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Einstein le llamó fotón: ¡El cuanto de Luz!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica ~ Comments (4)
¡Esas partículas! Algunas son más elementales que otras: quarks, fotón, neutrino, electrón, protón, neutrón, muón, tau, kaón, sigma, omega, W y Z, gluón, fotón, gravitón…, son muchas más pero estas se consideran las más importantes al formar la materia e intermediar en las interacciones con las cuatro fuerzas fundamentales del universo. Sus nombres son muy familiares y, cada una de ellas nos trae una imagen que está asociada a aquello de lo que creemos que forma parte.
El fotón es el cuanto de luz, radiación electromagnética de una longitud de onda comprendida entre 380 y 780 mm, que produce percepción visual. Se define como el producto de visibilidad por el poder radiante, siendo éste último la intensidad de propagación de la energía luminosa.
Un fotón gamma de más alta energía tendría una velocidad menor que otro de baja energía según algunas ideas. Foto: NASA. Según los datos de Fermi, los fotones gamma de alta energía tienen la misma velocidad aunque sus energías sean diferentes. Esto apoya obviamente la Relatividad Especial y contradice algunos resultados teóricos relacionados con teorías cuánticas de gravedad que predecían lo contrario.
El fotón, como partícula, con masa nula en reposo que recorre el espacio vacío a 299.792.458 metros por segundo, puede ser considerado como una unidad de energía igual a hf, donde h es la constante de Planck y f es la frecuencia de la radiación en hertzios. Son necesarios para explicar el fenómeno fotoeléctrico y otros fenómenos que requieren que la luz tenga carácter de partícula.
De la luz, nos podríamos estar hablando horas y horas, de sus propiedades en fotónica, fotoquímica, fotosfera y otros muchos ámbitos del saber humano con la luz relacionados, como por ejemplo, la claridad luminosa que irradian los cuerpos en combustión, ignición o incandescencia.
En estos tiempos se ha logrado el teletransporte de un haz de fotones a larga distancia que, entre otras cosas, facilitará tanto transmitir información como protegerla de un eventual robo de datos. Un grupo de físicos chinos hizo realidad la teletransportación cuántica de fotones a una distancia de 97 kilómetros. Su haz recreado conservaba la capacidad de llevar información. Lejos queda ya aquel tiempo en el que, aquel genio…, llamado
Newton nos descubrió que la luz del Sol o luz blanca, era el producto de la mezcla de todos los componentes coloreados, hizo pasar un rayo de luz por un prisma y, la habitación donde hacía el experimento, sus paredes, se llenaron de luciérnagas luminosas de muchos colores, el arco iris estaba allí, del rojo al violeta, descompuestos en mariposas luminosas.
Aunque el tema de la luz me fascina, no quiero repetirme, y, en uno de mis últimos trabajos, traté ampliamente el tema. El estado natural (último) de la materia, no será sólido, líquido, gaseoso, plasma o materia oscura, el estado final de la materia, cuando pase por todas las fases y trascienda a un estado superior de conexión total con el Universo, será la LUZ. Ahí, dentro de los rayos luminosos, estarán gravados todos los recuerdos, toda la conciencia de la Humanidad que, para entonces, será otra cosa y, sonreirá al ver que un día muy lejano, discutían de Tiempo, de Materia, de… Energías… Cuando no sabían que todo, es la misma cosa en diferentes estadios de su trayectoria universal.
Un equipo internacional de científicos del experimento MINOS en el laboratorio del Acelerador Nacional Fermi (Fermilab) ha anunciado la medición más precisa del mundo hasta la fecha de los parámetros que rigen las oscilaciones antineutrino (de atrás y hacia adelante), es decir las transformaciones de antineutrinos de un tipo a otro. Este resultado proporciona información crucial sobre la diferencia de masa entre diferentes tipos de antineutrinos. La medición mostró una diferencia inesperada en los valores para neutrinos y antineutrinos. En este parámetro de diferencia de masa, el valor de los neutrinos es aproximadamente un 40 por ciento menor que el de los antineutrinos.
Si hablamos de neutrinos, estamos hablando de Leptones y, a pesar de lo que digan esas mediciones… el neutrino y su oponente antineutrino, deben tener exactamente la misma masa. De no ser así, se rompería el equilibrio que debe existir y, de hecho existe.
Después de tres meses de experimentos en un laboratorio de el Imperial College de Londres, los científicos pueden confirmar –con más confianza que nunca– que el electrón es muy, muy redondo.En las mediciones más exquisitas hasta la fecha, los investigadores declararon que la partícula es una esfera perfecta dentro de una mil millonésima de una mil millonésima de una mil millonésima de centímetro. Si los electrones se aumentaran a escala hasta tener el tamaño del sistema solar, cualquier desviación de su redondez sería menor que el ancho de un cabello humano, señaló el equipo.
