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¿Cómo poder ver la realidad… “del mundo” que nos rodea?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo misterioso ~ Comments (2)
Si sabemos mirar la Naturaleza… Nos irá mucho mejor. Comprender lo mucho que nos ofrece y saber valorarlo para actuando en consecuencia, respetar el entorno que nos cuida y procurar no deteriorarlo para que, los que vengan detrás, como hicimos los que ahora estamos y también, los que antes estuvieron, puedan disfrutar de la Naturaleza y oír su inigualable “sonido” lleno de brizas, de trinos, de rumores creados en las hojas de las árboles del bosque, el silbar del viento en los cañones montañosos,
del rumoroso discurrir de las transparentes aguas del río que se dirigen hacia el Mar… No siempre sabemos escuchar lo que la Naturaleza nos dice y, lo cierto es que, cuando lo hacemos, nos sentimos más cerca de ella y, a veces, hasta llegamos a comprender que también somos Naturaleza.
No pocos se pasan la vida sin ver lo que existe a su alrededor, el trabajo, la familia, el coche , la hipoteca del chalet, alcanzar ese puesto más alto… Se pasan la vida en esa vorágine circunscrita a un pequeño “mundo” personal que, le aleja de una realidad que es mucho más grande y, sin darse cuenta se le pasa la vida sin haber podido ver todo lo que existe a su alrededor que, dejando a un lado las pequeñas cosas, también estaba a su alcance.
Es fácil caer en la tentación de mirarnos el ombligo y no hacerlo al entorno que nos rodea. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos dejado el ego a un lado y, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
La edad actual del universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el universo es un reflejo del hecho de que:
Densidad actual del universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto es, por tanto
Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la Temperatura de Planck
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el Universo está estructurado en una escala sobrehumana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los de su propia construcción. Con respecto a sus propios patrones, el universo es viejo. El tiempo de vida natural de un mundo gobernado por la gravedad, la relatividad y la mecánica cuántica es el fugaz breve tiempo de Planck. Parece que es mucho más viejo de lo que debería ser.
, pese a la enorme edad del Universo en “tics” de Tiempos de Planck, hemos aprendido que casi todo este tiempo es necesario para producir estrellas y los elementos químicos que traen la vida.
¿Por qué nuestro Universo no es mucho más viejo de lo que parece ser? Es fácil entender por qué el universo no es mucho más joven. Las estrellas tardan mucho tiempo en formarse y producir elementos más pesados que son las que requiere la complejidad biológica. Pero los universos viejos tienen sus problemas. Conforme para el tiempo en el universo el proceso de formación de estrellas se frena. Todo el gas y el polvo cósmico que constituyen las materias primas de las estrellas habrían sido procesados por las estrellas y lanzados al espacio intergaláctico donde no pueden enfriarse y fundirse en nuevas estrellas.
Regiones con pocas estrellas = pocos mundos Regiones de muchas estrellas = muchos mundos
Pocas estrellas hacen que, a su vez, también sean pocos los sistemas solares y los planetas. Los planetas que se forman son activos que los que se formaron antes, la entropía va debilitando la energía del sistema para realizar trabajo. La producción de elementos radiactivos en las estrellas disminuirá, y los que se formen tendrán semividas más largas. Los nuevos planetas serán menos activos geológicamente y carecerán de muchos de los movimientos internos que impulsan el vulcanismo, la deriva continental y la elevación de las montañas en el planeta. Si esto también menos probable la presencia de un campo magnético en un planeta, entonces será muy poco probable que la vida evolucione hasta formas complejas.
Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre las atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y, a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
Las amenazas espaciales están siempre ahí. No hace mucho que lo pudimos comprobar
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagar infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, existen serias amenazas exteriores.
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra, habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la Luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
“El meteorito Hoba, también conocido como Hoba Oeste, es el meteorito más pesado y la masa natural de hierro más grande que se conozca sobre la superficie de la Tierra. El meteorito, nombrado por la granja Hoba Oeste, cerca de Grootfontein, Namibia, donde fue descubierto en 1920.
No ha sido movido desde que impactó hace 80.000 años. El descubrimiento del Hoba fue afortunado, ya que no dejó un cráter u otro signo de impacto; evidentemente, la atmósfera terrestre desaceleró el cuerpo de hierro de 66 toneladas, haciendo que cayera a velocidad terminal. A esta velocidad, el meteorito permaneció básicamente intacto, y el impacto de baja energía con la superficie causó poca excavación.”
