Feb
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¡La Filosofía! Ese tesoro del pensamiento Humano
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Filosofía ~ Comments (9)
- Todo estudio científico se compone de fases de observación, procesamiento y conclusiones finales (o leyes generalistas). Una observación puntual puede arrojar resultados que no sean los esperados por lo que en muchos casos se hace uso de la probabilidad.
“El nacimiento y desarrollo de la ciencia experimental a partir del siglo XVII ha estado frecuentemente acompañado de polémicas filosóficas, y no pocas posturas filosóficas de la época moderna han representado, en parte, intentos diversos de solucionar esas polémicas”.
Resolver las diferentes polémicas filosóficas han hecho que en la época reciente se constituyese “la filosofía de la ciencia como disciplina autónoma, que ha dado lugar a la aparición de un nuevo tipo dedicación profesional”.
Karl Popper
La aparición de este nuevo tipo de filósofo suele estar ligada a las actividades del círculo de Viena “que contribuyeron decisivamente a la consolidación de la filosofía de la ciencia como disciplina autónoma”. Desde esas actividades surgieron nuevas figuras que, ancladas en las consideraciones iniciales de la filosofía neopositivista del Círculo intenta responder a la cuestión de qué es la actividad científica y cual es su racionalidad propia. Heredan de la visión positivista que la ciencia es el paradigma de la objetividad y de la racionalidad.
Junto a la postura neopositivista crecen las figuras de otros pensadores. Entre esos nuevos filósofos se encuentra Karl Popper, cuya filosofía es también un intento de explicar el método científico y la racionalidad propia de la ciencia. Se convierte, tras alguno de los miembros del Círculo, en uno de los principales artífices de la consolidación de esta disciplina. A su sombra crecieron los principales filósofos de la ciencia del siglo XX y sus ideas constituyen siempre un paradigma, ya sea para seguirlas, ya sea para criticarlas.
Aquí yace en Paz el cuerpo de Karl Popper, ya que sus pensamientos vagan por todo el Universo… ¡libres! Los logros filosóficos de Karl Popper le valieron numerosos reconocimientos, tales como ser nombrado caballero por la reina Isabel II del Reino Unido en 1969. Recibió la insignia de Compañero de Honor (Companion of Honour) en 1982, el premio Lippincott de la Asociación Norteamericana de Ciencias Políticas y el premio Sonning. Fue miembro de la Sociedad Mont Pelerin, una comunidad de estudios fundada por Hayek para promover una agenda política liberal, así como de la Royal Society de Londres, con el rango de miembro, y de la Academia Internacional de la Ciencia. Entre otras, cultivó la amistad del canciller alemán Helmut Schmidt. Algunos conocidos discípulos de Popper fueron Hans Albert, Imre Lakatos y Paul Feyerabend.
“Creo, sin embargo, que al menos existe un problema filosófico por el que se interesan todos los hombres que reflexionan: es el de la cosmología, el problema de entender el mundo… incluidos nosotros y nuestro conocimiento como parte de él. Creo que toda ciencia es cosmología, y, en mi caso, el único interés de la filosofía, no menos que el de la ciencia, reside en los aportes que ha hecho a aquella; en todo caso, tanto la filosofía como la ciencia perderían todo su atractivo para mí si abandonasen tal empresa.”
Karl Popper. La lógica de la investigación científica. México, Rei, 1991.
Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra, ahora clásica, La lógica de la investigación científica, cuya primera edición se publicó en alemán (Logik der Forschung) en 1934. En ella el filósofo austríaco aborda el problema de los límites entre la ciencia y la metafísica, y se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación entre las mismas que permita, de forma tan objetiva como sea posible, distinguir las proposiciones científicas de aquellas que no lo son. Es importante señalar que el criterio de demarcaciçon no decide sobre la veracidad o falsedad de una afirmación, sino sólo sobre si tal afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la ciencia o, por el contrario, se sitúa en el campo más especulativo de la metafísica. Para Popper una proposición es científica si puede ser refutable, es decir, susceptible de que en algún momento se puedan plantear ensayos o pruebas para refutarla independientemente de que salgan airosas o no de dichos ensayos.
