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¿La Gravedad Cuántica? ¿Qués es eso?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física Cuántica ~ Comments (21)
“La gravedad cuántica es el campo de la física teórica que procura unificar la teoría cuántica de campos, que describe tres de las fuerzas fundamentales de la naturaleza, con la relatividad general, la teoría de la cuarta fuerza fundamental: la gravedad. La meta es lograr establecer una base matemática unificada que describa el comportamiento de todas las fuerzas de la Naturaleza, conocida como la teoría del campo unificado.”
La física será incompleta y conceptualmente insatisfactoria en tanto no se disponga de una teoría adecuada de la gravedad cuántica, y, hasta el momento, no parece que se pueda lograr tal teoría. Sin embargo, al desarrollar las ecuaciones de campo de la Teoría de Cuerdas, allí aparecen las ecuaciones de Einstein de la Relatividad General, sin que nadie las llame, como por arte de magia emergen. ¿Qué significa eso? ¿No será que en la Teoría de cuerdas subyace la Teoría Cuántica de la Gravedad?
Espacio-Tiempo Curvo: Gravedad Cuántica
Durante el siglo XX, la física se fundamentó, en general, sobre dos grandes pilares: la Mecánica Cuántica y la teoría de Relatividad. Sin embargo, a pesar de los enormes éxitos logrados por cada una de ellas, las dos aparecen ser incompatibles. Esta embarazosa contradicción, en el corazón mismo de física teórica, se ha transformado en uno de los grandes desafíos permanentes en la ciencia.
La teoría de la relatividad general da cuenta a la perfección de la gravitación. Por su parte, la aplicación a la gravedad de la mecánica cuántica requiere de un modelo específico de gravedad cuántica. A primera vista, parecería que la construcción de una teoría de gravedad cuántica no sería más problemático que lo que resultó la teoría de la electrodinámica cuántica (EDC), que ya lleva más de medio siglo con aplicaciones más que satisfactorias.
En lo medular, la EDC describe la fuerza electromagnética en términos de los cambios que experimentan las llamadas partículas virtuales, que son emitidas y rápidamente absorbidas de nuevo; el principio de incertidumbre de Heisenberg nos dice que ellas no tienen que conservar la energía y el movimiento. Así la repulsión electrostática entre dos electrones puede ser considerada como la emisión, por parte de un electrón, de fotones virtuales y que luego son absorbidos por el otro.
Aunque parece contrario a lo racional, ni siquiera el vacío absoluto equivale al concepto de la nada. De hecho, el vacío está repleto de diversas partículas que continuamente aparecen o dejan de existir. Estas partículas aparecen, existen durante un breve instante y luego vuelven a desaparecer.
Como su existencia es tan fugaz, generalmente se las llama partículas virtuales.
La misma mecánica, pero a través de los cambios de la partícula virtual de la gravedad el «gravitón» (el quantum del campo gravitacional), podría considerarse para estimar la atracción gravitacional entre dos cuerpos. Pero gravitones nunca se han visto. La gravedad es tan débil que puede obviarse a escala molecular, donde los efectos cuánticos son importantes. Ahora, si los cambios que podrían realizarse en los gravitones sólo se producen en la interacción entre dos puntos de masa, es posible, entonces, que en los cuerpos masivos se ignore los efectos cuánticos. El principio de incertidumbre de Heisenberg nos señala que no podemos medir simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula subatómica, pero esta indeterminación es imperceptible para los planetas, las estrellas o las galaxias.
Pero el principal obstáculo, sin embargo, es la cantidad de complicados procesos que implica examinar un gran número de gravitones. La gravedad se diferencia crucialmente del electromagnetismo al no ser lineal. Esta falta de linealidad surge porque la gravedad posee la energía, y ésta tiene la masa, que gravita. En el lenguaje cuántico, esto implica que gravitones interactúan recíprocamente con otros gravitones, a diferencia de los fotones, que interactúan sólo con cargas y corrientes eléctricas y no con otros fotones. Ahora, como los gravitones interactúan el uno con el otro, las partículas de materia son rodeadas por complejas redes de gravitones virtuales que forman «lazos cerrados», muy semejante a «árboles bifurcados».
En la teoría de campo cuántica, los lazos cerrados son un signo de problema; ellos normalmente producen respuestas infinitas en los cálculos de procesos físicos. En EDC, tales lazos ocurren cuando un electrón emite y absorbe de nuevo su propio fotón. En ese caso, los infinitos son soslayados a través de un procedimiento matemático conocido como re-normalización. Si éste es hecho correctamente, se obtienen razonables respuestas. La QED es lo que se llama una teoría re-normalizable porque todos los infinitos pueden ser soslayados sistemáticamente; en efecto, solo un conjunto de operaciones matemáticas es suficiente para eliminar los infinitos.
Con el concepto de campo, la visión de la naturaleza de las cosas es perturbadora, la realidad vuelve extraña y escapa a nuestros 5 sentidos. La realidad no es simplemente explica por la presencia de la materia, sino también por los intercambios y las interacciones entre los objetos reales y objetos virtuales de los campos cuánticos de baja energía.
En el mundo cuántico todas las partículas del Modelo Estándar, los fermiones y bosones surgen de vibraciones en un campo. Este es también el concepto básico del funcionamiento de los aceleradores de partículas como el Gran Colisionador de Hadrones, el LHC.
“En Teoría cuántica de campos y otras áreas, la renormalización se refiere a un conjunto de técnicas usadas para obtener términos finitos en un desarrollo perturbativo. La renormalización es importante porque en teoría cuántica de campos no se conoce la manera de calcular ciertas magnitudes de otra manera que no sea una serie formal de potencias. El problema es que algunos de los términos de la serie pueden resultar divergentes en el límite de altas energías, aun cuando físicamente los valores observados son finitos. Esto parece un problema asociado con el uso de series perturbativas, y supuestamente algunos métodos no perturbativos no conocidos resolverían el problema. Por lo tanto, la renormalización es necesaria ya que hoy por hoy no se conoce cómo hacer los cálculos sin series perturbativas.”
