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¿Había algo antes del Big Bang?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Conjeturas    ~    Comentarios Comments (3)

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ABC- Ciencia

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Según la teoría de la Cosmología Cíclica Conforme, de Sir Roger Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones»

” A la izquierda: Imagen en el óptico de la nebulosa del Cangrejo tomada por el telescopio Hubble, a la que se han asignado colores falsos para resaltar los diferentes elementos químicos que la componen. La nebulosa abarca una distancia de unos 6 años luz. En el centro: Imagen del objeto en rayos XA la derecha: Recreación artística de la estrella de neutrones central, de apenas unos kilómetros de diámetro, con su campo magnético. El eje de rotación del púlsar queda representado por la línea vertical de color verde. Las franjas azules, paralelas al eje que forman los polos magnéticos del astro, simbolizan los haces de radiación emitidos por el objeto. Debido a la rápida rotación de la estrella, esos haces se orientan hacia la Tierra una vez cada 33 milisegundos. Cuando eso ocurre, desde nuestro planeta se observa un breve pulso de radiación electromagnética muy energética”
La Nebulosa se formó tras una explosión de Supernova,claro que,el término explosión,si está referido al Big Bang,se queda muy corto para describir todo lo que allí,se supone que pasó.
 NASA, ESA, J. Hester, A. Loll (ASU)
Héctor Socas, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Créditos: ACTPress.

 

POR HÉCTOR SOCAS NAVARRO/Investigador en el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC)

 

Sir Roger Penrose es una leyenda viva de la Física. Durante el festival Starmus tuve el placer de escucharle explicando su controvertida teoría cosmológica. Su exposición fue tan elocuente, convincente e incluso divertida, que me causó una profunda impresión. A ver si en este artículo consigo explicarla de forma mínimamente coherente.

Estamos bastante seguros de que el Universo entero comenzó con lo que se llama el Big Bang (la «gran explosión») hace la friolera de 13,700 millones de años. En realidad, lo de la explosión no es una muy buena metáfora. Este nombre lo acuñó despectivamente el astrofísico Fred Hoyle durante la retransmisión de un programa de radio de la BBC en 1949. Hoyle se burlaba con él de la absurda teoría que había propuesto el sacerdote (además de físico y matemático) Georges Lemaître. El propio Einsteinal principio tampoco creía en las ideas de Lemaître. El prejuicio de la época era que el Universo debía ser algo estático e inmutable. Pero las matemáticas de Lemaître eran impepinables.

Resultado de imagen de Lemaitre Y la expansión del Universo

Georges Lemaître y Albert Einstein que, tras muchas discusiones…

Su solución de las ecuaciones de Einstein implicaba que el Universo debía estar o bien expandiéndose o bien colapsando, cayendo sobre sí mismo como un edificio en demolición. Visto con perspectiva histórica, debe dar mucha rabia eso de que alguien coja las ecuaciones que son el trabajo de tu vida y las resuelva magistralmente para llegar a una conclusión que aborreces. Las discusiones entre Einstein y Lemaître, que llevaron al primero a proponer la existencia de una «constante cosmológica», merecerían un artículo aparte. Por lo pronto, baste decir que, como buen científico, Einstein acabó aceptando la evidencia, tanto teórica como empírica, que comenzaba a acumularse. Pese a sus prejuicios iniciales, terminó abrazando la idea de que, efectivamente, el Universo se estaba expandiendo.

La singularidad original

La historia sería más o menos así: Al principio de los tiempos, todo el Universo estaba concentrado en una singularidad, un punto de densidad infinita que repentinamente estalló en ese instante inicial, saltando toda la materia, energía y espacio despedidos en todas direcciones. A medida que pasa el tiempo, la Física nos dice que las galaxias van a sentir el tirón gravitatorio unas de otras, y esto debería hacer que poco a poco se vayan frenando. Cuánto se van a frenar dependerá de cuánta masa haya en el Universo. Si hay mucha, la gravedad terminará por dominar, la expansión se detendrá y el Universo volverá a caer sobre sí mismo.

NASA / WMAP Science Team

Si hay poca, la atracción será incapaz de frenar la expansión y el Universo continuará expandiéndose por toda la eternidad, aunque a menor velocidad. La distinción es trascendental, con implicaciones hasta en el plano espiritual. Porque un Universo que vuelve a colapsar se presta a la perspectiva del ciclo infinito de big bang-big crunch, el ciclo continuo y eterno de creación y destrucción. Mientras que la otra posibilidad nos lleva a una insulsa muerte final de toda la existencia, más que nada por aburrimiento.

La sorpresa de la densidad crítica

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De la Densidad Crítica, o lo que los Cosmólogos llaman el Omega Negro (la materia existente en el Universo), dependerá su final. Tres podrían ser las clases de Universo en el que vivimos.