En este punto Popper discrepa intencionadamente del programa positivista, que establecía una distinción entre proposiciones contrastables (positivas), tales como Hoy llueve y aquellas que, según los positivistas, no son más que abusos del lenguaje y carecen de sentido, por ejemplo Dios existe. Para Popper, este último tipo de proposiciones sí tiene sentido y resulta legítimo discutir sobre ellas, pero han de ser distinguidas y separadas de la ciencia. Su criterio de demarcación le trajo sin querer un conflicto con Ludwing Wittgenstein, el cual también sostenía que era preciso distinguir entre proposiciones con sentido y las que no lo tienen. El criterio de distinción, para Wittgenstein, era el del “significado”: solamente las proposiciones científicas tenían significado, mientras que las que no lo tenían eran pura metafísica.
Era tarea de la filosofía desenmascarar los sinsentidos de muchas proposiciones autodenominadas científicas a través de la aclaración del significado de las proposiciones. A Popper se le encuadró en dicha escuela cuando formuló su idea de la demarcación, pero él mismo se encargó de aclarar que no estaba de acuerdo con dicho planteamiento, y que su tesis no era ningún criterio de significación (Popper siempre huyó de cualquier intento por aclarar significados antes de plantear teorías). Es más, Popper planteó que muchas proposiciones que para Wittgestein tenían significado no podían calificarse como ciencia como, por ejemplo, el psicoanálisis o el marxismo, ya que ante cualquier crítica se defendían con hipótesis ad hoc que impedían cualquier refutación.
No son pocos los filósofos que, con sus ideas, con su manera de ver el mundo, nos ayudaron a comprender, y, Karl Popper, fue uno de ellos-
- El problema principal: LOS LÍMITES Entre la ciencia y la metafísica Usando un criterio de ¿Cómo distinguir de los demarcación para que es ciencia de lo separar la ciencia de la que no lo es? especulación y la metafísica Para Popper una proposición es científica si puede ser refutable-
- Popper planteó que muchas proposiciones que para los pensadores de su época tenían significado, no podían calificarsecomo ciencia como, por ejemplo, el psicoanálisis o el marxismo y, obviamente, la religión, ya que ante cualquier crítica se defendían con hipótesis ad hoc que impedían cualquier refutación.
- En el sistema de Popper se combina la racionalidad con la extrema importancia que la crítica tiene en el desarrollo de nuestro conocimiento. Por eso, tal sistema fue bautizado como racionalismo crítico.
- FALSABILIDAD O FALSACIÓN.
Popper estaba de acuerdo con Hume respecto de que justificar nuestro conocimiento en forma inductiva conduce al irracionalismo. Pero, negaba que los científicos normalmente utilicen inferencias inductivas. A su vez, estaba de acuerdo con Kant acerca de que la experiencia y la observación presuponen ideas a priori. Pero, negaba que esas ideas a priori sean necesariamente verdaderas. Finalmente, estaba de acuerdo con Wittgenstein y los positivistas en que no podemos recurrir a principios válidos a priori para justificar la ciencia empírica. Pero, consideraba que la metafísica no tenía porqué carecer de sentido y que la verificabilidad es incapaz de distinguir a la ciencia de la metafísica puesto que no puede dar cuentas de la cientificidad de las leyes científicas, las cuales no pueden ser verificadas a través de argumentos inductivos derivados de la experiencia.
Aquí, Popper cortó el nudo gordiano al sugerir que las teorías científicas, en última instancia, no pueden ser justificadas. También al afirmar que el conocimiento científico es racional, no porque lo hayamos justificado, sino porque podemos criticarlo.
Para Popper, cualquier intento por justificar nuestro conocimiento debe aceptar algún enunciado como verdadero sin justificación alguna, a fin de evitar el regreso infinito.
