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Sueños que, nos llevan a la realidad
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (13)
¿Viajar en el tiempo? Un sueño que “mañana”… ¿Será realidad?
Me hace “gracia” ver como mucha gente, incluso científicos, se atreven a dar su opinión sobre cuestiones que no conocen.
La mayoría de los científicos que no han estudiado seriamente las ecuaciones de Einstein, desprecian el viaje en el tiempo como una tontería, algo que sólo es aplicable a relatos sensacionalistas e historias fantásticas. Sin embargo, la situación que realmente nos encontramos es bastante compleja.
Para resolver la cuestión debemos abandonar la teoría más sencilla de la relatividad especial, que prohíbe el viaje en el tiempo, y adoptar toda la potencia de la teoría de la relatividad general, que puede permitirlo. La relatividad general tiene una validez mucho más amplia que la relatividad especial. Mientras que la relatividad especial sólo describe objetos que se mueven a velocidad constante muy lejos de cualquier estrella, la teoría de la relatividad general es mucho más potente, capaz de describir cohetes que se aceleran cerca de estrellas super-masivas y agujeros negros.
Dilatación del Tiempo
La teoría general sustituye así algunas de las conclusiones más simples de la teoría especial. Para cualquier físico que haya analizado seriamente las matemáticas del viaje en el tiempo dentro de la teoría de la relatividad general de Einstein, la conclusión final, de forma bastante sorprendente, no está ni mucho menos clara.
“La Teoría General de la Relatividad y sus ecuaciones de campo nos muestran la cúspide del intelecto humano. Con ella se relacionan conceptos que viven en diferentes mundos. Un lado de la expresión, la G, está en el mundo de la matemática, la geometría. El otro lado, la T, está en la naturaleza, representando la materia. Esos dos mundos han sido unidos de forma sublime por esa ecuación, interpretándose así: la materia le dice al espacio cómo curvarse y el espacio le dice a la materia cómo moverse.”
Kip S. Thorne, un físico especialista en relatividad general y agujeros negros mundialmente conocido, cree que los viajes en el tiempo serán posibles algún día a través de los agujeros de gusano y utilizando para ello materia exótica, que mantendría abierta las bocas del agujero que nos llevaría a través del hiperespacio a otros lugares lejanos del universo.
Los defensores del viaje en el tiempo señalan que las ecuaciones de Einstein de la relatividad general permiten ciertas formas de viaje en el tiempo. Admiten, sin embargo, que las energías necesarias para doblar el tiempo en un círculo son tan grandes que las ecuaciones de Einstein ya no serían válidas. En la región físicamente interesante en la que el viaje en el tiempo se convierte en una posibilidad seria, la teoría cuántica domina sobre la relatividad general.
Recordemos que las ecuaciones de Einstein establecen que la curvatura del espacio y el tiempo están determinadas por el contenido de materia-energía del universo. Es posible, de hecho, encontrar configuraciones de materia-energía suficientemente poderosas para forzar la curvatura del tiempo y permitir el viaje en el tiempo. Sin embargo, las concentraciones de materia-energía para doblar el tiempo hacia atrás son tan enormes que la relatividad general deja de ser válida y las correcciones cuánticas empiezan a dominar sobre la relatividad. Así pues, el viaje en el tiempo requiere un veredicto final que no puede ser pronunciado a través de las ecuaciones de Einstein, que dejan de ser válidas en los campos gravitatorios extraordinariamente grandes, donde esperamos que la teoría cuántica de la gravedad se haga dominante.
Aquí es donde la teoría del hiperespacio puede zanjar la cuestión. Puesto que la teoría cuántica y la teoría de la gravedad de Einstein están unidas en el espacio deca-dimensional, esperamos que la cuestión del viaje en el tiempo será establecida definitivamente por la teoría del hiperespacio. Como en el caso de los agujeros de gusano y las ventanas dimensionales, el capítulo final se escribirá cuando incorporemos toda la potencia de la teoría del hiperespacio.
De todas las maneras y desde todos los ángulos que lo podamos mirar, si algún día las máquinas del tiempo son posibles, el peligro estaría servido. ¿Quién sería el encargado de controlar su uso? ¿Quién se encargaría de controlar al encargado? y así podríamos seguir indefinidamente, tal es el volumen de gravedad del problema que generaría la existencia de máquinas del tiempo para viajar hacia atrás o hacia delante.
