Dic
20
Número puro y adimensional: 137
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Sin categoría ~ Comments (33)
Cuando surgen comentarios de números puros y adimensionales, de manera automática aparece en mi mente el número 137. Ese número encierra más de lo que estamos preparados para comprender; me hace pensar y mi imaginación se desboca en múltiples ideas y teorías.
Einstein era un campeón en esta clase de ejercicios mentales que él llamaba “libre invención de la mente”. El gran físico creía que no podríamos llegar a las verdades de la naturaleza sólo por la observación y la experimentación. Necesitamos crear conceptos, teorías y postulados de nuestra propia imaginación que posteriormente deben ser explorados para averiguar si existe algo de verdad en ellos.
Para poner un ejemplo de nuestra ignorancia poco tendríamos que buscar, tenemos a mano miles de millones.
Me acuerdo de León Lederman (premio Nobel de Física) que decía:
“Todos los físicos del mundo, deberían tener un letrero en el lugar más visible de sus casas, para que al mirarlo, les recordara lo que no saben. En el cartel sólo pondría esto: 137. Ciento treinta y siete es el inverso de algo que lleva el nombre de constante de estructura fina”.
Este número guarda relación con la posibilidad de que un electrón emita un fotón o lo absorba. La constante de estructura fina responde también al nombre de “alfa” y sale de dividir el cuadrado de la carga del electrón, por el producto de la velocidad de la luz y la constante de Planck. Tanta palabrería y numerología no significan otra cosa sino que ese solo número, 137, encierra los misterios del electromagnetismo (el electrón, e–), la relatividad (la velocidad de la luz, c), y la teoría cuántica (la constante de Planck, h).
Lo más notable de este número es su adimensionalidad. La velocidad de la luz, c, es bien conocida y su valor es de 299.792.458 m/segundo; la constante de Planck racionalizada, ћ, es h/2π = 1’054589×10 julios segundo; la altura de mi hijo, el peso de mi amigo, etc, todo viene con sus dimensiones. Pero resulta que cuando uno combina las magnitudes que componen alfa ¡se borran todas las unidades! El 137 está solo: se exhibe desnudo a donde va. Esto quiere decir que los científicos del undécimo planeta de una estrella lejana situada en un sistema solar de la galaxia Andrómeda, aunque utilicen Dios sabe qué unidades para la carga del electrón y la velocidad de la luz y qué versión utilicen para la constante de Planck, también les saldrá el 137. Es un número puro. No lo inventaron los hombres. Está en la naturaleza, es una de sus constantes naturales, sin dimensiones.
La física se ha devanado los sesos con el 137 durante décadas. Werner Heisember (el que nos regaló el Principio de Incertidumbre en la Mecánica Cuántica), proclamó una vez que todas las fuentes de perplejidad que existen en la mecánica cuántica se secarían si alguien explicara de una vez el 137.
¿Por qué alfa es igual a 1 partido por 137?
Esperemos que algún día aparezca alguien que, con la intuición, el talento y el ingenio de Galileo, Newton o Einstein, nos pueda por fin aclarar el misterioso número y las verdades que encierra. Menos perturbador sería que la relación de todos estos importantes conceptos (e–, h y c) hubieran resultado ser 1 ó 3 o un múltiplo de pi… pero ¿137?
Arnold Sommerfeld percibió que la velocidad de los electrones en el átomo de hidrógeno es una fracción considerable de la velocidad de la luz, así que había que tratarlos conforme a la teoría de la relatividad. Vio que donde la teoría de Bohr predecía una órbita, la nueva teoría predecía dos muy próximas.
Esto explica el desdoblamiento de las líneas. Al efectuar sus cálculos, Sommerfeld introdujo una “nueva abreviatura” de algunas constantes. Se trataba de 2πe2 / hc, que abrevió con la letra griega “α” (alfa). No prestéis atención a la ecuación. Lo interesante es esto: cuando se meten los números conocidos de la carga del electrón, e–, la constante de Planck, h, y la velocidad de la luz, c, sale α = 1/137. Otra vez 137 número puro.
Las constantes fundamentales (constantes universales) están referidas a los parámetros que no cambian a lo largo del universo. La carga de un electrón, la velocidad de la luz en el espacio vacío, la constante de Planck, la constante gravitacional, la constante eléctrica y magnética se piensa que son todos ejemplos de constantes fundamentales.
