AFP PHOTO/NASA/JPL-CALTECH. Es la Nebulosa Cygnus Loop en ultravioleta
Cygnus Loop (W78 fuente de radio, o Sharpless 103) es un remanente grande supernova (SNR) en la constelación de Cygnus, una nebulosa de emisión que mide casi 3 ° de ancho. Algunos arcos del bucle, conocidos colectivamente como la Nebulosa del Velo o Nebulosa Cirrus, emite luz visible.
La parte visual del Cygnus Loop es conocida como la Nebulosa del Velo, también llamada la Nebulosa Cirrus o la Nebulosa filamentosa. Varios componentes tienen nombres e identificadores separados, incluyendo el “Velo occidental” o “Escoba de bruja”, “Velo del Este”, y Triángulo de Pickering.
ESO: Utilizando el Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA), los Astrónomos han descubierto que los planetas que orbitan la estrella Fomalhaut deben ser mucho más pequeños de lo que se pensaba en un principio. Fomalhaut es la estrella más brillante en la constelación de Piscis Austrinuus (El Pez Austral). El nombre de la estrella tiene su origen en el árabe y su significado es Boca de Ballena (o del pez). Durante la historia esta estrella ha tenido varios nombres. En la antigua Persia se hacían rituales para ella y era una de las cuatro estrellas reales “persas”, recibiendo el nombre de Hastorang. En la religión de Strehería, Fomalhaut es un ángel caído y el cuarto guardián de la puerta del norte. Está situada a 25 años-luz del Sol.
La ESO ha obtenido la imagen infrarroja más precisa de la Nebulosa Carina captada por el Telescopio de Largo Alcance del Observatorio Austral Europeo. La Nebulosa de la Quilla, también llamada Nebulosa de Carina, Nebulosa de Eta Carinae o NGC 3372, es una gran nebulosa de emisión (cuatro veces más grande que Orión) que rodea varios cúmulos abiertos de estrellas. Entre estas estrellas se encuentran Eta Carinae y HD 93129A, dos de las estrellas más masivas y más luminosas en la Vía Láctea. La nebulosa se encuentra a una distancia estimada de entre 6 500 a 10 000 años-luz de la Tierra. Se encuentra localizada en la constelación de la Quilla (Carina). Esta nebulosa contiene diversas estrellas tipo O.
Carina (la quilla), es una constelación austral austral que forma parte de la antigua constelación de Argo Navis (el navío Argo). La Unión Astronómica Internacional la dividió en cuatro componentes: Carina (la Quilla), Vela (la Vela), Puppis (la Popa) y Pyxis (el compás o la Brújula).
Captada por el
Hubble, el conjunto de galaxias Arp 273, se encuentra en la constelación de Andrómeda y tiene esta particular forma de rosa cósmica. En la imagen aparece un galaxia espiral notable, junto con orta más pequeña, y juntas tienen una forma de S. Las
galaxias Arp 273están a 300 millones de años luz de nuestra Vía Láctea. Las galaxias Arp 273 están en interacción. En primer lugar, se hace un zoom en el miembro más pequeño de la pareja. Se trata de una galaxia casi de canto, que muestra claros signos de intensa formación estelar en su núcleo. Esto fue provocado tal vez, por el encuentro con la galaxia compañera anterior.
Las fuerzas de marea de la galaxia compañera más pequeña y su tirón gravitacional han causado que la pareja simule un conjunto en forma de rosa, la llamada “rosa del espacio”.
IAC Nos muestra la Nebulosa Reloj de Arena, fue elegida por la NASA como la Imagen Astronómica del día. Las figuras arabescas y de una belleza sin igual que se forman en el espacio con el material interestelar son fabulosas y coloridas en función del material que las conforman que, merced a la radiación que ioniza las regiones y los vientos estelares emitidos por las estrellas nuevas, conforman conjuntos que ni nuestra inmensa imaginación pueden imaginar.
HUBBLE
Aquí la joven estrella S106 IR expulsa material a gran velocidad y perturba el gas y el polvo que la rodean, rebelándose contra su ’nube madre’. La postal captada por el Hubble tiene forma de ángel con las alas extendidas. El 16 diciembre de 2011, una de las cámaras de gran campo del telescopio espacial Hubble ha captado esta imagen de una nube de hidrógeno gigante iluminada por una brillante estrella joven. La imagen revela cuán violentas pueden llegar a ser las etapas finales del proceso de formación estelar.
Pese a los colores celestiales de esta imagen, nada ocurre tranquilamente en la región de formación estelar Sh 2-106, o S106. En ella se aloja la joven estrella S106 IR, que expulsa a gran velocidad material que altera el gas y el polvo circundantes. Esta estrella tiene una masa 15 veces superior a la del sol y está en las etapas finales de su formación; pronto, cuando entre en la fase de su evolución llamada ‘de secuencia principal’ –el equivalente a la etapa adulta de su vida estelar-, se calmará y brillará durante algunos millones de años. Vivirá menos que el Sol, ya que, su voracidad en consumir el mateiral estelar será mucho mayor.
Aquí el
Hubble nos muestra a la Nebulosa NGC 3693, situada en la constelación de Carina. Ella, presumida, nos muestra ese Joyero de relucientes y doradas estrellas formadas en un bello cúmulo. NGC 3603. Sher 25 es la estrella brillante en la posición de uno con respecto al centro de la agrupación, entre dos parches de nebulosa y con un débil anillo que lo rodea.
