Setas, gatos, el espacio exterior… Todo lo que nos rodea tiene aún mucho que explicar. Y en ello están los investigadores.
Noticia de Prensa en El Español
El físico William Thomson, conocido como lord Kelvin, afirmó en un discurso pronunciado en 1900 ante la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia que “no hay nada nuevo que descubrir en la física: todo lo que queda son medidas cada vez más precisas“. Aquella afirmación se realizó en un contexto que, heredero de la Ilustración, todavía mantenía una fe ciega en la ciencia, y el progreso se basaba en la creencia de que la razón y las evidencias empíricas eran más que suficientes para desentrañar todos los misterios que rodean nuestra existencia.
Hoy seguimos encontrando sucesos sobre los que los científicos no pueden explicarnos el porqué. Algunos de ellos son fenómenos asombrosos, como la aparición de formas humanas en fotografías; otros, en cambio, se relacionan con actos que hacemos cada día, como bostezar. Aquí presentamos un recopilatorio.
El ronroneo de los gatos
Si te gusta rascar a un gato, ¿alguna vez te has preguntado a qué viene su ronroneo?
De todos es conocida la docilidad que muestran los gatos cuando se les acaricia el cuello o detrás de las orejas. Esa imagen fiera de león en miniatura se desvanece y deja paso a una especie de peluche que se acurruca para disfrutar. Un fenómeno que acompaña esta acción es el ronroneo, un sonido que indica que el gato está viviendo una especie de catarsis. A pesar de lo familiar que resulta, la realidad es que los científicos no se ponen de acuerdo sobre a qué se debe este peculiar sonido. Para algunos es una forma de mostrar felicidad; para otros, quitarse el estrés. Las explicaciones posibles son varias, pero todavía no se ha dado con una que sea cien por cien compartida.
Las causas de la desaparición de los dinosaurios
Durante casi 150 millones de años, los dinosaurios fueron los vertebrados terrestres que dominaron el planeta, entre el Triásico y el Cretácico. Sin embargo, desaparecieron dejando un montón de huesos, pisadas enormes y algunos descendientes con una imagen mucho menos feroz.
Los paleontólogos no se ponen de acuerdo sobre la causa de su extinción. Hay quien aboga por culpar a alguno de los muchos meteoritos que por aquella época caían sobre la tierra; otros prefieren responsabilizar a las erupciones volcánicas que contaminaron la atmósfera, y un tercer grupo se inclina por el cambio climático y la disminución de los alimentos disponibles. Una hipótesis reciente afirma que su desaparición se debió a que sus huevos debían ser incubados durante mucho tiempo, lo que, en ausencia de otros alimentos, los convertía en un buen objetivo de los depredadores.
Qué son los sueños
Los científicos siguen investigando las razones de los sueños
Hay muchas cosas que compartimos todos los seres humanos. Una de ellas, tan cotidiana como misteriosa, es la capacidad de soñar. A pesar de que dormimos un tercio de nuestras vidas, solo soñamos unos pocos minutos. Cuando dormimos, solo deja de funcionar una parte de nuestro cerebro: su centro lógico. Por eso, los sueños suelen adquirir matices surrealistas.
Por tanto, parece que conocemos el proceso del sueño y qué partes de nuestro organismo se ven involucradas. Pero lo que no podemos asegurar es el motivo por el que soñamos. Algunas hipótesis defienden que es un intento del cerebro de solucionar algún problema. Otras, que es una representación simbólica de algo que tenemos en la mente, ya sea una preocupación, una alegría o un motivo de tristeza. En cualquier caso, lo único que tenemos claro es que los sueños, sueños son.
La existencia y las características de la materia oscura son fuente de dudas para los expertos en, valga la redundancia, esta materia, especialmente los cosmólogos. Su existencia es bien conocida desde hace al menos casi un siglo. Sin embargo, nadie parece encontrar una respuesta a la pregunta sobre cuál es su origen y qué moléculas la componen.
Jan Oorts se dio cuenta en 1932 de su existencia, al observar que no había suficiente materia conocida en el universo para evitar que las estrellas salieran disparadas. A esa ausencia de materia la llamó materia negra y afirmó que debía haber cinco veces más materia oscura que materia visible. El problema es que no se ve, lo que es una dificultad añadida para analizarla. Sobre su composición, una hipótesis es que está compuesta de neutrinos, partículas elementales minúsculas con muy poca masa y sin carga eléctrica, que se originan a partir de las reacciones termonucleares de las estrellas.
Grupos sanguíneos: ¿un rasgo evolutivo?
Los seres humanos tenemos sangre. Es una obviedad, pero lo que no resulta tan claro es que no todos tenemos la misma tipología de sangre. En 1901, Karl Landsteiner, premio Nobel de Medicina en 1930, descubrió que los humanos tienen diferentes grupos sanguíneos, con sus propias características. El sistema de clasificación ABO es el más extendido y se basa en los antígenos que posee (A, B, AB o O). Cuando se realiza una transfusión de sangre este factor debe contemplarse, dado que de ello depende que exista compatibilidad.
