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Del Universo y de nosotros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
Nuestro Universo será lo que la cantidad de materia que contiene le permita
Densidad Crítica que, está referida a la “Densidad media” requerida para que la Gravedad detenga la expansión del Universo. Un universo con una densidad muy baja se expandirá para siempre, mientras que uno con una densidad muy alta colapsará finalmente (Universo cerrado). Sin embargo, un Universo con exactamente la densidad crítica, alrededor de 10-29 g/cm3, es descrito por el modelo de Einstein–De Sitter, que se encuentra en la línea divisoria de los otros dos extremos. La densidad media de materia que puede ser observada directamente en nuestro Universo representa sólo una pequeña parte del valor crítico. Pero, puede existir, sin embargo, una gran cantidad de materia oscura que elevaría la cantidad hasta el valor crítico que es, el que parece que existe realmente.
Muchos siguen aferrados a la “materia oscura” que permea todo el Universo. No la podemos ver, no sabemos de qué está hecha, no emite radiación pero genera Gravedad… ¿Qué clase de materia es esa?
¡Ya veremos! Si con los 10-29 g/cm3 = 10-5 átomos/cm3 + la materia oscura, el Universo resultante es el ideal y equilibrado para evitar el Big Crunch que, es el estado final del universo de friedmaniano, cerrado, es decir que su densidad excede a la Densidad Crítica, dicho Universo se expande desde el Big Bang inicial, alcanza un radio máximo, y luego colapsa hacia el Big Crunch, donde la densidad de materia se volvería infinita al confluir toda la materia del Universo en un punto de una energía, densidad y temperatura infinitas ¡Una Singularidad!
- Universo cerrado.
- Universo abierto.
- Universo plano.
-
Big Freeze o muerte térmica del universo
- Big Rip.
- Big Bounce.
- Multiverso.
El destino final del universo es una de las cuestiones fundamentales en cosmología física. Muchos destinos posibles son predichos por teorías científicas rivales, incluyendo futuros de duración tanto finita como infinita.
El final del Universo, sea cual fuere la Densidad Crítica, nunca será bueno para la Humanidad. El universo cerrado nos achicharrará en una enorme bola de fuego. El universo abierto nos congelaría con el termómetro marcando el cero absoluto (-273º K). ¿Qué más da el tipo de Universo que nos acoge? El final nos lo pondrá muy difícil.
La Gigante roja calcinará la Tierra
Pero el problema de la Humanidad –si es que llegamos-, está antes de todo eso. Nuestro planeta que tiene unos 4.000 millones de años, contiene los materiales necesarios, la atmósfera ideal, los ríos, los océanos y los mares, las plantas y todo aquello que podamos necesitar. Pero sobre todo, tenemos la luz y el calor que nos regala el Sol. Sin el Sol, la vida no sería posible en el Planeta Tierra.
Nuestra atmósfera tiene una composición en volumen de 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 0’9% de argón, además de dióxido de carbono, hidrógeno y otros gases como vapor de agua. La distancia que nos separa del Sol, unos 150 millones de kilómetros (una Unidad Astronómica), hace que la distancia sea la ideal para que la temperatura permita la vida en el planeta. De la enorme importancia que el agua tiene para la vida casi no es necesario mencionarlo aquí, sin agua no estaríamos.
Pues muy bien, todo eso está previsto que se acabe en unos 4.500 millones de años. Cuando nuestro Sol, estrella mediana amarilla del tipo G2V, con un diámetro de 1.392.530 Km., con una masa de 1,989 x 1030 Kg, y, que consume 4.654.000 toneladas de hidrógeno cada segundo, de las que 4.650.000 las convierte en Helio y, 4.000 toneladas son expulsadas al espacio exterior en forma de luz y de calor, de lo que una pequeña parte llega a la Tierra y nos permite vivir (como expliqué antes en alguna parte anterior de este mismo trabajo).
La vida del Sol durará lo que dure su combustible nuclear, el Hidrógeno, que la mantiene activa y su horno nuclear sirve de contrapunto a la enorme fuerza gravitatoria que genera su enorme masa.
Cuando se agote el hidrógeno, el Sol se resistirá a morir y fusionará helio y después oxígeno…., llegará un momento en que la estrella se convertirá en una gigante roja, su diámetro aumentará tanto que se tragará el planeta Mercurio y Venus y, probablemente nuestro Planeta Tierra. En ese proceso, las temperaturas de nuestro planeta, habrán alcanzado miles de grados, los océanos se habrán evaporado y cualquier clase de vida desaparecerá.
