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¿La Conciencia? ¡Qué complejidad!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en conciencia    ~    Comentarios Comments (6)

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    “Nada es tan difícil como evitar el autoengaño” Decía Ludwig Wittgestein

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                                  La conciencia emerge de procesos cerebrales

Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquellas que todos los estados conscientes comparten. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad. La integración se refiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Esta propiedad está relacionada con nuestra incapacidad para hacer conscientemente dos cosas al mismo tiempo, como por ejemplo, estar ahora escribiendo este comentario para ustedes y al mismo tiempo mantener una conversación sobre el Universo con otros amigos.

Muchas y variadas son las opciones que tenempos a nuestro alcance. No pocas veces nos encontramos en una encrucijada entre la razón y el corazón y nos perdemos sin saber cuál es la decisión correcta. No siempre resulta fácil elegir el camino a seguir y… ¡Es tan importante acertar!

Otra propiedad clave de la experiencia consciente, y una que aparentemente contrasta con la anterior, es su extraordinaria diferenciación o informatividad: En cada momento podemos seleccionar uno entre miles de millones de estados conscientes posibles en apenas una fracción de segundo. Nos enfrentamos, pues, a la aparente paradoja de que la unidad encierra la complejidad: el cerebro tiene que afrontar la sobreabundancia sin perder la unidad o coherencia. La tarea de la ciencia consiste en mostrar de qué manera la consigue.

Los últimos pensamientos sobre la mente y la conciencia están centrados en el constructivismo y nos viene a decir que cada cual, se fabrica su propia realidad, y, al hilo de ese pensamiento se me vienen a la mente algunas lecciones de neuropsicología y lo que es la integración bajo tensión, me explico:

Algunas de las indicaciones más sobresalientes de la ineludible unidad de la experiencia consciente provienen del examen de ciertos fenómenos patológicos. Muchos trastornos neuropsicológicos demuestran que la conciencia puede doblarse o encogerse y, en ocasiones, incluso dividirse, pero que nunca tolera que se rompa la coherencia. Por ejemplo, aunque un derrame cerebral en el hemisferio derecho deja a muchas personas con ese lado del cuerpo paralizado y afectado por una pérdida sensorial completa, algunas personas niegan su parálisis, un fenómeno que se conoce como anosognosia.

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Sharon Stone

                         Ella también pasó por la experiencia de un derrame cerebral

“Perdí bastante visión durante dos años, también la audición, no podía escribir, me costaba caminar, no podía hablar bien y perdí mucha memoria”. y

“me llevó mucho tiempo volver a funcionar, me costaba por el tema de la memoria, en el set, solo en los últimos dos años puedo decir que estoy recuperada totalmente”.

Sin embargo, algunos, cuando se le presentan pruebas de que su brazo y su pierna derecha no pueden moverse,  llegan incluso a negar que se trate de sus extremidades y las tratan como si fuesen cuerpos extraños. Otras personas con daños bilaterales masivos en la región occipital no pueden ver nada y, sin embargo, no reconocen que estén ciegos (síndrome de Antón).

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                              Todo está en nuestros cerebros

Las personas con cerebro dividido ofrecen una demostración más de que la conciencia siente horror por los vacíos o las discontinuidades. Las personas con hemi-inantención, un complejo síndrome neuropsicológico que se suele dar cuando se producen lesiones en el lóbulo parietal derecho, no son conscientes del lado izquierdo de las cosas, a veces incluso de toda la parte izquierda del mundo.

Teoria del Cerebro - Lado Izquierdo

El cerebro izquierdo es objetiva y racional. Con la parte izquierda de nuestro cerebro, tratamos de ser objetivos y racionales. Podemos centrarnos en los detalles y hechos analíticos y tratamos de ser razonable y práctico. La parte izquierda del cerebro es responsable de procesar números y palabras, así que ahí es donde logramos por ejemplo la aritmética, ciencias e idiomas. Se podría decir que en esta parte del cerebro está la realidad de nuestro mundo consciente.

Teoria del Cerebro - Lado Derecho

El cerebro derecho es subjetivo e intuitivo. La parte derecha de nuestro cerebro es más bien subjetiva. En lugar de tomar decisiones racionales y conscientes, esta parte se basa en la intuición. Nuestro pensamiento en el lado derecho es espontáneo e influido por las emociones, tales como nuestro estado de ánimo, o disparadores emocionales externos. Con esta parte del cerebro, usamos nuestra imaginación, la fantasía y las creencias personales para decidir por nosotros. Estamos dispuestos a asumir riesgos y centrarse en objetivos más que el proceso que se necesita para llegar allí. Apreciamos imágenes y elementos emocionales, en lugar de información objetiva.

cerebro

Pongo estos ejemplos para que podamos ver la complejidad de lo que el cerebro encierra. No es fácil llegar a saber lo que ahí se cuece.