Actas de la Academia Prusiana de ciencias registran la Ecuación de Einstein de la R. General
Lamentablemente, tal procedimiento sistemático no es operativo cuando la mecánica cuántica es aplicada a la relatividad general; la teoría es, por lo tanto, «no-renormalizable». Cada proceso que implique progresivamente más lazos cerrados de gravitones introduce nuevas variantes de términos infinitos. Lo anterior, coarta la investigación para muchísimos fenómenos de interés, y sugiere que puede que haya básicamente algo que esté errado en la relatividad general, en la mecánica cuántica, o en ambas.
Pero miremos más allá del problema de re-normalización, ¿Qué pasaría si nos remontáramos a un momento en que todo lo que podemos ver, y hasta lo que hay más allá de nuestro «horizonte» de 13.750 millones de años luz, estaba comprimido hasta un volumen menor que el de un núcleo atómico? A estas densidades descomunales, que se dieron durante los primeros 10-43 segundos del universo (lo que se conoce como «tiempo de Planck»), tanto los efectos cuánticos como la gravedad habrían sido importantes. ¿Qué pasa cuando los efectos cuánticos convulsionan todo un universo?
Nuestras Mentes llevan tiempo tratando de juntar lo grande y lo pequeño en una sola Teoría: “La Gravedad Cuántica”. Creo que, finalmente, lo podremos lograr cuando dispongamos de la energía suficiente para poder llegar más lejos de lo que ahora podemos llegar.
Por ello, la física será incompleta y conceptualmente insatisfactoria en tanto no se disponga de una teoría adecuada de la gravedad cuántica. Algunos teóricos creen que ya es tiempo de explorar las leyes físicas que prevalecían en el tiempo de Planck, y han propuesto algunas hipótesis interesantes. Sin embargo, no hay consenso sobre qué ideas hay que descartar.
Es posible que tengamos que dejar a un lado el Sentido común que, a veces, puede ser el menos común de los sentidos. Hay que buscar nuevos caminos aunque nuestra razón los rechace… ¡Por probar, no perdemos nada!
Lo que es seguro es que debemos rechazar nuestras queridas concepciones del espacio y el tiempo basadas en el sentido común: el espacio-tiempo a muy pequeña escala podría tener una estructura caótica, espumosa, sin ninguna flecha temporal bien definida; puede que haya una generación y fusión continua de agujeros negros primores y minúsculos. La actividad podría ser lo bastante violenta para generar nuevos dominios espaciotemporales que evolucionarían como universos independientes.
Lo cierto es que andamos como el ciego que adelanta el palo que golpea contra el suelo para saber que puede seguir el camino. Perdidos en un Mar de ignorancia, caminamos y damos nombre a lo que no comprendemos, hablamos de agujeros negros, espuma cuántica, Bi Bang, y, en realidad, lo que hacemos es nadar contracorriente y contra el Tiempo inexorable que no nos deja finalizar nuestros sueños. La Naturaleza nos ha concedido poco y nos deja jugar con lo que llamamos Pasado, Presente y Futuro: El Pasado se fue para siempre, solo recordarlo podemos, el Presente es el único que nos deja maniobrar y realizar nuestros sueños, y, el Futuro… ¡Nunca lo podremos conocer!
En ese lugar, la Singularidad, el Tiempo se para y el Espacio se distorsiona
Seguimos con lo que estábamos. El único lugar donde podrían observarse efectos cuántico-gravitatorios sería cerca de las singularidades centrales de los agujeros negros (de donde ninguna señal puede escapar). Una teoría sin consecuencias evidentes fuera de estos dominios tan exóticos e inaccesibles no es verificable. Para que se la tome en serio debe estar íntimamente insertada o, en su efecto, articulada en alguna teoría con fundamento empírico, o bien debe percibirse como una conclusión inevitable y convincente.
Durante las últimas décadas, varias tentativas han sido hechas para buscarle una solución al problema de la no-renormalización de la gravedad cuántica y caminar hacia la unificación de todas las fuerzas. La aproximación más esperanzadora para alcanzar ese viejo anhelo de los físicos es la teoría de las «supercuerdas», que ya anteriormente.
La energía reducida de Planck se define como:
- 0.390 × 109 J 2.43 × 1018 GeV.
Sin embargo, recordemos aquí que en la teoría de las supercuerdas se presume una escala natural energética determinada por la energía de Planck, alrededor de unos 1019 GeV. Esto es 1017 veces más alto que los tipos de energías que pueden ser producidos en los aceleradores de partículas más grandes, lo que imposibilita contrastar con la teoría la existencia misma de las supercuerdas.
No obstante, los teóricos esperan que a escala de energía accesible tanto la física, la relatividad general, el electromagnetismo, las fuerzas nucleares débiles y fuertes, las partículas subatómicas surjan de la teoría de las supercuerdas como una aproximación. Así, se espera conseguir con ese modelo de cuerdas no sólo una ajustada descripción de la gravedad cuántica, sino que también intentar con ella la anhelada unificación de las fuerzas.
Lamentablemente, no hay un único límite de baja energía para la teoría de las supercuerdas como tampoco un sólo modelo de la teoría. Por un tiempo, lo anterior pareció como una barrera infranqueable, pero en años recientes, y a través de una mayor abstractación matemática, se ha construido un nuevo modelo de supercuerdas conocido como «la teoría M» que amalgama dentro de ella otras teorías de supercuerdas.
Por ahora, es demasiado pronto para pronunciarse si la teoría M es finalmente el medio que reconciliará la gravitación y la mecánica cuántica, pero sí debería poder cumplir con algunas expectativas, como ser las de explicar algunos hechos básicos sobre el mundo físico. Por ejemplo, el espacio-tiempo de cuatro dimensional tendría que surgir de la teoría, más bien que ser insertado en ella. Las fuerzas y las partículas de naturaleza también deberían ser descritas, preferentemente incluyendo sus propiedades claves, como fuerzas de interacción y masas. Sin embargo, a no ser que la teoría M, o una variante futura, pueda ser proyectada a la baja energía de los laboratorio de física para poder ser contrastada, corre el riesgo de empezar a ser olvidada y finalmente archivada como uno más de los muchos y elegantes ejercicios matemáticos que se han elaborado para la física en los últimos tiempos.
