Feb
23
Estrellas cercanas que podrían faciliar la Vida
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Vida ~ Comments (14)
Hay una veintena de estrellas que se encuentran dentro de un radio de acción marcado por los doce años-luz de distancia al Sol. ¿Cuál de ella se nos presenta como la más probable para que, algunos de sus planetas pudieran albergar alguna clase de vida, incluso Vida Inteligente? La estrella más cercana a nosotros es Alfa Centauri que, en realidad es un sistema estelar situado a unos 4.37 años-luz de nosotros (unos 42 billones de kilómetros). En realidad, se trata de un sistema de tres estrellas.
Esta impresión artística muestra una vista de la superficie del planeta Próxima b orbitando la estrella enana roja Próxima Centauri, la estrella más cercana al sistema solar, el planeta que tal vez pueda albergar vida.
Alfa Centauri contiene al menos un planeta del tamaño terrestre con algo más de la masa de la Tierra que está orbitando a Alfa Centauri B. Sin embargo, su cercanía a la estrella, unos 6 millones de kilómetros lo hace tener una temperatura de más de 1.ooo ºC lo que parece ser muy caliente para albergar alguna clase de vida.
Alfa Centauri, seguramente por su cercanía a nosotros, ha ejercido siempre una sugestiva atracción para nosotros cuando miramos el cielo nocturno. Resulta ser, en su conjunto, la tercera estrella más brillante de todas, y junto con Hadar (Beta Centauri), las dos en la imagen de arriba, es una muy importante y útil referencia para la localización de la Cruz del Sur. Además, y como se trata de una estrella triple, Alpha Centauri A, la componente principal, se constituye en una buena candidata para la búsqueda de planetas del mismo tipo que la Tierra.
Las tres estrellas se formaron a partir de la misma nebulosa de materia interestelar. El trio de estrellas se van orbitando las unas a las otras a un ritmo como de vals, unidas por los lazos invisibles de la fuerza gravitatoria que generan y con la que se influyen mutuamente. Lo cierto es que las estrellas triples gozan de pocas probabilidades para albergar la vida, porque no pueden mantener a sus planetas en una órbita estable y segura, la inestablidad que producen las tres estrellas en esos posibles planetas, parece que sería insoportable para formas de vida inteligente. Claro que, las distancias a las que se encuentran unas estrellas de otras es grande y… ¿Quién sabe? Nunca podemos afirmar nada sin haberlo confirmado.
La siguiente estrella más allá de Alfa Centauri es la estrella de Barnard, situada a 6 años-luz aproximadamente de nuestro Sol, o, lo que es lo mismo, a unos sesenta mil billones de kilómetros de distancia. Esta estrella parece contar con una familia de planetas. Sin embargo, es una estrella muy vieja, casi tanto como el propio universo, y, por tanto, es deficitaria en la mayoría de los elementos químicos esenciales para la vida. Es poco prometedora para buscar vida en sus alrededores.
Las 10 estrellas más cercanas al Sol se encuentran en un rango de distancia entre los 4 y 10 años luz. Para tener una idea, la Vía Láctea mide unos 100.000 años luz, lo cual convierte a estas estrellas en verdaderas vecinas:
- Alfa Centauri (que, en realidad, es un sistema de tres estrellas): a 4,2 años luz.
- Estrella de Barnard: a 5,9 años luz.
- Wolf 359: a 7,7 años luz.
- Lalande 21185: a 8,2 años luz
- Sirio (un sistema binario de estrellas): a 8,6 años luz
- Luyten 726-8 (otro sistema binario): a 8,7 años luz.
- Ross 154: a 9,7 años luz
- Ross 248: a 10,3 años luz
- Epsilon Eridani: a 10,5 años luz.
- Lacaille 9352: a 10,7 años luz
Más allá de Barnard existe un cierto numero de estrellas, todas ellas poco prometedoras para la existencia de vida y de inteligencia porque, o son demasiado pequeñas y frías para emitir la clase de luz que la vida tal como la conocemos requiere, o demasiado jóvenes como para que haya aparecido la vida inteligente en los planetas que las circundan. No encontraremos otra estrella que pueda albergar la vida y seres inteligentes hasta que no viajemos a una distancia próxima a los once años-luz del Sol.
Épsilon Eridani está situada a unos 10,5 años-luz del Sol, es una de las estrellas más cercanas al Sistema Solar y la tercera más próxima visible a simple vista. Está en la secuencia principal, de tipo espectral K2, muy parecida a nuestro Sol y con una masa algo menor que éste, de unas 0,83 masas solares. Es joven, sólo tiene unos 600 millones de años de edad mientras que el Sol tiene 4.600 millones de años.