Wittgenstein y los positivistas habían apelado a la experiencia para justificar nuestro conocimiento. Al contrario, Popper afirmó que ‘el principal problema de la filosofía es el análisis crítico del recurso a la autoridad de la ‘experiencia’ –precisamente la ‘experiencia’ que todo partidario del positivismo ingenuamente da por sentada’.
Popper creía que los enunciados observacionales jamás pueden suponer la veracidad de una ley universal. Además, Popper afirmó que sólo basta un contra-ejemplo para mostrar que una ley universal es falsa. Así, concluyó que es la falsabilidad lo que distingue a la ciencia de la metafísica. También postuló que la asimetría lógica entre los enunciados universales y singulares –las teorías científicas pueden ser falsadas, mas no verificadas; los enunciados observacionales pueden ser verificados, aunque no falsados– significa que la distinción entre ciencias naturales y metafísica no puede coincidir con la distinción entre enunciados con sentido y carentes de él.
Nuestro filósofo también negó que las teorías científicas sean descubiertas a través de un proceso inductivo. Popper pensaba que los científicos no desarrollan sus teorías generalizando observaciones, sino que inventan dichas teorías a modo de soluciones hipotéticas para los problemas con los que se enfrentan; y que deben recurrir a la experiencia y a las observaciones –no para justificar– sino para testear sus hipótesis. Por tanto, el crecimiento de la ciencia es tanto empírico como racional. Es empírico porque podemos testear nuestras hipótesis frente a observaciones y a la experiencia. Es racional puesto que utilizamos las formas válidas de argumentos de la lógica deductiva para criticar las hipótesis que contradicen enunciados observacionales que pensamos son verdaderos, y porque nunca arribamos a la conclusión de haber demostrado que una teoría es verdadera cuando la misma ha sobrevivido a nuestros tests.
Lo cierto es que no podemos plasmar aquí, en un corto espacio y limitado tiempo, los pensamientos de toda una vida y, nos limitamos a tomar datos de aquí y de allá para dejar un bosquejo que nos hable de quién fue el personaje y sus pensamientos.
El no creía en los nacionalismos, decía que era como regresar a la Tribu.
¡Cuánta razón tenía! Un buen ejemplo lo tenemos cerca.
Por todo el mundo, en muchas de sus regiones, podemos ver los efectos negativos que dicho nacionalismo, por una u otra razón, la excusa no importa, los “inteligentes humanos” se matan. Y, de vez en cuando, sería bueno que algunos se pararan a pensar en los hechos y actuar después, emplear la lógica es bueno y debemos demostrar que somos seres racionales. La Filosofía es un buen camino.
emilio silvera
el 21 de noviembre del 2015 a las 8:13
Ayer estuve escuchando una conferencia del físico Alberto Casas sobre el campo y la partícula de Higgs.
Me llamó mucho la atención una cosa, de la que me gustaría, Emilio, que nos la pudieras explicar.
Hablando dicho físico de la constatacion de un problema de jerarquía con el boson de Higgs que indica la posible existencia de una nueva física, y que por ello en el LHC se va a intentar obtener algunos datos que revelen esa nueva física, que podría ser entre otras facetas la Supersimetría, dimensiones extras, etc., también dijo: “TECHNICOLOR”.
Eso de technicolor me pilló de sorpresa; no tengo ni puñetera idea de que se trata; a ver si nos puedes informar algo sobre este asunto.
Gracias anticipadas y un abrazo Maese.
el 21 de noviembre del 2015 a las 9:04
Amigo Kike:
En cualquier parte que quieras mirar te explicarán sobre el “TECHNICOLOR” al que aludes. Todo empezó con la cromodinámica cuántica y la llegada de los Quarks…
Las explicaciones siguen y siguen hasta llegar a esos modelos soñados que tratamos de buscar desesperadamente para saber, de una vez por todas, qué es en realidad la materia y que se esconde más allá de lo que hasta el momento hemos podido “ver” o vislumbramos escondido en sombras a las que tenemos que llevar la luz resplandeciente del descubrimiento para que nos haga saber, sobre lo que no conocemos…¡Ese es, amigo Kike, nuestro sino!