El caos y los estragos rasgarían el tejido de nuestro universo. Millones de personas volverían hacia atrás en el tiempo para entrometerse en su propio pasado y en el pasado de los demás para tratar de reescribir la Historia. ¿Quién no hizo en el pasado alguna cosa de la que se arrepiente o la dejó de hacer, cambiando así el rumbo de su vida? Todos, si pudiéramos, querríamos arreglar eso.
La carrera que no estudiamos, aquella oportunidad desaprovechada, la mujer de nuestra vida que por cobardía dejamos ir, ese tren que no cogimos… Cualquiera de estas situaciones, de haber sido al contrario habría cambiado el curso de nuestras vidas que están regidas, siempre, por la causalidad. Todo lo que ocurre es la consecuencia de lo que ocurrió.
También sería difícil evitar algunas tentaciones de gente con moralidad y conciencia adaptable y elástica, que querrían viajar al pasado para eliminar al padre de su enemigo y hacer posible que éste no naciera. Las paradojas temporales estarían al orden del día.
El viaje en el tiempo significaría que nunca podría existir una historia estable de los sucesos históricos que podrían ser cambiados a placer del consumidor. Pensemos que en los tiempos de Alejandro Magno, viajamos en el tiempo y llevamos a sus enemigos un cargamento de armas modernas; que pudiéramos haber facilitado a Galileo telescopios de última generación y modernos ordenadores. También se podría evitar la crucifixión de Cristo, facilitar a Faraday datos técnicos inexistentes en su tiempo o, por poner otro ejemplo, haber encerrado por loco a Hitler evitando aquel horror.
Obviamente, la mayoría de los científicos no se sienten muy felices con esta desagradable posibilidad que lo trastocaría todo en un continuo caos, eliminaría la Historia y haría inútil la memoria, la experiencia, el conocimiento adquirido a través del esfuerzo personal y un sin fin de situaciones que ahora tenemos y nos hacen ser como somos.
Por mi parte (es una humilde opinión), creo más fácil que consigamos burlar el límite impuesto por la velocidad de la luz (digo burlar, esquivar, no superar) o conseguir, como lo hacen en la serie Star Trek, trasladarnos mediante desintegración molecular que se integra en el punto de llegada de manera instantánea al momento exacto de la partida, que viajar hacia atrás en el tiempo.
El tiempo futuro es algo inexistente, aún no ha llegado, es algo que sabemos que vendrá pero que aún no está en nuestro universo. ¿Cómo se puede viajar a un lugar y a un tiempo que no existen?
emilio silvera
el 10 de marzo del 2009 a las 11:08
Estimado Emílio: Con este artículo me defrauda, no discuto los aciertos de Einstein, pero hay muchas otras hipótesis, que apoyándonos en ellas, dan resultados más satisfactorios. Él considera que la luz se prapaga con velocidad constante, independiente del foco emisor y receptor y que es un corpúsculo, en ello hay una incogruencia, ya que si sale de masa va a masa y es atraida por la masa, según se demostró cuando pasa en las inmediaciones de una estrella, por lo que no puede ser independiente del foco emisor y receptor. Conclusión: Si la teoría resuelve ciertos problemas, no hay que rechazarla pero tampoco hay que ceerla a pies juntilla.
el 27 de mayo del 2011 a las 8:13
Amigo Claudio, siempre se dijo que 4 ojos ven más que 2, y, precisamente, este puede ser el caso. Es decir, que lo que apuntas puede estar en el camino de otra “realidad” de las muchas que puedan ser. Ya sabes que nosotros, los humanos, a través de nuestras mentes, y, según percibimos el mundo, nos formamos nuestras propias realidades que, no precisamente, tienen que coincidir con la auténtica realidad.
El bueno de Einstein nos dejó sus propias realidades, las que él percibía, y, ello, no quiere decir que no existan otras que, incluso, sean más “reales”, ¿quién lo niega? Sin embargo, no podemos ser detractores de una teoría que ha sido examinada, no una, sino cientos de miles de veces y, hasta el momento, nadie la ha podido rebatir. Esas otras que pudieran ser “mejores”, tendrán que ser comprobadas.
Las Teorías se convierten en leyes, y, pueden llegar a ser “inamovibles” pero, dentro de ellas, pueden existir aspectos que no hemos sabido ver, y, cuando sean descubiertos, esa teoría primera crecerá y se hará mayor.
Así ha venido siendo y así seguirá sucediendo.
el 27 de mayo del 2011 a las 19:51
Sobre la cuestión de la posibilidad de viajar en el tiempo, se ha escrito mucho desde hace algunos siglos. Siempre en el terreno de lo hipotético, de lo fantasioso.
