Dic
21
¡El futuro! ¿Quién puede predecirlo?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en el futuro ~ Comments (0)
Podemos imaginar muchas cosas y dibujar en nuestras mentes miles de escenarios diferentes de lo que será el futuro de la Humanidad: Alcanzaremos los conocimientos para poder vivir 200 años, la tecnología robotica avanzará tanto que, nuestra especie terminará fundiéndose con ella, de tal manera que podremos llegar a ser auténticos cyborgs, medio humanos y medio robots. También es posible que podamos conseguir durar algunos millones de años más y, de esa manera, tendremos tiempo para dominar las energías que se producen en las estrellas y en los agujeros negros. Tendremos tiempo para salir de nuestro confinamiento terrestre y crear bellas ciudades en mundos lejanos, la Humanidad se esparcirá por toda la Galaxia. También es posible que, dentro de unos días, unos meses o unos años, llegue ese meteorito inesperado y acabe con todos nuestros sueños. Otra posibilidad, es la de que podamos ser invadidos por seres de otros mundos que, con mentalidades muy diferentes, no traigan buenas intenciones. También entra dentro de lo posible que…
Nuestra imaginación siempre va muy por delante de la realidad. Hacemos películas y escribimos novelas en las que, los robots son tan inteligentes que han llegado a superar a los humanos, sus creadores. Sin embargo, para que eso pudiera llegar… ¡Falta mucho tiempo! Si es que alguna vez llega. Lo más seguro será que, a medida que avancemos en el saber de la física y de la tecnología, poco a poco, nos vayamos fundiendo con aparatos inteligentes artificiales que nos harán más poderosos y nos darán posibilidades de las que ahora carecemos: Podremos ver la luz infrarroja y ultravioleta, podremos tener visión de rayos X como Superman y, no digamos en el campo de la medicina, la nano tecnología, los viajes espaciales y otros campos del saber Humano que ahora, son simples sueños que se acercan a nosotros a pasos agigantados.
Lo que parecía un sueño, las casas inteligentes, cada vez están más cerca a la realidad y, en el presente, ya podemos disponer de casas que atienden las órdenes directas de sus ocupantes apagan y encienden las luces, regulan la calefacción o iluminan las paredes con pantallas de plasma para poner una bonita vista del mar o la montaña o poder ver y oir las últimas noticias del mundos, entre otras muchas prestaciones.
Con los más avanzados dispositivos ha llevado a que los baños, las luces, las cortinas, la seguridad, la calefacción y hasta las neveras ostenten la categoría de ‘inteligentes’, y faciliten la relación con el entorno del hogar. Las casas altamente tecnológicas han venido creciendo en su popularidad, y su desarrollo se debe a que “no solo son un lujo sino que son muy funcionales.Pocas dudas nos pueden caber a estas alturas de que todos estos inventos van encaminados a que podamos vivir más cómodamente.
Aunque la médica de la nanotecnología aún se encuentra en proceso de investigación y tomará años para que los tratamientos en humanos sean probados, evaluados y autorizados, el futuro promete una revolución en la manera en que percibimos la relación entre el cuerpo humano y la tecnología robótica. Es posible que en algunas cuantas décadas el tratamiento nanotecnológico sea la norma, y que los costos se abaraten para que los tratamientos sean accesibles. Los usos potenciales de los nanobots (robots microscópicos) en el cuerpo, resultan fascinantes, pequeños artilugios llegarán hasta las células dañadas para neutralizar el mal y aniquilarlas.
Teniendo en cuenta que las enfermedades coronarias causan la muerte a unos 100 millones de personas en los países desarrollados, y que la demanda de trasplantes sigue siendo muy superior al número de donaciones, el desarrollo de un corazón completamente artificial ha sido el santo grial de la cardiovascular durante las últimas décadas.
Este corazón protésico, una creación del visionario cardíaco Alain Carpentier, es el resultado de 15 años de colaboración con el gigante aeroespacial Astrium, la subsidiaria espacial de EADS. Carpentier fundó la compañía Carmat, filial de EADS, en el año 2008 para completar su desarrollo con el apoyo del gobierno francés y de un grupo de inversores.
