“Se adentrará entre el planeta y sus anillos para acabar desintegrada en la atmósfera del gigante gaseoso.”
Ene
21
Todo tiene su final
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (3)
Desde que en octubre del año 1997 fuera lanzada la sonda Cassini, hasta que el 15 de septiembre de 2017 se destruya, habrán pasado 20 años. Durante ese tiempo ha sido la primera nave que ha orbitado en Saturno, ha retratado el planeta y sus anillos, las lunas Titán y Encélado, buscando la presencia de vida y ayudando a resolver innumerables misterios.
Se trata de un proyecto en el que han colaborado la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), que desarrollaron la sonda Huygens cuya misión fue aterrizar sobre Titán, y la Agencia Espacial Italiana (ASI).
La nave no tripulada Cassini-Huygens fue lanzada por un cohete Titán 4B y con un peso de 5.670 kilogramos ha recorrido más de 3.500 millones de kilómetros. Cassini llegó a Saturno en el año 2004, y se convirtió en el primer satélite artificial tras una larga maniobra, enviando valiosa información desde que entró en órbita.
En noviembre de 2016 la sonda Cassini empezó a cambiar el rumbo, con el objetivo de sobrevolar el polo norte de Saturno y el anillo más alejado del planeta. A partir de abril de 2017, la nave se ha ido acercando a Titán para aprovechar su empuje gravitatorio y adentrarse en el espacio entre el anillo más interno y el planeta, una extensión de unos 2.400 kilómetros de ancho, realizando 22 órbitas, cada una con una duración de seis días, y acercándose como nunca se había llegado al sexto planeta del Sistema Solar. La información que consiga, según ha explicado la NASA, puede responder a grandes preguntas sobre Saturno, cuál es su estructura interna, cuánto dura un día en el planeta, a qué velocidad gira su núcleo, y cuándo se formaron sus anillos. Será la primera ocasión en la que se van a analizar partículas de hielo de los anillos principales y las capas externas de la atmósfera.
El día 11 de septiembre realizó su último sobrevuelo, que se ha dio en llamar el ‘beso de despedida’, y que servió para encaminar a Cassini hacia su desintegración en la atmósfera de Saturno cuatro días más tarde. En estos momentos el combustible se está agotando, y se intenta evitar que sus restos contaminen los lagos de Titán o los mares de Encélado, porque se han descubierto géiseres con compuestos químicos esenciales para sustentar microbios.
Entre la información que ha enviado la sonda, destacan unas fotografías que muestran las vistas de la descomunal tormenta hexagonal que reina en el polo norte del planeta y las imágenes de mayor resolución que se hayan tomado de Pandora, la luna de 84 kilómetros de diámetro en el anillo exterior. También datos publicados sobre el lado nocturno de Titán presenta entre 10 y 200 veces más luz que su lado diurno, los científicos creen que podría deberse a la eficiente difusión frontal de la luz solar por la extensa neblina de su atmósfera, un comportamiento que en nuestro Sistema Solar solo presenta Titán.
Cassini llega al final de su viaje, pero hasta el momento de su desintegración nos seguirá transmitiendo lo que pasa tan lejos de la Tierra.
el 28 de abril del 2017 a las 7:08
La gente correinte, inmersas en su propios problemas cotidianos, le presta poca o ninguna atención al Servicio Descomunal que nos prestan estos ingenios espaciales que visitan lugares como Marte, Europa, Encelado, Titán Saturno y Júpiter y otros lugares del propio Sistema Solar. Ellos son los responsables de que podamos conocer a todos estos mundos y “lunas” con algo más de cercanía y saber sobre sus características, como los volcanes de Io y los Océanos de Ganímedes o Encelado y Europa.
No podemos saber si, en el futuro, alguno de esos lugares serán posibles asentamientos humanos, lugares en los que poder instalarnos cuando alcancemos una técnica superior que nos permita realizar lo que hoy no podemos.
A la Sonda Cassini-Huygens, en los años de servicio a favor de la Humanidad, le debemos una serie de conocimientos impagables que, sin ella, no podríamos haber adquirido nunca.
Sabemos de nuestras carencias y, las inteligencias superiores de nuestro planeta, han hecho posible que, dichas carencias queden suplidas por ingenios espaciales que llegan allí donde el Ser Humano no puede (al menos de momento). El Espacio Exterior no es amigable para nosotros, tiene muchos inconvenientes para la supervivencia del Ser Humano y, si no nos valemos de naves robotizadas… ¡Mal podríamos conseguir lo que conseguimos!
En unas décadas veremos como naves inmensas surcan los Espacios Interplanetarios con tripulaciones de Robots que, serán los encargados de atisbar esos otros mundos descubiertos para saber si algún día, podrían ser habitables para nosotros. También, serán los robots los que explotarán minas en otros mundos y extraerán riquezas inimaginables.
POr todos estos pensamientos, algunos amigos me dicen que soy un soñadpor pero.. ¡Si no soñamos! ¿Dónde estaría la gracia? Soñar e imaginar nos mantiene y permite eliminar la frustración que, de otra manera, tendríamos.
el 28 de abril del 2017 a las 22:27
Hay una serie de ciencia ficción, “The Expanse”; que se situa en un futuro a medio plazo, donde Marte, ocupada desde tiempo por humanos se ha convertido en un planeta hostil a la Tierra; además existen otros grupos de poder dispersos por el sistema solar, Europa, Ganímedes, Cinturón de Asteorides, etc; y como siempre ha pasado, se dedican a intrigar y a luchar entre ellos.
No se si la conocerás; está bastante bien hecha, y con cierto rigor en sus avances tecnológicos, que, claro está, son muchos.
Posiblemente dentro de unos pocos cientos de años muchos de esos relatos se habrán hecho realidad, y al menos hasta Júpiter existirá una continuada presencia humana. La clave ya sabemos que se trata en conseguir de alguna manera alcanzar en poco tiempo distancias tan enormes. Mientras no se consiga nada en ese sentido nos veremos abocados a únicamente asomarnos a “la puerta” de nuestra casa/Tierra.
Un abrazo Maese; y no te preocupes, que no eres el único soñador; de hecho personalmente me fastidia bastante no poder ver lo que pueda ocurrir en digamos doscientos años.
el 29 de abril del 2017 a las 6:36
¡Cierto! Estimado amigo Kike, en esas series como la que nombras, aparecen escenas y hechos que son precursores que anuncian el futuro que vendrá. ¿Qué duda podemos tener al respecto? Nuestra especie es así, capaz de lo mejor y de lo peor también. Sin embargo, una cosa que la define bien es la capacidad que tiene (tenemos) de no rendirnos nunca y seguir haciendo preguntas que, con nuestro tesón llegamos a contestarnos nosotros mismos a base de investigar y descubrir los secretos de la Naturaleza que nos permitan conseguir los objetivos propuestos.
En el Espacio está gran parte de nuestro futuro, ya que, la Tierra se nos está quedando pequeña, y, además, como todo en el Universo, evoluciona y ¿quién sabe? si algún cambio inesperado no la hace inhabitable y necesitamos buscarnos cobijo en otros mundos. No está nada mal que sigamos investigando y buscando nuevas “Tierras” en las que podernos asentar, ya que, como bien dices, un día lejano aún en el futuro, algún científico tendrá la inspiración y encontrará la manera de viajar a esos mundos lejanos de manera soportablemente rápida. Hace unos días pude leer que unos científicos han hallado el esquema matemático que nos permitirá construir una máquina para viajar en el Tiempo… ¡Todo lo que podamos imaginar, algún día, será posible!
Un abrazo.