Feb
28
¡Es tan bonito saber! A mí me gustaría.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Algo de lo que pasó desde el Big Bang ~ Comments (6)
En su breve poema “Cuando escuché al docto astrónomo”, Walt Whitman relata una velada en una conferencia científica. Aquello todo eran Cifras y demostraciones que llenan la estancia y crean un ambiente opresivo, y asfixiante. Ninguna explicación sugerente y mágica que, de alguna manera, mantuviera despierta la curiosidad del oyente y, sobre todo, cuestiones sugerentes y misteriosas que despertaran su imaginación.
“hasta que me levanté y me escabullí, salí a pasear en soledad
bajo la mística niebla de la noche, y de vez en cuando,
alzaba la mirada a las estrellas en absoluto silencio.”
Pese a que fue escrito hace más de un siglo el poema de Whitman, sigue hallando eco entre un público contemporáneo sorprendentemente grande. A todos nos gusta escuchar a los científicos que saben explicar, de manera sencilla, cuestiones difíciles relativas al universo, a la materia, y a las leyes que todo lo rigen. Si el orador, tiene talento para desgranar los temas con esa forma de cuento de niño, que sin embargo, está lleno de una cantidad ingente de datos presentados de una manera mágica que los lleve al asombro y a la maravilla, entonces, nadie se aburre, todos están “enganchados” en el hilo de lo que allí se cuenta y, de alguna manera, se produce la simbiosis entre orador y público, de tal manera que, se puede oír el vuelo de una mosca, tal es el silencio y la alta atención que se presta cuando lo que se oye, nos gusta y nos enseña.
Nuestro Universo está repleto de maravillas que desconocemos y, a medida que nos vamos adentrando en sus secretos, sentimos crecer la adrenalina y el asombro desaparece para dar paso a la maravilla y la sorpresa de todo lo que la Naturaleza puede hacer.
Pero, ¿es realmente cierto que la ignorancia supera al conocimiento como camino más directo hacia el asombro? Bueno, lo cierto es que, nos asombra todo aquel fenómeno que no llegamos a comprender y nos sorprendemos de su existencia de la que no tenemos una explicación. A medida que aprendemos, el Asombro Decrece en la misma proporción que la ignorancia para dar paso al conocimiento que, no pocas veces resulta ser, una realidad mágica de la que la Naturaleza está repleta y, nosotros, sólo tenemos que descubrirla para poder disfrutar de tales maravillas.
El Púlsar que gira como si de un faro cósmico se tratara
Cuando puedo admirar la imagen de n magnetar, me siento transportado a regiones lejanas del espacio en las que, ese magnetar o magnetoestrella (que es una estrella de neutrones alimentada con un campo magnético extremadamente fuerte y, Simplemente se trata de una variedad de púlsar cuya característica principal es la expulsión, en un breve período -equivalente a la duración de un relámpago-, de enormes cantidades de alta energía en forma de rayos X y rayos gamma. ), ha surgido a partir de una estrella masiva y se ha conformado como un extraño objeto exótico que nos produce sorpresa y admiración al ver como, a partir de una cosa totalmente diferente, por medio de transiciones de fase de diversa índole, se llega a formar otro objeto totalmente distinto del que fue.
Allí, los rayos Gamma están formados por fotones pertenecientes al extremo más energético del espectro electromagnético, seguidos de los rayos X y, a continuación, de los rayos ultravioleta. Si los rayos X expulsados por el magnetar son de alta intensidad recibe entonces el nombre de “púlsar anómalo de rayos X. Si los rayos expulsados pertenecen al espectro Gamma de más alta intensidad, reciben el nombre de “repetidores de gamma suave”.
De la misma manera, si miro el cráneo de Lucy y sus huesos diminutos, cuidadosamente dispuestos para su exhibición en la vitrina de un museo, y, a su lado, puedo contemplar una también minuciosa reconstrucción de lo que Lucy fue en vida. No puedo evitar (ni quiero) que mi imaginación “vuele” hasta las cálidas sabanas africanas en la que se gestó la Humanidad hace tres mil millones de años.
Si pienso en los grandes reptiles del Jurásico, de inmediato me veo transportado a un tiempo en el que, los bosques mesozoicos por los que discurrían aquellas bestias prodigiosas, eran también un prodigio de exuberancia en la Naturaleza.
Así, tanto si miramos al espacio interestelar en las regiones lejanas del Universo, como si lo hacemos en las capaz profundas del planeta, encontramos los fósiles de estrellas o de seres vivos que nos cuentan lo que allí pasó. La información queda, y, por nuestra parte, lo único que tenemos que hacer es aprender, para poder leer los “infinitos mensajes” que, por todas partes, podemos encontrar para que nos cuenten lo que pasó y nos den una pista de lo que pasará.