La gigante roja eyectará sus capas exteriores al espacio interestelar y formará una Nebulosa planetaria, esas capas exteriores de los materiales del Sol, serán expulsados de manera violenta al espacio y, el resto, no teniendo la energía termonuclear de fusión que haga de equilibrio, quedará a merced de la fuerza gravitatoria que la estrujará literalmente sobre su propio núcleo, hasta convertirla en una estrella enana blanca de gran densidad que, se estabilizará por la degeneración de los electrones y con el tiempo, se ira enfriando para ser un cadáver estelar.
¿Qué podrán hacer nuestros descendientes? ¿Cómo podrán escapar a situación tan terrible?
En tales circunstancias debemos poner nuestras esperanzas en que sobre todo, sabrán aprovechar “El Tiempo” para ir buscando soluciones que nos permitan, antes de que todo eso pueda llegar, trasladarnos a otros mundos. Si es posible, en otro sistema solar, ya que, en el nuestro sin el Sol, tendríamos algo de frío.
¡Qué poca gente piensa en éstos graves problemas que tiene planteados, a plazo fijo, nuestra Humanidad!
Naves espaciales tan grandes como ciudades que permitan la evacuación de la fauna y la flora del planeta y que puedan partir4 hacia otros mundos para iniciar un nuevo comienzo.
La capacidad humana para aprender, inventar, buscar recursos, y sobre todo, adaptarse a las circunstancias es bastante grande. A lo largo de los últimos milenios ha demostrado que puede desarrollarse y constituir sociedades que, apuntan maneras de querer hacer bien las cosas (al menos sobre el papel).
Aunque después, en realidad, no se cumpla lo estipulado como Sociedades Democráticas y de Derecho. El reparto equitativo de la riqueza es una quimera. Medio mundo se muere de desnutrición mientras el otro medio se muere por la obesidad. Los pueblos, por motivos religiosos, de ocupación de zonas ricas en recursos energéticos y por otras causas que nunca justificaron el resultado, se están matando en pleno comienzo del siglo XXI.
NO, no estamos aquí desde siempre. En realidad, en el contexto del Universo, nuestra presencia se podría medir por el Tiempo que tarda el ojo en parpadear. La larga Historia de la Humanidad (Para nosotros), en realidad es sólo un suspiro para el Universo.
Con tal panorama, nadie podrá negar que la Humanidad esté en pleno proceso de “Humanización”. Tenemos ingenios espaciales que nos envían datos de las estrellas, robots que hacen fotos de planetas lejanos y hacen análisis de la composición del terreno de las lunas de Júpiter o Saturno, Satélites orbitando la Tierra que nos facilitan las comunicaciones y nos envían los parámetros del tiempo en los rincones más alejados del globo, ordenadores que se programan para que un láser opere un ojo humano o mil maravillas más. Sin embargo, a pesar de todo eso, dentro de nosotros prevalece el instinto animal salvaje que, de manera intuitiva, nos hace desconfiar de los demás y nos empuja incluso a matar, de forma inhumana, por defender aquello que consideramos nuestro o que simplemente queremos. Y mientras que sea así, la “Humanidad” no sería humana al cien por cien. Parece que el proceso continúa, aún falta bastante tiempo para alcanzar el nivel que, de manera definitiva, nos distinga de los animales irracionales. De momento, no hemos podido conquistar esa racionalidad que, por otra parte tanta falta nos hace. En algunos aspectos, nos comportamos como auténticos idiotas.
No todos tienen la misma condición
Me he salido del guion científico para explicar el motivo por el cual (guiado por el egoísmo de unos pocos), la Humanidad está dejando de lado su verdadera obligación de avanzar en el sentido del conocimiento para que, llegado el momento, puedan hacer frente a los terribles problemas que tendrán que resolver, pero de momento, el más terrible de todos es el de conseguir una digna capacidad de vida para todos, es el de procurar una digna forma de vida para todos los seres del planeta y que, de manera práctica y efectiva las regiones ricas acudan en ayuda de las regiones pobres del mundo, evitando la miseria, el hambre, la enfermedad y la muerte que sin inmutarnos estamos presenciando, cada día, cómodamente sentados en nuestro confortable sofá viendo y oyendo las horribles noticias que nos llegan desde esas desgraciadas regiones.