El electrón es la partícula principal de la familia leptónica y está presente en todos los átomos en agrupamientos llamados capas electrónicas alrededor del núcleo. Tiene una masa en reposo (me) de numeración 9,1093897(54) × 10-31 Kg y una carga negativa de 1,602 17733(49) × 10-19 culombios. La antipartícula es el positrón que, en realidad, es copia exacta de todos sus parámetros, a excepción de la carga que es positiva.
Las dos familias: Quarks y Leptones, conforman la materia y, la familia de Bosones intermedian en las cuatro fuerzas fundamentales.
Si el electrón se considerara como una carga puntual, su autoenergía es infinita y surgen dificultades de la ecuación de Lorentz-Dirac. Es posible dar al electrón un tamaño no nulo con un radio r0 llamado el radio clásico del electrón, dado por r0 = e2/(mc2) = 2’82×10-13 cm, en donde e y m son la carga y la masa del electrón y c la velocidad de la luz.
El electrón es muy importante en nuestras vidas, es un componente insustituible de la materia y los átomos que son posibles gracias a sus capas electrónicas alrededor de los núcleos positivos que se ven, de esta forma equilibrados por la energía igual, negativa, de los electrones.
Utilizando grandes aceleradores de partículas hemos conseguido conocer la materia
Los protones, como los neutrones, son de la familia de los Hadrones. El protón es una partícula (no elemental) que tiene carga positiva igual en magnitud a la del electrón y posee una masa de 1,672614 x 10-27 kg, que es 1836,12 veces la del electrón. El protón aparece en los núcleos atómicos, por eso, junto al neutrón, también son conocidos como nucleones.
Bariones y Mesones
La familia de los Hadrones es la clase de partícula subatómica que interaccionan fuertemente, e incluye protones, neutrones y piones. Los hadrones son o bien bariones, que se desintegran en protones y que se cree están formados por tres quarks, o mesones, que se desintegran en leptones o fotones o en pares de protones y que se cree que están formado por un quark y un antiquark.
La materia bariónica, es la que forman planetas, estrellas y Galaxias, y la podemos ver por todas partes. Nosotros mismos estamos hechos de Bariones. La otra materia, esa que no podemos ver y que, nuestra ignorancia nos ha llevado a llamar oscura, esa, de momento no sabemos ni lo que es, o, si realmente existe y, los fenómenos observados que ella se adjudican, tienen su fuente en otra parte.
Los seres vivos también están hechos de Quarks y Leptones.
Todo lo que vemos en el universo está hecho de materia bariónica, es decir: Quarks y Leptones
En el gráfico del Modelo Estándar, los Bosones aparecen representados de manera vertical y son las partículas mediadoras de las fuerzas: ERl Fotón para todas las formas de radiación y electromagnéticas, el Gluón en la fuerza nuclear fuerte, la Zº y la W+ y W– para la fuerza nuclear débil.
El Gravitón (No encontrado hasta la fecha, sería la partícula mediadora de la Gravedad)
Las partículas conocidas como bosones: fotón, gluón, gravitón, partícula W+ W– y Zº son las que median en el transporte de las fuerzas fundamentales de la naturaleza. Electromagnetismo, fuerza fuerte, la Gravedad, y la fuerza débil. El Fotón transporta el electromagnetismo, la luz y todas las formas de radiación electromagnéticas. El Gluón (el de la libertad asintótica de David Politzer, Frank Wilczek y David Gross), transporta la fuerza nuclear fuerte que se desarrolla en el núcleo del átomo. El Gravitón (ese que aún no hemos localizado), es el mensajero de la Gravitación Universal, haciendo posible que nuestros pies estén bien asentados sobre la superficie del planeta y que el Sistema solar sea estable. Y, por último, las partículas W y Z, responsables de la radiación natural y espontánea de algunos elementos como el Uranio.
Este pequeño repaso a modo de recordatorio, es algo inevitable, si hablamos de materia, las partículas se nos cuelan y, como si tuvieran vida propia (que la tienen), nos obliga a hablar de ellas, lo que, por otra parte no esta mal.
Cuando se enunció la ley de la conservación de la materia no se conocía el átomo, pero con los conocimientos actuales es obvio: puesto que en la reacción química no aparecen ni destruyen átomos, sino que sólo se forman o rompen enlaces (hay un reordenamiento de átomos), la masa no puede variar.