Las contradicciones que se describen son muy serias. Las teorías físicas en vigor ni se lo plantean.
Algunos experimentos recientes sobre fenómenos cuánticos, como el entrecruzamiento, están comenzando a producir algunos datos alentadores sobre las posibilidades de transmisión de señales instantaneas, independientes del medio y de la distancia emisor-receptor. Pero no parece posible derivar de ello la posibilidad de viajes temporales.
Yo podré ser muy simple, pero mi sentido común me indica, que lo vivido, vivido está, y que el porvenir, el mio y el de todas las partículas del universo, aisladas o agrupadas, está comenzando precisamente en este irrepetible instante.
En la Breve Historia del Tiempo (Hawking), las sabias explicaciones sobre la flecha del tiempo, y los horizontes de sucesos, lo dejan muy claro.
el 28 de mayo del 2011 a las 8:17
Sí, miradondo el problema desde su perspectiva más lógica, resulta ser como dices. Los momentos son irrepetibles y, si eso es así (como parece que es), el viaje en el Tiempo…es sólo un sueño. Bueno, podemos viajar al pasado, podemos contemplarlo y valorar lo que allí había o lo que allí pasó, sin embargo, nosotros no estaremos allí, seremos testigos ausentes en ese pasado que, desde luego, tampoco podremos cambiar.
Miramos una película del pasado, miramos estrellas situadas a miles de millones de años-luz de nosotros y las podemos contemplar como fueron, y, sin embargo, nada de eso es coetáneo de nosotros, así que, ese viaje en el tiempo es una realidad ilusoria pero, es la única que podemos tener del pasado y lo más cerca que nunca podremos estar de él.
En cuanto al futuro, para nosotros es una cosa muy efímera. Cada tiempo de Planck que viene hacia nosotros nos hace entrar en ese futuro que, de inmedaito se convierte en presente que, de inmediato se convierte en pasado. Vivímos a caballo de las tres fases temporales. Sin embargo, nuestras vidas, transcurren en un continuo presente en el que trabajamos incansables para allanar el camino hacia el futuro que, nosotros, nunca podremos conocer como tal.
Algunos dirán que depende de como se mire, y, en parte llevan toda la razón, ya que, cada día estamos en ese futuro que se acerca imparable pero, al futuro al que me refiero, no es el del día a día en el que surgen nuevas teorías o nuevos descubrimientos que nos acercan a él, el futuro al que me refiere es ese en el que, la Humanidad, como cosa cotidiana pueda desplazarse entre las estrellas. Eso es, a lo que yo, llamo futuro.
Para que ese futuro llegue tendrá que pasar el tiempo y, nadie estará allí proveniente del pasado, todos los que puedan disfrutar de todo lo que será, también, como nosotros ahora, estarán viviendo en un continuo presente. Si eso es así, cabría preguntarse: ¿El Futuro Existe? La respuesta es que sí, pero siempre lo verán otros, lo vivirán las generaciones que vendrán y, para ellas, ese futuro nuestro en el que no podremos estar, sólo será su presente.
¡El pasado! Es simplemente algo para recordar, es la Historia. Nunca nadie podrá visitar la Historia, la historia se puede leer y, con los nuevos adelantos, también se pueden contemplar retazos de los hechos que relata. Sin embargo, existe una imposibilidad física y temporal que, como un principio del Universo, impide que nadie pueda estar entre aquellos que se fueron. Cada cosa, cada hecho, casa suceso y cada persona, tiene su momento irrepetible, y, desde luego, nadie ni nada podrá lograr (creo que nunca) que ese principio sea vulnerado mediante el ilusorio viaje al pasado.
¡Viajar por el Tiempo! Como nos dice el compañero Ojeda, muchos soñaron con esa posibilidad que, es más un deseo de nuestras mentes imaginativas que una posibilidad física real…Sin embargo…dejaré una pequeña rendija abierta…por si acaso.
el 28 de mayo del 2011 a las 1:21
Estimados contertulios: como poder todo es posible, hasta el viaje en el tiempo.
Aparte las ecuaciones de Einstein, ¿cómo se podría volver a un pasado que ya no existe, pues como todo también se transforma?