Claro que, la caída en el planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de la evolución que tantos miles de millones de años le costó al Universo para poder plasmarla en una realidad que llamamos vida. Cuando comento este tema no puedo evitar el recuerdo del meteorito caído en la Tierra que impactó en la península de Yucatán hace 65 millones de años, al final de la Era Mesozoica, cuando según todos los indicios, los dinosaurios se extinguieron. Sin embargo, aquel suceso catastrófico para los grandes lagartos, en realidad supuso que la Tierra fue rescatada de un callejón sin salida evolutivo. Parece que los dinosaurios evolucionaron por una vía que desarrollaba el tamaño físico que el tamaño cerebral.
El meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios, de diez kilómetros de diámetro, atravesó la atmósfera terrestre a 250.000 kilómetros por hora y generó un ‘tsunami’ con olas de 90 metros de altura. Fue hace 65 millones de años, cuando la enorme bola de fuego cayó sobre la península del Yucatán, en México.
Sin este suceso, los dinosaurios seguirían siendo la especie dominante en el planeta. Incluso es dudoso que nosotros hubiéramos podido llegar y evolucionar con tales vecinos.
La desaparición de los dinosaurios junto con otras formas de vida sobre la Tierra en aquella época, hizo un hueco para la aparición de los mamíferos. Se desarrolló la diversidad una vez desaparecidos los grandes depredadores. Así que, al menos en este caso concreto, el impacto nos hizo un gran favor, ya que hizo posible que 65 millones de años más tarde pudiéramos llegar nosotros. Los dinosaurios dominaron el planeta durante 150 millones de años; nosotros en comparación, llevamos aquí tres días y, desde luego, ¡la que hemos formado!
Y no podemos tener la menor duda, mientras que estemos aquí, seguiremos pretendiendo y queriendo saber sobre los secretos de la Naturaleza que, al fin y al cabo, puede ser nuestra salvación. Ya saben ustedes: ¡Saber es poder! Y, en relación a la vida…
Los humanos con características anatómicas modernas, Homo sapiens sapiens, surgieron hace entre 300.000 y 200.000 años.
Hemos llegado a ser conscientes de que, el secreto reside en el tiempo biológico necesario desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios la vida, tales como el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema solar habitado observado, ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales; el t(bio) – tiempo biológico para la aparición de la vida – algo más extenso.
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial la cual el oxígeno es liberado por la foto-disociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma como objeto principal.
A muchos les cuesta admitir la presencia de vida en el universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un universo grande y frío en el que es difícil la aparición de la vida, y en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
¿Quién sabe lo que en otros mundos existir?
Los biólogos, sin embargo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas parecidos a la Tierra y que necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el universo.
¡Y pensar que nosotros, sólo somos una pequeña ramita del gran árbol!
La luz del Sol es la responsable de que en la Tierra -y supongo que la de otras estrellas en otros muchos planetas del Universo- , se puedan formar complejas estructuras y germinar muchas otras que son imprescindibles la existencia de los seres vivos. La utilización biológica de la luz se comprenderá más fácilmente si, consideramos primero, en que nosotros y todos los demás organismos heterótrofos -que viven en el aire-, es decir, animales, hongos y muchos protistas y bacterias, satisfacemos nuestras necesidades energéticas. La palabra clave es combustión; más técnicamente, oxidación, esto es, la producción de energía por la interacción de determinadas sustancias con el oxígeno. En este sentido, somos como cualquier máquina y, el combustible en nuestro caso, consiste en componentes del acervo metabólico, que a su vez deriva de los alimentos. Aquí, sin embargo, termina la analogía. Las combustiones vitales son frías; y las energías que liberan no se utiliza en forma de calor, un fenómeno que sería imposible en células vivas, en las que las diferencias de temperaturas son despreciables. energía sirve en cambio, para hacer funcionar el generador químico central que, a su vez, proporciona energía a la mayoría de las formas de trabajo biológico.
En las combustiones celulares, al igual que en aquellas en las que estamos familiarizados, se utiliza el oxígeno para convertir el carbono de las sustancias orgánicas en dióxido de carbono (CO2) y su Hidrógeno en agua (H2O). En la fotosíntesis ocurre exactamente lo contrario. Lo que hacen las plantas verdes con ayuda de la energía luminosa es sencillamente invertir las oxidaciones. A partir de dióxido de carbono y agua, las plantas fabrican un azúcar de fórmula (CH2O)6, y emiten el Oxígeno sobrante (una molécula de O2 por molécula de CO2 utilizada) a la atmósfera.