Si la teoría de supercuerda es una pérdida de tiempo o no, ello está por verse. Por ahora, el desafío más duro a superar por la teoría es entender por qué el espacio de 9 dimensiones más el tiempo se «comprime» bajo el aspecto de nuestro espacio habitual tetradimensional (el tiempo más las tres dimensiones espaciales), en vez de hacerlo en tres o cinco dimensiones, y ver cómo sucede esto. Aún hay un espacio infranqueable entre la teoría de supercuerdas y los fenómenos observables. La teoría de supercuerdas plantea problemas demasiado difíciles ahora mismo para los matemáticos. En este aspecto, es muy diferente de la mayor parte de teorías físicas: normalmente, el aparato matemático de las teorías se desarrolla antes que éstas. Por ejemplo, Einstein utilizó conceptos geométricos desarrollados en el siglo XIX, no tuvo que partir de cero para construir las matemáticas que necesitaba.
Por su parte, los físicos cuerdistas se acorralan en lo que es fácil de comprobar, es difícil de calcular y lo que es fácil de calcular, es difícil comprobar. En consecuencia, pareciera que el camino que se está siguiendo es pretender desarrollar la teoría más y más, y hacer cálculos cada vez más difíciles de manera de poder predecir cosas que sean fáciles de observar. ¿El camino tendrá tiempo y final? Nadie tiene por ahora la respuesta.
El físico Eugene Wigner escribió un célebre artículo sobre este particular que llevaba por título «La irrazonable efectividad de la matemática en las ciencias físicas». También es un hecho notable que el mundo exterior muestre tantas estructuras susceptibles de descripción en «lenguaje» matemático (sobre todo cuando tales estructuras se alejan mucho de las experiencias cotidianas que moldearon la evolución de nuestros cerebros). Edward Witten, el principal experto en supercuerdas, describe dicha teoría como «una física del siglo XXI que cayó en el siglo XX». Sin embargo, sería más extraordinario que seres humanos de cualquier siglo llegaran a desarrollar una teoría tan «final» y general como pretenden ser las supercuerdas.
Cuando se consiga dicha teoría, podremos explicar, por ejemplo, qué es una singularidad.
Fuente: Astrocosmo
el 1 de febrero del 2011 a las 4:23
Hola muchachada.
Amigo Emilio, pongo a consideración este fragmento de un texto de divulgación de un profesor, Eduardo Yvorra, argentino, realizado para un concurso.
Se trata de tres trabajos unificados bajo el nombre de “En la frontera”.
1. ¿¿¿Física que???… Cuántica!!!
2. Apunte para entender bastante la teoría de la relatividad especial y algo la general.
3. Richard P. Feynman sus aportes para mi crecimiento personal.
“Creo que ya lo mencione pero es a mi criterio importante destacar que nuestro espacio tri-dimensional es no euclidiano, es decir es un espacio curvo. Para que esto sea posible es necesaria la existencia de una cuarta dimensión del espacio, de manera tal que nuestro universo tenga algo respecto a que curvarse. Si descubrimos que nuestro espacio es no-euclidiano, entonces concluiremos que debe existir una dimensión adicional.
Por último algo extraño pero interesante. Si pensamos nuestra ubicación en la superficie de la tierra, vemos que la distancia entre dos puntos es una línea que se denomina geodesia. Esta línea es un arco de circunferencia que une ambos puntos. Esta es para nosotros la distancia más corta, aunque si nos movemos a tres dimensiones sabemos que hay una distancia más corta dada por la recta que pasa bajo tierra y une ambos puntos. Si extendiéramos esto al infinito, diríamos lo siguiente:
1. Así como habitamos en un espacio tridimensional que es la superficie de un espacio cuatri-dimensional, podemos pensar que este espacio cuatri-dimensional es la superficie de un espacio de 5 dimensiones.
2. Cada uno de estos espacios es como el anterior no-euclidiano. ¿por qué? Simplemente porque hay muchas formas para un espacio de ser curvo y solo una de ser euclidiano.
3. Tal como ocurre al medir la distancia entre dos puntos en este tipo de espacios curvos, veíamos como cuando se agrega una dimensión, esta distancia es más corta que la que podíamos medir.
4. Podríamos entonces concluir que extendiendo el razonamiento al infinito, la distancia entre dos puntos es igual a cero. Es allí donde decimos que toda la creación es un simple punto en un espacio de infinitas dimensiones.
¿Qué es lo que nos ha llevado a decir que nuestro espacio es no euclidiano o curvo? ¿Qué propiedades hemos observado que nos hace creer en esto? La respuesta que dio Einstein a estas es la gravedad. La presencia de la materia causa una distorsión en el espacio-tiempo, y esta es la base para la Teoría General de la Relatividad.”
Me gustaría conocer tu opinión.
Un abrazo.
el 1 de febrero del 2011 a las 9:09
Estimado amigo Nelson, Euclides y su geometría prevaleció en nuestro mundo por más de 2.000 años, y, dicho imperio acabó cuando llego Riemann que, junto a otros como Ricci o Gauss, desarrollaron las geometrías de los espacios curvos. Sin embargo, fue Riemann el más grande y el que más lejos llegó en la expresión de esta geometría curva.
Einstein, se pasó 7 años buscando la solución a su relatividad general que, aunque la tenía en la mente, no sabía desarrollarla y expresarla de una manera que, sin lugar a ninguna duda, dibujara el espacio curvado que provocaba la presencia de grandes masas como los mundos, estrellas o galaxias.