Un abrazo.
el 21 de noviembre del 2015 a las 9:12
Además:
Conservación de la carga de color
El lagrangiano de la cromodinámica cuántica posee una simetría SU(3)c en la parte dependiente de los campos leptónicos. Eso implica por el teorema de Noether que existen magnitudes conservadas asociada a esa simetría. La magnitud conservada es lo que llamamos “color”. Las tres variedades de color se designan normalmente como R (red), B (blue) y G (green) (aunque estos nombres no tienen nada que ver con el color visual, que es un fenómeno electromagnético asociado a diferentes longitudes de onda).
Confinamiento de la carga de color
Artículo principal: Confinamiento del color
El confinamiento de la carga de color se produce por el hecho de que los gluones a su vez pueden interaccionar entre ellos según su carga de color. Esto contrasta con la situación de los fotones del campo electromagnético que como están desprovistos de carga no interaccionan entre ellos. Esa diferencia crucial hace que la interacción electromagnética tenga un alcance potencialmente infinito frente al muy corto alcance de la interacción fuerte.
Y todavía más, mucho más sobre el tema.
el 21 de noviembre del 2015 a las 13:44
Gracias Emilio; comprendido…..:
Sabores que no saben, colores que no lo son. bosones que rompen la regla de falta de masa, etc. etc. (Todo muy claro)
Parece ser que existen unas 300 partículas, aunque la mayoría proceden de unas pocas; y todas de solo tres familias…
Desde luego los físicos de partículas deben tener más moral que el jugador del Rayo Vallecano, que tiraba un córner y quería rematar de cabeza……
Un abrazo.
el 22 de noviembre del 2015 a las 4:51
¡Buenos días, amigo Kike!
Como tantas otras veces, me haces reir bien temprano (son las 4,46 h). Es cierto lo que dices y, de ahí aquella anécdota de E. Fermi que, estando con la badeja en la mano cogiendo la comida del Buffet, un joven León Lederman, le preguntó: – Señor Fermi es cierto que se sabe usted el nombre de todas las partículas? El viejo físico le miró un momento, y, le respondió: – Si yo fuese capaz de saberme todos los nombres de las partículas que existen, me hubiera metido a botánico- Es cierto que existen unas 300 partículas y, algunas, tienen nombres endiabladamente raros, por lo que es más cómodo acudir a los cuadros de gráficos que las explican con sus propiedades.
Un abrazo amigo.
el 21 de noviembre del 2015 a las 14:13
Buenis dias, ORDO AB CHAO.
saludos a todos
el 21 de abril del 2016 a las 11:37
Maravilloso post!
Me recuerda aquella frase de Marie Curie: “Soy de las que piensan que la ciencia tiene una gran belleza. Un científico en su laboratorio no es solo un técnico, es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas”.
el 22 de abril del 2016 a las 6:20
¡Cuanta razón tenía Marie Curie! Estamos rodeados de maravillas que no podemos percibir, y, no pocas veces, cuando podemos contemplarlas, tampoco sabemos valorar lo que estamos viendo. ¡Nos queda tánto que aprender!
Un cordial saludo.
el 25 de abril del 2016 a las 11:48
Efectivamente así se podría decir que algunos sienten la Ciencia, y, también la ven. Me viene al recuerdo el físico Dirac que, el hombre, un gran matemático, decía que las ecuaciones eran bellas. No estaba falto de razón, ya que, con una gran economía de signos, los mejores físicos, llegaron a decir… ¡tántas cosas! Veámos sino, las ecuaciones de Campo de la Relatividad general, o, la simple y escueta E = mc2. Otras muchas también nos traen grandes mensajes y, verdaderamente, podríamos decir que, cuando la Naturalezaq no puede explicarse con el lenguaje de la palabra, allí entran las matemáticas que, más completas, saben decir y hablar de esas maravillas.