En algún momento de las próximas décadas descubriremos el primer planeta albergando vida. Pero seguramente será “parecida” a la nuestra; basada en enlaces de C y agua como medio. Pero; ¿podría existir un de vida completamente diferente? ¿la reconoceremos cuando la veamos? ¿podría evolucionar hasta desarrollar inteligencia?
Para poder saber sobre todo eso, para llegar a conocer los secretos de la Naturaleza, es preciso que sigamos observando atentamente para poder descubrir los secretos en los que están encerradas las respuestas a esas preguntas que nadie ha sabido contestar. Nosotros somo propensos a crearnos un entorno cercano y localista que, la mayoría de las veces, nos aparta de la realidad “del mundo” y de cómo son las cosas en el Universo del que formamos que, aunque sea muy pequeña, es la parte que piensa, la que imagina y tiene ideas de lo que todo esto podría ser.
emilio silvera
el 23 de abril del 2014 a las 23:51
En primer lugar pedir perdon por efectuar un comentario que nada tiene que ver con el artículo trabajado por el Maese Emilio, pero simplemente he aprovechado el último editado.
Felicidades a los mejicanos/mexicanos por el premio Cervantes otorgado a su compatriota ELENA PONIATOWSKA; (si, mexicana).
Esta mujer de indudable fuerte carácter, se ha autodeclarado representante de los desamparados, de los desfavorecidos y más humildes, demostrando que el orgullo, en su faceta más profunda no entiende de élites (En mi personal opinión), leyendo en ese sentido su discurso en la entrega del premio, cuya link adjunto para posibles interesados:
http://www.rtve.es/contenidos/documentos/Discurso_Elena_Poniatowska.pdf
Y no creais que en realidad me aparto mucho del contenido genérico sobre astronomía y astrofísica de esta página, puesto que en ese mismo discurso, Elena dice:
“Su respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una defensa liberadora, el
primer alegato de una intelectual sobre quien se ejerce la censura. En la
literatura no existe otra mujer que al observar el eclipse lunar del 22 de
diciembre de 1684 haya ensayado una explicación del origen del universo. Ella
lo hizo en los 975 versos de su poema “Primero sueño”. Dante tuvo la mano de
Virgilio para bajar al infierno, pero nuestra Sor Juana descendió sola y al igual
que Galileo y Giordano Bruno fue castigada por amar la ciencia y reprendida
por prelados que le eran harto inferiores.
Sor Juana contaba con telescopios, astrolabios y compases para su
búsqueda científica. También dentro de la cultura de la pobreza se atesoran
bienes inesperados. Jesusa Palancares, la protagonista de mi novela-
testimonio “Hasta no verte Jesús mío”, no tuvo más que su intuición para
asomarse por la única apertura de su vivienda a observar el cielo nocturno
como una gracia sin precio y sin explicación posible. Jesusa vivía a la orilla del
precipicio, por lo tanto el cielo estrellado en su ventana era un milagro que
intentaba descifrar. Quería comprender por qué había venido a la Tierra, para
qué era todo eso que la rodeaba y cuál podría ser el sentido último de lo que
veía. Al creer en la reencarnación estaba segura de que muchos años antes
había nacido como un hombre malo que desgració a muchas mujeres y ahora
tenía que pagar sus culpas entre abrojos y espinas. “
Un saludo cordial a la parroquia.
el 24 de abril del 2014 a las 7:07
Amigo Kike, no tienes que pedir disculpas de nada, aquí cada cual, puede expresar libremente lo que en el momento le pueda llegar a sentir en cuestiones cotidianas aquí tratadas y también, en temas de la actualidad y, desde luego, el que expones no puede ser más del momento.
Suscribo cada una de tus palabras y, habrá que reconocer que ELENA PONIATOWSKA, una mexina de bien, se la ha ganado a pulso y, el Premio, ha venido refrendar las ideas de un Ser superior que, por encima de la mayoría, ha podido ver el mundo y a los que lo habitamos en su exacta condición: No siempre están en los puestos privilegiodos los que lo merecen y, sí en cambio, lo ocupan usurpadores que son capaces de matar por conservar sus bastardos privilegios.
Ella, Elena Poniatowska, ha sabido comprender la injusticia allí donde se encuentre y se ha puesto al lado de los menos favorecidos a los que trata de prestar ayuda en cada ocasión que se le presenta y, sobre todo, así lo deja patente en sus obras literarias y también, en su vida personal.
Es un premio muy merecido.
¡Felicidades!