Jul
21
¡El Universo! Y nosotros…, que lo queremos comprender.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
La luz del Sol tarda aproximadamente 8 minutos y 19 segundos en llegar a la Tierra situada a 150.000.000 de kilómetros, es decir, a una velocidad de 299.792,358 m/s.
Ahí tenemos la imposibilidad física de viajar a otros mundos y no digamos a otras Galaxias. Las velocidades que pueden alcanzar en la actualidad nuestros ingenios espaciales no llega ni a 70.000 km/h ¿Cuánto tardarían en recorrer los 21.759.840.000.000.000.000 km que nos separa de Andrómeda?
La primera imagen es Próxima Centauri, la segunda la estrella alumbra su planeta Próxima Centauri b
Incluso el desplazarnos hasta la estrella más cercana, Próxima Centauri, resulta una tarea impensable si tenemos encuentra que la distancia que nos separa es de 4’2 años-luz y un año-luz=9.460.800.000.000 km. Hasta que no se busque la manera de esquivar la barrera de la velocidad de la luz, los viajes a otros mundos están algo complicados para nosotros.
“El sistema estelar más cercano a la Tierra, conocido como Alpha Centauri, será el objeto de una misión espacial australiana destinada a buscar mundos habitables a solo 4 años luz de nosotros.”
Ahora, algunas cosas nos parecen imposibles pero, en el futuro podremos hacer realidad nuestros pensamientos más imaginativos. El imposible, en realidad no existe. Todo está a nuestro alcance y, nuestras mentes, podrán solucionar todos y cada uno de los impedimentos que hoy no sabemos vencer. Creo firmemente que el Universo, quiere ser visitado y desea presumir ante nosotros de todas sus maravillas.
Los famosos Agujeros de Gusano que nos llevarán a otros mundos
Para conseguir eso, la única ventaja a nuestro favor: ¡EL TIEMPO! Tenemos mucho, mucho tiempo por delante para conseguir descifrar los secretos del Hiperespacio que nos mostraría otros caminos para desplazarnos por las estrellas que, en definitiva, será el destino de la Humanidad. Todo ello, claro está, si antes no es la misma humanidad la que lo fastidia todo. El mirar hacia atrás y comprobar comportamientos anteriores, en verdad no resulta muy alentador, el proceso de Humanización aún está muy crudo y con suma facilidad sacamos fuera el animal que llevamos dentro de nosotros. Son embargo, ahí está ese atisbo de esperanza que debiera ser suficiente.
Así resulta ser la Humanidad.
Sí, el hombre sólo está en mala compañía. Claro que, algo bueno debíamos tener y la existencia de la mujer, un ser mucho más fuerte que nosotros los hombres, capaz de darnos hijos y de mantener unida la familia. Mientras que el hombre es (por regla general), el suministrador, el que proporciona el sustento, la mujer es la que influye en los valores más importantes del hombre, ella, durante la niñez, le graba en su cerebro esos mensajes que perduraran durante toda la vida, dará la impronta de su carácter y la personalidad futura. En la época antigua, mientras el padre trabajaba la madre dedicaba horas y horas a los niños, y sus enseñanzas y consejos los acompañaran durante sus vidas, en el colegio y en la Universidad les enseñan cosas que no sabían, en sus casas les enseñan la educación y a ser hombres y mujeres que se miran en el espejo de sus padres.
Ahora el mundo es más justo, la balanza terminará por equilibrarse
Claro que, la vida moderna está cambiando tantas cosas… La mujer de hoy ha alejado aquella figura maternal del pasado y, sinceramente creo que…, para mejor. La igualdad es algo que se impone en todos los órdenes de la vida y, poco a poco, nos va llegando.
Bueno todo eso era antes, ahora… ¡La Igualdad se impone!
HERENCIA
Todas las personas presentamos unas características comunes que nos definen como seres humanos. Sin embargo, no hay dos seres humanos exactamente iguales. La diversidad no es sólo física, también lo es de pensamiento de ideas y de sentimientos.
