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¿Qué decisión tomaremos sobre todo ésto?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Catástrofes Naturales ~ Comments (42)
El el Blog titulado “Temas del siglo XXI”, he podido localizar este trabajo que, dadas las circunstancias actuales y, para mejor conocimiento del público en general de cómo funciona todo esto, me ha parecido bien exponerlo aquí para divulgar la mecánica que se sigue en estas plantas de fisión nuclear que tanto peligro conllevan y, precisamente de ahí, parten todos los resortes de seguridad que se emplean en su construcción y funcionamiento. Veamos:
Cosas como esta no deberían pasar. Sin embargo, nuestra importancia para la Naturaleza es la misma que pueda tener la de una mariposa.
“Las cuestiones sobre la seguridad y los peligros constituyen el centro de la controversia nuclear. Antes de emprender este tema sumamente complejo resultará útil considerar algunos de los principios básicos de la seguridad industrial, y después describir su aplicación a las plantas nucleares. Para familiarizarse con los conceptos generales del diseño seguro, utilizaremos el ejemplo del automóvil. Primero reconocemos que el propósito de un carro consiste en desplazar a la gente de un lugar a otro, lo cual encierra un peligro intrínseco, ya que pueden cruzarse en su camino otros objetos y herir a los pasajeros. Por consiguiente la primera condición consiste en que una operación sin riesgos debe formar parte del diseño original. Por ejemplo, los frenos deben funcionar de modo uniforme y confiable; el conductor debe ver el camino claramente en todas direcciones, por la noche o durante lluvias o nevadas; y el automóvil debe amortiguar los golpes provenientes de los baches. Pero todos sabemos que los artefactos mecánicos no son perfectos. Las cosas pueden salir mal, y, después de cierto tiempo, sabemos que así será. Existen dos respuestas posibles a dichos peligros. Una consiste en proporcionar un “soporte” o sistemas de duplicación que funcionen en caso de que fallen los originales. Algunas veces a este procedimiento se llama redundancia. En el automóvil, un ejemplo de esto es el sistema de frenos independiente que funciona si el primario falla. La otra respuesta consiste en proporcionar una prevención, de modo que el conductor pueda maniobrar y evitar un accidente inminente. Así, una luz o un zumbador pueden indicar el sobrecalentamiento o la pérdida de aceite. El desgaste de los materiales y los componentes obliga a ofrecer un programa de inspección y mantenimiento. Por último, si fracasan todos estos sistemas y ocurre un accidente, el diseño debe contener medidas que eviten o reduzcan al mínimo las lesiones. Entre ellas figuran los cinturones de seguridad, bolsas de aire, cascos, trajes de asbesto, amortiguadores autorregenerativos y barras de rodamiento. Las plantas nucleares, al igual que los automóviles, tienen una función inherentemente peligrosa: procesan materiales que son nocivos en grado sumo para los organismos vivos. Por tanto, se deben seguir los cinco principios de medidas de seguridad. Sus aplicaciones a las plantas nucleares se sintetizan a continuación:
Es probable que, la imagen de arriba, nos vaya resultando familiar y cotidiana en los días venideros.
Diseño Seguro. Tómese en cuenta que en un reactor no autorregenerador el U-238 se enriquece poco con el U-235 fisionable y, por tanto, el combustible no se parece en nada a una bomba atómica. Las barras de control se insertan al empujarlas hacia abajo en el núcleo, de modo que si no hay energía simplemente caerán. El agua corriente es tanto un refrigerante como un moderador. Si el exceso de calor hiciera que el agua hirviera hasta agotarse la pérdida del moderador detendría la reacción en cadena. En las especificaciones de diseño se señala que los materiales de construcción sean de la mejor calidad técnica y sean probados en su totalidad antes de su utilización. El reactor auto-regenerador es intrínsecamente más peligroso, pero esto sólo significa que su diseño de seguridad es más importante aún.
Redundancia. El sistema que más necesita un substitutivo es el que enfría el núcleo del reactor. Si este falla, casi siempre se tendrán al menos dos sistemas de enfriamiento adicionales e independientes. Si fallara el sistema de energía en que se basan las medidas de emergencia, se podría utilizar una fuente externa. Si ésta también falla, intervendrían las turbinas de gas o generadores diésel de la planta. Los sistemas secundarios de este tipo son bastante complejos y se interrelacionan de tal modo que sus respuestas son específicamente adecuadas a la naturaleza de la urgencia. Además, son por completo automáticas; no tienen que ser activadas por un operador humano.
Prevención. El cuarto de control de una planta nuclear está lleno de manómetros, cuadrantes, luces, zumbadores y alarmas. Los trabajadores cuentan con dispositivos que son sensibles a la radiación y que verifican el grado a que el usuario ha sido expuesto. En toda la planta están distribuidos aparatos de detección y también se encuentran fuera de la planta a diversas distancias.
Inspección y mantenimiento. Los operadores del reactor deben pasar por estrictos procedimientos de capacitación, con cursos periódicos de actualización. Las plantas son inspeccionadas varias veces al año, se aplican sanciones a los violadores de las regulaciones y se conservan las listas de cualquier defecto o falla.
Vivir con y a costa del átomo, a la larga puede hacernos pagar un alto precio.
Protección en caso de accidentes. El receptáculo del reactor, fabricado de acero grueso, esta rodeado por blindaje antirradiactivo de varios pies de espesor. Como una barrera final, todo el sistema esta circundado por una estructura de retención, de hormigón reforzado, recubierto de acero y a prueba de vapor. Esta barrera está diseñada para resistir terremotos y huracanes, y para contener toda la materia que pudiera liberarse dentro, aún en el caso de que el más grande sistema primario de tubería del reactor quedara destrozado instantáneamente. En Rusia y en algunas otras naciones no es necesaria esta ultima barrera, hecho que los partidarios de la energía nuclear citan para enfatizar la gran prioridad que Estados Unidos da a la seguridad. (Todo lo antes señalado suena muy tranquilizante, pero recuérdese que siempre hay accidentes de automóviles. Lo mismo sucede en las plantas nucleares).
En la vida de hoy, la energía eléctrica es un elemento básico. Cuando Faraday empezó sus investigaciones y se las presentó al Rey de Inglaterra, este le preguntó qué utilidad tendría para la corona. El científico le respondió “Majestad, ya verá cuando pueda cargarla con impuestos.” Mucho se ha avanzado desde entonces y hoy, independientemente de los impuestos, se consigue obtener energía eléctrica por muy distintos medios. En una central hidroeléctrica, por ejemplo, es la fuerza del agua al caer por la presa lo que mueve las turbinas. En la energía eólica el molino que genera electricidad lo hace trasmitiendo el movimiento que el viento produce en sus aspas a turbinas similares Las centrales nucleares también son fábricas que producen energía eléctrica generando vapor mediante el calentamiento de agua. El sistema, excepto en la manera de obtener el calor, es idéntico al de cualquier otra central térmica de producción de energía eléctrica, sea de gas, de carbón o de fueloil. El agua calentada mediante distintos procedimientos se convierte en vapor que, a través de circuitos, mueve las turbinas que generan la electricidad.
En el caso de las centrales nucleares el sistema para calentar el agua es una reacción nuclear. Un circuito cerrado de agua se calienta al estar en contacto con las varillas en la que se aloja el combustible, llamadas vainas del combustible, y cede su calor a otro circuito que a su vez acciona la turbina que produce la energía eléctrica.
En las centrales nucleares todos los sistemas responden a la filosofía de la seguridad en profundidad. Este concepto supone el establecimiento de distintas barreras de protección que evitan que los productos radiactivos del reactor lleguen al medio ambiente y dé niveles de seguridad de acuerdo a procedimientos previamente establecidos. Las barreras de contención son tres, aunque algunos autores hablan de cuatro, ya que suponen que la pastilla en la que se aloja el combustible es la primera barrera efectiva. En todo caso, mayoritariamente se considera a las barras dentro de las que se encuentran las pastillas de combustibles como la primera barrera; la vasija del reactor en la que se aloja el núcleo con todas las barras de combustible dentro, y el circuito primario forman la segunda barrera; y el recinto de contención es la tercera barrera. En alguna centrales se trata de una caja con muros de más de un metro de espesor de hormigón y ferralla, forrado por la cara interna con una chapa de varios centímetros de acero; en centrales de otro tipo la contención se consigue mediante otros sistemas igualmente reputados como seguros. En las centrales occidentales estos recintos de contención se hacen de acuerdo a muy rigurosas medidas y prescripciones técnicas, de manera, por ejemplo, que son resistentes a terremotos e, incluso, al choque de un avión. La contención evita que, en caso de accidente, la radiación generada durante la reacción nuclear salga al exterior. Uno de los problemas de las centrales de los países de Europa oriental es, precisamente, que la construcción de la contención no se hacía de acuerdo a estos principios.
