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Estimuladores del cerebro: Muerte de la voluntad
por Emilio Silvera ~ Clasificado en ¡Males del mundo! ~ Comments (11)
Los misteriosos caminos de peligrosos pensamientos que pueden llegar a quitarnos la voluntad.
En todas las culturas y en todas las épocas, los seres humanos han buscado sustancias “mágicas” para impulsar los niveles de energía de la mente y del cuerpo. Desde el principio de la historia, curanderos, charlatanes y brujos han estado vendiendo tónicos, píldoras energéticas y estimulantes para potenciar el cerebro, de tal manera que hoy en día disponemos de un impresionante arsenal de fármacos que actúan sobre el cerebro para aumentar el rendimiento mental.
Conexiones múltiples que, por la acción de las drogas, pierden su frescura y pueden llegar a degenerarse.
Los estimulantes son drogas que tienen un efecto de alertar, mejoran el estado de ánimo y hacen que el intelecto funcione más rápido, con lo que aumentan potencialmente el rendimiento mental y alivian la depresión. Los estimulantes legales, como la nicotina de los cigarrillos y la cafeína del café, el té y las bebidas de cola se utilizan continuamente para regular la energía mental a un nivel óptimo.
Los estimulantes ilegales, como la cocaína y la anfetamina se diferencian de los estimulantes legales en que dan euforia, pero tienen el precio de la dependencia. Sin embargo, los estimulantes resultan interesantes no sólo por su potencial de aumentar la energía cerebral, sino también por la luz que arrojan sobre el misterio de la naturaleza de la energía mental.
Una subida artificial de la percepción, nunca será duradera, y, a la larga, sí que será dañina.
La cocaína es una droga que tiene una historia fascinante (aparte de lo nociva que pueda ser). Actualmente es una de las drogas más caras y más buscadas del mundo, utilizada por muchos millones de seres esclavizados por ella en todo el mundo. Sólo en EE UU, este polvo blanco mueve miles de millones de dólares al año. Esto promueve un enorme comercio ilegal e internacional, que sirve de financiación para algunos países, mientras desestabiliza y destruye otros.
Miles de jovenes caen en la desgracia de esta adicción que, impulsada por intereses bastardos e inhumanos, sólo buscan enriquecerse sin pararse a pensar en el terrible daño que provocan. ¿Qué hacen los Gobiernos del mundo? ¿No tienen los medios para erradicar esta plaga?
Durante miles de años, los indios andinos han utilizado, por sus propiedades estimulantes, la hoja de coca, de las que se extrae la cocaína. Estas hojas producen en esencia los mismos efectos que su extracto cristalino, aunque, cuando las hojas se mastican, la cocaína sale de su interior lentamente y la sangre la absorbe a través del intestino. De esta manera, los efectos psicoactivos de las hojas son más graduales y menos intensos que el polvo puro, que normalmente se inhala o se inyecta.
La civilización Inca del Perú consideraba la coca como un don del dios Sol, y afirmaban lo siguiente:
“Los ángeles divinos han regalado al hombre la hoja de coca para calmar el hambre, dotar de nuevo vigor al que está fatigado y desfallece, y permitir a los infortunados que olviden sus miserias.”
Inicialmente los incas restringieron su uso a las clases reales y a los sacerdotes, pero con el paso del tiempo dicho uso se extendió ampliamente. Este proceso se vio acelerado con la conquista española, ya que, al darse cuenta de sus efectos estimulantes la daban a los indios cautivos que trabajaban, y, según los cronistas españoles, en algunos documentos de aquellos tiempos se puede leer (con verguenza):
“Esta hierba es tan nutritiva y vigorizante que los indios trabajan días enteros sin tomar nada más y, si están a falta de ella, experimentan un debilitamiento de sus fuerzas.”
Em algunas regiones el consumo es preocupante
Llegamos al pueblo de aquella buena gente y, sin remordimiento de conciencia alguno, abusamos de su buena fe y los explotamos en beneficio propio. Siempre sentiremos verguenza de aquellos hechos.
Por lo tanto, los españoles, fomentaron de buena gana el uso de la coca por parte de los indios, especialmente cuando estos trabajaban en las minas de oro situadas a gran altitud.
La coca no penetró en Europa en cantidades sustanciales hasta mediados del siglo diecinueve, y su introducción se debió en gran parte a un químico corzo llamado Ángelo Mariano. Éste químico la popularizó desarrollando productos en los que se utilizaban extractos de coca. Este último se comercializó con el nombre de Vin Mariani (“el tónico mundialmente famoso para el cuerpo y el cerebro”), que se convirtió rápidamente en la bebida más popular de Europa. Se promocionó como vino y como medicina, y era una mixtura embriagadora recomendada por los médicos en toda Europa y América para cualquier padecimiento o dolor.
