Jul
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Hasta podría ser que la Vida, fuese igual en todas partes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (0)
Uno de los supuestos implícitos en pro de la inevitabilidad de un Universo grande y frío es que cualquier vida es muy parecida a la nuestra. Los biólogos parecen admitir sun problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el Carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencia extraterrestre en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas y necesiten agua, atmósferas gaseosas y todo lo demás. Merece la pena abrir un poco nuestra imaginación para pensar a qué podría parecerse la vida si radicara en el espacio en lugar de radicar en un planeta.
Buscando indicios de la vida, Rosetta (La Sonda Espacial) estudia la composición del polvo y gas que lanza un cometa.
La Sonda Espacial Rosetta
Debido a que es un fenómeno que por el momento permanece esencialmente fuera del alcance de la ciencia (al no disponer de datos, y por tanto de la posibilidad de experimentar y refutar las hipótesis), no existe una disciplina “formal” que estudie la vida extraterrestre, ni ningún currículo académico que forme expertos en ello.
El Universo es igual en todas partes, y, sin importar qué formas pueden adoptar (dependerá de muchos factores como la Gravedad de sus planetas), es esencial pensar que la vida fuera de la Tierra estará, como aquí, basada en el Carbono.
“Así pues, la vida en el Universo, muy probablemente, estará exclusivamente basada en moléculas formadas por carbono y se desarrollará en medio acuoso. La vida es, por tanto, líquida. Esta es la razón por la que se intenta identificar planetas con agua similares al nuestro en otras regiones de la galaxia.”
Sólo en nuestra Galaxia pueden existir 30.000 millones de estrellas como el Sol y, si de ellas, una pequeña parte (pongamos un 10 %), tienen Un Planeta como la Tierra en la zona habitable… ¡La vida estará presente!
Aquellos que se han aproximado al tema de manera científica son por lo general expertos en áreas diversas, que por interés meramente personal han elaborado hipótesis sobre las posibilidades de vida en otros mundos, y han compartido sus puntos de vista a través de algún medio. Pese a ello, ha surgido una enorme cantidad de trabajos y publicaciones serias sobre el tema, de modo que puede hablarse de una cuasi-ciencia dedicada a estudiar y teorizar sobre este fenómeno, a pesar de la ausencia de evidencias. La proto-ciencia que estudia la vida extraterrestre se llama exobiología o astrobiología, y esencialmente se dedica a especular sobre los límites en los que, según nuestro conocimientos científicos, podría darse la vida.
Descripción:
El Telescopio Espacial Herschel es el mayor telescopio en actividad en su especialidad.. El espejo de 3,5 metros de diámetro de Herschel capta radiación infrarroja de longitud de onda larga de algunos de los objetos más fríos y alejados del Universo. El Herschel es el único observatorio espacial que abarca longitudes de onda desde el infrarrojo lejano hasta submilimétricas. Poco a poco, con estos sofisticados ingenios espaciales cada vez más precisos, nos vamos acercando al conocimiento del Universo y de los objetos que lo pueblan.
Herschel es un telescopio espacial que posee un impresionante espejo de 3,5 metros de diámetro (el mayor en telescopios espaciales de imagen). Fue lanzado al espacio en el 2007. Una de sus características es que puede “ver” un tipo de radiación que no ha sido detectado hasta ahora. Esta radiación cae dentro del espectro del infrarrojo lejano y de la luz con longitud de onda menor al milímetro, que son exactamente las radiaciones que es necesario detectar cuando se buscan compuestos químicos complejos como los de las moléculas orgánicas.
Noticias como esta son ya continuadas y cada día se están descubriendo en el espacio interestelar, en las nubes de gas y polvo que dejan las estrellas al final de sus vidas y de donde surgen nuevas estrellas y nuevos mundos, materiales orgánicos que, miles de millones de años más tarde, hacen que en los mundos pueda surgir la vida.
“Hemos detectado la presencia de moléculas de antraceno en una densa nube en la dirección de la estrella 52 en Cernis Perseo, a unos 700 años luz del Sol “ – explicó Susana Iglesias Groth, una de las autoras del estudio-. “Y también hemos encontrado pruebas de la existencia de otra molécula orgánica, el naftaleno, en el mismo lugar, así que todo indica que hemos descubierto una región de formación estelar rica en la química prebiótica. Hasta ahora, el antraceno se había detectado sólo en los meteoritos y nunca en el medio interestelar. Las formas oxidadas de esta molécula son comunes en los sistemas vivos y son bioquímicamente activas. En nuestro planeta, el antraceno oxidado es un componente básico de la sábila y tiene propiedades anti-inflamatorias.