La humanidad, es en realidad, algo muy complejo y difícil de entender. Sabemos que en el Universo existen cientos de miles de millones y trillones de protones y electrones o 10-5 átomos por c/cm3 de espacio, todos, absolutamente todos los protones, son exactamente iguales. Con los electrones pasa igual y lo mismo con los átomos, son exactos, copias los unos de los otros, la misma masa, la misma carga y las mismas propiedades, no podríamos encontrar un electrón distinto a otro. Sin embargo, referido a nosotros, los individuos que componemos toda la Humanidad, varios miles de millones, resulta que, ni siquiera uno es exactamente igual a otro. Cada uno es diferente a los demás y tiene sus propias características particulares que lo hace distinto.
Somos capaces de lo mejor…y, también de lo peor
Ahí precisamente reside la grandeza y también la dificultad. La grandeza que da la variedad y el enorme abanico que posibilidades de mentes distintas empeñadas en resolver un problema que se estudia bajo miles de millones de puntos de vista, con lo cuál, es más fácil que, finalmente, aparezca la solución. La dificultad que esa misma variedad genera entre seres que al ser diferentes, también tienen criterios distintos y distintas maneras de ver las cosas y nos pueden llevar a la solución.
Nuestras mentes, han evolucionado y, pasando el tiempo y observando la Naturaleza que nos rodea, hemos llegado a pesar en cómo habrían sido las cosas, como se formó todo y cómo pudimos llegar hasta aquí y, para ello, construímos un Modelo.
Hablaremos ahora del Big Bang, esa teoría aceptada por todos y que nos dice como se formó nuestro Universo y comenzó su evolución hasta ser como ahora lo conocemos. De acuerdo a esta teoría, el Universo se originó a partir de un estado inicial de alta temperatura y densidad, y desde entonces ha estado siempre expandiéndose. La teoría de la relatividad General predice la existencia de una singularidad en el comienzo, cuando la temperatura y la densidad eran infinitas.
La mayoría de los cosmólogos interpretan esta singularidad como una indicación de que la relatividad general de Einstein deja de ser válida en el Universo muy primitivo (no existía materia), y el comienzo mismo debe ser estudiado utilizando una teoría de cosmología cuántica.
Con nuestro conocimiento actual de física de partículas de altas energías, podemos hacer avanzar el reloj hacia atrás a través de la teoría leptónica y la era hadrónica hasta una millonésima de segundo después del Big Bang, cuando la temperatura era de 1013K. Utilizando una teoría más especulativa, los cosmólogos han intentado llevar el modelo hasta 1035 s después de la singularidad, cuando la temperatura era de 1028 K. Esa infinitesimal escala de longitud es conocida como límite de Planck: Lp= √(Gђ/c3) =10–35 m que en la Ley de radiación de Planck, es distribuida la energía radiada por un cuerpo negro mediante pequeños paquetes discretos llamados cuantos, en vez de una emisión continua. A éstas distancias, la Gravedad está ausente para dejar actuar a la mecánica cuántica.
La teoría del Big Bang es capaz de explicar la expansión del Universo; la existencia de una radiación de fondo cósmica, y la abundancia de núcleos ligeros como el helio, el helio-3, el deuterio y el litio-7, cuya formación se predice que ocurrió alrededor de un segundo después del Big Bang, cuando la temperatura reinante era de 1010 K.
La radiación de fondo cósmica proporciona la evidencia más directa de que el Universo atravesó por una fase caliente y densa. En la teoría del Big Bang, la radiación de fondo es explicada por el hecho de que, durante el primer millón de años más o menos (es decir, antes del desacoplo de la materia y la radiación y, por tanto, en equilibrio término con ella. Esta fase es habitualmente denominada “bola de fuego primordial”.)