Molécula de cocaína
No es de extrañar que las damas y los caballeros de finales del siglo diecinueve bebieran Vin Mariano con gran entusiasmo, ya que combinaba un vino suave y agradablemente embriagador con una vigorizante dosis de cocaína, y todo ello se presentaba con una poderosa recomendación médica. ¿Qué más se podía pedir? Mariano fue aclamado como uno de los grandes ciudadanos europeos del momento y el Papa le concedió una medalla especial. ¡Lo que son las cosas!
El éxito de Vin Mariano inspiró a un farmacéutico de Georgia, John Pemberton, el invento de la Coca-Cola en 1886. La preparación original no fue exitosa, y, se anunciaba como estimulante para el dolor de cabeza. Se sustituyó rápidamente por un extracto de la nuez de cola, una fuente de cafeína. Esta nueva Coca-Cola se anunció como “la bebida intelectual de la templanza”. En 1888 se le añadió el agua de soda, obteniéndose la versión “Clásica” de esta bebida, aunque desde luego esta versión seguía conteniendo cocaína. La cocaína desapareció de la Coca-Cola a principios del siglo veinte, cuando se observó que causaba adicción, y se sustituyó por unos niveles más altos de cafeína. Las propiedades estimulantes de la Coca-Cola actual y de otras bebidas de cola se deben principalmente a la cafeína, así como a los altos niveles de azúcar.
La cocaína se purificó como un extracto de las hojas de coca en 1860, y esto marcó los comienzos de los problemas. La coca y los extractos de coca se han utilizado durante cientos de años sin que causaran ninguna dependencia psicológica observable y sin que aparecieran efectos secundarios negativos. Pero la cocaína purificada era diferente, y se tardó bastante tiempo en conocer esta diferencia. Uno de los defensores más influyentes de la cocaína fue Sigmund Freud.
En 1884, cuando era un joven neurólogo, Freud pidió prestada la gran cantidad de dinero que se necesitaba para comprar la droga pura y la experimentó en sí mismo y en muchos de sus amigos y pacientes. Descubrió que aquella droga aumentaba su energía y su virilidad, y acababa con la depresión. Escribió a Martha su prometida, al saber que ella había perdido el apetito:
“Pobre de ti, princesa, cuando llegue te voy a besar hasta que te pongas colorada y te voy a dar de comer hasta que te pongas gordita. Y si te resistes, vas a ver quien es más fuerte, una niña modosita que no come lo suficiente o un hombre grande y salvaje que tiene cocaína en el cuerpo. Cuando tuve mi última depresión grave, volví a tomar cocaína y una pequeña dosis me hizo subir a las alturas de un modo maravilloso. Ahora estoy precisamente reuniendo documentación para elaborar un canto de alabanza a esta sustancia mágica.”
Freud escribió realmente un largo trabajo científico elogiando las propiedades médicas y estimulantes de la cocaína, y recomendándola para una variedad de situaciones. Como consecuencia de esto, el uso de la cocaína se difundió aún más: se recetaba muy frecuentemente para aliviar la ansiedad y la depresión, y Freud disfrutó de la gloria que todo esto le reportaba.
Sin embargo, fue descubierto gradualmente que la cocaína creaba una adicción psicológica. Fleischl, un amigo íntimo de Freud, se volvió incontrolablemente adicto, y el propio Freud lo encontró una noche en estado crítico de delirium tremens, imaginando que serpientes blancas reptaban por su piel.
Una de las peores lacras que sufre la Humanidad viene de la mano de gente sin conciencia que, por dinero, matan a sus hermanos sin importarles el dolor que causan en familias que han quedado destrozadas por este veneno.
Transforma y mata a las criaturas que tienen la debilidad de caer en sus garras malditas
Los que viven de este tráfico que llevan a criaturas jóvenes e inocentes al más cruel destino, a un mundo de oscuridad y pérdida de cualquier valor humano… ¡Habría que darles escarmientos ejemplares! Con la muerte no pagarían el mal causado.
Se abusó de la cocaína durante todo el siglo veinte, pero su ampliamente difundido uso ilegal se disparó en realidad durante la década de 1980, especialmente en América, de tal forma que el tráfico ilegal de cocaína figura entre los mayores negocios del mundo, sin importar el daño que se hace a millones de criaturas por todo el mundo, y, lo peor de todo es que, en ese negocio están implicados Gobiernos y políticos y, hasta personas “honorables” de nuestra sociedad que, camuflados bajo una capa de honradez y falsa moralidad, están matando a muchas personas inocentes y destrozando a familias enteras para que ellos, gente sin conciencia ni moral, disfruten de una riqueza que está manchada por la sangre de muchos y el dolor de todos.