Las fuerzas de la naturaleza que gobiernan la electricidad, el magnetismo, la radiactividad y las reacciones nucleares están confinadas a un “mundobrana” tridimensional, mientras que la gravedad actúa en todas las dimensiones y es consecuentemente más débil. Quizá ese pudiera ser el motivo de que tengamos localizados a todos los bosones transmisores de las demás fuerzas: el fotón para el electromagnetismo, las W+, W- y Zº para la fuerza nuclear débil y los Gluones para la fuerza nuclear fuerte, sin embargo, el bosón intermediario de la Gravedad, el esquivo gravitón, aún no ha sido observado.
La búsqueda de los secretos de la Naturaleza no ha hecho más que empezar, y, en este punto en el que nos encontramos, al fin podemos tener las herramientas que, aparte de nuestra imaginación, nos ayudarán a “saber” sobre la conformación del mundo en el que vivímos y sobre el Universo que nos acoge.
emilio silvera
el 21 de octubre del 2010 a las 20:58
Que grande este artículo que bien explicado
el 22 de octubre del 2010 a las 11:41
Me alegro que te gustara.
el 29 de agosto del 2013 a las 3:26
es cierto que bien explicado
el 25 de abril del 2011 a las 2:05
Muchas gracias por tan interesante artículo. Este número se nos muestra mucho más interesante que el famoso 36 pitagórico (1+3+5+7)+(2+4+6+8)=36 Unidad y armonía de hembra y macho.
el 25 de abril del 2011 a las 7:19
Sí, amigo Ivan, el 137 (α) es el guardian de las llaves que cierra las puertas donde se esconden los secretos del electromagnetismo (e-), de la velocidad de la luz (c) -la relatividad), y, de la Constante de Planck (h). En Alfa, la Constante de estructura Fina, encontramos a ese número puro y adimensional (como todos los números que nos da la Naturaleza y que no son humanos), así α = 2∏e2/ ehc = 1/137. ¡Qué maravillas nos muestra la Naturaleza! y, nos las cuentaa través de la Física.
De Pitágoras te diré que, ni el famoso teorema era suyo. Mucho antes que él, otros lo habían mostrado al mundo. Ocurrió lo mismo con el modelo heliocéntrico de Copérnico, y, desde luego,con otros muchos adelantos que fueron adjudicados a personajes diferentes de sus verdaderos “padres”.
Lo que importa finalmente es que, como ocurre con el 137, nosotros vamos entendiendo las cosas dela Naturaleza que es donde están todas lasrespuestas que buscamos y necesitamos. Espero que de la misma manera que los Físicos buscan el secreto que tan celosamente esconde ese número natural, pueda pasar lo mismocon el número mágigo de Ramanujan (el 24) que, aparece continuamente en sus Funciones Modulares y,algunos han llegado a decir que, en ese número, pudieran estar las respuestas a todaslasincognitas que plantea la teoría de cuerdas.
En fin amigo, nosotros los mortales normales, a observar y maravillarnos de todo lo que elUniverso nos pueda ofrecer que, dicho sea de paso…No es poco.
Un saludo.
el 12 de junio del 2016 a las 4:50
Las dos series de los números: 1+3+5+7= 16 (1+6=7) + 2+4+6+8= 20 (2+0=2)= 36 > se asumen la llamada armonía masculina y femenina pitagórica. En efecto. Y la suma de los dígitos que compone el resultado> 3+6 ó 7+2, resulta el número 9, que completa la serie de los primeros números enteros naturales de los cuales se desprenden los demás números, conocidos y por conocer.
Todos sabemos, por cierto, que ese resultado y propiedad se utiliza en la aritmética elemental para comprobar la veracidad o error del resultado tanto en multiplicaciones como en divisiones.
Interesantemente, el número nueve es considerado como el número del Hombre, con H mayúscula, es decir el número de la humanidad o raza humana, compuesto por los dos sexos- los inicialmente reconocidos y aceptados, si cabe el término, pues actualmente hay, dicen, más de 50 variaciones u opciones de identidad sexual.
