que “en estas islas fasta aquí no he hallado ombres mostrudos, como mucho pensavan, más antes es toda gente de muy lindo acatamiento…Así que mostruos no he hallado ni noticia, salvo… una iente… los cuales comen carne umana…Elos no son más disformes que los otros…” Estos indios, aseguró Colón a los soberanos españoles, “son todos de muy linda estatura, altos de cuerpos e de muy lindos gestos…”
Aquellos rústicos marineros de Huelva, Palos y Moguer, se quedaron con las ganas de ver a los Bellos Unicornios bebiendo en las tranquilas y transparentes aguas de un riachuelo enclavado en el maravillo y selvático lugar que llevaban grabados en sus mentes.
Aunque prosaica y tranquilizadora noticia despojó a las nuevas tierras de su encanto legendario, las “razas monstruosas” continuaron existiendo. La poesía, el folklore y el romance repetían antiguas historias de legendarias Amazonas (“sin pechos” mujeres que vivían sin hombres, y eran denominadas así porque se amputaban el pecho derecho tensar el arco con más fuerza).
La Guerra,la Caza, la Agricultura y el entrenamiento de niñas Amazonas eran sus tareas principales. Se dice que fueron las primeras humanas en cabalgar caballos. Las Amazonas eran devotas de la Diosa de la Caza, Artemisa. Fue Homero, el que al introducir a las Amazonas en sus leyendas, estas recorrieron el mundo y, la imagen de aquellas mujeres guerreras estaban asentadas en las mentes de las generaciones venideras.
También, dentro del amplio espectro de monstruos que todos esperaban encontrar en aquellas tierras, estaban los Cíclopes (los gigantes de un sólo ojo de Homero y Virgilio), cinocéfalos (“cabeza de perro”, que se comunicaban ladrando, tenían unos dientes enormes y lanzaban fuego por la boca), pigmeos (que se trenzaban el pelo para hacerse con él prendas de vestir y luchaban con las grullas que les robaban las cosechas), antípodas (“pies al revés”, que vivían en la inferior del mundo y tenían que andar cabeza abajo), Había también amictrias (“insociables”, que se alimentaban de carne cruda y tenían un prominente labio).
Polifemo engañado por el ingenio de Ulises, el canto de las sirenas, Circe…
Todos tenemos el recuerdo de haber visto la Odisea de Homero, el astuto Ulises (Kirk Douglas), burla al cíclope Polifemo y logra salvar a sus hombres prisioneros en la cueva de éste. Estos personajes y todos los que arriba menciono, estaban fuertemente grabados en la memoria de muchas generaciones que, habiendo leído o escuchado contar aquellas historias, tenían la certeza de sus existencias.
La colección de extraños personajes es interminable y, cada uno de ellos, con sus peculiares configuraciones que, sobre todo, eran llamativas y despertaban la fantasía de todos. Claro que estos y otros pueblos monstruosos habitaban un limbo situado la Teología y la Fantasía. Si como afirmaba la Biblia, todos los hombres eran descendientes de Adan, quizás esas defomidades eran el castigo recibido por algunos hijos de éste por sus pecados o por comer hierbas prohibidas. “Los descendientes mostraban en sus cuerpos lo que los ascendientes se habían ganado por sus fechorías”, declaró un poeta alemán del siglo XII. “Lo que los padres eran por dentro, los hijos lo eran por fuera.”
Colón informó que los pueblos que había encontrado no eran monstruos sino simplemente salvajes, señaló sin proponérselo hacia una nueva ciencia de la cultura. Y hacia unas ideas de progreso. Los casos extremos de la diversidad humana ya no quedaban relegados al reino de la fantasía, pues podían ser observados de cerca.
Alguna de aquellas escenas de la visita de Colón podría haber sido como ésta de la película La Misión.
En una carta a los Reyes Católicos Colón les :
“…ellos son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creeria sino el que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen que no, antes convidan a la persona con ello, y muestran tanto amor que darían los corazones, y quier sea cosa de valor, quier sea de poco , luego por cualquier cosica de cualquier manera que sea que se le dé por ello sean contentos. Yo defendí que no se les diera cosas tan siviles como pedazos de escudilla rotas y pedazos de vidrio roto y cabos de agugetas; haunque cuando ellos esto podían llegar, les parecía haver la mejor joya del mundo…”
Los reyes Católicos Isabel y Fernando que costearon la aventura de Colón
Esto nos muestra la candidez de aquellos seres y se explica todo lo que vino después.