Todo está controlado al milímetro
Los niveles de seguridad más generalmente aceptados son cinco. El primero de ellos es una construcción sólida, de acuerdo a las más estrictas medidas de seguridad y con un riguroso control de calidad. Durante el diseño, la construcción, las pruebas y la puesta en marcha de una central (y de cualquier instalación radiactiva, como por ejemplo una sala en la que se coloque un aparato de rayos X) se inspeccionan numerosas veces las obras y el resultado final, para que sea tal y como se ha planeado inicialmente. El segundo nivel de seguridad es el cumplimiento de unos rigurosos controles para mantener siempre a la planta dentro de las condiciones normales de operación. El tercer nivel consiste en sistema de seguridad capaces de hacer frente a los posibles accidentes y a los incidentes El cuarto es una técnica muy desarrollada para el control de accidentes, incluidos accidentes con daños en el núcleo, si los hubiera. Y, por último, se cuenta con planes para hacer frente a las emergencias que puedan ocurrir. En todo caso, cuando se hacen análisis de riesgos en las centrales nucleares se hacen pensando que puede ocurrir siempre lo más improbable. Por eso, todos los sistemas son redundantes, es decir, que siempre hay varios sistemas capaces de hacer determinada tarea, de manera que cualquiera de ellos, si uno falla, permite funcionar con normalidad. Además, se utiliza el criterio de diversidad, es decir, dos métodos distintos para hacer una sola cosa. Por ejemplo, para parar la reacción en cadena en el núcleo del reactor se pueden bajar las barras de control o introducir agua borada al sistema, lo que también para la reacción. El concepto de seguridad en profundidad, presente en las actividades nucleares, exige tener siempre prevista una eventualidad improbable, y tener preparada la solución ante ese hecho que es poco probable que se produzca. Una de las misiones del CSN es, precisamente, el control y la vigilancia de esos sistemas de seguridad. Pero, a pesar de todo, las centrales nucleares tienen riesgos muy improbables, razón por la cual se toman todas las precauciones que se ha señalado. Algunas personas piensan que los riesgos, básicamente un accidente que pudiera contaminar una gran zona durante mucho tiempo, son mayores que los beneficios, es decir, que los peligros son mayores que las ventajas que reporta a la sociedad la energía eléctrica que aportan las centrales nucleares al total de la producción de un país. En España, las centrales nucleares producen un tercio de la energía eléctrica total que se consume; en Francia, el 85 por ciento; en Suecia cerca de la mitad; y en Estados Unidos algo menos de 20 por ciento. Los organismos reguladores, las instituciones como el Consejo de Seguridad Nuclear en cada país, controlan el que los riegos asumidos estén siempre dentro de los límites tolerables, es decir, controlan que la probabilidad de que ocurra un accidente sea muy pequeña, para lo que se toman multitud de precauciones. Se puede afirmar que no hay ninguna otra industria en el mundo, quizá con la excepción de la aviación civil, que esté sometida a los controles de seguridad equivalentes a los que están sometidas las centrales nucleares. Las funciones del CSN están encaminadas básicamente a garantizar a los españoles que las instalaciones cumplen las normas de control que optimizan la seguridad. Otro problema derivado del uso de las centrales nucleares es el de los residuos radiactivos de alta actividad, es decir, el combustible gastado. Por el momento, se almacena en piscinas en las propias centrales, aunque se están buscando soluciones para el largo plazo.”
Las imágenes las he añadido para hacer la lectura más llevadera con los descansos de su observación. Las conclusiones que todo esto debemos obtener es, sobre todo, que procuramos hacerlo lo mejor posible pero, no tenemos los medios tecnológicos necesarios para evitar, en caso de que ocurran, desgracias que, como la que vivimos en Japón, cause una catástrofe de dimensiones que aún ni podemos imaginar. Pero, a pesar de ello, nada podremos hacer y, en estos primeros momentos todos los Gobiernos saldrán en las pantallas de los Televisores del mundo para con, grandilocuentes palabras, anunciar nuevas medidas de seguridad en las Plantas Nucleares Nacionales, y, desde luego, tal acción de cara al público, no conlleva ninguna variante ni mejora en lo que tenemos actualmente.
La fuente energética nuclear es peligrosa, todos lo saben. La imposibilidad de acudir a otros modelos para obtener energías, son caros y poco rentables, la Fusión nuclear está a muchos años del presente, y, la perspectiva de este presente es, la que podemos contemplar.
Nos esperan días muy duros (incluso, para los que alejados del foco del peligro por las distancias, contemplaremos impotentes como crecen las situaciones extremas, como aumentan los muertos, como se alarga más y más las zonas de seguridad, y, en definitiva, veremos a cámara lenta y por etapas un final que todos quisiéramos borrar de nuestras mentes.
El campo de Golf junto a una Central Nuclear, Como que no pega. Sin embargo, como sabemos todos, el ser humano se adapta a todo.
Aquí tenéis la prueba. Vamos capeando el temporal según el momento
Termino con el deseo de que todo, finalmente, se pueda solucionar con el menor daño posible, y, dejo mis últimos pensamientos para esos héroes y abnegados seres humanos que, han optado por continuar en la Planta para tratar de remediar el mal, sabiendo que sus vidas están en peligro y que, difícilmente escaparan indemnes.
emilio silvera
el 17 de marzo del 2011 a las 9:51
Todos estamos con el pueblo de Japón, ojalá salgan pronto y puedan rehacer sus vidas.
Un par de cosas, o tres, que me gustaría dejar claro tras leer, escuchar y ver los medios de comunicación poco o nada especializados, son las siguientes:
– Hay que diferenciar entre explosiones por presión de gases que pueden llegar a suponer la liberación de gas/iones radiactivos a la atmósfera volátiles y que desaparecen en poco tiempo, respecto explosiones con materiales radiactivos no gaseosos o partículas en suspensión (como en Chernobil) mucho más peligroso. En principio la protección en Fukushima no permitirá este supuesto según expertos por las estructuras de contención de este tipo de centrales.
– Por supuesto, y por desgracia, hay quien confunde y alarma también respecto el peligro de explosión nuclear por fusión del núcleo: para nada es posible que pueda ocurrir una explosión nuclear, el pobre enriquecimiento del uranio no da para formar una bomba de este tipo. Lo digo por los alarmistas y sus influenciados.
– En último lugar recordar que esto no ha sido un accidente por fallo en una central nuclear, hubiese pasado parecido si le cae un meteorito encima a la central, es decir, nada es perfecto y lo diseñado para soportar un terremoto de 7 y pico ha soportado uno de casi 9 y ha tenido que ser el sutnami el que destrozara los sistemas de refrigeración. Qué quiere decir esto, que el peligro de una central ahí está, igual que hay peligro si de destruye una central hidroeléctrica (embalse) que arrasaría vastas regiones dejando el caos y la desolación por donde pasase el agua con cientos o miles de muertos. El riesgo existe, la probabilidad de accidente es mínima pero no nula, aquí lo que era una ventaja para la refrigeración (estar cerca del mar) ha supuesto su punto débil.
Nada está exento de catástrofe externa, y el terremoto/sutnami ha ocasionado unas 5000 víctimas y se prevé que llegue a 10000 y la central todavía, que se sepa no a afectado a nadie, aunque lo hará.
Es un debate que con esta catástrofe se va a poner en boca de todos. Esperemos que se solucione pronto y la gente hable más de cómo ayudar a ese pueblo que ya ha sufrido miles de víctimas y tienen que levantar un país, a la vez que se abre este debate. Y a ver si esto sirve para que se hagan los esfuerzos necesarios que nos lleven al control y obtención de energía por fusión de hidrógeno, al menos nos quitamos del medio a los elementos radiactivos y la materia prima es inagotable.