Epsilon Eridani es un joven espejo del sistema solar
Épsilon emite menos luz visible y luz ultravioleta que nuestra estrella, pero probablemente sea suficiente para permitir allí el comienzo de la vida que, si tenemos en cuenta el corto tiempo que ha pasado, no llegaría a poder ser inteligente. Claro que, los cálculos realizados sobre la vida de las estrellas en general y sobre esta en particular… ¡No son fiables! Y, siendo así (que los), tampoco podemos estar seguro de lo que en sus alrededores pueda estar presente. Se le descubrió un planeta orbitando a su alrededor, Épsilon Eridani b, que se descubrió en el año 2000. La masa del planeta está en 1,2 ± 0,33 de la de Júpiter y está a una distancia de 3,3 Unidades Astronómicas. Se cree que existen algunos planetas de reciente formación que orbitan esta estrella.
Más allá de Épsilon Eridani hay nueve estrellas que se encuentran todavía dentro de un margen de distancia del Sol que no sobrepasan los 12 años-luz. Sin embargo, todas ellas, menos una, son demasiado jóvenes, demasiado viejas, demasiado pequeñas o demasiado grandes para poder albergar la vida y la inteligencia. La excepción se llama Tau Ceti.
Tau Ceti está situada exactamente a doce años-luz de nosotros y satisface todas las exigencias básicas para que en ella (en algún planeta de su entorno) haya podido evolucionar la vida inteligente: Se trata de una estrella solitaria como el Sol -al contrario que Alfa Centauri- no tendría dificultad alguna en conservar sus planetas que no serían distorsionados por la gravedad generada por estrellas cercanas. La edad de Tau Ceti es la misma que la de nuestro Sol y también tiene su mismo tamaño y existen señales de que posee una buena familia de planetas. No parece descabellado pensar que, de entre todas las estrellas próximas a nosotros, sea Tau Ceti la única con alguna probabilidad de albergar la vida inteligente.
¿Quién sabe lo que en algunos de esos planetas que orbitan la estrella Tau Ceti pudiera estar pasando? Y, desde luego, dadas las características de su sistema solar y la cercanía que parece existir entre alguno de los mundos allí presentes, si algún ser vivo inteligente pudiera contempar el paisaje al amanecer, no sería extraño que pudiera ser testigo de una escena como la que arriba contemplamos. ¿Es tan bello el Universo! Cualquier escena que podamos imaginar en nuestras mentes… ¡Ahí estará! en alguna parte.
Es cierto que la vida, podría estar cerca de nosotros y que, por una u otra circunstancia que no conocemos, aún no hayamos podido dar con ella. Sin embargo, lo cierto es que podría estar mucho más cerca de lo que podemos pensar y, desde luego, es evidente que el Sol y su familia de planetas y pequeños mundos (que llamamos lunas), son también lugares a tener en cuenta para encontrarla aunque, posiblemente, no sea inteligente.
Con certeza, ni sabemos cuentos cientos de miles de millones de estrellas puede haber en nuestra propia Galaxia, la Vía Láctea. Sabemos más o menos la proporción de estrellas que pueden albergar sistemas planetarios y, sólo en nuestro entorno galáctico podrían ser cuarenta mil millones de estrellas las que pudieran estar habilitadas para poder albergar la vida en sus planetas.
Estas cifras asombrosas nos llevan a plantear muchas preguntas, tales como: ¿Estarán todas esas estrellas prometedoras dando luz y calor a planetas que tengan presente formas de vida, unas inteligentes y otras no? ¿O sólo lo están algunas? ¿O ninguna a excepción del Sol y su familia. Algunos astrónomos dicen que la ciencia ya conoce la respuesta a esas preguntas. Razonan que la Tierra es una clase de planeta ordinario, que contiene materiales también ordinarios que pueden encontrarse por todas las regiones del Universo, ya que, la formación de estrellas y planetas siempre tienen su origen en los mismos materiales y los mismos mecanismos y, en todas las regiones del Universo, por muy alejadas que estén, actúan las mismas fuerzas, las mismas constantes, los mismos ritmos y las mismas energías.