Cuando su amigo Marcel Grossman (al que pidió ayuda para salir de aquel atasco) le envió documentos entre los que encontró la famosa Conferencia de Riemann (la ruptura decisiva con la geometría euclidiana llegó cuando Gauss pidió a su discípulo Riemann que preparara una presentación oral sobre los “fundamentos de la geometría”. Gauss estaba muy interesado en ver si su discípulo podía desarrollar una alternativa a la geometría de Euclides) que desarrolló en 1854 y fue una de las conferencias públicas más importantes de las matemáticas. En una de las entradas de mi blog hablo de todo ello, y, entre otras cosas se dice:
“Riemann creó su tensor métrico para que, a partir de ese momento, otros dispusieran de una poderosa herramienta que les hacía posible expresarse, a partir del famoso teorema de Pitágoras (uno de los grandes descubrimientos de los griegos en matemáticas que establece la relación entre las longitudes de los tres lados de un triángulo rectángulo: afirma que la suma de los cuadrados de los lados menores es igual al cuadrado del lado mayor, la hipotenusa; es decir, si a y b son los longitudes de los dos catetos, y c es la longitud de la hipotenusa, entonces a2 + b2 = c2. El teorema de Pitágoras, por supuesto, es la base de toda la arquitectura; toda estructura construida en este planeta está basada en él. Claro que, es una herramienta para utilizar en un mundo tridimensional).
El tensor métrico de Riemann, o N dimensiones, fue mucho más allá y podemos decir que es el teorema para dimensiones más altas con el que podemos describir fenómenos espaciales que no son planos, tales como un remolino causado en el agua o en la atmósfera, como por ejemplo también la curvatura del espacio en presencia de grandes masas. Precisamente, el tensor de Riemann permitió a Einstein formular su teoría de la gravedad y posteriormente lo utilizo Kaluza y Klein para su teoría en la quinta dimensión de la que años más tarde se derivaron las teorías de supergravedad, supersimetría y, finalmente, las supercuerdas.
Para asombro de Einstein, cuando tuvo ante sus ojos la conferencia de Riemann de 1.854 que le había enviado su amigo Marcel Grossman, rápidamente se dio cuenta de que allí estaba la clave para resolver su problema. Descubrió que podía incorporar todo el cuerpo del trabajo de Riemann en la reformulación de su principio. Casi línea por línea, el gran trabajo de Riemann encontraba su verdadero lugar en el principio de Einstein de la relatividad general. Esta fue la obra más soberbia de Einstein, incluso más que su celebrada ecuación E = mc2. La reinterpretación física de la famosa conferencia de Riemann se denomina ahora relatividad general, y las ecuaciones de campo de Einstein se sitúan entre las ideas más profundas de la historia de la ciencia.”
Está claro que, al menos geométricamente hablando, para poder “ver” el mundo en el que vivímos, necesitamos más dimensiones que, al conceder más espacios, permiten una mejor comprensión y colocación de los elementos que, en sólo tres dimensiones no encajan, como es el caso de la gravedad cuántica que, si es llevada a una teoría de 11 dimensiones (tal es el caso de la teoría de cuerdas), no encuentra impedimentos para unirse a la Gravedad (Planck y Einstein que sólo permiten reunirse en espacios de más dimensiones), ya que, en nuestro espacio de tres dimensiones de espacio y una de tiempo, cuando tratamos de unirlas, se rechazan y aparecen los infinitos que tanto odian los físicos.
El tema es apasionante y podríamos estar hablando de ello todo el día y seguir en las sucesivas jornadas para tratar de explicar, fenómenos que, de momento, ni los más eminentes físicos del mundo han llegado a comprender.
Sí, el espacio es curvo y así nos lo demostró Einstein en su Relatividad General que, se hizo posible gracias a Riemann. Tal teoría, es de tan enorme calado que, aún hoy, a pesar de haber pasado un siglo desde su puesta en escena, nos está dando un buen rendimiento y, existen indicios que hacen pensar en lo acertado de la teoría de cuerdas, y, dichos indicios son que, cuando los físicos desarrollan las matemáticas de dicha “teoría”, como por arte de magia, allí aparecen las ecuaciones de campo de la relatividad general de Einstein que, sorprendentemente, subyace en ésta “teoría” más moderna de 11 dimensiones y que, según parece, es una teoría adelantada a nuetra época y no contamos con la energía necesaria para su comprobación de manera experimental.
Está claro que, el profesor Eduardo Ivorra, sabía de qué estaba hablanco y, sus postulados no diferían en nada de estos que aquí hemos mencionado. Riemann dio el primer paso y facilitó la herramienta (su Tensor métrico) para que, 60 años más tarde, Einstein pudiera regalar al mundo su inigualable teoría de la Relatividad General que, cuando pasen muchos años más, será seguramente sobrepasada por nuevos datos y más profundos conocimeintos pero, sin embargo, no será superada, toda vez que, la que venga, sólo será una ampliación de aquella sin la cual, nunca podría haber visto la luz ésta.
En fin amigo, Euclides reinó en su momento (que fue muy extenso) y, más tarde, llegaron otros que, ampliaron sus conocimientos hacia campos más extensos que él nunca se atrevió a tocar, como es el caso de los espacios curvos que, expresados por la geometría de Riemann, cobraron el sentido que realmente tenían y, así lo supo entender Einstein para decirnos como funcionaba la Gravedad, una de las cuatro fuerzas fundamentales de la Naturaleza que, aunque es la menos potente, si hablamos de objetos grandes y nos situamos en el ámbito del Universo, quizá sea la más importante.
Un abrazo querido amigo.
el 1 de febrero del 2011 a las 11:07
Esta mañana, al leer tu comentario de arriba, te contesté de manera amplia. Sin embargo, ahora he abierto el Blog para echar una mirada y veo, con sorpresa, que mi respuesta no está.
Llevado por lo que dices, e, inmediatamente después de hacer ese comentario fantasma que no se dejó ver, me pareció bien exponer aquí dos entradas sobre el mismo tema con los personajes centrales de Riemann y Einstein, así que, como en definitiva se trata de lo mismo, a ellos me remito.