Claro que, el descubrimiento de América abrió posibilidades nuevas, intrigantes primero y revolucionarias después. En el siglo XVIII ya era evidente que existían muchas especies de plantas y animales “propios de esa del mundo”. Algunos naturalistas atrevidos llegaron a proponer que en lugar de una sola Creación en el Jardín del Edén, podía haber habido “creaciones separadas” en diferentes partes del mundo y especialmente adaptadas a las diferentes regiones. Luego, ¿por qué no podía haber “creaciones separadas” de la Humanidad?
Bonita vista (hoy) de una zona de la Ciudad de Montevideo en Uruguay
Claro que, pasando el tiempo, todo aquello se transformó y surgieron cosas buenas. Montevideo, ciudad del sur de Uruguay, capital del país y del departamento homónimo, situada en la margen izquierda del río de la Plata. Urbe diseñada, con amplios y espaciosos bulevares, es la mayor ciudad del país y centro económico, administrativo y cultural.
De entre sus lugares más destacados cabe mencionar el cerro, al que Montevideo debe su (procedente de la expresión portuguesa monte vide eu, ‘he visto un monte’) y el Mercado del Puerto, antigua estación ferroviaria convertida en la actualidad en destino gastronómico de lugareños y visitantes.
El casco antiguo, localizado en el extremo de la península que se adentra en el río de la Plata, acoge varios monumentos y edificios coloniales; de ellos, cabe destacar la Puerta de la Ciudadela (1742), la Casa de Lavalleja (1783), el Cabildo —antigua sede legislativa del país y cuna de la independencia uruguaya— y la hermosa catedral, levantada entre 1790 y 1804. Ambos edificios se sitúan en la plaza de la Constitución. Por su , la plaza de la Independencia, que ocupa el antiguo límite de la ciudad alberga el mausoleo del héroe nacional José Gervasio Artigas, rodeado por fuentes y palmeras. En la plaza arranca la avenida 18 de Julio, principal arteria de Montevideo donde se sitúan los palacios de Estévez (siglo XVII) y Salvo (1927).
Claro que, todos aquellos territorios vieron pasar el tiempo y se convirtieron en modernas urbes que hoy, caminan de la mano de la tecnología y de los inventos y descubrimientos que la Ciencia nos ha ofrecido por medio de la evolución de una Humanidad con destino incierto pero que trata, por todos los medios, de labrarse un porvenir que algunos se empeñan en oscurecer y, entre todos, tenemos que lograr que no lo consigan.
Lo cierto es que, como siempre digo, nunca se sabe se comienza un trabjo por qué caminos irá y en qué puede desembocar. Comenzaba diciendo:
“A merced del Universo, sobre el frágil puente de nuestra ignorancia y ante la luz cegadora de nuestras propias mentes que no nos dejan “ver” el infinito mundo del conocimiento de las cosas, de la Naturaleza y de nosotros mismos. presentó “El Origen de las Especies”, allá por el año 1887, Thomas Henry Huxley dijo:
“Lo conocido es finito, lo desconocido infinito; intelectualmente nos hallamos en un islote en medio del océano ilimitado de lo inexplicable. La tarea de cada generación es reclamar un poco más de terreno, añadir algo de extensión y solidez de nuestras posesiones”
“El comportamiento humano puede ser genuinamente deliberado ya que solo los seres humanos se guian en sus conductas por un conocimiento de lo que ocurrió antes de que nacieran y por una idea preconcebida de lo que puede ocurrir después de que hayan muerto; pues, sólo los seres humanos se orientan por una luz que ilumina una extensión mayor que la parcela de tierra sobre la que se encuentran.”
Creo que esta podría ser una buena forma de finalizar esta extraña página.
emilio silvera
May
10
¿El futuro? Siempre en el Horizonte
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (0)
“En Cosmología, las condiciones “iniciales” raramente son absolutamente iniciales, pues nadie sabe como calcular el estado de la materia y el espacio-tiempo antes del Tiempo de Planck, que culminó alrededor de 10-43 de segundo Después del Comienzo del Tiempo.”
