Feb
15
¿Comprendemos? ¿Somos racionales? ¡La Mente!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Divagando ~ Comments (1)
Cuando pienso y escribo lo que a la Mente me llega, puedo comenzar hablando de una cuestión y terminar hablando de otra muy distinta. Me vienen al recuerdo temas diversos, y de manera natural, sigo mis pensamientos, y así lo expreso en la hoja en blanco. En realidad, al poner en el papel mis pensamientos tal y como llegan y sin ser repasados para pulir las ideas originales, podrán tener algún que otro fallo pero, son más originales y verdaderos.
¿Dónde reside la curiosidad? Debe ser un lugar enorme para que quepa tanta
¿No resulta más ameno? De todas formas, siempre trato de finalizar los temas. Básicamente soy un insaciable buscador de la razón de ser de las cosas; todo me parece interesante. Mi curiosidad es ilimitada y mi vehemencia y pasión me llevan, a veces, a olvidarme de comer o (más grave aún), de recoger a mi mujer, que en un pueblo cercano espera mi llegada como habíamos quedado. Son cosas corrientes de mi manera de ser que, cuando emprendo una tarea, una lectura, o un proyecto, lo quiero tener terminado antes de comenzarlo.
Analizando los datos proporcionados por el telescopio Amanda, enterrado en el Polo Sur, científicos nortemaricanos han observado las colisiones de neutrinos de una energía 10.000 veces más elevada que la de los neutrinos que emite nuestro Sol con otras partículas elementales, obteniendo así la evidencia de la existencia de otras dimensiones.
Los neutrinos son partículas elementales de masa prácticamente nula que se forman por reacciones nucleares. Mientras que el Sol y otros fenómenos cósmicos producen neutrinos de baja energía, los neutrinos de alta energía se producen por cataclismos cósmicos remotos y extremadamente violentos, tales como los agujeros negros, las supernovas y el Big Bang.
Leo cualquier titular en un periódico: “Instalan un observatorio bajo el hielo para estudiar los confines del cosmos. Cuando esté en marcha, los científicos esperan que detecte 1.000 colisiones diarias de neutrinos, partículas minúsculas que nos traen información del universo.” No puedo, a partir de ahí, evitar el comprar el periódico o la revista para leer todo el reportaje completo, aunque sé que no dirán nada que ya no sepa sobre los neutrinos y la manera de cazarlos en las profundidades de la Tierra, en profundas minas abandonadas en las que colocan tanques de agua pesada que, conectados a potentes ordenadores, detectan la presencia de estas diminutas partículas (al parecer carentes de masa) que pertenecen a la familia de los leptones.
La hermosa fotografía de arriba corresponde al detector de neutrinos Super-Kamiokande, situado a un kilómetro de profundidad en la mina de Moxumi, cerca de la ciudad de Hida, en Gizu, Japón. Aquí queda para ilustrar una noticia que ha corrido estos días como la pólvora (mejor dicho, como los propios neutrinos) por todo tipo de medios de comunicación: un equipo de físicos ha anunciado que los neutrinos pueden viajar más deprisa que la luz, algo inconcebible por la teoría de la relatividad.
Cada segundo que pasa, billones de estas minúsculas partículas invisibles llamadas neutrinos, atraviesan nuestros cuerpos, en muchos casos, después de haber recorrido de un confín a otro todo el universo.
Hemos visto publicado en El Mundo, la sorprendente noticia de la velocidad de los neutrinos que desbancan la velocidad de la luz y, pone en duda la afirmación de Einstein nen su Teoría de la Relatividad. Los Científicos se muestran prudentes y dicen no querer rebatir ninguna ley física.
El investigador Dario Autiero durante la presentación de los resultados en Ginebra. | CERN
“La publicación de un trabajo realizado en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) de Ginebra que demuestra que unas partículas, llamadas neutrinos, pueden viajar más rápido que la velocidad de la luz ha agitado a la comunidad científica durante todo el día y ha ocupado titulares en todos los medios de comunicación del mundo. Tal ha sido el revuelo que los autores de la investigación se han visto obligados a presentar sus resultados a sus colegas en un seminario abierto en la sede del CERN.”
Finalmente se descubrió que la errónea toma de datos les llevó a decir lo que no era
En una abarrotada sala de actos, uno de los firmantes del estudio publicado en ‘High Energy Phisycs’ de la Universidad de Cornell, Dario Autiero, ha presentado el experimento Opera y los resultados que han obtenido. Las mediciones corresponden a tres años de trabajo (2009, 2010 y 2011) en los que se han enviado neutrinos en multitud de ocasiones, según explicó Autiero durante casi dos horas de presentación.