El número adimensional y puro 137, trasciende la concepción racionalista del científico contemporáneo y solo es entendido con la inteligencia del espíritu y es la base esencial del ordenamiento magnífico magnífico y perfecto tanto del Macro como del Microcosmos.
Jo Mero
el 12 de junio del 2016 a las 6:44
Curiosas expicaciones. De todas las maneras, me quedo con ese número puro y adimensional que encierra muchos misterios que nos quedan por desvelar. Aquel sabio decía que, cuando seámos capaces de poder entender todos los secretos encerrados en ese número mágico, la ignorancia del mundo sería en una buena parte mermada por un importante conocimiento de la Naturaleza.
el 25 de junio del 2011 a las 18:19
este mensaje tiene dos partes: vea las dos – please –
hello, no puedo evitar compartir una impresión que me produjo conocer la particularidad del número 137. Para un tío como yo que le guste hacerse preguntas sobre todo, racional como el que más pero al mismo tiempo desconcertado por los enigmas de los agujeros negros y las propiedades ondulatoria-corpusculares de la materia. Para un tío como yo que no ve lógico ni la existencia ni la no existencia de algo “divino” o mágico. Que me río del tarot y de las reincarnaciones pero que no puedo aceptar la teoría cuántica…
para un tío como yo, imagínese la sorpresa ver “su” numero, elevado a la categoría de numero “mágico”. Es mi número, porque es el número con el que fui registrado en una estancia de 3 semanas en un centro para asmáticos (soy asmático..). Lo recuerdo como mí número porque durante más de 30 años, lo he visto ahí perdido en trozos de toallas viejas, trozos de ex-camisetas mías en los que mi madre había cosido el famoso 137. Sé perfectamente lo del azar: al fin de cuentas no es nada raro: había una posibilidad entre…pongamos 300 de que me tocara ese número, pero es curioso, justamente…por mi “perfil”.
En fin, quiero compartir algo con usted/es un…una… corazonada. Se refiere nada menos que a la enigma de la teoría cuantica, la cual, reconozco, no es que no entienda su caracter enigmático-creo que lo entiendo-, es que no hay manera de que pueda creerlo (¡ojala pudiera!). Simplemente creo, como muchos otros, que se debe a que es una teoría “incompleta”. ¿Y si es incompleta, por que no hay manera de completarla?… Y ahí me vino una especie de inspiración…(seamos modestos: una simple idea o sensación)…
…porque las maquinas no pueden percibir el espacio/tiempo…y en cambio, el ser humano sí puede.
…porque miramos a un coche moverse y percibimos instantáneamente su velocidad, porque percibimos instantaneamente, simultaneamente, el espacio y el tiempo. En cambio las maquinas no pueden. Un aparato debe medir las distancias y un aparato debe medir el tiempo, y LUEGO -aunque sea en millonésimas de micronanosegundos-calcula la velocidad. Pero ¿Es que una simple videocamara no capta, igual que lo hace un ser humano, de manera simultánea el espacio y el tiempo? No. El obturador ( o lo que sea) se abre cada x tiempo; una cantidad x de fotones (o lo que sea) se graba en la película (o lo que sea)
Ninguna máquina percibira simultáneamente el espacio y el tiempo. El ser humano sí puede…gracias a … su conciencia…ejem…
hasta luego señor Silvera y disculpe mi atrevimiento (en caso de que meta la pata y le haga perder el tiempo)
Un saludo
el 25 de junio del 2011 a las 19:46
Hola, rafa.
La verdad es que leyédote me has hecho sonreir de las cosas que se te ocurren, y, algunas de ellas llevan su tino.
De todas las maneras, me quedará con eso de que no crees en la MC, sin embargo, son muchas las pruebas que ya tenemos de su existencia. ¿Qué debemos avanzar y hacerla más completa, más grande, más…creible? Seguro que sí. Sobre todo, debemos procurar unirla a la RG de Einstein, una vez que se consiga ese matrimonio, la Física dará un buen salto y el mundo, nuestro mundo, también. Una teoría cuántica de la gravedad explicará muchas cosas que ahora están oscuras.