Un abrazo amigo.
el 1 de febrero del 2011 a las 11:10
¡Qué cosas! Después de hacer el comentario anterior, me da por mirar más arriba y allí aparece el comentario que creía perdido. Así que, finalmente nada se pedió. Cosas de la informática que, a veces, te juega malas pasadas.
el 2 de febrero del 2011 a las 2:34
Interesante la aportación de Nelson, solo que en mi opinión tiene un punto débil, y es la suposición de que recursivamente podemos ir añadiendo más y más dimensiones. Y claro, nosotros podemos detectar tres e inducir una cuarta , pero no podemos asegurar que esa cuarta se vuelva a curvar en otra superior, etc. No obstante, muy curioso e interesante el razonamiento, llegando a una distancia cero al aumentar el nº de dimensiones hasta el infinito.
Yo hay una cosa que pienso a veces, y es ¿por qué esa necesidad de unificar interacciones de naturaleza aparentemente tan distintas? ¿por qué debemos formular una gravedad cuántica? cuando ni siquiera tengo claro (al menos yo jajaja) que la gravedad sea una fuerza como tal, sino más bien algo geométrico, una propiedad del espacio en sí mismo o algo inercial provocado por la materia?
Lo que sí está claro es que nos faltan muchas cosas por entender, y quizás también nos falte aparato matemático para afrontarlas.
Es como si nuestra realidad, la que vemos y podemos manejar, fuera como la cara de un cubo de Rubik ampliado. Es decir, vemos o vivimos en una cara, donde nos encontramos con unos colores o interacciones, unas partículas relacionadas formando grupos o tipología, unas ctes universales que se nos aparecen y están ahí pero no sabemos porqué, unas leyes naturales y principios “universales” generales que tomamos como axiomas. Pero, aunque podemos relacionar varios colores en nuestra cara del cubo, no acabamos de entender el conjunto. Unificamos colores como cuando hacemos una línea, pero no tenemos todo el material para completar la cara relacionando todo lo anterior en armonía.
Curiosamente, nos salimos de nuestra cara y vemos todo lo demás, lo que hay en las otras caras y ahora todo cuadra!!! eureka! ahora sí tiene sentido, no podía ser de otra forma ¿cómo no nos habíamos dado cuenta?, ahora todas las piezas encajan, los colores o piezas que vemos se combinan con las que no podemos ver y el cubo toma forma, es obvio, ya tienen sentido hasta los valores de las Ctes y hasta el tiempo cobra sentido en este mundo multidimensional del Cubo de Rubik de la Realidad Ampliado que me acabo de inventar.
La gran pregunta que me hago es si seremos capaces alguna vez de identificar esas piezas que nos faltan, las que permiten que todo cobre sentido y encajen las piezas de modo natural. Y es posible que al estar en otras caras del cubo nunca lleguemos a encontrarlas puesto están fuera del alcance de nuestros experimentos, ya lo hemos comentado otras veces, somos parte del sistema y sufrimos las limitaciones del propio sistema, por mucho que escarbemos en lo pequeños o miremos hacia la inmensidad.
Pero seguiremos en el empeño de buscar el por qué de las cosas, está en nuestra naturaleza, nuestro instinto curioso que nos ha llevado hasta donde estamos y esperemos nos lleve aún más lejos, seguro que sí.
el 2 de febrero del 2011 a las 8:53
“La gran pregunta que me hago es si seremos capaces alguna vez de identificar esas piezas que nos faltan, las que permiten que todo cobre sentido y encajen las piezas de modo natural. Y es posible que al estar en otras caras del cubo nunca lleguemos a encontrarlas puesto están fuera del alcance de nuestros experimentos, ya lo hemos comentado otras veces, somos parte del sistema y sufrimos las limitaciones del propio sistema, por mucho que escarbemos en lo pequeños o miremos hacia la inmensidad.”
Sí, es posible que estemos limitados por el propio sistema del que formamos parte. Sin embargo, podría ser una situación parecida al hecho de que, al estar confinados en nuestra galaxia, “nunca” podremos verla desde fuera, en toda su plenitud como podemos ver a otras galaxias que están lejos de nosotros.
Es curioso que, lo que impida nuestra visión de la propia galaxia sea precisamente que estamos muy cerca de ella, es decir, formando parte de ella, y, para verla, tendremos que salir y alejarnos lo suficiente para que nos permita contemplarla en su totalidad.
Creo que, de la misma manera que un día lejano en el futuro podremos ver nuestra galaxia, al tener los medios necesarios para “salir de nuestra cara del cubito de rubik y poder contemplarlo al completo”, de la misma manera digo, podremos comprenderlo todo sobre la realidad de esas “fuerzas” que rigen el mundo, y, desde luego, yo también estoy más cerca a creer que la Gravedad, quizás no sea una fuerza fundamental y más bien sea la consecuencia de la geometría del Universo dada por los objetos que lo pueblan.
Si eso es así, difícilmente se podrá encontrar esa “teoría cuántica de la gravedad” que trata de unificar dos cosas heterogéneas como lo es el “universo de la mecánica cuantíca” con sus tres fuerzas fundamentales y sus principios, y, por otra parte, lo que sólo es una cuestión mecanicista debida a la interacción de la materia con el espacio que produce la curvatura gravitatoria y tiende a unir todos los cuerpos con masa.
La “fuerza” de Gravedad, ha sido muy estudiada y, no pocos científicos han creido que su intensidad decrecía con el paso del tiempo. Sin embargo, nunca se ha podido demostrar eso y, por el contrario, los resultados que se obtienen son siempre los mismos y proporcionales a las masas que intervienen, lo cual, nos puede inducir a pensar que más que una fuerza es una consecuencia.
El sueño de unificar las “cuatro fuerzas fundamentales” mediante el truco de añadir otras dimensiones, matemáticamente ha dado un resultado excelente, ya que, es lo único que ha permitido dicha unificación, pero habría que preguntarse si esas otras dimensiones compactadas en el límite de Planck, son algo más que una ficción.