De hecho, estamos tan cerca de esta divisoria crítica que nuestras observaciones no pueden decirnos con seguridad cuál es la válida a largo plazo. En realidad, es la estrecha proximidad de la expansión a la línea divisoria lo que constituye el gran misterio: a priori parece altamente poco probable que se deba al azar. Los universos que se expanden demasiado rápidamente son incapaces de agregar material para la formación de estrellas y galaxias, de modo que no pueden formarse bloques constituyentes de materiales necesarios para la vida compleja. Por el contrario, los universos que se expanden demasiado lentamente terminan hundiéndose antes de los miles de millones de años necesarios para que se tomen las estrellas.

Sólo universos que están muy cerca de la divisoria crítica pueden vivir el tiempo suficiente y tener una expansión suave para la de estrellas y planetas… y ¡vida!

La cantidad de masa (o, hablando con más precisión, de energía) que se necesita para pasar de un comportamiento a otro se llama «densidad crítica». No hace mucho, cuando yo estudiaba, sin ir más lejos (y créanme que tampoco hace tanto de eso), nos preguntábamos si en el Universo había más o menos densidad que la crítica. Parecía que no, que era muy pequeña, que no sería suficiente toda la masa para volver a cerrar el ciclo. Pero claro, en aquella época no se conocían la materia y la energía oscura. Si tenemos en cuenta estos factores, nos encontramos con uno de los grandes misterios de la cosmología moderna: ¡Resulta que tiene exactamente la densidad crítica!

La radiación de fondo de microondas, una de las mayores evidencias de que ocurrió un Big Bang
La radiación de fondo de microondas, una de las mayores evidencias de que ocurrió un Big Bang- WIKIPEDIA

La revelación de que la densidad del Universo es exactamente la crítica (con tanta precisión como somos capaces de medir), sacudió el mundo de la Física. Y es que, aunque sea en el plano subconsciente, se hace difícil no evocar la imagen de un creador para explicar tal coincidencia cósmica. La situación de crisis existencial se resolvió poco después, para alivio de muchos, con la llegada de la teoría de la inflación.

Por ponerlo en términos muy simples, esta teoría nos dice que durante la primera fracción de segundo (técnicamente, desde los 10-36 hasta los 10-32 segundos), el Universo sufrió una expansión tan brutalmente violenta, que el término «explosión» se queda muy corto para describir lo que ocurrió. La expansión en esa época fue acelerada exponencialmente, que es una forma que hay en Física de decir enormemente rápida.

Los cosmólogos suelen decir que todo lo que existe pasó de tener el tamaño de un átomo al de un melón. Por alguna razón se suele usar el melón como medida de referencia. Podrían decir que medía 30 centímetros, que era como un balón de baloncesto o como un florero grande. Pero no, parece que lo del melón lleva camino de convertirse en la unidad estándar de volumen cósmico, algo así como el campo de fútbol lo es hoy en día para medir áreas de monte quemado.

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La cuestión es que a este disparatado crecimiento del espacio, infinitamente más rápido que la luz, se le llama inflación. Es un poco contraintuitivo porque, en lenguaje cotidiano, el verbo inflar nos suena mucho más suave y benigno que explotar. Es bien conocido que los físicos no son muy buenos para poner nombres a las cosas. No entendemos bien cómo y por qué ocurrió la inflación salvo que parece estar relacionado con lo que se llama «gran unificación», la época en la que las tres fuerzas fundamentales de la naturaleza eran una, grande y única.

El Universo no se frena

El otro gran descubrimiento que ha tenido lugar desde los tiempos de Einstein es otro hallazgo reciente que también ha causado cierta zozobra existencial. Discutíamos antes las dos posibilidades sobre hasta qué punto sería la gravedad capaz de frenar la expansión del Universo, creando un ciclo continuo de explosión-colapso (Big Bang-Big Crunch) o bien una expansión que se iría ralentizando eternamente pero sin llegar nunca a detenerse del todo. Pues bien, hoy en día sabemos que no va a ser ni lo uno ni lo otro. Resulta que el Universo no se está frenando. No tiene visos de querer volver a colapsar pero tampoco está ralentizando su marcha.

Antes al contrario, las observaciones nos muestran que desde hace 5,000 millones de años (un tercio de su vida), el Universo ha dejado de frenarse y ¡ha comenzado a acelerar! Este resultado fue obtenido por dos grupos independientemente y ambos recibieron el Premio Nobel en 2011. Fue tan sorprendente que ninguno de los dos grupos se atrevió a publicarlo hasta que se enteraron de los resultados del otro. Para explicar el fenómeno, los teóricos han tenido que postular la existencia de una «energía oscura», que sería omnipresente en todo el espacio vacío.