Asisto con otras muchas personas a un mismo lugar para escuchar y ser testigos de una conferencia de Física. Tal reunión dará lugar a una multitud de pensamientos, los suyos y los míos, algunos mutuamente coherentes, otros no. Son tan poco individuales y recíprocamente independientes como son un todo coherente al estar oyendo todos el mismo tema, sim embargo, casi nadie coincide al clasificar la manera de encajar lo que allí se expone, así que, no son ni lo uno ni lo otro: ninguno de ellos está separado, sino que cada uno pertenece al ámbito de los otros pero además al de ninguno. Mi pensamiento pertenece a la totalidad de mis otros pensamientos, y el de cada uno, a la totalidad de pensamientos de cada uno…los únicos estados de conciencia que de forma natural experimentamos se encuentran en las consciencias personales, en las mentes, en todos los yo y tu particulares y concretos…el hecho consciente universal no es “los sentimientos y los pensamientos existen”, sino “yo pienso” y “yo siento”. De ahí, sin lugar a ninguna duda surge, la idea de que cada cual, dentro de su mente, se inventa su realidad del mundo que le rodea.

   Algunos se montan en barco y se ven cayendo por una catarata

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                Otros creen viajar hacia fantásticos mundos

                  Otros se limitan a disfrutar del paisaje y disfrutar de su tiempo libre

No todos, ante la misma situación, vemos lo mismo. Es un buen reflejo de la arrogancia humana el hecho de que se hayan erigido sistemas filosóficos enteros sobre la base de una fenomenología subjetiva: la experiencia consciente de un solo individuo con inclinaciones filosóficas. Tal como Descartes reconoció y estableció como punto de partida, esta arrogancia es justificada, por cuanto nuestra experiencia consciente es la única ontología sobre la cual tenemos evidencia directa. La inmensa riqueza del mundo fenoménico que experimentamos -la experiencia consciente como tal- parece depender de una nimiedad del menaje de ese mundo, un trozo de tejido gelatinoso del interior del cráneo.

Sí, estamos condicionados por el entorno, las experiencias, la información…¡Los sentidos!

Nuestro cerebro, un actor “secundario” y “fugaz” que casi ninguno llega a ver sobre el escenario de la conciencia, parece ser el guardián del teatro entero. Como a todos se nos hace dolorosamente obvio cuando nos vemos ante una escena de desgracia humana, en un ser querido cercano, supondrá una agresión al cerebro y puede modificar permanentemente todo nuestro mundo. De ahí, el hecho cierto, de que las sensaciones tales como los sentimientos o el dolor, inciden de manera directa, a través de los sentidos, en nuestra consciencia que, como decimos, siempre es particular e individualizada, nadie podrá nunca compartir su consciencia y, sin embargo ésta, estará también siempre, supeditada al mundo que la rodea y de la que recibe los mensajes que, aún siendo los mismos, cada cual nos interpretará a su manera muy particular y, al mismo tiempo, dentro de unos cánones pre-establecidos de una manera común de ver y entender el mundo al que pertenecemos.

Amigos, tenemos una jungla en la cabeza, y, su enmarañada ramificación es tan descomunalmente compleja que, de momento, lo único que podemos hacer es ir abriéndonos camino a machetazos de la ciencia que, sin duda alguna, finalmente nos permitirá deambular por esa intrincada selva que llamamos cerebro y que es la residencia de nuestras mentes ese lugar donde generan las ideas, los pendsamientos y los sentimientos.

Comparación entre estructuras del universo y de la vida

                                                            En un trabajo anterior debajo de esta imagen decía:

“Los procesos científicos que comentamos en este lugar, los fenómenos del Universo que hemos debatido y, también,  los misterios y secretos que el inmenso Cosmos nos oculta han contribuido, aunque inadvertidamente, a comprometer e involucrar a nuestra especie en la vastedad del universo. La astronomía ha venido a descorrer el velo, que supuestamente, aislaban la Tierra de los ámbitos etéreos que están situados mucho más allá de la Luna, todo eso, nos llevó lejos al auténtico Universo que ahora, sí -parece que- conocemos. La Física cuántica llegó para destruir esa barrera invisible que separaba lo grande de lo muy pequeño y que supuestamente, separaba al observador distante del mundo observado; descubrimos que estamos inevitablemente enredados en aquello que estudiamos.”

 

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No siempre es conveniente un exceso de información

 

Como veréis, aquello que aquí decía, viene a corroborar que, nuestras mentes, están inmersas en el “mundo” que nos rodea, en el Universo que nos acoge y del que queremos saber a través de la información que nos transmiten los sentidos y, siendo consciente de la inmensa tarea que hemos echado sobre nuestras espaldas, también hemos llegado a saber que será “casi” imposible cumplirla. Sin embargo, esa otra parte del cerebro que intuye y siembra en nuestras mentes ilusiones, hace que no desfallezcamos, sino que, al contrario, cada día y con cada nuevo descubrimienro, nuestra fuerza crece y se ve revitalizada en esa ilusión de saber…¡cómo puede ser el mundo, la Naturaleza, el Universo!