No no puedo negar que existan otros Universo paralelos al nuestro o que en el que estamos, sólo sea un pequeño apéndice de otro mayor. No puedo negar que en eso que llamamos vacío, se puedan encontrar muchas de las preguntas que esperamos que alguien pueda contestar. No puedo negar, incluso que, las teorías de más dimensiones puedan ser verificadas algún día y podamos, entonces, tener una visión más completa y exacta del mundo que nos acoge. Sin embargo, y, a pesar de la Relatividad General, tampoco puedo afirmar que, la Gravedad, sea en realidad una fuerza fundamental. Por el contrario, las otras tres fuerzas, por muchas razones, sabemos que sí lo son.
¿Por qué no hemos sido capaces de encontrar la particula trasmisora de la “fuerza gravitatoria”, el hipotético gravitón? Todas las demás fuerzas tienen su partícula mensajera: el fotón, los W-, W- y Zº y los Gluones que transportan el electromagnetismo, la fuerza nuclear débil que desintegra la materia de manera expontánea (como el Plutonio o el Uranio y otros) y, los Gluones en la fuerza nuclear fuerte. Pero, ¿dónde está el gravitón? Son muchas las explicaciones que se han dado para justificar su ausencia. La principal de ellas, es la de decir que, al ser la fuerza más débil de las cuatro, también lo es su partícula y por lo tanto es esquiva y no se deja ver.
En definitiva, son tantas las cosas que no sabemos que, cuando nos sumergimos en estos temas, nos vamos de un extremo al otro de lasd cuestiones que, finalmente, resultan estar todas relacionadas y formar apartados de una misma cosa compleja: ¡La Naturaleza! de cuyos secretos queremos saber para poder saber de nosotros mismos que, al no poseer esos conocimientos y siendo parte de ese todo, formamos parte de la incertidumbre que deseamos despejar.
Cada uno de nosotros, a solas consigo mismo, ha diseñado en su mente un Universo con sus fuerzas y constantes universales que, posiblemente, pueda dar una respuesta satisfactoria a todas estas incognitas que “nos atormentan”. El ser humano, por su naturaleza y la conformación de su mente, tiene siempre la tendencia a ser disconforme con lo que tiene, siempre desea más, y, dónde más puede sobresalir dicho deseo es en el campo del conocimiento al que, desde que tuvo uso de razón, persigue incansable.
¿La Gravedad? Bien, y usted.
el 4 de febrero del 2011 a las 21:36
Hola amigos Emilio y Zephyros.
Muchas gracias por sus valiosas respuestas.
Recién puedo ver la esquiva primera respuesta de Emilio, a pesar de que inmediatamente se había recuperado. Váyase a saber qué pasó.
Saludos cordiales para tod@s.
el 16 de junio del 2011 a las 22:15
Hola, considero este debate muy interesante y tanto la exposición como los comentarios me parecen apasionantes. No sé mucho de física y nada de matemáticas, pero me ha surgido una pregunta y me gustaría conocer una opinión sería y valiosa, como seguro que lo es la de ustedes.
Es más o menos lo siguiente; la teoría unificada intenta unir las cuatro fuerzas universales en una sola, habiéndolo logrado con la débil, la fuerte y la electromágnetica a escala cuántica, la gravedad parece resistirse a la unión, ¿no podría ser que la gravedad sea la manifestación de ausencia de esas fuerzas conjuntas?
Hasta ahora se ha intentado encontrar una partícula que dé sentido a la fuerza de la gravedad, como existen en las otras, quizás es que donde no hay fuerza no puede haber partícula que la represente.
Me pregunto si no se podría considerar la atracción gravitatoria como la manifestación visible de la aproximación de las masas que pierden de alguna forma las otras energías, siendo la expresión máxima de esta perdida las singularidades, en las cuales se vuelve de algún modo al origen del universo.
Tal vez el universo se originó con una transformación masiva de energía en materia y energía residuales y, al irse perdiendo esta energía (representada por las tres fuerzas) aparece la gravedad para reunir de nuevo la materia.
Supongo que esta será una teoría ya formulada, y posiblemente descartada con argumentos contundentes, lo desconozco, solo quería saber su respuesta.
Muchas gracias por su tiempo y por su estupenda labor divulgativa.
el 16 de junio del 2011 a las 22:58
Hola Miguel.
Me parece interesante tu planteo, y como tampoco sé mucho, lo suscribo y espero contigo la opinión de Emilio y otros compañeros más avezados.
Saludos cordiales.
el 17 de junio del 2011 a las 12:01
Como nos dice Nelson, el planteamiento es, además de interesante, bastante profundo en la perspectiva que le das, y, desde luego, estamos tratándo de cuestiones que, hasta a los mismos físicos, trae de cabeza, toda vez que, entran en juego parámetros que, en verdad, no son bien conocidos, tal es el caso de la Gravedad que, aunque tenenos a Newton y Einstein, la verdad es que, pueden quedar por ahí, algún que otro fleco suelto.
Como bien dices, en el Modelo Estándar de la Física se han podido incluir las tres fuerzas (Nucleares y electromagnética) de las que dos, han podido ser unidas (electrodébil).
El sueño de la unificación le llevó a Einstein los últimos 30 años de su vida y, el hombre no pudo lograrlo, toda vez que, ni existían las herramientas adecuadas para ello (las matemáticas), y, en la actualidad, tampoco parece que la Topología pueda alcanzar tal unificación, faltan algunos cabos que atar que nadie sabe donde se pueden encontrar. Edward Witten que es el que va a la cabeza de esa última teoría unificadora (la Teoría M), no encuentra las piezas que le faltan.
La Gravedad, efectivamente, se resite a la unión con la mecánica cuántica y, en parte, es casi lo que podríamos esperar, ten en cuenta que, estamos hablando de la teoría de lo muy pequeño y de la teoría de lo muy grande, y, cuando se ha tratado de juntarlas, el resultado ha siedo catastrófico, y, rápidamente aparecen los infinitos que no pueden ser renormalizados.