En cuanto a las “divinidades” tampoco yo creo que puedan existir, es la Ciencia la que prevalece en todo, es la única verdad en la que podemos creer a pies juntillas y, para ello, para creer, necesitamos comprobarlo, no una, sino miles de veces, en distintas ocasiones, por distintas pruebas y personas y, si nos da el mismo resultado, esa será la verdad que estábamos buscando.
En fin amigo, si tuvistes durante mucho tiempo el número 137, puedes decir que tenías el secreto de la luz, la relatividad especial, del electrón, el electromagnetismo, y, h, la constante de Planck, la Mecánica cuántica en la que no crees y, más que no creer, creo, es que debes tratar de comprender.
Por otra parte, te diré que no has metido la pata en ningún momento.
Un saludo cordial.
el 19 de julio del 2011 a las 13:29
Hola, también a mi ha interesado mucho el asunto del inverso de la constante de estructura fina tanto es así, que hace poco tiempo publiqué en Youtube, junto a otros pequeños trabajos míos, uno sobre dicho valor, (137) si lo creéis oportuno podéis verlo poniendo en la barra de búsqueda de Youtube: Constante de estructura fina, nueva fórmula
el 20 de julio del 2011 a las 7:44
Lo veremos amigo.
el 8 de noviembre del 2011 a las 4:15
Sobre el 137, recomiendo leer el libro “La partícula divina” de Leon Lederman.
el 8 de noviembre del 2011 a las 6:32
Hola, Melomaníaco:
También yo lo recomendé en su momento. El artículo aquí comentado tiene en ese libro su base.
Un saludo cordial.
el 18 de enero del 2012 a las 5:55
A los 9 años aparecio el 137 en mi vida cuando al comprar una rifa para la escuela yo ganaria el primer premio que era un viaje con los chicos de 12 años de la escuela.
Ese numero aparecio incontables veces en mi vida. Despues de leer la biblia descubri como se combina y llega a formarse el 137.
Tambien descubri que en el universo hay 2 fechas importantes que al combinarlas forman el 137. Desde mi punto de vista estan opuestas por el vertice
Desde niño me hago llamar LES 137. Mi área es la contabilidad y matematica contable. Y aunque no se de fisica quiero felicitarlo. De hecho casi me desmayo al descubrir su publicación. Yo pense que era el unico en el mundo que conocia el 137. Pero siempre me callé. Aunque en mis redes sociales lo he codificado todo con este numero. Creo que la fisica tiene muchas cosas mas por descubrir. Tengo la certeza que este número es el protagonista para viajar en el tiempo y muchas cosas mas.
Desde Argentina le mando un cordial saludo!!!
el 18 de enero del 2012 a las 8:25
Amigo LES 137:
A veces los caminos que recorren nuestra mente no son totalmente comprendidos y, hay cuestiones que nos acompañan durante toda nuestras vidas sin que sepamos el por qué, tal parece que le pasa con el número referido que, al menos en la Física, quizá sea el número más importante y misterioso que está referido a Alfa (α) la Constante de Estructura Fina y lleva consigo muchas respuestas que quisiéramos conocer.
Es verdad que el resultado 1/137, o, alfa, es α = 2∏e2/ ehc, y, como se dice por ahí arriba, están involucrados el electrón (e-), el cuanto de Planck (h), y la velocidad de la luz (c). ¿Qué profundos misterios estarán escondidos dentro de esta constante que reúne a Einstein con Planck y Dirac? Si algún día somos capaces de saberlo…podemos llevarnos algunas sorpresas.
Y, como bien dices, la Física tiene muchas, muchísimas cosas por descubrir.
Un cordial saludo desde Huelva (España).