Cuando el Universo se expandió y se enfrió a 3000 K se volvió transparente a la radiación, que es la que observamos en la actualidad, mucho más fría y diluida, como radiación térmica de microondas. El descubrimiento del fondo de microondas en 1.956 puso fin a una larga batalla entre el Big Bang y su rival la teoría del Universo estacionario de P. Hoyle y otros, que no podía explicar la forma de cuerpo negro del fondo de microondas. Es irónico que, el termino Big Bang, tuvo inicialmente un sentido burlesco y fue acuñado por Hoyle, contrario a la teoría del Universo inflacionario y defensor del estacionario.
Cronología del Big Bang | ||
Era | Duración | Temperatura |
Era de Planck | de 0 a 10-43 seg. | a 10-34 K |
Era de radiación | de 10-43 a 30.000 años | desde 10-34 a 104 K |
Era de la materia | de 30.000 años al presente (13.500.000.000 años). | desde 104 a 3 K actual |
Para fijar más claramente los hechos se debe extender la explicación evolutiva del Universo en las fases principales que son: Era: de la materia, hadrónica y leptónica.
ERAS EN EL PROCESO DEL BIG BANG
De la radiación
Período entre 10-43 s (la era de Planck) y 300.000 años después del Big Bang. Durante este periodo, la expansión del Universo estaba dominada por los efectos de la radiación o de las partículas rápidas (a altas energías todas las partículas se comportan como la radiación). De hecho, la era leptónica y la era hadrónica son ambas subdivisiones de la era de radiación. La era de radiación fue seguida por la era de la materia que antes se reseña, durante la cual los partículas lentas dominaron la expansión del Universo.
Era Hadrónica
Corto periodo de tiempo entre 10-6 s y 10-5 s después del Big Bang en el que se formaron las partículas atómicas pesadas, como protones, neutrones, piones y kaones entre otras. Antes del comienzo de la era hadrónica, los quarks se comportaban como partículas libres. El proceso por el que se formaron los quarks se denomina transición de fase quark-hadrón. Al final de la era hadrónica, todas las demás especies hadrónicas habían decaído o se habían desintegrado, dejando sólo protones o neutrones. Inmediatamente después de esto el Universo entró en la era leptónica.
Era Leptónica
Intervalo, que comenzó unos 10-5 s después del Big Bang, en el que diversos tipos de leptones eran la principal contribución a la densidad del Universo. Se crearon pares de leptones y antileptones en gran número en el Universo primitivo, pero, a medida que el Universo se enfrió, la mayor parte de las especies leptónicas fueron aniquiladas. La era leptónica se entremezcla con la hadrónica y ambas, como ya dije antes, son subdivisiones de la era de la radiación. El final de la era leptónica se considera normalmente que ocurrió cuando se aniquilaron la mayor parte de los pares electrón-positrón, a una temperatura de 5×109 k, más o menos un segundo después del Big Bang. Después, los leptones se unieron a los hadrónes para formar átomo.
Así se formó nuestro Universo, a partir de una singularidad que explotó expandiendo toda la densidad y energía a unas temperaturas terroríficas y, a partir de ese mismo instante y el espacio junto con la materia que, finalmente desembocó en lo que ahora conocemos como Universo.
El Universo es el conjunto de todo lo que existe, incluyendo (como he dicho) el espacio, el tiempo y la materia. El estudio del Universo se conoce como cosmología. Los cosmólogos distinguen al Universo con “U” mayúscula, significando el cosmos y su contenido, y el universo con “u” minúscula, que es normalmente un modelo matemático deducido de alguna teoría física como por ejemplo, el universo de Friedman o el Universo de Einstein-de Sitter. El Universo real está constituido en su mayoría de espacios que aparentemente están vacíos, existiendo materia concentrada en galaxias formadas por estrellas, planetas, gases y otros objetos cosmológicos.
El Universo se está expandiendo, de manera que el espacio entre las galaxias está aumentando gradualmente, provocando un desplazamiento al rojo cosmológico en la luz procedente de los objetos distantes. Existe evidencia creciente de que el espacio puede estar lleno de una materia oscura invisible que puede constituir muchas veces la masa total de las Galaxias visible. Ya hablamos de ello en comentarios anteriores.