¿Os imagináis, si pudiéramos conocer toda la historia científica de la creación? Sería una narración apasionante que, correcta y sencillamente explicada, nos ayudaría a conocer de dónde venimos y, casi, por definición, hacia dónde vamos. Todos hemos llegado a comprender que, el “milagro biológico” ha sido posible gracias a una conjunción de situaciones presentes en el conjunto del Sistema Solar que, escogió (por Azar) al planeta Tierra para que, en él, surgiera la Vida después de cuatro mil años de evolución. Somos parte de ese legado y, al tratar de comprender ese legado, hemos comenzado a dar los primeros pasos para poder llegar a saber, algún día, nuestro propio lugar en este mundo y, posiblemente, el el Universo.
Puede parecer mentira pero, todo, comenzó con aquella primera célula replicante. Las bacterias, los protozoos, los invertebrados, los peces…y, así, evolucionando a través de miles de años, pudimos llegar aquí nosotros que, por esa especie de “lotería” químico-biológica, se conformó primero en el protoplasma de la vida y, más tarde, de él, pudo surgir la primera señal, el primer exponente de eso que llamamos vida. Todo un logro de la Naturaleza que, a partir de la “materia inerte”, nos trajo aquí y, seguramente, de la misma manera, lo habrá hecho una y miles de veces en otros planetas lejanos que nos quedan por descubrir. Creo que estamos bien acompañados pero las familias están muy distantes las unas de las otras.
Especulan y dicen que cualquier cosa que nos podamos imaginar podría ser posible. Sin embargo, pienso que el Universo es igual en todas partes y que, salvo pequeñas variantes debidas al planeta de origen y a sus ambientes… Serán muy parecidos a nosotros.
El entusiasmo que en mi cerebro injerta todos estos temas, me lleva a preguntarme muchas cuestiones y situaciones y, una de ellas, es esa pregunta de cómo serán “ellos” qué aspectos de la biología terrestre nos unirán con todos aquellos que, como nosotros en la Tierra, habiten un planeta desde el que, se asombren al ver las estrellas y se hagan las mismas preguntas que nos hacemos nosotros?
Pero, ¿Cómo llegaremos a comprender acontecimientos que pudieron suceder hace más de mil millones de años o más? Una cosa es saber que en las llanuras mareales de hace mil quinientos millones de años vivían bacterias fotosintéticas, y otra muy distinta es entender como se infiere que unos fósiles microscópicos pertenecen a bacterias fotosintéticas, cómo se averigua que las rocas que los rodean se formaron en antiguas llanuras mareales y cómo se estima que su edad es de mil quinientos millones de años.
Como estamos inmersos en una empresa Humana que va encaminada a conseguir los conocimientos necesarios de todo esto para poder, de una manera científica, poder explicar las cuestiones que más nos afectan y conciernen y, en tanto que empresa humana, éste es también un relato de exploración que se extiende desde el espacio interior de las moléculas a ese otro espacio que llamamos exterior, fuera de nuestro ámbito del Sistema solar, allí donde residen las galaxias lejanas, mundos nuevos, y objetos tan extraños y exóticos como lo pueden ser los magnetar, los púlsares, las estrellas de neutrones (todos lo mismo presentados en diferentes formas), o, los agujeros negros.
No quiero cerrar este trabajo sin dejar (aunque sea de pasada) un recuerdo a esos minúsculos “seres” que, sin duda alguna, han contribuido y siguen contribuyendo a la coevolución de la Tierra y la Vida. Tanto los organismos como el ambiente han ido cambiando drásticamente con el paso inexorable del Tiempo, a menudo de forma concertada. Los cambios de clima, la geología e incluso la composición de la atmósfera y de los océanos han influido de manera directa en la evolución. De la misma manera, las innovaciones tecnológicas de nuestra Sociedad Moderna, también influye, a su vez, en la historia del Medio Ambiente.
Algún día, esa señal llegará
Todo esto que aquí hemos contado de manera sencilla y procurando no profundizar en demasía, nos puede llevar a la convicción de que, no estamos solos, de que las leyes del Universo se repiten de la misma manera en todas partes y, en consecuencia, en todas partes ocurren las mismas cosas. Por otra parte, deberíamos considerar a nuestro planeta y (¿por qué no?) a la estrella que nos acompaña, como “seres vivos” que, a su manera, procuran cuidar de nosotros y, para ello, nos ofrecen lo mejor que tienen. Aunque, no siempre nosotros seámos conscientes de ello.
¡Merluzos! Al fin y al cabo… ¡La Humanidad! ¿Cambiará alguna vez?