Gliese 581
Planetas como la Tierra y muy parecidos los hay en nuestra propia Galaxia a miles de millones y, si la vida hizo su aparición en esta paradisíaca variedad de planeta, estos astrónomos se preguntan, ¿por qué no habría pasado lo mismo en otros planetas similares al nuestro? ¿Tiene acaso nuestro planeta algo especial para que sólo en él esté presente la vida? La Naturaleza, amigos míos, no hace esa clase de elecciones y su discurrir está regido por leyes inamovibles que, en cualquier circunstancia y lugar, siempre emplea los caminos más “simples” y lógicos para que las cosas resulten como nosotros las podemos contemplar a nuestro alrededor. Y, siendo así (que lo es), nada aconseja a nuestro sentido común creer que estamos sólos en tan vasto Universo.
emilio silvera
el 25 de abril del 2013 a las 8:21
Facilitar la vida por parte de una estrella, se puede dar en cientos de miles de situaciones traducidas en planetas que, junto a una estrella que le de calor, no produzca climas insoportables, mantenga y haga posible la existencia de atmósferas razonablemente estables y que el agua corra por los regaños y rachuelos, ríos, embalse y pantanos, mares y océanos facilitándo, la existencia de las condiciones precisas para ello, y, tales circunstancias, podrán estar en ¡tántos sitios! que ni podemos imaginar.
Otra cuestión sería si esa vida allí presente habrá tenido el tiempo y las condiciones necesarias para alcanzar ese alto nivel de la Inteligencia. La Vida puede existir en muchas formas desde primigenia en forma de preparación futura que sería el protoplasma vivo precursor, hasta formas más inteligentes que nosotros mismos.
el 25 de abril del 2013 a las 8:43
Resulta cuanto menos curioso que los pueblos primitivos e incluso actualmente algunas tribus aisladas (como los Dogon) reverencien no al sol, sino a Alfa Centauri, como el dios crerador de la vida y esperan el “regreso” que les fue prometido por lo dioses ancestrales. Insisto, cuanto menos curioso
el 25 de abril del 2013 a las 9:13
Amigo mío, es mucho lo que de ese pueblo antiguo podríamos hablar y, en cualquier parte que mire, puedes leer cosas como estas:
“Una etnia relativamente primitiva del África occidental parece poseer dentro de su sabiduría tradicional conocimientos astronómicos muy precisos sobre el sistema estelar de Sirio, que solo son factibles de obtener utilizando refinados recursos tecnológicos. Nos referimos, por supuesto, a los Dogon.
Los mitos de este pueblo contendrían referencias claras a la invisible acompañante de Sirio, una enana blanca que fue predicha por la ciencia en 1844 y descubierta en 1862. Aun más, la describirían con detalles tan exactos como sorprendentes, considerándola como muy pequeña y formada por el metal mas pesado del mundo, y con un período orbital de 50 años, virtualmente idéntico al calculado por la astronomía occidental.
A primera vista, esto parece imposible. Un conocimiento de esa clase solo lo pueden haber recibido los Dogon de una civilización científicamente avanzada. ¿Extraterrestre? ¿Atlante? ¿O quizás simplemente de la civilización tecnológica geográficamente más cercana a ellos, la Occidental?
Sobre el supuesto mito Dogon se ha creado segundo mito, adventicio y moderno, que se inició cuando Robert Temple publicó en 1975 famoso libro “The Sirius Mystery”. Este “mito sobre el mito” involucra la visita de seres extraterrestres a la Tierra en un pasado remoto.”
Como verás, de todo esto siempre se cuentan cosas que, unas estarán cercanas a la realidad y otras, serán fruto de la imaginación de muchos.
Saludos.
el 25 de abril del 2013 a las 18:38
Lanzo una pregunta, dada la enorme distancia que nos separa de otras estrellas similares al Sol, pregunto: si las estrellas más cercanas son viejas o jóvenes respecto del Sol:
¿dónde están nuestros hermanos?
¿se entiende la pregunta?
Ahí está el reto.
el 25 de abril del 2013 a las 23:21
Quizás seamos un mimado y soberbio “hijo único”, eso sí, bastante independiente y alejado de la familia.
De todas formas parece difícil determinar nuestra procedencia; por nuestra posición en el brazo de Orión hasta podría ser que hubiéramos pertenecido a otra galaxia engullida por la Vía Láctea.
Posiblemente con el tiempo se tenga la tecnología suficiente para detectar las trazas del espectro que se supone deberían coincidir con las nuestras, pero por ahora me temo que solo nos queda la imaginación.