el 18 de enero del 2012 a las 8:27
v/c ≈ 1/137
Este último resultado adimensional frecuentemente es designado con la letra α, y ha resultado ser algo de importancia fundamental que ha sobrevivido inclusive al abandono actual del modelo de Sommerfeld. Aunque v²/c² es muy pequeño, un efecto de esta magnitud es observable. Utilizando espectroscopios de alta resolución se puede observar que lo que parece ser una sola línea resulta ser varias líneas con espaciamientos muy cercanos entre ellas. Esto es explicado en la teoría de Sommerfeld de la siguiente manera: para cada órbita circular de radio rn y energía En existe un conjunto de n órbitas elípticas con igual semieje mayor pero con diferentes excentricidades y por lo tanto energías ligeramente diferentes. Entonces la energía radiada cuando el electrón cambia de órbita depende no solo de los ejes mayores sino también en menor grado de las excentricidades de la órbita inicial y final como. La subdivisión en los niveles de energía es llamada subdivisión de estructura fina, mientras que la constante adimensional α:
α = 1/137.035999679
es mejor conocida como la constante de estructura fina de Sommerfeld o simplemente como constante de estructura fina, la cual tiene varias interpretaciones aunque generalmente es identificada hoy en día como la constante de acoplamiento que caracteriza a la fuerza de la interacción electromagnética. En la electrodinámica cuántica la constante de estructura fina desempeña el papel de una constante de acoplamiento, representando la fuerza de la interacción entre electrones y fotones. Su valor no puede predecirse por la teoría, y debe utilizarse uno basado en resultados experimentales. Este es un resultado que, pese a que fue obtenido con lo que hoy se conoce como la “mecánica cuántica vieja” de la cual el modelo de Sommerfeld forma parte, sigue siendo válido hoy en día.
http://la-mecanica-cuantica.blogspot.com/2009/08/el-modelo-atomico-planetario-de-bohr-ii.html
el 13 de noviembre del 2012 a las 12:22
Amigo Tom:
Tu comentario ha venido para iluminar el panorama y, se agradece el enlace que (también) es bastante clarificador.
Un abrazo.
el 13 de noviembre del 2012 a las 5:32
Este artículo fue plagiado del libro de Leon Lederman “La Partícula Divina”.. al menos citalo!!!
el 13 de noviembre del 2012 a las 5:35
y no fue Lederman quién propuso poner el 137 fuera de sus casas u oficinas, fue Richard P. Feynman -.-
el 13 de noviembre del 2012 a las 11:52
Efectivamente Diego, Lederman fue el que dijo que: “Todos los físicos del mundo deberían tener, en el lugar más destacados de sus casos un letrero que pusiera sólo un número: 137. De esa forma, cada vez que lo miraran, les recordaría lo que no saben”.
Lo cierto es que, el número 137 encierra los secretos del electromagnetismo, e, los de la luz, c, y, los de la mecánica cuántica, h.
Un saludo.
el 13 de noviembre del 2012 a las 12:19
A mandar amigo. Se hace lo que se va pudiendo y no creas que trabajar con tantos datos archivados resulta fácil y no pocas veces se desconocen las procedencias (no es este el caso) de los datos expuestos. De todas las maneras plagiar es quedarse con algo para beneficio propio y, no estamos en ese escenario, dado que aquí, todo es gratis total.
De todas las maneras, se agradece la indicación.
Un saludo cordial.
el 30 de octubre del 2014 a las 15:43
Buenos dias, es muy interesant todo lo leido.
Simplemente quiero comentarle un sueño q tub hace aprox. dos o tres años,
resumido: un hombre q no conosco me entregaba un candado segun el con forma de cubo q tenia una clave numerica me dio el numero y me dijo q jamas lo olvide el numero consistia de 3 digitos 137.
Cuando el cubo se abrio en su interior vi una luz muy brillante muy loco pero parecia una galaxcia. Me gustaria saber que opina de esto. desde ya muchas gracias
el 31 de octubre del 2014 a las 6:41
¡Hola, Cori!
La historia que nos cuenta es bastante interesante y, desde luego, misteriosa, toda vez que enlaza con algo real que está en la Naturaleza como lo es, la constante de estructura fina (2∏ e2/ehc = 137 el número puro adimensional). Es un sueño hermoso que denota una gran imaginación desarrollada por la intuición del subconsciente que, de alguna manera, relaciona el mágico número con la luz de una galaxia llena de vida, la significación del universo mismo.
No siempre podemos relacionar los sueños que tenemos con los hechos ciertos que hemos vivido en la vida cotidiana, o, con sucesos que hemos presenciado. Sin embargo, en nuestras mentes existen cien mil millones de neuronas, tantas como estrellas hay en la Vía Láctea y, no sabemos ni podemos explicar qué caminos puedan recorrer.