Una cosa sí es cierta, las cosas, siendo las mismas, pueden resultar más o menos atractivas dependiendo de quien te las cuente.
emilio silvera
-
¿Universo de más dimensiones? : Blog de Emilio Silvera V., el
18 de enero del 2013 a las
7:51
[…] a regiones lejanas del espacio en las que, ese magnetar o magnetoestrella (que es una estrella de neutrones alimentada con un campo magnético extremadamente fuerte y, Simplemente se trata de una variedad de […]
el 26 de junio del 2012 a las 23:59
Amigo mio, sabio y poeta; cual cierto resulta toda esta maraña que vas prolijamente entre tejiendo, formando y dando cuerpo a este, que mas que un pensamiento aislado, resulta ser la paradoja que nos mantiene intrigados.
A mi personalmente, me resulta tan extraño, pensar en un Universo solitario por mas de 10 mil millones de años y mas extraño aún, que despues de ese largo período hallamos aparecido nsotros para convertirnos en los únicos seres vivos del Universo.
…Lo cierto, es que vivimos solos en este pequeño planeta, rodeados de todo o quizas de nada y digo esto pues cual paradoja, si la vida se encuentra en muchos lugares, entonces estamos rodeados de todo, pero si por el contrario, somos algo único, mi pensamiento me lleva a pensar que vivimos en medio de la nada.
Si el hidrógeno y el helio fueron los primeros elementos despues de aquel primer estallido que fue el big bang, entonces ¿ de donde se formaron? ¿ donde estaba acumulada toda esa energía que con el tiempo fue creando el espacio, la materia y por cierto el tiempo?
Mas aún, mi pensamiento me lleva a cuestionarme si realmente somos de verdad o tal vez, solo una realidad virtual dentro de alguna computadora super moderna de otra civilización, como una especie de juego de aquellos que hoy ya nosotros estamos aprendiendo a utilizar.
Pero por otro lado, a veces me comienza a dar un poco de temor, tanto avance científico, un crecimiento exponencial que nos está llevando fuera de las fronteras que nuestros antepasados jamas habrían soñado, para muchos esto pueda ser algo normal al paso del tiempo, pero y si por contrario, toda esta ciencia moderna fuera el producto de alguna intervención extraterrestre que maneja algunas mentes o quizas de seres viviendo entre nosotros.
Cuestionamientos hay para rato, como así también hay para mucho mas el poder aprender y conocer tantas cosas, si analizamos un poco, este casi infinito laboratorio que es nuestro Universo, veremos la inmensa cantidad de cosas que podemos aprender, estamos recien en el comienzo, dilicidando, especulando, pero hasta ahora nada se a dicho que sea completamente irrefutable.
Aprendamos a entender, seamos capaces de indagar, averiguar y luego concluir, el universo es como una enciclopedia abierta, en ella existen miles de millones de años escritos, toda esa información esta allí libre para todos y no solo para algunos.
….Amigo mio, esto solo fue un pensamiento en una tarde fría, un tanto nublada, acompañado solo de una taza de café caliente y espumoso.
Hoy te escribo como un anónimo y espero que sapas deducir quien soy realmente, de seguro, antes de finalizar estas palabras, ya habrás deducido esto.
Un abrazo y por cierto sigue adelante.
el 27 de junio del 2012 a las 6:00
Amigo mío:
Bien que trasmina tu mente y lo hace bien. Tus preguntas, algunas de ellas, nadie las ha sabido contestar…todavía, me llevan a ese lugar en el que todo está presente pero, en el que nada se ve. Es un lugar de misterio, donde los enigmas no te dejan caminar, ahí están, todos amontanados y llamando nuestra atención para que la inmensa curiosidad de nuestras mentes traten de descorrer el velo que oculta ¡tántas respuestas!
Lo del Big Bang está bien como punto de partida, de algún punto determinado teníamos que haber surgido y, como he explicado alguna vez aquí, nadie, ningún físico o cosmólogo, ha sabido nunca explicar lo que pasó en aquellos primeros momentos que anteceden al Tiempo de Planck, cuando han tratado de llegar ahí, las matemáticas no responden, surge un galimatías que nada nos dice y todo se nubla. Ese primer momento, o, mejor aún, de dónde surgió el Universo, nadie lo ha podido explicar y, como hacemos con todo, para “tapar” nuestra ignorancia, nos inventamos universos cíclicos y lo que haga falta.
Te preguntas que de dónde surgió esa primera materia y, como decía aquel, ¡es la pregunta del millón! y, de la misma manera, nos podríamos preguntas cientos o miles de cuestiones que, como esa, no sabríamos contestar.
De hecho, los astrónomos no saben aún contestar a una simple pregunta: ¿Cómo pudieron formarse las galaxias a pesar de la expansión de Hubble? Si aplicamos la lógica, la materia existente tendría que haberse dispersado y no podría haber tenido la oportunidad de formar estrellas y galaxias y, sin embargo, ahí están, por cientos de miles de millones y palpitantes de “vida” y autoregulación para, de alguna manera, combatir a la entropía que acompaña el paso del tiempo.