“FL: Pues como optimista poco realista, ¿cuál es tu sabor favorito de singularidad? ¿Uno en el que te sentirías a gusto viviendo?
PW: Creo que tal vez en la visión de Hans Moravec del reemplazo incremental: tu cerebro neurona a neurona, haz la subida tan progresiva que no notes jamás el cambio. Es la única manera que se me ocurre de evitar esa cuestión de la muerte/resurrección que tanto tememos visceralmente. (Es decir, en serio, ¿tú realmente te someterías a un escaneo cerebral destructivo que te desgarrara sinapsis a sinapsis sólo porque sabes que cierta entidad con tus recuerdos y tu sentido del “yo” terminará habitando un cuerpo robótico o una red en algún lugar? Si tu clon te pusiera una pistola en la cabeza y te dijera “Te voy a matar ahora mismo, pero no te preocupes: tengo las mismas rutas neuronales que tú así que seguirás viviendo dentro de mí”, ¿te serviría de consuelo?).”
No acaba de convencerme la idea de que, algún día en el futuro, éstos personajes puedan ser una realidad. Se habla mucho de los avances de la robótica y de los logros que en la misma se están realizando. Sin embargo, lo cierto es que ningún robot del presente ha podido alcanzar ni un poquito de inteligencia y, no digamos de consciencia. Los robots actuales simplemente son máquinas que saben hacer “una cosa” pre-programada y, si lo sacamos de ahí… ¡se pierden! Acordáos de aquel que jugaba al Ajedrés y le ganaba al campeón. Lo cierto es que, si lo sacamos de ese menester del ajedrés… ¡no sabe hacer otra cosa!
Un robot provisto de consciencia de SER… ¡No sería bueno para nosotros! Habríamos creado una nueva especie más poderosa que nosotros mismos en muchos sentidos, y, en ese caso….
El doctor David j. Chalmers, investigador del Centro de Estudios de la Conciencia en la Universidad de Arizona. EUA, asegura que instalar el concepto más elemental de conciencia a una máquina -entendido como una guía de como debe comportarse- no es víable. El sueño de la inteligencia artificial comenzó hace más de 60 años y aún no ha pasado la prueba de Turing (creada en 1950 por Alan Turing), pionero de la computación, que consiste en que una máquina se reconozca como persona). Una de las tecnologías firmes en la ciencia ficción que parece estar muy lejos de realizarse son los robots. Desde la primera película “Terminator”, siempre hemos imaginado estas inteligentes criaturas, pero todavía no hemos encontrado la manera de hacerlas.
¡Un robot que tiene consciencia!
Si se fabrica un robot que se comporte igual que nosotros en todo aspecto, incluyendo el pensamiento, ¿tiene conciencia o es sólo una máquina hábil?, se pregunta el profesor Barry C. Smith, director del Instituto de Filosofía. Los seres humanos están hechos de carne y hueso, una masa envuelta en un intrincado arreglo de tejido nervioso. Pertenecen al mundo físico de la materia y la causalidad, y sin embargo tienen una propiedad notable: de tanto en tanto están conscientes. La conciencia le proporciona a criaturas nosotros una vida interior: un reino mental en el que pensamos y sentimos, percibimos imágenes y sonidos, sabores y olores, según los cuales hemos llegado a conocer el mundo que nos rodea.
¿Cómo la mera materia provocar experiencias conscientes?
El filósofo francés del siglo XVII René Descartes pensaba que no podía. Él suponía que además de nuestra configuración física, criaturas como nosotros teníamos una mente no material, o alma, en la que se daba el pensamiento. Bueno, el pensamiento y los sentimientos. Además, ¿cómo podría un robot imaginar el futuro, es decir, recrear escenas mentales de algo que aún no ha existido?