Como la única verdad del Universo es que todo es lo mismo, la materia ni se fabrica ni se destruye, sino que, en cada momento, cada cosa ocupa su lugar exacto por la evolución, la entropía y el paso del tiempo, resulta que, al final, se hable de lo que se hable, aunque sea de la conciencia y del ser, venimos a parar al mismo sitio: El Universo, la materia, la luz, el tiempo… ¡Y nuestras mentes que son el producto de más alto nivel en la evolución de la materia!
Parece mentira como a veces, cuando estoy inmerso en mis más profundos pensamientos, y creo tener una conexión directa con algo que, estando dentro de mí, intuyo superior, lo veo todo más claro y, en ese momento especial, todo es más fácil.El Universo está ante mí como un todo de diáfana claridad. Sin embargo, son efímerosa momentos que se esfuman y me traen a la realidad de esa complejidad insondable que nos hace comprender, cuan ignorantes somos.
Claro que, si seguimos evolucionando y la Naturaleza nos respeta… ¡Hasta donde podremos llegar! Muchas veces hemos dicho aquí que somos conscientes y aplicamos nuestra razón natural para clasificar los conocimientos adquiridos mediante la experiencia y el estudio para aplicarlos a la realidad del mundo que nos rodea.
También hemos dicho que el mundo que nos rodea es el que nos facilita nuestra parte sensorial, la mente, y que este mundo, siendo el mismo, puede ser muy diferente para otros seres, cuya conformación sensorial sea diferente a la nuestra. Parece que, realmente es así, lo que es para nosotros, para otros no lo será y, tenemos que tener en cuenta esta importante variable a la hora de plantearnos ciertos problemas que, de seguro, tendremos que afrontar en el futuro. Hay diferentes maneras de resolver el mismo problema, solo tenemos que tratar de entenderlos.
No todos ven “el mundo” de la misma manera
La Naturaleza de la mente es el misterio más profundo de la humanidad., se trata, además de un enigma de proporciones gigantescas, que se remonta a milenios atrás, y que se extiende desde el centro del cerebro hasta los confines del Universo. Es un secreto que provocó vértigo y depresión en alguna de las mentes más preclaras de algunos de los filósofos y pensadores más grandes que en el mundo han sido. Sin embargo, este amplio vacío de ignorancia está, ahora, atravesado, por varios rayos de conocimiento que nos ayudará a comprender cómo hemos podido llegar hasta aquí y qué conexión existe realmente entre nuestras mentes y el universo inmenso.
Hablar de la “Mente” y del “Cerebro” es querer ir mucho más allá de nuestros conocimientos. Una Galaxia como la Vía Láctea tiene más de 100 000 millones de estrellas, y, un cerebro humano, tiene aún más neuronas y conexiones. Así que, nos encontramos ante un complejo dilema: La verdad no puede ser experimentada de la misma forma que podemos experimentar con los objetos que están fuera, separados de nosotros y que podemos ver y observar, estudiar sus mecanismos y funciones pero, eso que llamamos “La Mente” es algo más, mucho más que una simple galaxia que “sólo” tiene Estrellas, Nebulosas y Mundos, una Mente, amigos míos, tiene dentro mucho más. Tánto es lo que tiene que no hemos podido llegar a comprenderla, siendo algo tan cercano a nosotros y que -creemos- está dentro de nosotros mismos, y, sin embargo, no sabemos lo que es, como funciona, y, hasta dónde puede llegar.
Es curioso constatar como el enorme flujo de información que llega a mi mente a velocidad de vértigo, a veces (como ahora me ha pasado), estoy hablando de una cosa y me transporto a otra distinta, sin querer, sin que me de cuenta al principio elijo caminos diferentes a los que debía llevar para hacer coherente la conversación iniciada en un campo de objetos materiales. Estaba comentando sobre el cometido de las partículas.
La naturaleza de partícula del electrón se demostró por primera vez con un tubo de Crookes. En esta ilustración, un haz de electrones proyecta el perfil en forma de cruz del objetivo contra la cara del tubo.
- En 1.897, J.Thomson, descubrió el electrón
- En 1.911, Rutherford, descubrió el núcleo atómico y el protón
- En 1.932, Chadwick, descubrió el neutrón.
Así quedó sentado que, el modelo atómico estaba completo basado en un núcleo consistente en protones y neutrones rodeados en su órbita, de un número suficiente de electrones que equilibraba la carga nuclear y lo hacía estable. Pero este modelo no era suficiente para explicar la gran estabilidad del núcleo, que claramente no podía mantenerse unido por una interacción electromagnética, pues el neutrón no tiene carga eléctrica.
