Ago
12
Nuevos Mundos ¿Nuevas formas de vida?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
La Bioología vino de las estrellas
“¿Qué es lo que un planeta necesita para mantener formas de vida compleja? Los astrónomos se han centrado en la estabilidad del agua superficial; fenómeno este que sólo es posible dentro de cierto intervalo de distancias del planeta a la estrella, es decir, en la zona de habitabilidad circunestelar. Sin embargo, tras los descubrimientos recientes de los planetas extrasolares, los investigadores han comenzado a tomar en cuenta un conjunto más amplio de condiciones.
Idealmente, la estrella y su séquito planetario deberían orbitar a determinada distancia del centro de la galaxia. Si demasiado lejos, la nebulosa en la que la estrella nace carecerá de los elementos pesados que forman los planetas. Si demasiado cerca, las inestabilidades orbitales, las colisiones cometarias y las estrellas que explotan, entre otras adversidades, harán fracasar los ecosistemas en la misma cuna. La posición del Sol es justo la correcta.
De todo lo anterior se desprende que la vida compleja constituye un acontecimiento raro en la galaxia.”
Cuando hablamos de la mecánica cuántica, tenemos que mirar un poco hacia atrás en el tiempo y podremos darnos cuenta del gran impacto que tuvo en el devenir del mundo desde que, en nuestras vidas, apareció el átomo y, más tarde, sus contenidos. Los nombres de Planck, Einstein, Bohr, Heisenberg, Schrödinger, Pauli, Bardeen, Roentgen, Dirac y muchos otros, se pudieron a la cabeza de la lista de las personas más famosas. Aquel primer premio Nobel de Física otorgado en 1900 a Roentgen por descubrir los rayos X, en el mismo año llegaría el ¡cuanto! De Planck que inspiró a Einstein para su trabajo sobre el Efecto fotoeléctrico que también, le valdría el Nobel, y, a partir de ese momento, se desencadenó una especie de carrera alucinante por saber sobre el átomo, sus contenidos, y, de qué estaba hecha la materia.
Cada día que pasa encontramos nuevos mundos y, en esta ocasión, el que podemos ver en la imagen de abajo está acompañado por dos soles a los que orbita y de los que recibe luz y calor. Hemos descubierto más de mil mundos situados en el espacio exterior que dan vueltas alrededor de estrellas de diferentes conformaciones más pequeñas y grandes que nuestro Sol y, en alguno de esos mundos, la vida podría estar presente.
El equipo del telescopio espacial Kepler de la NASA anunció en su momento el descubrimiento del primer exoplaneta que orbita simultáneamente dos estrellas de un sistema binario. La criatura se llama Kepler-16b -o mejor, Kepler-16 (AB)-b– y gira alrededor de dos estrellas más pequeñas que el Sol. Kepler A y Kepler B son dos astros con el 69% y el 20% de la masa del Sol respectivamente, mientras que Kepler-16b es un exosaturno que tiene 0,33 veces la masa de Júpiter. Posee un periodo de 229 días y se halla situado a 105 millones de kilómetros del par binario, la misma distancia que separa a Venus del Sol en nuestro Sistema Solar. Pero debido a que Kepler-16 AB son dos estrellas relativamente frías, la temperatura “superficial” de este gigante gaseoso ronda unos gélidos 170-200 K dependiendo de la posición orbital. Es decir, nada que ver con el infierno de Venus.
Una de las imágenes más recordadas de Star Wars es el momento en el que Luke Skywalker mira hacia la puesta de sol del desierto de Tatooine y vemos cómo se ven 2 soles. Aunque esta imagen forme parte de la historia del cine, en realidad se puede contemplar en muchísimos plantas; no es que la NASA haya descubierto la ubicación de Tatooine ni nada parecido sino que el telescopio Kepler ha localizado el planeta que orbita alrededor de dos estrellas, es decir, dos soles.
Científicos del observatorio espacial Kepler de la NASA halló un planeta que está inserto en un sistema con dos estrellas, a una distancia de 200 años luz de la Tierra.
El planeta, ubicado en la constelación del Cisne, fue bautizado con el nombre de Kepler 16b y es frío y gaseoso en vez de un tórrido desierto, por lo cual es el primer planeta circumbinario, es decir, con dos estrellas, según señala el artículo en la revista Science.
Como podréis ver y leer, los medios de comunicación cuentan las noticias científicas como mejor les parece y, no pocas veces distorsionan la realidad. Claro que, tener un científico “de verdad” en nómina y en cada especialidad…sería insoportable (económicamente hablando) para cualquier medio de comunicación y dan las noticias que les llegan de la mejor manera posible.
Las técnicas avanzan y cada vez es más fácil detectar nuevos mundos antes perdidos en el inmenso espacio interestelar y, la lejanía, las dificultades que añaden la luz emitida por la estrella que estos mundos orbitan, poco a poco, están siendo obviados por nuevas técnicas y formas nuevas que, pronto, nos llevarán a saber de mundos habitados por otros seres vivos.
Habrá que esperar un poco.
Moléculas orgánicas con la propiedad química llamada Quiralidad y que son esenciales para la Biología y que han sido detectadas en las Nubes moleculares Gigantes como Orión y otras. Así, cuando se forman los planetas a partir de ese material, las semillas de la vida están ahí presentes.
Lo cierto, amigos, es que el Universo es igual en todas partes. Cualquier región, por muy alejada que esté, estará regida por las mismas leyes que nuestro Sistema solar y toda la ,región circundante cercana a éste, y, si eso es así (que lo es, no podemos pensar que la Vida sólo está presente en la Tierra. En cualquier otro mundo. de los miles de millones que existen (sólo en nuestra Galaxia), si está en el lugar adecuado, habrá podido surgir una primera célula replicante que, evolucionando, pueda haber llegado a formas de vida más o menos inteligentes.
Las estrellas han tenido que estar fusionando elementos sencillos en otros más complejos para que, después de 10.000 millones de años, en nuestro planeta Tierra pudiera surgir la Vida al estar situado a una distancia adecuada del Sol. Los elementos necesarios ya estaban en el planeta.
Las diez estrellas mas cercanas a nuestro Sol están situadas a distancias considerables que, hoy por hoy, son inalcanzables para nosotros:
– Alfa Centauri: 4,3 años luz
– Estrella de Barnard 6 años luz
– Wolf 359 a 7.8 años luz
– Lalande 21185 a 8.3 años luz
– Sirio a 8.6 años luz
– Luyten 726-8 a 8.7 años luz
Y podríamos continuar señalando las distancias que nos separan de otros “soles” más o menos cercanos a nosotros, y, son precisamente esas distancias (para nosotros insalvables en el Presente), las que dificultan que hayamos podido conseguir ese primer contacto.
El desplazamiento a cualquiera de esos mundos sería de miles de años de viaje con las naves actuales que, además, no están preparadas para hacer frente a tan inmenso viaje y los inconvenientes que se pueden encontrar por el camino.
emilio silvera