Abr
10
Expresar lo que se piensa
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Física ~ Comments (0)
Empecé a estudiar física hace ahora unos 50 años. Y poco a poco he ido viendo que una parte de la física iba dejando de ser ciencia, olvidando el método de Galileo, y avanzando hacia un sistema dogmático, místico e iniciático. Recordemos que el método dogmático es aquel en el cual se exige aceptar una afirmación que no esta apoyada en ningún hecho comprobable: La afirmación de que las tablas de la ley las había entregado una deidad, por ejemplo. Hoy es imposible, en el campo de la física, no aceptar la afirmación incomprobable, de que el “mundo” empezó en un Big-Bang, con una cierta energía que no se sabe realmente que era y de donde pudo venir, y moviéndose de una forma que exige un razonamiento circular que pasa de energía a frecuencias de algo que se desconoce, a energías de carácter desconocido a frecuencias de ….., y así indefinidamente.
Pero como con las “tablas de la ley”, nadie puede subir a la montaña a verificar las afirmaciones expresadas, que sin embargo, hay que creer bajo pena de excomunión. Nadie puede volar en el tiempo hacia atrás hasta hace unos miles de millones de años, para verificar la hipótesis del Big Bang y sólo hemos podido recoger algunos indicios que hemos querido “arrimar” a esa teoría o modelo por no tener otra mejor a mano..
El sistema avanza hacia el misticismo: ¿Qué otra cosa es la idea de las supercuerdas, una idea que para Steven Weinberg, padre de la Gran Unificación, era ilusionante, pero se ha revelado incapaz de tener algo que ver con la realidad? O la SUSY, la supersimetría que postula que, por ejemplo, los electrones, con spin fraccionario, tengan simétricos con spin entero, selectrones que nadie ha medido ni de lejos.
Y se está convirtiendo en iniciático. Para ”descubrir” el Higgs, el CERN cerró las puertas y aisló a sus dos equipos durante años, en un sistema indigno de la idea de la ciencia, que había sido pública y abierta para todos hasta ese momento. El CERN publicó los resultados de sus dos equipos pero, o estoy muy equivocado o no ha distribuido los datos originales, las fotografías de las trazas de los productos de desintegración (si, dos veces, pues si hay Higgs, solo vemos los productos de los productos de su desaparición) de la partícula buscada. En las sociedades místicas, tras un periodo de iniciación para los elegidos, las verdades se revelaban siempre en ceremonias secretas bajo la terrible promesa de no revelar los ritos nunca fuera de la institución.
Hay que conservar la aureola de misterio y no perder de vista las subvenciones.
Otro de los padres de la Gran Unificación, el físico Abdus Salam, daba como razón poderosa para la búsqueda de la misma su fe en un único dios. Según él, la naturaleza debería tener una única fuerza, correspondiente a esa única deidad.
Abdus Salam Niels Bohr
El padre de la mecánica cuántica, Niels Bohr, apremiado por Einstein, entre otros, llegó a decir que de esa forma de analizar el mundo atómico y sub-atómico, de esa mecánica cuántica había que tomar las reglas de cálculo, pero que había que renunciar a entender lo que pasaba en él. Esto dicho por un supuesto científico que había renunciado a entender la naturaleza, pero que controló, hasta su muerte, la concesión de los premios Nobel de física.
Es tremendamente importante considerar esto que he escrito aquí, en todos los caminos de la ciencia. Hoy la presión es publicar, aunque lo que se publique sea mera copia no entendida de otros trabajos publicados anterior o simultáneamente. Esos trabajos se acumulan en las revistas científicas, de donde no salen a las empresas ni hacia la técnica. Los resultados de un enorme tanto por ciento de la investigación no son aprovechados por aquellos que la han financiado, que dejan que esos resultados caigan en el olvido.
Mientras que un científico como Juan Ignacio Cirac desarrolla hasta sus últimos extremos la ciencia, en su trabajo de laboratorio, a la búsqueda del ordenador cuántico que será un gran adelanto para la Humanidad, y lo mismo hacen otros muchos, por otra parte, inmensas cantidades de dinero y esfuerzo se tiran en desarrollos místicos sin utilidad alguna (por ejemplo, las investigaciones sobre la fusión del hidrógeno aquí en la Tierra queriendo imitar lo que hacen las estrellas) o, abiertamente, las supercuerdas, una Teoría sugestiva pero fuera de nuestro alcance, ya que, para su verificación se necesitaría disponer de la energía de Planck, es decir, 1019 GeV, una energía totalmente fuera de nuestras posibilidades.
Dedicar ingentes cantidades de dinero y esfuerzo humano a investigar los viajes en el Tiempo, los agujeros de gusano, el Hiperespacio y otras promesas situadas muy lejos en el futuro, o, en ninguna parte…
Aún hay ciencia. Pero hay disciplinas que se están, tristemente, alejando de ella aunque se consideran públicamente, y así lo afirman, como los que marcan el camino del futuro de la misma. Terminarán olvidadas, como ha ocurrido con toda la mística iniciática. Pero de momento aún nos dicen, como los sufíes, que son los únicos que están cerca de la verdad.
Antonio Ruiz de Elvira
El catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá vigila de cerca los síntomas del cambio climático que está poniendo en riesgo el futuro de la Humanidad. Además, puesto que el clima es un sistema complejo, analiza en lo posible otros muchos sistemas complejos, con el fin último de tratar de indicar medidas basadas en la ciencia para intentar mantener en funcionamiento nuestra cultura.
Está bien que cada cual exprese lo que piensa y, desde luego, hay que dejar un margen para la imaginación, no cerrarse a nada. Sin embargo, ese lado “fantástico” hay que considerarlo con algo de moderación y no anteponerlo a otros proyectos más “con los pies en el suelo” que nos traerán sus beneficios de manera más cercana y razonable.
emilio silvera