Saludos Zephyros.
el 26 de abril del 2013 a las 0:19
Exacto kike, las estrellas no se crean aisladas y procedentes de una nube de polvo relativamente pequeña. Normalmente grandes nebulosas cuyo origen está en supernovas antiguas son el caldo de cultivo, o criaderos de estrellas, todas las del grupo creado deberían estar en un mismo rango de edad. La nebulosa primigenia ya contenía elementos pesados a partir de los cuales se formaron los planetas al menos los rocosos.
Somos polvo de estrellas está claro, pero lejos de nuestra familia, otras muchas estrellas de edad y composición similar al Sol y que no vemos ni sabemos dónde andarán. ¿será el Sol una estrella errante? expulsada del grupo por algún motivo como el que comentas o quién sabe qué. El caso es que la situación puede habernos favorecido, estar aislados puede ser sinónimo de protección.
Saludos!!
el 26 de abril del 2013 a las 3:03
La pregunta de Zephyros viene muy a punto y no son pocos los astrónomos que se han planteado el mismo enigma, toda vez que, en nuestras cercanías existen estrellas muy viejas que no coinciden con la lógica por él apuntada y que, siguiendo las pautas mediante las cuáles se forman las estrellas, no deberían estar ahí. Todas las estrellas de nuestro entorno cercano, deberían tener, más o menos, las mismas edades y no podrían existir, entre ellas, diferencias muy grandes de tiempo al ser producto de la misma nube interestelar.
Ciertamente parece un caso un poco extraño el que nuestro Sol, esté tan “solo” pero, en realidad, es de lo más natural que, en una región en la que las estrellas están desperdigadas y pocas se han juntando en grupos, no es nada extraño que algunas, como el Sol, deambulen algo solitarias por el espacio.
Es cierto que, como apuntais, esa “soledad” nos ha podido proporcionar una gran tranquilidad, es decir, la establidad que un mundo necesita para acoger a una serie de familias de seres vivos de diversas clases que, al estar alumbrados y calentados por una sola estrella, no se ven sometidos a un bombardeo excesivo de rayos cósmicos y bamboleos gravitatorios que serían fatales.
La vida en la Tierra ha venido a ser de un discurrir bastante tranquilo dadas las circunstancias que aquí han venido a juntarse de la distancia entre la estrella y el planeta, la atmósfera acogedora que al fín se pudo formar y una serie de parámetros que hacen posible la vida que, de otra manera, seguramente, sería altamente difícil y, ciertamente, esa especie de “aislamiento” podría ser también la garantía de “protección” que se necesita para vivir relativamente transuilos en un planeta que, como el nuestro (incluso con sus placas tectónicas, terremotos y vulcanismo), todo marcha conforme a lo que la vida necesita para poder avanzar en busca de ese saber que perseguimos.
Claro que, nadie estuvo aquí para que nos pudiera contar lo que pasó a partir de aquella explosión supernova que un día lejano en el remoto pasado regó la región con una hermosa nebulosa de la que, millones de años más tarde, surgió el Sol y los planetas y todas las estrellas que nos rodean situadas más o menos lejos de nosotros pero que, de alguna manera, forman parte de la misma familia y, las más viejas serían las primeras en surgir y las más jóvenes, las últimas. El Sol está en la zona intermedia y más alejada, se formaría al borde de aquella nubulosa traída por la supernova que posibilitó la existencia de un planeta como la Tierra en la que están presentes todos los materiales que en esas explosiones se crean.
No lo sabemos exactament epero, nos podemos aproximar bastante a lo que podría haber sido.
Saludos amigos.
el 26 de abril del 2013 a las 8:36
Cada vez ezisten argumentos más fuertes y detallados, que el Hombre está en un tiempo y un lugar atípico y privilegiado en muchos respectos, y ello obliga a preguntarnos si nuestra existencia está ligada en un modo especial a estas características tan especiales que parecen estar diseñadas con ese fin y es que no solamente vemos que el Universo existe, sino de que existe de tal manera y tan milimétrica que la vida inteligente puede desarrollarse en él. Pequeñisimas diferencias en los valores de las constantes fundamentales y no sería posible la existencia del universo tal como es, pero mucho menos de la aparición de la vida en un planeta infinitesimal del mismo. Parece exceisvo orgullo considerarnos que TODO se ha creado solo para lograr que pudieramos aparecer. Es que eel rincipio antrópico es fuerte, pero cueta trabajo asimilarlo
el 26 de abril del 2013 a las 14:02
Y tanto amigo, cuesta mucho hacerse a la idea de que somos algo especielaes sin tener nada con lo que compararnos y, sin saber, lo que en otros mundos pueda estar presente. Creo de manera firme y me apostaría algo valioso a que, la inteligencia está en muchos mundos que, como el nuestro, también “es un elegido” para que ideas, pensamientos y sentimientos se entrecrucen y de toda esa maraña salgan cosas positivas que, tanto a nosotros como a “ellos” nosa llevarán, finalmente, a conocer el verdadero sentido de todo esto y del por qué, la Naturaleza, nos trajo aquí.