A los que viven de las drogas y matan a nuestros jovenes… ¡Los encerraría para la eternidad!
Por eso Freud nunca me ha caído bien, y, si de mí dependiera, los Gobiernos del mundo actuarían de otra manera muy diferente contra toda esa gentuza que pulula alrededor de ese negocio de la muerte y la desgracia que, convierte a personas decentes y normales en parias sin voluntad y, de paso, han logrado alejar la alegría de vivir en muchos padres y familias que son muy desgraciados al contemplar, impotentes, como se hunde su ser querido.
emilio silvera
el 30 de abril del 2017 a las 7:44
Nunca he podido comprender como, algunas personas, pueden caer en esta burda trama de la droga. Seguramente, todo está derivado de la poca edad, de las malas compañias y de frecuentas lugares no recomendables. Siempre me ha sido fácil evadirme del mundo con una buena lectura, con el estudio de algún tema que elevaba mi Mente a una región de fascinación sin precedentes. ¡Existen tantas cosas con las que elevar tu intelecto!
Tomar esos caminos negativos para las personas es signo de la poca experiencia, de situaciones extremas en las que, sintiendo desesperanción e impotencia, se acude a este mal remedio para evadirse del mundo que no les gusta.
Desde siempre he sentido una gran pena por todos estos jóvenes que destrozan sus vidas al meterse en ese “mundo” de podredumbre y oscuridad de futuro. Teniendolo todo a mano, han elegido el peor camino.
Lo malo de todo esto es que, cuando han caido en la red del maligno consumo, nadie puede con sus palabras convencerlos, sólo ellos mismos, al tocar fondo y ver en la degradación que han caido, pueden poner los medios para salir de ese agujero negro que los llevaría a la muerte.
Es uno de los males del Mundo y, mueve tanto dinero que, hasta poliocias y jueces se han visto implicados vendiendo sus Almas al diablo en lugar de cumplir con su deber. ¡Poca solución se vislumbra en el Horizonte!
el 30 de abril del 2017 a las 17:51
Bien dices cuando afirmas que no atisbas buena solución en el futuro respecto a las drogas; tanto es así que según algunos estudios, lejos de profetizar su disminución indican que a medio plazo, hasta un 50% de la población mundial se encontrará consumiendo algún tipo de droga; pero no de cualquiera, de las alucinógenas, o sea, sin contar con otras “menos dañinas”, como el café, té, tabaco y alguna bebida refrescante supuestamente inofensiva.
Y es que no debemos olvidar bajo mi punto de vista que el ser humano, en esencia, es un ser desvalido moral e intelectualmente (en términos genéricos), y ante los duros embates de la vida, pierde facilmente su estabilidad emocional, cayendo en cualquiera de las abudantes y diferentes clases de drogas que existen hoy en día. Creo que ello es así hasta el punto de que si no existiera ninguna, inmediatamente se la inventaría, pues pareciera que necesita imperiosamente su apoyo; es más, hasta llega a convertir en drogas aptitudes, trabajos y deportes que en principio no son nada nocivos, como pueda ser el caso de miles. millones de personas que necesitan imperiosamente practicar deportes como el ciclismo, o trabajar sin descanso como a veces ocurre en ciertos paises asiáticos; el ser humano es un animal de hábitos, y los hábitos exacerbados se convierten en algo muy parecido a las drogas.
Quizás no sea “politicamente correcto”, pero no puedo dejar de decir que en mi opinión, las religiones, que siempre han sido “opio del pueblo”, tienen algunas cosas buenas, siendo unas de ellas el dar un sentido a la vida, que sea o no cierto, consigue que mucha gente se encuentre anímicamente satisfecha, por lo que no cecesitan de otros tipos de digamos “estabilizantes emocionales”: claro también genéricamente.
Tambien querría amigo Emilio llamarte la atención sobre lo que opinas sobre las culpas de España en relación las drogas; creo que en algunas ocasiones, y quizás inconscientemente, echas leña al fuego en un fogata bastante injusta con España que se llama Leyenda Negra: no debemos pretender que en aquellos tiempos tuvieran los mismos conocimientos sobre las drogas que los que hora poseemos; ni del daño físico, moral e intelectual que ahora sabemos. España no hizo ni más ni menos que cualquier otro pais europeo en la conquista de América; y en cambio pareciera que hemos sido los malos de la película. Está demostrado que esa imágen ha sido desasrrollada habilmente por los británicos durante mucho tiempoi; más que nada por su dominio de los medios de comunicación y de su sempiterna querencia de hacernos daño (como enemigos naturales que hemos sido siempre); pero me duele que seamos a veces tan memos que hasta les ayudemos en sus ataques a todo lo español.