Saludos!
el 17 de marzo del 2011 a las 14:52
En Ciencia Kanija hay abierto un interesante debate sobe el tema, que debe rondar por los 300 comentarios; si no lo has leido te lo aconsejaría, ya que existen opiniones de todo tipo, tantas que al final no sabes en realidad si el peligro será soportable o por el contrario se producirá una hecatombe mundial.
El riesgo principal creo que reside en que el reactor de plutonio siga el mismo camino que los demás (Lo que parece casi seguro), entonces, debido a su alta radiación, seguramente las cosas se pondrán bastante feas.
Por cierto el artículo de inicio del debate, confeccionado al principio de la crisis indicaba que no había que preocuparse, lo que ha resultado un verdadero fiasco, sin que no obstante ello se le pueda achacar a su adminitrador, que se limitó a transcribir un artículo de una autoridad en el tema.
Personalmente, y hasta el terremoto, yo era más partidario de la energía nuclear que detractor, ya que consideraba que no exstía alternativa para paises tan dependientes como el nuestro, pero la verdad es que comienzo a cambiar de criterio, pues es tan peligrosa la energía nuclear que ya no se si vale la pena correr riesgos tan altos, pese a los beneficios económicos indudables.
Y para colmo, en estos días también nos han informado de un problema en la investigación de la fusión nuclear, que podría llevar hasta su abandono pese a los miles de millones gastados.
Tal parece que se está creando en todo el planeta una verdadera “tormenta perfecta” con la suma de varios y graves problemas que podrían afectarnos a todos con consecuencias imprevisibles y a corto plazo.
el 17 de marzo del 2011 a las 15:34
Gracias Kike, 300 mensajes son muchos pero algo leeré, sí 🙂
Insisto en una cosa, hay multitud de cosas mucho más peligrosas y que generan víctimas todos los días. Si queremos viajar necesitamos aviones, pero alguno cae de vez en cuando, también coches, barcos, trenes, motos… la gran mayoría de las víctimas han sufrido la tragedia en la puerta de su casa o en el trabajo y en las calles, no ha habido una central nuclear que haya fallado. lo que pasa es que aunque sean muchísimo más seguras que cualquier otra cosa cuando hay una catástrofe de este tipo y se producen fugas todo el mundo se escandaliza, quizás porque las nubes radiactivas no respetan fronteras.
Todo el mundo parece más preocupado por el índice radiactivo de la zona que de los ya 15000 personas entre desaparecidos y muertos: 15000
Basta que después de todo esto haya una o dos personas que pierdan la vida por elevada radiación en la planta para que cobren más importancia esas vidas que las otras 15000
Esa es mi crítica. Ojalá todo fuera generación limpia de energía, pero queremos vivir de una forma que necesitamos petróleo, contaminar y generar con centrales. Por ejemplo aquí en España somos de lo más hipócritas o tontos si se me permite la expresión. Se vendió la idea de lo mala que son las centrales y compramos muchísima energía nuclear a Francia a precio de oro que además la producen detrás de los pirineos, vamos un negocio redondo para los vecinos, claro. Con la compra favorecemos la generación de centrales, pero claro al otro lado de la frontera, reir por no llorar.
Podemos inagurar …. ¿pantanos? uffff!
Ya por último, y respecto la energía verde, la eólica es rentable, la fotovoltaica no, es carísima, si no recuerdo mal cuesta 35 cents generar un kw de nuclear y cuesta 480cents de fotovoltaica. Pero esta es tan cara por aspectos como los que comenta con razón Nelson: los intereses empresariales, en este caso de la industria del silicio. Se fabrican las placas carísimas por usar semiconductores de silicio de gran pureza, casi como la de los chips pudiéndose usar silicio de media pureza muchísimo más barato aunque la superficie de la placa sea un poco mayor (por espacio en el campo va a ser…) pero claro eso genera menos beneficios… (atisbo sonrisa en el rostro de Nelson 🙂
Lo dicho, miraré ese foro, gracias!
el 18 de marzo del 2011 a las 16:09
En Alemania(Esta Merkel es mas lista que el hambre)se estan volcando en la solar a unos precios hipercompetitivos y con una inversion en comparación a España irrisorioa.Personalmente creo que en poco tiempo se harán dueños del mercado.
Saludos
el 18 de marzo del 2011 a las 17:52
Eso seguro Mª José, y hablamos de una tecnología que está avanzando mucho en España, pero cara, cara. y luego el marco legal es estricto, poco flexible y encima burocrático cosa que acaba favoreciendo a la gran empresa eléctrica en detrimento del pequeño inversor. Y es que con las condiciones de subvención han sido estas compañías las que se han dedicado a montar huertas solares, de manera que no tengan que comprar la electricidad carísima a particulares.
Todo permitido y promocionado por los políticos para beneficio de sus amigos.
Al final compraremos la energía solar a Alemania teniendo muchísimas más horas de sol sobre nuestro territorio.
Una pena.
el 18 de marzo del 2011 a las 18:21
“Muchos consideran estos discursos una utopía. Pero el deber de los científicos es éste precisamente: tomar las utopías y transformarlas en realidad. ¿Si no para qué estamos?” Carlo Rubbia.
No he oído hablar más de la energía solar termodinámica. Hace cuatro años había planes para obtener en España, para el 2010, capacidad de generación de 1200 Mw, es decir la capacidad de una central nuclear. ¿Alguien me puede decir si se cumplió?
http://todohijos.cl/?a=4176
Saludos cordiales.
el 17 de marzo del 2011 a las 16:49
Ya he leído un rato lo de Cienciakanija y me ha decepcionado bastante. Pocos dicen cosas coherentes y con conocimiento, la gran mayoría se tiran los trastos, unos se quejan de toda la Ciencia que es mala mala mala (por eso usan ordenadores para escribir y comunicarse globalmente, como son productos ecológicos que salen del suelo junto las patatas pues son buenos), otros se quejan de todo lo que huela a nuclear sin pensar que salir a la calle cada día es más arriesgado, otros sacando pecho argentino, otros se quejan del autor del Blog, el pobre Manuel que tanto ha dado en su rincón para que se lo paguen de esta manera… pero pocos participan de un debate sosegado y con datos fiables dentro de la situación.
Lo siento, no me ha entusiasmado ese debate, podríamos organizar algo por aquí, pero a ser posible poco visceral e ideológico y sí más centrado en las soluciones energéticas mundiales
Saludos!
el 17 de marzo del 2011 a las 17:59
Hombre… con tantos comentarios siempre hay de todo (más malo que bueno), pero a estas alturas seguro que sabes separar el grano de la paja; una vez “aventados” los comentarios quedan unos cuantos muy razonables, aunque bajo prismas diferentes, como toca.
Ahondando un poco en el tema, he leido por ahí que si el último recipiente se rompe y el caldo en que se hayan convertido las barras cae al subsuelo, es cuando pueden producirse consecuencias que aún no están muy bien estudiadas; al parecer el peligro principal es que se encuentre con alguna veta de agua, ya que produciría un vapor a altas temperaturas que podría alcanzar bastante altura en la atmósfera, suficiente para poder expandirse con los vientos en cualquier dirección. el hecho de que en uno de los reactores ya salga humo blanco parece indicar que esta circunstancia ya se ha producido.
A ver si hay suerte y con la nueva linea electrica que han construido puedan operar con las bombas principales y consigan enfriar los reactores, aunque pudiera ser que esas bombas ya no funcionen.
el 17 de marzo del 2011 a las 18:17
Lo de humo blanco entra dentro de lo normal puesto todo debe estar encharcado, vamos si están incluso tirando agua encima desde los helicópteros…
Para fundir algo de ese último recipiente creo que se necesitan temperaturas por encima de 3000ºC que no es moco de pavo. Esperemos que no sean ciertos esos rumores, quizás estamos en un momento en el que hay que cortar los extremos de las posturas y quedarse en el término medio hasta que haya datos nuevos y esclarecedores.