No creo que la Gravedad pueda ser la manifestación de la ausencia de esas otras fuerzas conjuntas, ya que, no se han comprobado mil veces, sino mil millones de veces a lo largo de la historia de la Física y desde que tenemos las máquinas adecvuadas para hacerlo.
En lo que al Gravitón se refiere, hay que tener en cuenta que, la Gravedad, es la más débil de las cuatro fuerzas fundamentales y que su alcance es infinito, ésto quiere decir que, su partícula mediadora no tiene masa y, debe ser mucho más débil que el fotón (el bosón mediador del electromagnetismo), y, siendo así (que lo es) su búsqueda costará mucho y se necesitarán sofisticados aparatos que ahora no tenemos para poder hallarla…si finalmente existe.
Está más que comprobado que, lo que consideramos la fuerza Gravitatoria no se produce por la aproximación de las masas, sino que, está presente donde está la masa. Desde luego, su manifestación no implica que se pierdan las “otras energías” o fuerzas que, continúan delatando su presencia. Es decir, cada fuerza tiene su propia manifestación de manera independiente de las otras.
Las sinfularidades es otra cosa muy distinta, o, dicho de otra manera, es la expresión máxima de la Gravedad que, es capaz de comprimir la materia para convertirla en algo tan denso que -se podría decir-, la hace desapacer de nuestra vista para alojarse en lugares desconocidos dentro de nuestro Universo, por qué, ¿dónde están las singularidades? ¿en qué se convirtió la materia que las forman? y un sin fin de preguntas que no podemos contestar y, desde luego, una singularidad, de alguna manera, es como un universo primigenio, es decir, por lo que sabemos, de algo así surgió el nuestro.
Dicen que al principio sólo había una sola fuerza que, cuando se rompió la simetría del Universo primjitivo, se dividió en las cuatro que ahora conocemos. Vaya usted a saber cómo el Universo ha creado los mecanismos necesarios para que, a estas alturas, las cosas sean como son, es decir, como creemos que son.
En cuanto a que no sabe mucho de física y tampoco de matemáticas…lo dejaré en cuarentena, y, mi respuesta, como podrá comprender, es una simple respuesta de alguien que, como usted, siente una enorme curiosidad por saber y, desde luego, no es fácil alcanzar ese objetivo.
Un cordial saludo amigo.
el 17 de junio del 2011 a las 20:05
Mientras no sepamos la unidad indivisible que posea la materia (Si existe), no podremos medir bien sus manifestaciones frente a las poderosas fuerzas que la modifican; quien sabe si los mismos quarks están compuestos de otras partículas más pequeñas, y estas a su vez por otras aún menores. Y respecto a lo muy grande, ni siquiera podemos saber si este universo nuestro es el único o existen infinidad de ellos o formamos parte de algo mucho más grande.
Sobre el tema de los límites, tanto del mayor como del menor, no tenemos constancia de que exista, o al menos no hemos llegado a ello; nos parecemos a un náufrago en medio del mar, que ignora tanto las distancias que le separan de la tierra en cualquier dirección, como igualmente del fondo del líquido donde nada; en esas circunstancias, y tal como hace el náufrago, solo podemos opinar sobre detalles que nos pueden servir, pero que pudieran ser falsos. únicamente nos queda navegar en todas las direcciones posibles, a ver si con suerte divisamos una costa; si tuviéramos esa suerte, todo cambiaría; el poder poner límite a la materia supongo que sería un fuerte revulsivo que podría colocarnos de golpe en el camino correcto sin posibilidad de error, al igual que el náufrago que divisa la costa sabe a ciencia cierta lo que tiene que hacer.
¿Pero existen límites de tamaño en la materia?; tal y como se desarrollan todos los nuevos conocimientos podría ser que no; quizás lo único que existan sean límites de diferentes dimensiones, por otra parte infranqueables para los que se encuentren en cualquiera de ellas, así que en el fondo quizás no importe quebrarse la cabeza; como se decía en un reciente artículo de Ciencia Kanija, no debemos buscar lo que existe a dos kilómetros del polo norte…..
Calurosos saludos a tod@s.
el 18 de junio del 2011 a las 7:45
Hola, amigo Kike:
Más o menos, el símil que has puesto refleja bastante la realidad en la que estamos inmersos.
Nadie sabe (de momento) los límites de la materia ni de nada.
La última frase que leiste en Ciencia Kanija, es de Stephen Hawking.
Por lo demás, los límites que tenemos son las unidades de Planck que, como bien sabes, son números naturales, es decir, los impone la Naturaleza, y, esas son (al menos de momento) las líneas divisorias que tiene impuesta la Ciencia y que no puede traspasar. Esas unidades marcan los límites de nuestras actuales teorías. Precisamente por eso no se puede comprobar la Teoría de Cuerdas, requiere disponer de la Energía de Planck, es decir 1019 GeV lo que no está al alcance ni del LHC.
Cuando llegamos aquí, y, para seguir hablando, necesitamos una teoría cuántica de la Gravedad que pueda operar con la longitud, masa y tiempo que son expresadas en múltiplos de la longitud, masa y tiempo de Planck, respectivamente. Esto sería equivalente a fijar la constante gravitacional (G), la velocidad de la luz (c) y la constante de Planck racionalizada ( ћ ) Iguales todas a la unidad.
Todas las cantidades que tienen dimensiones de longitud, masa y tiempo se vuelven adimensionales en unidades de Planck. Debido a que, en el contexto en el que las unidades de Planck son usadas, es normal emplear unidades gaussianas o unidades de Heaviside-Lorentz para las cantidades electromagnéticas, éstas también se vuelven adimensionales. Se podría hablar también de unidades geometrizadas o unidades naturales.
Las unidades de Planck que primero expuso Stoney y éste último las depuró, son un tablón en medio del océano de ese náufrago que nombras, y, desde luego, si se agarra a él firmemente, le llevará a tierra firme.