El ciclo continuo de Penrose

Hasta aquí hemos explicado la cosmología moderna canónica, la visión aceptada mayoritariamente por los expertos en el tema. ¿Qué es, entonces, lo que añade Penrose? Pues, según su teoría, estas dos revelaciones, la inflación y la expansión acelerada del Universo, están íntimamente relacionadas. De hecho, serían la misma cosa. Para Penrose, el Universo vive un ciclo continuo e infinito de «creaciones», pero no en el modelo tradicional de explosión-colapso.

Una fotografía de Roger Penrose, tomada en 2005
Una fotografía de Roger Penrose, tomada en 2005- Festival della Scienza

En su lugar, Penrose postula que cada uno de los ciclos (que él llama eones) acaba con una fase de expansión acelerada que se convierte en la inflación del eón siguiente. Lo de Penrose no es una ocurrencia, es una teoría. Esto significa que ha resuelto las ecuaciones de la relatividad general y los números cuadran salvo por un factor de escala. Quiere decirse que las escalas del nuevo universo son mucho mayores, tanto en el espacio como en el tiempo.

De Universo a melón

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Así, todo nuestro Universo en expansión acelerada, está camino de convertirse en lo que sería un melón del Universo siguiente. Y los miles de millones de años que dura esta expansión serían la breve fracción de segundo en aquel nuevo Universo. Quizás en un futuro increíblemente distante, habrá criaturas inconcebiblemente grandes y lentas en el siguiente eón, investigando esta época en la que vivimos hoy en día, a la que quizás den el absurdo nombre de inflación y quizás la consideren el origen de su universo. Una implicación particularmente profunda de todo esto es que, de ser cierto, estaríamos ahora mismo viviendo un nuevo big bang que comenzó hace 5,000 millones de años y lo estaríamos viendo transcurrir a cámara superlenta.

Sir Roger Penrose, sustentador de esta teoría, en el Festival della Scienza, Génova, 2011.

Quiero resaltar que esta teoría, llamada Cosmología Cíclica Conforme, no es la aceptada por la mayoría de los cosmólogos. Sin embargo, no hay nada incorrecto o erróneo en ella, que sepamos. Penrose es uno de los mayores expertos mundiales en la física de la relatividad general y la cosmología. Su teoría cumple con la física conocida y esto sí que es un mérito que le concede la comunidad. Al igual que hizo Lemaître hace un siglo, ha encontrado una solución matemática correcta a las ecuaciones de la Física que conocemos, pero es una solución que aborrecen sus colegas por razones más filosóficas que científicas.

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Un aspecto particularmente fascinante es que, como toda buena teoría, la naturaleza cuantitativa de la cosmología de Penrose le permite hacer predicciones. Las ecuaciones indican que los eones no son completamente independientes y algo de información se puede transmitir de uno a otro. En particular, las ondas gravitacionales (ésas que recientemente detectó el experimento LIGO) creadas por catástrofes cósmicas en el eón anterior podrían atravesar la época de la inflación y llegar hasta nuestros días. Estas ondas producirían patrones de anillos concéntricos en el fondo cósmico de microondas. Ni que decir tiene que muchos investigadores están ya manos a la obra buscando esos anillos. Si se encontraran, sería la primera observación de algo que ocurrió antes del Big Bang.

Héctor Socas Navarro es investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y divulgador en «Coffe Break». El autor agradece al Dr Jose Alberto Rubiño por su lectura crítica y comentarios para mejorar este artículo.

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 18 de julio del 2019 a las 8:41

    ?Había algo antes del Big Bang? Nos preguntan en el título del trabajo, y, lo que podemos decir es que… ¡Si surgió, es porque había? Nada puede surgir de la Nada, y, el Big Bang, esa gran explosión creadora del Universo, se dice que fue una fluctuación del vacío que generó toda la semilla de la materia y soltó, en el incipiente nuevo UNiverso la fuerza fundamental que con la expansión se desgajó en las cuatro conocidas.
    Sabemos del Principio y del Final de todas las cosas y, eso nos lleva a pensar en un Universo cíclico, es decir, uno se muere para que nazca otro. Con las estrellas pasa algo similar y, si miramos el proceso que siguen cuando agotan su combustible nuclear de fusión y dejan de brillar en la Secuencia Principal, explosionan y riegan de material una inmensa región del Espacio formando una Nebulosa de la que, más tarde, vuelven a nacer estrellas.
    De todas las maneras, el Modelo del Big Bang es lo mejor que tenemos, lo que más se adapta a las observaciones, y, como en aquel momento, no había allí ningún cronista para poder contar la historia de lo que pasó…. ¡Tendremos (por el momento) que “aceptar el Big Bang” hasta que nuevos datos nos lo reafirme o lo revoque.