Saludos!
el 17 de marzo del 2011 a las 14:41
Amigo Zephyros, en estos sucesos siempre ocurre lo mismo, hay gente que habla y habla sin saber bien de que trata el tema que tan osadamente aborda en sus “opiniones” sin base científica de ninguna clase y, lo que hacen, es fustigar a la comunidad y llevar las cosas a extremos que, no siempre se corresponden con la realidad.
Dices bien, nadie puede negar que la seguridad de las centrales nucleares, dentro de los limites admisibles son buenas y están bien controladas pero, ¿quién piensa en que estos sucesos naturales impredecibles puedan venir y nenviarlo todo al traste?
Lo que no podemos prevenir, para lo que no tenemos medios de controlar, lo único que podemos hacer es, como hace la población japonesa, enfrentarse a ello con resignación y la valentía de salir de ese mal trago cuantro antes.
el 17 de marzo del 2011 a las 14:46
Hola muchachos.
El interés empresarial, con sus connotaciones, parece haber jugado algún papel. Hay denuncias sobre una demora excesiva en la utilización del agua de mar, que estaba prevista y hubiera minimizado en tiempo y forma los riesgos, pues esa opción inutiliza la planta hacia el futuro. Esperemos los resultados de las investigaciones correspondientes.
Saludos cordiales.
el 17 de marzo del 2011 a las 15:29
De acuerdo con Nelson, esto es más por consecuencia empresarial, o más bien gubernamental, ya que me he enterado que este tipo de energías la pueden llevar a cabo únicamente el estado por subvenciones, a un privado les sería imposible llevar poner en funcionamiento un reactor nuclear por los altos costos no siendo redituable para ellos, y si los hay es obvio que recurren a la corrupción, quizá vendiendo plutonio a gente de la peor calaña, eso no quiere decir que los gobiernos no sean corruptos, el manejo de dinero es el principal problema de la corrupción. Quisiera me informen sobre ello y si es cierto, ya que eso diría mucho de lo que ha sucedido y quiénes son los responsables de este tipo de tragedias, claro que los gobiernos no tienen conocimientos científicos para hacer funcionar un reactor nuclear, es necesario contratar especialistas en el tema, y hay ciertos lobbies que hacen todo los posible a través de sus extravagantes medios económicos de conseguir lo que quieren a toda costa, también hay responsabilidad en parte de los que usan esos conocimientos científicos para crear este tipo de energías que deberían desaparecer de una vez por todas de la faz de Tierra, claro que en estos tiempos lamentablemente el dinero es la que tiene la última palabra.
Saludos cordiales.
P.d.: No logro comprender como se construye reactores nucleares en una zona que es habitual que haya sismos de enorme magnitud, menos mal que es gente inteligente y hacen todo lo posible para que sean lo más seguros posibles, ¿eso es previsión?.
el 17 de marzo del 2011 a las 16:20
Sobre lo que se está comentando en Ciencia Kanija, aquí les dejo un extracto que me parece interesante compartirlo con ustedes:
Qué sucedió en Fukushima
Intentaré resumir los hechos principales. El terremoto que impactó en Japón fue cinco veces más potente que el peor terremoto para el que fue construida la planta de energía nuclear (la escala Richter funciona de forma logarítmica; la diferencia entre el 8,2 para el que las plantas fueron construidas y el 8,9 que tuvo lugar es de 5 veces, no 0,7). Por lo que el primer “hurra” vaya para los ingenieros japoneses, todo se mantuvo en pie…
Para seguir leyendo sobre este, y varios artículos sobre el tema dirigirse a http://www.cienciakanija.com/2011/03/14/por-que-no-estoy-preocupado-por-los-reactores-nucleares-de-japon/
el 17 de marzo del 2011 a las 21:07
Agradezco el artículo, como tambien los comentarios que se han volcado, que como siempre me permiten ver un poco mejor sobre temas en los que tengo mas dudas que certezas.
En este tema en particular, creo que todos estamos de acuerdo con que los progresos de la ciencia y del uso de cada vez mas avanzadas tecnologías nos han sabido dar ciertos beneficios que no nos lo ha dado ninguna otra forma de conocimiento.
Pareciera que el progreso tecnológico va asociado a la utilización de tecnologías más poderosas, las cuales por lo mismo implican un mayor riesgo. Es mas poderosa y peligrosa una bomba que un arco y flecha. Sin embargo, esa es una de mis dudas, me pregunto si es universal esta relación. Si en efecto hay que pensar que la escalada tecnológica irá siempre asociada a una instrumentación que signifique un mayor peligro del cual resguardarse. Pareciera que así es, dado que el progreso tecnológico siempre se nos ha presentado como la obtención de cada vez mayores capacidades cuantitativas sobre la manipulación de los elementos de nuestro entorno. Pero me pregunto si no puede pensarse en un nivel tecnológico superior en el cual el mejor aprovechamiento del entorno en beneficio propio no implique un mayor riesgo del cual cubrirse. Acaso esta pueda ser una realidad a futuro, pero creo que está claro que hoy las cosas no son así. ¿Qué hacer mientras tanto?
Tiendo a pensar que no puede hacerse otra cosa que la que se hace en materia de energía nuclear. Es decir, tratar de prevenirse lo mejor posible de los accidentes. De los errores se aprende tambien en lo referido a las prevenciones que se han definido. Para este caso en particular me pregunto si una medida no debería ser el que no se construyan las plantas en áreas con riesgo de sismos. Claro que esta medida resultaría en perjuicio de países en tales zonas, como Japón. Lo cual puede llevar a pensar que la consecución de este tipo de empresas tal vez deba ser de orden mundial, no solo el establecimiento de las normas de seguridad para ellas, sino su puesta a punto. ¿Es muy utópico el pensar en una humanidad que deja de lado las fronteras al menos en lo que hace a la producción de la energía que la sustenta? No son pocos los casos de países que han llevado adelante en conjunto emprendimientos energéticos.
Lo de Japón es ciertamente, ante todo, una catástrofe natural. Pero no debemos dejar de ver que hay riesgo de que se agrave por causa de la manipulación artificial. Es ahí, creo yo, donde las responsabilidades comienzan a asentuarse.
el 18 de marzo del 2011 a las 8:02
Sobre lo que estamos viviendo, nadie puede discutir la gravedad de la situación por la que se está pasando. Puede ser que haber reaccionado antes en algunas medidas pudiera haber paliado, en parte, el grado de peligrosidad, y, por otra parte, también puede ser que, las Autoridades y el Gobierno, mirando la situación desde su punto de vista político también tengan una porción de responsabilidad en todo lo que está pasando.
Sabemos que asustar a la población es muchas veces contraproducente e incluso se pueden producir más victimas con la huida descontrolada del lugar. Sin embargo, en un suceso tan grave como el que nos ocupa, se tiene (dentro de lo posible) que informar a la población de manera adecuada procurando que todo se desarrolle por cauces normales pero dando a la gente la posibilidad de poner a salvo a su familia.
En cuanto al tema nuclear de las Centrales, en estos días, son decenas y decenas de miles de opiniones para todos los gustos y cada cual, “arrima el ascua a la sardina (o a su manera de ver las cosas) que le interesa” pero, en realidad, pocas de las opiniones que podemos oir son autorizadas y saben de qué están hablando.
La cuestión no es nada sencilla. En situaciones así, siempre buscamos culpables cuando si nos paramos a pensar, todos somos un poco culpables en alguna medida de la situación creada que, aunque tenga su origen en la Naturaleza, no fue la Naturaleza la que colocó allí las Plantas Nucleares de Fisión.
A “toro pasado”, es fácil opinar. Tenemos que pensar en el hecho de que la Humanidad ha mejorado su nivel de vida a base de “avances” que nos han ido proporcionando más y mejores oportunidades para desarrollar Sociedades avanzadas que, como todos sabemos, en gran parte se nutren de la energía. Tampoco ignoramos que esa energía no es fácil de producir y, para ello, utilizamos productos naturales como el petróleo, gas o carbón (entre otros) y, también han sido objeto de críticas por parte de un sector de la Sociedad que nos dicen que estamos calentando el planeta. Entonces, acudimos a la energía nuclear que, aunque muy peligrosa en muchos aspectos, nos proporciona la energía que necesitamos para hacer posible nuestra forma de vida.