Como ya quedó claro antes, el concepto más favorecido de origen del Universo es la teoría del Big Bang, de acuerdo con la cual el Universo se creó a partir de una densa y caliente concentración enorme de materia (una singularidad) en una bola de fuego que explotó y se expandió para crear el espacio, el tiempo y toda la materia que lo conforma. Y, al principio, se dice que sólo había una sola fuerza fundamental que, al enfriarse el Universo primitivo, se dividió en las cuatro que ahora conocemos. Todo ello, ocurrió, según los datos de que se disponen, hace ahora aproximadamente 15.000 millones de años o 15 eones (109).
El Universo se formó y apareció el tiempo, el espacio (espaciotiempo), y, la Materia. Es lo que dice la teoría que antes hemos descrito. Sin embargo, hay muchas cuestiones que, por lo menos a mí, no han quedado claras y me llevan a preguntas tales como:
¿Cuánta materia hay en el Universo?
¿De donde vino la sustancia del Universo?
¿Qué hay más allá del borde del Universo?
¿Existen otros universos?
En realidad, no existen respuestas concretas para estas preguntas, porque para empezar no sabemos como es de grande el Universo. Sin embargo, si podemos hacer algunas hipótesis. De estas hipótesis han nacido los modelos cosmológicos que ahora nos guían y que pudieron ser construidos de manera firme, a partir de la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
emilio silvera.
Jul
21
¿Quién no tiene dudas?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en La ignorancia nos acompaña siempre ~ Comments (1)
La opinión de Michelson sobre el experimento de Michelson-Morley
Mucha gente no lo sabe, pero Michelson no aceptó hasta 1927 la explicación de la teoría de la relatividad para el resultado negativo de su experimento que buscaba pruebas del éter (experimento de Michelson-Morley de 1887). El éter era el medio a través del cual se creía que se propagaba la luz a finales del siglo XIX. Michelson y Morley idearon un experimento para medir el desplazamiento de la Tierra con respecto a ese medio. Michelson fue el primer norteamericano que recibió un premio Nobel de Física, en 1907; Morley nunca recibió el Nobel. Michelson se sintió muy frustrado con el resultado de su experimento, era tal su apego a la teoría del éter que se negó a aceptar la realidad que tenía ante sus ojos y aún más cuando ésta se basaba solo en lo que él había obtenido. No se dio por vencido y trató de demostrar que el éter sufría un arrastre diferencial debido a la altitud, pero de nuevo el resultado fue negativo. Michelson se resistía a ver más allá y decía: “debe admitirse entonces que estos experimentos no son concluyentes para justificar la hipótesis del éter arrastrado por la Tierra en su movimiento. Pero, ¿cómo se pueden explicar los resultados negativos?”.
La resistencia de Michelson se fue debilitando poco a poco. Primero se aferró a la hipótesis de Lorentz y Fitzgerald, en la que el resultado del experimento suponía una contracción en el material del que estaba hecho el brazo del interferómetro, pero se dio cuenta de que esa explicación era artificial y poco creíble, por lo que finalmente, en 1927, aceptó la explicación dada por la teoría de la relatividad. Pero no fue una aceptación total y sin reservas, ya que esa teoría “destruía” lo que se negaba a dejar: “el éter.” La inconformidad de Michelson se aprecia en sus declaraciones: “es de esperar que la teoría pueda ser reconciliada con la existencia de un medio, efectuando una modificación a la teoría o, más probablemente, por la atribución de propiedades necesarias al éter”.