Soy consciente de que buena parte de los visitantes de esta página son americanos, y que muchos de ellos creen a pies juntillas lo de la leyenda negra; pero precisamente por ello, y pese a que seguramente se me rebatirá, no puedo dejar de opinar lo que pienso.
Un abrazo Maese.
el 1 de mayo del 2017 a las 5:43
Estimado Kike:
Con tu comentario pones al descubierto un equilibrio envidiable, y, desde luego, la perspectiva que tienes de enfocar los temas, de manera neutra y sin que nada te empuje a favor ni en contra de lo que tratas, sino que, simplemente, te limitas a exponer realidades.
En relación al tema de la droga no puedes estar más acertado, y, desde luego, también están esas “drogas” a las que nadie presta la menor atención y que, sin embargo, no dejan de hacer la puñeta.
Lo que dices de la religión es muy cierto, y, desde luego, no son pocas las criaturas que, influidos por su religión, encuentran un equilibrio que de otra manera no tendrían, y, desde luego, está demostrado que, su fe les proporciona una fuerza que otros no tienen. Precisamente por eso (aunque no soy religioso), nunca criticaré a nadie que crea firmemente en ello.
En relación a la Leyenda Negra de España, también están en lo cierto, y, no sólo los Ingleses, también los Holandeses, por las mismas razones, procuraron que esa Leyenda creciera hastra el punto de hacerla muy creible por muchos (ya sabes, una mentira repetida miles de veces…). En mi caso, no niego que he criticado, a veces, aquellos hechos, y, cuando lo hacía, no me transportaba en el Tiempo para pensar de la manera que lo hacían entonces y bajo las mismas circunstancias. Es fácil ahora, desde la distancia temporal, hablar de aquello que, no cabe la menor duda, habría pasado así de todas las maneras fuese cual fuere el pueblo que allí pudiera llegar.
A veces, amigo KIke, me ciega mi manera de ver las cosas que, cuando están relacionadas con otras criaturas… ¡Me siento culpable de ver que no se hizo justicia! Claro que, ahora mismo, estamos (aunque de manera diferente) en las mismas. No existe la igualdad entre las criaturas del Mundo y, desde luego, aunque eso nos haga sufrir a algunos, las cosas seguirán así por mucho, mucho, muchísimo tiempo. ¡La Condición Humana!
Un fuerte abrazo amigo mío.
el 3 de mayo del 2017 a las 2:16
Hola muchachada.
Hola Kike.
No recogeré este guante. Solo diré que no existe la tal “leyenda negra”; seguramente conoces el Archivo General de Indias, en Sevilla. Allí describe Wikipedia que “Los documentos que hoy conserva el archivo ocupan más de nueve kilómetros lineales de estantería. Se trata de unos 43.000 legajos con unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos que proceden, fundamentalmente, de los organismos metropolitanos encargados de la administración de las colonias”. O sea, 80 millones de páginas de testimonios de protagonistas directos. Yo creo que la totalidad de sus contenidos fueron escritos por españoles (o si existen excepciones en todo caso eran funcionarios al servicio de la Corona). No creo que haya una palabra escrita por algún inglés.
Los británicos, al igual que los portugueses, los franceses, los daneses y los holandeses comparten con España el “mérito” de la conquista de América.
Aquí una selección de algunos de los más famosos autores, algunos “archifamosos”:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%B3nicas_de_Indias#Ubicaci.C3.B3n_de_textos
Y, como sabes… “A confesión de parte…”
Pero en aras de la paz, quiero compartir esta visión, no tan desconocida pero distinta:
http://www.semana.com/especiales/articulo/la-conquista-de-las-indias/23967-3
Y como siempre, más allá de la discrepancia, un abrazo.
el 3 de mayo del 2017 a las 2:34
Quiero decir que no son los ingleses los más adecuados para hablar mal de nadie. Seguramente si los interpelamos sobre el asunto dirán que alimentamos su “Leyenda Negra”.
Abrazo y otro para Emilio.
el 3 de mayo del 2017 a las 5:09
¡Hola, amigo Nelson!
Respecto a ese asunto de mal recuerdo, tendremos que recurrir al dicho de “quien esté libre de culpas que tire la primera piedra”, siempre me ha dolido el comportamiento humano de tiempos pasados y, lo que podemos saber es que los pueblos algo más adelantados, siempre abusaron de los otros pueblos. Es la condición humana.