De todas estas energías, nos beneficiamos todos y, en el momento de utilizarlas, nadie piensa en el posible daño que se hace al planeta o que se puede generar para la población, sólo, grupos aislados, dan la tabarra con éste o aquél peligro que se puede producir. Pero, todo sigue igual, el consumo aumenta y las necesidades de la Humanidad que van en aumento, cada día exige más y más energía.
¿De donde podemos obtenerla? Todos sabemos las posibilidades reales que hoy en día tenemos para conseguir esa energía tan necesaria en nuestro mundo. Nadie renuncia al coche o al ordenador, a la calefacción, ni a ninguno de los muchos artilugios que utilizamos y que, sin energía, no podrían existir. Si eso es así (que lo es), a qué venimos a quejarnos ahora ante una situación que, en realidad, no se producjo (en origen) por causa del hombre.
No podemos ser hipócritas (en estos días estamos viendo que todos los Gobiernos lo son) y renegar ahora de algo que ha estado con todos nosotros todo el tiempo. Esa es la cruda verdad y renegar de ella ahora por lo sucedido, ni sería lógico ni sería consecuente con nuestro comportamiento anterior.
Por otra parte, hablar por hablar, sin fundamento científico alguno de por qué esto es así y lo otro asá, me parece algo irresponsable. Viendo la televisión he llegado a sentir verguenza ajena al oír a periodistas comentar sobre la energía nuclear sin tener la menor idea de lo que estaban diciendo que, en su mayor parte, eran retazos de otras opiniones más autorizadas que ellos recomponían con palabras propias para terminar en un revoltijo incomprensible de barbaridades que nada explicaban al oyente.
“Todos somos un poco responsables de lo que pueda pasar”
¡La Energía de Fisión! Como todo en esta vida, tiene su parte buena y su parte malísima que es la que ahora a quedado al descubierto. Esperemos que finalmente, la gravedad que se puedan derivar de los acontecimientos vividos, sea del más bajo nivel posible, aunque todos sabemos que también debemos estar preprados para lo peor.
el 18 de marzo del 2011 a las 11:17
Japón como todos los países desarrollados (altamente desarrollado) hoy por hoy no puede prescindir de la energía nuclear, de hecho, ni un nipón ha hecho lo que vimos ayer en Madrid: un grupo de pancarteros en la puerta de la embajada japonesa gritando consignas antinucleares. Con lo que ha pasado y está pasando ese pueblo en Occidente hay mucha gente que sigue y seguirá haciendo el ridículo.
Todo el apoyo para el pueblo japonés, que salgan de esta catástrofe natural que ha supuesto el terremoto y el sutnami con 15000 víctimas mortales y esperemos que “lo nuclear” con cero víctimas mortales por ahora se quede en un susto.
Saludos!
el 18 de marzo del 2011 a las 11:19
Hola muchachos.
Hola, Amigo Emilio.
Comparto tus palabras en general, pero creo que generalizas injustamente, cuando hablas de “nuestra hipocresía”. Sé que no es tu pensar real, pero así se lee. No se puede omitir que la mayoría del planeta, en cantidad de población y en extensión, no participa del frenesí del sobreconsumo causante de la sobredemanda de energía, y materiales no renovables.
Me gustaría que los compañeros leyeran este interesante enfoque de un querido Amigo, que hoy está retirado y residiendo en Brasil, que escribió en setiembre de 2008 para el periódico Peripecias.
José Da Cruz es geógrafo, especialista en desastres, y novelista.
LA DEMOCRACIA Y EL DESASTRE- José Da Cruz
Todo sistema centralizado es piramidal y disminuye las posibilidades de control democrático. El caso extremo es la organización militar, que para cumplir con su objetivo tiene que ser jerárquica e intrínsecamente exenta de deliberación.
Un flujo de información abierto, con posibilidades de comprensión generalizada y de acceso fácil para quienquiera, es garantía de posibilidades de democratización.
Todos podemos oir en la radio cómo se pronostica la temperatura máxima del día o si se esperan lluvias. Si bien no todos comprendemos la importancia de los hectopascales o los milímetros por metro cuadrado, por lo menos adquirimos una base de conocimientos para decidir si llevar o no abrigo o paraguas.
En otras palabras: la información abierta nos permite tomar una decisión política. Si queremos saber más, por ejemplo qué diferencia de clima nos indican las mediciones barimétricas o de velocidad del viento, podemos consultar un libro o el mar revuelto de Internet y orientarnos bastante bien en el asunto.
No todos tenemos un barómetro y un anemómetro a mano, pero notamos si el tiempo “está pesado” o si “sopla de lo lindo” y es suficiente para la actividad cotidiana. Son conocimientos científicos, pero conocimientos científicos abiertos a todo el mundo y aplicados de manera comprensible y general.
Pensemos ahora en una situación de riesgo, donde un desastre puede dejar patas arriba lo cotidiano. Una condición de ese inquietante escenario es la existencia de una amenaza, por ejemplo de inundación, de tormenta tropical, de terremoto. Como esos fenómenos son recurrentes, el habitante común sabe que si vive en determinada zona está en riesgo, que eso aconteció en ese lugar y puede volver a acontecer.
De ese modo la sociedad puede tomar medidas preventivas y los ciudadanos ven y comprueban las circunstancias riesgosas. En el peor de los casos, los habitantes ven y comprueban las consecuencias del desastre y saben naturalmente qué hacer para ponerse a salvo, asistir a las víctimas o reconstruir las circunstancias cotidianas. Así es en las inundaciones, los terremotos, las tormentas…
Sin embargo, los factores de riesgo en un asentamiento de población no son solamente elementos naturales: hay también factores de riesgo tecnológico. Supongamos un escape de gases tóxicos de una gran industria química, como ocurrió en la ciudad india de Bophal hace 24 años. La ciudad se llenó de gases de cianuro, murieron entre ocho y diez mil personas de forma inmediata y 20 000 más posteriormente, quedaron 540 000 personas con la salud dañada y aún hoy 150 000 acarrean serias secuelas de la intoxicación. El escape ocurrió en medio de la noche y cuando la gente se desplazó por centenares a los hospitales para pedir ayuda nadie sabía las causas, nadie entendía nada, los médicos no tenían la menor idea de qué hacer.
¿Cómo pudo suceder? Era un riesgo latente en la ciudad, pero no existía en el dominio público. Las instalaciones industriales no son de acceso general, y los procesos, por razones comerciales, suelen ser secretos. Cuando la gente sintió el fuerte olor abrasivo de los gases ya los estaban absorbiendo, ya estaban muriéndose por intoxicación. Nunca habían sido informados acerca de qué gases podían afectarlos, ni el servicio de salud conocía cómo combatir los posibles efectos.
Solo un sistema industrial puede controlar a otro sistema industrial, solo una estructura de control similar a la estructura causante de riesgos puede controlarla. Los riesgos de una industria química, para seguir con el mismo ejemplo, solo pueden ser monitoreados por instrumentos desarrollados en el mismo ámbito de conocimiento, y además esos instrumentos deben ser manejados por expertos.
Cuanto más complejo es un producto industrial, las circunstancias de su producción están más alejadas de la comprensión general, democrática. La gente común puede notar cuándo se viene una tormenta o ve cómo crece el río; no puede saber cómo es el escape de dioxinas y furanos de la chimenea de determinada industria, ni qué lleva, en realidad, el agua negra que la curtiembre desagota en la cañada de la vecindad. Conocer el verdadero riesgo ambiental exige la intermediación de aparatos, manipulados y leídos por expertos.
El caso extremo de una manipulación incomprensible para la gente, aislada por completo del público, de peligrosidad potencial tan extrema como ninguna otra institución humana, es la manipulación nuclear. Nada hay comparable a esa fuerza que, creada por la ciencia y aplicada según determinados métodos científicos, podría poner fin a la vida en el planeta, en todo el planeta.
Hablamos de centrales nucleares para calentar agua hasta temperaturas de vapor y con ese vapor mover turbinas para generar electricidad. Eso es una parte. La otra parte es que esas centrales potencialmente podrían utilizarse para producir materiales aptos para fines militares. ¿Qué significa? Que sean públicas o privadas, las centrales nucleares de por sí, intrínsecamente, tienen que ser instalaciones con reglas militares o bajo control militar. Se acabó la democracia.