¡Ah! Eso sí, algunos tienen una conciencia acomodaticia, ya que, en caso contrario, ¿cómo explicar sus comportamientos?

emilio silvera

 

  1. 1
    LUIS RUBIANO
    el 27 de marzo del 2015 a las 17:09

    Hola Emilio, hace pocos días comentaba con un amigo muy estudioso de la teología acerca de los dioses en la creación y su relación con el hombre y me causó sorpresa encontrar un pensamiento de él que decía que la creación nunca ha terminado ni terminará porque es la conciencia de Dios y todo lo que hay y sucede en el universo es un acto conciente de él. De esa manera Dios es omnipresente y no tiene principio ni fin. Y vino a mi mente  el dios del tiempo Cronos, es en la mitología el dios que con su hoz separó el cielo de la tierra y permitió el comienzo del tiempo y la historia humana.
    No deje de pensar que en realidad hablar del pasado o el futuro no tiene sentido si eso es así.
    Nuestra conciencia  viene a ser como una parte de Dios que nos permite, como un filtro, ver la realidad y hacernos participes de la creación.
    Cuando decimos que para medir el tiempo necesitamos al menos dos sucesos, el acto de la creación es hacer que esos dos sucesos existan.
    Pienso que la conciencia no la vamos a poder ubicar en ninguna parte del cerebro porque no pertenece al plano físico o de la realidad que percibimos. Es la que crea esa realidad y el continuo espacio tiempo.
    Un saludo Emilio.
    PD: He pensado en como coleccionar tus artículos para poder leer con más calma cada uno, todos son muy interesantes desde los altamente especializados hasta los más simples donde comentas las cosas cotidianas.
     
     

    Responder
    • 1.1
      Emilio Silvera
      el 28 de marzo del 2015 a las 7:52

      Ya sabes Luis, la Conciencia emana a partir de la máquina más compleja que en el Universo conocemos (o al menos, una de las más complejas), la llevamos con nosotros y no la podemos conocer, simplemente intuimos cosas y otras que se van descubriendo muy poco a poco pero, que no dicen la verdadera dimensión de lo que se genera a partir de nuestro cerebro que podría llegar, con el Tiempo, a cualquier parte.

      Un cordial saludo.

      Responder
      • 1.1.1
        magointerior33
        el 5 de abril del 2015 a las 14:21

        buenas tardes Emilio cuando la conciencia emana,se apertura otra forma de ver las cosas atraves de ella evolucionamos,hacia el fractar ascendente de nuestra vida en evolucion.

        Un saludo 

        Responder
        • 1.1.1.1
          wmilio silvera
          el 9 de abril del 2015 a las 7:50

          ¡Hola, amigo magointerior 33!
          Es una lástima que la conciencia, en un plano general, esté poco evolucionada en nuestra especie, y, no pocas veces, es acomodaticia según convenga a grupos e individuos particilares en función de sus conveniencias.
          ¡No tiene conciencia!
          En no pocas ocasiones podemos haber oído esa exclamación que, reflejando comportamientos de nuestros semejantes, ha venido a decir que gran parte de los componentes de nuestra especie, está deshumanizada y se mueve por motivos egoistas que poca consideración tiene hacia el derecho de los demás.
          Vamos evolucionando pero no hemos podido dejar atrás ese espírutu animal y salvaje de nuestros ancestros primitivos, las nuebvas Sociedades nos exigen ciertos comportamientos que, no exentos de hipocresía, nos hacen desempeñar un papel en este escenario del mundo y a la vista de todos que, en privado, se desdice y deja al descubierto nuestra verdadera condición salvaje.
          Nos queda mucho camino por recorrer y, hasta que no sintamos el dolor ajeno como propio… ¡No tendremos derecho a llamarnos Humanos!
          Saludos.

  2. 2
    magointerior33
    el 10 de abril del 2015 a las 20:10

    Buenas tardes amigo Emilio,asi es una gran verdad,como desapagarse del instinto animal…y realmente creo y tengo fe que un dia llegaremos a ver el dolor ajeno como el propio de uno mismo alli…ese dia…daremos un salto hacia la evolucion y podremos avanzar como raza y experimentar desde lo que realmente somos.

    Un abrazo 

    Responder
    • 2.1
      wmilio silvera
      el 11 de abril del 2015 a las 6:29

      Lo cierto es que, tan sólo han pasado unos pocos miles de años desde que apareció el hombre verdadewro en este mundo. En relación a los 13,700 millones de años que es la edad de nuestro Universo, no es ni siquiera un parpadeo, y, sin embargo, desde la pura vida animal, hemos pocido llegar a la mecánica cuántica y a la relatividad, es decir, hemos sido capaces de investigar y ser conscientes de que existe un mundo microscópico y otro mundo de lo muy grande, el uno lleno de partículas y el otro de galaxias en una inmensa extensión regida por el espaciotiempo, en la que nosotros, la especie humana, sólo es una pequeña brizna de materia pensante.
      Tendrán que pasar algunos miles de años más y, si la naturaleza nos respeta… ¡Llegaremos a ser Humanos!
      Saludos amio.

      Responder

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