Aunque, si te digo la verdad, nuestra llegada era irreversible y nuestra evolución también. Lo que no sabemos es si podremos llegar mucho más lejos, ya que, el futuro está cerrado a nuestros conocimientos y sólo podemos imaginar, lanzar conjeturas de lo que podrá o no podrá ser y, de esa manera, vamos avanzando sin tregua al ritmo que el Universo nos marca, toda vez que, finalmente, ¿No somos una parte del Universo mismo? Sí ¡La parte que piensa!
Veremos que sale de todo esto y, posiblemente, nuestros descendientes lo verán y, desgraciadamente, no nos lo podrán contar. Seámos optimistas y pensemos que, nuestro paso por aquí está más que justificado y es necesario para los que detrás vendrán.
Saludos.
el 26 de abril del 2013 a las 16:04
No es fácil entonces asimilar que esta parte pensante pueda llegar a descubrir totalmente la esencia original de aquello de lo que forma parte ya que de creado pudiera pasar a creador de aquello de lo que en realidad solo forma una inifiitésima parte.
el 27 de abril del 2013 a las 1:09
Eso que dices Maoito, de que “Esa parte pensante pudiera llegar a descubrir la esencia original de aquello de lo que forma parte y que de creado pudiera pasar a creador, es en realidad uno de los peligros que podrían surgir si otros innumerables y más perentorios no acaban antes con nuestra especie.
Y es que, debido a nuestra mente pensante y a nuestra esencia de seres curiosos por saber, cada vez vamos ahondando más y más en los secretos de la naturaleza, del cosmos, de todo lo desconocido en fin, y si por nuestra vanidad, orgullo o prepotencia no finalizamos prematuramente los estudios que nos dicta esa curiosidad, creo que bien podríamos llegar a un estadio donde podríamos comprender buena parte de los secretos que esconde el universo, y entonces no sería difícil el querer compararnos con el “creador”, o sea, creernos verdaderos dioses, con capacidad de moldear la materia a nuestro gusto.
Pero, como siempre hasta ahora ha pasado, sería muy posible que simplemente hubiéramos escalado un pequeño peldaño en dirección a la sabiduría total, cuyos últimos escalones nos estén vedados, quizás no por que existan verdaderos dioses que lo impidan, sino porque pareciera que el tiempo necesario para adquirir tan vasta información fuera demasiado largo para la esperanza de vida de cualquier especie, por simples motivos físicos/estelares.
Pienso que en realidad, los únicos frenos para que la humanidad alcance un grado tan alto de desarrollo que pueda engañarse con ser algo más importante que simple carne y huesos, sería que pudiera vadear los dos grandes peligros que la acechan: – El tiempo y su consecuencia, su necesidad de dominar el espacio/tiempo antes de quedar aniquilada, y el control de su siempre creciente tecnología, que no pocas veces puede producir su propia extinción.
Teniendo en cuenta los avatares históricos que hemos sufrido en apenas el nacimiento de nuestra especie, creo bastante improbable que consigamos llegar tan lejos; sería posible que todos los conocimientos científicos, culturales, artísticos, etc.etc,, que pese a todo hemos logrado sin duda, a traspiés de muchas barbaridades, no sirvan en la práctica para nada, ya que en cualquier momento podemos desaparecer en el espacio/tiempo sin dejar la más mínima huella, a no ser esas ondas, demostrativas de lo que hayamos alcanzado, que atraviesan el inmenso vacío, por otra parte con pocas posibilidades de ser captadas alguna vez por un ser inteligente.
Pero como la realidad del cosmos es muchos más de lo que podemos imaginar, no hay ninguna posibilidad que imagine nuestra mente que se pueda considerar imposible, siempre que se atenga a los principios físicos y a la lógica razonada.
Saludos.
el 27 de abril del 2013 a las 6:06
Leo lo que dicen nuestros amigos y, caigo en la cuenta de que, nuestra especie, tiende a engrandecer sus logros, a magnificar sus descubrimientos, a encumbrarse en el pináculo de la gloria para desde allí, pavonearse de sus muchos logros conseguidos y de esos que dicen podremos conseguir en el futuro más o menos lejano.