En una central eléctrica donde el agua se hiciera hervir con leña o gasoil por lógica habrá prevenciones a cargo de técnicos y bomberos, pero en principio la planta podría estar abierta para todo el mundo y los posibles accidentes y sus consecuencias serían comprensibles para la generalidad. En una central nuclear, la radiación no huele, no se ve, no tiene gusto, pero mata a corto o a largo plazo. El problema es que nadie verá un hongo nuclear sobre una central: se trata de otra cosa.
No sabemos a cuánta radiación nuclear natural estamos expuestos. En algunas zonas supera los límites aceptables, por ejemplo donde el granito del suelo deja escapar mucho gas radón, y entonces se nota un exceso estadístico de casos de cáncer. Son medidas indirectas a cargo de expertos, y nunca las podremos comprobar sin aparatos y conocimientos muy especializados. Si vivimos cerca de una central nuclear, al riesgo natural se suma el tecnológico y en el tecnológico va implícito el riesgo del llamado factor humano. Mientras no dejemos de ser humanos, ese factor estará presente.
Cuanto más piramidal, jerárquica y antidemocrática sea una estructura, más difícil es saber desde afuera lo que pasa en su dominio. La información hacia el exterior depende de la voluntad y la honestidad de manejo de la información existente en esa misma estructura. Es decir, si en una industria de alta tecnología sucede algo que afecte al medio circundante, quienes habiten en este medio dependerán por completo de la información generada en la misma industria para enfrentar las consecuencias. El vecino no puede ir a las instalaciones y constatar con sus sentidos porqué no funcionan o qué materiales se vertieron por error al aire o al agua. Y no olvidemos el secreto industrial, las leyes de la competencia, el objetivo de lucro… Pero hay casos aún más complejos.
Si a la alta complejidad tecnológica se suman las consideraciones comerciales y a eso el secreto militar, la distancia entre el ciudadano común y esa instalación tecnológica será abismal. Es el caso de la industria nuclear. Los responsables lo son a su vez de la información. Incluso las autoridades gubernamentales e internacionales de control, pues la nuclear es la industria más controlada del mundo, deben confiar en los informes emanados de la misma central. Intervienen cuando algo anda mal y no en otro momento: no tienen derecho, no tienen información, no tienen posibilidad. Las medidas adoptadas suelen ser inspecciones, sanciones políticas y recomendaciones tecnológicas. No llegan mucho más allá y tampoco podría ser de otro modo.
Solamente un instrumento para controlar radiaciones puede constatar que una central tiene pérdidas de radioactividad, y difícilmente el conjunto de la sociedad ande con contadores Geiger en el bolsillo todo el día, todos los días.
Un caso típico de las dificultades de detección ocurrió cuando el accidente de Chernobil. Por una falla de manipulación, el reactor se incendió y comenzó a emitir sustancias radioactivas, que el viento repartió por toda Europa. Claro que nadie notaba lo que sucedía… A algo así como mil kilómetros de distancia de Chernobil queda la central nuclear de Forsmark, al norte de Estocolmo, Suecia. Cuando llegó el cambio de turno, los controles de radioactividad empezaron a enloquecerse: marcaban la presencia de más radioactividad en la ropa de quienes ingresaban a la planta, en comparación a la ropa de quienes abandonaban su lugar de trabajo. No podía ser. Algo andaba mal o estaban frente a un escape inadvertido, que había contaminado los alrededores. Hubo muchas horas de confusión e incertidumbre, de consultas con autoridades nacionales e internacionales, hasta que el Estado soviético reconoció que había ocurrido un escape nuclear en Chernobil, Ucrania. Hizo falta el equipo de detección de una central nuclear para descubrir un accidente en otra, así fuera a mil kilómetros de distancia.
No importa si la energía nuclear se defiende como segura, barata, confiable o lo que sea que esté de moda argumentar. Una apuesta a lo nuclear es una apuesta al autoritarismo, al control militar y al menoscabo de la democracia. Cien pequeñas centrales eléctricas en cien pueblos, ya sea que funcionen a leña, carbón, bagazo de caña, fuel oil o lo que fuere, serán siempre más democráticas que una gran hidroeléctrica o central nuclear unida a esos cien pueblos por líneas de alta tensión y estaciones transformadoras. Cada central local genera tecnología local; la Gran Red implica el control central y la estructura verticalista. Incluso si los efectos ambientales de determinados combustibles para esas pequeñas centrales no fueran aceptables, siempre se pueden tomar medidas en lo local, ágiles y rápidas si el poder decisorio está cercano a la planta. De otro modo dependerá de un aparato burocrático lejanísimo y tremendo, lento e indiferente, alejado por completo de la práctica sobre caliente.
Lo peor que podemos elegir desde el punto de vista de la democracia es una central nuclear, necesariamente rodeada de estrictas medidas de aislamiento y seguridad, necesariamente en estrecho contacto con intereses militares estratégicos. Nunca podremos ver y palpar los efectos de un accidente y dependeremos de la habilidad técnica de los expertos para saber algo de sus efectos, y de la voluntad política de los propietarios para que la población sea informada y que esa información sea veraz. Estamos en sus manos. Debemos confiar en ellos, nos guste o no. No hay alternativa.
Claro, ese tipo de estructura contribuye a conservar el poder, sin duda alguna, y tal vez el kilowatt resulte más barato, pero ¿quién empezó a poner precio a la democracia?
Saludos cordiales para tí y para tod@s desde Montevideo
el 18 de marzo del 2011 a las 13:09
Amigo Nelson, cuando hablamos desde la vehemencia del momento, no debemos tomar todas las palabras al pie de la letra, y, tenemos que saber sacar de contexto lo que estamos tratando de decir. Estoy de acuerdo contigo en que no podemos meter a todos en el mismo saco, y, si lo expresé así, pido disculpas a quien pueda corresponder, nada más lejos de mi ánimo que molestar la sensibilidad de nadie.
Por otra parte, he leido atentamente lo que tan gentilmente nos envías, y, desde luego, todo tiene sus dos partes, la buena y la mala para elegir. Ni todo es bueno ni todo es malo, hay que saber situar las cosas en su justo lugar.
No es fácil elegir en la situación actual sobre el tema que aquí se debate, ¿podríamos prescindir de las Nucleares? Lo dudo.
¿Que no son todo lo buena que sería deseable? Desde luego.
Pero a las alturas que estamos y con las tecnologías de las que disponemos, y con las necesidades que nos hemos creado (no queremos prescindir de nada) estamos utilizando todo lo que podemos y está a nuestro alcance para cubrir la demanda en los muchos campos en los que, la energía, es necesaria.
En fin, ¡Es todo tan complejo!
el 18 de marzo del 2011 a las 13:44
No debes disculparte. Como dije, se que no es tu pensar real; sólo me animé a puntualizar porque me pareció que tus palabras no expresaban tu pensamiento. Además todos podemos equivocarnos, y, en mi caso, si me avisan, agradecido.
Lógicamente, a las nucleares no es posible ya suprimirlas en lo inmediato, pero (comienzo tienen las cosas) hay que sustituirlas progresivamente por las opciones más seguras y baratas; pequeñas hidroeléctricas locales, solar termodinámica, eólica, etc. También habrá que reconocer que el actual paradigma del crecimiento económico perpetuo es inviable, no puede haber crecimiento infinito con recursos finitos. No podemos continuar siguiendo a los flautistas que nos conducen al despeñadero.
Un abrazo, Amigo.
el 18 de marzo del 2011 a las 8:19
Por otra parte, será mejor estar atentos a lo que nos digan los expertos y autoridades que, aunque siempre procuraran dejar a un lado el alarmismo, también es verdad que se ciñen a datos fiables y más ajustados a los hechos que acontecen, como por ejemplo:
“La radiación ha llegado a 400 milisieverts por hora en un aparato de control en la central nuclear. Anteriormente se había empleado el término “microsievert” como unidad para medir el nivel de radiación. Le hemos preguntado a nuestro comentarista Noriyuki Mizuno que nos cuente la diferencia entre ambos.
Un milisievert equivale a mil microsieverts. El cambio de unidad indica que el incidente es extraordinario en la historia de la generación nuclear, no solo en Japón, sino en el resto del mundo.