La Pandemia, los negocios arruinados, los cafres alborotadores de las calles, el Gobierno miserable e inepto que sólo trabaja para conseguir sus fines y les importa un bledo el bien general… ¿Cuánto Tiempo lo podremos soportar?
Lo más lamentable es que tales sucesos, por su cotidianidad, han pasado a ser parte de nuestras vidas, se toma como algo inevitable, que es así y nada podemos hacer.
Habrá que despertar de éste terrible sueño–realidad y aunque pueda resultar doloroso, tenemos la obligación moral, ética y social de cambiar el estado actual de las cosas.
< Un futuro mejor >
Todos tienen derecho a partir de la línea de salida con las mismas garantías. Sin embargo, la realidad es otra, las familias pudientes llevarán siempre la delantera a las humildes de cuya descendencia y salvo excepciones, estará abocada a servir a los otros.
¡Ese es, amigos míos, el verdadero mal del Mundo!
Sin importar la procedencia familiar, ni el lugar de nacimiento, y teniendo en cuenta las capacidades personales más adecuadas a sus intelectos (el padre de Newton era un humilde y pequeño agricultor que ni sabia escribir).
Matemáticos, físicos, químicos, biólogos, astrónomos, o simples peones de factorías, cada uno será lo que quiera ser, lo que su mente le permita y sus deseos les exija. También escritores, músicos pintores o actores.
Ahora, cada uno de nosotros (por lo general) tiene lo que ha podido conseguir, no lo que verdaderamente quería. ¿Cuántos magníficos médicos, profesores, ingenieros o físicos no se habrán perdido por falta de apoyo?
Tenemos que poner los medios que sean necesarios para que todos podamos ser lo que realmente queremos ser, una de las bases de la felicidad está en el principio de realizar aquello que más nos atrae.
Si disfrutas con tu trabajo… ¡Has ganado parte de la felicidad!
¿Cuántas veces hemos oído decir…? ¡Me gusta tanto lo que hago que, más que un trabajo es un disfrute!
Es totalmente cierto, el que hace lo que le gusta no siente el paso del tiempo, se podría pasar horas y horas inmerso en su trabajo, fascinado con lo que llena sus sentidos, inmerso en su mundo particular, sin que nada le pueda distraer, se aísla del entorno y consigue la felicidad personal a través de lo que hace.
Está claro que la calidad, en todos los aspectos, estará presente allí donde se esté desarrollando una actividad acorde con los deseos de las personas que la llevan a cabo. Quien desarrolla un trabajo no deseado se limita a cumplir de cualquier manera, está todo el rato mirando el reloj deseando que la jornada finalice. Por el contrario, quien hace aquello que de verdad le gusta, lo hará a conciencia, buscará la perfección y la belleza en lo que hace, y, mientras lo hace, estará tan inmerso en su mundo que, lo único que prevalece es, su trabajo.
En unos 3.000 millones de años, Andrómeda se fusionará con la Vía Láctea. Si estamos aquí todavía… ¿Qué podremos hacer?
Pues bien, ahí tendremos que llegar algún día para alcanzar el nivel requerido para solucionar los problemas que se nos vienen encima en el futuro. ¿Qué aún falta mucho? No tanto como a simple vista parece, el tiempo es inexorable, y pasa, pasa, pasa y no deja de pasar. Me parece ayer mismo cuándo con 20 años hice mi primera oposición.
Cuando escribo, mis pensamientos recorren los caminos más inesperados, y relaciono cosas que a simple vista nadan tienen que ver con el tema que estoy tratando, pero no es así, todo, de alguna manera, está conectado. Nuestros cerebros son tan complejos que se podrían definir como la máquina pensante más poderosa del Universo.
Están tratando de adoctrinar a nuestros hijos y no lo podemos permitir
El avance del saber y de los logros científicos serían más y mejores si los Gobiernos les dedicaran atención y presupuesto, al tiempo que se pusieran los medios necesarios para enseñar a los niños de hoy para no tener que castigar a los hombres delincuentes de mañana.
Pero retomemos el tema que nos ocupa y volvamos a las transformaciones que nos esperan en el futuro. Aunque algunos colaboren poco, el avance es irreversible, la sed de nuevos conocimiento es insaciable, siempre queremos más y empujado continuamente por la curiosidad proseguimos el camino, incansables, para abrir puertas cerradas que tienen las respuestas que necesitamos para seguir avanzando.
¿Hasta dónde llegaremos? ¿Qué será de la Humanidad? ¿Sabremos reaccionar a tiempo?