Quienes estudian la consciencia de las máquinas están tratando de desarrollar sistemas autoorganizados que inicien acciones y aprendan de lo que los rodea. La esperanza es que si logramos crear o reproducir la consciencia en una máquina, podremos aprender qué es lo que hace posible que exista.
Los investigadores están lejos de de ese sueño realidad y un gran obstáculo se levanta en su camino… necesitan una respuesta a la siguiente pregunta: ¿podrá una máquina basada en silicio alguna vez producir consciencia, o son sólo las criaturas hechas de carbón con nuestra configuración material las que puede producir los resplandecientes momentos tecnicolor de la experiencia consciente?
Algo dentro de mí me advierte de que el mundo futuro es posible, que como me niego a creer, sea un día realidad y esté en manos de las máquinas que, por nuestra insensata mediación, habrán alcanzado tal nivel de pensamiento y de consciencia que, nos desplazarán como especie. “Ellos” los seres del futuro, serán más listos, más fuertes, invencibles y sin enfermedades, no estarán supeditados a un tiempo limitado de vida, se podrán reciclar y reponer y alcanzarán la inmortalidad en la que nosotros, los débiles humanos, simplemente soñamos, y, sin embargo, la pudimos otorgar a éstos otros “seres” de artificio que, algún día en el futuro lejano serán los que regirán, no sólo el mundo, sino muchos mundos en la Galaxia inalcanzables para nosotros.
Los avances en I.A., amenazan el trabajo humano
Nuestro mundo, casi sin que nos demos cuenta, está cambiando a pasos agigantados y, cada día se producen maravillas a las que casi no prestamos atención. El mundo de Internet ha hecho pequeño un mundo que, hasta hace poco, tenía regiones inalcanzables en las que vivían seres aislados y olvidados. Sin embargo, ahora todo es distinto, no queda hueco sin descubrir ni pensamiento en soledad. Todos sabemos de todos y nada se nos oculta, el mundo es como un gran barrio en el que vivimos todos y, cada día que pasa, se nos hace más pequeño.
No creo que tardemos mucho en explotar asteroides que contengan valiosos minerales escasos en la Tierra. Si los recursos en la Tierra son limitados, ¿por qué no obtenerlos fuera de nuestro planeta? La idea de explotar comercialmente asteroides y otros objetos del Sistema Solar no sólo se les ha pasado por la cabeza a los empresarios del sector espacial. En la actualidad hay dos compañías estadounidenses, Planetary Resources y Deep Space Industries (DSI), trabajando activamente para convertirla en realidad en un futuro cercano.
Hemos sido capaces de descubrir objetos y regiones situadas muy lejos en el espacio y en el tiempo. Hemos podido contemplar imágenes de galaxias que existían hace miles de millones de años, hemos construído sofísticadas máquinas que han posibilitado el que podamos ver como un agujero negro engulle a una estrella vecina. También hemos podido estar presentes (de manera virtual), en sucesos muy lejanos que nos hablan de la muerte de estrellas masivas que dejaron el espacio regado de materiales complejos con los que se formaron mundos. Hemos podido viajar hasta lo más profundo d ela materia para poder comprobar que está hecha de pequeños objetos que formando otros más complejos forman un núcleo que está rodeado de vivarachas partículas para formar los átomos que se unen para construir moléculas y éstas, a su vez, forman la materia de la que todo está hecho.
Hemos intuido primero y comprobado despuès que, existen muchos otros mundos que, lo mismo que el nuestro, orbitan otras estrellas y, a partir de ahí, hemos podido deducir la posibilidad de que, al igual que en la Tierra, también en muchos de ellos puedan existir criaturas conscientes de Ser. Y, sabiendo todo eso, estamos inmersos en un mar de frustración, toda vez que, sospechamos que nunca podremos ir a esos otros mundos ni viajar por las inmensas regiones del espacio interestelar, donde imperan las inmensas distancias que no sabemos cómo podremos recorrer, y, en ese pensamiento estamos cuando nos asalta la idea de que, seguramente, será otra raza, otra especie que nosotros mismos podemos construir, la que logrará hacer realidad esos sueños.
emilio silvera