En cualquier caso, no se conoce con certeza el motivo de este fenómeno, aunque algunos estudios insinúan que puede deberse a factores genéticos o al proceso evolutivo que ha generado diversidad para proteger mejor la continuidad de la especie.
¿Por qué bostezamos?
Antes de dormir, al levantarnos o durante el día, bostezar es algo muy común. A pesar de todo, los científicos todavía no están seguros de por qué.
Un reciente estudio sugiere que bostezar es un comportamiento termorregulador que enfría el cerebro, aunque no se puede afirmar cuál es su verdadera función. Por otra parte, tampoco han podido establecer el motivo por el que es contagioso entre los animales sociales, como los humanos. Otro estudio de 2005 afirmó que las redes cerebrales responsables de la empatía y las habilidades sociales se activan cuando ves a alguien bostezar.
El Machu Picchu: un enclave misterioso
Este poblado data de antes del siglo XV y se construyó sobre una cadena montañosa a 2430 metros sobre el nivel del mar. Se le considera una obra maestra de la ingeniería y la arquitectura. A pesar de ser uno de los yacimientos arqueológicos más famosos del mundo, es difícil saber qué llevó a los incas a construir una ciudad en una lugar tan escarpado e inaccesible.
Las hipótesis son variadas, aunque la que tiene un mayor apoyo por parte de la comunidad científica apunta a que era un lugar sagrado, en el que los habitantes rendían culto a los dioses. Otros creen que, además, cumplía las funciones propias de un observatorio astronómico.
Las luciérnagas sincronizadas de Great Smoky
Luciérnagas de Great Smoky Smoky Mountains
La ciencia puede explicar sin problema alguno el proceso por el cual las luciérnagas emiten luz. Estos escarabajos con alas la generan en su abdomen, gracias a la combinación de la luciferina química, la enzima luciferasa y los iones de magnesio y oxígeno. La luz sirve para que los machos atraigan a las hembras, por lo que compiten para lograr el objetivo. Normalmente, cada individuo actúa de forma individual, sin tener en cuenta qué hacen sus adversarios.
Sin embargo, en los montes de Great Smoky (Tennessee, Estados Unidos), ocurre algo para lo que los científicos todavía no han encontrado ninguna explicación. Las luciérnagas macho actúan de forma coordinada para evitar el caos y que las hembras puedan detectar al macho adecuado. Al hacerlo de este modo, se crea un espectáculo único que se ha convertido en un importante reclamo turístico.
Un hongo texano y japonés
Chorioactis geaster Wikipedia
El Chorioactis geaster es una especie de hongo que tiene la peculiaridad de encontrarse solo en dos lugares del planeta: Texas y Japón. Los dos lugares están en la misma latitud, pero los micólogos no han podido averiguar por qué estos hongos crecen solo en estos dos puntos. Un estudio de 2004 sugirió que las poblaciones se separaron en dos linajes.
Ondas espaciales desconocidas
Cada segundo recibimos en nuestro planeta señales ininteligibles que no hemos sido capaces de reconocer ni de saber de dónde vienen. Se les ha denominado “estallidos rápido de radio” y son breves y brillantes emisiones de luz de tal intensidad que liberan suficiente energía para alimentar 500 millones de soles. Aunque hasta el momento solo se han reconocido e identificado 30 de ellos, se producen de forma muy frecuente, varias veces en el plazo de un minuto.
FRB 121102 es una de las que se conocen mejor. Su origen se encuentra lejos de nuestra galaxia, y curiosamente es la única que ha aparecido más de una vez desde la misma ubicación. Los científicos suponen que se relaciona con una joven estrella de neutrones, uno de los objetos más densos del universo. Sin embargo, son muchas las incógnitas que rodean este fenómeno y sobre las que que no se tiene una explicación concluyente.
el 28 de febrero del 2019 a las 10:43
William Thomson, lord kelvin, dijo: “… que en la Física no había nada más que descubrir, simplemente quedaban nuevas medidas más ajustadas que realizar…” Y, como él, otros muchos pensaron lo mismo. Aquel Presidente de una famosa Sociedad de Física en Londres dijo a su gran audiencia: “Nada más pesado que el aire podrá volar nunca”. Poco más tarde, surcó los cielos aquel primer avión de los hermanos Writh. Otro, también en una famosa conferencia dijo: “Nunca sabremos de qu´ñe están hechas las estrellas”. No mucho tiempo después, llegó el joven Franhoufer y nos habló del espectro de los cuerpos, esa radiación emitida que nos dice de que materiales están hechas las cosas.
El dejarse engañar por los agrandes avances y creer que ya lo sabemos todo… ¡Es mal camino! Ya sabéis, lo apuntó el amigo Nelson tomando prestadas las palabras del sabio chino Tao Te Ching que, más o menos venían a decir: “Saber que no sabemos, es un gran saber”.
Seamos prudentes y, sobre todo conscientes de que, es mucho más cuantioso lo que nos queda por saber que lo poco que sabemos.