Jul
25
Creando parcelas del saber: Datación
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (2)
Es curioso como nuestra imaginación ha ido creando parcelas del saber para desvelar misterios bien guardados por la Naturaleza, y, uno de ellos es el tiempo de las cosas muy antiguas y fósiles del pasado profundamente enterrados a los que tenemos que buscar sus fechas de nacimiento.
Los radio-isótopos son átomos inherentemente inestables que se desintegran espontáneamente en elementos descendientes estables con tasas que pueden medirse con precisión en el laboratorio. Por tanto, si determinamos la cantidad de isótopo radiactivo progenitor que ha desaparecido del mineral con el tiempo, o la cantidad de isótopo descendiente que se ha acumulado, podemos calcular la edad del mineral. Curiosamente, lo que se mantiene constante en la desintegración radiactiva es la proporción de radioisótopo que se desintegra en un intervalo de tiempo determinado, y no el número de átomos que se desintegran. Por tanto, a medida que disminuye con el tiempo la abundancia de un isótopo radiactivo en un mineral, la tasa absoluta de desaparición del elemento también disminuye. El ritmo de desintegración de un isótopo radiactivo se denomina vida media, y se define como el tiempo necesario para que la mitad del radioisótopo de un material se desintegre en otro elemento.
Representación de la célebre paradoja de “Aquiles y la tortuga” junto a la efigie de Zenón
“Las paradojas de Zenón son un conjunto de problemas filosóficos que, en general, se cree que fueron planteados por el filósofo de la Antigua Grecia Zenón de Elea (c. 490-430 a. C.) para respaldar la doctrina de Parménides, en la que se afirma que, contrariamente a la evidencia de los sentidos, la creencia en el pluralismo y el cambio es errónea, y en particular que el movimiento no es más que una ilusión de los sentidos.”
Los que conozcan bien los clásicos habrán recordado la paradoja de Zenón en la que Aquiles persigue a una tortuga.
El sistema de datación radiométrica más conocido es el proporcionado por el ¹⁴C, o Carbono 14, un isótopo raro del Carbono que se produce de forma natural por acción de los rayos cósmicos y antropogénicamente por bombas nucleares. Se desintegra en Nitrógeno (¹⁴N) con una vida media de 5.730 años. Como el ¹⁴C es tan poco común (menos de uno de cada mil átomos de Carbono) y su vida media es tan corta, la Datación con radio carbono queda limitada a los últimos cien mil años, aproximadamente.
En los materiales más antiguos simplemente no queda suficiente ¹⁴C para que pueda medirse con precisión. Por consiguiente, el ¹⁴C proporciona una herramienta de datación valiosa para egiptólogos o para paleontólogos interesados en mamuts lanudos, pero no sirve para desentrañar la historia profunda de la Tierra.
Para datar sucesos más lejanos y arcaicos necesitamos un reloj más importante: un radioisótopo cuya vida media se mide en muchos millones de años, incluso miles de millones de años. El Potasio 40 (⁴⁰K) se identificó inicialmente como un candidato prometedor para la geocronología. Este isótopo inestable se desintegra formando o bien Calcio (⁴⁰ Ca), que desafortunadamente no puede distinguirse de los iones de calcio ya presentes en el mineral, o bien Argón (⁴⁰ Ar), que si puede distinguirse.
Esta entrada fue publicada el sábado, 25 de julio de 2020 a las 7:51 y está clasificada bajo: General. Puede hacer un seguimiento de los comentarios de esta entrada gracias al feed RSS 2.0. Puede dejar un comentario, o enviar un trackback desde su sitio.
el 18 de abril del 2012 a las 11:39
Te traduzco una parte de una entrevista a Wal Thornhill, defensor de la teoría del Universo Eléctrico:
“Cochrane: Me gustaría preguntarle, Mr. Thornhill, si puede comentarnos brevemente acerca de la datación por carbono.
Thornhill: ¿Te refieres a la datación por elementos radiactivos? Bien, creo que el problema de la datación radiactiva es que supone el modelo uniformista de que los elementos radiactivos fueron creados en algún momento de la formación temprana del Sistema Solar, y desde entonces ha habido un lento proceso de desintegración. Bajo la teoría eléctrica, los elementos se están formando todo el rato en esas descargas, y cuando tienes descargas planetarias, ocurre la transmutación de elementos y se crean radioisótopos. De hecho, parte de my artículo sobre meteoritos señala que la implantación de algunos radioisótopos en meteoritos condríticos sugiere que fueron formados al mismo tiempo que el meteorito, lo que es un poco difícil de explicar si asumes que esos elementos fueron creados en supernovas cercanas y ese tipo de cosas. Así que creo que la datación radiactiva es un verdadero problema. Mi opinión sería que si pudiéramos mirar las rúbricas elementales y radiosotópicas de los aniñños y las lunas de los planetas exteriores y las rúbricas de los objetos del Sistema Solar interior seríamos capaces de elaborar algún tipo de genealogía de todos esos objetos. Pero va a ser una tarea mastodóntica, y hay probablemente muchos problemas asociados con ella también.”
el 19 de abril del 2012 a las 4:23
La teoría tiene mucha lógica y no se aparta mucho de la realidad.
En cuanto a la datación, es cierto que encontraremos sistemas más efectivos que los que ahora estamos utilizando pero, de momento, no tenemos otro medio de saber la edad de objetos y cosas que, como papiros antiguos o rocas con miles de millones de años…nos envían y contienen mensajes que necesitamos traducir para saber del pasado que construyó nuestro presente.
Todo cambia y, los modelos científicos también.
Un saludo cordial