Es verdaderamente encomiable la pertinaz insistencia del ser humano por saber, y, en el ámbito de la Astronomía, desde los más remotos “tiempos” que podamos recordar o de los que tenemos alguna razón, nuestra especie ha estado interesada en saber, el origen de los objetos celestes, los mecanismos que rigen sus movimientos y las fuerzas que están presentes.
El chimpancé y el humano tuvieron un ancestro común que no era ni Homo ni Pan, ambas ramas divergieron y, mientras la una continúa en la rama de los árboles, la otra trata de llegar a las estrellas.
Claro que, nosotros, los Humanos, llevamos aquí el tiempo de un parpadeo del ojo si lo comparamos con el Tiempo del Universo. Sin embargo, nos hemos valido de todos los medios posibles para llegar al entendimiento de las cosas, incluso sabemos del pasado a través del descubrimiento de la vida media de los elementos y mediante algo que denominamos datación, como la del Carbono 14, podemos saber de la edad de muchos objetos que, de otra manera, sería imposible averiguar. La vida de los elementos es muy útil y, al mismo tiempo, nos habla de que todo en el Universo tiene un Tiempo Marcado. Por ejemplo, la vida media del Uranio 238 sabemos que es de 4.000 millones de años, y, la del Rubidio tiene la matusalénica vida media de 47.000 millones de años, varias veces la edad que ahora tiene el Universo.
Lepidolita, una de las mayores fuentes del raro rubidio y del cesio. El rubidio también fue descubierto, como el cesio, por los físicos alemanes Robert Wilhem Bunsen y Gustav Robert Kirchhoff en 1861; en este caso por el método espectroscópico. Su nombre proviene del latín “rubidus” (rubio), debido al color de sus líneas en el espectro
Hablaremos ahora del Big Bang, esa teoría aceptada por todos y que nos dice cómo se formó nuestro universo y comenzó su evolución hasta ser como ahora lo conocemos. De acuerdo a esta teoría, el universo se originó a partir de un estado inicial de alta temperatura y densidad, y desde entonces ha estado siempre expandiéndose. La teoría de la relatividad general predice la existencia de una singularidad en el comienzo, cuando la temperatura y la densidad eran infinitas.
Ña singularidad explosionó y allí comenzó todo: Partículas, fuerzas, expansión… ¡Y el Tiempo!
La mayoría de los cosmólogos interpretan esta singularidad como una indicación de que la relatividad general de Einstein deja de ser válida en el universo muy primitivo (no existía materia), y el comienzo mismo debe ser estudiado utilizando una teoría de cosmología cuántica.
El tiempo de Planck es una unidad de tiempo considerada como el intervalo temporal más pequeño que puede ser medido. Se denota mediante el símbolo tP. En cosmología, el tiempo de Planckrepresenta el instante de tiempo más antiguo en el que las leyes de la física pueden ser utilizadas para estudiar la naturaleza y evolución del Universo. Se determina como combinación de otras constantes físicas en la forma siguiente:
5.39124(27) × 10−43 segundos
La Era de planck: Es la era que comenzó cuando el efecto gravitacional de la materia comenzó a dominar sobre el efecto de presión de radiación. Aunque la radiación es no masiva, tiene un efecto gravitacional que aumenta con la intensidad de la radiación. Es más, a altas energías, la propia materia se comporta como la radiación electromagnética, ya que se mueve a velocidades próximas a la de la luz. En las etapas muy antíguas del universo, el ritmo de expansión se encontraba dominado por el efecto gravitacional de la presión de radiación, pero a medida que el universo se enfrió, este efecto se hizo menos importante que el efecto gravitacional de la materia. Se piensa que la materia se volvió predominante a una temperatura de unos 104 K, aproximadamente 30.000 años a partir del Big Bang. Este hecho marcó el comienzo de la era de la materia.
La materia salió de ese clima de enormes temperaturas ahora inimaginables y, durante varias etapas o eras (de la radiación, de la materia, hadrónica y bariónica… llegamos al momento presente habiendo descubierto muchos de los secretos que, el Universo guardaba celosamente para que, nosotros, los pudiéramos desvelar.