Una vez aceptada la relación entre su experimento y la teoría de Einstein, como muchos científicos de la época, creyó que su experimento había sido la clave para su desarrollo, pero no en el sentido que le atribuía la mayoría, sino como la base de las transformaciones de Lorentz sobre las que descansa la teoría de Einstein. Cuando Einstein dijo que para él no había sido importante su experimento, Michelson defendió el papel que desempeñó en esa revolución científica, quería un reconocimiento en aquello que en un principio calificó de “fracaso”, deseaba un lugar en la historia. Ciertamente, la mayoría de los científicos y experimentalistas ya le habían otorgado dicho reconocimiento, pero el que pedía llegó en 1931, cuando Einstein alabó su trabajo y lo consideró fundamental para su teoría.
Extractos de Marta Martín del Rey, Ángel Martín del Rey, “La influencia del experimento de Michelson y Morley en la teoría de la relatividad,
Jul
21
No siempre hablamos de lo que comprendemos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
No importa el lugar o el momento, cualquier sitio es bueno para debatir y exponer lo que creemos sobre un tema en particular, y, lo curioso del caso es que, como anuncia el título de este trabajo, no siempre hablamos sobre lo que sabemos, sino sobre lo que creemos saber.
¡La Física! Lo que busca la física fundamental es reducir las leyes de la naturaleza a una teoría final sencilla que lo explique todo. El físico y premio Nobel Steven Weinberg señala que las reglas fundamentales son lo más satisfactorio (al menos para él). Las leyes básicas de Isaac Newton, que predicen el comportamiento de los planetas, son más satisfactorias, por ejemplo, que un almanaque en el que se indique la posición de todos los planetas en cada momento. Weinberg nos dice que la Física no puede explicarlo todo, matizando que sólo puede explicar los sucesos relacionándolos con otros sucesos y con las reglas existentes.
Por ejemplo, las órbitas de los planetas son el resultado de unas reglas, pero las distancias de los planetas al Sol son accidentales, y no son consecuencia de ley fundamental alguna. Claro que, también las leyes podrían ser fruto de casualidades. Lo que sí es cierto es que los físicos están más interesados por descubrir las reglas que por los sucesos que dichas reglas determinan, y más por los hechos que son independientes del tiempo; por ejemplo, les interesa más la masa del electrón que un tornado que se pueda producir en un lugar determinado.
No siempre sabemos de lo que hablamos: El mejor ejemplo es cuando decimos que la “materia oscura es una sustancia invisible que genera Gravedad pero no radiación que impregna todo el Espacio Cósmico y supone la mayor parte de la materia del Universo.
La ciencia, como nos dice Weinberg, no puede explicarlo todo y, sin embargo, algunos físicos tienen la sensación de que nos estamos acercando a “una explicación del mundo” y, algún día, aunando todos los esfuerzos de muchos, las ideas de las mejores mentes que han sido, y las nuevas que llegarán, podremos, al iín, construir esa Teoría final tan largamente soñada que, para que sea convincente, deberá también, incluirnos a nosotros.
¿Una teoría que pueda contestar todas las preguntas…? No parece que sea factible
Pero, paradójicamente, y a pesar de estos pensamientos, existen hechos que los contradicen, por ejemplo, conocemos toda la física fundamental de la molécula de agua desde hace 7 decenas de años, pero todavía no hay nadie que pueda explicar por qué el agua hierve a los 100 ºC. ¿Qué ocurre? ¿Somos acaso demasiado tontos? Bueno, me atrevería a pronosticar que seguiremos siendo “demasiado tontos” incluso cuando los físicos consigan (por fin) esa teoría final que nos pueda dar una “explicación del mundo”. Siempre seguiremos siendo aprendices de la naturaleza que, sabia ella, nos esconde sus secretos para que persista el misterio.
¿Qué sería de nosotros si lo supiéramos todo? Creo que la decadencia se apoderaría de nuestras mentes que, ausente de curiosidad, decaería en un vacío sin retorno.
La explicación que dan los físicos actualmente sobre la subestructura de la materia se llama “el modelo estándar”. En este modelo están incluidas las doce partículas elementales y las tres fuerzas que, cuando se mezclan y se encajan, sirven para construir todo lo que hay en el universo, desde un redondo pan de pueblo hecho en un horno de leña, hasta las más complejas galaxias, y puede explicar todos los mecanismos de acción, es decir, la mecánica del mundo.