Los neutrinos, al contrario que los fotones (es decir, la luz) o los rayos cósmicos, viajan sin cesar de un lado a otro del universo sin que ningún campo magnético los desvíe de su camino, y sin ser destruidos tras colisionar con otras partículas, ya que apenas poseen carga eléctrica ni interaccionan con la materia. Por ello, estudiar de cerca un neutrino permitiría descubrir su procedencia y aportaría a los científicos una valiosa información sobre los rincones del universo de los que provienen.
La posibilidad de que los neutrinos viajen más rápidos que la luz, cuando fue publicada, dejó al mundo científico sin habla, y, como Einstein decía que si algo viaja más rápido que la luz volvería al pasado, algunos han apuntado la posibilidad de aprovecharlos y enviar un mensaje a Einstein para que rectifique su teoría y vuelva a tener razón.
El problema que se plantea es que agarrar un neutrino no es tarea nada fácil, y aunque se cree que el neutrino puede ser el mensajero cósmico ideal, primero habrá que retenerlo para poder hacer la comprobación. Esta partícula fue anunciada o prevista su existencia por Wolfgan Pauli, y su nombre, neutrino (pequeño neutro en italiano), se lo puso el físico Enrico Fermi.
En fin, que los neutrinos dieron mucho que hablar. Hablemos de otras cosas. Me viene a la mente que el fin de la Edad de Hielo, hace 300 millones de años fue precedido por bruscos cambios en el nivel de dióxido de carbono (CO2), alteraciones violentas del clima y efectos drásticos sobre la vegetación del planeta.
Ya hay una explicación factible de lo que sucedió con el fin de la edad de Hielo. Científicos de la Universidad de Cambridge han encontrado el posible foco de una gran emisión de dióxido de carbono de hace 18.000 años que pudo haber contribuido al fin de la Edad de Hielo. Lo que evidencia que el CO2 en aquella época se encontraba en las profundidades del océano.
Pero, ¡¿qué estamos haciendo ahora?! La irresponsabilidad de algunos seres humanos es ilimitada.
Hace 300 millones de años, el hemisferio sur del planeta estaba casi totalmente cubierto por el hielo; los océanos del norte eran una sola masa gélida y los trópicos estaban dominados por espesas selvas, pero 40 millones de años después, el hielo había desaparecido; el mundo era un lugar ardiente y árido. La vegetación era escasa y los vientos secos soplaban sobre una superficie donde casi no había vegetación. Sólo un reptil podría sobrevivir en aquellas condiciones.
Científicos de la Universidad de Yale aportan las primeras pruebas que apoyan la teoría “Tierra bola de nieve”, que sostiene que en el pasado, nuestro planeta estuvo cubierto completamente por el hielo en varias ocasiones. ¿Volverá a suceder?
Ahora parece que estamos decididos a repetirlo. ¿Qué hará Gaia para defenderse? Creo que hará lo que estime necesario para preservar su integridad, y si para ello es preciso eliminar a los molestos bichitos que causaron el mal, no creo que dude en hacerlo, ya que los acogió, les ofreció todos los recursos necesarios para la supervivencia y el pago, no fue precisamente, el más adecuado.
Lo peor de todo esto es que el comportamiento de unos pocos lo pagaremos todos. Es como cuando un niño molesta en el colegio y el maestro castiga a toda la clase.
Una Tierra cubierta de hielo impediría la vida de muchas especies
Franz Liszt dijo una vez la hermosa frase siguiente:
“Nuestras vidas son preludios; preludios de una desconocida canción cuya primera nota es la muerte.“
Liszt encabezó su referencia a un poema de Lamartine, en uno de sus más conocidos poemas sinfónicos, con esta memorable definición.
¿Será verdad que la muerte es el comienzo? Bueno, en las estrellas así ocurre, a partir de su muerte comienza algo nuevo pero, en otro estado, nunca podrá ser la misma estrella. Sin embargo, si puede ser un púlsar radiante.
Bueno, es mejor ser respetuoso con ciertos pensamientos. Hay ciertos temas sobre los que la ciencia no tiene potestades ni puede legislar. Yo, en este sentido, me parapeto tras mi ignorancia para no pronunciarme sobre lo que desconozco, y sobre temas que la ciencia no está en condiciones de hurgar.
Pero como otras tantas veces, me he desviado de nuevo, me fui por las ramas olvidando que, en realidad, trataba sobre la posibilidad de la vida después de la muerte, y, por si acaso, aconsejo a todos que se porten bien aquí. Aunque, hasta donde sabemos, la vida después de la muerte sólo se produce en las estrellas, allí donde ha muerto una estrella masiva que crea una inmensa nebulosa de la que surgen nuevas estrellas… ¡Pero en nosotros… Nunca vino nadie del más allá para contarnos tal suceso!