En cuanto a esa pregunta que resuena en nuestras mentes: ¿Estaremos sólos en tan inmenso Universo?, creo que no tardaremos ya demasiado en tener la respuesta. La Vida, amigo mío, prolifera por todos los confines del Universo y, sólo las distancias, esa barrera infranqueable (de momento) de la velcoidad de la luz, nos impide tomar café con los vecinos.
No creas que somos virtuales, ni tampoco que seres superiores nos están manejando o dirigiendo a su antojo. Si piensas profundamente y sigues la historia del universo (al menos hasta donde sabemos), podrás llegar a la misma conclusión que hace tiempo llegué yo: Se necesitan 10.000 millones de años para que, los materiales de la vida, se formen en las estrellas y evolucionen en los mundos en esa “sopa primordial” que llamamos “Protoplasma de la Vida” del que surgen las células vivas que evolucionan durante millones de años hasta llegar a un nivel en el que, aparece la consciencia.
Como las leyes del Universo son las mismas en todas partes (de otra manera sería un Universo chapuza), tenemos que concluir que lo que pasó aquí, también habrá pasado en miles, millones de mundos que, como el nuestro, tuvieron las condiciones idóneas para el surgir de la vida. ¡Ah! eso sin contar que, existe la posibilidad de que, incluso existan formas de vida que, oncluso teniéndolas delante de nosotros, no podamos verlas.
Por otra parte, si lo piensas bien, nuestras mentes son tan complejas que, casi podrían compararse con el universo mismo si comparamos los misterios que encierra, porque, ¿hasta dónde podremos llegar? ¿qué poderes podremos conseguir en el futuro lejano si el avance de nuestros conocimientos continúa?
Tenemos que llegar a la conclusión que de que, en realidad, somos una parte de la Naturaleza, somos también universo, y, como parte de ese todo (la parte que pioensa), al ser conscientes tendemos a querer saberlo todo, en cuanto adquirimos un nuevo conocimeinto es como sí, hubiéramos encontrado una llave que nos lleva al recinto donde se encuentra una de las respuestas que anhelantes buscamos y, para nuestra sorpresa, cuando abrimos la misteriosa puerta, detrás de ella, sólo encontramos nuevas preguntas que no podemos responder.
Tomaté otro cafelito a mi salud, amigo mío, y, si comparecer anónimo te divierte, que siga la diversión y, mientras tanto, recibe un abrazo de tu amigo…
emilio silvera
el 27 de junio del 2012 a las 0:49
Sin imaginación no hay ciencia, no hay música, no hay evolución… Y sino uno, ¿cómo se la podría imaginar a Lucy y creer en la evolución de la Especies al mismo tiempo?.
Me congratulo en enviarle un afectuoso saludo mi estimado amigo, Don Emilio.
el 27 de junio del 2012 a las 6:05
¡La Imaginación!
Sin ella, ¿qué podríamos hacer?
Estimado khronus, llevas toda la razón, al imaginar creamos y la historia nos dice cuánto debemos a los imaginativos que, nos han traído adelantos y descubrimientos en todas las ramas del saber humano y, gracias a ello, hemos podido seguir avanzando en este mundo que, aunque en el contexto del universo sólo sea una mota de polvo, es nuestra mota de polvo y, para la vida que reside en ella, lo más importante de esta parte de la Galaxia.
Sigamos imaginando que…, el día de mañana, podremos saber todo lo que hoy ignoramos.
Un abrazo amigo.
el 28 de octubre del 2013 a las 5:46
Es increíble que estemos inmersos en tal diversidad de maravillas y que, la mayoría de las personas, no les presten atención. Recuerdo aquella encuesta hecha en EE. UU. a las puertas de la Universidad en la que, preguntaban a los post-doctorados sobre:
¿Qué es el efecto túnel?
¿Qué pasa con las estrellas masivas al final de sus vidas?
¿Dónde se crean los elementos de la Naturaleza?
¿Cuántas fuerzas fundamentales rigen el Universo?
Si hacemos una media entre los encuestados de los resultados obtenidos, sólo el 4% supo contestar correctamente a tres de las preguntas. Ello denota que no todos los estudiantes licenciados tienen una vasta cultura y que, en general, aunque esporádicamente sientan curiosidad por alguna cuestión determinada, la mayoría no tienen la menor idea de todas estas cuestiones que, en realidad, están afectando a sus vidas al formar parte de ese todo que llamamos universo y que nunca llegamos a conocer.
Hay que ser más curioso, hacer más preguntas, interesarse más por las cosas, por el mundo, por la Naturaleza.