De la radiación
Periodo entre 10-43 s (la era de Planck) y 300.000 años después del Big Bang.. Durante este periodo, la expansión del universo estaba dominada por los efectos de la radiación o de las partículas rápidas (a altas energías todas las partículas se comportan como la radiación). De hecho, la era leptónica y la era hadrónica son ambas subdivisiones de la era de radiación.
La era de radiación fue seguida por la era de la materia que antes se reseña, durante la cual los partículas lentas dominaron la expansión del universo.
Era hadrónica
Corto periodo de tiempo entre 10-6 s y 10-5 s después del Big Bang en el que se formaron las partículas atómicas pesadas, como protones, neutrones, piones y kaones entre otras. Antes del comienzo de la era hadrónica, los quarks se comportaban como partículas libres. El proceso por el que se formaron los quarks se denomina transición de fase quark-hadrón. Al final de la era hadrónica, todas las demás especies hadrónicas habían decaído o se habían desintegrado, dejando sólo protones o neutrones. Inmediatamente después de esto el universo entró en la era leptónica.
Era Leptónica
Intervalo que (según se cree) comenzó unos 10-5 s después del Big Bang, en el que diversos tipos de leptones eran la principal contribución a la densidad del universo. Se crearon pares de leptones y antileptones en gran número en el universo primitivo, pero a medida que el universo se enfrió, la mayor parte de las especies leptónicas fueron aniquiladas. La era leptónica se entremezcla con la hadrónica y ambas, como ya dije antes, son subdivisiones de la era de la radiación. El final de la era leptónica se considera normalmente que ocurrió cuando se aniquilaron la mayor parte de los pares electrón-positrón, a una temperatura de 5×109 K, más o menos un segundo después del Big Bang. Después, los leptones se unieron a los hadrones para formar átomos.
El universo es el conjunto de todo lo que existe, incluyendo (como he dicho) el espacio, el tiempo y la materia. El estudio del universo se conoce como cosmología. Los cosmólogos distinguen al Universo con “U” mayúscula, significando el cosmos y su contenido, y el universo con “u” minúscula, que es normalmente un modelo matemático deducido de alguna teoría física como por ejemplo, el universo de Friedmann o el universo de Einstein-de Sitter. El universo real está constituido en su mayoría de espacios que aparentemente están vacíos, existiendo materia concentrada en galaxias formadas por estrellas, planetas, gases y otros objetos cosmológicos.
El universo se está expandiendo, de manera que el espacio entre las galaxias está aumentando gradualmente, provocando un desplazamiento al rojo cosmológico en la luz procedente de los objetos distantes. Existe evidencia creciente de que el espacio puede estar lleno de una “materia oscuras” invisible que puede constituir muchas veces la masa total de las galaxias visibles. También podría suceder que, exista una rama de la fuerza de Gravedad desconocida y que actúa haciéndonos creer que existe aquella otra materia, o, también es posible que, fluctuaciones del vacío que abren grietas en el espacio tiempo, dejen pasar gravitones que transportan esa otra fuerza de gravedad venida de universos paralelos, o…¡quién sabe!
El Universo, como los átomos, está lleno de espacios “vacíos”
Podemos calcular que hay unas 100.000.000.000 de galaxias en el universo. Cada una de estas galaxias tiene una media de masa igual a 100.000.000.000 la masa del Sol. Quiere decir que la cantidad total de materia en el universo sería igual a 1011×1011 ó 1022 veces la masa del Sol.
Estos son los cálculos actuales que deben ser confirmados
El tiempo y el espacio nacieron juntos cuando nació el universo en el Big Bang, llevan creciendo unos 13.700 millones de años , la materia se mueve y avanza creando nuevos espacios en presencia del Tiempo que siempre está, y, tanto el uno como el otro, -el espacio y el tiempo-, son enormes, descomunalmente grandes para que nuestras mentes los asimile de forma real.
La estrella más cercana a nosotros, Alfa Centauri, está situada a una distancia de 4’3 años luz. El año luz es la distancia que recorre la luz, o cualquier otra radiación electromagnética, en un año trópico a través del espacio. Un año luz es igual a 9’4607×1012 Km, ó 63.240 unidades astronómicas, ó 0’3066 parsecs.
La luz viaja por el espacio a razón de 299.792.458 m/s, una Unidad Astronómica es igual a 150 millones de Km (la distancia que nos separa del Sol). El pársec es una unidad galáctica de distancias estelares, y es igual a 3’2616 años luz o 206.265 unidades astronómicas. Existen para las escalas galácticas o intergalácticas, otras medidas como el kiloparsec (Kpc) y el megaparsec (Mpc).