El viaje al pasado sólo se podría dar, si los hechos se multiplicasen o repitiesen, lo cual implicaría la existencia de interminables universos, como repeticiones de cada instante del nuestro. Y lo peor, habría que viajar al adecuado de cada tiempo. Pues pensar en un intervalo de tiempo a que viajar para cada universo del multiverso sería más complicado aún, ya que su evolución sería aleatoriamente indeterminada.
Otra posibilidad sería la de revertir los procesos materiales hacia atrás, pero como en el caso anterior su evolución sería indeterminada, pues nada se repite, aparte de que los nuestros también se revertirían, por lo que en realidad viajaríamos hacia nuestro futuro, no hacia ningún pasado. Todo ello, dicho de manera simplista.
Si nada es idéntico a nada ni en la expansión ni en la reversión, el pasado sólo puede ir inmerso en el presente. Como genética o información “desvaída” dentro de las estructuras.
También podría pensarse en un doble energético u ondular para los tiempos pasados, como dicen de la onda partícula, que es partícula y onda al mismo tiempo, pero para nosotros, materiales, ello significaría una virtualidad, eso suponiendo que ese doble energético no se transformase, que tampoco.
Así, la forma más “lógica” de viaje en el tiempo estaría en la multiplicación en presente de los sucesos pasados, o de los futuros ocurridos en otro u otros universo equivalentes en evolución al nuestro (¿?) (o podría tratarse de espacio tiempos más limitados) En tal caso el viaje al pasado o al futuro tendrían cierta justificación.
Pero vete a saber, que lo mismo las dimensiones materiales podrían repetirse para cualquier tiempo en escalas distintas, lo que por ahora, no podemos vivenciar. No parece tan descabellado, pues por ejemplo, las partículas de igual estructura se repiten multitudinariamente, como tales, como espacio tiempos, Sus pasados y futuros no diferirán mucho.
el 29 de mayo del 2011 a las 8:39
Muy agradecido por prestar atención al comentario que hice a tu artículo, editado en tu blog titulado “sueños que ve llevan a la realidad”.
Bajo mi punto de vista, no interpretas bien mi comentario, pues yo no digo que Einstein no tenga razones en sus estudios, lo que manifiesto es que toda teoría se apoya en hipótesis, que pueden coincidir con la realidad, pero puede suceder que no sean completas y le lleve a caminos no sean del todo correcto, lo que entrañaría no ver el problema físico en toda su magnitud.
Vuelvo a darte las gracias por tu contestación a mi comentario, y me agradaría que los hagas a mi teoría, y fuese más detallados una vez la hayas leído, los artículos que en mi blog titulado, “teoría del cladín”, la cual se apoya en fenómenos físicos y describe las conclusiones a las que llego.
Yo no digo que la masa no sea energía, ni que la velocidad de la luz no sea constante, ni que la masa no atraiga a la luz, sino que, partiendo del fenómeno físico admitido, de que en todos los puntos del Universo hay campo magnético y apoyándome en los remolinos potenciales, hago el estudio de estos remolinos potenciales, cuyos hilos están constituidos por líneas de flujo del campo magnético que existe en el Universo, llegando a una serie de conclusiones que me permite desarrollar la teoría y ver como es nuestro Mundo.
Se llega así a que, los remolinos de espín entero se propagan a la velocidad de la luz y los de espín semientero retienen masa, y a partir de aquí voy estudiando la estructura de las partículas elementales llegando a las propiedades que poseen, entre ellas, porque se atraen, como forman su campo eléctrico, o el magnético, como se propagan en el medio, etc…
He escrito dos libros sobre esta teoría, pero creo que para poder criticar la, es suficiente con leer los artículos que aparecen en mi blog titulado “teoría del cladín”.
Espero que aceptes mis disculpas por las molestias que te he causado, y si las razones que te doy las consideras oportunas y no entiendes el desarrollo de las ideas, estoy siempre a tu disposición. Tu último comentario sobre este tema, me parece muy lógico y estoy de acuerdo con él. Un saludo muy afectuoso Claudio.
el 29 de mayo del 2011 a las 10:19
Claudio, me he pasado por tu Blog y he dejado impreso el trabajo a que te refieres, lo leere con atención y te daré cumplida opinión en este mismo lugar. En principio, y, simplemente con una ojeada que le he dado, me parece interesante.
He tratado de dejar un mensaje en tu blog, no se si aparecerá.