El hecho que nos cuenta es algo maravilloso si tenemos en cuenta la significación que tiene en la Naturaleza el número 137 que esconde los secretos del cuanto de Planck (h), del electromagnetismo (e) y de la luz (c) significada en la teoría de la relatividad de Einstein. Es todo bastante extraño y, al mismo tiempo, parece como si le enviaran un mensaje que, desde luego, no tenemos la capacidad de comprender.
Un cordial saludo amiga.
el 28 de junio del 2016 a las 8:04
Buenos días
a menudo me despierto en la madrugada, miro el reloj y son las 01.37, ésta misma noche me ha ocurrido
La primera vez que supe de la numerología fue mientras mantenía una conversación muy interesante en whatssap…vi en la hora de mi móvil 11.11 y supe, sin ningún tipo de duda, que ése número tenía un mensaje….tanto que dejé mi interesante conversación con un amigo y me fui sin despedirme a google…..de repente vi que montones de personas habíamos llegado a ésas páginas despues de sentir que ése número traía un mensaje.
A partir de ahí, la numerología me trae mensajes con números que se repiten en combinaciones del 47 (473, 742, 475, etc)
Ahora me pregunto qué mensaje podría traer el número 137 (he buscado en internet y he leído cosas relacionadas con la Kabalah que no acabo de entender, sobre la luz, la vasija, etc)
Alguien podría darme una pista de porqué despierto viendo el número 137, lo veo a menudo en matrículas de coches etc??
Gracias y feliz día
el 29 de junio del 2016 a las 6:26
En un lugar llamado Observatorio Offf Topic, dejé una vez un escrito que se refería al 137 y decía:
Las Constantes de la Naturaleza…
“Dan al universo su carácter distintivo y lo hace singular, distinto a otros que podría nuestra imaginación inventar. Estos números misteriosos, a la vez que dejan al descubierto nuestros conocimientos, también dejan al desnudo nuestra enorme ignorancia sobre el universo que nos acoge. Las medimos con una precisión cada vez mayor y modelamos nuestros patrones fundamentales de masa y tiempo alrededor de su invariabilidad; no podemos explicar sus valores.
Nunca nadie ha explicado el valor numérico de ninguna de las constantes de la naturaleza. ¿Recordáis el 137? Ese número puro, adimensional, que guarda los secretos del electrón (e), de la luz (c) y del cuanto de acción (h). Hemos descubierto otros nuevos, hemos relacionado los viejos y hemos entendido su papel crucial para hacer que las cosas sean como son, pero la razón de sus valores sigue siendo un secreto profundamente escondido.
Buscar esos secretos ocultos implica que necesitamos desentrañar la teoría más profunda de todas y la más fundamental de las leyes de la naturaleza: descubrir si las constantes de la naturaleza que las definen están determinadas y conformadas por alguna consistencia lógica superior o si, por el contrario, sigue existiendo un papel para el azar.
Si estudiamos atentamente las constantes de la naturaleza nos encontramos con una situación muy peculiar. Mientras parece que ciertas constantes estuvieran fijadas, otras tienen espacio para ser distintas de las que son, y algunas no parecen afectadas por ninguna otra cosa del –o en el– universo.
¿Llegaron estos valores al azar?
¿Podrían ser realmente distintos?
¿Cuán diferentes podrían ser para seguir albergando la existencia de seres vivos en el universo?
En 1.986, el libro The Anthropic Cosmological Principle exploraba las diez maneras conocidas en que la vida en el universo era sensible a los valores de las constantes universales. Universos con constantes ligeramente alteradas nacerían muertos, privados del potencial para desarrollar y sostener la complejidad que llamamos vida.
En la literatura científica puede encontrarse todo tipo de coincidencias numéricas que involucran a los valores de las constantes de la naturaleza. He aquí algunas de las fórmulas propuestas (ninguna tomada en serio) para la constante de estructura fina.
Valor experimental: 1/α = 137’035989561…
Lewis y Adams: 1/α = 8π (8π5 / 15)1/3 = 137’384
Eddington: 1/α = (162 – 16) / 2 + 16 – 1 = 137
Wiler: 1/α = (8π4 / 9)(245! / π5)1/4 = 137’036082
Aspden y Eagles: 1/α = 108π (8 / 1.843)1/6 = 137’035915
Por supuesto, si la teoría M da al fin con una determinación del valor de 1/α podría parecerse perfectamente a una de estas fórmulas especulativas. Sin embargo ofrecería un amplio y constante edificio teórico del que seguiría la predicción.