Nos podríamos entretener para hallar la distancia que nos separa de un sistema solar con posibilidad de albergar vida y situado a 118 años luz de nosotros. ¿Cuándo llegaríamos allí?
A pesar de su ínfima dimensión, los nucleones se unen a los electrones para formar los átomos y, estos a su vez, son los que forman la materia que conforman las Galaxias del Universo y todos los demos objetos que podemos observar.
Miremos ahora al revés. La masa del universo está concentrada casi por entero en los nucleones que contiene. Los nucleones son partículas diminutas y hacen falta 6×1023 de ellas para formar una masa equivalente a un gramo.
Pues bien, si 6×2023 nucleones hacen 1 g, y si hay 2×1055 g en el universo, entonces el número total de nucleones en el universo podría ser de 6×1023×2×1055 ó 12×1078, que de manera más convencional se escribiría 1,2×1079.
La grandeza de nuestro Universo tiene su origen en las minúsculas partículas que conforman la materia, en las interacciones fundamentales que rigen las leyes y, en las constantes universales que indican cómo deben ser las cosas: la velocidad de la luz, la masa del electrón, la constante de estructura fina…
Pero, no rompamos el hilo, antes hacíamos una pregunta:¿Cuanto tardaríamos en llegar a un Sistema Solar situado a 118 a.l.? Nuestros ingenios espaciales que enviamos a las lunas y planetas vecinos, viajan por el espacio exterior a 50.000 Km/h. Es una auténtica frustración el pensar lo que tardarían en llegar a la estrella cercana Alfa Centauro a más de 4 años luz. Así que la distancia es la primera barrera infranqueable (al menos de momento). La segunda, no de menor envergadura, es la coincidencia en el tiempo. Se piensa que una especie tiene un tiempo limitado de existencia antes de que, por una u otra razón, desaparezca.
Nosotros mismos, si pensamos en el tiempo estelar o cósmico, llevamos aquí una mínima fracción de tiempo. Dadas las enormes escalas de tiempo y de espacio, es verdaderamente difícil coincidir con otras civilizaciones que, probablemente, existieron antes de aparecer nosotros o vendrán después de que estemos extinguidos. Por otra parte, el desplazarse por esas distancias galácticas de cientos de miles de millones de kilómetros, no parece nada fácil, si tenemos en cuenta la enorme barrera que nos pone la velocidad de la luz. Esta velocidad, según demuestra la relatividad especial de Albert Einstein, no se puede superar en nuestro universo.
Con este negro panorama por delante habrá que esperar a que un día en el futuro, venga algún genio matemático y nos de la fórmula para burlar esta barrera de la velocidad de la luz, para hacer posible visitar otros mundos poblados por otros seres. También cabe esperar que sean ellos los más adelantados y nos visiten a nosotros.
El ornitólogo e historiador Jared Diamond dedica el tercer capítulo de su best-seller Armas, Gérmenes y Acero a la “colisión de Cajamarca”, como él llama al encuentro entre Francisco Pizarro y el Inca Atahualpa en la ciudad andina. Según el autor, Atahualpa y la civilización incaica estaban condenados de antemano a ser conquistados por los españoles, merced a una combinación de superioridades en varios terrenos: armas, el fuego, etc.
De las visitas de gente de fuera de las que podemos tener conocimiento, no parece que tengamos buenas experiencias, preferiría que seamos nosotros los visitantes. Me acuerdo de Colón, de Pizarro o Hernán Cortes e incluso de los ingleses en sus viajes de colonización, todos, sin excepción, hicieron profundos estragos en aquellas culturas, y la verdad, lo traslado a seres extraños con altas tecnologías a su alcance y con el dominio de enormes energías visitando un planeta como el nuestro, y dicho pensamiento no me produce la más mínima gracia. Más bien un gélido escalofrío.
No es fácil imaginar cómo serán “ellos”, cualquier posibilidad sería plausible, y, desde luego, una cosa parece que está clara… Sean como puedan ser, todos ellos estarán basados en el Carbono como todas las especies vivas de la Tierra.