Ahí se encuentra Sher 25, que es una estrella supergigante azul en la constelación Carina, ubicada aproximadamente a 25.000 años luz del Sol en la región H II NGC 3603 de la galaxia de la Vía Láctea. Es una estrella de tipo espectral B1Iab con una magnitud aparente de 12,2. Su masa secuencia principal inicial se calcula en 60 veces la masa de nuestro Sol, pero una estrella de este tipo ya se han perdido una parte sustancial de esa masa. No está claro si Sher 25 ha sido a través de una fase de supergigante roja o simplemente ha evolucionado a partir de la secuencia principal, por lo que la masa actual es muy incierto.
ESO nos enseña la la Imagen de un
agujero negro en la galaxia espiral NGC 300, a una distancia récord de unos seis millones de años luz de nuestro sistema solar, absorbe la materia de una estrella que le acompaña en un ’vals infernal. Estos terribles monstruos del Espacio, situados (por lo general), en el centro galáctico, son devoradores de materia y, ni las estrellas vecinas se pueden salvar para escapar de su terrible fuerza gravitatoria que las atrae para engullirlas y convertirlas quién sabe en qué clase de materia exótica desconocida de una densidad nunca jamás vista.
Aquí el
Hubble ha captada la imagen del Cluster R136 para mostrarnos un paisaje de fantasía, repleto de luminosidad en contraste con los valles de sombras y oscuridad. Junto a una región en sombra en el centro que se asemeja a la silueta de un gran árbol navideño que está cuajada de estrellas jóvenes y radiantes, azuladas que emiten cantidad inmensa de radiación ultravioleta para ionizar el material circundante al que, dependiendo de los elementos de que están formados, le saca los distintos colores.
ESO / VISTA
Aquí podemos contemplar la primera imagen captada por el telescopio europeo VISTA de la Nebulosa de la Llama. La nebulosa de la Llama, también conocida como NGC2024, es una región de gas y polvo oscurecido en el Complejo de la Nube Molecular de Orión, región de formación estelar que incluye la famosa nebulosa de la Cabeza del Caballo.
situada a 1.500 años luz de distancia del Sistema Solar. Esta nebulosa es fácil de localizar dado que se encuentra muy cerca de la estrella brillante que está más a la izquierda en el cinturón de Orión: Alnitak. Esta estrella envía luz energética a la nebulosa de la Llama, lo que hace que se desprendan
electrones del gas hidrógeno que reside allí. Gran parte del resplandor se produce cuando se recombinan los
electrones y el hidrógeno ionizado.
El
Hubble nos muestra la imagen situada en los albores del Universo. La cámara infrarroja del telescopio espacial más famoso, ha captad0 esta imagen del universo cuando era muy joven, sólo tenía 600 millones de años después del comienzo del Tiempo, es decir, después del
Big Bang. Sabemos (eso nos dicen todos los estudios realizados), que el Universo tiene ahora una edad de 13.750 millones de años y, desde aquel tiempo pasado en el que la imagen era una realidad que ahora no existe, el
Hubble, nos la enseña haciendo posible que nosotros, situados a mucha distancia en el tiempo futuro de las galaxias que ahí se muestran, podamos saber cómo era entonces el Cosmos.
Las estrellas macen y mueren continuamente después de “vivir” miles de millones de años
Desde entonces, muchas estrellas han nacido para morir y dejar sembrado el espacio interestelar de materiales complejos y de mundos que, como la Tierra, situados en la zona habitable de sus estrellas, probablemente tengan sistemas ecológicos en los que, la Vida, esté presente de mil maneras.
Aquí dejamos este paseo por el Universo que, siendo para nosotros “infinito”, tenemos que mostrarlo por partes y también, por partes contar, lo mucho que en él está presente y los sucesos que tuvieron lugar en tan vasto espacio, que tienen presencia en este mismo momento presente y, ¿qué duda nos puede caber?, tendrán lugar en el tiempo por venir.
¡Qué bello es el Universo! ¡Cuántas maravillas contiene! ¿Lo conoceremos alguna vez… del todo? ¿Tendrá algún compañero?
emilio silvera
el 22 de septiembre del 2014 a las 7:31
Muchos son los objetos que pueblan el universo y, las fantásticas transformaciones que en ellos se producen por uno u otro motivo. Fuerzas que no siempre podemos explicar están ahí presentes y se desencadenan para que puedan surgir cosas nuevas: Nada desaparece y todo cambia.
¡De la muerte de una estrella, surgen tántas cosas!
Precisamente, todo nuestro Sistema solar, con nuestro mundo incluído, surgío de una gran debacle destructora de la que nacieron nueos objetos y nuevas cosas que ahora, admiramos y nos asombran por sus características y lo que allí puede estar presente en forma de materia inerte o, incluso, de alguna forma de vida.
Mirar todas estas imágenes que nuestros telescopios han captado para nosotros es (literalmente) hacer un viaje por el Universo, a lugar más o menos cercanos, en tiempos remotos o más recientes y, esa, amigos míos, es la única manera (al menos por el momento) que tenemos de viajar en el tiempo: Admirar un grupo de galaxias que vivieron cuando el Universo tenía 600 millones de años de edad… ¿No es fantástico?
Sí, algún día veremos cumplidos nuestros sueños y podremos viajar a las estrellas pero, ninguno de nosotros, los que viven en el presente, podrán ser testigos de ello. No me importe y, aunque me gustaría, me conformo con que lo pueda hacer la Humanidad, es decir, nuestros descendientes.
emilio silvera