Un saludo.
el 30 de mayo del 2011 a las 6:56
Para Claudio:
He leído el esbozo que haces sobre lo que llamas Teoría Cladín. La verdad es que son ideas para nada despreciables y llevan un punto de interés que sólo necesitaría su formulación matemática para hacer coincidir, toda la teoría con una base fuerte y autoconsistente de ecuaciones que la amarren, y, a partir de ahí pasar al experimento que, en Ciencia, es lo que rubrica el trabajo de los teóricos.
La Teoría pretende dar respuesta a demasiadas cosas (al gravitón explicándo el por qué aparece la Gravedad, la materia oscura, los agujeros negros, la teoría de nudos o cuerdas, nos pregunta por solitones y axiones, o, sobre el mismo neutralino), y, desde luego, ninguna de ellas es fácil de contestar y encontrarle una explicación coherente…de momento.
En general las ideas que se dejan sueltas sobre cada una de estas cuewstiones son tan válidas como cualesquiera otras, y, “…admitir la existencia del fluído magnético y en él los remolinos potenciales…” en los que hilos constituidos por lineas de flujo de ese campo magnético seria la línea de partida para aplicar las leyes de la Mecánica de Fluídos que nos daría las respuestas que buscamos.
Pero, la cuestión no resulta tan sencilla como todo eso que, siendo una idea, tendríamos que demostrar que es una idea válida en el sentido en el que se ha lanzado a la palestra de la Física y la Cosmología. ¿Cómo podemos avalar esas “buenas” ideas?
Estaría bien que, esta Teoría, se formulara de manera más completa y con todo su acompañamiento de las correspondientes ecuaciones, toda vez que, cuando faltan las palabras son ellas las que mejor explican las cuestiones complejas del mundo. Una vez hecho esto, habría que enviarla a un Organismo Rector de estas disciplinas (La Real Sociedad Española de Física, por ejemplo) y que, fuera expuesta al criterio de todos para que, tras una minuciosa “inspección”, se pudiera aceptar si fuese correcta, o rebatida con la debida motivación, en el caso de que no lo fuera.
Tienen interés y son muy lógicas algunas de las explicaciones que en la teoría quedan expuestas, y, como digo, sería conveniente desarrollarla plenamente. Lo que hye leído es sólo un esbozo sencillo de lo que podría ser y necesita de más profundidad para llegar al lugar que se pretende. No es fácil explicar, de manera plena muchas de las cuestiones tratadas: el Gravitón, la Materia Oscura, el Bosón de Higgs, las Cuerdas o el mismo Big Bang. Todo ello, requiere de muchas explicaciones que aquí, en la Teoría Cladín no las he podido leer, sin embargo, se apuntan.
Muchos son los años que cientos o miles de Físicos llevan trabajando para descubrir todas esas cuestiones y, de momento, no han podido dar con la diana del Gravitón, la Materia Oscura, o, de otras muchas cuestiones aquí tratadas.
No veo motivo alguno para rechazar la Teoría pero, sí veo motivos más que suficientes para considerarla una Teoría incompleta, inacabada, carente del apoyo matemático que le daría sentido científico.
Le recomiendo amigo Claudio que no deje ahí el trabajo, que lo complete y termine y, si para ello, debe pedir asesoramiento, hagaló. Muchos son los que le darían consejo con presteza.
¡Suerte!
el 30 de mayo del 2011 a las 5:08
Ya que este artículo es una amalgama de ciencia y filosofía (para nada despreciable… ¿estamos?) me permitiré traer a colación uno de los enfoques (de la realidad) que nace en culturas paralelas a la occidental cotidiana y que consiste en la noción consistente en que el mundo que llamamos real no es sino una ilusión.
Una ilusión en la que la realidad del multiverso es cual la plastilina con la que cuando niños jugábamos dándole formas caprichosas conforme los dictados de nuestra imaginación y nuestra habilidad artística.
Más allá de este caos, existe el mundo inmutable del cual Platón nos habló.
Atentamente…
el 30 de mayo del 2011 a las 5:16
Alguna noción de esto tenía Pedro Calderón de la Barca (“La Vida es Sueño”); pero no profundizaré, mi conocimiento es muy limitado.
Atentamente…
el 30 de mayo del 2011 a las 6:31
Estimado Adolfo, limitado como el de todos.
En cuanto al mundo que nos forjamos en nuestras mentes, es el mundo “real” nuestro, que no tiene que coincidir, necesariamente, con el mundo real de la Naturaleza. Nuestras mentes tienen sus propios mecanismos que elaboran y clasifican todos y cada uno de los parámetros que les llega del entorno, de lo que percibe, y, de lo que siente a través de los sentidos. En función de todos esos datos que nuestra “computadora mental” tiene a su disposición, conforma un “mundo” y, ese mundo, es “nuestra realidad” dentro de otra realidad mayor que se llama Universo.