El Modelo Estándar de la física de partículas se tambalea como nunca después de que el experimento LHCb del CERN detectara una anomalía que viola el comportamiento conocido del mundo cuántico: insinúa la existencia de nuevas partículas o interacciones fundamentales.
“Investigadores de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) han descubierto una importante fisura en el Modelo Estándar de la física de partículas que, si se confirma, anunciaría una nueva física de dimensiones todavía imprecisas.
El descubrimiento es importante porque sacude la teoría científica que describe la estructura fundamental de la materia y el vacío, y nos explica cómo funciona el mundo en el que vivimos.
El Modelo Estándar describe todas las partículas elementales (las que no pueden descomponerse en entidades más pequeñas) que integran el universo, así como las fuerzas con las que interactúan, lo que ha dado en llamarse el mundo cuántico.”
Pero sigamos.
Entre las partículas figuran los seis Quarks famosos: arriba, abajo, extraño, encanto, fondo y cima. Las otras seis partículas son Leptones: el electrón y sus dos parientes más pesados, el muón y el tau y los tres neutrinos a ellos asociados. Las tres fuerzas son la electromagnética, la fuerza nuclear fuerte (que mantiene unidos a los quarks) y la fuerza nuclear débil (responsable de la radio-actividad). Hay una cuarta fuerza: la Gravedad que, aunque tan importante como las demás, nadie ha sabido como encajarla en el modelo estándar. Todas las partículas y fuerzas de este modelo son cuánticas; es decir, siguen las reglas de la mecánica cuántica. Aún no existe una teoría de la gravedad cuántica.
En realidad, la región que denominamos Gravedad cuántica nos lleva y comprende preguntas sobre el origen del universo observable que nadie ha sabido contestar. Nos lleva a complejos procesos cuánticos situados en las épocas más cercanas imaginables en un espacio-tiempo clásico, es decir, en lo que se conoce como Tiempo de Planck a 10-43 segundos del supuesto Big Bang, cuando reinaba una temperatura del orden de 10 x 1031 K. Pero, como hemos dicho, al no existir una teoría auto-consistente de la Gravedad cuántica, lo único que podemos hacer (como en tantas otras áreas de la Ciencia) es especular.
El Modelo Estándar no es, ni mucho menos, satisfactorio. Los científicos piensan que no sólo es incompleto, sino que es demasiado complicado y, desde hace mucho tiempo, buscan, incansables, otro modelo más sencillo y completo que explique mejor las cosas y que, además, no tenga (como tiene el modelo actual) una veintena de parámetros aleatorios y necesarios para que cuadren las cuentas…, un ejemplo: el bosón de Higgs necesario para dar masa a las partículas que, fue introducido sin tener la certeza de su existencia.
¡La masa! ese gran problema. Todas las partículas tienen masa diferentes pero nadie sabe de donde salen sus valores. No existe fórmula alguna que diga, por ejemplo, que el quark extraño debería pesar el doble (o lo que sea) del quark arriba, o que el electrón deba tener 1/200 (u otra proporción) de la masa del muón. Las masas son de todo tipo y es preciso “ponerlas a mano”, como se suele decir: cada una ha de ser medida experimental e individualmente. En realidad, ¿por qué han de tener masa las partículas? ¿de dónde viene la masa?
No puedo evitarlo ni tampoco me puedo quedar callado, cuando he asistido a alguna conferencia sobre la materia y, el ponente de turno se agarra a la “materia oscura” para justificar lo que no sabe, si al final hay debate, entro en escena para discutir sobre la existencia de esa “materia fantasma” que quiere tapar nuestra enorme ignorancia.