También tendría que haber, o mejor, que hacer, algunas predicciones de cosas que todavía no hemos medido; por ejemplo, las siguientes cifras decimales de 1/α, que los futuros experimentadores podrían buscar y comprobar con medios más adelantados que los que ahora tenemos, a todas luces insuficientes en tecnología y potencia.
Todos estos ejercicios de juegos mentales numéricos se acercan de manera impresionante al valor obtenido experimentalmente, pero el premio para el ingeniero persistente le corresponde a Gary Adamson, cuya muestra de 137-logía se mostraron en numerosas publicaciones.
Estos ejemplos tienen al menos la virtud de surgir de algún intento de formular una teoría de electromagnetismo y partículas. Pero hay también matemáticos “puros” que buscan cualquier combinación de potencias de números pequeños y constantes matemáticas importantes, como π, que se aproxime al requerido 137’035989561… He aquí algún ejemplo de este tipo.
Robertson: 1/α = 2-19/4 310/3 517/4 π-2 = 137’03594
Burger: 1/α = (1372 + π2)1/2 = 137’0360157
Ni siquiera el gran físico teórico Werner Heisenberg pudo resistirse a la ironía o irónica sospecha de que…
“En cuanto al valor numérico, supongo que 1/α = 24 33 / π, pero por supuesto es una broma.”
Arthur Eddington, uno de los más grandes astrofísicos del siglo XX y una notable combinación de lo profundo y lo fantástico, más que cualquier figura moderna, fue el responsable impulsor de poner en marcha los inacabables intentos de explicar las constantes de la naturaleza mediante auténticas proezas de numerología pura. Él también advirtió un aspecto nuevo y especular de las constantes de la naturaleza.
“He tenido una visión muy extraña, he tenido un sueño; supera el ingenio del hombre decir qué sueño era. El hombre no es más que un asno cuando tiene que exponer este sueño. Se llamará el sueño del fondo, porque no tiene fondo.”
S. Eddington
“El conservadurismo recela del pensamiento, porque el pensamiento en general lleva a conclusiones erróneas, a menos que uno piense muy, muy intensamente.”
Roger Scruton
Hay que prestar atención a las coincidencias. Uno de los aspectos más sorprendentes en el estudio del universo astronómico durante el siglo XX, ha sido el papel desempeñado por la coincidencia: que existiera, que fuera despreciada y que fuera recogida. Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de las constantes en el dominio cuántico y a explorar y explorar la nueva teoría de la gravedad de Einstein para describir el universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de unirlas.
Entró en escena Arthur Eddington; un extraordinario científico que había sido el primero en descubrir cómo se alimentaban las estrellas a partir de reacciones nucleares. También hizo importantes contribuciones a nuestra comprensión de la galaxia, escribió la primera exposición sistemática de la teoría de la relatividad general de Einstein y fue el responsable de verificar, en una prueba decisiva durante un eclipse de Sol, la veracidad de la teoría de Einstein en cuanto a que el campo gravitatorio del Sol debería desviar la luz estelar que venía hacia la Tierra en aproximadamente 1’75 segmentos de arco cuando pasaba cerca de la superficie solar, y así resultó.
¿Qué haríamos sin la ciencia?”
Algunos números, amiga María, desde la noche de los Tiempos, han fascinado a muchos sabios pensadores y, encierran los secretos que la Naturaleza nos quiere enviar, el problema está en que no siempre, sabemos entenderlos.
Emilio Silvera
el 29 de junio del 2016 a las 8:36
Para alguien de letras puras como yo, es difícil de entender pero muchas gracias, Emilio!!
el 29 de junio del 2016 a las 11:58
A mandar María, aquí estamos para intercambiar pareceres sobre cuestiones que, no siem,pre llegamos a comprender. Una cosa es bien cierta, hemos podido llegar a ser conscientes de nuestra ignorancia y, eso amiga mía, es el primer paso para llegar lejos en el saber del mundo, de la Naturaleza, del Universo en fin.
Un cordial saludo