A pesar de que hemos podido descubrir muchos centenares de nuevos planetas fuera de nuestro entorno local, el contactar con formas de vida inteligente de otros mundos, no será nada fácil a pesar de que la NASA en uno de sus anuncios dijera que en las dos próximas décadas se produciría ese contacto.
Según todos los indicios que la ciencia tiene en su poder, no parece que por ahora y durante algún tiempo, tengamos la posibilidad de contactar con nadie de más allá de nuestro sistema solar. Por nuestra parte existe una imposibilidad de medios. No tenemos aún los conocimientos necesarios para fabricar la tecnología precisa que nos lleve a las estrellas lejanas a la búsqueda de otros mundos. En lo que se refiere a civilizaciones extraterrestres, si las hay actualmente, no deben estar muy cerca; nuestros aparatos no han detectado señales que dejarían las sociedades avanzadas mediante la emisión de ondas de radio y televisión y otras similares. También pudiera ser, no hay que descartar nada, que estén demasiado adelantados para nosotros y oculten su presencia mientras nos observan, o atrasados hasta el punto de no emitir señales.
Esta es, entre otras muchas, una de las maneras en las que estudiamos el Cosmos “infinito” para tratar de desvelar sus secretos. Los físicos que investigan los orígenes del cosmos esperan que en breve, podamos tener las primeras pruebas de la existencia de conceptos largamente acariciados por los escritores de ciencia ficción, como mundos ocultos y dimensiones adicionales.
De cualquier manera, por nuestra parte, sólo podemos hacer una cosa: seguir investigando y profundizando en el conocimiento del universo para desvelar sus misterios y conseguir algún día (aún muy lejano), viajar a las estrellas, única manera de escapar del trágico e inevitable final de nuestra fuente de vida, el Sol. Dentro de unos 4.000 millones de años, como ya he dicho antes (páginas anteriores), el Sol se transformará en una estrella gigante roja cuya órbita irá más allá de Mercurio, Venus y seguramente la Tierra. Antes, la temperatura evaporará toda el agua del planeta Tierra, la vida no será posible. El Sol explotará como estrella nova y lanzará sus capas exteriores al espacio exterior para que su viejo material forme nuevas estrellas. Después, desaparecida la fuerza de fusión nuclear, la enorme masa del Sol, quedara a merced de su propio peso y la gravedad que generará estrujará, literalmente, al Sol sobre su núcleo hasta convertirla en una estrella enana blanca de enorme densidad y minúsculo diámetro (en comparación con el original). Más tarde, la estrella se enfriará y pasará a engrosar la lista de cadáveres estelares.
Es el único camino que en el futuro tenemos: Colonizar otros mundos o morir en nuestro planeta
Para cuando ese momento este cercano, la humanidad, muy evolucionada y avanzada, estará colonizando otros mundos, tendrá complejos espaciales y ciudades flotando en el espacio exterior, como enormes naves-estaciones espaciales de considerables dimensiones que dará cobijo a millones de seres, con instalaciones de todo tipo que hará agradable y fácil la convivencia.
Modernas naves espaciales surcarán los espacios entre distintos sistemas solares y, como se ha escrito tantas veces, todo estará regido por una confederación de planetas en los que tomarán parte individuos de todas las civilizaciones que, para entonces, habrán contactado.
Llegaremos a conseguir dominar la ciencia de la decoherencia que es el principal problema para el desarrollo de tecnologías cuánticas. Cuando alcancemos ese nivel… ¡Pocas cosas serán inalcanzables para nuestra especie!
El avance en el conocimiento de las cosas está regida por la curiosidad y la necesidad. Debemos tener la confianza y la tolerancia, desechar los temores que traen la ignorancia, y, en definitiva, otorga una perspectiva muy distinta de ver las cosas y resolver los problemas. En tal situación, para entonces, la humanidad y las otras especie inteligentes tendrán instalado un sistema social estable, una manera de gobierno conjunto que tomará decisiones de forma colegiada por mayoría de sus miembros, y se vigilará aquellos mundos en desarrollo que, sin haber alcanzado el nivel necesario para engrosar en la Federación Interplanetaria de Mundos, serán candidatos futuros para ello, y la Federación vigilará por su seguridad y desarrollo en paz hasta que estén preparados.
¿Será posible que todo eso, algún día sea una realidad?
emilio silvera