En las últimas décadas los científicos y el público en general han imaginado que se podría encontrar vida inteligente en el universo. Es probable que no seamos la única civilización en esta galaxia, que incluso podría contener docenas o centenares de civilizaciones dispersas entre sus 200.000 millones de estrellas. Si recibiéramos un mensaje complejo y detallado surgido de una de estas civilizaciones, o tuviésemos otra forma de contacto con ella, los efectos sobre nuestra civilización podrían ser intensos y profundos.
Muchos astrónomos, biólogos, filósofos, a los que se agrega ahora otra gente, creen que la existencia de la diversidad de la vida en el universo es un valor supremo. Es decir, en el universo entero, nada es de mayor valor, importancia o significación que las civilizaciones avanzadas y las especies inteligentes, incluyendo la nuestra, por supuesto. Si se preguntara “¿qué cosa o idea tiene más importancia o valor que la diversidad de la vida en el universo, incluyendo la civilización humana?” mucha gente contestaría: “Nada; el ser humano y cualquier otra vida inteligente son la cosa más importante del universo.
Aunque probablemente esté en muchos mundos, sólo conocemos las especies de la Tierra
¿Cuán extensa y diversa es la vida inteligente que se ha desarrollado en nuestra galaxia? Se ha escrito una cantidad enorme de literatura científica sobre estas dos cuestiones. Estamos pensando aquí en las especies naturalmente desarrolladas que han alcanzado por lo menos nuestro nivel de inteligencia, penetración, conocimiento y cultura. Entre los científicos que han estudiado esta cuestión, el consenso general es que se deben haber desarrollado muchas especies inteligentes a través de nuestra galaxia, ahora y en otros tiempos, y que algunos de ellas pueden estar vivas hoy.
El revoltijo de complejidad que está presente en el Universo, nos lleva a pensar que, todo se ha fraguado a través de más de 13 mil millones de años, el tiempo necesario de evolución de la materia en las estrellas y en el propio universo para que, la vida, pueda surgir en sistemas con las adecuadas condiciones para acogerla. Hasta el momento, que sepamos, es el Carbono el material que la hace posible y la alternativa química sería el silicio que forma cadenas moleculares parecidas, pero por desgracia, tienden a ser , como el cuarzo y la arena, rígidas y poco interesantes como ladrillos para la biología.
Irónicamente, la revolución informática está demostrando que es la física del silicio más que la química del Carbono la que constituye la mayor promesa como alternativa para la vida artificial. Pero tales formas de vida e inteligencias no evolucionan espontáneamente como las nuestras sino que, deben ser fabricada por organismos basados en el Carbono para construir configuraciones altamente organizadas que, es probable quen un día de nuestro futuro, lleguen a poder auto-replicarse y, será entonces cuando podremos decir que ha nacido una nueva especie.
Está claro que hasta el momento todo ha sido especular pero,los hallazgos de moléculas orgánicas necesarias parsa la vida en el espacio exterior nos pone delante de los ojos un fuerte indicio de lo que puede ser, Todos esos materiales necesarios para la vida están esparcidos por el Universo, por los mundos y, cuando alguno de ellos, como la Tierra, está situado en la zona habitable de su estrella… ¡Vida a la vista!
“Un Universo tan vasto y complejo como el que sabemos que existe a nuestro alrededor, quizá haya sido absolutamente necesario…para producir un mundo que se adaptase de forma precisa en todo detalle al desarrollo ordenado de la vida que culmina con el hombre.”
Un poco provinciano el pensamiento al pensar que el hombre puede ser la cumbre de todo y, ciertamente, no podemos descartar la presencia de otros seres inteligentes y más avanzados que nosotros en otros mundos situados hasta en nuestra propia Galaxia. No digamos ya en los cien mil millones de galaxias que en el Universo son.
Hoy no podemos hacernos eco de ese sentimiento que resulta de la cortedad de pensamientos, de mirarnos el ombligo y, de no ver más allá de nuestras propias narices. El gran tamaño del Universo observable, con sus 1080 átomos, permite un enorme número de lugares donde puedan tener lugar las variaciones estadísticas de combinaciones químicas necesarias para el surgir de la vida. ¿Cómo la nuestra? ¿Quién puede saber eso?
Por mi parte creo que, en lo esencial, seres vivos organizados, donde quiera que puedan existir en el universo, deben ser fundamentalmente, y en su naturaleza esencial, también iguales y, si eso fuese así, creo que, sería muy beneficioso para nosotros cuando tengamos que tener encuentros futuros con la vida surgida en otros planetas de nuestra propia galaxia o de otras…¿quién lo puede saber?
emilio silvera