Lo cierto es que, Kike ha puesto el dedo en la llaga al nombrar el Tiempo y referirse a nuestra inevitable final, ahí reside la respuesta a lo que podamos o no podamos lograr en ese futuro presentido que, en realidad, no dependerá de nosotros mismos en todas sus áreas, ya que, la Naturaleza, el Universo, también tiene algo que decir en nuestro devenir.
No podemos ignorar que los logros alcanzado en tan poco tiempo (en realidad, si comparamos la edad del Sol o del Universo, con el tiempo que nosotros llevamos aquí, es casi nada), han sido muchos y, en algunos casos, importantes. Sin embargo, dentro de nosotros algo nos dice que es mucho más los que nos quedan por conseguir y, el futuro, se muestra prometedor en cuanto a desvelar aquellos secretos de la Naturaleza que posibilitaran que podamos, en el futuro, realizar hazañas que ahora, nos parecerían un sueño.
La única muralla que se nos interpone es la mencionada del Tiempo y esa ley no escrita que nos habla de que, todas las especies sobre el planeta Tierra, tienen (por un motivo u otro) sus días contados y, la nuestra, no debiera ser ninguna excepción. Sin embargo, esa cualidad que nos distingue de otras ¡La Mente!, podría en el último momento, tener una carta escondida en la manga de la Imaginación creativa que nos distingue y, para entonces, para cuando eso llegue, tener prevista una vía de escape hacia otros mundos, otras estrellas, otras galaxias, o, si me apuráis mucho, haber encontrado otros caminos que ahora, sólo podemos imaginar.
¿Qué donde estárá el límite? ¡No hay límites!
Si sabemos jugar las cartas que nos han tocado en el reparto de las especies… ¿Quién sabe?
De todas las maneras y como somos conscientes de que es mucho más lo que no sabemos que lo que podamos saber, está bien que nos revistamos de un poquito de humildad y nos situémos en un plano desde el cual, tratar de saber pero, sin pretender ser más de lo que en realidad somos.
Saludos amigos.
el 20 de julio del 2013 a las 7:13
¡Hola, amigo!
Todos aprendemos de todos y, tener éste Blog para visitarlo de manera asidua, no es mala idea. Como bien dices, alguna que otra cosilla se va aprendiendo y, la diversidad del lugar y de los temas que aquí se tratan, procuran abrir la mente de los lectores que, sin que se den cuenta de ello, van enriqueciéndose con esos conocimientos del saber del mundo que, en realidad, es el amilento intelectual que todos necesitamos.
Todos, sin excepción, deberíamos tener unos conocimientos elementales de todas las cosas importantes que nos rodean y saber, aunque sea de manera sencilla, el por qué de las cosas. No es necesario ser ningún especialista en física o astronomía, por ejemplo, para saber algo sobre las estrellas y las partículas elementales que forman los átomos y la materia.
No hay nada peor en este mundo que la ignorancia total. El hecho de estar presente en alguna reunión en la que se habla de temas variados y no poder exprresarte, dar tu opinión sobre los comentarios objetos de la conversación por no conocerlos, o, al menos, tener una idea sencilla de ellos… ¡Es una lástima! Todos deberíamos saber…, al menos un poquito.
Un cordial saludo.
el 23 de febrero del 2022 a las 12:42
En un futuro lejano, cuando dispongamos de las tecnologías adecuadas para (de verdad), poder viajar al Espacio Interestelar, a destinos situados en otras estrellas que pertenecen a regiones alejadas de nosotros algunos años luz (como algunas de las 10 que más arriba hemos reseñado), y, que tengan planetas que las orbitan t estén situados en la zona habitable, es posible que, la Humanidad, se pueda salvar de la catastrófica situación a que nos abocan sucesos previstos en ese Futuro incierto como serían:
– Que el planeta Tierra se salga de la Zona Habitable.
– Que Andrómeda se nos eche encima y se fusione con la Vía Láctea,
– Que el Sol agote su combustible nuclear y convertida en gigante roja provoque la evaporación de los océanos y extinga la vida.
– También sucesos imprevistos que nos pueda traer el Azar.
Cuando alguna de esas debacles se vean venir, si estamos preparados podremos buscarnos una nueva “casa” donde ubicar a la Humanidad y salvar la especie. Claro que todo eso sería así si antes, la propia especie no es la que provoca su propia destrucción.