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Sí, avanzamos pero… ¿Qué futuro nos espera?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en el futuro ~ Comments (1)
¿Qué será la materia?
A medida que los núcleos se hacen más grandes, la probabilidad de una fisión espontánea aumenta. En los elementos más pesados de todos (einstenio, fermio y mendelevio), esto se convierte en el método más importante de ruptura, sobrepasando a la emisión de partículas alfa.
Sólido, Líquido, Gaseoso y Plasma ¿No falta alguno?
“El verdadero «cuerpo» del agujero negro es la masa que está escondida detrás de ese velo de oscuridad que produce la gravedad.”
¿Qué forma habrá adoptado la materia en la Singularidad?
¿Qué será la materia? Conocemos algunos de los estados que adopta en función de temperaturas y otros escenarios de Gravedad, o, incluso algunos que desconocemos
El entrenamiento de los astronautas es intenso y procura adaptación a los que en el Espacio se puedan encontrar. Sin embargo, no acabamos de admitir que en ese medio, los seres humanos están fuera de su ámbito natural que está en la seguridad del planeta que los vio nacer, al que están adaptados y que difiere del medio Espacial en todo.
La Humanidad, en el Futuro lejano, se verá abocada a buscar otros planetas que le puedan acoger como ha hecho la Tierra. El Sol no es algo imperecedero, y, por muchos miles de millones de años que pueda “vivir”, finalmente, se convertirá en Gigante roja primero y estrellas enana blanca después, y, para cuando suceda… ¿Dónde estaremos nosotros?
No, no será fácil encontrar acomodo en otros mundos. Aunque tenga atmósfera y condiciones parecidas a la Tierra, la adaptación será muy dura y también el viaje para llegar a ellos. Navez grandes como ciudades que lleven todos los materiales y maquinaria que harán falta para el trabajo que nos esperaría en ese nuevo mundo.
“Lo que hoy es realidad, fue ayer fantasía y será mañana recuerdo.No hay hecho que no haya sido sueño una vez, ni invento que no haya sido una vez ilusión”
El Planeta habrá cambiado y… ¡Nosotros también!
Lo cierto es que, cada vez que ha salido alguien, que como el precursor de la ciencia ficción, el entrañable Julio Verne, nos hablaba de viajes imposibles y de mundos insólitos, nadie pudo creer, en aquellos momentos, que todas aquellas “fantasías” serían una realidad en el futuro más o menos lejano. Todo lo que él imagino hace tiempo que se hizo realidad y, en algunos casos, aquellas realidades-fantásticas, han sido sobrepasadas como podemos contemplar, en nuestras vidas cotidianas. Ingenios espaciales surcan los espacios de nuestro entorno espacial, y otros, lo hacen por el misterioso fondo oceánico como fue predicho hace ahora más de un siglo.
Un equipo de físicos de la Universidad de Viena y de la Academia Austriaca de las Ciencias ha logrado llevar a cabo una teletransportación cuántica a una distancia récord de 143 kilómetros, entre las islas de La Palma y Tenerife. Ahora, los profetas modernos resultan ser Físicos que nos hablan de sucesos cuánticos que no llegamos a comprender y que, son ¡tan extraños! que nos resultan poco familiares y como venidos de “otro mundo”, aunque en realidad, son fenómenos que ocurren en las profundidades del mundo de la materia, o, en las transiciones de fase que se producen en las estrellas, en los agujeros negros y en las explosiones de supernovas.
Lo cierto es que siempre hemos utilizado el 100 por 100 del cerebro que, en cada momento, estaba disponible. Es un mito aquel dicho que hemos oído tantas veces: ¡Sólo utilizamos el 10% del cerebro! Lo cierto es que lo utilizamos todo, otra cosa muy distinta es que, a medida que avanzamos y adquirimos nuevos conocimientos y vamos comprendiendo más y más, el cerebro evoluciona y adquiere más capacidad.
La Isla de la Ignorancia en la que estamos confinados, es cada día más pequeña. Vamos pudiendo explicar “cosas” que antes, nos eran totalmente desconocidas y cada vez van siendo menos los visionarios y más los estudiosos científicos, tanto teóricos como experimentadores que, en todos los campos, nos llevan, sin que nos demós cuenta, hacia el futuro que…, ¡puede ser de tántas maneras! Precisamente por eso, será bueno que nuestras mentes, no se resignen a que estémos encerrados aquí, en esta nave espacial que llamamos Tierra y que surca el espacio interestelar a muy buena velocidad aunque no todos sean conscientes de ello.
“Nuestro universo parece ser completamente uniforme. Si miramos a través del espacio desde un extremo del universo visible hacia el otro, se verá que la radiación de fondo de microondas que llena el cosmos presenta la misma temperatura en todas partes.”