La respuesta, amigos, sólo la podrá dar…
el ¡Tiempo!
emilio silvera
el 12 de marzo del 2021 a las 6:14
Del Universo y de nosotros, es casi como decir desde la inconmensurabilidad hasta la mínima expresión de las dimensiones, y, a pesar de las distancias que marcan los extremos de lo muy grande y de lo muy pequeño, no podemos decir que seamos insignificantes, ya que, por lo menos hasta lo que conocemos, somos la máxima expresión de la materia evolucionada hasta llegar a poder crear ideas y pensamientos.
No es fácil el poder explicar como hemos podido llegar tan lejos en tan poco Tiempo (el “poco” Tiempo está referido a la comparación del momento en el que surgió el Universo de aquella singularidad o fluctuación de vacío -hace ahora unos 13.750 millones de años-, y, nuestra presencia aquí como seres conscientes verdaderos -hace sólo unos pocos miles de años-), las estrellas estuvieron “fabricando” los materiales de los que estamos hechos los seres vivos durante 10.000 millones de años, y, una vez que surgió aquella primera célula replicante que dio comienzo a la fascinante aventura de la vida -hace unos 3.850 millones de años-, la evolución y la diversidad comenzó a desarrollar a todas las especies de las que, la nuestra -no sabemos la razón-, destacó de todas las demás para que nuestro cerebro llegara a discernir y comprender cuestiones que los miembros de las otras especies no podían entender.
Así, ubicados en un pequeño planeta (que en el contexto de la misma Galaxia es un simple “grano” de roca y agua), y, alejados de todos los demás mundos, tuvimos la suerte de tener ese faro luminoso que llamamos Sol y que nos envía su luz y su calor para hacer posible todas las maravillas que, a nuestro alrededor podemos contemplar.
Así, situados en la periferia de una galaxia espiral, a 30.000 años luz del Centro Galáctico, hemos sido capaces de fisgonear, primero en nuestro entorno cercano, más tarde en los alrededores del sistema planetario, después en la propia Galaxia, y, mucho más tarde, en la infinitud de las galaxias muy lejanas situadas a miles de millones de años luz de nuestro pequeño mundo.
Y, a todo esto, comprendiendo mucho de lo que podíamos observar con aparatos inventados que suplían nuestras carencias físicas (telescopios, microscopios y otros mecanismos de observación como aceleradores de partículas y otros que dejarían asombrados a nuestros ancestros), llegando a desarrollar múltiples disciplinas del saber científico que nos ha situado en un nivel adecuado para poder tener ese “punto de partida” hacia empresas mayores.
Ante este asombroso escenario, nos preguntamos: ¿Seremos unos elegidos?
Aunque esa pregunta es difícilmente contestable, me atrevería a decir que NO, todos los seres vivos de nuestro mundo están basados en el Carbono fabricado en las estrellas y otros elementos allí elaborados, y, si tenemos en cuenta que sólo en nuestra Galaxia pueden existir unos 30.000 millones de “Soles”, y, que en el Universo, por muy lejos que estén algunas de sus regiones, todo funciona de la misma manera, es decir, todo se rige por unas leyes fundamentales y unas constantes universales que están presentes allí donde queramos mirar.
Y, siendo así (que lo es), en otros muchos mundos de nuestra Galaxia y de otros miles de millones de galaxias, habrán podido surgir a la vida criaturas que, como nosotros, pueden haber evolucionado hasta la consciencia de Ser. En este punto, nos paramos a pensar y nos detenemos en el hecho de que “la Naturaleza es sabia”, y, si ha situado esos otros mundos con la presencia de vida inteligente en ellos fuera de nuestro alcance… ¡Por algo será!
Pienso que, podremos tener acceso a esos remotos lugares cuando nuestras Mentes hayan evolucionado lo suficiente como para poder tener ese contacto con seres de otros mundos de manera más civilizada de la que ahora podríamos mostrar. La Historia nos muestra lo que hicimos (en nuestro propio mundo), cuando visitamos a otros pueblos lejanos en el pasado: Devastación y muerte, apropiación de lo que tenían de valor, denigración y esclavitud…
¡La condición humana!
Quizás algún día, lejano aún en el futuro, podamos decir que hemos finalizado el proceso de humanización que, por el momento, está sin terminar. Sólo tenemos que ver los sucesos del mundo cada día para saber que nos falta mucho para lograr esa armonía y poder tener el derecho de llamarnos… ¡Humanos!