De todas las maneras, amigo Nelson, sin negar absolutamente nada, hay que trasladarse al pasado y ver la mentalidad que entonces tenían todos aquellos personajes.
Un fuerte abrazo amigo mío.
el 4 de mayo del 2017 a las 16:56
No coges el guante, salvo para abofetear a su propietario….
Yo tampoco quería cogerlo, pero, por aquello del refrán (perdona pero creo que es español), que dice que “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”, me he visto obligado a contestarte someramente, y como única vez.
Ya conozco de sobra tus idearios políticos, que creo muy cercanos al bolivarismo; por otra parte, como es lógico no me he leido los 80 millones de páginas del Archivo General de Indias, (Espero que tu tampoco); y no pretendo “hacerte bajar del burro” (otro refrán español); como asimismo respeto tus ideas; pero por favor no intentes darme lecciones de historia, sobre todo de la española. El hecho de que varios autores denunciaran el maltrato al indígena no debería ser tomado unívocamente como prueba de los abusos generalizados, pues su sola existencia demuestra que ya en aquellos tiempos había algún freno y ética entre los españoles que conquistaron América, lo que es prácticamente inexistente en otros paises que hicieron el mismo o parecido daño.
Podría echarte en cara numerosas circunstancias y hechos muy reprobables (pasados y actuales), de gente de tus ideales, pero no es mi intención ni sirve de nada el “y tu más”.
Saludos.
el 4 de mayo del 2017 a las 22:16
Veo que quieres discutir de política pero …es que yo no.
Sólo intervine por tu alusión a la “creencia” cuasi religiosa de “muchos” de nosotros en “la leyenda negra”, al parecer construída por los ingleses!! (como si los Pueblos Indoamericanos no tuvieran su propia memoria, su propia historia) sobre la conquista de América en lo que le toca a España. Me remití a toda la documentación que seguramente conocerás más que yo y que constituye evidencia objetiva que la propia España ha reconocido y recopilado,
Y no tengo el menor interés en discutir contigo (menos aquí) Política o Filosofía.
Saludos.
el 1 de mayo del 2017 a las 11:59
Amigo Emilio; tu si que demuestras un gran equilibrio.
Tenía algunas recitencias en colocar mi anterior comentario; más que nada por posibles malas interpretaciones que son bastante frecuentes cuando únicamente se conoce la palabra escrita, que aunque sea una maravilla de la comunicación, deja no obstante bastantes lagunas respecto a muchas cosas, sobresaliendo entre ellas la intención; que suele esconderse entre el verbo.
Pero hete aqui, que, (se nota que me conoces bien), no solo has interpretado muy bien mi intención, sin enfado alguno, si no que hasta me das la razón en algunas cosas; ¿Que más se puede pedir?
Ya lo dice el refrán; a la persona la conocerás por sus obras; y digo bien, pues aunque los diversos comentarios parecen lo más similar a las palabras (De las que no te puedes fiar mucho), a medio plazo demuestran claramente el ser, la personalidad, y por ende la verdad o mentira de cada individuo; y tu demuestras a medio y hasta largo plazo la bondad de tu carácter y tu inteligencia positiva.
Un abrazo de un buen amigo, aunque nunca nos hayamos visto personalmente.
el 2 de mayo del 2017 a las 5:24
Estimado amigo:
Son muchos años los que han pasado desde que se produjo nuestro primer “encuentro” a travéz de este medio, y, como bien dices, las palabras pueden definir muy bien la personalidad. Creo que te conozco algo y estoy bastante seguro de una cosa: eres ecuanime en tus juicios y tienes un alto sentido de la justicia, no habloas por hablar y, cuando lo haces, procuras ir siempre al grano sin tapujos y, eso amigo, es algo de agradecer.
Por los demás, creo que hay que respetar la opinión ajena y saber valorar las palabras que siempre (aunque no lo parezca), llevan un sentido y, en tu caso, el de la ofensa está ausente. Con personas como tu… ¡El Mundo iría mucho mejor!
Un entrañable Abrazo.
el 5 de mayo del 2017 a las 0:38
Gracias Amigo Emilio.
Discúlpame.
Efectivamente, como dices en tu respuesta (2.2.1.1), nadie está libre de culpas. La catástrofe demográfica en Paraguay, de la que aún no se ha recuperado totalmente, provocada el la “guerra de la Triple Alianza” en la segunda mitad del siglo XIX, tuvo como victimarios a los ejércitos de sus pueblos hermanos, Argentina, Brasil y… Uruguay. Triste victoria y una deuda eterna con el pueblo paraguayo.
Un Abrazo y gracias por tu paciencia.