Los niveles de radiación de 100 a 400 milisieverts por hora podrían afectar a la salud de los humanos. Cuando una persona se expone a una radiación de más de 500 milisieverts por hora, experimenta una disminución temporal del número de glóbulos blancos, y, en especial, disminuyen en gran medida los linfocitos en la sangre.
Por eso, los niveles de radiación alrededor del reactor número 3, cifrados en 400 milisieverts, y los del reactor número 4, en unos 100 milisieverts, son suficientes para afectar a la salud de las personas si no se protegen con la ropa adecuada.
Entretanto, el profesor Sentaro Takahashi, experto en el control de seguridad de las radiaciones y subdirector del Instituto de Investigación sobre Reactores de la Universidad de Kioto, dice que los encargados deben monitorizar qué tipo de material radiactivo se está fugando de los reactores, y también en qué cantidad.
El profesor cree que 400 milisieverts por hora es un nivel considerablemente alto de radiación. Pero el aumento en su nivel podría ser temporal. Si, por ejemplo, fuera provocado por una ráfaga de gas inerte radiactivo, este podría disiparse pronto y el nivel de radiación bajaría.
“No obstante”, añade el profesor, “tenemos que ser muy cautelosos si el gas fuera del tipo muy peligroso para los humanos, como el iodo radiactivo vaporizado. Hay que averiguar por qué está subiendo el nivel de radiación y qué tipo de material radiactivo está provocando el aumento”.
Los que están trabajando en una instalación que manipula sustancias radiactivas pueden someterse a una exposición máxima de 50 milisieverts al año. Es decir, que el nivel de radiación observado de 400 milisieverts por hora es 8 veces superior. Esta medición indica que si una persona permaneciera una hora en la central quedaría expuesta a 400 milisieverts; y si estuviera solo 8 minutos, se expondría al límite anual establecido para un trabajador de una central nuclear.”
el 18 de marzo del 2011 a las 11:34
“Un oportuno trabajo para entender el actual desastre en Japón.”
http://www.ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol355.htm
Saludos cordiales.
el 18 de marzo del 2011 a las 12:20
Disculpen los ladrillos, muchachos, pero están copiados de archivos PDF por lo que no tengo forma de poner enlaces. En este caso es una noticia publicada en el diario La Juventud de Montevideo en el día de ayer y se descarga en versión PDF. Tiene que ver con el artículo anterior en cuanto a la absoluta dependencia del público, de la responsabilidad de los expertos a cargo, y de la maraña de intereses y presiones de y sobre las autoridades, para acceder al conocimiento de la verdad.
THE GUARDIAN Y WIKILEAKS
GOBIERNO JAPONÉS ENCUBRIÓ
ACCIDENTES NUCLEARES
UN CABLE de la embajada
de EEUU en Tokio de 2008,
obtenido por WikiLeaks y
publicado por The Guardian
en el día de hoy, informa
de que el político japonés
Taro Kono le dijo a los
diplomáticos de EEUU que
el ministerio japonés encargado
de la energía nuclear
había estado “encubriendo
los accidentes nucleares
y ocultando los verdaderos
costos y problemas
asociados con la industria
nuclear”.
“Los ministerios quedaron
atrapados en sus políticas,
como políticas heredadas
de los funcionarios
de mayor jerarquía, que no
podían entonces desafiar”,
aseguró.
Los puntos criticados
por Kono son diversos,
pero se refieren fundamentalmente
a la forma de actuar
por parte del Ministerio
de Economía, Comercio
e Industria (METI) y las empresas
eléctricas del país.
El cable, con fecha de finales
de 2008, recoge estas
críticas realizadas durante
una cena entre este
miembro de la cámara baja
en la que también estaban
presentes miembros del
Agregado Energético y Económico.
Taro Kono, según el cable
de la embajada estadounidense,
se mostró muy
en contra del programa nuclear
de Japón y de su forma
de hacer las cosas. Es-
pecialmente se hace referencia
a temas relacionados
con el costo y la seguridad
de la energía nuclear.
Se afirma que las compañías
electicas japonesas
habrían ocultado costes
y problemas con la
energía nuclear, mientras
que el sobrecoste usado
en estas áreas se había
puesto en el programa de
reciclaje de uranio de cara
a la opinión pública.
También se critica que las
eléctricas, después del accidente
sucedido en el reactor
de Monju en 1996, se han
enfocado en planes para el
reprocesamiento de los
materiales en lugar de cancelar
los planes nucleares.
Desarrollaron una técnica
de combustible llamada
Mixed Oxide, con el cual se
reprocesaban los materiales,
y para Kono, este proceso
es muy caro y hubiera
sido más efectivo comprar
una montaña de uranio en
Australia.
Además afirma que este
coste se ha ido pasando de
forma gradual a las facturas
de los clientes, haciendo
que estos tengan una
energía eléctrica mucho
más cara que otros países.
Preguntado por la influencia
por el poder de influencia
que tienen las compañías
eléctricas en Japón,
aseguró que en una canal
de televisión se concertaron
unas entrevistas en
tres partes para hablar sobre
temas relacionados
con la energía nuclear.
Tras la primera entrevista,
las siguientes fueron
canceladas, debido a las
presiones realizadas a la
televisión por parte de las
eléctricas en las que se llegó
a amenazarles con retirar
la publicidad a su cadena.
El cable también recoge
críticas sobre el Ministerio
de Economía, Comercio e
Industria de Japón, el cual
comenta estaobsoleto, haciendo
referencia a que las
normas de radiación en las
que se hacen pruebas alimentos
venidos del extrajeron
están en los mismos
niveles que después del
accidente de Chernobyl, a
pesar de que otros países
han endurecido estas normas.
También destaca que el
METI se mostró a favor de
buscar métodos de energías
alternativas, pero sin
el suficiente apoyo y siendo
poco eficaz. En la legislación
actual se obliga a
las eléctricas a comprar
electricidad proveniente de
métodos alternativos, pero
la cantidad que están obligados
a comprar es muy
poca.
Así mismo crítica que las
subvenciones desde el
METI a las empresas interesadas
eran tan pocas
que hacían que fuese prácticamente
imposible que
los interesados en desarrollarlas
no tuvieran éxito
a la hora de encontrar inversores
externos.
Y por si fuera poco, Taro
Kono también señala al
METI de encubrir accidentes
nucleares y de ocultar
los verdaderos costes de
problemas asociados a la
energía nuclear, de hecho
afirma que el METI selecciona
y recoge aquellas
partes del mensaje que le
gustan y que posteriormente
son pasadas a los diputados
japoneses.
Kono también se muestra
preocupado por los residuos
de la energía nuclear
y señala que Japón no
tiene un lugar de almacenamiento
permanente para
residuos de alto nivel y por
lo tanto, no tienen solución
a este problema. Además
el cable recoge una alta
preocupación por los almacenamientos
temporales y
la alta actividad sísmica
que tiene el país, preguntándose
si es buena idea
hacerlo en determinados
lugares y tener el riesgo de
que los materiales se filtren
a las aguas subterráneas
en caso de un terremoto
o de haber un volcán
cercano.
No obstante y a pesar de
estas críticas, este miembro
de la cámara baja,
siempre según el cable de
la embajada estadounidense,
se mostraba optimista
sobre el futuro y cree
con el tiempo Japón terminaría
teniendo un 100% de
energías renovables.
el 18 de marzo del 2011 a las 14:47
Parece que esta situación no era tan impensable, impredecible:
“En Japón en el seguro de instalaciones nucleares se excluyen los daños causados por terremotos, tsunamis y quemas provocadas por terremotos”, aclara la reaseguradora Swiss Re. Y esto vale tanto para daños en instalaciones como también ante responsabilidades frente a daños humanos. Por otra parte tampoco el seguro de casa cubre los daños causados por radiación atómica. Las consecuencias de accidentes atómicos se consideran en el ramo como difícilmente asegurable. Los daños son difícilmente calculables y las primas para un tal seguro serían enormemente altas y costosas. El mercado no acepta, no hay seguro.
La reaseguradora Munich Re espera que los “accidentes graves de las centrales nucleares niponas afecten poco a la economía de la aseguradora privada”. En Japón, aclaran los expertos, es sobre todo el Estado el competente ante los daños causados por los reactores y ante los daños de responsabilidad civil del entorno. Para la cobertura supletoria los explotadores de centrales nucleares habrían creado consorcios. Pero de cualquier modo se excluirían prestaciones por daños causados por terremotos.