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  2. 2
    abdel majluf
    el 21 de julio del 2019 a las 2:00

    Bien lo describes querido Emilio, esa verdadera ensalada de tentáculos que se nos plantean y que se debe considerar como cierta hasta no encontrar una respuesta verdadera y creíble. Lo cierto es que la teoría del  Big Bang se ha mantenido allí firme, como el pequeño Romulo Augusto, el joven emperador romano, esperando la estocada final  por parte de los hérulos del rey Odoarco en la ciudad de Roma.

    Seguiremos avanzando,seguiremos teorizando, lanzando una y otra respuesta a este misterioso Universo, que cada cierto tiempo nos va cambiando las reglas del juego y cuando ya creemos saber algo, nos encontramos con eventos en algún lugar que nos lleva a replantearnos todo lo escrito. Como bien dices, seguimos siendo ignorantes ante tan inmenso misterio y por eso creo, que el futuro no sera mañana, sino,  sera en un tiempo incierto donde de seguro a lo mejor como raza humana ya no estaremos.

    Como no recordar que ya han pasado 50 años y aun celebramos la llegada del hombre a la luna, ese gran paso en la década del 60, pero aun no hemos logrado ir mas allá que eso, solo sondas y con muy poca tecnología, y por cierto nada de biología solo investigación geológico que aunque es importante, solo nos entrega características abióticas o de habitabilidad, pero la vida, aunque se pasee por delante de sus narices no la podrán reconocer. 

    Creo que el ingreso de la empresa privada a esta carrera de la conquista del Universo, traerá los beneficios que estamos esperando, ya que los gobiernos no invierten lo mismo que antes y el caso de Musk y Bezzos con sus proyectos a Marte y la Luna respectivamente aportaran la dosis financiera necesaria para lograr nuestras metas.

    Un fuerte abrazo.

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 21 de julio del 2019 a las 5:38

      Comienzo a responderte por tu final, sobre todo, para darte la razón en el hecho de que gran parte del futuro Espacial estará en manos de la Empresa privada, los que has nombrado son los pioneros de otros muchos que vendrán. Ya sabes que en las infinitas “lunas” y los muchos mundos que ahí fuera están situados más o menos lejos, ppdrán encontrar tesoros de todo tipo que, al fin y al cabo es lo que persiguen los grandes capitales. Sin embargo, serán esas iniciativas privadas las que impulsen de una vez por todas la salida ahacia las estrellas. Nos hemos quedado estancados en aquella “pequeña (gran proesa”) de hace 50 años, y, es llegada la hora de que comencemos a intentar caminos más determinantes para una conquista real del Espacio.

      Para que eso sea posible mucho tendrán que cambiar las cosas y las tecnologías que, actualmente, son insuficientes para que puedan ofrecer las prestaciones que en el Espacio exterior serían necesarias para asegurar la vida de los viajeros y lograr los éxitos propuestos.

      Por lo demás, y, a pesar de los muchos avances y logros alcanzados, necesitamos romper las cadenas que nos tienen atados a esas dos teorías de lo muy pequeño (Planck y su mecánica cuántica y Einstein con su Relatividad en sus dos versiones). Hacen falta otras teorías que nos lleven más lejos en los dos ámbitos de los extremos, lo infinitesimal y lo inmensamente grande ¿Cuerdas? ¿Otros universos?

      El Espacio es un medio hostil para nosotros y, como bien dices nuestra especie, nuestra Civilización, tal como la conocemos, no podrá durar para siempre. cuando se acerque el momento de los grandes cambio: El Sol comenzará la transición a gigante roja primero y enana blanca después, Andrómeda se nos echa encima, es posible que la Tierra salga de la zona habitable… Muchas otras que ni conocemos. Y, para entonces digo, tendremos los conocimientos y los medios para haber dado el salto a otros mundos a los que tendremos que adaptarnos y nuestra especie mutará y se convertirá en muchas especies cuando pasen algunos millones de años habremos poblado gran parte de la Galaxia en cientos de mundos.

      Ya sabemos que el mañana es incierto, es ese Tiempo que llamamos Futuro y que nunca podremos conocer, siempre estaremos anclados en un eterno Presente que se irá convirtiendo en Pasado. A lo que llamamos futuro será el Tiempo de otros y, para ellos, ese Tiempo, ¡también será presente!

      Lo mejor que podemos hacer es procurar preparar el camino para ellos, nosotros y los que antes estuvieron aquí, pusieron y ponemos de nuestra parte lo que podemos pero, no debemos olvidar nuestras limitaciones y que, formando parte del Universo, somos una mínima porción, la que genera ideas y pensamientos… ¡Sentimientos también! Quizás sea eso lo que al final nos salve.

      Un abrazo.

      Responder

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