Lp = √(G ћ)/c3 el límite de Planck, es un valor para la longitu que vale 10-35 m (veinte órdenes de magnitud menor que el tamaño del protón de 10-15 m.
mp = √(ћ c/G) Es la masa de una partícula cuya longitud de onda Compton es igual a la longitud de Planck y está dada por la fórmula con la que comienza este párrafo. La descripción de una partícula elemental de esta masa, o partículas que interaccionan con energías por partículas equivalentes a ella (a través de E =mc2) requiere una energía cuántica de la Gravedad.
Como la masa de Planck es del orden de 10-8 Kg (equivalente a una energía de 1019 GeV) y, por ejemplo, la masa del protón es del orden de 10-27 Kg y las mayores energías alcanzables en los aceleradores de partículas actuales ni se le acercan, los efectos de la gravitación cuántica ni aparecen en los laboratorios de física de partículas.
Sin embargo, en el universo primitivo las partículas tenían energías del orden de la masa de Planck de acuerdo con la teoría del Big Bang, y es, port tanto, necesaria una teoría cuántica de la gravedadpara el estudio de las condiciones que ahora se nos escapan.
Con todo esto te quiero decir que el límite está impuesto por la Naturaleza misma, y, cuando estemos lo suficientemente evolucionados (mental e intelectualmente hablando), de seguro que, podremos hallar el camino hasta las unidades de Planck y desarrollar nuevas teorías que, como la de la Gravedad cuántica, nos abrirá otras puertas que nos llevan más lejos.
Así que, estamos “limitados” de una manera condicionada, es decir, tenemos que cumplir la condición impuesta por la Naturaleza de evolucionar lo necesario para poder acceder a sus “número naturales” que nos dirán como seguir.
Un abrazo estimado amigo
el 18 de junio del 2011 a las 8:17
Gracias por tus explicaciones Maese.
Ese gran científico (aunque un poco/bastante nazi) llamado Max Planck estableció unidades de medida mínimas para casi todo, y estamos de acuerdo que aunque aún no podamos llegar a esas unidades, estas deben existir.
Pero a mi entender eso no debiera significar infaliblemente que ahí acaba el límite; quizás después de esas medidas mínimas exista otro mundo mucho más pequeño (Y ese si que sería inalcanzable)
Quizás no (Que sería lo más conveniente para nuestros intereses), pero entiendo que la cosa no está asegurada, y como hasta ahora no dejamos de observar como la materia se compone de partes cada vez más pequeñas, podría ser posible que esos límites no fueran reales, aunque si para nuestrra comprensión, ya que más lejos de las unidades de Planck creo que no podríamos llegar en mucho tiempo.
Un abrazo amigo Emilio.
el 18 de junio del 2011 a las 15:25
Kike, como siempre ocurre, hoy también, dos amigos han cambiado impresiones sobre cierto asunto de Física que les llama poderosamente la atención, y, entre lo que aportan entre los dos…se pued3e llegar a un mejor entendimiento, aunque este, no sea el definitivo.
Si, creo que se tardará bastante en alcanzar esas distancias de Planck marcadas por sus unidades que, al fin y al cabo, son unidades naturales que no las inventó el hombre.
Siempre será la Naturaleza (que nos trajo aquí) la que marcará nuestros límites.
Un abrazo estimado amigo.
el 18 de junio del 2011 a las 2:17
Así como se agregan n-dimensiones espaciales, ¿que pasa cuando se agregan dimensiones temporales? ¿Se ha formado alguna teoría al respecto? Yo me esperaria absurdos, pero a veces esos absurdos suceden. Un ejemplo que me sorprendió fue el efecto tunel en las estrellas.
Por cierto me podría dar el enlace a alguno de sus posts cuyo tema sea sobre las cuatro interacciones, me gustaría leer mas al respecto.
♪ Saludos ♫
el 18 de junio del 2011 a las 14:02
Estimado Riesling, en el menú de la derecha (casi al final) dispone de un buscador donde usted mismo puede consultar los posts de su interés.
Además, también dispone del buscador por categorías justo encima del calendario.
Un saludo
el 18 de junio del 2011 a las 11:57
Hola de nuevo, ante todo muchas gracias por su atención y por su tiempo contestando lo que solo era una elucubración de un lego. Me ha quedado claro que la Gravedad pertenece a los cuerpos con masa y es inidisociable de ellos. Indagaré más sobre la relación sobre esta y las otras cuatro fuerzas.
Por otro lado su web me parece muy interesante y un punto de información muy útil para todos aquellos a los que nos interesa el conocimiento.
Muchas gracias de nuevo y hasta pronto.
el 18 de junio del 2011 a las 15:31
Estimado Miguel, me gusta ser amigo de todos aquellos que muestran su interés por saber. Cuando se sabe, se aleja el miedo a lo desconocido, se puede actuar con más conocimiento de causa, se gana en seguridad, de puede ayudar mejor a otros, se está más contento con uno mismo, y, en definitiva, es mejor para el conjunto de nuestro ser.
Creo que el conocimiento, es el mejor logro que el ser Humano ha podido alcanzar, y, cuantos más podamos estar buscando ese saber mejor, ya que, ese es el camino para que el mundo, también sea mejor.
Te esperamos aquí, ya veremos si lo logramos.
Un saludo cordial.
el 18 de junio del 2011 a las 19:05
Gracias a todos los compañeros por sus valiosas contribuciones.
Me congratulo de ver cómo se anima esta página con la confluencia creciente de viejos y nuevos amigos. Seguramente la incorporación de fotografías y gráficos en general, le ha dado más vitalidad. Pero la clave es, sin duda, la extraordinaria y pródiga elocuencia del Amigo Emilio, y su amabilidad e incansable disposición para contestarnos, uno a uno, sin falta, a cada uno de los comentaristas.
Saludos cordiales para tod@s.
el 19 de junio del 2011 a las 6:18
Gracias Nelson.
Tu aliento y amables palabras son el acicate para no desmayar en esta labor voluntaria y humilde de divulgación.
Un cordial saludo amigo.
el 22 de marzo del 2021 a las 8:26