Según El Finantial Times Deutschland, Tepco -explotador nipón de centrales nucleares- no ha contratado desde septiembre seguro alguno para daños materiales causados por sus centrales nucleares, sólo ha contratado para daños en sus instalaciones. El periódico se remite para ello a datos de los círculos de empresas reaseguradoras. Según los datos la gran parte de los daños recaerían o corresponderían a las empresas afectadas y al Estado japonés.
(extraído de un artículo de Mikel Arizaleta en Rebelión).
¿Quién pagará los daños, entonces? Seguramente los de siempre: las víctimas sobrevivientes, el pueblo japonés.
el 18 de marzo del 2011 a las 16:30
Y otra cosa que a causa de lo terrible de la situación no se ha hablado pero que inevitablemente viene asociada a la polémica, son los “cementerios nucleares” .Realmente está complicada la cosa.
Como siempre aprendemos a base de palos y el secretismo del poder político y de las multinacionales son la gran lacra que arrastraremos…¿Hasta cuando?
el 18 de marzo del 2011 a las 16:55
Todos de una manera u otra, sabemos cual es la raíz del problema en este tipo de cuestiones sobre la utilización de energías, estamos a merced de un grupo de gente que lo que menos les interesa es el bienestar de toda la humanidad como una sola entidad, solo les interesa sus intereses económicos a cualquier precio. La pregunta es, seguimos discutiendo sobre cuál es el problema, y cuales son los diferentes puntos de vista de cada uno, sea cual sea el lugar que representamos en esta sociedad por los conocimientos que nos fueron obligadamente infundidos en nuestros pensamientos, o, ¿utilizamos nuestra propia conciencia personal para decidir lo mejor para todos?, y no, para unos pocos…
La corrupción es el peor mal que en la actualidad nos impide poder seguir evolucionando como especie inteligente, se debería pensar en como aprender a convivir en un mundo cada vez más globalizado de la mejor manera con los recursos que tenemos a disposición, haciendo de este el mejor uso que se le puede dar.
Quisiera aportar más información sobre las opciones que se puede tener para un futuro mejor, cabe destacar que no soy un interlocutor de Jaque Fresco que apenas conozco toda su obra, sin embargo en lo personal me parece que muchas de sus ideas solucionarían muchos de los problemas que hay en la actualidad, pero de nada sirve si no se trabaja en llevar a cabo las ideas para conseguir un estilo de vida mas equitativo para todos.
Uno de los temas principales en los que trabaja Fresco es el concepto de una economía basada en recursos naturales que reemplace la necesidad de la economía monetaria orientada a la escasez que tenemos hoy día. Fresco argumenta que el mundo es lo suficientemente rico en recursos naturales y energía, y que -junto a la tecnología y la aplicación de métodos científicos- las necesidades básicas de la población mundial pueden suplirse con abundancia, a la vez que se eliminarían las limitaciones actuales de lo que se considera posible de acuerdo a nociones de viabilidad económica.
Para trascender estas limitaciones, El Proyecto Venus propone que trabajemos hacia una Economía mundial Basada en Recursos, en la cual los recursos planetarios son considerados herencia común de todos los habitantes de la Tierra. La práctica actual de racionar recursos a través de métodos monetarios es irrelevante, contraproducente, y se encuentra lejos de cubrir las necesidades de la humanidad.
Una Economía Basada en Recursos utiliza los recursos existentes – en lugar del dinero – para proporcionar un método equitativo de distribución en la manera más humana y eficiente posible. Es un sistema en el cual todos los bienes y servicios están disponibles a cualquiera sin la utilización de dinero, créditos, trueque, o cualquier otra forma de deuda o servidumbre.
Para entender mejor una Economía Basada en Recursos, es preciso considerar esto: si todo el dinero del mundo desapareciera de la noche a la mañana, siempre que la capa fértil del suelo, las fábricas, el personal y otros recursos fueran dejados intactos, podríamos construir lo que necesitáramos para cubrir la mayoría de las necesidades humanas. No es dinero lo que la gente necesita, sino un acceso libre a la mayoría de sus necesidades sin tener que preocuparse por una seguridad financiera o tener que apelar a la burocracia gubernamental. En una Economía Basada en Recursos, el dinero se volvería irrelevante.
Hemos llegado a un momento en el tiempo donde las nuevas innovaciones de la ciencia y la tecnología pueden fácilmente proporcionar abundancia para toda la gente del mundo. Ya no es necesario perpetuar el impedimento consciente de eficiencia de la obsolescencia planeada, perpetuada por nuestro viejo y desgastado sistemas de ganancias. Si estamos genuinamente preocupados por el medio ambiente y por nuestros compañeros seres humanos, si realmente queremos terminar con las disputas territoriales, la guerra, el crimen, la pobreza y el hambre, debemos reconsiderar conscientemente los procesos sociales que nos llevan a un mundo donde estos factores son comunes. Nos guste o no, son nuestros procesos sociales – prácticas políticas, sistemas de creencia, economías basada en ganancia, nuestras normas de conducta impulsadas culturalmente – los que nos llevan y respaldan el hambre, la guerra, la enfermedad y el daño ambiental.
La aspiración de este nuevo diseño social es alentar un sistema de incentivo que no esta dirigido hacia las metas vacías y egocéntricas de la riqueza, la posesión, y el poder. Estos nuevos incentivos alentarían a la gente hacia la creatividad y la realización del ser, tanto material como espiritualmente.
http://www.jacquefresco.blogspot.com/
http://www.youtube.com/user/jacquefresco
Lo cierto es, que hay otras opciones que podemos encontrar, además de las que nos brindan la clase política por ejemplo…
Saludos.
el 18 de marzo del 2011 a las 23:57
Es curioso, en España ya los medios han pasado el terremoto/sutnami/Fukushima a otro plano y ahora Gadafi eclipsa las portadas… Uhmmmm muy tarde para actuar en Libia, pero viene bien para no seguir alarmando respecto la energía nuclear…
¿será un movimiento calculado? o es pensar demasiado mal, es decir, si han dejado a este tipo masacrar a la gente, ahora van y se ponen serios con él.
Bueno, como no me gusta desviar la temática del foro, lo comento y me vuelvo para la ciencia 😉
el 20 de marzo del 2011 a las 0:19
“Odisea al amanecer” ha comenzado. Han soltado al segundo jinete, portando “la espada de fuego que consume”, en su rojo corcel. Más terror, destrucción y muerte, para robar el petróleo libio, propiedad del estado.
Con el pretexto del “bombardeo de Trípoli” a cargo de la aviación libia, bombardeo que los satélites rusos sobre el Mediterráneo no detectaron, que los periodistas latinoamericanos presentes en Trípoli, ni siquiera escucharon, y que ningún reportero gráfico registró ni durante, ni después ( que se presente el que haya visto fotos de los efectos del supuesto “bombardeo”); y de la “masacre” de “civiles rebeldes” (fuertemente armados, con alto poder de fuego y que pudieron tomar ciudades importantes) por parte de los “mercenarios” (ejército regular libio) de Kadhafi.
Cualquier semejanza con Irak, no es coincidencia.
Los que toman estas decisiones, no van al frente, pero sí participan en el reparto de los “contratos de reconstrucción”, algunos ya tienen “experiencia”. Serán “presionados” por las petroleras para obtener los contratos de explotación. Pasan de guerra en guerra sin despeinarse, y ven el mundo en llamas por la televisión.
Esta vez no será la Naturaleza ni la imprevisión humana, el que cobrará muchas vidas, no importa de qué lado, no importa de qué ideología, raza ni religión. Que se preparen los que siguen en la lista.
Tanta iniquidad no puede durar para siempre; a pesar de todo, habrá justicia.
Disculpen la salida del tema, pero es muy difícil hablar sólo de Ciencia, cuando el mundo se nos está cayendo a pedazos.
el 23 de marzo del 2011 a las 2:44
Hola muchachos.
Cosas que no nos cuentan sobre el accidente nuclear en Japón:
http://www.amcmh.org/PagAMC/downloads/ads109.htm
Saludos cordiales desde Montevideo.