En 1.935, Yukawa sugirió que la fuerza de intercambio que lo mantenía junto estaba mediada por partículas de vida corta, llamadas mesones, que saltaban de un protón a un neutrón y hacía atrás de nuevo. Este concepto dio lugar al descubrimiento de las interacciones fuertes y de las interacciones débiles, dando un total de cuatro interacciones fundamentales.
También dio lugar al descubrimiento de unas 200 partículas fundamentales de vida corta. Como antes comentaba, en la clasificación actual existen dos clases principales de partículas: Leptones, que interaccionan con el electromagnetismo y con la fuerza nuclear débil y que no tienen estructura interna aparente, y los Hadrones (nucleones, piones, etc.), que interaccionan con la fuerza nuclear fuerte y tienen estructura interna.
Murray Gell-Mann en 2007
Fue el modelo de Murray Gell-Mann, introducido en1.964, el que fijó la estructura interna de los hadrones que, estarían formado por minúsculas partículas elementales a las que llamó quarks. Este modelo, divide a los hadrones en bariones (que se desintegran en protones) y mesones (que se desintegran en leptones y fotones). lLos bariones están formados por tres quarks y los mesones por dos quarks (quark y antiquark) En la teoría quark, por tanto, las únicas partículas realmente elementales son los leptones y los quarks.
La familia quarks esta compuesta por seis miembros que se denominan up (u), down (d), charmed (c), strange (s), top (t) y, bottom (b). El protón siendo un barión está constituido por tres quarks, uud (dos quarks up y un quark dowm), y, el neutrón por udd (un quark up y dos dowm).
En un nuevo trabajo, los físicos de altas energía han observado dos estados cuánticos muy buscados en una familia de partículas subatómicas: los bottomonium. El resultado ayudará a los investigadores a comprender mejor una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo, la fuerza nuclear fuerte, que ayuda a gobernar las interacciones de la materia.
Para que los quarks estén confinados en el núcleo dentro de los nucleones, es necesario que actúe una fuerza, la nuclear fuerte que, entre los quarks se puede entender por el intercambio de ocho partículas sin carga y sin masa en reposo, llamadas Gluones (porque mantienen como pegados a los quarks juntos). Aunque los Gluones, como los fotones que realizan una función similar entre los leptones, no tienen carga eléctrica, si tienen una carga de color. Cada Gluón transporta un color y un anticolor. En una interacción un quark puede cambiar su color, pero todos los cambios de color deben estar acompañados por la emisión de un Gluón que, de inmediato, es absorbido por otro quark que automáticamente cambia de color para compensar el cambio original.
El universo de los quarks puede resultar muy complejo para los no especialistas y como no quiero resultar pesado, lo dejaré aquí y paso de explicar el mecanismo y el significado de los sabores y colores de los quarks que, por otra parte, es tema para los expertos.
Dentro del núcleo las fuerzas son… inauditas
Esta teoría de los quarks completamente elaborada está ahora bien establecida por evidencias experimentales, pero como ni los quarks ni los Gluones han sido identificados nunca en experimentos, la teoría no se puede decir que haya sido directamente verificada. Los quarks individuales pueden tener la curiosa propiedad de ser mucho más masivos que los Hadrones que usualmente forman (debido a la enorme energía potencial que tendrían cuando se separan), y algunos teóricos creen que es, en consecuencia, imposible desde un punto de vista fundamental que existan aislados. Sin embargo, algunos experimentales han anunciado resultados consistentes con la presencia de cargas fraccionarias, que tendrían los quarks no ligados y en estado libre.
En ocasiones anteriores, ya hablamos del LHC, el acelerador de partículas que tantas esperanzas ha suscitado. Puede que él tenga la respuesta sobre los Gluones y los quarks, además de otras muchas (encontró la partícula de Higgs) y está buscando el fotón oscuro (la partícula que forma la “materia oscura” que, no sabemos si en realidad existirá
Mirad como es nuestra naturaleza. Resulta que aún no hemos podido identificar a los quarks, y, sin embargo, hemos continuado el camino con teorías más avanzadas que van mucho más allá de los quarks, ahora hemos puesto los ojos y la mente, sobre diminutas cuerdas vibrantes, filamentos cien mil veces más pequeños que los quarks y que serían los componentes más elementales de la materia.
La materia que va creando espacios al expandirse
Y, a todo esto, ¿qué será de la teoría final, esa que llaman del Todo y que se conoce como teoría de cuerdas? Si finalmente resulta que dichos diminutos objetos están ahí, podría resultar que tampoco sean los componentes finales de la materia, pero el avance será muy significativo. La teoría de supercuerdas, ahora refundida por E. Witten, en la teoría M, si realmente se verifica, nos dará muchas respuestas.
emilio silvera