Feb
10
La NASA captura el último aliento de una estrella moribunda
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
La NASA fotografió a una estrella moribunda en sus últimos momentos de vida.
El débil y efímero resplandor que emana de la nebulosa planetaria ESO 577-24 permanece durante muy poco tiempo, alrededor de 1,000 años. Esto es un abrir y cerrar de ojos en términos astronómicos.
El VLT (Very Large Telescope) de ESO captó esta burbuja de brillante gas ionizado: el último aliento de la estrella moribunda cuyos restos tras la explosión son visibles en el centro de esta imagen.
A medida que la capa gaseosa de esta nebulosa planetaria se expanda y crezca, apagándose, irá desapareciendo lentamente hasta que dejemos de verla.
La protagonista de esta imagen es una capa evanescente de gas brillante que se expande en el espacio: la nebulosa planetaria ESO 577-24. Esta nebulosa planetaria son los restos de una estrella gigante muerta que ha expulsado sus capas externas, dejando atrás una pequeña estrella muy caliente.
Este remanente se irá apagando y enfriando gradualmente. Por lo que, acabará sus días como el mero fantasma de lo que una vez fue una inmensa estrella gigante roja.
Las gigantes rojas son estrellas en las etapas finales de sus vidas que han agotado el combustible de hidrógeno en sus núcleos y han comenzado a contraerse bajo el asfixiante puño de la fuerza de la gravedad.
A medida que una gigante roja se contrae, la inmensa presión reaviva el núcleo de la estrella, lanzando hacia el vacío del exterior sus capas más externas en forma de potentes vientos estelares.
El núcleo incandescente de la estrella moribunda emite una radiación ultravioleta lo suficientemente intensa como para ionizar estas capas expulsadas y hacer que brillen.
El Sol, cuando muera y deje de fusionar elementos, podría producir alguna de estas imágenes
El resultado es lo que vemos como una nebulosa planetaria: el fugaz testimonio final de una estrella anciana al final de su vida.
Esta deslumbrante nebulosa planetaria fue descubierta dentro del sondeo National Geographic Society — Palomar Observatory Sky Survey en la década de 1950. Asimismo, se registró en el Catálogo Abell de nebulosas planetarias en 1966.
“Una enana blanca es un remanente estelar que se genera cuando una estrella de masa menor que 1/9 – 1/10 masas solares ha agotado su combustible nuclear. De hecho, se trata de una etapa de la evolución estelar que atravesará el 97% de las estrellas que conocemos, incluido el Sol. Las enanas blancas son, junto a las enanas rojas, las estrellas más abundantes del universo.”
“Las enanas blancas están compuestas por átomos en estado de plasma; como en su núcleo ya no se producen reacciones termonucleares, la estrella no tiene ninguna fuente de energía que equilibre el colapso gravitatorio, por lo que la enana blanca se va comprimiendo sobre sí misma debido a su propio peso. La distancia entre los átomos en el seno de la misma disminuye radicalmente, por lo que los electrones tienen menos espacio para moverse (en otras palabras, la densidad aumenta mucho, hasta órdenes de 106 g/cm3, una tonelada por centímetro cúbico y aún más). A estas densidades entran en juego el principio de indeterminación de Heisenberg y el principio de exclusión de Pauli para los electrones, los cuales se ven obligados a moverse a muy altas velocidades, “
En cien años será un cadáver estelar
“Enana blanca en formación y nebulosa planetaria en expansión. Este gas está impulsado por un superviento del que absorbe su radiación ultravioleta más intensa en la región interior y la reemite en la zona exterior en forma de radiaciones de menor frecuencia, ya en el visible, provocando hermosas combinaciones de colores y formas.”
“Para tomar conciencia de la lentitud del enfriamiento de las enanas blancas, cabe tener presente que el universo continúa expandiéndose, y se estima que en cuestión de 1019 a 1020 años, las galaxias se desvanecerán, ya que las estrellas de las que están formadas se dispersarán por el espacio intergaláctico. Pues bien, se piensa que las enanas blancas sobrevivirán a este hecho, aunque bien es cierto que una colisión fortuita entre enanas blancas podría dar lugar a una estrella capaz de producir reacciones de fusión nuclear (fusionando helio o carbono en vez de hidrógeno), o a una enana blanca muy masiva que diera lugar a una supernova de tipo Ia Se cree que el tiempo de vida de una enana blanca es similar al tiempo de vida media del protón, que se estima desde los 1032 a los 1049 años según algunas teorías de la gran unificación”
A unos 1,400 años luz de la Tierra, el resplandor fantasmal de ESO 577-24 es visible sólo a través de un telescopio potente. A medida que la estrella enana se enfríe, la nebulosa continuará expandiéndose en el espacio, desapareciendo lentamente hasta que dejemos de verla.
Esta imagen de ESO 577-24 se creó como parte del programa Joyas Cósmicas de ESO, una iniciativa que produce imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos utilizando telescopios ESO, con un fin educativo y divulgativo.