Pero, sigamos con el problema de la masa. Para resolverlo, muchos expertos en física de partículas creen actualmente en algo que llaman “campo de Higgs”. Se trata de un campo misterioso, invisible y etéreo que está permeando todo el espacio (¿habrán vuelto al antiguo éter pero cambiándole el nombre?). Hace que la materia parezca pesada, como cuando tratamos de correr por el fondo de la piscina llena de agua pero que el agua no se pudiera ver. Si pudiéramos encontrar ese campo, o más bien la partícula la partícula que se cree es la manifestación de ese campo (llamada el bosón de Higgs), avanzaríamos un largo trecho hacia el conocimiento del universo.
Aquí, en este imponente artilugio inventiva de nuestras mentes, se quiere dar respuesta a una serie de interrogantes que se espera solucionar con este experimento:
• Qué es la masa.
• El origen de la masa de las partículas
• El origen de la masa para los bariones.
• El número exacto de partículas del átomo.
Y otros muchos enigmas que nos gritan, tales como “materia oscura”, hiperespacio, agujero de gusano, universos paralelos…
Aquí se emplean inusitadas energías para buscar lo más pequeño
¿Qué simboliza Shiva, el dios destructor, en el Acelerador de Partículas del CERN? Pocos saben que, un año después de la gran inauguración del CERN, Sergio Bertolucci, exdirector de Investigación e Informática Científica del CERN, afirmó que el Gran Colisionador de Hadrones podría abrir puertas a otra dimensión en “un lapso de tiempo muy pequeño”, añadiendo que quizá fuese suficiente “para mirar en el interior de esa puerta abierta, para obtener o enviar algo”.
Si no fuera tan largo de contar, os diría que, en realidad, el Campo de Higgs se descubrió hace ya muchos siglos en la antigua India, con el nombre de maya, que sugiere la idea de un velo de ilusión para dar peso a los objetos del mundo material. Pocos conocen que, los hindúes fueron los que más se acercaron a las ideas modernas sobre el átomo, la física cuántica y otras teorías actuales. Ellos desarrollaron muy temprano sólidas teorías atomistas sobre la materia. Posiblemente, el pensamiento atomista griego recibió las influencias del pensamiento de los hindúes a través de las civilizaciones persas. El Rig-Veda, que data de alguna fecha situada entre el 2000 y el 1500 a. C., es el primer texto hindú en el que se exponen unas ideas que pueden considerarse leyes naturales universales. La ley cósmica está relacionada con la luz cósmica. También fueron los hindúes los primeros en hablar de vacío-
Anteriores a los primeros Upanishads tenemos en la India la creación de los Vedas, visiones poéticas y espirituales en las que la imaginación humana ve la Naturaleza y la expresa en creación poética, y después va avanzando hacia unidades más intensamente reales que espirituales hasta llegar al Brahmán único de los Upanishads.
Hacia la época de Buda (500 a, C.), los Upanishad, escritos durante un período de varios siglos, mencionaban el concepto de svabhava, definido como “la naturaleza inherente de los distintos materiales”; es decir, su eficacia causal única, , tal como la combustión en el caso del fuego, o el hecho de fluir hacia abajo en el caso dela agua. El pensador Jainí Bunaratna nos dijo: “Todo lo que existe ha llegado a existir por acción de la svabhava. Así… la tierra se transforma en una vasija y no en paño… A partir de los hilos se produce el paño y no la vasija”.
También aquellos pensadores, manejaron el concepto de yadrccha, o azar desde tiempos muy remotos. Implicaba la falta de orden y la aleatoriedad de la causalidad. Ambos conceptos se sumaron a la afirmación del griego Demócrito medio siglo más tarde: “Todo lo que hay en el universo es fruto del azar y la necesidad”. El ejemplo que que dio Demócrito -similar al de los hilos del paño- fue que, toda la materia que existe, está formada por a-tomos o átomos.
Bueno, no lo puedo evitar, mi imaginación se desboca y corre rápida por los diversos pensamientos que por la mente pasan, de uno se traslada a otros y, al final, todo resulta un conglomerado de ideas que, en realidad, quieren explicar, dentro de esa diversidad, la misma cosa.
emilio silvera