Desde que nacemos estamos conectados al Universo del que somos parte
“En estos experimentos se ha comenzado con un gas cuántico unidimensional de átomos ultrafríos, el llamado condensado de Bose-Einstein, que fue dividido rápidamente en dos mediante un atom chip”
¡”La forma de este patrón de interferencia muestra que las dos partes aún no han olvidado que proceden originalmente del mismo átomo” !
¿Dónde estaríamos nosotros cuando se pusieron los cimientos de la Tierra?
Eso, ni más ni manos, me preguntó un día alguien en un coloquio sobre el Universo, La Tierra y, la Vida. Claro que, no podía ni sabía contestar, ya que, por aquel entonces, nosotros, sencillamente, ¡no estábamos!
Y, lo único que se me ocurrió decir fue: Bueno, no exactamente nosotros que llegamos muchísimo más tarde, pero, lo cierto es que los materiales que nos pudieron conformar, estaban en aquella nebulosa con la que regó el espacio interestelar una supernova hace ahora miles de millones de años. Después, el Tiempo hizo posible que surgiera el Sol y, a su alrededor los planetas y lunas del Sistema Solar, y, con la ayuda de muchas transiciones de fase y lo que hemos llamado evolución, y, los ingredientes precisos de atmósfera, agua, radioactividad y otros parámetros necesarios, surgío aquella primera célula replicante que lo comenzó todo, es decir, la aventura de la Vida.
Una Tierra ignea, incandescente, sin vida
Todas aquellas explicaciones, de ninguna manera convencieron al curioso que formuló la pregunta, sin embargo, otra no tenía y así, de momento, quedaron las cosas. Ya me gustaría a mí saber para poder contestar a todas las preguntas que me hacen. Sin embargo y es lo cierto, desde que llegamos aquí no hemos de viajar hacia el futuro que… Incierto, espera a nuestra especie que, ajena a lo que pueda pasar, y, empujada por su inmensa curiosidad, no deja de hacer preguntas y de querer saber… ¿hacia dónde vamos?
emilio silvera
el 25 de noviembre del 2014 a las 12:17
El abanico de posibles futuros… ¡Es infinito! Simplemente tenenos que pensar en uno que, por muy descabellado que nos pueda parecer… ¡Podría ser posible! Muchos son los futuros que nos dibujado en novelas de Ciencia Fiscción y en Películas del género, unas mejores que otras pero todas, de una desbordante imaginación.
El futuro si lo situamos cerca es previsible casi con seguridad, exceptuando un suceso fortuito como, por ejemplo, la caída de un meteorito de grandes proporciones. Por lo demás, podemos seguir el curso del mundo y de las sociedades que lo pueblan a unas décadas del futuro y, la variación, podría ser mínima. Sin embargo, no es a ese futuro al que tenemos que referirnos, sino que, el futuro que se vislumbra cambiante y esquivo, es el futuro situado a muchos años hacia adelante, cuando varias generaciones hayan pasado y estén aquí, nuestros descendientes conviviendo con Robots de última generación que viajan al espacio, explotan minas en otros mundos y controlan estaciones espaciales.
Ese futuro, en el que, el humano tendrá una vida media de más de 150 años, ese futuro en el que, casi todas las enfermedades estén erradicadas o, por lo menos, se tengan remedios para todos los problemas físicos que puedan surgir y nos puedan afectar, ese futuro en el que la nanotecnología sea cosa corriente y esté solucionando problemas que ahora ni podemos imaginar, tanto en biomedicina como en otros aspectos de la vida cotidiana de nuestra especie.
El fueuto, siempre será incierto, nunca podremos saber que será del mañana. Del futuro podemos imaginar y, también ¿Por qué no? Podremos procurar que sea de una u otra manera pero, que lo consigamos… ¡Eso es otra cosa!
Lo cierto es que, nosotros ni nadie, podrá nunca vivir en el futuro, estamos condenados, o, más bien confinados, a un continuo presente. El Tiempo siempre corre hacia adelante y, cuando pasa le decimos pasado y, al que está por venir, le llamamos futuro, sin embargo, cuando llega… ¡Ya es presente! Como futuro literalmente hablando, nunca lo conoceremos ni podremos estar en él. El futuro es lo que está por llegar y, si no ha llegado… ¿Cómo podríamos estar allí?
¿Viajes en el Tiempo?
Bueno, eso va mucho más allá de todo lo que podamos concebir al día de hoy. Imaginarlo sí pero, plasmarlo en realidad… Sólo es un sueño a los que tan adictos somos los humanos.