La última propuesta para paliar la grave contaminación atmosférica de las grandes ciudades proviene de España, concretamente de la Universidad Politécnica de Valencia: convertir los edificios en “esponjas” para absorber la polución. Para lograrlo, expertos de esta institución han creado una nueva cerámica formada por una sustancia llamada OFFNOx, que funciona generando una reacción química con los gases que están presentes en la atmósfera.
Tenemos el reto de generar energía sin provocar daños que nos lleve a un indeseado cambio climático. La concentración de CO2 elevará la temperatura del planeta Tierra provocando la escasez de agua y la desertización del suelo.
Antes fue un fondo marino
El ser humano, que vivió en la miseria durante muchos siglos de su existencia, descubrió hacia 1.800 las ventajas que le podía reportar la utilización de la energía. Aquello podía cambiar sus vidas, en igualdad hasta entonces con la de los animales (o parecidas), y comenzó a utilizar el carbón y posteriormente el petróleo – combustibles fósiles que ardían 1.000 veces más rápido de lo que habían tardado en formarse -. Hasta aquí todo bien; un reino de maravilla. Gracias a este enorme suministro de energía, la población humana pasó de 700 millones de individuos a unos 7.000 en 200 años. Hasta aquí todo bien, otra vez.
En los años 50 del siglo XX, la energía era abundante y muy barata, y nadie pensaba que pudieran surgir problemas. Se construía sin aislamiento y los motores de los coches consumían sin medida. Así, se asentó la creencia de que no existía ningún límite al consumo. De este modo lo asimiló la población en general, y los mandatarios políticos y las direcciones de las grandes empresas en particular. Nadie pensaba, en esos momentos, en el futuro.
Pero las cosas no eran así, todo no era tan maravilloso; la sociedad sin problemas de la Utopía, en realidad no existía.
El actual modelo energético, basado en el uso de combustibles fósiles…Debe llegar a su fin antes de que sea demasiado tarde.
Cuando obtenemos más energía quemando combustibles fósiles, emitimos el gas CO2 a la atmósfera. Este gas es inocuo y es el que posibilita la vida en la Tierra, al hacer que su temperatura media global (TMG) esté entre lo 9 y los 22 ºC. Es el gas que utilizan las plantas para crecer y almacenar la energía. Sin embargo, el exceso de CO2 en nuestra atmósfera es muy dañino.
En la etapa en la que nos desarrollamos como Homo Sapiens, la cantidad de CO2 en la atmósfera osciló entre las 180 y las 280 partes por millón, y la TMG entre los 9 y los 15 ºC. Hoy estamos ya en 380 partes por millón, camino en 20 años de las 500. No debemos superar estas 500 partes por millón; si pasamos este límite, el clima de la Tierra cambiaría de manera irreversible a escala humana.
El problema no es que haga más calor, el problema real es el de la falta de agua, y la desertización está arruinando nuestra casa (el planeta). Gracias a las energías fósiles hemos creado una civilización dependiente y frágil. Una subida global de 6º en la temperatura la podría destruir, no directamente, pero sí a través de movimientos migratorios de cuyos problemas se generarían guerras con millones de muertos. Ése es el negro futuro inmediato que nos aguarda, si los responsables (irresponsables quería decir) gobernantes no toman y adoptan en el acto las medidas que, desde hace años, vienen pregonando los científicos.
Estamos inmersos en un enorme problema, que el interés de unos pocos tratan de hacer que continúe. Sus ideas están caducas y los sistemas de vieja factura son insostenibles.
Estamos alcanzando, en algunos lugares, niveles insoportables para la vida sana
Han podido invertir antes en investigar nuevos caminos y nuevas fuentes de energía que están en la mente de todos: solar, eólica, fusión, etc., claro que habría que invertir mucho dinero y repartir menos beneficios. ¿Qué importaba que ardiera el mundo? ¡Gente sin conciencia!
Nunca hemos sabido administrar de manera adecuada los recursos que nos ofreció y nos ofrece la naturaleza. Hemos despilfarrado el capital recibido, esquilmando millones de hectáreas de bosque o utilizando energía de fisión nuclear altamente contaminante. ¿Por qué razón no centramos el esfuerzo en aprovechar la energía inagotable del Sol, que además no contamina?
Para mí, personalmente, siempre será un misterio la irracionalidad del comportamiento humano.
¡Retrógados!
Estamos ante un peligro muy real. Si no cuidamos nuestro planeta, estamos descuidando el futuro de nuestros hijos.
emilio silvera
el 17 de febrero del 2021 a las 4:45
Entonces: ¿Como se llama al hecho de recorrer cierta distancia, consumiendo cierta energia? Osea un hombre desplazandose 20 km.