Nuestra manera de “ver” el Universo es la que nos lleva a clasificarlo de la manera que lo hacemos y, desde luego, puede que nos falten otras opciones que no están a nuestra disposición (nuestra biología no es completa -aún-) y, tales carencias de percepción nos lleva a equivocar la realidad construyendo la propia para reemplazarla.
Muchas de las cosas que aún no hemos podido encontrar, o, mejor dicho, a las que aún no le hemnos podido dar una explicación, siguen fuera de nuestra percepción precisamente por eso, porque nuestra realidad difiere de la realidad del mundo que nos acoge, y, nos empeñamos en “ver” de una manera improcedente lo que habría que tratar de “ver” conforme a la realidad que nosotros no podemos percibir.
Pensándolo bien, es fácil de comprender, al igual que los perros tienen la facilidad de oir notas que, para nosotros no existen, o los pájaros pueden detectar cataclismos antes de que estos se produzcan, nosotros carecemos de esos “sentidos” y al guiarnos por los nuestros que son los que envían los mensajes al cerebro, éste opera con lo que recibe y de esa manera “parcial” construye su propio mundo que deja fuera muchos de los códigos que el mundo real conlleva. Si eso es así (como parece que es), nuestra realidad es una realidad propia e incompleta que no coincide con la verdadera realidad del mundo que nos acoge.
Un saludo.
el 31 de mayo del 2011 a las 10:25
Contestando al comentario de Silvera del 30 de mayo. Muy agradecido por este comentario tuyo que es muy afable hacia mi teoría y mi persona.
Te empezaré aclarando, todas las preguntas que te haces a la exposición de mis artículos, sobre aquello que tienes dudas. Te manifestaré que todas las afirmaciones que he hecho, son consecuencia de los desarrollos matemáticos que he publicado en el libro titulado “Teoría del Cladín”.
En él, está demostrada la estabilidad del remolino potencial, las propiedades que tiene, que energía posee, como se propaga, se demuestra así mismo que hay dos tipos de remolinos, los de espín entero y los de espín semientero, los primeros se propagan con velocidad contante, los segundo poseen masa o antimateria, según la presión que causen en el medio. Las partículas que llamamos elementales son remolinos, cada uno con sus características y estas características definen como son las partículas, con las propiedades que tienen, y porque existen un número tan reducido de tipos de partículas.
Sí bien la energía determina ciertas características del remolino por su frecuencia, con ella no queda definido el remolino, pues no se sabe el número de líneas que tiene, ni lo retorcidas que están sus líneas entre sí, ni la fase en que se encuentra el hilo en su propagación. Todos estos estados del remolino son los que determina la Mecánica Cuántica que hace a la materia cuántica, pero no la fase, en la que se encuentra el hilo en su propagación, de aquí que esta mecánica no determine la trayectoria de las partículas, y llega a la conclusión que puede ocupar cualquier punto del espacio, cuando pasa de un punto definido A a otro punto también definido B.
Se demuestra que el electromagnetismo es una rama de la Mecánica de Fluido, así mismo, se demuestra como las partículas elementales crean la masa o antimateria, como crean el campo eléctrico y como se producen esta fuerza de atracción, o sí no crean campo eléctrico son neutras, pero todas poseen campos magnéticos. Se determinan como se asocian a través de las fuerzas fuertes y débiles, dando lugar a las partículas compuestas. La gravedad es una consecuencia de la perturbación que produce el remolino en su medio, con lo que llegamos a determinar las cuatro fuerzas que se dice existen en la naturaleza.
Podíamos seguir diciendo consecuencias a las que me lleva la teoría, que es lo que he intentado hacer en los artículos que he escrito en los dos blog titulados “teoría del cladin”, y han sido muchos años pensando y sacando consecuencias, estando defraudado con el poco éxito que he conseguido, después del esfuerzo realizado, pero aquí estoy y seguiré transmitir mis ideas, que creo que son correctas.
Un saludo muy afectuoso Claudio
el 31 de mayo del 2011 a las 12:53
Estimado amigo, buenas explicaciones y, desde luego, queriendo profundizar más, trataré de hacerme de un ejemplar del libro para acceder a toda la información.
Veremos si, finalmente, tu teoría se confirma…estaría bien.
Saludos.